Está en la página 1de 22

TEMA 3

1.- EL ACOSO ESCOLAR

2.- LAS FAMILIAS ANTE EL ACOSO ESCOLAR

3.- TEORIAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIVIDAD Y LA CONDUCTA


VIOLENTA

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
1.- EL ACOSO ESCOLAR

El fenómeno conocido como acoso escolar (bullying), frecuente desde hace


algún tiempo, ha desbordado, en general, las normas de convivencia de los
centros y ha generado en la comunidad escolar desconcierto y desorientación
sobre la mejor manera de detectarlo y erradicarlo. Es un problema que tiene
lugar en el ámbito escolar, cuyas causas tienen muchas veces origen en otros
ámbitos. La presencia de la violencia en distintos contextos, como el mundo de
la comunicación, el uso de las nuevas tecnologías o el creciente deterioro de
los valores ciudadanos en la sociedad moderna, son algunas que pueden
señalarse para explicar este suceso que produce una especial sensibilidad
social y dificulta la convivencia en los centros escolares.

“Un alumno/a es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de


forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro
alumno/a o varios de ellos” (Olweus, 1998). Existe consenso en que lo que
caracteriza de manera específica una situación de maltrato entre escolares es
que se dé de manera repetida y mantenida en el tiempo, lejos de la mirada de
adultos y con la intención de humillar y someter abusivamente a una víctima
indefensa (Avilés, 2006).

En este sentido, es importante no confundir este fenómeno con agresiones


esporádicas entre el alumnado y otras manifestaciones violentas que no
suponen inferioridad de uno de los participantes en el suceso y que serán
atendidas aplicando las medidas educativas que el centro tenga establecidas
en su plan de convivencia.

Es necesario valorar y distinguir el problema del acoso de las malas relaciones


entre escolares, aunque ambos presenten algunas características semejantes.
Las malas relaciones son un problema más generalizado, pero menos intenso.
Cuestiones como la indisciplina o el mal comportamiento, son fenómenos
perturbadores que alteran la buena marcha de la vida escolar, pero que no
deberíamos considerarlos verdaderos problemas de violencia.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
Los comportamientos agresivos entre iguales- señala Isabel Cuadrado (2010)-
que tiene lugar en los contextos escolares no es un fenómeno reciente, hace
tiempo quese conoce su existencia. Sin embargo, hasta la década de los
ochenta no se le ha prestado la atención ni la cobertura científica que requería.
Las investigaciones más recientes coinciden en definir el maltrato como el
conjunto de acciones negativas a las que una persona se ve expuesta de
manera continuada y que son ejecutadas con el propósito de hacer daño, ya
sea físico, psicológico o social, por otra u otras personas que tienen más poder
que la víctima (Olweus y otros).

Se considera que existe acoso escolar cuando un alumno o alumna recibe un


continuo y deliberado maltrato verbal, físico y/o psicológico por parte de uno o
varios compañeros o compañeras que se comportan con él o ella cruelmente
con el objeto de someterlo/a, apocarlo/a, asustarlo/a y/o amenazarlo/a
atentando contra su dignidad.

En la situación de acoso, intimidación o victimización, un alumno o alumna es


agredido o se convierte en víctima, cuando está expuesto de forma repetida y
durante un tiempo a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o alumna
o grupo de ellos/as. Por acciones negativas se entienden tanto las cometidas
verbalmente, como mediante contacto físico y las psicológicas de exclusión.
Por tanto, un aspecto esencial del fenómeno es que debe existir un
desequilibrio de fuerzas.

La victimización o maltrato por abuso entre iguales, acción negativa e


intencionada, sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden
salir por sus propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las
víctimas efectos claramente negativos: descenso en su autoestima, estados de
ansiedad e incluso cuadros depresivos, lo que dificulta su integración en el
medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes. (Informe del Defensor
del Pueblo, 2000).

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
Según Piñuel y Oñate, responsables del Informe Cisneros sobre violencia y
acoso escolar en España (2006), uno de cada cuatro alumnos (25%) sufre
acoso escolar por sus compañeros y el mayor riesgo se encuentra en la franja
de edad entre los 11 y los 14 años de edad, disminuyendo su porcentaje
progresivamente hasta llegar al Bachillerato con un 11%.
Informe Cisneros X
www.fapacne.com/publicaciones/acoso-escolar/acoso-escolar.pdf

De acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo por el psicólogo Manuel


García Pérez, el 17% de los adolescentes españoles padece ansiedad y estrés,
lo que se traduce en un factor de riesgo para el rendimiento escolar y en unos
mayores nivelesde inquietud en de riesgo para el rendimiento escolar y en unos
mayores niveles de inquietud en las aulas, con estallidos de ira o tristeza,
descontrol de emociones, incremento de la violencia y no tolerancia a las
frustraciones.

Un estudio más reciente, de 2016 es el de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños


y Adolescentes en Riesgo), para la cual los casos de acoso escolar habrían
aumentado un 75% más en 2015. También la ONG “SaveTheChildren”
presentó en 2013 un “Informe sobre el acoso y ciberacoso: propuestas para la
acción”, elaborado por los profesores Mora Merchán y Rosario Ortega.

