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GLÓBULOS BLANCOS

Los leucocitos (glóbulos blancos) son las células de la sangre encargadas de reconocer y
eliminar cualquier agente extraño del organismo; son, por tanto, un componente
fundamental en la lucha contra la infección y el desarrollo de la reacción inflamatoria.
Los leucocitos varían entre 4000 y 11.000 células por mm3.
Los leucocitos se subclasifican en dos grupos generales. El fundamento para esta división
es la presencia o ausencia de gránulos específicos prominentes en el citoplasma. Como se
señaló antes, las células que contienen gránulos específicos.
se clasifican como granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), y las células que
carecen de gránulos específicos se clasifican como agranulocitos (linfocitos y monocitos).
No obstante, tanto los granulocitos como los agranulocitos poseen una pequeña cantidad de
gránulos inespecíficos azurófilos, que son los lisosomas.

Imagen. Leucocitos normales (microscopio de luz)

LOS GRANULOCITOS
En la hematopoyesis las células destinadas a formar la serie granulocítica, es decir, los
neutrófilos, eosinófilos y basófilos, sintetizan proteínas y las almacenan en gránulos
citoplasmáticos que le dan el aspecto característico. Estos gránulos, primarios o azurófilos,
definen la conversión del mieloblasto, una célula virtualmente agranular que constituye el
precursor más precoz de esta serie que es visible al microscopio óptico, en promielocito, el
cual es rico en gránulos azurófilos.
Posteriormente el promeliocito aparecerán gránulos específicos que definirán la progresión
hacia mielocitos de tipo neutrófilos, eosinófilos o basófilos. Una vez determinado el camino
a seguir, las células siguientes ya no se dividen, son amnióticas y se caracterizan por
presentar núcleo segmentado y por su capacidad de motilidad, fagocitosis y destrucción
microbiana. Los granulocitos maduros también desarrollan estructuras citoplasmáticas y de
superficie que les permiten adherirse y atravesar la pared de vénulas. De esta manera, luego
de alcanzar la circulación desde la médula ósea, se dirigen rápidamente hacia los tejidos en
donde cumplirán funciones de defensa, para lo cual fueron destinados.
Los neutrófilos representan una variedad de granulocitos especializados en la fagocitosis y
la destrucción de microorganismos. Los eosinófilos y los basófilos participan en respuestas
alérgicas e inflamatorias.

