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Seminario n° 3:

RESPUESTA INFLAMATORIA

Integrantes: Bernardo Estrada


Estefanía Ortiz
Camila Pardo
Gabriela Pérez
Evelyn Riquelme
Katherina Toffoly

Inflamación.-

¿Qué es la inflamación?

La inflamación es una respuesta inespecífica del hospedador frente a una lesión o infección,
que se caracteriza por eritema, hinchazón, calor y dolor, cuya función es:

• Si es posible, destruir el agente agresor y sus bioparticulas.


• Delimitar y evitar la diseminación del agente agresor.
• Regenerar el tejido dañado.
Los síntomas de la inflamación son eritema, hinchazón, calor (o fiebre) y dolor.

Inflamación Aguda.

Inflamación Crónica.

¿Cómo ocurre la inflamación?

Durante la inflamación, se produce una activación y un aumento de las proteínas de fase aguda
(comprendidas en los mediadores químicos de la inflamación). Estas proteínas son las
encargadas de todas las reacciones y respuestas localizadas y sistémicas que se producen
durante la inflamación. Algunas de ellas son producidas en el hígado, o se encuentran en sangre
y son activadas cuando hay daño tisular.

Etapas del Proceso Inflamatorio.-

1) Vasodilatación y aumento en la permeabilidad del vaso sanguíneo: Luego que se produzca


daño al tejido, los vasos sanguíneos de la zona se dilataran, lo que incrementara el flujo
sanguíneo y producirá enrojecimiento (eritema) y calor. Y la permeabilidad de las células
capilares aumentara lo que ayudara al movimiento de los compuestos del sistema de defensa
através de los tejidos, desde el vaso sanguíneo hasta la zona dañada, produciendo la
inflamación (Edema). El dolor puede ser por toxinas o daño a terminales nerviosas.

Estas reacciones son causadas por la liberación de sustancias desde las células de la zona
dañada. Histamina: Presente en la mayoría de los tejidos, especialmente en el Mastocito del
conectivo y en los basófilos en las plaquetas sanguíneas. Esta sustancia es liberada por lesión
tisular o por estímulos. Cininas: causan vasodilatación y aumentan la permeabilidad del vaso.
Están presentes en el plasma y cuando son activadas atraen a los granulositos fagocíticos
(neutrófilos). Prostaglandinas: Liberadas por las células dañadas. Ayudan al efecto de las
histaminas y las Cininas además de facilitar el movimiento del fagocito por los capilares.
Leucotrienos: Producidos por los Mastocito, y los basófilos, producen el aumento de la
permeabilidad y ayudan a la adherencia del fagocito al microorganismo invasor.

Además, la vasodilatación ayuda a los elementos de coagulación sanguínea a llegar al área


afectada (los que evitan la diseminación del microorganismo y sus toxinas). Esto es lo que
produce el Pus, conjunto de células muertas y liquido corporal.

2) Migración del Fagocito y Fagocitosis: Cuando el flujo sanguíneo disminuye los fagotitos se
adhieren al endotelio de los vasos sanguíneos (marginación), luego estos fagocitos atraviesan
el endotelio y se desplazan al área dañada (diapédesis), cuando alcanzan las células dañadas,
fagocitan a los microorganismos invasores y los destruyen. Cuando la inflamación se va
desarrollando, los monocitos que llegan a la zona dañada, cambian su naturaleza y se
trasforman en macrófagos. Los granulositos predominan en las primeras etapas de la
inflamación, los macrófagos en la tardía. Estos son mucho más grandes y tienen mucho mas
potencial fagocítico (fagocita tejidos, granulositos muertos y microorganismos invasores de
toda naturaleza).

3) Reparación de Tejidos: Es el proceso final de la inflamación, y comienza en la fase activa


de esta, pero no puede finalizar hasta que todos los microorganismos hallan sido destruidos. La
capacidad de regeneración de los tejidos depende de la naturaleza de ellos.

La reparación involucra la producción (proliferación) de nuevas células en el estroma (dermis; si


la reparación predomina en esta zona se producen cicatrices) y en el parénquima (Epidermis; si
predomina aquí, la reparación es casi perfecta)

Tipos de cicatrización: Primaria: Es casi perfecta, la cicatriz es pequeña. La reparación de los


tejidos fue completa, al igual que la reparación vascular y sensorial. Secundaria: La
cicatrización produce un queloide, los tejidos han sido reparados, pero no la funcionalidad de
ellos (crecimiento exagerado del tejido cicatrizal).

Factores que afectan la cicatrización: Generales: edad, nutrición, irradiación, fármacos y


enfermedades. Locales: Infección, humedad, suministro sanguíneo, oxigenación, calor y agentes
corrosivos.

Señal de Inflamación.-

Fiebre: respuesta sistémica o total en donde la causa más frecuente es la infección por
bacterias (y sus toxinas) o virus.
 Escalofríos: Cuando el organismo es invadido por patógenos y supongamos que el
ajuste del termostato se incrementa a 39, para ajustarse a esta nueva temperatura
el organismo responde mediante constricción de los vasos sanguíneos y aumento de la
tasa metabólica, lo cual eleva la temperatura, pero a pesar de que la temperatura
aumente por encima de lo normal la piel permanece fría y se siente frío, de ahí el
cuadro de escalofríos, siendo un signo de que la temperatura está aumentando.

 Crisis: Al ya disminuir la infección entran en acción los mecanismos para bajar


la temperatura (vasodilatación, sudoración), la piel se nota caliente y la persona
comienza a sudar; esta fase del proceso febril se denomina crisis, e indica que está
disminuyendo la temperatura corporal.

Componentes celulares de la inflamación.-

Los componentes celulares de la inflamación son todas aquellas células o cuerpos celulares que
actúan como defensa contra la infección e incluyen células de defensa, como las células
fagocitas.

Elementos figurados (formes) de la sangre: La sangre está compuesta por un fluido, el


plasma, y una parte sólida, los elementos figurados, es decir, células y fragmentos de células
suspendidos en el plasma. De todos los elementos figurados de la sangre, nos concierne sólo
uno presente en la sangre, los leucocitos, o glóbulos blancos.

