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Frotis Eritrosedimentacion LAB hematoooo

Elementos Trabajo Social (Universidad Tecnológica de Santiago)

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Descargado por Rafael Almonte (raphael-tennis@hotmail.com)
lOMoARcPSD|6527607

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE

SANTIAGO (UTESA)

NOMBRE

Wendwy Michel

MATRICULA

1-18-1899

MATERIA

Lab Hematologia 1

PROFESOR

Licda Maritza Altagrcia Veras Suriel

Descargado por Rafael Almonte (raphael-tennis@hotmail.com)


CC aa rr aa cc tt ee r í s ti c a s
Realización de un frotis sanguíneo

El frotis sanguíneo, o extensión sanguínea, como una fina película de sangre


extendida sobre un portaobjetos, de modo que las células sanguíneas estén
dispuestas en una capa. La finalidad de la extensión sanguínea es la observación
al microscopio óptico de las células presentes en la muestra.

Características de la realización de un frotis sanguíneo correcto

Un frotis sanguíneo ideal debe cumplir una serie de requisitos:

No debe cubrir toda la superficie del


portaobjetos.

Su espesor debe ir disminuyendo


desde el inicio hasta el final.

La sangre debe ir dispuesta en una


sola capa de tal modo que no queden huecos a lo largo de la extensión sanguínea.

Las bandas laterales deben ser lisas.

Los bordes laterales de la extensión


deben estar separados de los bordes del porta 1-2 mm.
Además, una buena extensión sanguínea presenta tres zonas claramente
diferenciadas:

Cabeza: Es la zona inicial de la extensión. Si atendemos a las


características que debe presentar un frotis sanguíneo ideal, la cabeza será la
zona con mayor grosor. De hecho, los hematíes pueden estar formando más
de una capa.

Cuerpo: Es la zona intermedia de la extensión sanguínea y la más


adecuada para el estudio de las células. Existe una adecuada proporción de
leucocitos en esta zona.

Cola: Es la zona final del frotis. En ella los hematíes se disponen en forma de
mosaico, deformados, y homogéneamente coloreados. Los leucocitos dispuestos
en esta zona suelen ser los más grandes monocitos y granulocitos.

El inicio y el final de la extensión sanguínea deben estar a un centímetro de los


extremos del portaobjetos. Los bordes laterales deben estar a uno o dos
milímetros de los bordes del frotis.

Pueden darse extensiones defectuosas debido a la utilización de una gota


demasiado grande, al uso de portaobjetos mellados o con grasa, a la variación
del ángulo y la velocidad de la técnica, o al levantar antes de tiempo el
portaobjetos esmerilado.

Material

Portaobjetos esmerilado.
Portaobjetos.

Tubo de ensayo.

Pipeta pasteur.

Gradilla

Cubeta con agua y lejía al 10%

Muestra de sangre anticoagulada con EDTA.

Técnica
Se pipetea una pequeña
cantidad de sangre, Colocamos una gota, de
utilizando una pipeta pequeña cantidad de
Pasteur, procedente del sangre, en un extremo
tubo con la muestra. del portaobjetos.

Arrastramos el extremo del


portaobjetos esmerilado por la
Se coloca encima el superficie del portaobjetos
Movemos ligeramente, de un
portaobjetos esmerilado con un horizontal para extender la
lado a otro, el portaobjetos
ángulo de 30- 45º. Lo sangre en una fina capa que
esmerilado para que la gota de
deslizamos hasta que el conformará el frotis sanguíneo.
sangre se extienda bien en su
extremo que contacta con el Debemos levantarlo antes de
extremo.
porta, tome contacto, a su vez, llegar al final del extremo del
con la gota de sangre. portaobjetos que se haya en
posición horizontal.
Damos por concluída la
realización del frotis
sanguíneo. Retiramos el
portaobjetos esmerilado y lo
introducimos en la cubeta
con agua y lejía al 10%

Como se debe teñir

Es la tinción más empleada en frotis de sangre periférica o de médula ósea.


Está clasificada como tinción policromática, ya que tiñe compuestos básicos y
ácidos de las células.

¿Por qué se tiñen las células de esa manera?


