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Devolución de información en el proceso psicodiagnóstico

Se elaboraron hace aproximadamente 6 años los fundamentos teóricos de la devolución de


información al paciente (niño, adolescente, adulto) y a los padres. Es necesaria una devolución
de información diagnostica y pronostica discriminada y dosificada, en relación con las
capacidades yoicas del o los destinatarios.

Las primeras preguntas que nos formulamos corresponde a la teoría de la devolución. ¿Por
qué devolvemos? ¿Para qué devolvemos? Otros interrogantes se corresponden a la técnica de
devolución: ¿Cómo se hace la devolución? ¿Cuándo? ¿A quiénes?

Actualmente utilizamos este enfoque en forma sistemática tanto en la práctica como en la


labor hospitalaria.

Teoría de la devolución de la información


Entendemos por devolución de información la comunicación verbal discriminada y dosificada
que el psicólogo hace al paciente, a sus padres y al grupo familiar, de los resultados obtenidos
en el psicodiagnóstico. Los objetivos de la devolución de información son 1) transmisión de
información que se concreta en una entrevista fijada a posteriori de la administración del
ultimo test y 2) observar la respuesta verbal y preverbal del paciente y de sus padres ante la
recepción del mensaje del psicólogo.

Devolución de información en el proceso psicodiagnóstico

Desde el punto de vista del paciente


En niños se fundamenta en los siguientes puntos:
1) Siguiendo la ley de cierre de la teoría de la Gestalt. La comunicación no es
unidireccional sino esferal, del paciente hacia el psicólogo y viceversa.
2) El examen psicológico implica un proceso que ataca su identidad, exigiendo una
reconexión interna entre ciertos aspectos que el sujeto reconoce como suyos
(identidad manifiesta) y otros que desconoce, pero actúa (identidad latente). Esta
reconstrucción implica una modificación de la dinámica interna y exige resolverse en el
sentido de integración.
3) Si esa reintegración no se produce, el paciente queda permanentemente ligado al
psicólogo en una relación de objeto que lo privo, y el psicólogo experimenta
dificultades para lograr una buena separación del paciente, porque se queda en deuda
con él. Es una oportunidad para el paciente de verse con más criterio de realidad.
4) Si devolvemos información por un lado a los padres y por otro lado al hijo favorecemos
la discriminación de identidades dentro del grupo familiar. Si no hay devolución, el niño
siente que su identidad latente queda depositada en el psicólogo y en sus padres,
funcionando él cómo tercero excluido.
5) La devolución funciona como prueba de realidad de que el psicólogo ha salido indemne
(libre de daño y perjuicio) de la depositacion de los aspectos más dañinos del paciente.
6) Si no se usa esta técnica se favorece en el paciente fantasías de empobrecimiento y
robo por enajenación de partes yoicas (también de curiosidad, envidia, cuya
elaboración ni siquiera se intenta). La devolución funciona como mecanismo de
reintroyección sobre todo de su identidad latente, que de otra manera quedaría
enajenada en el psicólogo.
7) Si el paciente sabe que al finalizar se le darán los resultados, se sentirá comprometido
en el proceso y mejor dispuesto a colaborar. Si el paciente no sabe o sabe poco y mal
por qué viene, y además no cuenta con que al terminar se le devolverá la información,
el psicólogo asumirá desde el principio, para él, el papel de una figura extremadamente
amenazadora por depositacion masiva de todo lo persecutorio que alberga en su
mundo interno. Se ocupará de controlarlo, mantenerlo a distancia y evitarlo.
8) Si no se devuelve la información se intensifican las fantasías de enfermedad, gravedad,
incurabilidad, locura, etc.
9) Si devolvemos información daremos al paciente una oportunidad de verse con más
criterio de realidad; con menos distorsiones idealizadoras o peyorativizantes.

En pacientes adolescentes: son válidas todas las razones invocadas a niños. Pero debemos
enfatizar aún más el punto 4; en el que hablamos de la condición de tercero excluido a que
sometemos al niño si no le devolvemos información a él y, si a sus padres. Si solamente
hacemos devolución a los padres y solo con ellos fijamos el contrato, tratamos al adolescente
como alguien cuya opinión no interesa y al estando en condiciones de participar en el proceso,
le negamos tal posibilidad.

En pacientes adultos: la devolución ha resultado más fácil de aceptar como necesaria y


factible. Posiblemente se deba a una mayor facilidad del profesional para identificarse con
figuras próximas a él en edad y la consiguiente prevalencia de la comunicación verbal en
ambos.

