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La exigencia la vemos por ejemplo cuando una madre le indica a su hijo que ordene su cuarto,
que lo haga ahora, si o si, porque si no, no tiene postre. También la vemos cuando un jefe le indica
a su colaborador que necesita una tarea para determinada fecha y no es capaz de negociar la
fecha de entrega, porque la quiere si o si para ese momento, sin importarle las tareas pendientes o
que se atrasen a su colaborador.
Así funciona la exigencia. No mide las consecuencias del que va a realizar la acción. Solamente le
importa que se haga, que se haga bien y en el tiempo exigido. Sin discusión.
Como sostiene Norberto Levy, la exigencia es una manera IGNORANTE de cumplir con nuestros
objetivos; pues nos lleva a la posición de actuar como máquinas, orientándonos a creer que
debemos HACER ALGO SÍ O SÍ; aunque nos duela la cabeza o no, SIN EXCUSAS.
Dicho lo anterior, analicemos un poco el perfil de los dos actores que componen la exigencia.
A partir de los perfiles observados, entonces, ¿cuál es la relación Exigente – Exigido? Podemos
concluir lo siguiente:
El aspecto exigente acciona desde sus propios juicios y pretende que el exigido "sólo obedezca":
MANIPULACION. Por ejemplo, el jinete y el caballo.
El ser humano tiene PROGRAMADOR y REALIZADOR.
Querer no es poder.
Pensemos en el verbo transitivo QUERER; este significa tener la idea, voluntad y deseo de hacer o
poseer algo. El Exigente, quiere; sin embargo, quien ejecuta es el Exigido; es quien puede o no
puede realizar algo, dependiendo de la carga y habilidades que posea.
Esta relación por tanto tiene sus consecuencias; pues al exigirse la acción de hacer algo pase lo
que pase, el para qué desaparece. A pesar que el exigente cree que el resultado surge netamente
de desear algo intensamente y exigir; basándose en la frase de: QUERER ES PODER.
Por tanto; cuando el Exigente ORDENA, excluye la posibilidad del NO por parte del exigido;
mientras que el Exigido carece de recursos para manifestar la negación, comprometiendo su
dignidad.
Ante esta relación, la resistencia del Exigido para modificar esta situación genera RESIGNACIÓN,
creándose así a una VÍCTIMA. Del mismo modo, la resistencia del Exigido a aquello que no es
posible modificar, genera RESENTIMIENTO; pudiendo esto llevar daños irreversibles sobre sí
mismo.
Entonces, ¿Cuáles son las enfermedades habituales que surgen ante esta tóxica relación?:
De igual modo, si eres una persona que se exige a sí mismo, te invitamos a preguntarle a tu
aspecto exigente:
INDICADORES DE DESEMPEÑO
En primer lugar, quisiéramos analizar contigo el significado de las palabras
que le dan nombre a esta lección:
Por una parte, la palabra indicador refiere a una señal, un aviso, que nos
entrega información. Por otra parte, consideramos al desempeño, como la
capacidad de una institución para gestionar adecuadamente sus recursos y dar
cumplimiento a los objetivos y metas establecidos.
Es en este último punto, donde puede verse con mayor claridad la similitud
en la aplicación de este tipo de criterios entre la metodología de Coaching y una
Evaluación de Desempeño Organizacional. Para ambos fines, las herramientas de
medición son potencialmente útiles si se las adapta en forma adecuada, y es por
eso que los expertos en procesos de Coaching Organizacional las han adoptado
como propias, en sus diferentes variantes y combinaciones, para incluirlas en sus
metodologías.
PARA RECORDAR:
La clave del éxito de una organización pasa por construir entornos y equipos
donde las personas puedan desarrollarse, poner a prueba sus capacidades y
evolucionar hacia su máximo potencial.
PARA RESPONDER:
1. ¿Para qué sirve la evaluación de desempeño?
2. ¿Qué considerarías para realizar una evaluación del desempeño positiva y
constructiva?