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Debilidades Oportunidades
Fortalezas Amenazas
Somos testigos que entramos en un cambio donde existen nuevas oportunidades para el
aprendizaje, y que el aprendizaje autónomo ha tomado mucha fuerza, ya no son solamente las
acciones de los maestros, sino que el protagonista del aprendizaje es el estudiante, quien no sólo se
limita por adquirir conocimientos, además de adquirirlos los construye. Que el estudiante tenga el
control de su aprendizaje hace que desarrolle autonomía, autorregulación y organización para
llevar a cabo con éxito su proceso educativo, en base a esto se visualiza la importancia que todas
las personas que inicien con un proceso de aprendizaje reconozcan cual es el estilo que tienen,
porque gracias a ese reconocimiento se logran identificar posibilitadores y obstáculos para su
estilo.
Uno de mis grandes posibilitadores es la motivación, para mi proceso educativo se hace una
gran ventaja, dicha motivación que como lo define la RAEL (Real academia española de la lengua)
en su tercera acepción, se conoce como motivación el ensayo mental preparatorio de una acción
para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia. Lo anteriormente dicho lo identifico
en mí, como un movimiento interno que me ayuda a continuar día a día mi aprendizaje, teniendo en
cuenta que la falta de motivación es un factor clave el cual tiene como
Consecuencia que los estudiantes abandonen su proceso, he ahí la importancia que cada persona
que inicie con un proceso de aprendizaje tenga dicha motivación.
Teniendo en cuenta mí estilo acomodador cuento con otros posibilitadores que me ayudan con
mi estilo, por ejemplo la organización y el compromiso para desarrollar mis actividades, la
flexibilidad para acomodarme a diferentes situaciones, con estas fortalezas mi aprendizaje se hace
más fácil y eficaz, pero soy consciente que cuento con obstáculos los cuales hacen que mí camino
de aprendizaje sea más complicado, a pesar de que esté estilo de aprendizaje se caracteriza por una
buena relación con los demás, suelo depender de otras personas, siendo esto un aspecto negativo en
mi proceso de aprendizaje, además reconozco mi impulsividad que muchas veces me hace tomar
decisiones incorrectas, y por último mi poca habilidad analítica que suele ser un constante tropiezo
en mi camino de aprendizaje.
Para nadie son fáciles los cambios y es muy difícil cuando nos tenemos que adaptar a nuevas
rutinas para cumplir nuestro objetivo educativo; según Beltrán (1993) para alcanzar el proceso
educativo se debe registrar un proceso activo, donde el estudiante no sólo se enfoque en retener
información en su memoria, sino que debe trabajar en el mejoramiento de metodologías y
estructuras que lo ayuden a que su aprendizaje sea significativo. Con respecto a esto en este
apartado quisiera retomar las debilidades y amenazas que pude reconocer en mi matriz DOFA,
resaltando las oportunidades que pueden surgir con una transformación.
En primer lugar, reconozco mi poca habilidad analítica la cual se hace una de las más complejas
por resolver, ya que realizar un análisis de situaciones o problemas conlleva tiempo y creo que
justamente que es por la cuestión “tiempo” que interpreto su complejidad, pues considero que soy
una persona muy dinámica, que toma decisiones rápidas y no analiza las situaciones, pero
reconozco la importancia de analizar no sólo las situaciones educativas sino también las cotidianas.
En esta debilidad, en especial, se genera una oportunidad de mejora partiendo de una de mis
fortalezas según mi estilo (acomodador) y es que soy una persona organizada, entonces si me tomo
el tiempo para pensar, puedo simplificar y generar un análisis de la situación a resolver, de esta
manera, es posible transformar esta debilidad en una fortaleza a mediano plazo.
Respecto a las amenazas que se cruzan en mi camino de aprendizaje, cuento con una disposición
firme para que éstas sean un factor positivo. Quisiera mencionar una en específico la cual es no
contar con el tiempo suficiente para la dedicación que se merece el estudio, ante esto es importante
articular de manera óptima cada una de mis fortalezas que logre identificar según mi estilo, ya que
debo organizar el tiempo con que cuento y comprometerme con las actividades a entregar, además
de estructurar mejores metodologías de estudio según mi estilo. Estas fortalezas, apoyadas con los
motivadores mencionados anteriormente, los cuales son un factor positivo en mi proceso de
aprendizaje, contribuirán a una eficiente administración del tiempo y a obtener resultados de
calidad.
Algunos años atrás, en mi edad de adolescencia me encontraba en una lucha permanente por
ingresar a una universidad pública, ya que mis padres no contaban con los recursos necesarios para
costear una universidad privada o semipública. Como todos conocemos la realidad de nuestro país
no es nada fácil acceder a un cupo en las universidades públicas, en ese momento sentí mucha
frustración al hacer muchos intentos y no lograr mi objetivo de ingresar para iniciar mis estudios
profesionales. Después de algunos meses, gracias al vínculo que hice con una congregación de
hermanas, pude encontrar un trabajo donde el cargo que iba a ocupar se relacionaba justamente con
la carrera profesional que quería realizar, en ese momento pude evaluar mi proceso de una manera
formativa, ya que la evaluación formativa habla sobre evaluar procesos y no resultados, gracias a
que esta evaluación es una ayuda orientadora, pude identificar los rasgos positivos que me podía
traer el trabajo que estaba ocupando. Actualmente, gracias al trabajo que adquirí en ese tiempo y en
el cual aún me encuentro, puedo costear mis estudios, pero seguramente si no hubiera evaluado
formativamente el camino que iba a emprender, el resultado no sería el mismo. Quisiera
aprovechar para recordar una enseñanza que compartía Steve Jobs (2005), sobre atar cabos y
confiar que en algún momento de nuestra vida se van a juntar los puntos, eso me sucedió y hoy
puedo reconocer que los puntos se unen en algún momento de nuestra vida.
En mi opinión se hace una tarea fundamental descubrir las oportunidades de mejora que
podemos encontrar según el estilo, en nuestro proceso de aprendizaje, y de esta manera articular
fortalezas y lograr transformarlas, además de considerar la evaluación como un factor promotor en
nuestro proceso de aprendizaje.
CONCLUSIONES
Es importante reconocer los tres estilos que nos ofrece la evaluación, abordarla e identificarla, ya
que gracias a esta podemos visualizar aspectos de mejora que nos permita transformar objetivos,
planes de estudios, metodologías para que se acomoden a nuestro estilo de aprendizaje y se
cumplan nuestras expectativas educativas.
Se debe transformar el concepto negativo que se tiene de la evaluación, ya que ofrece factores
positivos para fortalecer y acrecentar el camino académico y personal según el estilo, y obtener
resultados exitosos.
REFERENCIAS
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evaluación como variables fundamentales para estimular el aprendizaje autónomo. REDU
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https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=270/27022351007
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http://eventosacademicos.filo.uba.ar/index.php/JIFIICE/III-I/paper/viewFile/2991/1566
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Recuperado de: https://www.orientacionandujar.es/2014/05/30/explicamos-los-estilos-de-
aprendizaje-de-david-kolb/