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Artista: Pablo Picasso

Tamaño: 60 cm x 49 cm

Ubicación: Galería Tate (Londres)

Fecha: 26 de octubre de 1937

Período: Cubismo

Tema: La mujer que Llora

Técnica: Pintura al aceite

La Mujer que Llora es un cuadro que Pablo Picasso pinta en 1937, en el que presenta el
sufrimiento y el dolor de una mujer ante la guerra civil española. En este cuadro vemos como
rompe con la perspectiva convencional y mezcla diferentes puntos de vista al representar los
rasgos del rostro humano.

Descripción:

Es un cuadro que transmite gran emoción mediante colores fuertes, como rojos y amarillos,
verdes y negros y formas y planos geométricos. Las líneas de contorno de la figura son negras y
están muy marcadas y vemos como la boca, el pañuelo y las manos están en blanco y negro para
acentuar el contraste y llamarnos la atención hacia ese grito desgarrador que parece emitir la
figura.

Es un cuadro que no nos deja indiferentes y llama la atención el llamativo sombrero con flor, el
pelo que parece recién peinado y ese abrigo con pespuntes. Si nos fijamos en los ojos, parecen
abiertos de par en par, como transmitiendo la desesperación y el dolor que produce una guerra.
En Mujer que llora, los dientes de la protagonista aferran convulsivamente un pañuelo arrugado,
que en lugar de tener la apariencia de tela blanda está pintado con líneas decididas en zigzag,
como si fuese rígido y encrespado evocando el dolor de la mujer que protagoniza la obra.

Los colores verdes y amarillos oscuros, no sólo transmiten un sentimiento general de crueldad sino
que hacen pensar en la carne putrefacta. Unas pocas áreas de rojo vivo surgen en contraste con
los verdes y amarillos predominantes, y crean una discordancia deliberada que acentúa el impacto
de la pintura y hacen de ella uno de los trabajos cubistas más destacados en la carrera artística de
Pablo Picasso.
Historia

En 1937, siguiendo los pasos del Guernica, Picasso realizó una serie de pinturas que representaban
el rostro de una mujer desesperada. Una de las figuras del Guernica es una mujer que llora con su
hijo muerto en brazos, y durante bastantes meses el pintor estudió el tema de su rostro
angustiado, volviendo a proponerlo de una manera casi obsesiva hasta alcanzar un total de trece
obras realizadas con técnicas diversas, junto con cuatro pinturas al óleo. Mujer que llora, la última
y más elaborada de las piezas, señala la culminación de uno de los períodos creativos más intensos
de su vida. Un aspecto característico de la obra de Picasso es la manera en que recomponía las
formas humanas, la misma que empleaba para reordenar los distintos componentes de una
naturaleza muerta en el cubismo desplazando los ojos, las orejas, la boca y la nariz para
intensificar las emociones. Así, deformando la figura humana, sentía que podía expresar esto con
mucha más fuerza que a través de representaciones convencionales.

Técnica Pictórica

Aunque el rostro esté fuertemente distorsionado, parte del mismo es el de una persona real, la
fotógrafa Dora Maar, que en aquella época era la pareja sentimental de Picasso. En el cuadro
predominan las formas y los colores ásperos. Los rasgos del rostro están alterados y
desmenuzados en formas recortadas que ponen de manifiesto el tormento interior de la mujer.

Los rasgos del rostro están alterados y desmenuzados

El dolor y el sufrimiento se hacen patentes. No hay lugar para la serenidad y el equilibrio. Las
líneas se quiebran y los colores se contraponen. Los colores nos evocan los tonos de la bandera
republicana. Son a su vez, tonos intensos, amarillos y rojos frente al frío azul que capta nuestra
atención hacia el punto más dramático, unas inmensas manos y esa boca que muerde un pañuelo
arrugado.