El colorante BASICO azul Metileno: se une a los componentes ácidos de las
células, ácidos nucleicos, gránulos en neutrófilos y proteínas acidas.

Mientas que la Eosina colorante acido: se une a la hemoglobina, componentes


básicos de las estructuras celulares y los gránulos de los eosinófilos.

La tinción del frotis sanguíneo pueden realizarse con colorantes de tipo


Romanovsky que se componen de eosina (colorante ácido) y tiacinas
(colorantes básicos); las tiacinas constituyen el azul de metileno y aquellos
derivados obtenidos mediante desmetilación oxidativa (colorantes azur). Las
tinciones tipo Romanovsky son las más usadas en hematología.

En función de la proporción de eosina y azul de metileno que compongan el


colorante tipo Romanovsky, se obtendrán diferentes métodos de tinción, de los
cuales los más conocidos son el de Wright y el de Giemsa:

Tinción de Wright: es la empleada con mayor frecuencia en frotis de sangre


periférica o de médula ósea. Está clasificada como tinción policromática, ya que
tiñe compuestos básicos y ácidos de las células.. La eosina es ácida y tiñe a los
componentes básicos de color rosado a rojo como los gránulos eosinófilos. El
metileno es básico y tiñe a los componentes básicos de color azul como el RNA.
Tinción de Giemsa: es la segunda tinción más utilizada, después de la de Wright
en frotis sanguíneos. El colorante empleado se compone de la mezcla en tampón
fosfato o en agua de azul de metileno, que tiñe componentes ácidos, eosina, que
tiñe los componentes básicos, y distintos azures, que en función del pH del medio
y del grado de basofilia de las estructuras pueden producir coloraciones
metacromáticas.

Tinción panóptico rápido: se caracteriza por producir una coloración rápida y


sencilla de las estructuras celulares. Reúne la calidad y policromía de los
métodos clásicos de Wright y Giemsa con gran rapidez de actuación. Tiene la
característica de tratarse de un método de inmersión en el cual se sumerge el
frotis durante un tiempo establecido en una solución colorante. Se producen
coloraciones en las células sanguíneas similares a las de las tinciones de Wright
y de Giemsa, aunque si se modifica el número de inmersiones se puede alterar
la intensidad de los rosas y azules.

Eritrosedimentación

La medición de la velocidad de sedimentación globular VSG, también conocida


como velocidad en la sangre o velocidad de eritrosedimentación, es una prueba
inespecífica, o lo que es lo mismo, una prueba no concluyente ni definitiva de
ninguna enfermedad o lesión determinada. Se solicita como apoyo al diagnostico
de procesos inflamatorios, neoplásicos, e infecciosos. No obstante, esta prueba
puede usarse para averiguar enfermedades no sospechadas, usándose en la
valoración rutinaria y en la evolución de la enfermedad, pudiendo controlar el
resultado del tratamiento para evaluar la respuesta inflamatoria durante la fase
aguda de diversos padecimientos infecciosos y no infecciosos.

Utilidad de la velocidad de sedimentación


globular
La prueba puede aplicarse para detectar enfermedades no sospechadas. Muchos
médicos emplean la VSG con esa idea en la evaluación rutinaria de sus
pacientes. Otros la consideran inespecífica y poco útil como estudio rutinario. La
VSG puede ser útil en ocasiones para diferenciar entre entidades patológicas.
Por ejemplo, en el paciente con dolor torácico, la VSG estará aumentada en caso
de infarto de miocardio, mientras que será normal en caso de angina. La VSG es
un indicador bastante fiable de la evolución de la enfermedad.

La VSG se eleva en:

- Anemia intensa

- Artritis reumatoide

- Enfermedades renales

- Enfermedades autoinmunes Lupus eritematoso

- Enfermedades tiroideas

- Embarazo

- Fiebre reumática

- Infecciones agudas

- Macroglobulinemia

- Mieloma múltiple

- Polimialgia reumática

- Sífilis

- Tuberculosis

- Vasculitis
La VSG puede aparecer disminuida en:

- Descenso de proteínas en el plasma por problemas hepáticos ó renales

- Disminución del fibrinógeno

- Fallos cardiacos

- Policitemia

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