Los leucocitos están divididos en dos categorías principales, basadas en su apariencia bajo el
microscopio de luz (óptico): los granulocitos y los agranulocitos. Los granulocitos deben su
nombre a la presencia de largos gránulos en su citoplasma que pueden ser vistos bajo el
microscopio de luz después de aplicar la tinción. Los granulocitos se diferencian en tres tipos
de células de acuerdo a cómo se tiñen sus gránulos: neutrófilos, basóficlos y eosinófilos. Los
gránulos de los neutrófilos se tiñen lila pálido con una mezcla de tinta ácida y básica. Los
neutrófilos también son llamados comúnmente leucocitos polimorfonucleares o polimorfos (el
término polimorfo hace referencia al hecho de que el núcleo de los neutrófilos tiene de 2 a 5
lóbulos). Los neutrófilos, que son altamente fagocíticos y móviles, se activan en la etapa inicial
de una infección. Tienen la habilidad de dejar la sangre, entrar en el tejido infectado y
destruir los microbios y las partículas extrañas. Los basófilos se tiñen azul-púrpura con el
tinte básico azul de metileno. Los basófilos liberan sustancias como la histamina, que son
importantes en las respuesta inflamatoria y alérgica. Los eosinófilos se tiñen de rojo o naranjo
con el tinte ácido eosina. Los eosinófilos son un poco fagocíticos y también tienen la habilidad
de dejar la sangre. Su función principal es producir proteínas tóxicas para ciertos parásitos,
como el helminto. Aunque los eosinófilos son físicamente más pequeños para ingerir y destruir
a los helmintos, pueden atacar la superficie externa del parásito y descargar iones de peróxido
que los destruyen. Su número incrementa significativamente durante infecciones causadas por
gusanos parásitos y por reacciones de hipersensibilidad (alergias).
Los Agranolucitos también tienen gránulos en su citoplasma, pero éstos no son visibles bajo el
microscopio de luz después de la tinción. Hay tres tipos de agranolucitos diferentes: los
monocitos, las células dendríticas y los linfocitos. Los monocitos no son fagocíticos activamente
hasta que dejan la circulación sanguínea, entrando a los tejidos corporales y madurando como
macrófagos. De hecho, la proliferación de los linfocitos es un factor responsable de la
hinchazón de los ganglios linfáticos durante una infección. Cuando la sangre y la linfa que
contienen microorganismos pasan por órganos que tienen macrófagos, el microorganismo es
removido a través de la fagocitosis. Los macrófagos también se deshacen de las células
sanguíneas desgastadas.

Se cree que las células dendríticas derivan de monocitos. Tienen grandes extensiones que se
parecen a las dendritas de las células nerviosas, por eso su nombre. Las células dendríticas son
especialmente abundantes en la epidermis de la piel, en las membranas mucosas, el timo y los
ganglios linfáticos. La función de las células dendríticas es destruir a los microbios por medio
de la fagocitosis e iniciar la respuesta inmune adaptativa.

Los linfocitos incluyen a las células asesinas (natural killers), los linfocitos T y los linfocitos B.

Las células asesinas se encuentran en la sangre y en el bazo, en los ganglios linfáticos y en la


médula ósea roja. Las células asesinas tienen la habilidad de matar a una amplia variedad de
cuerpos celulares infectados y ciertas células tumorales. Las células asesinas atacan a
cualquier cuerpo celular que muestre anormalidad o algo inusual en las proteínas de la
membrana plasmática. La unión entre las células asesinas y su célula blanco, como una célula
humana infectada, causa la liberación de vesículas que contienen sustancias tóxicas desde la
célula asesina. Algunos gránulos contienen una proteína llamada perforina, que se introduce en
la membrana plasmática de la célula blanco y crea canales (perforaciones) en la membrana.
Como resultado, el fluido extracelular fluye al interior de la célula blanco y la célula se rompe,
este proceso se conoce como citolisis. Otro gránulos de las células asesinas liberan granzimas,
que son enzimas digestoras de proteínas que inducen a la célula blanco a hacer apoptosis, o
destruirse a sí mismas. Este tipo de ataque mata a las células infectadas, pero no a los
microbios dentro de las células; los microbios liberados, que pueden o no estar intactos, pueden
ser destruidos por los fagocitos.

Las células o linfocitos T y B normalmente no son fagocíticos, pero juegan un rol clave en la
inmunidad adaptativa. Esto ocurre en los tejidos linfoides o en el sistema linfático y también
en la circulación sanguínea.

Durante muchos tipos de infecciones, especialmente la bacteriana, el número total de glóbulos


blancos aumenta como una respuesta protectora para combatir los microbios; este incremento
se llama leucocitosis. Durante la etapa activa de la infección, el conteo de los leucocitos puede
doblarse, triplicarse o hasta cuadriplicarse, dependiendo de la severidad de la infección.
Algunas de las enfermedades que pueden generar un incremento en el conteo de leucocitos son
la meningitis, la mononucleosis infecciosa, la apendicitis, la neumonía por neumococos y la
gonorrea. Otras enfermedades como la salmonelosis y la brucelosis y algunas infecciones
virales y rickettsiales (producidas por un tipo de bacterias gram negativas) pueden causar una
baja en el conteo de leucocitos, llamada leucopenia. La leucopenia puede estar relacionada con
problemas en la producción de glóbulos blancos o ser el efecto del incremento de sensibilidad
en la membrana de los glóbulos blancos al daño causado por el complemento, proteína del suero
antimicrobiano que será tratada más adelante. El incremento o la baja de los leucocitos pueden
ser detectados por el conteo de glóbulos blancos diferencial, que es un cálculo del porcentaje
de cada tipo de glóbulos blancos en una muestra de 100 glóbulos blancos.

Sistema Linfático: consiste en un fluido llamado linfa, vasos llamados vasos linfáticos, un
número de estructuras y órganos que contienen tejido linfoide y la médula ósea roja, donde las
células del tronco se convierten en células sanguíneas, incluidos los linfocitos; las fibras
linfoides, que atrapan microbios, y los macrófagos y células dendríticas que destruyen
microbios a través de la fagocitosis. Toda la linfa pasa eventualmente por el ducto torácico
(linfático izquierdo) y por el ducto linfático derecho y luego sus respectivas venas subclavias,
donde el fluido ahora se llama plasma sanguíneo. El plasma sanguíneo se mueve a través del
sistema cardiovascular y en última instancia se convierte en líquido intersticial entre células
del tejido, y otro ciclo comienza.

El tejido y los órganos linfoides están dispersos a lo largo de las membranas mucosas que
envuelven los tractos gastrointestinal, respiratorio, urinario y reproductivo. Protegen contra
los microbios que son ingeridos o inhalados. Largas agregaciones múltiples de tejido linfoide se
localizan en partes específicas del cuerpo. Estos incluyen las amígdalas en la garganta y la
placa de Peyer en el intestino delgado.

El bazo contiene linfocitos y macrófagos que monitorean la sangre buscando microbios y


secretando productos como toxinas, muchos como los ganglios linfáticos que monitorean la
linfa. El timo sirve como sitio de maduración de los linfocitos T. También contiene células
dendríticas y macrófagos.

Fagocitos.-

La fagocitosis (del griego que significa comer y células) es la ingestión de un microorganismo u


otras sustancias (como restos) por una célula. La fagocitosis también está involucrada con la
remoción de restos como cuerpos celulares muertos y proteínas desnaturalizadas. En este
caso, ayudan a la reparación de los tejidos. Las células que realizan esta función son llamadas
colectivamente fagocitos, de los cuales todos son tipos de glóbulos blancos o derivados de
ellos.

Acción de las células fagocitas.