A.- CARACTERÍSTICAS DEL ACOSO ESCOLAR

El acoso escolar presenta las siguientes características:

• Intencionalidad. La agresión producida no constituye un hecho aislado y se


dirige a una persona concreta con la intención de convertirla en víctima.

• Repetición. Se expresa en una acción agresiva que se repite en el tiempo y la


víctima la sufre de forma continuada, generando en ella la expectativa de ser
blanco de futuros ataques.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
• Desequilibrio de poder. Se produce una desigualdad de poder físico,
psicológico o social, que genera un desequilibrio de fuerzas en las relaciones
interpersonales.

• Indefensión y personalización. El objetivo del maltrato suele ser un solo


alumno o alumna, que es colocado de esta manera en una situación de
indefensión.

• Componente colectivo o grupal. Normalmente no existe un solo agresor o


agresora, sino varios.

• Observadores pasivos. Las situaciones de acoso normalmente son conocidas


por terceras personas que no contribuyen suficientemente para que cese la
agresión.

El Plan Regional de Convivencia en Extremadura recoge que para


considerarse un comportamiento como acoso escolar deben darse tres criterios
diagnósticos, que han de producirse simultáneamente: la existencia de
intención de hacer daño, la repetición de las conductas agresivas, y la duración
en el tiempo, con el establecimiento de un esquema de poder desequilibrado
entre víctimas y agresores.

Además, el Plan incorpora un Protocolo de Intervención Rápida en casos de


conflictos entre el alumnado, y que, con carácter orientador para las situaciones
de acoso, se ha venido utilizando en muchos centros de nuestra Comunidad.

En él se establecían medidas para la víctima, agresores, familias, para el aula,


la comisión de la convivencia y la Inspección. En el acoso escolar intervienen
tres elementos personales:

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
EL AGRESOR
La personalidad agresiva excluye y discrimina al diferente, al tímido, al gordo,
al de las gafas, al diferente en cuanto a género o cualquier otra característica
física, religiosa, racial, orientación sexual, de personalidad, etc.
Cualquier excusa es buena. El perfil del agresor o agresora está muy
relacionado con la frustración. Una sociedad muy competitiva, un futuro incierto
y unos papeles hombre/mujer en proceso de cambio lleva a que los escolares
se sientan inseguros e intenten superar los conflictos mediante la violencia.

En general, las personas agresivas se caracterizan por:


* Deseo de hacer daño
* Deseo de ejercer control y dominio
* Comportamiento antisocial
* Deseo de sobresalir ante el grupo

LA VÍCTIMA
Las víctimas presentan los siguientes comportamientos:
*Alumnos considerados como débiles, aislados o diferentes por sus
compañeros de clase
* Alumnos con escasas habilidades de comunicación y de relación con los
compañeros
* Baja autoestima
* Sentimientos de miedo e inseguridad
* Actitud pasiva o actitud provocadora reactiva (a veces)

LOS OBSERVADORES
Su conducta suele estar caracterizada por la inhibición a intervenir por el miedo
a ser incluido en la agresión o en el círculo de la victimización. Los agresores
necesitan del silencio o de la complicidad de los observadores para llevar a
cabo su agresión.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
En general, presentan las posibles conductas:
* Actitud pasiva y complaciente
* Actitud tolerante
* Actitud indiferente: “el problema lo tienen otros”
* Colaboradores pasivos del agresor
* Espectadores activos

Es, precisamente, este tipo de alumnos observadores (by-standers) sobre el


que inciden algunas técnicas y estrategias para enfrentarse al acoso escolar,
como es el programa estatal finlandés KiVa de la Universidad de Turku, dirigido
a alumnos desde los 7 años en adelante, mediante contenidos teóricas y
talleres prácticos.
www.kivaprogram.net/ssc-en

Las distintas investigaciones de dentro y fuera de nuestro país parecen


distinguir entre tres tipos de variables para explicar el comportamiento
antisocial en los centros escolares.

En primer lugar, las variables individuales, relacionadas con la personalidad, el


sexo y las percepciones y expectativas de los alumnos; en segundo lugar, las
variables del centro y del aula, internas a la institución y relacionadas con los
fenómenos violentos más específicos de la escuela; y en tercer lugar, las
variables sociales y ambientales que tiene que ver con la influencia de la
familia, el grupo de iguales, la comunidad cercana, los medios de comunicación
y la sociedad en general.

En conclusión, los rasgos de personalidad, algunas variables ambientales y un


determinado contexto organizativo y curricular puede aproximarnos a explicar
el comportamiento antisocial de algunos alumnos y alumnas. (Ferro Veiga,
2013).

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
B.- TIPOS DE ACOSO

El acoso escolar puede adoptar distintas manifestaciones:

• Exclusión y marginación social.


o Ignorar a alguien (pasiva).
o No dejarle participar (activa).
o Discriminar por razón de sexo, raza, discapacidad, etc.

