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INTRODUCCIÓN
Por años se creía que los únicos factores de importancia en las empresas se
relacionaban con la manera en que se vendía un producto o servicio, siendo
estos los determinantes del éxito empresarial y dejando de lado en la mayoría de
ocasiones a la gestión de recursos humanos. Sin embargo, actualmente las
organizaciones han evolucionado a nivel exponencial, descubriéndose en el
proceso a nuevos factores que requieren ser atendidos si se busca un correcto
desempeño organizacional.
Renovándose así las concepciones y estilos de liderazgo por unos mucho más
visionarios, audaces, motivadores e imaginativos, capaces de correr riesgos
siempre y cuando se trabaje en pro de la misión empresarial. En dicho marco
informativo, la presente investigación tiene como objetivo conocer los múltiples
enfoques del liderazgo brindados por diferentes autores, para así conocer a
mayor profundidad esta habilidad y en base a ello establecer las características
que configuran el perfil del líder que las organizaciones actuales buscan.
II. CUERPO
Es aquel líder que realiza una transacción con sus trabajadores el cual es un
proceso en el que cada parte busca su propio beneficio, por ejemplo, en un
intercambio comercial las personas reciben el producto que les interesa y las
empresas reciben, a cambio, el dinero. El liderazgo transaccional detalla
relaciones egoístas entre el líder y sus colaboradores, donde cada uno trata de
satisfacer sus propias necesidades, dado que el jefe está más preocupado por
cumplir sus objetivos y metas, que por las personas con quienes trabaja. Este
tipo de liderazgo es más eficiente que el liderazgo ausente, pero no llega a ser
óptimo. En este sentido, encontramos dos tipos de liderazgo transaccional:
Gerencia por excepción y Gerencia por recompensas condicionadas. La
Gerencia por Excepción se da cuando el líder permanece inactivo hasta que se
encuentre con un problema que es necesario resolver, en otras palabras,
realiza una transacción con sus trabajadores cuando únicamente exista una
necesidad, ayudándolos, a cambio, de una mayor productividad. Además, las
creencias de estos líderes radican en que a los subordinados se les paga por
resolver problemas; si no me llaman, es porque no me necesitan o que
aquellos que trabajan, se motivan solos. Por el contrario, la Gerencia por
Recompensas Condicionadas se da cuando el líder asume un papel más
activo dentro de la empresa promoviendo la motivación de sus colaboradores a
través de retribuciones dependiendo de su desempeño, en otras palabras, si
logras las metas te recompenso. Este liderazgo es muy usado en el campo
empresarial, y aunque las recompensas materiales motivan a las personas,
reduce la posibilidad de ser efectivo como líderes, puesto que, si bien satisface
las necesidades de logro de los trabajadores, las necesidades de
trascendencia no las satisface, dejando de lado los factores de motivación
intrínseca, como el reconocimiento o el desarrollo personal. Por ejemplo, el
gerente de una empresa de automóviles reúne a su personal para enseñarles
el presupuesto del mes, proponiendo que, si logran superar la meta en un
25%, se les entregará un premio económico.
Es aquel líder que tiene un poder interno generado por su propio desarrollo
emocional y espiritual, puesto que no busca obtener el poder, al contrario,
utiliza su propio poder interno para liderar con sabiduría. Asimismo, se enfoca
en el crecimiento de la empresa y en el desarrollo personal de sus
trabajadores, ayudándolos a sobresalir, a desempeñarse, a lograr la
creatividad e innovación y tener confianza en sí mismos, mediante cursos de
capacitación, sistemas de reconocimiento, comunicación continua y retándolos
constantemente a buscar caminos creativos para satisfacer al cliente, elevando
el nivel de conciencia sobre la importancia y valor de metas idealizadas. De
igual manera, es el tipo de liderazgo más positivo y efectivo, ya que beneficia a
todos en forma igualitaria. Además, el líder transformador se caracteriza por su
orientación hacia una visión con significado, puesto que, además, de trabajar
con incentivos y motivaciones también orienta a su personal hacia una causa
relevante. Su esencia radica en predicar con el ejemplo y servir a los demás,
dado que sólo a través del ejemplo se puede influenciar a las personas. En esa
misma línea, se considera a una persona, un líder transformador cuando
introduce cambios positivos, tiene la habilidad de preparar y motivar a los
demás, tiene credibilidad y consistencia en lo que piensa y siente, es realista,
creativo, proactivo, desarrolla un clima organizacional óptimo, es
comprometido con la empresa, tiene visión de futuro, sabe escuchar a sus
clientes externos, internos y proveedores, y contrata, selecciona y entrena
adecuadamente a su personal.
