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Hormigón en masa

Hormigón. El cemento como aglomerante, mezclado con agua, arena y grava consigue una
mezcla consistente, de gran densidad y resistencia que denominamos hormigón en masa. El
hormigón en masa tiene gran resistencia a la compresión, pero no a la tracción.

El hormigón es un material de bajo precio respecto al acero, de resistencia similar o mayor a la


del ladrillo, que permite construir elementos de casi cualquier forma. También es buen
aislante acústico y resistente al fuego.

Del hormigón se pueden contar muchas cosas. Por ejemplo, desde el punto de vista técnico, su
consistencia o fluidez dependerá del contenido de agua de la mezcla, mientras que su
plasticidad dependerá del contenido de áridos finos de diámetro inferior a 0,1 mm., haciendo
más fácil la colocación en obra. Pero también se pueden hacer algunos apuntes históricos que
merece la pena conocer, como el hecho de que -según apuntan algunas fuentes - este material
comenzó a utilizarse en el 7000 a.C para la construcción de la antigua Babilonia.

El hormigón en masa es un material excelente, que posee una gran resistencia a la


compresión. Sin embargo, tiene una baja resistencia a la tensión.

Este material al igual que el hormigón armado y similares, pueden ser muy útiles para
construcciones estructurales como muros o cimentación. Puede tener algunos aditivos para
mejorar sus características y el objetivo es una proporción adecuada de la mezcla para lograr la
economía, el potencial de aumento de temperatura bajo con una adecuada capacidad de
trabajo para la colocación.

Además, se puede lograr la adecuada resistencia, durabilidad y mínima o nula permeabilidad


para servir eficientemente a la estructura en la que se utiliza.

El hormigón en masa se refiere a los volúmenes de hormigón lo suficientemente grandes como


para generar importantes diferencias de calor y temperatura durante el proceso de
endurecimiento.

El hormigón en masa se vierte directamente en moldes previamente preparados y dan macizos


sometidos a esfuerzos de compresión. Lo habitual es obtenerlo fruto de la mezcla entre tres
ingredientes muy habituales cuando se habla sobre hormigón: cemento con grava, arena y
agua. Muy utilizado en cimentaciones o, como su propio nombre indica, para construir muros
en masa.

Generalmente surge de la mezcla de un conglomerante como el cemento con grava, arena y


agua. Este último elemento debe estar en la proporción correcta para obtener un fraguado
adecuado.

El calor y los diferenciales de temperatura del hormigón en masa pueden causar problemas
con:

La integridad estructural

La longevidad

La apariencia
Todo el hormigón genera calor a través de la hidratación. En el hormigón en masa, el calor
generado varía según la ubicación dentro del vertido y el grado de aislamiento del hormigón
circundante, el encofrado y el aislamiento.

Las temperaturas más altas aceleran la velocidad de hidratación, y por lo tanto la velocidad a la
que se produce el calor.

Si no se gestiona el proceso térmico de los vertidos de hormigón en masa, se puede afectar a la


integridad estructural, la durabilidad y la capacidad de servicio, lo que repercute
significativamente en los costos, los plazos y los riesgos de los proyectos.

Se define como el agregado que pasa por el tamiz Nº 4. (4.76 mm). Puede estar compuesto de
granos naturales, granos manufacturados obtenidos por la trituración de partículas de roca de
mayor tamaño, o una mezcla de ambos.

El agregado fino debe consistir en fragmentos de roca duros, densos, duraderos y sin
recubrimiento, y no debe contener granos dañinos de arcilla, limo, polvo, mica, materia
orgánica u otras impurezas hasta el punto de afectar negativamente las propiedades deseadas
del hormigón.

Se define como grava, grava triturada o una roca triturada, o una mezcla de estas,
generalmente dentro del rango de 4,76 mm a 150 mm de tamaño. El agregado grueso también
debe consistir en fragmentos de rocas duras, densas, duraderas y sin recubrimiento.

Debe evitarse la roca que sea muy frágil o que tienda a degradarse durante el procesamiento,
el transporte o el almacenamiento.

Además, las rocas que tengan una absorción superior al 3% o una gravedad específica inferior
a 2,5 no se consideran adecuadas.

Si las temperaturas internas del hormigón exceden los límites predeterminados, normalmente
de 70ºC a 80ºC dependiendo de los aglutinantes utilizados, la integridad estructural y la
durabilidad a largo plazo de algunas estructuras de hormigón pueden verse afectadas.

Estas consecuencias sobre la construcción pueden no ser evidentes durante muchos años.

A menos que se tomen medidas por adelantado, por ejemplo, la reducción de las
temperaturas de colocación y de las tuberías de refrigeración, una vez que se vierte el
hormigón no hay realmente ninguna forma práctica de controlar la tasa de hidratación y la
temperatura máxima generada.

Por lo tanto, es importante asegurar que se tomen precauciones para modelar, diseñar y
producir un hormigón que tenga las características apropiadas.

Es entonces fundamental vigilar las temperaturas en el lugar para comprender cómo está
funcionando el hormigón y si la temperatura máxima alcanzada coincide con la modelización.

Esto es motivo de preocupación, teniendo en cuenta que los efectos pueden ser evidentes solo
muchos años después, como lo es la deformación o flexión de las estructuras.

Si las diferencias de temperatura dentro de los elementos superan los límites


predeterminados, puede producirse un agrietamiento térmico. La planificación previa es
crítica.
Si se detecta que los diferenciales de temperatura están aumentando, y existe el riesgo de que
los diferenciales de temperatura excedan los límites críticos, entonces se pueden implementar
acciones para minimizar el riesgo, por ejemplo, aislando las superficies expuestas para
disminuir la pérdida de calor.

Por lo tanto, es esencial que se supervisen los lugares pertinentes de los elementos de
hormigón, para permitir que se adopten las medidas adecuadas, se minimice el riesgo de
agrietamiento térmico y se garantice la disponibilidad de la información necesaria para
fundamentar su posición.

También es importante vigilar y gestionar las diferencias de temperatura entre la superficie del
hormigón y las condiciones ambientales, como la humedad, el desencofrado de los
encofrados, etc.

Cuando estos diferenciales son demasiado grandes, puede producirse un agrietamiento debido
al choque térmico, lo que puede aumentar rápidamente los diferenciales internos y el riesgo
de agrietamiento térmico.

La resistencia a la compresión del hormigón en masa luego de su realización es de 20 a 50


Mpa.

La durabilidad que llegara a tener el hormigón no esta necesariamente relacionado con su


resistencia si no con su permeabilidad. Aunque cabe aclarar que mientras mayor sea la
durabilidad de su resistencia, mayor será su durabilidad, pero como se estableció, no es una
medida directa de durabilidad.

No se puede esclarecer un valor fijo a la resistencia a la compresión del hormigón, sin


embargo, la siguiente tabla nos da una idea introductoria.

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