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UNIVERSIDAD PANAMERICANA DE NICARAGUA

ACADEMIA ECUADOR

MAESTRÍA EN GESTIÓN EDUCATIVA

MÓDULO

ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

Tutor: MGs. Gerónimo Tomalá T

2021

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1. ESTATUTO EPISTEMOLÓGICO
4.1. ANTECEDENTES DE LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Nos preguntamos si la Antropología de la Educación es una disciplina filosófica o
científica; si existen una o varias modalidades. Si hubiéramos de localizar
geográficamente las respuestas y propuestas a este problema, diremos que la
identificación con una disciplina filosófica se ha defendido en Alemania,
principalmente por fenomenólogos; la identificación con una disciplina científica ha
prevalecido preferentemente en EE.UU. y el Reino Unido, aunque también ha habido
cultivadores de esta postura en Alemania, donde ha sobresalido H. Roth (1966).

La Antropología de la Educación hunde sus raíces en gran parte en la Grecia clásica,


que enmarca ese saber acerca del hombre en el cuerpo filosófico. Además hay una
serie de conocimientos acerca del ser humano enraizados en la tradición sapiencial
judeocristiana, que cuenta con fuentes propias. En el conjunto de conocimientos
sobre los seres humanos encontramos ideas acerca de la educación, y en los
tratados de educación encontramos ideas acerca del ser humano.

4.2. PLURALISMO ANTROPOLÓGICO

¿Qué supone la Antropología de la Educación?, ¿Qué añade o en qué supera la


Antropología de la Educación a lo aportado por la Antropología general filosófica y
por las Antropologías científicas?, ¿Es realmente posible una integración de las
distintas Antropologías, desde la formalidad educativa? Y de ser ésta factible, ¿por
qué modalidad inclinarnos? Se ha intentado ya, aunque sin fortuna, fusionar los
conocimientos filosóficos y científicos sobre el ser humano, porque parecen
irreconciliables los estudios científicos y los filosóficos. Cabe recordar a propósito de
esto que Alexis Carrel en su libro “La incógnita de hombre” planteó hace varios años
la necesidad de construir una ciencia integrada del ser humano.

Una de las posibles causas ha sido la multiplicidad de ciencias humanas, que


permiten repetir la postura escéptica y desilusionada de Max Scheler. "Nunca el
conocimiento del hombre ha sido tan problemático como en nuestros días y, por
otro lado, nunca se ha mostrado tan urgente. Es necesario establecer un amplio
diálogo interdisciplinar entre teoría y científicos positivos buscando la clarificación
de lo humano. La clarificación de un auténtico saber comprensivo del ser humano
no puede ser tarea de una actividad aislada. No sería aceptable,
epistemológicamente hablando, concebirla como un saber interdisciplinar, con
niveles cognitivos distintos: filosófico y científico.
La interdisciplinariedad no permite franquear los límites entre niveles diferentes.
Puede recurrirse a la interdisciplinariedad, en el ámbito filosófico, por ejemplo,
configurando una imagen del ser humano ética, psicológica y ontológica; y es

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permisible también entre la Biología, la Sociología, la Etnografía, etc. No sería
desacertado, sin duda, que el educador conciba holísticamente al ser humano, pero
consciente de que no pueden fusionarse el conocimiento empírico y el filosófico; sí
coordinarse y completarse. Los antropólogos de la educación se mueven dentro de
las concepciones y del espacio científico sobre la cultura.
No existe aún una concepción antropológica —ni filosófica, ni empírica— capaz de
satisfacer y de convencer suficientemente a la comunidad científica, por lo que el
diseño/proyecto de la Antropología de la Educación tampoco podrá ir más allá, por
el momento, del reconocimiento de una pluralidad de modelos antropológicos y de
manifestaciones culturales igualmente distintas. Desde cada una de ellas se ofrece
una base, igualmente diferente, del quehacer educativo, sometido a normatividad y
al "ser ideal" del ser humano. Filosófica o científicamente ha de construirse un
concepto del ser humano, al cual se ajuste la praxis. Nada puede hacerse, en
Pedagogía, sin la Antropología; Educación y Antropología han caminado
paralelamente, en mutuo diálogo, porque como afirmó Kant, "el hombre sólo llega
a ser hombre a través de la educación" (Kant, 1991).

