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Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas

Departamento de Filosofía Henry Córdoba Villanueva


Seminario-Nietzsche-Heidegger

La relación entre el pensamiento del eterno retorno y la voluntad de poder en la


superación de la metafísica occidental

En principio se llegó a considerar que la relación de la filosofía de Nietzsche con el fin de


la metafísica occidental, se debe a la abolición del mundo suprasensible como mundo
verdadero, como una expresión de rechazo a la metafísica. No obstante, de acuerdo con
Heidegger, se hace necesaria una reflexión sobre el pensamiento de la voluntad de poder y
el acabamiento de la metafísica, del que se desprende la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que
significa el acabamiento de la metafísica y qué conexión tiene con la relación entre la
voluntad de poder y el pensamiento del eterno retorno en Nietzsche?

Entender la voluntad de poder como interrupción de la metafísica es una aproximación


aparente a la que Heidegger contrapone la invitación a ahondar en el pensamiento
fundamental de Nietzsche, a partir de la pregunta misma por la abolición de la metafísica
occidental, pero desde el mismo pensamiento de Nietzsche, en otras palabras, su proyecto
conductor, y no desde los límites de las respectivas posiciones fundamentales.
Dado que para Heidegger, el pensamiento fundamental de Nietzsche, “la voluntad de
poder” contiene aún una referencia a la interpretación de la entidad del ente en su totalidad
como voluntad, en la pregunta por el proyecto conductor “de la entidad del ente que
sustenta y sobrepasa inicialmente toda la historia de la metafísica”, se reconoce el carácter
metafísico de la doctrina del eterno retorno de lo mismo(N 2000, T.II: p. 12).
Por tanto, la determinación de la conexión entre la voluntad de poder y eterno retorno en
Nietzsche, desde la lectura metafísica de Heidegger, requiere de los pasos siguientes:
1. “El pensamiento del eterno retorno de lo mismo piensa el pensamiento fundamental
de la voluntad de poder anticipadamente en un sentido metafísico-histórico, es
decir, lo piensa en dirección de su acabamiento.
2. Ambos pensamientos piensan metafísicamente lo mismo, en el ámbito de lo
moderno y en el de la historia final.
3. En la unidad esencial de ambos pensamientos la metafísica que llega a su
acabamiento dice su última palabra.
4. El que la unidad esencial quede sin expresar funda la época de la acabada carencia
de sentido.
5. Esta época cumple con la esencia de la modernidad, que solo de esta manera llega a
sí misma.

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6. Históricamente, este cumplimiento es, de modo oculto y en contra de la apariencia
pública, la necesidad de la transición que asume todo lo ya sido y prepara lo
venidero en el camino hacia la guardia de la verdad del ser” (N 2000, T.II: p. 12).
La voluntad de poder es definida como la esencia del poder mismo: “Consiste en la
sobrepotenciación del poder que lleva al acrecentamiento de sí mismo que queda a su
disposición”. Pensar el ser como voluntad de poder, implica comprender el ser como “un
desligarse del poder en su esencia, de modo tal que el poder que ejerce el poder
incondicionadamente poner al ente, en cuanto a lo objetivamente eficaz, en una
preeminencia exclusiva frente al ser y deja que éste caiga en el olvido” (N 2000, T.II: p.
13).
De otra parte, Heidegger especifica la noción de “retorno” como aquello que piensa el
volver consistente de lo que deviene para asegurar el devenir de lo que deviene en la
permanencia de su devenir”. La noción de “eterno”, piensa el volver consistente de esa
constancia en el sentido de un girar que vuelve a sí y se adelanta hacia sí. Sin embargo, lo
que deviene no es la multiplicidad, sino “lo que deviene es lo mismo, es decir: lo uno y
mismo (idéntico) en la respectiva diversidad de lo otro” (N 2000, T.II: p. 13).
Con esto, el pensamiento del eterno retorno piensa la esencia de la entidad proyectada (la
consistencia del presenciar), desde el acabamiento, en tanto, sobre sí y sin salida. El
comienzo es llevado al acabamiento de su final. Lo que está en juego en Nietzsche es la
cuestión de si la voluntad de poder es el carácter esencial de la entidad del ente, en tanto
tiene que pensar lo mismo que piensa el eterno retorno de lo mismo. Esto solo es posible “si
la voluntad de poder se torna comprensible como volver consistente de la sobreelevación,
es decir el devenir, y de este modo como una determinación transformada del proyecto
conductor metafísico. El eterno retorno de lo mismo lleva, por así decirlo, su esencia
delante de sí como el más constante volver consistente del devenir de lo constante “(N
2000, T.II: p. 13).”.

Bibliografía

Heidegger, Martin. Nietzsche, 2 Tomos. Traducción de Juan Luis Verma, Barcelona,


Ediciones Destino, 2000. (N)

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