Está en la página 1de 23

 10 signos de que el

miedo al rechazo di-


rige tu vida

 Cómo superar el
miedo al rechazo en
7 pasos

 Cómo superar el
miedo al rechazo

1
2
10 signos de que el miedo
al rechazo dirige tu vida
María Mikhailova | 14/10/2015 02:15

Dicen que uno de los peores miedos del ser humano es a la soledad, a
que nos rechacen. Y lo cierto es que tiene sentido: sentirse rechazados por
nuestros seres queridos, amigos o incluso gente desconocida es nuestro
peor castigo. Somos seres sociales y necesitamos de interacción para sub-
sistir.

Sí, el rechazo duele. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan


ha concluido que nuestro cuerpo crea las mismas sustancias químicas
cuando sufres un rechazo social que cuando te das un golpe.

Pero buscar la aprobación constante de los demás puede ser contrapro-


ducente. Si eres de los que busca ser aprobado, sonríes y le dices sí a
todos, únicamente para agradar, acabarás por dejar de ser tú mismo y
dependerás de otros para ser feliz o realizarte como persona.

Por desgracia muchos somos los que buscamos esa aprobación de los
demás. Por un lado, nos han educado para caer bien, por otro, para con-
seguir nuestros propósitos, pensamos que deberíamos agradar.

¿Pero cómo establecer límites y no caer en la exageración?

3
Este pequeño test puede ayudarte a detectar si vives pendiente de lo que
piensan de ti los demás o eres alguien a quien la opinión de otros no les
importa en absoluto.

#1 Tu forma de vestir

Empezamos por algo que a primera vista no tiene mucha relación con el
miedo. Pero ¿te has parado alguna vez a pensar cómo vistes en tu
día a día? O más bien, ¿por qué vistes de una forma u otra? ¿Qué te
motiva, qué te frena, eres libre eligiendo tu ropa o tratas de pensar cómo
van a verte los demás?

Es verdad que no somos totalmente libres a la hora de vestir, puesto


que solemos adaptarnos a distintas situaciones sociales: no vestire-
mos igual para ir a trabajar que para una boda, por ejemplo. Pero si en
tu día a día, el pensamiento que te guía es ¿qué pensarán de mi si
visto esto o lo otro?, o si dejas de ser tú mismo para agradar a tu suegra
o tu jefe, porque piensas que podrían rechazarte por tu forma de vestir, es
posible que eres una persona dependiente en exceso de la opinión
de los demás.

#2 Tu forma de relacionarte con la familia


Durante años fui un gran apoyo de mi familia. Era la hija mayor y ayu-
daba a mi familia en multitud de ocasiones: comprar, cocinar, limpiar,
hacer gestiones por internet, llevar a mi hermana pequeña al colegio o
a clases de música. De hecho, me hacía cargo de muchas responsabili-
dades que no me correspondían.

4
Mi miedo era que si decía que no —aparte de llevarme una buena
bronca—, mi familia dejaría de quererme, me rechazaría. Lógica-
mente era un miedo inconsciente y además irreal, pues una familia no
quiere a sus hijos por lo que hacen, sino porque son sencillamente sus
hijos.

¿Y tú? ¿Te desvives por tu familia o tu pareja, pensando que si dejas


de hacer todo lo que haces por ellos, dejarán de valorarte?

#3 Tu vida social

Algo parecido a lo que ocurre con la familia, sucede muchas veces en


nuestra vida social. Los que tenemos miedo a ser rechazados por
nuestros amigos, acabamos adoptando un papel pasivo o de ayu-
dantes. Tratamos de agradar a nuestros amigos, a costa de nuestras pro-
pias prioridades. Les colmamos de regalos y atenciones. Decimos sí a
todas sus propuestas.Somos los primeros en preocuparnos por ellos y
preguntar cómo están: les llamamos, les escribimos emails, les invitamos
a cenar o ir a eventos con nosotros.