• Agresión verbal: burlas, menosprecio en público, resaltar defectos físicos,


difusión de rumores, comentarios racistas.
o Hablar mal de alguien (indirecta).
o Poner motes (mixta).

• Vejaciones y humillaciones.

• Agresión física:
o Bofetadas, golpes, pellizcos, empujones, extorsión (directa).
o Esconder cosas (indirecta).

• Intimidación, amenazas, chantaje.

• Ciberacoso o ciberbullying: acoso a través de medios tecnológicos.


Intimidación, difusión de insultos, amenazas o publicación de imágenes no
deseadas a través del correo electrónico, páginas web o mensajes en teléfonos
móviles.
o Amenazas, insultos o reírse del otro por medio de mensajes de móvil, e-mail,
redes sociales, chat…o Grabaciones con el móvil en situaciones vejatorias o
que violen la intimidad (ej: sexting), para pasarlo a compañeros y/o
compañeras o colgarlo en Internet.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
• Acoso sexual o grooming: acoso o agresión contra la libertad y orientación
sexual.
o Acosar o intimidar sexualmente.
o Abusar sexualmente.

Según Iñaki Piñuel y Araceli Oñate, en su libro “Mobbing escolar y acoso


psicológico contra los niños” (2007), el acoso escolar adopta las siguientes
modalidades:
- Bloqueo social
- Hostigamiento
- Manipulación
- Coacciones
- Exclusión social
- Intimidación
- Agresiones
- Amenazas

C.- CONSECUENCIAS

Los efectos del acoso escolar no solo resultan nocivos para quienes lo
padecen, sino también para los acosadores, por cuanto si no reciben un
tratamiento firme que les conduzca a percibir los efectos negativos de su
comportamiento, que en ningún caso ha de resultar impune, se verá reforzada
su conducta antisocial con grandes probabilidades de que persista en su vida
adulta.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
Esta situación no sólo afecta negativamente a acosado y acosador; así, la
Fiscalía General del Estado en su Instrucción 10/2005, alerta al respecto: “La
nocividad del acoso escolar alcanza incluso a los menores que como testigos
mudos sin capacidad de reacción lo presencian, pues por un lado se crea un
ambiente de terror en el que todos se ven afectados como víctimas en
potencia, y por el otro, estos menores están expuestos al riesgo de asumir una
permanente actitud vital de pasividad, cuando no de tolerancia, hacia la
violencia y la injusticia.”

* Referencia: fiscalespecialistamenoreswww.fiscal.es

Los efectos del acoso son:


• Para la víctima: puede traducirse en fracaso escolar, trauma psicológico,
riesgo físico, insatisfacción, ansiedad, infelicidad, problemas de personalidad y
riesgo para su desarrollo equilibrado. En el caso del acoso sexual y sexista
podría derivar en la interiorización del rol de víctima.

• Para el agresor o agresora: puede ser la antesala de una futura conducta


antisocial, una práctica de obtención de poder basada en la agresión, que
puede perpetuarse en la vida adulta e, incluso, una sobrevaloración del hecho
violento como socialmente aceptable y recompensado.

En el caso del acoso sexista, algunos estudios apuntan que haber adoptado el
rol de agresor puede derivar en que en la edad adulta se ejerza violencia
machista y maltrato.

• Para los compañeros y compañeras observadores: puede conducir a una


actitud pasiva y complaciente o tolerante ante la injusticia y una percepción
equivocada de valía personal y de formas de relación.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
2.- LAS FAMILIAS ANTE EL ACOSO ESCOLAR

Como ya se ha hecho referencia en capítulos anteriores la familia, y en concreto la educación familiar, supone una influencia,
en muchos casos determinante, tanto en la génesis de las conductas violentas, como en la prevención y erradicación de las mismas.

Desde este convencimiento se ofrecen, a continuación y a modo de esquema, una serie de recomendaciones que, dirigidas a las
familias, tratan de facilitar la detección de un posible caso de victimización, a la vez que proporcionar elementos que contribuyan a la
prevención y pautas de actuación en el caso de que sospechemos o nos encontremos en la certeza de que nuestro/a hijo/a esté
involucrado en un posible caso de “acoso escolar”.

Ana siente terror sólo con pensar que tiene que volver al Instituto. El desayuno se le atraganta cada mañana. Todavía le duelen las collejas que le dan
algunos compañeros cada día cuando entra a clase, a las que siguen motes, burlas, todo tipo de insultos y soledad en los recreos. En casa, vómitos y
silencio; sus padres se alarman cuando empieza a suspender. Ayer regresó del Instituto con moratones en los brazos, los libros rotos y el rostro
desencajado. Buscó el refugio de su habitación y lloró desconsoladamente. Sus padres están desconcertados, no saben lo que le pasa ni a quien pedir
ayuda.

