Está en la página 1de 9

ÓBITO FETAL

La muerte fetal intrauterina, también llamada óbito fetal, es la muerte del feto antes de su
expulsión o extracción en el nacimiento y, según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), es independiente de la duración del embarazo.

A pesar de ello, en general, se considera muerte fetal ante parto cuando ocurre después
de la semana 20 de gestación. Además, también se habla de muerte fetal tardía si tiene
lugar después de la semana 28.

Después de haber nacido, el feto muerto pasa a llamarse mortinato o feto cruz.

CLASIFICACIÓN
Por edad del embarazo:
Antes de las 20 semanas de gestación Aborto
Entre las 20 semanas o término del embarazo Muerte fetal ante parto

Momento en que ocurre la muerte en relación con el parto:


Muerte antes del parto Muerte ante parto
Durante el trabajo de parto y/o parto Muerte intraparto
Después del parto Muerte posparto

Cuando ocurre la muerte del producto antes de que se inicie el trabajo de parto o durante
el mismo, se designa como muerte prenatal o antenatal; y al producto que nace sin vida se
le denomina mortinato. Cuando el recién nacido fallece durante el primer mes de vida se
designa muerte posnatal o posparto.

CAUSAS
Existen multitud de causas que pueden explicar la muerte del feto en el útero, aunque son
difíciles de determinar.
Los orígenes de la muerte fetal pueden ser maternos, fetales o relacionados con la
placenta. En algunos casos, será posible prevenirlos con anterioridad y actuar a tiempo
para impedir la muerte del bebé.

CAUSAS MATERNAS
Los problemas que pueden llevar a una muerte fetal ante parto relacionados con la madre
son los siguientes:

- Enfermedades crónicas: lupus, diabetes mellitus, anticuerpos antifosfolípidos,


hipertensión arterial, etc.
- Embarazo prolongado que dura más de 42 semanas.
- Infecciones durante el embarazo: listeriosis, rubeola o toxoplasmosis.
- Preeclampsia.
- Incompatibilidad Rh: el Rh de la sangre materna es diferente del Rh del bebé.
- Ruptura uterina.
- Muerte de la madre.
Es importante que la mujer conozca si tiene alguna enfermedad previa al embarazo con el
objetivo de tomar las medidas necesarias y/o decidir si quiere llevar a cabo la gestación.

Además, existen algunos factores que aumentan el riesgo de sufrir un óbito fetal: tabaco,
alcohol, drogas, edad materna avanzada, desnutrición, etc. Es muy importante que la
mujer lleve un estilo de vida sano durante todo el embarazo.

CAUSAS FETALES
Es posible que algunas alteraciones en el feto durante la gestación sean las responsables
de la muerte de este:
- Crecimiento Intrauterino Retardado (CIR): el feto no crece al ritmo adecuado y son
más pequeños.
- Alteraciones genéticas y cromosómicas.
- Malformaciones congénitas.
- Alteraciones en el líquido amniótico: oligoamnios y polihidramnios.
- Embarazo múltiple: desequilibrio circulatorio en beneficio de un bebé y perjuicio
del otro.
- Rotura prematura de membranas.
CAUSAS PLACENTARIAS
Entre las causas relacionadas con la placenta, podemos nombrar las siguientes:
- Patología de cordón umbilical: circulares, nudos, torsiones y roturas.
- Desprendimiento de placenta.
- Placenta previa.
- Envejecimiento grave de la placenta.
Vasa previa: los vasos sanguíneos fetales no están protegidos por el cordón, pueden
rasgarse y provocar una hemorragia en el bebé.

Muchas de estas patologías de la placenta provocan hemorragias importantes, lo cual


impide que el feto reciba suficiente oxígeno y nutrientes, lo que finalmente causa la
muerte.
SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO
Detectar la muerte fetal no es sencillo. No obstante, es importante que la madre esté
atenta a cualquier tipo de señal que indique que algo no va bien en el embarazo.