Desde el punto de vista de los padres del paciente


Por varias razones lo consideramos imprescindible:
1) Ellos han pedido la consulta para saber qué pasa con ese hijo. Si nada se le dice al
respecto, puede ocurrir que se les incrementen las fantasías de enfermedad grave,
incurable e irreparable.
2) Es preciso reintegrarles una imagen del hijo de ellos y del grupo familiar, corregida,
actualizada, ampliada o restringida. Cuando en la primera entrevista comienzan mostrando
los aspectos más positivos del hijo, pero no omiten los negativos, sabemos que están
dispuestos a escucharnos si procedemos. Si la secuencia es inversa, podremos igualmente
transmitirles una imagen bastante completa del hijo. Si solo nos han mostrado, lo positivo
o lo negativo tenemos oportunidad de mostrarles los aspectos negados, de estimar que
aspecto del hijo es más negado y resistido y hasta donde llegan esas resistencias.
3) Tratándose de un niño son los padres u otros parientes los responsables de la concreción
del tratamiento.
4) Si los padres no han venido por propia iniciativa sino enviados por un tercero, la entrevista
devolutiva funciona como una oportunidad para tratar de que logren cierto insight
respecto de la situación real. El psicólogo funciona como segundo detector del conflicto y
como el encargado de lograr que los padres lo perciban. Si las resistencias de estos son
muy fuertes, no percibirán el síntoma.
5) Así como a veces el paciente se resiste a asistir a la entrevista evolutiva, otro tanto sucede
con los padres. Si se les da oportunidad y no concurren, podemos comprender que el
psicólogo funciona para ellos como objeto ansiógeno y que la dosis de ansiedad
persecutoria es tan intensa que solo se pueden defender evitándola.

Desde el punto de vista del psicólogo


La entrevista de devolución es recomendable para preservar la salud mental del psicólogo
evitando que su tarea se transforme en insalubre. Esto sucederá si se hiciera cargo de las
depositaciones masivas del paciente y/o sus padres.
La entrevista devolutiva es un paso más en el conocimiento del caso, a veces cobra
importancia trascendental cuando surgen recuerdos reprimidos o actitudes inesperadas o no
confirmadas hasta ese momento.
Para el psicólogo la devolución sirve como prueba de realidad o de su tarea anterior. Esto es, si
supo comprender lo que ocurre, si en esa entrevista se prueba la validez de las hipótesis
elaboradas con anterioridad y si logra planificar correcta y acertadamente la táctica de
abordaje más recomendable para encarar la solución del conflicto.
El psicólogo funciona dentro del grupo como un aspecto yoico que posee en mayor medida
que los demás la capacidad de percepción, discriminación, integración y síntesis. El percibe con
más sentido de realidad lo que está ocurriendo y lo que puede ocurrir, y está en condiciones
de angustiarse menos ante tal percepción. No todo lo que percibe puede ser transmitido. El
psicólogo debe operar como un yo capaz de discriminar lo que debe y puede decir y lo que no
puede ni debe decir al paciente por una parte y a sus padres por la otra (dosificar la
información).
El psicólogo puede actuar identificado con un superyó exigente que no contempla las
posibilidades reales de insight. Si en cambio el psicólogo restringe información y calla lo que el
paciente está en condiciones de saber, se comporta como un superyó represor, que frustra al
Yo en su deseo de saber y al Ello en su deseo de manifestarse.
Con esa actitud refuerza arcaicos mecanismos de defensa del paciente o familiares.

La técnica de devolución de la información


Trabajar con entrevistas devolutivas supone una constante utilización de lo latente y lo
transferencial. Una buena devolución comienza con la adquisición de un buen conocimiento
del caso, lo cual proporciona una base firme para proceder. Una vez concluidas las entrevistas
iniciales con los padres y la administración de los test y hora de juego al paciente, es preciso
estudiar todo el material registrado y elaborar pequeñas hipótesis explicativas. Trataremos de
obtener un panorama lo más completo posible, que incluya la naturaleza de los vínculos que
ligan al paciente con su grupo familiar, con la pareja parental, con cada miembro de su grupo
familiar y con el psicólogo mismo.
Es útil discriminar cuales son los aspectos más sanos y adaptativos del paciente, sus padres y
su grupo familiar y cuáles son los menos adaptativos y más enfermos. Una vez concluido eso
debemos realizar una segunda discriminación: que se le puede decir al paciente de todo lo
menos adaptativo y más enfermo.
Comenzamos la devolución por los aspectos adaptativos del paciente y continuamos con los
menos adaptativos. Hay indicadores verbales conciencializados tales como decir: “no
entiendo”, o “es muy difícil esto para mí”. Otras verbalizaciones expresan sensaciones de
extrañamiento: “ese no soy yo, yo no soy así”, “Ud. No me entiende”. Otros indicadores se
expresan verbalmente. Otros indicadores pertenecen al nivel preverbal: ruptura de encuadre
en cuanto a alguna de sus pautas, llegar tarde, querer irse enseguida, pedir una devolución por
teléfono, no querer separarse del psicólogo, dar muestras de nerviosismo, empalidecer, toser,
pedir ir al baño, etc.
Hay otros indicadores que expresan la tolerancia a lo que se les devuelve, la aparición de
nuevas asociaciones relacionadas con los recuerdos reprimidos, nuevos puntos de vista,
expectativas, miedos.
Otro problema técnico es la elección del lenguaje más apropiado. Es importante ser claro, no
caer en el uso de terminología técnica, evitar términos ambiguos o equívocos y utilizar dentro
de lo posible el mismo lenguaje que emplean el paciente o los padres.
El material de test, de ninguna manera debe ser mostrado a los padres.
Otra dificultad técnica es la secuencia. Se recomienda comenzar por lo menos ansiógeno, es
decir, aquellos aspectos en los que el paciente se muestra como más sano y mejor adaptado.
Lo más ansiógeno suele ser lo más enfermo del paciente, en otros, lo más ansiógeno es lo que
no anda perfectamente bien.
Es fundamental que el psicólogo sepa expresarse con claridad y haga reiteradas síntesis cada
vez más comprensivas del caso a medida que incluye nuevos datos.