Relacionarse con los demás implica, en ocasiones, cierto grado de conflicto cuando existe un desacuerdo entre nuestros intereses, necesidades y valores y
los del resto. Resolver de manera constructiva estas diferencias requiere de una serie de habilidades que nuestros hijos e hijas irán adquiriendo en su
experiencia con los adultos y con sus iguales (compañeros y amigos). En este aprendizaje juegan un papel muy importante los entornos familiar, escolar y
social.
Las situaciones de violencia en el entorno escolar pueden presentarse a lo largo de toda la escolaridad (a cualquier edad), pero tienen una mayor incidencia
en la adolescencia por la importancia que a esta edad adquiere el grupo de iguales. Es precisamente durante la edad adolescente, cuando el grupo de iguales
ANPE EXTREMADURA
(compañeros – CURSO:
y compañeras de laPREVENCIÓN
misma edad)E cobra
INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO
especial relevancia, ESCOLAR ENen
convirtiéndose EXTREMADURA
el núcleo principal de socialización, desplazando a la familia (los
adolescentes pasan de nosotros, ya no somos sus líderes, ahora el liderazgo lo ejercen otros). Pero el grupo puede convertirse en un modelo de referencia
negativo, cuando aparecen relaciones de dominio y sumisión que traspasan los límites de lo moralmente tolerable.
¿QUÉ ES EL ACOSO ESCOLAR O BULLYING?
Hay que tener en cuenta que no todos los conflictos que surgen en la convivencia pueden considerarse maltrato o acoso escolar. Los conflictos son consustanciales a las
relaciones humanas y, si son solucionados adecuadamente, contribuyen al desarrollo de habilidades para la socialización.
Para hablar de maltrato, acoso escolar, victimización o bullying deben darse las siguientes condiciones:

2. El agresor establece una relación de dominio-sumisión sobre la víctima.


Tipos de maltrato:

Social: aislar, no dejar participar, rechazar, excluir. Físico: golpes, patadas, empujones. Psicológico: humillar, ridiculizar. Verbal: insultos, motes, mofas
PREVENIR SITUACIONES DE ACOSO ESCOLAR: Educar para convivir y para resolver los conflictos de forma pacífica
El mundo social y afectivo de nuestros hijos debe interesarnos tanto como su progreso académico. Muchos niños temen conversar tanto con sus padres como con sus
maestros cuando se encuentran en este tipo de situaciones. La familia es esencial para la socialización de los niños a través de la transmisión de valores, normas,
comportamientos, etc La ausencia de reglas, la falta de supervisión y de control, en términos razonables, de la conducta de los hijos fuera del colegio, de lo que hacen y
con quién van o, por el contrario, una disciplina demasiado dura, la ausencia de comunicación y la frecuencia de tensiones y de peleas en la familia, pueden llevar a que
los hijos adquieran y manifiesten conductas agresivas.
A continuación se facilitan una serie de consideraciones que puedan ser de utilidad y de aplicación, tanto en el ámbito familiar como en el escolar, que se consideran
factores comunes de protección y prevención de conductas relacionadas con el agresor, la víctima o el espectador de un episodio de acoso escolar.

EN LA FAMILIA
Evita
 Un clima familiar negativo, donde la falta de comunicación, las carencias afectivas y los malos tratos, se convierten en modelos y patrones de conducta que son
asumidos por los hijos como formas de relación cotidianas, convirtiéndose en un aprendizaje de la violencia que reproducirán en el establecimiento de sus
relaciones sociales.
 Los distintos estilos paternos, demasiado permisivos o, y en el extremo opuesto, rígidos y represivos, pueden dar lugar a conflictos internos y problemas de falta
de identidad en los jóvenes que les pueden conducir a reproducir conductas antisociales.

Logra un clima familiar de confianza.


 Comunícate con tus hijos: Lo primero que tendrás que fomentar es una buena comunicación con tus hijos. La primera ayuda que la familia debe brindar es la del
diálogo y la conversación libre de prejuicios y frecuente. Escucha sus opiniones sin descalificarlo. Ayúdale a encontrar soluciones a sus problemas poniéndose en
el lugar de los demás. No permitas que provoque a sus compañeros. Ayúdale a aprender a reflexionar sobre sus acciones. Desde muy pequeño tendrás que

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN EXTREMADURA


aprender a escuchar sus problemas y a ayudarle a buscarles solución por sí mismo. Podréis proponer muchas ideas posibles que solucionan el problema y más
tarde elegir cual es la mejor solución y ponerla en práctica. De este modo enseñarás a tu hijo a no hundirse ante un problema y a salir airoso de él y también a
pedir ayuda cuando no sepa que hacer.
 Observa los comportamientos, estados de ánimo, y los cambios en sus hábitos. Estar pendiente de los posibles síntomas como nerviosismo, falta de apetito,
insomnio, bajo rendimiento escolar, fobia escolar, etc.
 Proporciónale modelos positivos. Mantener unas buenas relaciones familiares. Resolver amigablemente vuestros conflictos. No aceptar la violencia.
 Edúcale en valores de respeto y tolerancia ayudándole a crecer sintonizando con los sentimientos de los demás, tratando de entender cómo se siente la otra
persona, respetando las diferencias y haciéndole entender la riqueza que nos proporciona la diversidad. No le protejas excesivamente, facilita su independencia
aunque en algunas ocasiones se equivoque. Esto también le ayudará a “crecer”. Cuando llegue el momento, estará mejor preparado para enfrentarse a situaciones
conflictivas.
 Define unas normas claras y consistentes: Determina los límites y las normas. Exige el cumplimiento de las elementales. Explica claramente qué está permitido y
qué no lo está, dando los argumentos necesarios y aplicando pocas normas pero de manera consistente. De nada sirve proponer muchas normas si no se exige su
cumplimiento.
 Preocúpate por sus amistades: Conoce directamente su vida social, observando qué hace, a dónde va, con quién juega, cuáles son sus intereses, proyectos, etc.

defensivas con nuestros hijos.