Observa cómo te relacionas con tus amigos. Si eres el primero en pres-


tarles la atención o tu ayuda. Si eres más el que escucha que el que habla
de sí mismo. Si es así, tal vez quieras poner un poco más de distancia
entre vosotros y ver si esa amistad es correspondida en su justa medida
o se mantiene únicamente gracias a tus ganas de agradar.

#4 Tu forma de comunicarte en el trabajo

El trabajo es otra área de gran importancia para detectar si el miedo al


rechazo está presente en tu vida. Y es que en un ámbito de tu vida tan

5
amplio, que te ocupa tantas horas al día, es casi inevitable que tus
fortalezas y debilidades salgan a la luz diariamente.

¿Cómo te comunicas con tus compañeros, subordinados y je-


fes? ¿Propones cosas nuevas, eres capaz de expresar tu opinión o enfren-
tarte a un conflicto de forma abierta, o por el contrario, te sientes incapaz
de hacerte oír y sólo acatas las órdenes y decisiones de otros?

Bien es cierto que la figura de un jefe puede imponer y jerárquica-


mente es alguien quien tiene más control que nosotros en un entorno
laboral, pero una cosa es aceptar la jerarquía y otra ser alguien que
está constantemente buscando agradar a su jefe, halagando en ex-
ceso a tu superior, riéndole todas sus gracias y dejando de ser uno mismo
para caerle bien.

#5 Comunicación no verbal

Tu voz, tus gestos, tu postura, tu forma de mirar y moverte delatan


muchas veces tu necesidad de ser aprobado por otros.

Recuerdo que hace años asistí a una boda de unos amigos, boda que fue
grabada en vídeo y que pude visionar tiempo después. Al verme en aquel
vídeo, saludando a mis amigos, de repente me sentí a disgusto con lo que
veía. Una chica tímida, siempre sonriente y encorvada, asintiendo con su
cabeza, mientras conversaba con sus amigos...

Aunque no me oía, por mi forma de moverme y gesticular, podía per-


cibirse que lo que buscaba era agradar a mis amigos, estar de
acuerdo con ellos en todo. No era mi Yo real, sino una Yo que pedía
a gritos ser aprobada. El problema claramente es que si uno no se

6
aprueba a sí mismo, busca la aprobación de los demás. Y debería ser
justamente al revés: primero me apruebo y luego los demás podrán apro-
barme o no, pero eso ya no debería importarme tanto, pues no depende
enteramente de mí.

#6 Tus miedos y preocupaciones habituales

¿Cuáles son tus pensamientos habituales? ¿Eres una persona que se


preocupa en exceso? ¿Piensas que puede suceder lo peor siempre?

Si estás siempre pendiente de cosas negativas, de querer controlarlo todo,


es que básicamente no confías en ti ni tampoco en los demás. Crees que
hay peligros por todas partes.

Imagina que te toca dar una charla en público. Dicen que la gran mayoría
de personas tenemos el miedo a hablar en público por delante de nuestro
miedo a la muerte. Creemos que los demás son enemigos y nos preo-
cupa demasiado lo que puedan pensar de nosotros.

Esa voz interior llena de negatividad impide que una persona con miedo
al rechazo pueda dar una charla de forma fluida, pues en lugar de pensar
en el contenido de su mensaje, estará preguntándose si les gusta o no a
los asistentes.

#7 Lectura de pensamiento

¿Eres de los que siempre sabe lo que piensan los demás? Bueno, a
todos nos ocurre, es bastante normal. El problema se da cuando reali-
zamos la lectura de pensamiento de forma negativa, como te co-
mentaba en el párrafo anterior.

7
Seguro que te suena eso de que alguien te mira y piensas: no le gusto,
me mira mal. O alguien se ríe y piensas que se ríen de ti. O la típica
situación de un jefe que aparece malhumorado en la oficina y te dices:
seguro que he hecho algo mal, me van a echar.

