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Juego de la asfixia

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El juego de la asfixia (en inglés "choking game") es una práctica de alta
peligrosidad y de riesgo mortal que consiste en el acto de inducirse una persona al
desmayo, por medio de la asfixia intencional con el fin de sentir una sensación de
desvanecimiento.1

Este acto es erróneamente visto como "juego" por parte de diversos jóvenes, y
debido a que consiste en sofocarse o estrangularse intencionalmente hasta perder el
conocimiento, a menudo puede resultar en muertes accidentales que son confundidas
con suicidios.2

Las estimaciones demuestran que la práctica del también llamado juego de la muerte
ha aumentado en las últimas décadas y ha sido responsable de numerosas muertes y
daños neurológicos graves en jóvenes alrededor del mundo.3 En los últimos años se
ha notado un incremento considerable en la incidencia de esta práctica por parte de
adolescentes de secundarias y preparatorias, tanto en países anglosajones como
Estados Unidos, Canadá, etc., como en países de habla hispana como México,
Argentina, Chile y otros más.

Se desconoce el momento exacto de su origen y antigüedad,4 pero se sabe que se


llega a realizar tanto de forma solitaria, como entre dos o más personas con
consentimiento mutuo.

Índice
1 Motivos de la práctica
2 Daños, lesiones y fatalidades
3 Efectos en el organismo
3.1 Estrangulación
3.2 Hipocapnia autoinducida
4 Prevención y signos del juego
4.1 Otros nombres con los que se le conoce
5 Notas
6 Véase también
7 Enlaces externos
Motivos de la práctica
Las investigaciones que se han realizado con respecto a las motivaciones que tienen
los jóvenes para practicar el choking game señalan que algunas de las causas de
esta práctica incluyen:

La búsqueda de emociones fuertes y factores de riesgo.5


La errónea percepción de que es una actividad de bajo riesgo.
La presión social que ejerce cierto grupo, el cual a veces puede establecer el
choking game como un reto, desafío, o rito de «iniciación grupal».
Entretenimiento a través de un comportamiento errático.
Curiosidad de experimentar un estado alterado de la conciencia o búsqueda de una
experiencia próxima a la muerte.
La creencia de que así se puede inducir una sensación breve de euforia o sensación
de alucinación similar a la del efecto de las drogas y el alcohol.
Según el Dr. Thomas Andrew, del Departamento de Salud de Nuevo Hampshire, la
práctica es en "extremo peligrosa", y puede provocar la muerte desde la primera vez
que se realiza.6

Se considera que las razones para la práctica son distintos a la hipoxifilia. El


doctor Steve Field, presidente del Colegio Real de Médicos Generales, en Londres,
afirma que el juego de la asfixia es realizado principalmente por niños y
adolescentes para obtener una sensación de alucine como cuando toman drogas, y no
por gratificación sexual.78 Además, las investigaciones revelan que la práctica del
juego desmayo parece ser infrecuente en la edad adulta.

Daños, lesiones y fatalidades


Como cualquier actividad que priva de oxígeno al cerebro, el choking game tiene el
potencial de causar daños a las células del cerebro, que pueden ser desde daños
moderados a graves. Algunas de las consecuencias posibles que pueden resultar por
participar en el "juego", incluyen:

Pérdida de la memoria a corto plazo


Dificultad de concentración
Alta pérdida de neuronas
Pérdida permanente de funciones neurológicas o daño cerebral
Problemas neurológicos de por vida
Convulsiones
Desmayo
Coma
Muerte
Además la caída por el desmayo puede causar traumas craneales o fracturas.9

Gráfica de los CDC que compara la edad de incidencia entre el chocking game y el
suicidio
Un estudio de los CDC Las estadísticas sobre muertes y daños neurológicos son
diversas y polémicas. Existen estudios empíricos que indican que esta práctica está
relacionada significativamente con muertes y discapacidades, en particular entre
jóvenes varones de los países desarrollados. Muchos creen que hay muertes que no
están correctamente reportadas porque hay muchas muertes que se atribuyen
falsamente a suicidios.10

(Centers for Disease Control and Prevention: Centros de Control y Prevención de


Enfermedades) de Estados Unidos, encontró evidencia suficiente para indicar que
desde 1995, al menos 82 jóvenes entre las edades de 6 y 19 años han muerto en
Estados Unidos, como resultado del juego (esto es aproximadamente el 1% de las
muertes atribuidas al suicidio por asfixia en el mismo grupo de edad). De estos el
86,6% eran varones, y la edad media era de 13,3. El 95,7% de estas muertes
ocurrieron mientras el joven estaba solo. En un 92,9% de los casos, los padres de
los fallecidos no tenían conocimiento del juego. Las muertes se registraron en 31
estados y no se pudieron agrupar por ubicación, por temporada ni por días de la
semana.11

Se calcula que en Estados Unidos, un 11% de jóvenes entre 12 y 18 años y un 19% de


jóvenes entre 17 y 18 años han practicado el choking game alguna vez.11

Pueden surgir también, de forma directa o inderecta, lesiones fuertes por caídas,
movimientos incontrolados, aplastamiento de cuerdas o ligaduras o movimientos del
"asistente". Estas lesiones pueden incluir conmoción cerebral, fractura de huesos,
morderse la lengua y la hemorragias en del ojo.12

Efectos en el organismo
Dentro de las muchas variaciones y métodos por las cuales se realiza esta práctica
mortal, todos los métodos siempre llevan a un estado de hipoxia cerebral (falta de
oxígeno al cerebro) causada por la privación de oxígeno en el cuerpo.

La estrangulación y la hipocapnia autoinducida son los dos mecanismos principales


que se utilizan en el juego de la asfixia. Ambos tienen el potencial de causar daño
cerebral, discapacidades o la muerte. La hipocapnia causa vasoconstricción
cerebral, lo que reduce significativamente el flujo sanguíneo cerebral.