FUNCIÓN DE LOS GRANULOCITOS

Los granulocitos neutrófilos son las células más importantes en la defensa natural del
huésped contra los microrganismos (especialmente bacterias y hongos), lo que explica el
elevado riesgo de infección asociado a la neutropenia o disfunción de los neutrófilos.
 Adhesión
La migración de los neutrófilos desde la sangre a los tejidos es un proceso activo en el que
interviene un complejo dispositivo de moléculas de adhesión situadas en la membrana de
los leucocitos, que se activan secuencialmente y que tienen sus receptores específicos
situados en el endotelio vascular. Este mecanismo les permite rodar y adherirse con
progresiva firmeza a la superficie endotelial mediante selectinas, integrinas y otras
moléculas y sus receptores para finalmente atravesar la barrera endotelial.
 Quimiotaxis
Es el mecanismo por el cual los neutrófilos migran desde la sangre periférica en la
dirección precisa del foco de infección o inflamación, donde se acumulan tras pasar entre
las células endoteliales de la microcirculación. Múltiples sustancias o quimiocinas actúan
como factores quimiotácticos: productos liberados por los microorganismos, células
dañadas, fracciones del complemento, IL-8, etc., formando un gradiente químico que dirige
el movimiento o diapédesis de los neutrófilos a los tejidos.
 Fagocitosis
En esta fase se produce el reconocimiento e ingestión de la bacteria o material extraño. Este
reconocimiento se favorece en gran medida cuando el microorganismo se encuentra
recubierto (opsonizado) por moléculas de IgG y complemento (C3b), ya que el neutrófilo
posee receptores específicos de membrana para las mismas. Acto seguido, la membrana se
invagina y simultáneamente emite seudópodos, y engloba la partícula en una vacuola
fagocítica o fagosoma (fig. 3).
 Bacteriólisis
La formación de la vacuola fagocítica atrae a los gránulos primarios y secundarios, que se
unen a la misma y liberan en ella su contenido (de granulación). La muerte microbiana
depende, por una parte, de la acción lítica de las diferentes enzimas granulares (proteínas
catiónicas, defensinas, lisozimas), pero el mecanismo más importante lo constituye la
generación de metabolitos del oxígeno, de gran poder microbicida. Como se ve en la figura
4, el oxígeno es reducido por el fosfato de dinucleótido de nicotinamida y adenina
(NADPH), y se forman radicales superóxidos (O2-), que dan lugar al peróxido de
hidrógeno (H2O2), el cual actúa de sustrato para la mieloperoxidasa, que oxida los haluros
en ácido hipocloroso
y cloraminas, siendo estas últimas unos potentes microbicidas. Un mecanismo de
detoxificación impide que el exceso de H2O2 generado destruya al granulocito y dañe los
tejidos adyacentes.
NEUTRÓFILOS
Los neutrófilos son leucocitos de tipo granulocítico que se caracterizan por ser células
grandes de 12 a 18 de diámetro, poseen un núcleo con cromatina compacta segmentada en
2 a 5 lóbulos conectados por finos puentes de cromatina y el citoplasma claro contiene
numerosos gránulos muy finos de tono púrpura, por esta razón, también reciben el nombre
de neutrófilos polimorfonucleares o polimorfos.
Son el tipo de leucocito más numeroso entre 60 a 70% de los glóbulos blancos. La vida
media del neutrófilo en la circulación es de dos a tres días antes de pasar a los tejidos y, una
vez que pasa a ellos, no regresa a la circulación sanguínea.
El sistema de neuropoyesis tiene alta velocidad de produccion celular y está finamente
regulado de modo tal que incrementa la producción en respuesta a estímulos inflamatorios.
Una vez que el mieloblasto define su camino hacia la produccion de neutrófilos, la
secuencia normal de maduración de neutrófilos, la secuencia normal de maduración celular
en la médula ósea es la siguiente: mieloblasto promielocito mielocito metamielocito
neutrófilo en cayado  neutrófilo segmentado.
Los neutrófilos maduros son almacenados en la médula antes de ser liberados a la
circulación durante cinco días. Una vez en la sangre su permanencia es fugaz cerca de seis
horas promedio, ya que pasan rápidamente hacia los tejidos en donde ejercen sus funciones
durante uno o dos días antes de su muerte.
Los neutrófilos tienen tres tipos de gránulos, cuyo contenido les sirve para degradar
compuestos de tejido conjuntivo, migrar a los sitios donde son requeridos y destruir los
componentes fagocitados.
-Específicos: contienen colagenasas, lisozima, lactoferrina, activadores del complemento.
-Primarios o azurófilos: Los lisosimas que contienen hidrolasas ácidas y tienen gran
contenido de mieloperoxidasa que es bactericida.
-Terciarios: contienen fosfatasas y metaloproteasas.
Función:
Participan en la respuesta celular a procesos inflamatorios o infecciosos de tipo bacteriano;
por tanto es común encontrar un aumento de neutrófilos en sangre, lo que se conoce como
neutrofilia.

Imagen. Neutrófilo segmentas.