 Controla los contenidos audiovisuales: Muchos programas televisivos, películas y videojuegos exhiben modelos violentos que se convierten en héroes y refuerzan
la idea de que la agresión es la única manera de resolver conflictos. Procura ver y comentar determinados programas con tus hijos. No se trata de prohibir sino de
enseñarles a ser críticos.
 Supervisa el uso de las nuevas tecnologías: Ten en cuanta que el enfrentamiento cara a cara está siendo sustituido, en muchas ocasiones, por las nuevas
tecnologías. Las amenazas o los insultos se realizan a través del móvil o de Internet, medios que facilitan enormemente el anonimato.
 Favorece que tenga alguna afición: Es importante fomentar aficiones positivas, tales como la música, los deportes, el cine, etc, que completen los momentos de
ocio y el tiempo libre. La intimidación se produce cuando los chicos están juntos y no tienen nada constructivo que hacer.
 Edúcale para controlar las emociones para comportarse con los demás, para convivir con otros. Habla con él sobre cómo afrontar los problemas. Oriéntale para
que tenga respuestas adecuadas en el caso de que le molesten o le intimiden. No le aconsejes que tome la revancha. Responder agresivamente es la peor defensa
y da más motivos al agresor para retomar los ataques. Explícale la diferencia entre una respuesta asertiva (seguridad en sí mismo, firme) y una agresiva (violenta,
beligerante, hostil). Tendrás que ayudarle a enfrentarse a determinados retos para que entienda que puede conseguirlo.
Cuando inicie una actividad novedosa y transmita ansiedad, preocupación o miedo a no conseguirlo, tu función será animarle y convencerlo de que sí puede
hacerlo, podrás ir dándole las instrucciones paso a paso para que sepa cómo ir consiguiendo metas poco a poco y llegar a la meta final. De esta manera tu hijo o
hija ganará en seguridad y confiará en sus posibilidades. A la hora de enfrentarse a un posible agresor o acosador, estará convencido de que no se merece eso y lo
contará a los mayores para que le ayuden, defenderá sus puntos de vista y sabrá proponer retos a su agresor sin amedrentarse.
Así le darás seguridad y fomentarás su autoestima.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN EXTREMADURA


EN LA ESCUELA

Implícate en su evolución escolar: Hablar con nuestras hijas e hijos sobre la vida en el colegio les dará confianza para contarnos lo que sucede, en el caso de
que estuviera padeciendo abusos o intimidaciones por parte de sus compañeros. También fomentar la comunicación, en este sentido, nos permitirá conocer si es
nuestro hijo el que ejerce comportamientos abusivos hacia otros. La colaboración con el centro docente es una obligación y puede ser una satisfacción si planteamos
nuestra relación con el profesorado de forma adecuada y cordial.
 Participa y colabora con el centro docente. Mantén contactos regulares con el centro, apoya al profesorado. Si tienes alguna duda o queja, háblala con el
profesorado, pero no le desautorices delante de tu hijo.
 Asiste a las reuniones de padres y madres. En ellas recibirás información sobre aspectos importantes para la educación de tus hijos, tanto desde el punto de
vista académico, como desde el de sus relaciones sociales.
 Mantén una comunicación fluida con el profesorado: La comunicación fluida con el profesorado es la mejor manera de prevenir que nuestro hijo/a sufra
malos tratos en el entorno escolar. Solicita entrevistas periódicamente con los profesores-tutores. De esta manera podrás hacer un seguimiento más
próximo de la evolución de tu hijo/a y de los posibles problemas que pudieran surgir para atajarlos a tiempo.
 Acude a los cursos de formación y actividades que para padres y madres se oferten desde el centro. Allí podrás compartir tus inquietudes y te podrás
formar para afrontar con mejores recursos una buena educación para tus hijos.

 Haz seguimiento de la integración académica y social:

 Hacer seguimiento de tareas escolares.


 Observar cambios de carácter que puedan estar relacionados con posibles conflictos escolares.
 Interesarse por las relaciones con sus compañeros y profesores: Interesarse por los amigos/as de la pandilla; relacionarse con las familias de
los amigos y amigas; compartir y participar en algunas de sus actividades y diversiones.
 Conocer su nivel de competencia social en distintas situaciones (clase, recreo, gimnasio).

¿QUÉ HACER CUANDO DESCUBRE QUE SU HIJO/A A ESTÁ SIENDO VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR?

