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Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el Cerebro: El efecto de la Música en

nuestro Cerebro
part 4
Fuente: http://www.childrenofthenewearth.com
por Margaret Seleme de Guevara
…Eric Jensen, éste enfatiza el hecho de que la música es una parte esencial de la vida
humana y que nuestra respuesta hacia ella podría estar entretejida en nuestro
Cerebro. Él dice que en el libro “La Música, la Mente y el Cerebro” por Manfred Clynes,
PHD. (1982), Clynes explica cómo la música compromete a nuestro cerebro en su
totalidad. La estructura, los intervalos, la calidad y el timbre armoniosos de la música y
los patrones espaciales temporales de largo plazo son reconocidos por nuestro
hemisferio no-dominante (en la mayoría de nosotros el hemisferio derecho). Por otro
lado, las signaturas de corto plazo de la música como ser el volumen que cambia
rápidamente, la trayectoria exacta y rápida del tono, el tempo (pacing) y la letra son
reconocidos por el hemisferio dominante (en la mayoría de nosotros el izquierdo). “
Jensen también añade “Que el impacto de la música también puede sentirse en
nuestro latido del corazón, con la medida de nuestro pulso, que tiende a sincronizarse
con el compás de la música que estemos oyendo. Cuanto más rápido el compás de la
música, más rápido nuestro pulso. Él dice que de acuerdo con Jean Houston, PhD., la
música eleva la estructura molecular de nuestro cuerpo. En otras palabras, el cuerpo
resuena a una longitud de onda molecular estable. La música tiene sus propias
frecuencias vibratorias que o resuenan o chocan con los propios ritmos de nuestro
cuerpo. Cuando los dos resuenan en la misma frecuencia nos sentimos “en sintonía”, y
es entonces cuando aprendemos mejor y estamos más conscientes y alertas.”
Según lo resume el libro “Aprendizaje Acelerado con Música” (Webb y Webb, 1990),
los efectos potenciales de la música en la mente y el cuerpo incluyen lo siguiente:
Aumentan la energía muscular; aumentan la energía molecular; influencian el latido
del corazón; alteran el metabolismo; reducen el dolor; aceleran la sanación y la
recuperación de pacientes que han atravesado una cirugía; ayudan en la descarga de
emociones; estimulan la creatividad, la sensibilidad y el pensamiento.
Existen muchos estudios que han demostrado que la música realmente afecta nuestro
cerebro de una manera positiva. La investigación científica sobre los efectos
neurológicos y de desarrollo de la música han fascinado a educadores y a padres
dándoles la posibilidad de mejorar el aprendizaje en los niños. Comparado con la larga
historia de investigación del idioma, nuestro entender científico de la música es nuevo.
Afortunadamente para los padres, enriquecer las vidas de nuestros niños con la música
puede ser fácil y agradablemente logrado. Desde la música suave en las guarderías a
juguetes musicales y lecciones del baile, el alentar el estudio de la música de una
manera divertida fortalece el desarrollo educativo, físico, y emocional de los niños.
La inteligencia musical es muy importante para la experiencia humana. Es la
inteligencia que surge más temprano – incluso niños de dos meses de edad, ya pueden
cantar e igualar estructuras rítmicas. Esta inteligencia está unida muy de cerca a las
otras inteligencias – a menudo “sentimos” la música con nuestros cuerpos y nos
movemos de manera correspondiente, a menudo “sentimos” la música con nuestras
emociones, y lloramos y reímos de manera correspondiente. De hecho, según Howard
Gardner en su libro “Estructuras de la Mente” (Frames of Mind”) (1983), muchos
científicos creen que “si pudiéramos explicar la música, podríamos encontrar la clave
para todo el pensamiento humano”.
En un artículo escrito por Kimberly L. Keith “La Música y el Aprendizaje” ella dice que
en un estudio dirigido por la Sociedad de Neurociencia, se encontró que varias áreas
del cerebro como la corteza motora primaria y el cerebelo que están involucrados en el
movimiento y la coordinación, son más grandes en los músicos adultos que en
personas que no son músicas. Otro ejemplo que se dio fue el del cuerpo calloso que
conecta los dos hemisferios cerebrales que se pudo comprobar que era más grande en
músicos adultos. Un tercer ejemplo es que se comprobó que la corteza auditiva que es
responsable de unir la música y el habla en una sola experiencia consciente, también
era más grande en ellos.
Un estudio demostró que el escuchar las complejas piezas de Mozart elevaba las
capacidades espaciales de los estudiantes de la universidad. A este experimento se lo
denominó “El Efecto Mozart”. En el libro ““Aprendizaje Basado en Cómo Aprende el
Cerebro” (“Brain Based Learning”) por Eric Jensen, aprendemos que en un estudio
realizado con estudiantes de diferentes edades, imágenes generadas por computadora
de la actividad cerebral revelaban similitudes increíbles con las notas musicales de las
piezas compuestas por Mozart. Jensen dice que la música realmente puede preparar
las conexiones neuronales del cerebro: En un estudio realizado por la investigadora
Frances Rausher, PhD., ella sostiene que los patrones neuronales de encendido (el
lenguaje eléctrico incorporado del cerebro) son básicamente los mismos tanto para la
apreciación musical como para el razonamiento abstracto, y un descubrimiento
interesante sobre el tema es que en un estudio que ella llevó a cabo en la Universidad
de Irvine, averiguó que el momento en que escuchamos música es también
importante, ya que durante este estudio descubrieron que aunque el efecto de
escuchar la música de Mozart durante diez minutos antes de tomar una prueba
demostraba una mejora en el razonamiento espacial y abstracto de los estudiantes, el
efecto sólo era temporal, y tenía una duración de 5 a 15 minutos, y que aunque
escuchar a Mozart antes de la prueba era valioso, si se escuchaba a Mozart durante el
examen esto causaba una competencia neuronal que interfería con los patrones
neuronales de encendido eléctrico (Félix 1993).