Espero que este no sea tu caso, pero por desgracia sucede muchas veces.
En realidad no podemos saber lo que pasa por la mente de otros y al
final, si te soy sincera, nosotros no somos tan importantes para que
los demás se pasen el día pensando en lo que hacemos o dejamos
de hacer, ¿verdad? Pero los que sufrimos el miedo al rechazo, vemos
peligros por todas partes, especialmente en los demás y creemos adivinar
sus pensamientos.

#8 No saber decir NO

Esto último ya lo comentaba más arriba. Si quieres agradar a toda


costa a los demás, lo más sencillo es decirles sí a todo y así evitar
problemas o que no te aprueben por tu actitud.

De hecho, muchos piensan que al decir no se rechaza a la persona,


cuando en realidad no tiene por qué ser así. Probablemente se rechace
una situación o una petición, pero no la persona en sí.

Obsérvate y piensa: ¿dices sí con demasiada frecuencia y te arrepien-


tes después? Prueba y ensaya a decir no a todo durante un día y
observa el efecto. Probablemente al principio te sientas raro e incó-
modo, pero poco a poco irás viendo que no hay nada terrible en decir no.

#9 Dar explicaciones por todo

8
El no saber decir no muchas veces nos lleva también a dar excesivas
explicaciones de por qué no puedes hacerlo. Esto es una clara ausen-
cia de comunicación asertiva.

Decir NO no significa que tengas que justificarte, con dar una excusa
es más que suficiente. Algunos expertos recomiendan utilizar el “no,
pero”. Es decir, no puedes hacerlo tal como te lo piden o en el momento
que te lo piden, pero tal vez más adelante podrías.

#10 Evitación del conflicto a toda costa

Las personas con miedo a ser rechazados, normalmente huyen del con-
flicto o de la discusión. Pues conflicto para ellos significa rechazo. Si yo
no estoy de acuerdo con alguien, ese alguien me desaprueba y por tanto,
me rechaza. Y como el rechazo es mi peor pesadilla, prefiero no discutir
y ceder, pues así me aseguro de que me siguen aprobando.

Esto último está muy relacionado con el apego o dependencia emo-


cional que sufren las personas con baja autoestima. Ya que yo no me
apruebo, busco que los demás lo hagan por mí. Pero como no depende
enteramente de mí que me aprueben, haré lo que esté en mi mano y más
para ser aprobado.

Conseguir desapegarnos de los demás, convertirnos en personas maduras


emocionalmente,aprender a manejar nuestras emociones pueden ser
las claves para ir poco a poco saliendo de este círculo vicioso que
es la búsqueda de la aprobación de otras personas.

9
Si te has sentido reflejado en la menos la mitad de las situaciones plan-
teadas más arriba, posiblemente tú también tengas cierta tendencia a
buscar aprobación de los demás.

¿Cómo vencer el miedo al rechazo? Te lo cuento en el próximo artículo la


semana que viene. Por ahora, te dejo con un vídeo en el que ofrezco al-
gunos consejos para superar ese miedo tan común en nuestra sociedad.

10
Cómo superar el miedo al
rechazo en 7 pasos
María Mikhailova | 19/10/2015 05:39

Este artículo es la continuación del de la semana pasada en el que te


invitaba a detectar en 10 pasos si eres una persona que es depen-
diente de la opinión de los demás. Es posible que pienses que no lo
eres, pero te voy a ser sincera: todos o casi todos, en algún momento de
nuestra vida hemos sufrido el miedo al rechazo: una presentación en pú-
blico, una entrevista de trabajo, una ruptura sentimental...

Ahora que ya sabemos qué es el miedo al rechazo y en qué consiste, la


gran pregunta es, ¿cómo enfrentarnos a ese miedo?, ¿qué hacer la pró-
xima vez que note que estoy buscando desesperadamente la aprobación
de los demás?

Afortunadamente hay trucos, ideas y ejercicios de Coaching e Inteli-


gencia Emocional que puedes poner en marcha desde ya para contra-
rrestar los efectos de esa dependencia emocional de otras personas. Para
ello vamos a recurrir a algo que siempre puedes potenciar a nivel indivi-
dual: tu autoestima, tu autoconfianza y una adecuada gestión de emo-
ciones.