Cuando ocurre una infección, todos los granulocitos (en especial los neutrófilos, pero también
los eosinófilos y las células dendríticas) y los monocitos migran hacia el área infectada.
Durante la migración, los monocitos aumentan y se perfeccionan activamente como macrófagos
fagocíticos. Estas células dejan la sangre y migran hacia los tejidos en donde aumentan y se
desarrollan como macrófagos. Algunos macrófagos, llamados macrófagos fijos en ciertos
tejidos y órganos del cuerpo. Los macrófagos fijos se encuentran en el hígado (células de
Kupffer), los pulmones (macrófagos alveolares), el sistema nervioso (células microgliales),
tubos bronquiales, el bazo (macrófagos esplénicos), ganglios linfáticos, médula ósea roja y la
cavidad peritoneal que rodea los órganos del abdomen (macrófagos peritoneales). Otros
macrófagos son móviles y se llaman macrófagos libres o errantes, que vagan por los tejidos y
se reúnen en sitios de infección o inflamación. Los variados macrófagos del cuerpo constituyen
el sistema fagocítico mononuclear o sistema retículo-endotelial.

Durante el transcurso de una infección, ocurre un cambio en el tipo de glóbulos blancos que
predominan en el torrente sanguíneo. Los granulocitos, especialmente los neutrófilos, son
predominantes durante la fase inicial de una infección bacteriana, durante la cual son
fagocíticos activamente. Sin embargo, cuando la infección progresa, los macrófagos
predominan; ellos rebuscan y fagocitan las bacterias vivas restantes y las muertas o
moribundas. El incremento en el número de monocitos (que se convierten en macrófagos)
también se refleja en el conteo de glóbulos blancos diferenciales.

Funciones de los macrófagos.

La principal función de un macrófago es la de fagocitar elementos extraños presentes en el


organismo, como lo son los microorganismos, células muertas o con anormalidades en sus
proteínas, entre otros.

Además, aunque en menor medida que otras células pero de igual forma, presentan antígenos a
los linfocitos T helper, esto gracias a que tiene en su membrana plasmática el complejo de
histocompatibilidad mayor o HMC, al igual que otras células fagocitas. Esto ayuda a generar,
posteriormente, la inmunidad adaptativa o adquirida.

Durante la fase activa de la inflamación, ayudan a la reparación y regeneración del tejido


dañado, fagocitando células muertas y dañadas para dar lugar al crecimiento de nuevas células
sanas, y además secreta factores de crecimiento que estimulan la síntesis por parte de los
fibroblastos de, entre otras células precursos de tejido, colagenoblastos y osteoblastos, que
posteriormente se convertirán en tejido nuevo conectivo (colágeno y hueso). También estos
factores de crecimiento estimulan la síntesis de nuevos vasos sanguíneos por parte de las
células endoteliales. Sin embargo, la regeneración del tejido dañado nunca es completa, y hay
tejido que es más fácil de regenerar, como por ejemplo la piel. El pelo y las glándulas no se
vuelven a regenerar.
Células Plasmáticas: Estas células se diferencian claramente porque tienen un aspecto
diferente, con un núcleo excéntrico y grumos de cromatina de forma periférica. Contiene una
gran cantidad de retículo endoplasmático rugoso y ribosomas. La función de este tipo de
células es la producción de anticuerpos en contra de un antígeno específico, y lo logran gracias
a la diferenciación de los linfocitos B maduros y activados.

Mediadores Químicos de la inflamación.-

Los mediadores químicos de la inflamación son pequeñas partículas, ya sean proteínas,


aminoácidos modificados o lípidos, que son capaces de despertar una respuesta específica en
algunas células.

Su origen es plasmático, es decir que están circulando en el plasma y se originan en el hígado,


o celular, que es desencadenado por factores como productos microbianos en el medio o
proteínas del mismo huésped que son activadas por la presencia de microbios o tejidos
dañados.

Para cumplir su función, por lo general deben unirse a receptores específicos en la membrana
de la célula blanco o diana, de esta forma las activan. La presencia de mediadores químicas
produce, entre otras cosas, la activación de ciertas células; que las células dianas secreten más
mediadores para amplificar la respuesta; y un aumento en la permeabilidad de los vasos
sanguíneos, en la quimiotaxis, la opsonización, vasodilatación y hematopoyesis. Esto genera que
lleguen mayor cantidad de células al lugar de la inflamación y se sinteticen a su vez nuevas
células sanguíneas y maduren y germinen las que ya estaban en la médula ósea, para ayudar en
la respuesta inflamatoria.

Aminas Vasoactivas.-

Se almacenan preformadas en gránulos, dentro de las células que los producen. Son mediadores
de la inflamación.

-Histaminas: producida en su mayoría por los Mastocito y en menor medida por Basófilos y
Plaquetas. La histamina puede ser liberada desde los mastocitos, cuando estos se desgranulan
en respuesta a estímulos como daño tisular, cambios de temperatura, traumatismo, unión con
anticuerpos (alergia), unión a elementos del sistema de complemento (anafilotoxinas C3a y
C5a), por proteínas que induzcan a la liberación de histaminas (leucocitos), por neuropeptidos
(sustancia P) y citoquinas. Estos compuestos tienen como función dilatar arteriolas y aumentar
la permeabilidad de las venas. Esto facilita la movilización de compuestos hacia la zona de
inflamación y el paso de sustancias desde las venas hacia el tejido dañado y la salida del
exudado. Esto gracias a los receptores H1 (presentes en células endoteliales).

-Serotonina: Presenten en plaquetas y células neuroendocrinas. Su segregación se activa con la


agregación plaquetaria al contacto con colágeno, trombina, ADP y complejo antígeno-
anticuerpo. Su función es aumentar la permeabilidad vascular.

El complemento.-

El complemento fue descubierto a finales del siglo XIX por Bordet como algo presente en el
suero inmune que ayudaba o "complementaba" el efecto de los anticuerpos en su acción
destructora de bacterias. El complemento es termolábil de forma que si el suero es calentado
a 56 o más grados el efecto no se produce.

Efectivamente hoy se sabe que los factores del complemento potencian la inflamación y la
fagocitosis y actúan produciendo la lisis de microorganismos. Esto es de una gran importancia
en la defensa del organismo, esencialmente como parte de la respuesta innata, tan eficiente
frente a gérmenes que han conseguido atravesar las barreras naturales de defensas como son
la piel y las mucosas. También potenciando la acción de los anticuerpos como parte de la
respuesta humoral. El complemento es especialmente importante frente a gérmenes gram
negativos que pueden ser directamente lisados por anticuerpos y complemento.
La mayor parte de los factores del complemento son proteínas plasmáticas y una pequeña parte
de ellos son proteínas de membrana. La mayoría de los factores del complemento se nombran
con una letra seguida de un número (C1, C2, C3 entre otros) y otros poseen nombres propios
(factor B, properdina, etc.). Desgraciadamente los factores no se han descubierto en el mismo
orden que indica su numeración y este es uno de los elementos más incómodos a la hora de
estudiar el complemento. Por ejemplo, a la activación de C1 sigue la de C4 y C2. Muchos de los
componentes del complemento (C2, C3, C4, C6, C7, C8, Factor B y Factor I) son polimórficos.
Es decir, que aunque estas moléculas se encuentran en todos los individuos, no son idénticas en
todos ellos existiendo diferencias alélicas de unos a otros. Estas diferencias se acentúan entre
poblaciones y razas distintas.
El hepatocito es el principal productor de factores del complemento. También los macrófagos
activados producen la mayoría de los factores del complemento en el foco inflamatorio, lo que
es de gran importancia porque así se garantiza la presencia de factores del complemento en el
foco inflamatorio. Las citocinas inflamatorias (IL1, IL6 y TNF) e IFN-γ incrementan la síntesis
de algunos factores del complemento en el hígado.

