La paciente R.C de 59 años acude a consulta acompañada de un familiar. El
familiar informa de la observación de ciertos comportamientos extraños en la paciente; había realizado las mismas tareas de forma repetida ( p.e. se había duchado y le había realizado a su hija, siendo ésta diabética, el control de glucemia varias veces seguidas). El familiar le preguntó al paciente si recordaba haber realizado dichas conductas y ésta no tenía constancia de ello aunque sí era consciente de estar olvidando algo.
Le preguntamos al familiar si la paciente reconocía a las personas más
cercanas y nos contesta que hasta el momento no ha tenido ningún problema en reconocer a los miembros residentes en su casa. Asimismo, se le pregunta si la paciente había sufrido episodios similares anteriormente, a lo que el familiar contestó que no, que era la primera vez que sucedía algo parecido en la familia.
La paciente no tenía problemas en realizar actividades como el control de
glucemia a su hija, cocinar, vestirse, hacer la cama, ducharse, etc.
Se le preguntó al familiar, si la paciente había sufrido algún accidente como
una caída o algún golpe en la cabeza. El familiar, que vivía en el mismo domicilio que la paciente, asegura que estando ella presente, la paciente no había sufrido ningún tipo de accidente.
Durante la entrevista al familiar, la paciente pregunta de repente y asustada:
“¿qué hago aquí?”, por lo que se observa que la paciente ha olvidado completamente lo ocurrido hace unos minutos. Se le pregunta si sabe dónde se encuentra y la paciente responde que se encuentra en el hospital de Sevilla, aunque no recuerda cómo ha llegado aquí.
Al observar que la situación era grave, se le manda a la paciente a que le
realicen un TAC, para descartar posibles lesiones en el encéfalo.
El familiar comenta que la situación en el hogar, ya es suficientemente
complicada, como para añadir más preocupaciones. Tras este comentario, se decide seguir realizando preguntas al familiar sobre su entorno.
Descubrimos que la situación por la que atraviesa la paciente es bastante
estresante:. El resultado del TAC realizado anteriormente a la paciente, muestra que no existe ninguna anomalía, por lo que sospechamos que la causa de esta amnesia no se debe a variables fisiológicas, sino a otros factores como el estrés, dada la situación familiar por la que atraviesa. 2.
Comenzamos a realizarle a la paciente una serie de medidas de memoria que
determinen a que sistemas afecta su problema.
Le realizamos una medida de memoria indirecta, que consiste en la
presentación de una lista de palabras, y posteriormente en la fase de recuperación se le pedía que completase con las primeras palabras que se le ocurriesen, a partir de la raíz de dicha palabra. (Los resultados en esta prueba fueron normales.)
Como medida directa se le volvió a presentar una nueva lista de palabras e
inmediatamente se le hizo una prueba de recuerdo libre, al observar que los resultados también eran normales, se le pidió que realizara la misma prueba de recuerdo libre, quince minutos después, la paciente no solo no recordó ninguna palabra sino que tampoco recordaba haber leído ninguna lista.
A continuación, se le hizo una prueba de memoria para comprobar si su
memoria semántica estaba dañada, aunque los antecedentes nos indican que ésta está intacta. Se le presenta por un lado tarjetas con nombres de objetos cotidianos y por otro lado, los objetos. Se le pide a la paciente que relacione las tarjetas con el objeto al que hace referencia. (Los resultados fueron normales, ya que relacionaba correctamente los objetos con las tarjetas).
Asimismo se le realizó otra prueba de memoria para observar si su memoria
procedimental sufría algún daño, aunque había evidencias de que esta permanecía en buen estado. La prueba consistió en presentarle un teléfono y pedirle que llamase a su marido, ésta no presentó ningún problema en realizar la llamada. También se le pidió que se atase los cordones de sus zapatos y lo hizo correctamente.
Llevamos a cabo otra prueba que consistía en la realización de una serie de
preguntas personales que el familiar podía verificar. Se comprobó que era capaz de responder a preguntas sobre su pasado lejano, pero no era capaz de contestar las referidas a acontecimientos recientes. Por lo que podemos afirmar que la paciente sufría daños en la memoria episódica.
Finalmente, se le realizó una prueba de amplitud de dígitos para comprobar el
perfecto funcionamiento de su memoria de trabajo. Los resultados de esta prueba fueron normales. 3.
En las pruebas de medida indirecta, los resultados fueron normales, al igual
que en las pruebas de medida directa, sin embargo, en la segunda fase de recuerdo realizada quince minutos más tarde, pudimos comprobar que paciente no solo no recordó las palabras, sino que tampoco era consciente de haber realizado la prueba