11
Te propongo 7 pasos para que te evalúes y realices unos ejercicios
muy sencillos, aunque profundos a la vez, y tomes conciencia de qué
está en tu mano para superar esta dificultad.

#1 AUTOCONOCIMIENTO

Muchos diremos que ya nos conocemos de sobra. De hecho, eres la per-


sona que más tiempo pasa contigo mismo. Bastante obvio, ¿verdad? Pero
si yo ahora te pidiera que te describieras en pocas palabras... ¿serías ca-
paz de hacerlo? La cuestión es: ¿qué sé de mí? O ¿qué es relevante de mí
para otras personas?

En realidad, tú eres muchas cosas. Muchísimas. Tantas que algunas se-


guramente las tienes completamente olvidadas. Te propongo que escri-
bas aquello que más te define en estos momentos. Pregúntate: ¿cómo
soy? Escoge un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira. Calma tu mente
y cuando sientas que apenas te ocupan pensamientos ajenos, toma un
papel y un lápiz y escribe sin pensar. Escribe las 10 o 20 primeras palabras
que te vengan a la mente.

Después déjalo estar. Vuelve a respirar y cierra los ojos. Vuelve en unos
minutos sobre lo escrito y ahora analiza lo que has puesto. Elige de 5 a 7
palabras que más te definen. Añade alguna que creas es importante y no
está en la lista.

#2 AUTOVALORACIÓN OBJETIVA
Ahora ya tienes una lista de quién eres: pueden ser adjetivos o sustanti-
vos. El paso siguiente es preguntarte con sinceridad: ¿me gusta eso que
he escrito? ¿Me siento a gusto con eso que soy? ¿Me gustaría quitar,
modificar o añadir algo que no está en la lista? ¿Cuál es mi Yo ideal?

12
Muchas veces nuestra búsqueda de aprobación de los demás viene por-
que no nos aprobamos a nosotros mismos. Puede que consideremos que
nos gustaría ser de una manera u otra.

No es negativo que no te gusten todas tus cualidades. Pero procura ser


sincero contigo mismo. Si algo no te gusta, reconócelo y ten presente que
siempre lo puedes potenciar o disminuir.

#3 RECONOCER TUS FORTALEZAS Y DEBILIDADES

Éste es el paso siguiente: aceptarte como eres. La no aceptación de uno


mismo puede llevarte a querer ocultar tu verdadera forma de ser, a es-
conderte... y eso hace que tu autoestima baje y no confíes en ti mismo,
pensando que son los demás los que te deben aceptar.

Haz una lista con tus fortalezas y debilidades, aprovechando tu ejercicio


de autoconcepto. Recuerda que no hay personas perfectas. Absoluta-
mente todos tenemos alguna que otra debilidad en nuestra forma de ser.
Abraza tus fortalezas pero también tus debilidades.

Un truco que puedes emplear es pensar qué podrías hacer para convertir
tus debilidades en fortalezas. Si por ejemplo resulta que eres una persona
insegura, piensa qué fortalezas tienes para mejorar esa inseguridad. Ima-
gínate que eres también una persona constante y estudiosa. Tal vez po-
drías investigar y comprar libros para potenciar tu confianza en ti mismo
o asistir a talleres de desarrollo personal.

#4 SINCERIDAD Y RESPETO

Cuando consigues aceptar tus fortalezas y debilidades, es hora de dejar


de fingir lo que no eres. Cuando queremos gustar a los demás, nos dirige

13
el pensamiento “¿qué debo hacer para gustar a esa persona? ¿cómo creo
que debería ser para que me apruebe?”

Intenta dejar de lado a los demás. Cierra los ojos, respira. Imagina cómo
el respeto y amor hacia ti mismo recorre tu cuerpo. Eres una persona
digna y valiosa, independientemente de si te aceptan o no los de-
más. Eres valioso y digno por el mero hecho de existir. Tenlo siempre
presente. No tienes que demostrar nada a nadie, ni siquiera a ti mismo.
Simplemente respétate tal como eres.