Activación del complemento.

En la activación se ponen en marcha reacciones en cascada, de forma que en cada reacción se


genera un producto activo, que además de determinar que la cadena prosiga hasta la reacción
siguiente, puede tener acciones biológicas importantes en la defensa del organismo.
Algunos de los factores del complemento son enzimas con carácter proteolítico. Cuando uno de
estos enzimas actúa sobre su sustrato, éste se escinde en dos fragmentos. Estos fragmentos
se nombran igual que al sustrato pero agregándoles una letra minúscula. Por ejemplo C3 se
escinde en dos fragmentos, al mayor se le llama C3b y al menor C3a. Habitualmente los dos
fragmentos resultantes de reacciones de este tipo tienen actividad biológica, si bien dichas
acciones son distintas para cada uno de ellos.
La activación del complemento puede iniciarse de tres formas distintas dando lugar a lo que se
viene en denominar las tres vías del complemento. Estas son:

• la vía clásica,
• la vía alternativa
• la vía de las lectinas

La vía clásica se inicia por la unión antígeno/anticuerpo, la vía alternativa por las membranas
bacterianas directamente y la vía de las lectinas por manosa de polisacáridos presentes
generalmente en la superficie de bacterias. En todos estos procesos de activación se llega a un
paso en el que C3 se escinde en C3a y C3b. Después el C5 se escinde en C5a y C5b. El C5b es el
primer factor de la llamada vía terminal o lítica, en la que confluyen las tres vías del
complemento mencionadas.

El complemento es un sistema muy eficiente para luchar contra las infecciones. Una vez
iniciado se produce una amplificación progresiva de las reacciones que lo convierte en un
fenómeno imparable hasta que consigue el objetivo de aniquilar al microorganismo que lo puso
en marcha. El inicio por error de esta cadena de reacciones acarrearía serias consecuencias
para la salud. Por este motivo no es de extrañar que existan tantos factores encaminados a
controlar el sistema como factores tiene el propio complemento. A pesar de ello el
complemento entra a veces en un círculo vicioso de activación que puede terminar con la vida
del individuo. Este es el caso de la coagulación intravascular diseminada, aunque como indica su
nombre están involucrados otros sistemas, como el de la coagulación, de las kininas y el
fibrinolítico.
Algunos animales de presa cusan la muerte de sus víctimas inyectándoles productos que activan
el sistema del complemento. El factor de veneno de cobra no es más que un análogo del factor
del complemento C3b que provoca una activación masiva del complemento que termina causando
la muerte en pocos minutos.

Vía alternativa.

Esta vía se inicia en presencia de gérmenes y no necesita la presencia de anticuerpos para


activarse por lo que representa un mecanismo de defensa importante en los estadios iniciales
de la infección, cuando aún no se ha hecho efectiva la respuesta inmune humoral.
El primer factor de esta vía, es el C3, se está activando permanentemente pero a una tasa muy
moderada. Esta baja tasa de activación de C3, junto con otros factores de control hace que la
vía no se dispare y se amplifique indebidamente. La activación y amplificación ocurren
solamente en presencia de ciertos agentes, principalmente bacterias. Por ello distinguimos dos
situaciones en esta vía: en estado de reposo y en estado de activación.

La vía alternativa en estado de reposo.

En el plasma existen enzimas naturales que escinden lentamente a C3 en un proceso


denominado "marcapasos de C3". Como consecuencia de esta lisis queda un pequeño fragmento
C3a y otro mayor C3b. En este queda un enlace tioéster expuesto. En ausencia de infección el
C3b permanece en la fase fluida y se combina con una molécula de agua, quedando así el enlace
tioéster hidrolizado y el C3b inactivado.

Vía alternativa en estado de amplificación.

C3b, como todos los factores del complemento, se encuentra tanto en la sangre como en todos
los tejidos del organismo. En cualquier parte del organismo, por tanto, está efectuándose
permanentemente la escisión lenta de C3 descrita en el apartado anterior. La aparición en la
escena de un microorganismo apropiado cambia el destino de C3b pues en vez de entrar en una
vía de catabolismo forma un enlace covalente con la superficie del germen que amplifica la vía
alternativa.
Además, otro factor del complemento, el factor B, se une a C3b, bloqueando la unión del factor
H. Se forma así sobre la bacteria el complejo C3bB, significando este paso el inicio de la
cascada de reacciones de la vía alternativa C3bB tiene una vida media de milisegundos y esto
representa un efectivo mecanismo de control del sistema dado que si C3bB no queda adherido
sobre la superficie del germen se inactivará rápidamente, disminuyendo el riesgo de que se
adhiera a un componente de nuestro propio organismo.
Sobre el factor C3bB actúa el factor D del suero, que tienen actividad serinesterasa sobre B.
La escisión de un pequeño fragmento de B (Ba) deja sobre la superficie del germen el complejo
C3bBb, que ahora tiene vida media de 1 minuto.
Este complejo C3bBb se denomina convertasa de C3 de la vía alternativa porque posee poder
hidrolítico sobre C3, el factor más abundante del complemento. La acción sucesiva de C3bBb
sobre muchas moléculas de C3 del entorno produce gran cantidad de fragmentos de C3b que
quedan adheridos a la superficie del germen. El germen termina siendo opsonizado por cientos
o miles de moléculas de C3b, es decir, es "marcado" para que sea fácilmente reconocido y
fagocitado por células fagocitarias, que poseen receptores para este C3b. En paralelo a la
liberación de C3b se producen fragmentos de C3a de gran importancia funcional como veremos
después.
Existe todavía otro factor, la properdina, que se une a C3bBb para dar el complejo C3bBb
properdina (C3bBbP), que adquiere ahora una vida media de 5 minutos. Antiguamente a esta vía
se le llamaba de la properdina. Como se puede observar, los factores del complemento se van
estabilizando progresivamente sobre la superficie del germen adquiriendo cada vez una vida
media más larga.
La fagocitosis de microorganismos opsonizados por C3b es el mecanismo de muerte más
importante de esta vía alternativa. No obstante existe un mecanismo de muerte de reserva por
el que esta vía alternativa puede dar muerte a los gérmenes incluso en ausencia de fagocitos.
Cuando C3bBb se acopla con otra molécula de C3b se forma el complejo C3bBb3b que posee
actividad enzimática sobre el factor C5. La escisión de C5 es el primer paso de la vía lítica que
concluye con la formación del complejo de ataque y perforación de la membrana como se verá
más adelante.

