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Procedimiento de valoración en el puerperio

El puerperio es un periodo que comprende la etapa posterior al parto,


iniciando con la expulsión de la placenta y abarca una serie de cambios físicos y
fisiológicos en la mujer. Esta etapa tiene una duración de aproximadamente 8 a 10
semanas, y la podemos clasificar en los siguientes periodos:
 Puerperio inmediato: comprende las primeras 24 horas posteriores al
parto.
 Puerperio temprano: abarca la primera semana de postparto.
 Puerperio tardío: comprende el periodo de tiempo necesario en el
ocurren los cambios físicos y fisiológicos de mujer hasta volver a su
condición pregestacional.
La valoración puerperal consiste en realizar una serie de actividades
indispensables para determinar una adecuada evolución, además, de detectar
posibles factores de riesgo y complicaciones como son, la hemorragia y el shock
hipovolémico, así el profesional de enfermería podrá ejecutar las medidas
profilácticas e intervenciones oportunas que permitan la recuperación oportuna de la
mujer puérpera.
Procedimiento
Para iniciar con la valoración de la mujer puérpera es indispensable contar
con los siguientes materiales:
 Guantes de exploración
 Tensiómetro
 Estetoscopio
 Termómetro
Antes de realizar cualquier procedimiento es indispensable el lavado de
manos.
El profesional de enfermería se identificará con la paciente, y le procederá a
explicar el procedimiento que se le va a realizar. Iniciando con una pequeña
anamnesis.
 Anamnesis: Se interroga a la paciente sobre su estado de salud, como
se encuentra, si presenta algún algún síntoma de dolor o malestar, al
mismo tiempo se evaluá su estado de conciencia, su lenguaje y la fascie
de la paciente.
Antes de iniciar con la exploración física focalizada se le debe proveer a la
paciente de privacidad y seguridad
EXAMEN FÍSICO
El examen físico comienza con una inspección general del estado de la
paciente.
- Se procede hacer la toma y medición de las constantes vitales; Tensión
Arterial, Respiración, Pulso, Temperatura. Lo que permite detectar
cambios en su estado hemodinámico, como un cuadro de volemia,
deshidratación, o una posible infección, se debe valorar los SV, cada 2
horas
- Valoración de piel y mucosas: valorar cambios en el tono de color de la
piel y las mucosas. En busca de cianosis, palidez, enrojecimiento o signos
de alarma.
- Valoración de las mamas: se debe valorar la consistencia, color,
tamaño, forma del pezón, además, se valora si existe dolor al tacto,
recordando que las mamas se pueden encontrar sensibles y lisas, así
mismo se valora la presencia de secreción de líquido “el calostro”.
- Valoración del abdomen: se inspecciona y valora la forma del abdomen,
si este sigue en forma de globo, distendido, duro.
Se procede a valorar la localización y el tamaño del útero, este se debe
encontrar ya entre el ombligo y la sínfisis del pubis, en caso de
encontrarse el útero por encima del ombligo se puede sospechar de una
vejiga llena.
Al momento de palpar el útero este debe ser duro, si por el contrario a la
palpación se percibe blando y pastosos, se sospecha de una posible
hemorragia.
En caso de que el parto sea por cesárea, se procederá a valorar la
incisión quirúrgica buscando signos de inflamación o enrojecimiento de la
zona.
- Valoraciones de la zona genital y perianal: en pacientes que se les ha
realizado una episiotomía, la vagina se encontrara con presencia de
edema, lisa y ligeramente flácida.
Se valora además la presencia de loquios, su color, la cantidad, olor, y
consistencia. En las primeras horas los loquios son de un color rojo
oscuro, al cabo de unos días se tornarán de un color rojo pálido, a la
segunda semana presentarán un color blanco amarillento. Si se presenta
un olor fétido en los loquios es indicativo de infección.
Región perianal: En la episiotomía se debe valorar la presencia de
desgarros, rubor, enrojecimiento, edemas, la continuidad de las suturas y
los bordes.
Se procede hacer la higiene del área genital, y al cambio de apósitos y
pañal.
- Valoración de las extremidades: las extremidades deben encontrarse
estiradas y relajadas, se valora así presencia de calor, rubor, edemas y si
existe sensibilidad dolosa. En caso de presentarse edema, es indicativo
que la paciente presenta una complicación de retención de líquido.

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