La próxima vez que te enfrentes a una situación incómoda y notes que


estás de nuevo tratando de agradar al otro, toma una profunda respira-
ción. Vuelve a sentir el respeto por ti mismo en ese instante.

#5 COMUNICACIÓN ASERTIVA

Las personas que dependen de la aprobación de los demás, muchas veces


tienen dificultades de expresar su opinión en público o no saben decir no,
cuando se les pide algo. Creen que si otros descubren cómo piensan o
qué les mueve, dejarán de aceptarlos y los rechazarán.

La asertividad consiste en respetar los derechos internos de uno y comu-


nicarse con otros basándose en ese respeto interno. Lógicamente los de-
más también tienen derecho a no entenderte o rechazar tu postura. Pero
eso no quiere decir que te rechacen como persona. Y si ocurre esto último,
no es algo que depende de ti. Hagas lo que hagas, siempre habrá alguien
quien no te acepte o al que no le gustes en absoluto.

14
Por eso, si eres de los que siempre dices sí a todo, pon en práctica el no
durante unos días. Pero tampoco des excesivas explicaciones, porque pa-
recerá que estás pidiendo disculpas constantemente. Al principio cuesta
decir no y posiblemente te sientas incómodo, pero con la práctica, verás
que no hay nada terrible en ello.

#6 CAMBIO DE ACTITUD Y DE CREENCIAS

Cuestiona tus creencias más arraigadas. ¿Qué te mueve a la hora de co-


municarte con otros: el miedo o el amor? ¿Buscas crear una atmósfera de
respeto y dignidad? ¿O hay voces internas que te dicen que no eres bueno
y por tanto no te mereces ser respetado?

Te recomiendo un cambio de actitud: incorpora una actitud nueva desde


la posición interna de respeto hacia ti mismo, desde la comprensión de
quién eres, cómo eres, desde la aceptación de tus fortalezas y tus debili-
dades, tus derechos asertivos de expresarte como eres y decir no cuando
te conviene.

Si te respetas y sientes que eres merecedor, automáticamente los demás


lo percibirán y también cambiarán su actitud contigo. Puede que no pase
con todos, pero si ves que alguien no te respeta o no te hace caso, nada
te impide alejarte de esas personas.

Recuerdo que hace no mucho estuve en casa de unos conocidos cenando.


Mientras yo les hacía todo tipo de preguntas acerca de su vida y sus pla-
nes, éstos casi en ningún momento me preguntaron sobre mis propios
proyectos o mi vida actual. Y cuando yo hablaba de mí misma, constan-
temente me interrumpían con otras historias. Obviamente no puedo

15
cambiar la actitud de esas personas, pero sí puedo decidir no formar parte
de su círculo de amistad.

#7 GESTIÓN Y AUTONOMÍA EMOCIONAL

Por último, algo que me parece clave a la hora de superar el miedo al


rechazo es el desapego emocional. Convertirnos en personas autónomas,
que no dependen de otros para vivir o tomar sus decisiones.

En este sentido, es muy importante aprender a gestionar tus emociones.


El rechazo es algo que nos sucede a menudo en nuestro día a día: un
trabajo del que nos despiden, un puesto deseado al que no nos ascienden,
un amigo que nos decepciona, etc. El rechazo forma parte de nuestro día
a día y de la sociedad en la que vivimos.

No podemos cambiar a los demás pero sí podemos cambiar nuestra


percepción de las cosas.Si te han vuelto a rechazar, puedes verlo de otra
manera, más positiva. Como la historia que conté en el punto anterior.
Saca tus propias conclusiones. Pregúntate si merece la pena esa amistad
o ese trabajo. Qué hay de bueno en esta situación en apariencia negativa
o qué lección has aprendido.