Vía clásica.

Se inicia en la superficie de una célula o bacteria cuando a ella se unen anticuerpos (unión
Ag-Ac) y en consecuencia se active la fracción C1 y siempre que el anticuerpo que participe en
ello sea del tipo IgM o IgG de las clases IgG1, IgG2 o IgG3. En el caso de la IgG (monomérica)
se necesitan al menos dos complejos Ag-Ac cercanos para que las fracciones Fc de la IgG unan
y activen el factor C1. En el caso de la IgM (pentamérica) solo es necesario un complejo Ag-Ac.
La unión de la Ig al antígeno induce un cambio conformacional en los dominios de la región Fc
que permite la unión del factor C1.

Activación del factor C1.

El factor C1 está compuesto por tres subunidades proteicas, C1q, C1r y C1s. El C1q está
formado por cadenas polipeptídicas idénticas, cada una de las cuales posee un extremo
fibroso y otro globular por donde reconoce a la región constante de los anticuerpos. Los C1r y
C1s son serinproteasas. El complejo C1 esta formado por una molécula de C1q, dos de C1s y dos
de C1r.
La subunidad C1q es por donde se fija al extremo Fc del anticuerpo. Este fenómeno pone en
marcha la cascada de reacciones. C1q va a activar a dos subunidades C1r, que actuará sobre dos
C1s que, adquieren actividad de esterasa de tipo serina, responsable de iniciar las fases
siguientes. Para que se produzca la activación de C1q, éste debe estar unido por su región
globular al menos a dos moléculas de IgG, mientras que en el caso de la IgM pentamérica una
sola molécula es suficiente.
Un aspecto importante para entender algunas patologías en las que se activa el complemento de
forma anómala es que C1 solamente se activa cuando las regiones constantes de las
inmunoglobulinas a las que ha de unirse se encuentran a una distancia apropiada sobre una
superficie estable. Esto explica por qué el complemento no se activa por complejos antígeno-
anticuerpo solubles en la sangre y en los líquidos biológicos. Por el contrario, en algunas
enfermedades autoinmunes los complejos antígeno-anticuerpo van depositándose lentamente a
lo largo de los años en los filtros biológicos hasta que el factor C1 acaba por encontrar las
condiciones idóneas para depositarse sobre dichos complejos y activarse. Estos órganos
terminan siendo dañados por el complemento, sin tener nada que ver con la reacción inmune que
ha dado lugar a los complejos.
La activación de C1q provoca que una molécula de C1r del complejo C1qr2s2 pierda por
autocatálisis un fragmento de bajo peso molecular, quedando activada. Esta molécula activa a la
otra molécula de C1r. Las dos moléculas de C1r atacan a las dos moléculas de C1s liberando
sendos fragmentos de bajo peso molecular, dejando expuestos sus dominios catalíticos. La
activación de C1 es Ca++ dependiente. De esta forma C1s se convierte en un enzima del tipo
serin-proteasa cuyo substrato son los factores C4 y C2.

Activación de C4 y C2.

C1s (del complejo C1q2r2s) actúa sobre la cadena α de C4 produciendo su escisión en dos
fragmentos, uno pequeño C4a que es una anafilotoxina de baja actividad y otro mayor C4b, que
se une por enlace covalente de tipo éster o amida a la superficie celular. La vida media de C4b
es tan sólo de milisegundos y esto representa un mecanismo de seguridad para que la reacción
solamente progrese si se realiza sobre la superficie de un germen y otra célula.
C1s también actúa sobre C2, provocando la escisión de esta molécula en dos fragmentos, uno
pequeño C2b, sin actividad de anafilotoxina, y otro mayor C2a. Este último se une al C4b para
formar sobre la superficie del germen el complejo C4b2a. Este complejo tiene actividad
esterásica y su substrato es el C3 por lo que a C4b2a se le llama convertasa C3 de la vía
clásica.
La unión de C2a a C4b da estabilidad al complejo C4b2a que pasa a tener una vida media de 5
minutos. De esta manera se observa como tanto en la vía alternativa como en la clásica a
medida que progresan las reacciones no sólose amplifica el fenómeno sino que sus componentes
se van haciendo más estables sobre la superficie celular.
El complejo C4b2a, con centro activo en C2a, actúa sobre la cadena alfa del factor C3 que se
transforma por proteólisis en dos fragmentos, uno pequeño la anafilotoxina C3a, que pasa al
medio líquido, y C3b que se une a la membrana celular mediante enlace de tipo éster o amida. El
germen se ve progresivamente rodeado por cientos o miles de fragmentos C3b para el cual
tienen receptores los fagocitos. El germen es así opsonizado, o lo que es igual, "marcado" para
ser reconocido, interiorizado y destruido por los fagocitos, siendo este el mecanismo de
muerte más importante del complemento. La fagocitosis de células mediada por C3b ilustra
mejor que ningún otro fenómeno el paralelismo de las vías alternativa y clásica del
complemento.

Convertasa de C5 de la vía clásica.


En un ambiente en el que se generan grandes cantidades de C3b uno de estos fragmentos se
acopla con el ya existente en la membrana, C4b2a, para dar el complejo C4b2a3b, que tiene
actividad enzimática sobre C5 y se llama por eso convertasa de C5 de la vía clásica.
Como consecuencia de la acción de este enzima se escinden muchas moléculas de C5 en un
fragmento grande C5b, que queda anclado sobre la superficie de la célula y otro menor, C5a,
que es la anafilotoxina con mayor actividad biológica.
La escisión de C5 en sus dos componentes es la última reacción del complemento que implica
hidrólisis de fragmentos y la unión de C5b a la membrana es el primer paso de la vía lítica del
complemento, que culminará en la formación del complejo de ataque a la membrana como
veremos más adelante.

Vía de las lectinas.