EOSINÓFILOS
Los eosinófilos son una variedad de leucocito de tipo granulocítico que miden de 12 a 14 μ
de diámetro. Representan el 4% de los glóbulos blancos. Presentan un núcleo bilobulado
con cromatina densa en forma de lente y se caracterizan por su citoplasma lleno de gránulos
acidófilos de color naranja que contienen proteínas. La vida media en la circulación es de
doce a veinticuatro horas antes de pasar a los tejidos.
Los eosinófilos tienen más o menos el mismo tamaño que los neutrófilos y su núcleo es
normalmente bilobulado. Al igual que en los neutrófilos, la heterocromatina compacta de
los eosinófilos está principalmente junto a la envoltura nuclear, mientras que la
eurocromatina está ubicada en el centro del núcleo.
Los eosinófilos siguen una línea celular de madurativa similar a los neutrófilos: mieloblasto
eosinófilo  promielocito  mielocito  esosinófilo maduro. Desde el estadio de
promielocito, las células corrientes gránulos acidófilos característicos.
Los eosinófilos reciben su nombre a causa de los grandes gránulos refringentes de su
citoplasma.
El citoplasma de los eosinófilos contiene dos tipos de gránulos: los específicos que son
grandes, alargados y abundantes y los gránulos azurófilos (salvo por ellos, los orgánulos
membranosos están poco representados en el eosinófilo).
• Gránulos azurófilos (gránulos primarios). Son lisosomas. Contienen una variedad de las
hidrolasas ácidas lisosómicas habituales y otras enzimas hidrolíticas que funcionan en la
destrucción de parásitos y en la hidrólisis de los complejos antígeno-anticuerpo fagocitados
por el eosinófilo.
• Gránulos específicos (gránulos secundarios). Estos gránulos de los eosinófilos contienen
un cuerpo cristaloide que se ve fácilmente con el MET, rodeado por una matriz menos
electrodensa. Estos cuerpos cristaloides son responsables de la birrefringencia de los
gránulos en el microscopio óptico. Estos contienen cuatro proteínas principales: una
proteína con arginina abundante llamada proteína básica mayor (MBP), que le imparte la
acidófila intensa al gránulo; la proteína catiónica de eosinófilo (ECP); la peroxidasa de
eosinófilo (EPO) y la neurotoxina derivada de eosinófilo (EDN). La MBP se localiza en el
cuerpo cristaloide; las otras tres proteínas se encuentran en la matriz del gránulo. Las MBP,
ECP y EPO ejercen un fuerte efecto citotóxico sobre protozoarios y helmintos parásitos; la
EDN causa la disfunción del sistema nervioso en los organismos parásitos.
Función:
Fagocitosis de complejos antígeno-anticuerpo, destrucción de parásitos. Participan en
reacciones de tipo alérgico.
La liberación de arilsulfatasa y histaminasa por los eosinófilos en los sitios de reacciones
alérgicas, modera los efectos deletéreos en potencia de los agentes vasoactivos
infamatorios. El eosinófilo también participa en otras respuestas inmunitarias y fagocita
complejos antígeno-anticuerpo. Por lo tanto, la cantidad de eosinófilos en las muestras de
sangre de personas con alergias o infestaciones parasitarias suele ser elevada (eosinofilia).
Los eosinófilos desempeñan un papel importante en la defensa del hospedador contra los
helmintos parásitos. También se encuentran en gran cantidad en la lámina propia de la
mucosa intestinal y en otros sitios de infamación crónica potencial (es decir, los tejidos
pulmonares en pacientes con asma).
Imagen. Eosinófilo.

BASÓFILO
Los basófilos son una variedad de leucocitos de tipo granulocítico de 10mde diámetro.
Contienen un núcleo de cromatina densa en forma de S. En el citoplasma se encuentran los
gránulos basófilos que lo caracterizan y que son gruesos, escasos de tono púrpura intenso.
Son de dos tipos: gránulos azurófilos (lisosomas) y gránulos específicos o secundarios
(histamina, heparansulfato, heparina y leucotrienos).
Los basófilos tienen más o menos el mismo tamaño que los neutrófilos y se llaman así
debido a que los abundantes gránulos grandes que hay en su citoplasma se tiñen con
colorantes básicos. Los basófilos son los menos abundantes de todos los leucocitos y
representan menos del 0,5% del total.
La vida media en la circulación es de doce a veinticuatro horas.
Función:
Participan en las reacciones inflamatorias y en las reacciones de sensibilización. Los
basófilos que están en la sangre circulante son similares a los mastocitos tisulares grandes
localizados inmediatamente por fuera de muchos de los capilares del cuerpo. Los
mastocitos y los basófilos liberan heparina a la sangre, una sustancia que puede impedir la
coagulación de la sangre. Los mastocitos y los basófilos también liberan histamina, así
como pequeñas cantidades de bradicinina y serotonina. De hecho, son sobre todo los
mastocitos de los tejidos inflamados los que liberan estas sustancias durante la inflamación.
Los mastocitos y los basófilos desempeñan una función destacada en algunos tipos de
reacciones alérgicas porque el tipo de anticuerpo que provoca las reacciones alérgicas, la
inmunoglobulina E (IgE), tiene una tendencia especial a unirse a los mastocitos y los
basófilos. Después, cuando el antígeno específico del anticuerpo IgE específico reacciona
después con el anticuerpo, la unión resultante del antígeno al anticuerpo hace que el
basófilo o el mastocito se rompan y liberen cantidades elevadas de histamina, bradicinina,
serotonina, heparina, sustancia de reacción lenta de la anafilaxia y varias enzimas
lisosómicas.

Imagen. Basófilo.
BIBLIOGRAFÍA

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