Recuerda, que el hecho de que te rechacen o no en la mayoría de los


casos no depende de ti. Depende de los demás y sus circunstancias.
Acepta sus decisiones pero sobre todo no olvides que el primero en res-
petarse y aceptarse eres tú mismo.

16
Cómo superar el Miedo al
Rechazo
Introducción

En este manual intensivo para que superes de una vez por


todas el miedo al rechazo de una chica te voy a explicar por
qué tenemos miedo al rechazo, enumerar las razones más
comunes, cómo crear la motivación necesaria para su-
perarlo, física como mentalmente, y finalmente superarlo
frente a las chicas. Estoy muy feliz de que te hayas decidido
tomar los primeros pasos para lograrlo y sé que con mi
ayuda lo vas a lograr. Y no estás solo, yo solía ser muy tí-
mido y no cabe duda que sentía un temor horrible cuando
pensaba en que una mujer me rechazara... así que… ¡no es-
tás solo! Además, quiero felicitarte por ser uno de los pocos
hombres junto a mí que decidió hacer un cambio por su vida
al obtener la guía de John Alexander, que a mí me sirvió en
gran medida y la he recomendado a cientos de personas. A
diferencia de la guía de John, esta guía está hecha para que
la leas rápidamente, la vuelvas a leer cuando te sientes des-
motivado o sientes que el rechazo volverá a ti, y la repa-
ses cuantas veces sea necesario para que finalmente logres
tu objetivo. También espero que tengas una mentalidad de
acción, necesito que sigas este manual paso a paso y lo
cumplas. Sólo así podremos garantizarnos que lo lograrás.
Ahora sí, ¡manos a la obra!

17
¿Por qué temes que te rechacen?

Antes de explicarte qué vamos a hacer para superar tu


miedo al rechazo, quiero que pensemos primero por qué
existe ese temor. En nuestra vida, no solo con las chicas, el
miedo es el que nos detiene de hacer algo. Todos tenemos
miedo a lo que no conocemos, los millonarios, los pobres,
los exitosos, y los fracasados. ¿Pero sabes dónde está la
diferencia entre las personas con mucho éxito y las que no?
Las personas que fracasan permiten que el miedo los do-
mine, que tome el control de sus vidas, el miedo los encar-
cela. En cambio, las personas que tienen éxito convierten
su miedo en emoción, aventura, diversión. Lo ven como un
reto y el miedo es inevitable, es la adrenalina que llena sus
vidas. Así que toma esa mentalidad, entre más tiempo estés
encerrado en tus miedos más difícil es salir, por eso es ne-
cesario que actúes inmediatamente. No lo dejes para ma-
ñana, hazlo ya.

El miedo al rechazo de las chicas

Particularmente, hoy quiero que ataquemos por qué tienes


miedo al rechazo de las chicas. Antes de que sigas leyendo,
quiero que tomes un papel y escribas honestamente por
qué tienes miedo a que te rechacen. Quiero que de verdad
lo hagas y seas muy sincero contigo mismo. ¿Lo hiciste?
Seguro anotaste varias razones. Adivina qué vamos a hacer
ahora. Voy a anotar una lista de las razones más comunes, y
en lugar de tomarlo por el lado negativo, vamos a verlo
con una actitud positiva. ¿Estás listo?

18
Miedo # 1: No soy atractivo físicamente. Soy feo.

¡Qué suerte tienes! Adivina qué, aunque a los chicos la atrac-


ción nos entra primordialmente por los ojos y el físico, para las
chicas es mucho más importante tu personalidad. Te cuento
una historia: Normalmente me mantengo en forma, pero
cuando tengo mucho trabajo suelo subir de peso. La última
vez, subí 15 kilos. ¿Y sabes qué diferencia hizo? Ninguna. Mi
novia tiene un excelente cuerpo y a ella nunca le importó.
Cuando le preguntaban qué se sentía estar conmigo, ella decía
“a mí no me importa cuánto pese, lo importante es que me
vuelve loca”. Si no estás convencido, quiero que todos los días
te bañes, te razures, y te laves los dientes. Busca ropa que
esté a la moda (tus amigas, tu hermana, o la chica que atiende
te puede ayudar) sin gastar mucho dinero, y verás que te senti-
rás muy cómodo y atractivo. Lo importante es que seas una
persona aseada y presentable. Un chico físicamente atractivo
que es maloliento espantará a las chicas.