La función que C1q cumple en la vía clásica es reemplazada en esta vía de la lectina por una
proteína sérica de origen hepático de la familia de las colectinas llamada proteína fijadora de
manosa (MBP, mannose-binding protein) que puede reconocer restos de manosa en los
polisacáridos de membrana de una gran variedad de gérmenes (bacterias, hongos, protozoos y
virus). Por tanto esta vía puede activarse en ausencia de anticuerpos y por tanto se puede
poner en marcha incluso en individuos que no han sido previamente inmunizados.
La estructura básica de la MBP se puede polimerizar en grado variable pero su actividad
biológica requiere al menos el grado de complejidad del tetrámero. El extremo lectina
reconoce la manosa en la superficie de los gérmenes y el extremo colágeno activa la cascada
del complemento, si bien puede llevar a cabo otras funciones efectoras. La MBP es por tanto
estructural y funcionalmente muy parecida a C1q.
La MBP se encuentra en suero asociada a una proteína con actividad enzimática parecida a C1s
denominada MASP (MBP-associated binding protein, proteína asociada a MBP). MASP adquiere
actividad enzimática cuando el extremo lectina de la MBP reconoce a la manosa sobre la
superficie de gérmenes. MASP activada escinde a C2 y C4 de forma similar a como lo hace C1s,
progresando entonces la cascada del complemento de forma idéntica a cómo lo hace en la vía
clásica. MASP existe en cuatro formas (MAS-1, 2, 3 y Map), si bien la más importante
funcionalmente es la MASP-2.
La MBP, además de su función en la activación de C2 y C4, se comporta como un factor
opsonizante para los gérmenes, facilitando así su fagocitosis y destrucción por parte de células
del sistema fagocítico mononuclear.

Vía lítica del complemento.

La vía alternativa, la vía clásica y la vía de la lectina confluyen en una vía común denominada vía
lítica por la cual se formará el complejo final con capacidad citolítica propia del final de esta
cascada del complemento. El primer paso de esta vía es la escisión de C5 en dos componentes,
C5b y C5a. Esta escisión la pueden llevar a cabo dos enzimas, una generada en la vía alterna,
llamada C3bBb3b, y otra en la vía clásica y en la vía de la lectina, llamada C4b2a3b.
Por el efecto de estas enzimas, cientos o miles de fragmentos de C5b se unen a la membrana y
cada uno de ellos capta desde la fase fluida circundante los fragmentos C6 y C7, que ya
adquieren actividad quimiotáxica y de fijación a membranas.
Si al complejo C5b67 se une la fracción C8, el complejo C5b678 adquiere capacidad citolítica
gracias a que C8 modifica su configuración espacial para ofrecer zonas hidrofóbicas que
facilitan su inserción en la membrana. Este complejo adquiere capacidad para interactuar con
el factor C9 formando el complejo C5b6789.
Las moléculas de C9 (en número de 1 a 18) sufren cambios y presentan más zonas hidrofóbicas
que aceleran la penetración de este complejo en la membrana. El complejo C5b6789 recibe el
nombre de complejo de ataque a la membrana. La polimerización de C9 crea cientos o miles de
poros que ponen en contacto directo el medio intra y extracelular. Estos poros permiten el
intercambio masivo de sales, iones y agua a una tasa tal que las bombas biológicas son incapaces
de mantener los gradientes de concentración transmembrana y por tanto también las
diferencias de potencial. Esto significa el derrumbe osmótico y la lisis de la célula.
Los linfocitos T citotóxicos y las células NK producen una proteína llamada perforina muy
similar a C9 y que al igual que ésta se polimeriza sobre la superficie de las células diana
atacadas por estos linfocitos.

Funciones del complemento.

El complemento posee una extensa variedad de funciones, esencialmente dirigidas a la


eliminación de microorganismos y que actúan como parte de la respuesta inmune innata o
potenciando la acción de los anticuerpos en la respuesta adaptativa humoral. Entre ellas
destacan las acciones:

• Citolítica,
• Anafilotóxica,
• Quimiotáxica
• Facilitadora de la fagocitosis (opsonización)

A estas acciones se pueden unir otras, tales como su participación en el aclaramiento de


inmunocomplejos y su apoyo en el proceso de activación de linfocitos B. En suma, todas estas
acciones hacen que el complemento sea un factor fundamental potenciando la inflamación por
diferentes mecanismos, fenómeno básico en la defensa frente a infecciones. A continuación se
analizan cada una de estas funciones.

Acción citolítica del complemento.

La lisis directa de un gran número de bacterias, tales como bacteridium, salmonella, shigella,
escherichia, vibrio, treponema y otras, se desarrollan por los cambios electrolíticos y
osmóticos que producen cientos o miles de poros formados por el complejo de ataque a la
membrana C5b6789 (MAC), que ha sido analizado en apartados anteriores cuando ha sido
estudiada la vía lítica del complemento. Este proceso de destrucción directo mediado por el
complejo de ataque a la membrana se denomina citotoxicidad dependiente del complemento.

Acción facilitadora de la fagocitosis.


Como hemos vistos a lo largo de las vías del complemento algunos factores tras su activación se
asientan de forma estable sobre la superficie de los gérmenes. Los gérmenes quedan así
opsonizados, un término que etimológicamente significa “marcado para ser comido”.
Los factores del complemento que llevan a cabo este marcaje se llaman opsoninas y entre ellas
se encuentran factores del complemento propiamente dichos como C1q, C3b, C5b67, C5b6789,
o productos de degradación del complemento que quedan igualmente unidos a la superficie
celular y sirven también de marcadores, como iC3b, C3d y C3dg. El reconocimiento, fagocitosis
y destrucción intracelular de los gérmenes portadores de opsoninas en su superficie lo llevan a
cabo distintos tipos de células que poseen receptores para dichas opsoninas.
Los receptores involucrados en el reconocimiento de opsoninas son CR1, CR3, CR4 y C1qR (CR,
complemento receptor). CR2 no está involucrado en este proceso porque se expresa en células
que no son fagocitarias “profesionales”. Tampoco están involucrados C3aR ni C5aR porque sus
ligando no quedan en ningún momento fijados sobre la superficie celular. No obstante C3a y
C5a juegan un papel importante en la inflamación porque las células en las que se expresan sus
receptores están muy relacionadas con este proceso.

Acción anafilotóxica del complemento.

En algunos de los pasos de las vías del complemento se liberan pequeños fragmentos, como
son C3b, C4b y C5b, con importantes funciones inductoras de inflamación por su acción
estimulante de células cebadas, con lo que éstas liberan mediadores responsables
de reacciones anafilácticas.
De esta manera se provoca la contracción del músculo liso de la parte venosa de los vasos
sanguíneos de la zona infectada, con lo se produce una vasodilatación y por consiguiente un
aumento de la permeabilidad del vaso. Esto facilita la llegada de más fagocitos y más factores
del complemento desde la sangre.
En su conjunto, la acción de las anafilotoxinas, junto con la de las citocinas de inflamación (IL-1
y TNF), pueden explicar de forma lógica los signos locales de la inflamación tales
como enrojecimiento, aumento de tamaño, aumento de temperatura y dolor.

Acción quimiotáctica del complemento.

También ciertos factores liberados en las reacciones del complemento poseen acciones
quimiotácticas, atrayendo células al foco inflamatorio donde se están produciendo. Entre ellos
destaca el fragmento C5a frente al cual las células fagocitarias poseen receptores de forma
que cuando en un foco de infección se liberan y se difunden, se movilizan los fagocitos hacia
ese lugar.

Aclaramiento de inmunocomplejos.