Estrangulación
Cuando se liga una cinta o cuerda alrededor del cuello, o se presionan las manos o
el brazo comprimiendo la arteria carótida interna, además de la restricción directa
de la sangre al cerebro hay otras dos respuestas peligrosas que son susceptibles de
producirse:

La presión en las arterias carótidas ejerce presión sobre los barorreceptores.


Entonces se causa vasodilatación (dilatación o ensanchamiento de los vasos
sanguíneos) en el cerebro, lo que conduce a la insuficiencia de la sangre para
perfundir el cerebro con oxígeno y mantener la conciencia.
Se envía una señal a través del nervio vago al corazón que disminuye la velocidad y
el volumen de los latidos del corazón, típicamente en un tercio. En algunos casos
hay evidencia de que esto puede derivar en asistolia, una forma de paro cardíaco
difícil de atender.
Hay una opinión disidente sobre el alcance y la forma en que una persona llega a
una etapa de lesión permanente, pero se concuerda en que la presión en el nervio
vago cambia la frecuencia del pulso y presión sanguínea, lo que es altamente
peligroso especialmente en casos de hipersensibilidad del seno carotídeo.

Hipocapnia autoinducida
El segundo mecanismo se trata de causar hiperventilación forzada hasta que se
sientan los síntomas de la hipocapnia (hormigueo, sensación de mareo o vértigo,
seguidos de una forma de apnea). Esto por sí solo es suficiente para provocar un
síncope (desmayo)

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La hiperventilación conduce a una eliminación excesiva de dióxido de carbono (CO2),
mientras que no hay cantidades significativas de oxígeno almacenados en el cuerpo.
Como sólo el dióxido de carbono es responsable del estímulo de respiración, después
de hiperventilación, la respiración se hace más larga hasta que se produce la
hipoxia cerebral. La sangre también se vuelve anormalmente alcalina como resultado
de la eliminación excesiva de dióxido de carbono. Este aumento posterior en el pH
de la sangre se denomina alcalosis, la cual interfiere con la utilización normal
del oxígeno por el cerebro. Los síntomas de la alcalosis son: irritabilidad
neuromuscular, espasmos musculares, hormigueo, entumecimiento de las extremidades o
del alrededor de la boca, mareos, y vértigo. Todo esto, a menudo se interpreta
erróneamente como una sensación de "euforia".

Con el cuerpo en un estado de alcalosis, generalmente se induce a la vasodilatación


en el cerebro, pero tan sólo en el cerebro se produce vasoconstricción
(estrechamiento de los vasos sanguíneos). Esta vasoconstricción puede empeorarse
por un aumento repentino de la presión arterial causada por apretar o contener la
respiración.

Se considera que la secuencia de eventos que conducen a la pérdida de la


consciencia por hiperventilación es la siguiente:

Disminución parcial de la presión alveolar de CO2.


Disminución parcial de la presión arterial de CO2.
Aumento del pH sanguíneo, (alcalosis respiratoria).
Vasoconstricción de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro.
Agrupamiento de la sangre presente en el cerebro en el momento del acto.
El cerebro rápidamente consume el oxígeno (O2) disponible en la sangre acumulada.
Concentración de O2 en las gotas del cerebro.
Se produce hipoxia del tejido cerebral y por ello pérdida del conocimiento.
Debido a que el cerebro no contiene reservas de O2 y, a diferencia de los otros
órganos, tiene una considerable poca tolerancia de escasez de O2, esto puede llevar
a daños irreversibles, si la vasoconstricción no se invierte. Normalmente, si el
cerebro esta hipóxico, algunos sistemas autónomos del cuerpo invierten la sangre
que corre al cerebro, a costa del trabajo de otros órganos, pero como el cerebro
está vasoconstringido este mecanismo no funciona. La vasoconstricción se revierte
solamente por medio de la suspensión del aliento, creando así más CO2 en la sangre.
Si esta acumulación no se produce rápidamente cuando se necesita, o si el mecanismo
de la vasodilación responde lentamente, pueden ocasionarse daños irreversibles o
hasta la muerte.

La recuperación tarda segundos en producirse, pero aun así este tipo de recreación
causa muchas muertes cada año, particularmente cuando se juega a solas o con
ligaduras. El daño al cerebro puede no ser rápidamente visible o aparente, aunque
esto puede llevar a otros problemas cerebrales.

Prevención y signos del juego


Debido a que muchos adultos no tienen idea de la existencia de esta práctica entre
los jóvenes, han surgido diversas instituciones de prevención contra el juego de
asfixia, y campañas informativas que tienen el fin de crear concientización y
recomendar a los padres, educadores y proveedores de cuidados de salud que se
familiaricen con los signos del juego, para evitar que haya más muertes o/y daños
severos por esta práctica.11

Algunos signos cerca de un joven que posiblemente práctica el juego de la asfixia,


incluyen:

Conversaciones sobre el juego


Ojos ensangrentados
Sangrado debajo de la piel de la cara o párpados
Marcas en el cuello
Usar ropa que cubre el cuello aunque el clima sea caluroso
Fuertes dolores de cabeza
Confusión o desorientación después de pasar un tiempo solos
Irritabilidad u hostilidad
Presencia de cuerdas, bufandas o cinturones amarrados a la cama, puertas, barras de
cortina de baño o cerca del suelo
Ropa de cama, sábanas, cortinas, o cuerdas atadas o enrolladas alrededor de
perillas de las puertas o muebles
Presencia de objetos extraños como correas para perros, cuerdas, pañuelos, collares
de ahogo o cuerdas elásticas o cinturones.1314

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