Miedo # 2: No tengo dinero para invitarla a algo lujoso.

Primero que todo, invitar a una chica a una cena lujosa o rega-
larle algo son muy malas ideas, y si has estado leyendo la guía
de John Alexander lo sabes. Además, ¿qué tiene que ver que no
tengas dinero con hablarle a una chica? A nadie le importa si
tienes dinero o no. Que tú tengas dinero no significa que me lo
vas a regalar. Si haces amigos en tu gimnasio o en la universi-
dad, lo primero que piensas es, ¿si tienen dinero o no? ¡Claro
que no! Es imposible saber si alguien tiene dinero o si está en la
ruina hasta que lo conoces a fondo, así que no te preocupes por
lo que piense una chica sobre este aspecto, porque ella no lo
está pensando.

19
Miedo # 3: No sé qué decirle. Soy tímido.

Todos somos tímidos. Cualquier persona en un auditorio lleno


de profesionales se sentiría abrumado. Lo bueno es que no es-
tás frente un auditorio, estás frente a una chica. ¿Y qué le tienes
que decir? Cualquier cosa. “Hola”, “disculpa, ¿qué hora tienes?”,
“sabes si el autobús ya pasó?”, “parece que va a llover verdad?”,
son excelentes formas de empezar una conversación.

Miedo # 4: Si ella me rechaza todos se reirán.

Este es uno de los miedos más comunes, y sorprendentemente,


el que tiene menos sentido. Dime, ¿quién te está viendo? Deja
de ser paranoico, nadie está poniendo atención a lo que haces,
y aunque lo hicieran… ¿acaso los conoces? Cuando yo le hablo
a chicas en el gimnasio, independientemente de si me rechacen
o no, lo único que los otros chicos tienen son celos porque todos
quieren estar en mi lugar hablándole a una chica.

Miedo # 5: Ella no quiere hablar conmigo y se reirá de mí.

¿Por qué no querría hablar contigo si está aburrida en un tramo


de bus o esperando mientras hace fila en el banco? Y, además,
¿por qué se va a reír de ti? Cuando le hablas a personas que no
conoces, te vas a dar cuenta que las chicas suelen ser muy ami-
gables. Además, no es como que ella se acordará de ti o les
contará a sus amigas, probablemente nunca más la vayas a ver
así que mejor de una vez aprovechar y hacer el intento.

20
Cómo motivarte y convertir el miedo
en emoción
Ya que sabes cómo atacar tus temores, quiero que te gra-
bes en tu mente cómo debes superarlos, repítelo en voz
alta o piénsalo una y otra vez en tu cabeza hasta que te
convenzas que no hay de qué temer. Sin embargo, con eso
no es suficiente. Ahora lo que debes hacer es encontrar
suficiente motivación para atacar el miedo de raíz: hablar-
les a las chicas.

Motivación # 1: No hay nada que perder

Digamos que estás esperando el autobús para ir a tu trabajo.


En la parada, hay una chica atractiva esperando también. Sé
que quieres hablarle, pero inventas excusas (ella anda de prisa,
hoy no me veo bien, no encuentro qué decirle). A los quince mi-
nutos, pasa su autobús, ella se sube, y todo se terminó. Te la-
mentas no haber hecho nada, pero continúas con tu vida... Esto
está mal! Cuando estés en estas situaciones, quiero que en tu
cabeza recuerdes esta frase:

“No hay nada que perder, pero mucho qué ganar”

Quiero que la repitas varias veces en tu mente. ¡Dime si no


es cierto! ¿Si tan solo hubieras dicho “hola”, o “sabes cuál es la
ruta del autobús que va al centro de la ciudad?”, hubiera es-
tado muchísimo mejor que simplemente dejarla ir... Nunca más
la volverás a ver de todas formas, así que si no hubiera funcio-
nado tu vida hubiera continuado. Pero volvamos al “si les hubie-
ras hablado” ... Hubieras ganado mucha confianza, hubieras de-
rrotado tu miedo, estarías muy orgulloso de ti y con alto autoes-
tima, listo para volver a aprovechar la siguiente oportunidad que
se presenta en tu vida. Y talvez hasta hubieras encontrado a una
chica interesante a quién conocer...