Los eritrocitos, mediante su receptor CR1 y a través del factor C3b unido a inmunocomplejos
circulantes, hacen que éstos sean eliminados desapareciendo su peligrosidad para el
organismo. Este proceso ocurre en el hígado o bazo, donde los inmunocomplejos son liberados
por los eritrocitos. Así a su paso por el hígado o el bazo, los macrófagos de estos órganos,
mediante sus receptores CR1, CR3 o CR4, unen los inmunocomplejos a través de C3b (o
mediante receptores para Fc a través de IgG) y los fagocitan quedando libres los eritrocitos
para captar nuevos inmunocomplejos. Siendo el hematíe la partícula celular más abundante de
la sangre es fácil entender la eficiencia de este mecanismo.

Estimulación de la respuesta inmune humoral.

Los linfocitos B poseen un receptor (CR2) para varios subproductos del complemento, entre
ellos C3d. Cuando una bacteria opsonizada por C3d es reconocida por los anticuerpos de
superficie de un linfocito B, esta célula recibe las dos señales que necesita para activarse: una
señal por sus anticuerpos de membrana y otra por el receptor para C3d. Esto hace que el
linfocito experimente una expansión clonal que irá seguida de transformación en células
plasmáticas secretoras de anticuerpos dirigidos contra el germen que inició la reacción.

Mecanismos de regulación del complemento.

Dado el gran potencial lesivo del sistema del complemento, éste debe de encontrarse
estrechamente regulado por diversos mecanismos y moléculas, al objeto de evitar la lisis de las
células autólogas del individuo donde asienta. El mecanismo más simple de regulación es la baja
concentración y labilidad de muchos de sus factores, sin embargo existen factores que
actúan regulando la cascada del complemento en distintos puntos estratégicos. Los principales
puntos de acción de estos factores se encuentran inhibiendo el C1, el C4, el C3 o inhibiendo el
MAC.
Inhibición de C1. En este fenómeno interviene el inhibidor de la C1 esterasa (C1inh) que
bloquea la formación de C3b convertasa de la vía clásica por su capacidad de unión y
neutralización de los fragmentos C1r y C1s. En los casos de deficiencia en C1inh aparece el
edema angioneurótico hereditario, porque el C1 activado degrada elevadas cantidades de C2
produciendo un acumulo de C2b. Este factor es degradado anormalmente por plasmina, lo que
da lugar a C2-Kinina que es un potente vasodilatador y aumenta la permeabilidad vascular
produciendo los edemas característicos del cuadro clínico mencionado.
Inhibición de C4. El C4 puede ser inhibido por el factor C4BP (C4-binding protein), tiene la
capacidad de captar C4b facilitando su disociación del complejo C4b2a e inhibiendo, por tanto,
la actividad de convertasa de C3. El factor I (FI) es una esterasa de tipo serina que circula en
forma activada. El C4b disociado es susceptible de ser atacado por el factor I y ser degradado
en C4c y C4d. Los receptores de membrana DAF (factor acelerador de la degradación) y la
MPC (cofactor proteínico de membrana) se encuentran ampliamente distribuidos en células
inmunes y no inmunes. Tienen la capacidad de inhibir la unión, facilitar la disociación de C4b y
C2a (DAF) o favorecer que el factor C4b pueda ser degradado por el FI (MCP). Estos
receptores son de gran importancia en los mecanismos de prevención de lisis de las células
autólogas.
Inhibición de C3. La regulación de C3, al ser éste el factor central en la activación del
complemento, es probablemente el mecanismo de regulación más importante. En este sentido
interviene: El factor H (FH) es una proteína plasmática homóloga que tiene la capacidad de
unir C3b en la fase fluida. Otro regulador importante es el Factor I que ataca entonces C3b
liberando una pequeña fracción C3f y convirtiéndolo en iC3b.
Un defecto en este tipo de regulación acontece en un tipo de glomerulonefritis (membranosa
tipo II), en la que aparecen autoanticuerpos (factores nefríticos) que se une al complejo
C3bBb, estabilizándolo y haciéndolo resistente a la acción de FH. Los receptores de membrana
CR1, DAF y MCP actúan sobre el C3b de forma semejante a su actuación sobre C4b: inhiben la
unión o facilitan la disociación C3bBb (CR1, DAF) o actúan como cofactores del factor I en la
degradación de C3b unido a la membrana (CR1, MCP). En este caso C3b también se degrada a
iC3b, sobre el que el factor I puede seguir ejerciendo su actividad catalítica originando las
fracciones C3c y C3dg. Todos estos mecanismos inhiben la capacidad de C3b de formar
convertasa de C5, así como de que C3b medie la adherencia celular. Sin embargo iC3b sí
mantiene la capacidad de adherencia a células fagocíticas por los receptores de estas células
para iC3b (CR1, CR3 y CR4).

Inhibición del MAC. En este sentido actúan:

• La proteína S (vitronectina) es una glucoproteína plasmática con capacidad para unirse


al complejo C5b67 impidiendo que éste se una a la membrana celular.
• El CD59 que es una proteína ampliamente distribuida en las membranas celulares que
inhibe la inserción de C9 en el complejo C5b-8.
• El factor de restricción homóloga (Homologous Restriction Factor, HRF) también está
ampliamente distribuido en la membrana de las distintas células y presenta una función
equivalente al CD59.

Protección de lo propio, lisis de lo extraño.

Se piensa que los factores reguladores DAF, HRF y CD59 actúan exclusivamente en la
inhibición de la lisis de las células del propio organismo donde asientan. Estas proteínas de
membrana se detectan fundamentalmente en eritrocitos y células endoteliales que son las
células que se encuentran en mayor peligro de autolisis por el complemento.
En la enfermedad hemoglobinuria paroxística nocturna hay un defecto congénito de DAF, HRF
y CD59 produciéndose una anemia debido a la lisis de los hematíes, lo cual ocurre
frecuentemente durante la noche. Lógicamente los gérmenes no presentan en sus membranas
moléculas reguladoras de la autolisis por lo que no pueden protegerse de los efectos líticos del
complemento. Esto determina, por tanto, un mecanismo rudimentario de discriminación entre lo
propio y lo no propio.
En algunos gérmenes la simple presencia de una cápsula puede ser un mecanismo de resistencia
al complemento. Otros gérmenes presentan proteínas de membrana que impiden el desarrollo
del MAC o enzimas que degradan los factores del complemento o liberan factores proteicos
que inactivan las convertasas de C3, etc.
Cininas.-

Son un grupo de sustancias que causan vasodilatación y aumento de la permeabilidad de los


vasos sanguíneos.

Vasodilatación

• Generan péptidos vasoactivos mediante


o Proteínas plasmáticas: Cininógenos
o Proteasas: Calicreínas
Permeabilidad

• Acción de la bradicinina la que aumenta la permeabilidad muscular, contracción


del musculo liso y una vasodilatación.
Se encuentran comúnmente en el plasma sanguíneo, y se activan en caso de inflamación
generando quimiotaxis para atraer a

• Granulocitos
• Neutrofilos.