La doble vía y la pluralidad en cada una de ellas no deben conducir a un fácil


relativismo antropológico; antes al contrario, las plurales concepciones sobre el ser
humano habría que entenderlas como una normal secuencia de los distintos
momentos del desarrollo de la investigación, compleja y polifacética, de modo que
quien se dedique a estos menesteres ha de distinguirse por una especial dedicación
intelectual, por una contrastada apertura mental y por una alta dosis de
perseverancia en su trabajo. Sólo así podrán evaluarse las distintas hipótesis
explicativas de lo humano, al no conocerse aún su alcance.

La diversidad en la Antropología de la Educación es heredada de otras ciencias y


disciplinas que alzan el vuelo de un tronco común, pero que se van desgajando según
la metodología y el objeto de interés. Más que producirse una disciplina llamada
Antropología de la Educación, de la que parten diferentes corrientes que acaban
distanciándose entre sí, la Antropología de la Educación es, desde su génesis, varios
ríos que corren en paralelo, y que alguna vez se cruzan.

Disciplinas ya diferenciadas se interesan por la educación, y después surgen de ellas


subdisciplinas que buscan una identidad epistemológica, centrándose en lo
educativo únicamente. En la Antropología de la Educación, de metodología positiva
(o empírica), se reiteran las pugnas entre las antropologías física, cultural, social,
etc., y en la Antropología de la Educación, de metodología filosófica, los
enfrentamientos tienen lugar entre las diversas concepciones filosóficas acerca del
mundo y del ser humao. La última revolución la protagonizan las antropologías
postmodernas.

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4.3. ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN Y ANTROPOLOGÍA PEDAGÓGICA

Entre las ideas acerca del ser humano, su condición educable conduce a plantearse
cuestiones antropológicas de relevancia y así se funda sobre lo humano, y sobre lo
educable humano, el fundamento de la educación –punto de partida, medios, fines,
contexto, etc. –. La teoría acerca de la educación como proceso tiene contenidos
antropológicos.
En la Antropología Pedagógica, como objeto de conocimiento, prevalece lo
humano, de lo que se deriva una serie de conclusiones acerca de lo educativo. La
Antropología Pedagógica es una ciencia integradora, unitaria del ser humano como
homo educandus y se nutre de todos los hallazgos de las ciencias empíricas. Este
postulado no lo justifica en detrimento de las aportaciones de la Filosofía y la
Teología, que nunca manifiesta como irrelevantes, sino todo lo contrario, ya que el
ser humano tiene que vivir de la interpretación que haga de sí mismo.

La Antropología Pedagógica nació en las últimas décadas del siglo XIX muy
conectada con los avances de la antropología físico-biológica. La justificación del
valor de la Antropología Pedagógica es doble: de una parte, porque sólo desde un
concepto de ser humano es posible plantear el alcance de los problemas educativos;
de otra, porque es todo el ser humano el que interesa a la educación y ésta no puede
considerarse aislada prescindiendo de la naturaleza personal del ser humano como
sujeto de educación.

La Antropología de la Educación puede ser entendida entonces en el marco de


contextos antropológicos o en el de contextos pedagógicos; estos últimos son, por
lógica, los que nos interesan. Pero aún en estos contextos distinguimos:

4.3.1. LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN COMO CONJUNTO DE TEORÍAS ANTROPOLÓ


GICAS DE LA EDUCACIÓN

La Antropología de la Educación, en este primer sentido, se distingue de otras


especialidades antropológicas por el ámbito y la realidad a la que se aplica; y de otras
teorías de la educación, porque está construida con herramientas de carácter
antropológico. En una palabra, la Antropología de la Educación es, en cuanto teoría,
una de las muchas concebidas sobre el proceso educativo; sin embargo, las fronteras
entre ella y otras antropologías especiales, y entre ella y otras concepciones
pedagógicas no son precisas.