Para Daniel Goleman la capacidad de liderar más que una ciencia es un arte que
requiere de un arduo trabajo en uno mismo y constante práctica para ser
perfeccionado. Para este autor “los líderes más efectivos se parecen en un
elemento crucial: todos ellos poseen un alto grado de lo que ha venido en llamarse
inteligencia emocional.”, identificando mediante el apoyo de un estudio que este
factor era el doble de relevante para el rendimiento en comparación a otros dos
ingredientes en trabajos de cualquier nivel. Por lo que también sería un factor de
gran relevancia en la concepción de liderazgo, destacando que si un líder no llega
a desarrollar esta habilidad no será por completo un verdadero líder, puesto que no
tendrá conocimiento de sus fortalezas y mucho menos sabrá cómo aplicarlas en
favor de su compañía, lo cual lo llevará a enfrentarse a problemas que superen sus
capacidades y que finalmente afecten a s organización. En este contexto, con la
finalidad de evitar estos problemas, el autor plantea acciones que guíen hacia el
desarrollo de la inteligencia emocional para el liderazgo.
2.2.2. AUTOGESTIÓN
Este concepto muestra que, si bien los estímulos naturales ejecutan nuestras
emociones y no podemos deshacernos de ellos, sí podemos hacer mucho para
controlarlos. El autocontrol, que es como una insistente conversación interior,
es el componente de la inteligencia emocional que nos libera de ser prisioneros
de nuestros sentimientos.
Los equipos son calderas donde bullen las emociones. Un buen líder de equipo
debe ser capaz de ver y comprender los diferentes puntos de vista de todos los
que lo forman.
Este aspecto resalta la capacidad de una persona para manejar sus relaciones
con los demás. La habilidad social consiste más bien en la simpatía con un
propósito: movilizar a la gente en la dirección que deseas, tanto si es el
acuerdo sobre una nueva estrategia de marketing como el entusiasmo por un
producto nuevo.
Estás personas trabajan acordé a la idea de que nada que sea de gran
importancia se puede hacer solo. Este tipo de gente tiene una red de
contactos, para que estén listo cuando llegue el momento oportuno de ponerse
en acción. La habilidad social es la culminación de las otras dimensiones de la
inteligencia emocional.
Crean lazos amplios porque saben que en estos tiempos tan cambiantes
pueden llegar a necesitar algún día la ayuda de gente a la que acaban de
conocer hoy mismo. La gente parece saber de forma intuitiva que los líderes
necesitan manejar las relaciones de un modo efectivo: ningún líder es tan
solitario como una isla.
El trabajo del líder se da en cómo dirige y se expresa a otras personas, por lo
que la habilidad social juega un rol importante para hacerlo posible. Un líder
que no pueda ser empático con su equipo es probable que en realidad no
tenga empatía. La habilidad social ayuda a que los líderes puedan ejecutar su
inteligencia emocional y pueda comunicar su pasión en la organización. Por lo
que en suma, todas las habilidades propuestas por Goleman conducen a la
conclusión de que sería tonto afirmar que el coeficiente intelectual y las
habilidades técnicas no sean importantes para un fuerte y buen liderazgo, pero
aún así para estar completo le falta la inteligencia emocional. Por lo tanto, es
un gran beneficio que la inteligencia emocional se pueda aprender. Aunque el
procedimiento no sea tan fácil o sencillo, necesita algo de tiempo y lo más
importante, compromiso de parte de quién quiere aprender; pero la utilidad que
le brindará a la persona y a la empresa es muy beneficioso. Por lo que es
importante que las empresas desarrollen la inteligencia emocional en sus
colaboradores, y también al momento de elegir sus líderes no solo se basan en
lo intelectual o técnicas, también tomen en cuenta la inteligencia emocional
para que la empresa logré muchos éxitos y que el esfuerzo valga la pena.
En este enfoque Maxwell nos resalta la importancia de cumplir con las cualidades
que te hacen ser un buen líder, un líder competente que no se cierra ante su
contexto y que por lo contrario se relaciona e interesa en mejorar como persona
para apoyar a su gente. Haciendo énfasis que toda persona que busque ser líder
debe emprender acciones para desarrollar estas cualidades, puesto que estas
distinguen a los verdaderos líderes de los líderes mediocres o los simples jefes. A
continuación, se explicarán cada una de estas cualidades:
“¿Cómo puedes tener carisma? Preocúpate más en hacer que otros se sientan
bien consigo mismos que hacerlos sentir bien contigo.” (Dan Reiland). Para
Maxwell pensar que el carisma es místico, casi indefinible, o que se trae de
nacimiento, es mentira. Esta habilidad atrae a la gente hacia uno mismo por lo
que requiere que el líder ame su vida y sea positivo respecto a ella, espere
siempre lo mejor de las personas y le brinde esperanza a su gente, además de
entregarse él mismo, y mostrar disposición hacia los demás. Resaltando
además que los impedimentos comunes para desarrollar esta habilidad son: El
orgullo, inseguridad, reserva, perfeccionismo o cinismo.