La atención del espectador se centra de inmediato en la zona fría, azul y blanca, en torno a la boca
y los dientes. Los ojos y la frente están dislocados, literalmente rotos por la pena. La pintura no
representa, si no presenta, el grito del dolor. El realismo fotográfico no sería suficiente para
plasmar un sentimiento desgarrador que ha llegado a deformar la realidad. Igual que una
metáfora en poesía, la pintura expuesta exagera también los rasgos de la mujer más significativos,
las grandes manos que cogen el pañuelo, los ojos que no saben hacia dónde mirar. Así mismo,
compositivamente, la perspectiva y el punto focal ha sido voluntariamente destruido, vemos a
través de varios puntos de vista, no uno. El tiempo y el espacio se fragmentan, el caos, la
inseguridad, la desesperación quedan sugeridos

El esquema utilizado en la pintura sigue siendo un misterio. Picasso usaba con frecuencia un
monocromo o incluso un grisaille paleta al evocar dolor y sufrimiento. Por el contrario, la paleta
utilizada en "Weeping Woman" incorpora todos los colores principales, incluidos: rojo, amarillo,
azul, así como naranja, verde y marrón. ¿Picasso estaba tratando de imbuir a la mujer de
sentimientos fuertes o con un vívido sentido de la vida? ¿Estaba tratando de contrastar el retrato
con los negros y grises del anterior Guernica? No hay consenso sobre ese tema.

Vida del Artista:

Pablo Ruiz Picasso; Málaga, 1881 - Moulins, Francia, 1973. Pintor español. La trascendencia de
Picasso no se agota en la fundación del cubismo, revolucionaria tendencia que rompió
definitivamente con la representación tradicional al liquidar la perspectiva y el punto de vista
único. A lo largo de su dilatada trayectoria, Pablo Picasso exploró incesantemente nuevos caminos
e influyó en todas la facetas del arte del siglo XX, encarnando como ningún otro la inquietud y
receptividad del artista contemporáneo. Su total entrega a la labor creadora y su personalidad
vitalista, por otra parte, nunca lo alejarían de los problemas de su tiempo; una de sus obras
maestras, el Guernica (1937), es la mejor ilustración de su condición de artista comprometido.

Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde el
joven pintor se rodeó de un grupo de artistas y literatos, entre los que cabe citar a los pintores
Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba reunirse en el bar Els Quatre Gats.
Entre 1901 y 1904, Pablo Picasso alternó su residencia entre Madrid, Barcelona y París, mientras
su pintura entraba en la etapa denominada período azul, fuertemente influida por el simbolismo.
En la primavera de 1904, Picasso decidió trasladarse definitivamente a París y establecerse en un
estudio en las riberas del Sena.

En la capital francesa trabó amistad, entre otros, con los poetas Guillaume Apollinaire y Max Jacob
y con el dramaturgo André Salmon; entre tanto, su pintura experimentó una nueva evolución,
caracterizada por una paleta cromática tendente a los colores tierra y rosa (período rosa). Al poco
de llegar a París entró en contacto con personalidades periféricas del mundillo artístico y bohemio,
como los hermanos estadounidenses Leo y Gertrude Stein, o el que sería ya para siempre su
marchante, Daniel-Henry Kahnweiler.

A finales de 1906, Pablo Picasso empezó a trabajar en una composición de gran formato que iba a
cambiar el curso del arte del siglo XX: Les demoiselles d'Avignon. En esta obra cumbre confluyeron
numerosas influencias, entre las que cabe citar como principales el arte africano e ibérico y
elementos tomados de El Greco y Cézanne. Bajo la constante influencia de este último, y en
compañía de otro joven pintor, Georges Braque, Pablo Picasso se adentró en una revisión de
buena parte de la herencia plástica vigente desde el Renacimiento, especialmente en el ámbito de
la representación pictórica del volumen. Las tramas geométricas eliminan la profundidad espacial
e introducen el tiempo como dimensión al simultanear diversos puntos de vista: era el inicio del
cubismo.

Picasso y Braque desarrollaron dicho estilo en una primera fase denominada analítica (1909-1912).
En 1912 introdujeron un elemento de flexibilidad en forma de recortes de papel y otros materiales
directamente aplicados sobre el lienzo, técnica que denominó collage. La admisión en el exclusivo
círculo del cubismo del pintor español Juan Gris desembocó en la etapa sintética de dicho estilo,
marcado por una gama cromática más rica y la multiplicidad matérica y referencial.

Entre 1915 y mediados de la década de 1920, Picasso fue abandonando los rigores del cubismo
para adentrarse en una nueva etapa figurativista, en el marco de un reencuentro entre clasicismo
y el creciente influjo de lo que el artista denominó sus «orígenes mediterráneos». Casado desde
1919 con la bailarina rusa Olga Koklova y padre ya de un hijo, Paulo, Pablo Picasso empezó a
interesarse por la escultura a raíz de su encuentro en 1928 con el artista catalán Julio González;
entre ambos introdujeron importantes innovaciones, como el empleo de hierro forjado. En 1935
nació su hija Maya, fruto de una nueva relación sentimental con Marie-Therèse Walter, con quien
Pablo Picasso convivió abiertamente a pesar de seguir casado con Olga Koklova; a partir de 1936,
ambas debieron compartir al pintor con una tercera mujer, la fotógrafa Dora Maar.