Existen una serie de señales o indicios que nos pueden indicar que nuestro hijo esta sufriendo intimidación: Por supuesto, ninguno de estos aspectos, si se presentan
de forma aislada es un indicador de que pueden estar sufriendo intimidación, pero si se presentan varios juntos y se repiten en el tiempo, nos pueden estar alertando sobre
este fenómeno.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN EXTREMADURA


Indicadores psicológicos: Tiene temor a ir a la escuela, inventa enfermedades para quedarse en casa, tiene poco apetito, dolores de cabeza frecuentes, dolor de estómago.
Presenta un aspecto deprimido, se le nota ansioso sin razón aparente, triste. Disminuye su rendimiento escolar.
Relaciones sociales: .No tiene amigos, suele estar solo en los recreos: Va y viene de la escuela por un camino ilógico.
Indicadores de agresión: Le gastan bromas desagradables, le llaman por apodos o le ponen motes, le insultan y ridiculizan Se ve envuelto en discusiones y peleas en las
que se encuentra indefenso Le quitan los libros, el dinero, le rompen la ropa. Tiene heridas, arañazos, moratones, cortes y no es capaz de dar una explicación clara de
cómo se han producido.

PONTE EN CONTACTO CON EL CENTRO EDUCATIVO ante cualquier sospecha de que tu hijo o hija pueda estar siendo víctima de acoso escolar. Es muy
importante, cuando se detecta el caso, que se acuda inmediatamente a la escuela para informarse y procurar resolver este problema de una forma inmediata, ya que
normalmente el problema de una mala conducta suele crecer como una bola de nieve si no se ataja desde su inicio.

Si los padres detectan que sus hijos están siendo presionados lo primero que deben hacer es intentar hablar con ellos, escucharles y recoger toda la información que sea
posible, una vez que han confirmado sus sospechas es fundamental ponerlo en conocimiento del tutor o del director del centro educativo para evaluar la situación y
buscar apoyo. Además, en los centros educativos suelen existir diversos servicios que pueden orientarnos y ayudarnos: Orientador, Comisión de convivencia, Servicio
de mediación de conflictos, Inspector, etc.
No te enfrentes directamente al intimidador a menos que presencies algún episodio desagradable. Es importante que tu hijo/a sepa que lo correcto es alejarse del agresor y
pedir ayuda, bien sea a algún adulto o a otros compañeros. En ningún momento se deberá considerar “chivato” a un niño o niña que, encontrándose en este tipo de
situaciones, acuda ante alguna autoridad escolar. Es bueno animarle a contar su problema a otros compañeros, ya que los niños abusivos prefieren a los solitarios y, por el
contrario, rehuyen a los grupos. De ser necesario, busque ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra infantil.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN EXTREMADURA


3.- TEORIAS EXPLICATIVAS DE LA AGRESIVIDAD Y LA CONDUCTA
VIOLENTA

Las teorías explicativas sobre el origen de la conducta violenta/agresiva en el


ser humano pretenden tratar de explicar el comportamiento violento. A
continuación presentamos las principales teorías, desde las más clásicas a las
más recientes.

2.1. Teorías instintivas y del impulso


Son las teorías más clásicas las que explican las diferencias individuales en los
modelos del comportamiento violento, destacando las teorías activas e
innatistas y la teoría de la frustración-agresión.

2.1.1. Teorías activas e innatistas


Las teorías activas e innatas suponen que el origen de la agresión se
encuentra en los impulsos internos del individuo. Las principales teorías son:
Teoría genética: sostiene que las manifestaciones agresivas son el resultado
de síndromes patológicos orgánicos o de procesos bioquímicos y hormonales
que tienen lugar en el organismo del ser humano (por ejemplo, altos niveles de
testosterona y noradrenalina, etc).

Teoría psicoanalítica: desde esta perspectiva, las agresiones son el resultado


de un cúmulo de afectos negativos internos que el individuo es incapaz de
exteriorizar. Freud asume que los seres humanos están universalmente
dotados por las fuerzas internas del Eros (o instinto de vida) y del Tánatos
(segundo instinto o instinto de muerte, cuya energía está dirigida a la
destrucción y terminación de la vida), y ambas fuerzas están apoyadas
biológicamente y requieren expresión, por lo que las pulsiones agresivas son
innatas y forman parte de la estructura psíquica del ser humano.

Teoría etológica: asume que los seres humanos, al igual que el resto de las
especies animales, poseen un impulso agresivo innato que debe ser

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
periódicamente descargado oliberado por medio de estímulos específicos sin
ningún tipo de aprendizaje previo.
Considera que la agresividad se basa en impulsos inconscientes
biológicamente adaptados y que se han ido desarrollando con la evolución de
la especie, teniendo como finalidad la supervivencia del individuo y de la propia
especie.

Teoría de la personalidad: considera que determinados rasgos de personalidad


explican o aumentan la probabilidad de que el ser humano se implique en
conductas agresivas, fundamentando el comportamiento violento en rasgos
constitucionales de la personalidad, como la falta de autocontrol.