Proteínas Plasmáticas.

o Proteasas Plasmáticas:

 Bradicinina: Aumenta la permeabilidad vascular y causa contracción del músculo


liso, dilatación de los vasos y dolor

 Trombina: Aumentar la lesion leucocitaria y proliferacion de fibroblasto.

 Factor de Hageman: Inicia el sistema de las cininas, de la coagulación, el


sistema fibrinolitico y el sistema del complemento.

Metabolitos del Acido Araquidónico

o Lipoxigenasas

o Ciclooxigenasas

Oxido Nítrico:

o Gas soluble producido por macrófagos y algunas neuronas.

o Factor liberado por las células endoteliales (denomino factor relajante derivado
del endotelio) que origina una:

 Vasodilatación (produciendo relajación del músculo liso vascular).

 Disminuye la agregación plaquetaria.

 Reduce el reclutamiento de leucocitos.

 Microbicida en macrófagos activados.

Citocinas.
Son proteínas que regulan las funciones de las células que las producen o de otras células. Son
los agentes responsables de la comunicación intercelular, inducen la activación de receptores
específicos de membrana, funciones de proliferación y diferenciación celular, quimiotaxis,
crecimiento y modulación de la secreción de inmunoglobulinas. Son producidas
fundamentalmente por los linfocitos y los macrófagos activados, aunque también pueden ser
producidas por leucocitos polimorfonucleares (PMN), células endoteliales, epiteliales y
del tejido conjuntivo. Según la célula que las produzca se
denominan linfocinas (linfocito), monocinas (monocitos, precursores de los macrófagos)
o interleucinas (células hematopoyéticas). Su acción fundamental es en la regulación del
mecanismo de la inflamación. Hay citocinas pro-inflamatorias y otras anti-inflamatorias.

Se clasifican en 5

1. Regulación de la
función leucocitaria
IL2,4,10 y TGF beta
2. Las Implicadas en la
inmunidad natural FNT
alfa,IL1 beta e
interferones
3. Que activan células
inflamatorias IFN
gama TNF alfa y beta
e IL5,10,12
4. Quimiocinas
5. Las que estimulan la
hematopoyesis IL3,7

Radicales Libres de Oxígeno.

Pueden liberarse al medio extracelular por los leucocitos después de que hayan sido activados
por la presencia de microorganismos, o después de fagocitosis.

Las principales especies producidas intracelularmente son: el anión superóxido, el peróxido de


hidrogeno, y el radical hidroxilo.

La liberación extracelular de estas potentes sustancias a bajas concentraciones activan


quimiocinas, citoquinas, y moléculas de adhesión leucocitaria endotelial, amplificando la
respuesta inflamatoria.

Constituyentes Lisosomales.
Presenten es los Neutrófilos y los Monocitos. Son gránulos presenten en este tipo de células y
ayudan a la digestión de los materiales fagocitados. Pueden ser gránulos primarios o azurófilos
o gránulos secundarios o específicos. En los primarios se a distinguido 10 sustancias
antimicrobianas, como la lisozima y proteína bactericida aumentadora de permeabilidad.

Fagocitosis.-

• Quimiotaxis.

• Opsonización.

• Adherencia.

• Ingestión:
Después de la adherencia ocurre la ingestión. Durante este proceso la membrana
plasmática se extiende formando los pseudópodos, quienes son los encargados de
“engullirse” al agente agresor.
Una vez ocurrido esto, se forma una vesícula que contendrá al microorganismo. Esta
vesícula se llama fagosoma.
La membrana del fagosoma tiene enzimas que permiten el ingreso de protones, esto,
con el propósito de disminuir el pH a a4 y asi activar las enzimas hidrolíticas.
• Digestión
En esta fase de la fagocitosis el fagosoma se une con un lisosoma, formando un
fagolisosoma. Las enzimas lisosomales atacan los microorganismos hidrolizando el
peptidoglicano bacterial. Otras enzimas son las lipasas, proteasas, ribonucleasa o la
desoxirribonucleasa.4
Cabe mencionar que además, los lisosomas pueden generar productos tóxicos del
oxigeno, como lo son el peróxido de hidrogeno o los radicales superoxido. A su vez,
estos productos pueden ser utilizados para destruir los microorganismos ingeridos.
• Excreción.
Después de que las enzimas han digerido el contenido del fagolisosoma, pueden quedar
residuos, los cuales son llamados “cuerpos residuales”.
Estos cuerpos residuales son movidos a la periferia de la célula y excretados por
exocitosis.
También puede ocurrir que las sustancias queden dentro del macrófago, y por tanto
ocurra una destrucción completa de él.

Mecanismos dependientes de Oxigeno.

 Se activa una ruta metabólica (hexosa monofosfato) que consume grandes


cantidades de oxígeno, lo que a su vez produce grandes cantidades de radicales
tóxicos antimicrobianos (como el O2-, H2O2, OH-, O21), que pueden reaccionar para
dar otras sustancias tóxicas, como hipocloritos y cloruros.
 Estas sustancias provocan una intensa halogenación que afecta a muchas
bacterias y virus.

Mecanismos independientes de Oxigeno.

Dependen de proteínas antimicrobianas, preformadas y acumuladas en el citoplasma del


fagocito, dentro de gránulos.

• -Proteínas catiónicas con actividad antibiótica:


o Defensivas (presentes es neutrófilos); péptidos catiónicos, con 30 aminoácidos,
donde predomina la cisteína y la arginina. Forman canales iónicos en la membrana
del microorganismo. Actúan antes de la acidificación del fagolisosoma.
o Catepsina G; estimula la agregación plaquetaria e hidroliza proteoglicanos,
glicoproteínas y colágeno de la pared vascular.
o Azurozidina; Bactericida.
• -Lisozima: Rompen el peptidoglicano de membrana de la bacteria (sobre todo el Gram-
Negativas)
• -Lactoferrina: producida en neutrófilos, saca el fierro de las bacterias.

Componentes de la Inmunidad Adquirida en el Proceso Inflamatorio.

Inmunidad Humoral: Está compuesta por los anticuerpos disueltos en fluidos extracelulares
(plasma sanguíneo, linfa, secreciones mucosas).

Se produce esta respuesta cuando los linfocitos B han entrado en contacto con un antígeno.
Los linfocitos B producen anticuerpos dirigidos especialmente contra los antígenos.

Defiende principalmente frente a las bacterias y virus presentes en fluidos corporales.

Inmunidad Celular: También llamado Respuesta inmunitaria mediada por células, está
compuesta fundamentalmente por linfocitos especializados llamados células T. Estas células
están localizadas tanto en la sangre como en los tejidos linfoides.

Las células T no sintetizan anticuerpos, pero poseen en su superficie unas moléculas parecidas
a los anticuerpos llamados receptores para el antígeno. Estos receptores les permiten a los
linfocitos T reconocer y reaccionar con muchos tipos diferentes de antígenos.

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