21
La mayoría de las relaciones a largo plazo con chicas geniales
las empecé hablándoles en lugares donde ninguno de los dos
tenía más de diez minutos para conversar. ¿Y sabes por qué?
¿Porque yo no dejé pasar la oportunidad, siempre tuve en
mente que si no le hablaba podría estar perdiéndome de algo
increíble... y así fue!

Motivación # 2: La regla de los tres segundos

Esta es una técnica que investigué hace varios años y es esen-


cial para tu éxito. Quiero que la apliques cuantas veces puedas
al día y con cuantas chicas puedas. Se trata de hablarle a una
chica en menos de tres segundos desde que la ves o te son-
ríe. ¿Por qué funciona? Si dejas que pase más tiempo, empeza-
rás a inventarte excusas para no hablarle, o tratarás de pensar
en qué decirle y vas a tropezarte, tartamudear, y fallar. Y final-
mente, no vas a hablarle, vas a volver a caer en el error que te
mencioné antes. En cambio, si le hablas a los tres segundos, tu
mente no va a tener suficiente tiempo para inventar excusas ba-
ratas y el impulso de caminar hacia ella hará que no te quede
otra más que hablarle. No importa qué le digas, simplemente
sonríe y dile “hola”, o cualquier cosa. Debes hacerlo hasta que
sea completamente natural hablarle a una chica en menos de
tres segundos, y además vas a ver que es un ejercicio muy di-
vertido.

Motivación # 3: El juego de los $5

Esta técnica es todavía más emocionante y divertida que la an-


terior. Se trata de darle un billete de $5 (o euros, pesos, cual-
quiera que sea tu moneda) a cada uno de cinco amigos en una
noche y decirles, “Cada vez que hable con una chica que no co-
nozco, no importa qué suceda o cuánto dure la conversa-
ción, uno de ustedes me devolverá un billete de $5. Tengo dos

22
horas para lograrlo, y si no lo logro ustedes se pueden quedar
con el billete”. Vas a ver que es muy divertido, seguro que tus
amigos querrán hacerlo y verás que es una excelente forma de
vencer el miedo.

¿Qué pasa si una chica te rechaza?

Ya deberías saberlo: no importa. Si estás pensando en que


eso importa, estás condicionándote a tener miedo al re-
chazo. Pero cuando lo hagas, y realmente te rechacen, quiero
que no le eches la culpa a la chica ni tengas algún remordimiento
con ella. Tienes que verlo desde el lado positivo: sacaste el valor
para hablarle, ganaste confianza, y lo más probable es que te
vas a sentir muy bien después de haberlo hecho. Como dice mi
amigo John en su libro, imagínate que tu equipo de baloncesto
participa en la final nacional y pierde. ¿Pensarías “qué fracaso
haber perdido”? ¡NO! Pensarías, “estoy muy orgulloso de que mi
equipo haya llegado tan lejos”. Además, lo mejor de todo es que
la gran mayoría de las veces no te van a rechazar, las personas
son amigables por naturaleza. Y las pocas veces que te recha-
cen, verás que se siente muy bien haber vencido el miedo y ha-
berlo intentado. Pero de verdad, elimina la idea de que te van a
rechazar. Espero que este manual te ayude a vencer el miedo,
pero acuérdate que está hecho para que lo leas en conjunto con
el libro de John Alexander. Este manual es un refuerzo para ata-
car desde temprano uno de los problemas más grandes que tie-
nen los chicos.

23

También podría gustarte