Maxwell explica que “la capacidad va más allá de las palabras. Es la habilidad
del líder de decirlo, planearlo, y hacerlo de tal forma que otros sepan que él
sabe cómo, y sepan que le quieren seguir”. Para ello el líder deberá revelarse
cada día y actuar sin importar las circunstancias, mejorar constantemente,
buscar la excelencia, lograr más de lo esperado e inspirar a otros. Considerando
aquí tres tipos de persona: Los que pueden ver lo que debe suceder, los que
pueden hacer que suceda y los que pueden hacer que las cosas sucedan
cuando de verdad es necesario que sucedan.
“Los líderes inteligentes creen solo la mitad de lo que oyen. Los líderes con
discernimiento saben cuál mitad creer.” (John C. Maxwell). Este autor explica
que esta es la habilidad de encontrar la raíz del problema y descansa tanto en la
intuición como en el pensamiento racional. Ayudando al desarrollo de muchas
actividades como realizar la solución de un problema, evaluar opciones para un
impacto máximo y multiplicar las oportunidades.
“Nadie recibe honra por lo que le dan. La honra es la recompensa para el que
da” (Calvin Coolidge), entendiendo también que la verdadera generosidad no es
algo ocasional. Viene del corazón. Por lo que el tipo de líder que a la gente le
gusta seguir, no recogen cosas solo para sí; las recogen para darlas a los
demás. Por lo que en esta habilidad el líder deberá sentirse agradecido por lo
que tiene y mantenerse al pendiente del impacto de sus acciones en sus
trabajadores.
“El éxito parece estar relacionado con la acción. Las personas de éxito son
activas. Cometen errores, pero no se rinden.” (Conrad Hilton). La acción da
paso a la iniciativa y para actuar, los líderes deben conocer lo que quieren,
forzarse a actuar por ello, arriesgar de más y reconocer que a veces se
equivocan pero que ello forma parte del camino.
“Un buen líder estimula a los demás a que le digan lo que necesita saber, no lo
que quiere oír.” (John C. Maxwell). El líder toca el corazón antes de pedir la
mano, para ello tiene que saber qué hay en él. Y eso se aprende escuchando.
Por eso se debe mantener atento a los seguidores, clientes, competidores y
consejeros.
2.3.12. PASIÓN (TOMA LA VIDA Y ÁMALA)
“No se puede medir a un líder por los problemas que aborda. Él siempre los
busca de su propio tamaño.” (John C. Maxwell). Sin importar el campo en el que
se desarrolle un líder, este siempre enfrentará problemas, por lo que será
necesario el desarrollo de cualidades como anticipar problemas, aceptar la
verdad de una situación, ver el cuadro global, manejar cosa por cosa y no
abandonar sus metas.
“El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber relacionarse con
la gente.” (Theodore Roosevelt). La habilidad de accionar de modo cooperativo
con la gente y desarrollar relaciones interpersonales positivas es indispensable
para un líder efectivo y requiere de tener una mente y corazón de líder, además
de extender su ayuda a su personal, a su equipo.
“Ningún hombre será un buen líder si quiere hacerlo todo él mismo u obtener
todo el crédito por hacerlo.” (Andrew Carnegie, industrial). Un líder inseguro es
peligroso; para ellos mismos, sus seguidores y las organizaciones que dirigen, a
causa de ciertas características comunes como falta de seguridad transmitida a
sus trabajadores, limitando continuamente a su personal y con ello a la
organización.
“La primera y gran victoria es conquistarse uno mismo.” (Platón). En este punto
no es trascendente los dotes que tenga el líder, estos nunca alcanzarán su
máximo potencial sin autodisciplina, por lo que buscarán desarrollar y cumplir
sus prioridades manteniendo un estilo de vida disciplinado, dudando de sus
excusas y concentrándose en los resultados.
“Tienes que amar a tu gente más que a tu propia posición.” (John C. Maxwell).
Los mejores líderes tienen la mentalidad de servir a otros, no a sí mismos,
teniendo como prioridad a otros agentes de su organización y no a ellos
mismos, poseyendo seguridad al servir sin imponer posiciones o rangos, sino
sirviendo por amor.
Chiavenato (2007) asevera que “la teoría de las relaciones humanas comprueba la
enorme influencia del liderazgo en el comportamiento de las personas”. Por ende,
inferimos que es importante el liderazgo dentro de las organizaciones para saber
gestionar a las personas que tiene a cargo, y así optimizar los resultados de la
empresa. Por lo cual, Chiavenato menciona diferentes perspectivas de liderazgo
que debemos tener en cuenta:
● Liderazgo como influencia interpersonal: Esta influencia del líder parte del
poder que este tiene para orientar a la organización a lograr los objetivos
propuestos.