2.1.2. Teoría de la frustración-agresión

Esta teoría propuesta inicialmente por Dollar et al. (1939) considera que todo
comportamiento agresivo es consecuencia de una frustración previa, y que
cualquiera que sea la frustración produce agresión, y cuanto más frustrado esté
el sujeto más agresivo se vuelve, dándose una relación causal directa entre la
frustración provocada por el bloqueo de una meta y la agresión.

A partir de los supuestos de la teoría de la frustración, Berkowitz (1962)


propuso la teoría de la señal-activación, considerando que la frustración surge
cuando la persona prevé que va a perder aquello que quiere. Además introduce
un nuevo concepto que se encontraría entre la frustración y la agresión,
afirmando que la frustración provoca ira, la cual activa al organismo y lo
prepara para la agresión, que finalmente se producirá dependiendo del grado
de activación emocional del individuo.

2.2. Teorías y modelos reactivas o ambientalistas


Las teorías que a continuación se exponen pretenden explicar las diferencias
individuales en el comportamiento violento, cómo se adquiere y desarrolla la
violencia para tratar cómo se puede reducir y prevenir.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
2.2.1. Teoría del aprendizaje por condicionamiento clásico
La agresión puede aprenderse por asociación o condicionamiento clásico,
cuando un estímulo neutro se asocia a otro que provoca agresión
intrínsecamente. Esta teoría defiendeque la frustración, la ira y los sentimientos
negativos, cuando interactúan con estímulos condicionados a la agresión,
refuerzan la violencia.

2.2.2. Teoría del aprendizaje por condicionamiento operante


La agresión se aprende de forma operante mediante las contingencias de la
conducta (condicionamiento operante). Cuando la conducta agresiva es
castigada, ésta tiende a inhibirse, mientras que cuando es recompensada de
distintos modos (alabanza, recompensa, omisión, etc.) estas conductas
agresivas aumentarán su probabilidad de aparición.

2.2.3. Teoría del aprendizaje social


Esta teoría propuesta por Bandura y Walters (1963), se centra tanto en las
influencias ambientales como en las cognitivas y autoregulativas, considerando
que el comportamiento agresivo es el resultado de un aprendizaje por
observación e imitación, así como de las experiencias directas que pueden
llevar a la violencia. Así, la perspectiva del aprendizaje social explica que el
comportamiento agresivo se adquiere por factores biológicos, experiencia
directa y/o aprendizaje observacional.

En esta línea, se sostiene que la imitación de la conducta agresiva dependerá


de si el modelo observado obtiene o no recompensas positivas de su
agresividad, afirmando que la conducta agresiva está controlada o regulada por
sus consecuencias y destacando tres formas de control del reforzamiento:
reforzamiento externo vicario, reforzamiento vicario y el autorreforzamiento o
consecuencias autoimpuestas.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
2.2.4. Teoría de la interacción social
Subraya el carácter interactivo entre las características personales del ser
humano y las circunstancias del contexto social que le rodea, concediendo
mayor relevancia a la influencia del ambiente y de los contextos sociales más
cercanos al individuo, destacando el carácter bidereccional de la interacción.

2.2.5. Teoría sociológica


Interpreta la violencia como un producto de las características culturales,
políticas y económicas de la sociedad, concediendo gran importancia a los
valores predominantes en la sociedad, así como considera que en algunas
sociedades la agresión tiene un valor positivo, siendo esta tolerancia favorecida
en muchas ocasiones por un elemento clave de influencia en el ser humano,
como son los medios de comunicación.

2.2.6. Modelos socio-cognitivos


Estos modelos pretenden explicar la adquisición, mantenimiento, cambios en el
desarrollo, y control y prevención de la violencia a través de los factores
cognitivos, los cuales son adquiridos a través del aprendizaje y el desarrollo,
que contribuyen a la percepción e interpretación de experiencias sociales que
conducen a la violencia e interviniendo o mediando una respuesta individual
violenta como respuesta a determinadas experiencias sociales (Pepler y Slaby,
1994).

Básicamente el modelo socio-cognitivo propone que los patrones de violencia


están altamente gobernados por procesos cognitivos específicos y por
mecanismos de procesamiento de la información social que el sujeto activa
cuando entra en interacción con el medio ambiente.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
Se han propuesto distintas explicaciones, entre las que cabe destacar:

- Modelo del procesamiento de la información: los sujetos agresivos poseen un


déficit en las habilidades de procesamiento de la información social (Dodge,
1986; Dodge y Crick, 1990), atendiendo selectivamente a las señales sociales
que favorecen interpretaciones hostiles en una situación determinada, o porque
desatienden aquellas señales que facilitarían una interpretación más exacta de
escenarios no hostiles (Dodge et al., 1984).

- Modelo del esquema cognitivo: las tendencias hostiles reflejan estructuras de


conocimiento altamente accesibles; es decir, las inferencias de hostilidad se
pueden derivar de esquemas cognitivos que se desarrollan a partir de
encuentros repetidos con ambientes sociales hostiles y agresivos (Dodge y
Crick, 1990).