Los posibles síntomas de tener un bebé muerto en el útero son los siguientes:

- Ausencia de movimientos del feto


- Pérdidas de líquido amniótico de color marrón
- El útero no crece
- Desaparición de la elasticidad y firmeza de las partes fetales a la palpación
- Dolor abdominal intenso
- Sangrado vaginal

En caso de experimentar estos síntomas, es muy importante acudir al ginecólogo cuanto


antes y comprobar si el feto sigue con vida. A través de una ecografía abdominal, el
ginecólogo confirmará si hay latido cardiaco.
Además, si la muerte fetal se ha producido hace tiempo, se examinarán detenidamente
todas las estructuras fetales y la placenta para encontrar una posible causa. Es importante
comprobar la superposición de las suturas craneales, engrosamiento del cuero cabelludo
(halo de santo), derrame pleural y peritoneal, edema fetal, etc.

El 86% de las muertes fetales ocurren antes del parto, mientras que el 14% tiene lugar
durante el mismo.

CARACTERÍSTICAS
Las características que presenta el feto después de morir in útero son importantes para el
clínico, ya que permiten juzgar el tiempo aproximado en que ocurrió el deceso. Se han
descrito los cuadros siguientes:

- Disolución fetal. El feto se licua, cuando muere, a las pocas semanas de embarazo.
- Momificación: Ocurre en fetos de 4 a 5 meses que se deshidratan al reabsorberse
el líquido amniótico, dando lugar al llamado feto papiraceo.
- Petrificación: Se presenta en fetos de 5 a 6 meses, de embarazo extrauterinos, en
los cuales hay infiltración de sales calcáreas originando una estructura llamada litopedión
(que significa un bebé de piedra)
- Maceración: Es el reblandecimiento por infiltración de los tejidos fetales que
ocurre en productos mayores de 5 meses cuando transcurren más de 10 días de la muerte
fetal. Es el proceso más frecuente.

La infiltración de tejidos se presenta 48 horas después de la muerte del producto y tiene


los siguientes grados:
1er grado: Ocurre en fetos de 3 a 8 días de muertos. L a piel presenta vesículas
serosanguinolentas; el tejido celular es muy laxo.
2do grado: Se presenta en la segunda semana en que ocurrió la muerte; aparecen
desprendimientos de piel en grandes áreas, dejando expuestas zonas de color rojo; se
presenta además cabalgamiento de huesos del cráneo.
3er grado: Ocurre en casos en los que el feto queda retenido más de 2 semanas. L a piel se
desprende totalmente, el feto está reblandecido y los huesos del cráneo dislocados.
Putrefacción: Ocurre en cualquiera de los casos anteriores cuando hay infección amniótica
asociada.
EVOLUCIÓN
El tiempo que permanece el feto in útero, antes de que ocurra la expulsión espontánea,
guarda relación inversa con el tamaño del feto. Cuando menor es el tamaño del feto,
mayor es el tiempo que permanece retenido después de muerto.
La actividad uterina para expulsar el producto sin vida se inicia hasta que desaparece la
actividad hormonal de la placenta.
TRATAMIENTO
Al establecer con certeza el diagnóstico hay que proceder de inmediato a vaciar el útero,
tomando las siguientes medidas:
- Maduración del cérvix con oxitocina
- Inducción y conducción del trabajo de parto
- Vigilancia del sangrado materno
- Control de fibrinógeno mediante pruebas de laboratorio
- Cesárea en caso de fracasar la inducción
- Histerectomía en bloque en casos complicados con infección grave
- Uso de prostaglandinas

En nuestro medio no se utilizan métodos como el de Aburel y Berutti, que consisten en


aplicar soluciones hipertónicas salinas o glucosadas en el interior de la cavidad amniótica
por amniocentesis, por el riesgo de producir necrosis del miometrio, embolias e infección.
COMPLICACIONES
Las complicaciones más graves y frecuentes de la muerte fetal intrauterina son dos: la
infección amniótica y los trastornos
de la coagulación; ambas complicaciones pueden derivar de una cuagulopatía por
consumo, complicación por demás
grave. El mecanismo es el siguiente:

También podría gustarte