El estallido de la Guerra Civil española, preludio de la Segunda Guerra Mundial, lo empujó a una
mayor concienciación política, fruto de la cual es una de sus obras más universalmente admiradas,
el mural de gran tamaño Guernica (1937). La reducción al mínimo del cromatismo, el
descoyuntamiento de las figuras y su desgarrador simbolismo conforman una impresionante
denuncia del bombardeo de la aviación alemana, que el 26 de abril de 1937 arrasó esta población
vasca en una acción de apoyo a las tropas del general golpista Francisco Franco. En 1943 conoció a
Françoise Gilot, con la que tendría dos hijos, Claude y Paloma. Tres años más tarde, Pablo Picasso
abandonó París para instalarse en Antibes, donde incorporó la cerámica a sus soportes
predilectos.

En la década de 1950 realizó numerosas series sobre grandes obras clásicas de la pintura, que
reinterpretó a modo de homenaje. En 1961 Pablo Picasso contrajo segundas nupcias con
Jacqueline Roque; sería su última relación sentimental de importancia. Convertido ya en una
leyenda en vida y en el epítome de la vanguardia, el artista y Jacqueline se retiraron al castillo de
Vouvenargues, donde el creador continuó trabajando incansablemente hasta el día de su muerte.
Artista: Braque George

Tamaño: 73 x 60 cm.

Ubicación: Kunstmuseum Bern

Fecha: 1908

Período: Cubismo

Tema: Casas de l´Estaque

Técnica: Óleo sobre lienzo

Entre 1907 y 1909 se reconocen más los referentes cézannianos -que son decididamente
fragmentarios- en los trabajos de Braque y Picasso. A partir de 1909 el cubismo hace más
perentoria su soberanía, y con ella libera su lenguaje. Los años que van de 1909 a 1911 son
cruciales en la definición del cubismo. Tendía a presentar la realidad como una entidad
crecientemente ambigua. Picasso y Braque configuraron recursos estilísticos muy afines, en un
proceso de aproximación mutua, de diálogo artístico y de intercambio de hallazgos. El anti
naturalismo de sus creaciones se expresa, por ejemplo, en la aceptación de la platitud como
condición de la imagen pintada: se excluye la perspectiva escenográfica, y las líneas, no sometidas
a las leyes de creación de un espacio tridimensional, se convierten sobre todo en vector
estructural del cuadro, entendido prácticamente como composición en superficie. Frente a la
pintura fauve, en la que había sido determinante la profundización en las posibilidades del color
como medio expresivo autónomo, para los cubistas el peso del análisis pictórico radicará en la
exploración de las formas. Es más, en las primeras fases de experimentación, que alcanzan a todo
lo que se ha denominado cubismo analítico, los valores cromáticos están sometidos a una
disciplina de austeridad que lleva a los autores a reducir extraordinariamente la paleta, a utilizar
tonalidades muy amortiguadas y a tener por suficiente el empleo de tricromías,
fundamentalmente a base de tonalidades de ocre, verde y gris. Esta es una de las formas de
secesión que marcan el nuevo proyecto de armonías plásticas, equilibradas, en lo que al color
respecta, por la economía de medios y la insistencia en luces intimistas.

Descripción y Técnica:
El cromatismo que presenta en Casas en L'Estaque es de tonalidad muy reducida ocre, verde y gris,
las casas están escalonadas y realizadas a partir de cubos, compuestos unos sobre otros y se
amontonan como si se tratara de un castillo realizado con cartas de naipes. Toda la pintura ocupa
la tela sin dejar ver nada de horizonte ni cielo, un tronco de árbol en primer plano traza una línea
diagonal hacia la izquierda. La luz no viene de un sitio concreto, se consigue el volumen con unas
sombras individuales en cada forma. La pintura sigue el pensamiento y la obra de años posteriores
de Braque, a la que fue fiel hasta el final de su vida.

Historia:

Se considera a Georges Braque y Pablo Picasso como los primeros artistas en intentar expresar,
por medio del cubismo, que una obra de arte no debía ser reducida en su concepción y apariencia,
sino que la realidad artística cubista siempre debe encontrar referencias en el mundo natural,
aunque alteradas, debe de haber siempre algún tipo de conexión entre la naturaleza y el objeto
representado.