● Liderazgo como proceso de reducción de la incertidumbre de un grupo: Esto
se refiere a que no solo depende de las cualidades del líder que tenga como
persona, sino en cómo actúa ante ellas.
Teoría desde hace mucho tiempo sobre el liderazgo. Esta menciona las
diferentes características que tiene un líder que lo diferencia de las
demás personas, las cuales son:
● Liderazgo autoritario:
Chiavenato (2001) dice que este líder es duro e impositivo. Con lo cual,
se puede observar que los colaboradores solo desarrollan sus actividades
mientras está el líder presente, reprimiendo así sus emociones y
pensamientos. Esto sólo ocasionará que dentro de la organización sean
indisciplinados, insatisfechos y llegar a ser agresivos.
● Liderazgo liberal:
Chiavenato (2001) indica que este líder deja que todos hagan su
voluntad. Esto puede traer consigo que sus trabajos no den todo para con
sus actividades, generando una alta satisfacción laboral; pero se generan
muchas discusiones por motivos personales que trae cada colaborador.
Además de esto se observa dentro de la organización un individualismo y
falta de respeto con el líder.
● Liderazgo democrático:
Esta teoría busca que los líderes empleen los diferentes estilos de
liderazgo según la situación, las personas y la tarea que se tenga por
realizar, para de esa forma orientarlos a lograr los objetivos de la
empresa.
En un estudio sobre el impacto de los estilos de liderazgo en el clima
institucional del Bachillerato de la Unidad Educativa María Auxiliadora de
Riobamba. En el cual, Lozado (2013) indica que en “el estilo de liderazgo
laissez-faire (liderazgo liberal), salta a la vista la valoración de insuficiente
que dan las estudiantes; sin embargo, no es así para los docentes”. Esto
se debe a que en los estudiantes se podría dar el escape de
responsabilidades y el abuso de la libertad que le otorga el líder del grupo.
En cambio, en la persona ocurre mayor aceptación de dicho estilo de
liderazgo; ya que, a ellos se les puede dar mayor permisividad y aun así
no evadieron su responsabilidad, por su madurez.
Según Collante y Flores (2018) hace mención que “los líderes que utilizan
un estilo de liderazgo transformacional o democrático, tienen capacidad
para controlar el estrés laboral y favorecer la motivación de los
trabajadores”. Esto se debe a que estos estilos de liderazgo representan
fortaleza y esfuerzo en realizar lo que es correcto; por lo cual, se evita que
prevalezcan sus gustos o intereses propios en vez de los miembros de la
organización. Ante esto, es importante que en las empresas se practique
el liderazgo democrático y así habrá un mejor clima laboral.
Chiavenato (2007) indica que “las teorías situacionales son más atractivas
para el gerente puesto que aumenta sus opciones y sus posibilidades de
cambiar la situación para adecuarla a un modelo de liderazgo o cambiar el
modelo de liderazgo para adecuarlo a la situación”. Por ello, es importante
que el líder se sepa adaptar a las diferentes situaciones en el mundo
globalizado que es tan cambiante. Además, surgirán distintos
comportamientos del líder según el grado de autoridad y libertad con el que
disponga.
Según Brian Tracy (2015) nadie nace como un líder natural, el liderazgo es una
habilidad que se puede aprender. En ese contexto, existe la necesidad de
liderazgo en la sociedad, personas que puedan tener una visión hacia el futuro, y
sepan utilizar estas habilidades para abrir nuevos caminos.
Durante este estudio él considera que es importante estudiar a los líderes del
pasado y del presente, ya que es un método eficiente a la hora de desarrollar
cualidades de liderazgo. Cabe destacar, que cuanto más se estudie a los
líderes, mejor será el resultado, se construye un liderazgo efectivo y se puede
llegar a tener los mismos valores y conductas que ellos y, a la vez, se puedan
complementar con las acciones que tenemos.
Brian Tracy (2015) afirma que los líderes “nos hacen sentir primordiales y nos
recuerdan que lo que estamos haciendo tiene un valor más allá del trabajo
diario. Nos hacen sentir que somos una parte integral del equipo de la
misión”. Por esta razón, postula que existen cuatro maneras para hacer sentir
importante a una persona: el aprecio, la aprobación, los halagos y la
atención. En efecto, para llegar a tener un liderazgo de nivel, nuestra misión
estará ligada a ser el mejor, y así podremos ayudar a los demás.
En ese contexto, Brian Tracy (2015) propone siete pasos para alcanzar
dichos objetivos:
● Una organización puede tener un control adecuado, pero si no tiene un líder que
no motive o no promueva el trabajo en equipo, este no asegurará su
supervivencia. Asimismo, la clave del liderazgo son las relaciones basadas en
confianza y respeto. (Milena Acaro Torres)
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