En la Antropología de la Educación, como teoría educativa, distinguimos un doble


aspecto: I) Exégesis de textos antropológicos sobre educación, interpretados a la luz
de supuestos generales en toda antropología, a fin de delimitar el proceso educativo
y de apreciar las distintas escuelas que constituyen el panorama antropológico
contemporáneo. Esta modalidad es una operación deductiva, porque se construye

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una teoría de la educación, derivándola de la antropología general. 2) Explicación de
los supuestos antropológicos, implícitos en las propuestas educativas, o sea, desde
las pedagogías carentes de considerandos antropológicos expresos. Esta modalidad
o aspecto de la Antropología de la Educación tiene carácter operativo y permite
someter a examen todas las concepciones pedagógicas. Lo específico de la
Antropología de la Educación, como teoría educativa, es la tematización de las
realidades y de la praxis pedagógica.

4.3.2. LA ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN COMO CONJUNTO DE TÓPICOS ANTROPO


LÓGICOS DE INTERÉS PARA LA PEDAGOGÍA

La Antropología como conjunto de tópicos antropológicos de interés pedagógico es


una concepción instrumental, contrapuesta a la teórica tematizadora; se trata de
investigar las relaciones particulares entre Antropología y Pedagogía en contextos
particulares. Supone una concepción pragmática de la investigación pedagógica, con
énfasis especial en el proceso productivo del conocimiento y como una práctica
social propositiva y más o menos organizada de transformación cognitiva. La
Antropología de la Educación ha comenzado a configurarse como una asignatura
troncal en los planes de estudios pedagógicos; por lo tanto, interesa su adquisición
y su transmisión, en un contexto pedagógico.
La posición antropológica requiere un aprendizaje y percepción de las cuestiones
educativas, aunque no se formulen expresamente desde perspectiva antropológica,
pues en toda la Pedagogía late un corpus de ideas antropológicas. El análisis de las
teorías antropológicas de la educación y el análisis de las diferentes pedagogías son
buenos instrumentos para desarrollar este tipo de percepción antropológica. La
posición antropológica requiere ponerla a trabajar, o sea, procurar inscribir
argumentaciones antropológicas en un campo determinado y, al mismo tiempo,
abrir los distintos campos pedagógicos a la argumentación antropológica. En
resumen, la posición antropológica propuesta tiene como punto de partida la
Antropología implícita, el trabajo con textos antropológicos educativos, la discusión
y la argumentación, y el trabajo inmediato con la Antropología.

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TALLER No.4
ESTATUTO EPISTEMOLÓGICO

TIPO DE TRABAJO COLABORATIVO


TIPO DE PRESENTACIÓN ESCRITO
DESPUÉS DE LEER CON ATENCIÓN LOS
PUNTOS 4.1, 4.2 Y 4.3 (CON LOS
SUBPUNTOS 4.3.1 Y 4.3.2), PRESENTAR EN
UNA TABLA DIFERENCIADA LAS
TIPO DE PRODUCCIÓN IMPLICACIONES TEÓRICAS Y PRÁCTICAS
DE UNA IDENTIFICACIÓN DE LA
ANTROPOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN CON
UNA DISCIPLINA FILOSÓFICA (VISIÓN
ALEMANA) O CON UNA DISCIPLINA
CIENTÍFICA (VISIÓN ANGLOSAJONA).

2. REFERENCIAS

Bernal, A. (2006). Antropología de la educación para la formación de profesores. Educación y


Educadores, vol.9, núm.2, pp.149-167.

Bouché, P. et al. (1995). La Antropología de la Educación como disciplina: proyecto de diseño.


Teoría de la educación, 7, pp. 95-114.
García, M. (2009). Aprendiendo a ser humanos. Una Antropología de la Educación.
Navarra: Eunsa.
Niño, F. (1998). Antropología Pedagógica, Bogotá, Colombia: Magisterio

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