Braque se había trasladado a vivir a París desde 1899 aunque no expuso hasta 1906 en el Salón de
los Independientes donde mostró un estilo cercano a las obras de los fauves. En el otoño de 1907
visitó el taller de Pablo Picasso, donde pudo ver el cuadro aún no terminado sobre Les Demoiselles
d'Avignon, que causó una gran impresión al pintor francés. Entre ambos artistas surgió una gran
amistad y comprobaron que los dos tenían una evolución similar en cuanto a la estética de sus
pinturas y su admiración por los planos de colores que empleaba Paul Cézanne, muerto en 1906.

Esta colaboración entre ambos artistas duró hasta el año 1914, cuando Braque se alistó en el
ejército francés para combatir en la Primera guerra mundial. De esa época el propio Braque
explica que con Picasso: «Nos veíamos todos los días, discutíamos, ensayábamos las ideas que nos
llegaban y comparábamos nuestras obras respectivas.»

Braque pintó unos paisajes en L'Estaque, población cercana a Marsella, en los veranos de 1908 y
1909 (uno de los sitios favoritos de Cezanne), donde experimentó con nuevas formas estructurales
más geométricas, en este mismo periodo tuvo Picasso una evolución similar en sus paisajes de La
Rue des Bois y en los pintados en Horta de San Juan, también experimentando en el mismo estilo
geométrico, ambos realizaron una nueva pintura de descomposición de la figura y naturaleza en
formas cilíndricas, cónicas o esféricas.

Braque a finales del año 1908 realizó una exposición en la galería del marchante Daniel Henry
Kahnweiler, después de que el pintor se retirara del Salón de Otoño, donde sus cuadros —excepto
dos—, habían sido rechazados, se dice que Matisse, miembro del jurado había expresado que las
pinturas de Braque estaban realizadas con «pequeños cubos», esta frase fue posteriormente
negada por Matisse, pero el crítico Louis Vauxcelles escribió en la revista Gil Blas (14 de noviembre
de 1908) «El señor Braque desprecia la forma y reduce todo -lugares, figuras y cosas- a cubos» de
esta manera quedó bautizado el nuevo movimiento pictórico como cubismo. Esta primera fase se
denominó «cubismo analítico.

La serigrafía « Maison à l'Estaque » de Georges Braque (« Casa en l’Estaque ») entró en las


colecciones de la UNESCO en 1965. Ha sido realizada a partir de un óleo sobre lienzo de 1908
actualmente conservado en el Museo de Bellas Artes de Berna (Kunstmuseum, Berna, Suiza).
L'Estaque es un antiguo pueblo de pescadores a las afueras de Marsella reputado por sus
fabulosos paisajes pintados por Paul Cézanne como por ejemplo « El golfo de Marsella visto desde
L'Estaque » (1878-1879) conservado en el Museo d'Orsay en París.

Después de un período fovista inicial que duró entre 1905 y 1907, Georges Braque, que tiene
entonces 25 años, busca explorar nuevos horizontes artísticos. En 1907, el Grand Palais organiza la
más grande retrospectiva de la obra de Cézanne que murió un año antes. Para Braque, la visita de
esta exposición resulta ser un punto determinante de su carrera. No solo descubre una nueva
expresión artística encarnada por la obra de Cézanne sino que coincide también con su encuentro
con otro futuro gran maestro, Pablo Picasso. De la colaboración más o menos turbulenta entre los
dos hombres surgirán más tarde las bases del cubismo hasta llegar a los límites de la abstracción.

Después de esta fuerte emoción visual, Georges Braque decide realizar tres viajes en Provenza
entre 1907 y 1908. Vuelve a Paris con una serie de paisajes incluyendo « la Casa en L'Estaque » con
un estilo que corresponde al período llamado "Cubismo de Cézanne" de Braque que dura entre
1907 y 1909. A partir de las lecciones de Cézanne, Braque práctica la sistematización del tema y de
las formas. Primero, aplica la supresión de los detalles: los árboles se transforman en formas
longitudinales, integrados a los cubos amontonados que representan las casas. Después de
practicar los colores brillantes y vivos del Fovismo, Braque utiliza una paleta cromática más
restringida, reduciendo la luz del Mediterráneo a tonos de ocre con verdes y grises para los
árboles y sombras entre las casas para darle profundidad a la pintura.