La entrevista devolutiva no tiene por qué ser una. El psicólogo debe estar preparado para la
aparición de emociones polares dado que en toda entrevista surgen sentimientos reparatorios
al mismo tiempo que envidia y celos hasta el psicólogo, movilizados por la culpa de hacer
consiente todo aquello que no han podido reparar y aun sienten destruido. Todo proceso
psicodiagnóstico moviliza en el paciente y los padres fuertes ansiedades depresivas y
paranoides. El interjuego de ambas depende del tipo de relación establecida con el hijo. El
psicólogo debe actuar como catalizador y contiene de todo este complejo sistema tensional.
En algunos pacientes la culpa persecutoria los lleva a defenderse psicopáticamente de la
integración de lo sano y lo enfermo, lo manifiesto y lo latente, lo reparador y lo destructivo.
Disocian y proyectan evacuativamente en el psicólogo los aspectos negativos que luego no
pueden reintroyectar.

La entrevista devolutiva tiene por objetivo, sintetizar o unir aspectos reparadores y


destructivos, lo cual es posible si el paciente o los padres pueden unir el pasado, lo que
hicieron mal, con el futuro. Así podemos mostrar como el presente y el futuro funcionan como
elementos de reparación.
Cuanto mayor sea el paciente mayor es la sensación de fracaso que traen los padres, más
perceptible la enfermedad, más difícil el mantenimiento de viejas racionalizaciones, más
abundantes las pruebas de realidad de los trastornos del hijo. Se hace mayor la necesidad de
ayuda ajena.
Los padres con dificultades para percibir los cambios operados en su hijo por el crecimiento
suelen a veces traerlos como motivo de consulta porque se han alarmado al percibirlos. El
objetivo es ayudarles a rectificar la imagen del hijo y explicarles las emociones que dichos
cambios les suscitan.
En el caso de los padres adolescentes, según el estado actual de nuestra experiencia,
consideramos útil una entrevista conjunta. Planificar la terapia solamente con los padres
puede constituirse en una alianza de estos con el psicólogo que excluye al adolescente, lo cual
favorecerá sus resistencias al tratamiento.

La técnica de devolución de información al paciente

Devolución a los niños


Debe estar entrenado en la comunicación con ellos. Todo lo que el dramatice, gesticule o haga
adquiere en esa oportunidad tanta importancia o más que lo que verbaliza. El mensaje no
verbal debe ser detectado, comprendido y utilizado.
Tanto verbalizaciones como las dramatizaciones pueden mostrar las resistencias, el
sentimiento de alivio por sentirse comprendido y el insight del paciente.
La devolución de información a un paciente que traen sus padres se realiza después de
haberles hecho la devolución a ellos y teniendo en claro que es lo que piensan hacer ellos en
cuanto a las recomendaciones terapéuticas.

Devolución a los adolescentes


La intelectualización excesiva suele constituirse en un obstáculo en la comunicación. De una
buena devolución depende en un alto porcentaje la buena colaboración del adolescente con el
terapeuta que lo trate posteriormente.
Todo lo que se pueda instrumentar en la entrevista devolutiva para que se logre el insight de
sus problemas, deseos de repararse y percibir al psicólogo como capaz de mostrarle el mejor
camino para lograrlo, será en su favor y en el del terapeuta.

Devolución a adultos

Podemos agregar que en la entrevista con el adulto debe prevalecer la comunicación verbal
sobre la paraverbal. Si prevalece el material preverbal podemos ratificar el diagnostico de
mecanismo muy regresivos. Es importante incluir con claridad todos los aspectos infantiles que
tolere.

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