2.2.7. La psicopatología evolutiva


Según esta perspectiva (Cichetti y Cohen, 1995), el desarrollo se concibe como
una serie de reorganizaciones cualitativas entre distintos sistemas
conductuales que siguen un proceso de diferenciación e integración jerárquica,
y a partir del cual se adquieren niveles de competencia (social, emocional y
cognitiva) progresivamente más complejos.

De esta manera, las deficiencias producidas en la resolución de una


determinada tarea evolutiva y una inadecuada solución de las tareas críticas,
obstaculizan el desarrollo de las siguientes, considerándose como una
condición de riesgo, ya que aumenta la vulnerabilidad del niño/a.

Es complicado determinar el momento de la aparición de la violencia, pero el


niño/a comienza desde muy temprano a reaccionar ante cualquier fuente de
frustración o restricción.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA
En el proceso de evolución de las habilidades de resolución de conflictos, los
niños/as de cinco años ya manejan suficiente autocontrol para confiar
principalmente en estrategias verbales para la resolución de sus problemas.
También empiezan a individualizar sus respuestas hacia los otros, basándose
en su conocimiento a partir de experiencias sociales pasadas, aunque puede
que todavía no tengan mucha destreza para identificar las intenciones, los
motivos y la perspectiva de los otros. Por ello, es identificar a los niños/as con
comportamientos agresivos permanentes o que se alejan a las características
normales de su etapa evolutiva para ofrecerles un tratamiento adecuado y
prevenir que esos comportamientos se incrementen en el futuro.

2.2.8. Modelo ecológico


Brofenbrenner (1987) se basó en las teorías de Lewin sobre los territorios
topológicos y en las expuestas por Piaget en “La construcción de la realidad del
niño” para elaborar su teoría ecológica. Esta teoría contempla al individuo
inmerso en una comunidad interconectada y organizada en cuatro niveles
principales.

Díaz-Aguado (2004, 2006) apunta que en cada uno de esos espacios


interactivos podemos encontrar factores de riesgo:

- Individual (Microsistema): Contexto inmediato en que se encuentra el


individuo (p. ej. La familia, la escuela-aula, grupo de compañeros, etc.). Los
factores de riesgo a este nivel serían: la ausencia de una relación afectiva
cálida y segura por parte de los padres; falta deshabilidades educativas de los
padres para enseñar a respetar límites; escasa calidad de vida y dificultades
educativas.

- Relacional (Mesosistema): Conjunto de relaciones y procesos que ocurren


entre dos o más contextos en los que se desenvuelve la persona (p. ej. relación
familia-escuela). Los factores de riesgo a este nivel serían: el aislamiento de la
familia de otros sistemas sociales y la carencia de apoyo social de que dispone
la familia; pobres relaciones entre la familia, la escuela y el ocio.
ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN
EXTREMADURA
- Social (Ecosistema): Estructuras sociales que influyen de forma indirecta en
las personas (p. ej. la televisión). De los estudios sobre la importancia de los
medios de comunicación en el origen de la violencia se concluye que:
(1) Los niños tienden a imitar lo que acaban de ver en televisión;
(2) hay una relación significativa entre la cantidad de violencia vista durante
la infancia en televisión y la cantidad de violencia ejercida en la vida adulta;
(3) la influencia de la violencia televisiva a largo plazo depende del resto de
relaciones del niño y del adolescente y de cómo interpretan lo que ven en
televisión;
(4) existe un riesgo de habituación ante la repetida exposición a la violencia,
que contribuye a reducir la empatía hacia las víctimas.

- Cultural y medioambiental (Macrosistema). Finalmente, y situándonos en un


plano más distante pero igualmente importante, es necesario tomar en
consideración la influencia de factores ligados a las características de la cultura
y momento histórico-social. Bronfenbrenernos llama la atención sobre el
siguiente aspecto: “en una sociedad o grupo social enparticular, la estructura y
la sustancia del micro-, el meso y el exosistema tienden a sersimilares, como si
estuvieran construidos a partir del mismo modelo maestro, y los
sistemasfuncionan de manera similar. Por el contrario, entre grupos sociales
diferentes, lossistemas constitutivos pueden presentar notables diferencias. Por
lo tanto, analizando ycomparando los micro-, meso- y los exosistemas que
caracterizan a distintas clasessociales, grupos étnicos y religiosos o
sociedades enteras, es posible describirsistemáticamente y distinguir las
propiedades ecológicas de estos contextos sociales”(Bronfenbrener, 1979:27-
28).

El modelo ecológico del desarrollo representa un marco teórico para el estudio


de la violencia escolar entre iguales, debido a que comprende los entornos en
los que se desenvuelve el escolar. Estos escenarios, tal y como los plantea
Bronfenbrenner (1987) y Belsky (1980), contribuyen al desarrollo de la
conducta prosocial del individuo, si éstos son positivos.

ANPE EXTREMADURA – CURSO: PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN ANTE EL ACOSO ESCOLAR EN


EXTREMADURA

También podría gustarte