Para Braque, la estructuración de la composición prevalece del afán de realismo. Los paisajes se
reducen a lo esencial, es decir dos superficies fusionadas que se componen de formas
amontonadas con colores limitados. Un año antes, Picasso pinta sus « Demoiselles d'Avignon » y
tanto en los paisajes de Braque como en los desnudos de Picasso, la forma empieza a someterse a
una deconstrucción inminente. A pesar de tener personalidades muy diferentes, Picasso y Braque
serán los fundadores, gracias a su espíritu común de experimentación, la más grande revolución
pictórica de principios del siglo 20.

Vida del artista


Georges Braque (1882-1963), padre del cubismo y siempre en busca de innovaciones plásticas, ha
enriquecido e inspirado todas las vanguardias que forman la base de nuestro arte contemporáneo.
Empezó su carrera como aprendiz en la empresa de pintura y decoración de su padre. Después de
haber seguido las clases nocturnas de la Escuela de Bellas Artes de Le Havre, continúa su
formación con un pintor decorativo en París. Sus primeras pinturas fueron inspiradas por los post-
impresionistas pero descubre el Fovismo en el Salon d'Automne del Grand Palais de 1905,
interesándose especialmente en las obras de Matisse y Derain. De inmediato se marcha a Amberes
para practicar este nuevo estilo con su amigo Othon Friesz. Pinta muchos cuadros con vistas del
puerto de Amberes y los presenta en el Salón de los Autónomos de 1906 (Puente de Amberes,
1906, colección privada). Las pinturas de Braque tuvieron mucho éxito y se compraban
rápidamente.

Cuando descubre la obra de Cézanne en su exposición retrospectiva de 1907 en Paris, Braque


reconsidera totalmente su propio estilo y deja de lado al movimiento fovista en busca de una
nueva forma de expresarse. Se marcha rápidamente hacia la costa mediterránea de Francia, más
precisamente a Marsella, entre l’Estaque y La Ciotat. La serie de pinturas que resultaron de este
viaje muestran una importante reflexión sobre la sistematización de las formas, el fundamento del
Cubismo. Los paisajes se desestructuran y se reducen a formas geométricas yuxtapuestas.
Desgraciadamente, sus pinturas no tuvieron el mismo éxito que en su primera exposición. En el
Salón de Otoño de 1908, rechazaron todas sus pinturas pero un negociante de arte llamado
Daniel-Henry Kahnweiler apostó por el estilo innovador de Braque, compró sus pinturas y le hizo
firmar su primer contrato. En 1914, el artista paró de pintar para enrolarse en el ejército durante
la Primera Guerra Mundial. Herido gravemente, fue desmovilizado en 1917. Comenzó así a escribir
su primer libro, « Pensamientos y reflexiones sobre la pintura », publicado en 1947.

Más tarde, Braque sigue su exploración del cubismo hasta los límites de la abstracción. Sus
composiciones son cada vez más estructuradas pero también empieza a utilizar materiales
inéditos como el papel de periódico para construir sus “esculturas de papel”. Al igual que Picasso,
Braque no quiere introducir la abstracción completa en su obra y se orienta entonces hacia la
simplificación de un tema declinado en series como en la serie de los Billares realizada entre 1944
y 1945.

Desde los años cincuenta, Georges Braque disfruta de su fama y se le ofrece, entre otras cosa,
pintar el techo de la sala de Enrique II en el Louvre. Finalmente, su encuentro con el Barón Heger
Lowenfeld en 1961 le da la posibilidad de producir su propia colección de joyas llamada
Metamorfosis, expuesta por la primera vez en el Louvre en 1962 e inspirada de las Metamorfosis
de Óvido. Mientras que "Las Metamorfosis de Braque" viajaban hacia Nueva York para ser
expuestas durante el verano de 1963, el artista, entonces en el apogeo de su fama, muere el 31 de
agosto.

Braque buscó y reprodujo exactamente el mismo paisaje que años antes ya había pintado
Cézanne, cuya influencia le marcó poderosamente. Los atributos figurativos pierden importancia y
sólo interesan las relaciones de planos y volúmenes desde una nueva perspectiva formal, como
pone de manifiesto la composición geométrica del cuadro. El fauvismo que inspiró las primeras
pinturas de Braque no tiene el peso de otras obras, pasando el color a ser un mero elemento de
apoyo que se limita a ensalzar la estructura.

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