De esa manera el estudio demuestra que existe un momento apropiado para escuchar
música en el proceso de aprendizaje así como existe un momento apropiado para estar
en silencio. Basado en estos estudios, Eric Jensen aconseja tomar el Efecto Mozart con
discreción al aplicar e interpretar sus resultados. Él dice que por el momento, el
llamado “Efecto Mozart” está todavía incierto.
Eric Jensen dice también que según el neurocientífico Larry Parsons, del Centro de
Imágenes de la Universidad de Texas en San Antonio, mientras Mozart ayudó al grupo
de control a mejorar su razonamiento, otros subgéneros de la música realmente
ayudaron más a los estudiantes que eran parte del experimento, lo que demuestra que
pueden ser los ritmos, tonos o patrones de música lo que realmente mejora el
aprendizaje.
Dee Dickinson, en su artículo la “Música y la Mente” detalla estos datos muy
interesantes sobre la música y el logro académico: ” Recientemente en un estudio
sobre la capacidad de estudiantes de ciencia de catorce años en diecisiete países, los
tres países que ganaron fueron Hungría, Países Bajos, y Japón. Todos estos países
incluyen música a lo largo de su plan de estudios desde Kindergarten hasta cursos de
secundaria. En los años 60, el sistema Kodály de educación musical se instituyó en las
escuelas de Hungría como resultado del excelente logro académico de los niños en sus
“escuelas de canto”. Hoy en día no existe en ese país ningún estudiante de tercer
grado que no cante bien entonado y bellamente. Además, el logro académico de los
estudiantes húngaros, sobre todo en matemáticas y ciencias, continúa siendo
excelente. Los Países Bajos comenzaron su programa de música en 1968, y le siguió
Japón aprendiendo de la experiencia de estos otros países.
Otro informe, dice ella, descubre el hecho que los diseñadores técnicos y los ingenieros
de Silicon Valley son casi todos músicos practicantes.
Un tercer informe revela que las escuelas que produjeron el logro académico más alto
en los Estados Unidos están usando del 20% al 30% del día en las artes, dándole
especial énfasis a la música. Se incluye en estas escuelas la escuela elemental St.
Augustine del Bronx que, cuando estaba a punto de fracasar en 1984, llevó a cabo un
programa de música intensivo. Hoy, el 90% de los estudiantes están leyendo al nivel o
a nivel superior al de su grado escolar.
En otro estudio encontrado en el libro “Giros, Las Ventajas Extra-Musicales de una
Educación Musical” United Musical Instruments, USA Inc., 1995. pp. 18-24, (Spin-Offs,
The Extra-Musical Advantages of a Musical Education, United Musical Instruments USA,
Inc., 1995. pp. 18-24) podemos ver que los estudiantes que participaron en grupos
musicales y de apreciación musical son los estudiantes con el C.I. más elevado. Los
programas de música atraen a estudiantes a los que las escuelas normalmente
consideran como sus mejores alumnos. La información suministrada, nos brinda una
base fuerte para promover la existencia de programas de música a lo largo de la vida
académica del niño.
Un estudio también demostró la relación existente entre el logro en matemáticas y la
participación en la instrucción de música instrumental. Se demostró que los
estudiantes que participaron en instrucción de música instrumental en la escuela
secundaria tomaron como promedio 2.9 más cursos de matemática más avanzada que
los que tomaron los estudiantes que no participaron en ningún programa de música.
Esto demuestra que la instrucción musical es atractiva para los estudiantes que son
excelentes en matemáticas.
Otro estudio encontró que cuanto mejor pueda leer música una persona, mejor puede
hacerlo en matemáticas. Lo contrario es también cierto – cuanto mas alto es el logro
en el nivel de matemáticas mejor será el estudiante en leer música. Con esto, parece
claro que los estudiantes que lo hacen bien en matemáticas, también lo harán bien en
música.
Existen muchos métodos que se pueden usar como medio para aprender música. Uno
de ellos es el método Suzuki para la enseñanza de música. Al respecto Howard
Gardner opina lo siguiente:
“Todos tenemos algo de potencial musical, pero representa una gran diferencia si uno
vive en una sociedad donde se espera que todos cantemos o toquemos un
instrumento, o si uno tiene padres que se sientan con uno todos los días y cultivan
esta inteligencia en particular. Sabemos, por medio del método Suzuki de enseñanza
de música, que uno puede tomar a niños ordinarios y hacerlos parecer sensacionales si
uno está dispuesto a pasar mucho tiempo y energía en ellos. Y yo pienso que lo mismo
sería verdad para cualquiera de las inteligencias. Realmente se trata más de un tema
de cuánto tiempo deseamos invertir en cada inteligencia.”
Dee Dickinson nos ilumina con esta información que citaré a continuación:
“El trabajo del Dr. Paul MacLean en el Instituto Nacional de Salud Mental nos da más
luces en cuanto al valor de la educación musical. Su teoría sobre el cerebro trino
sostiene que el cerebro humano es realmente tres cerebros en uno. La parte más
pequeña, aproximadamente 5% del cerebro, la formación reticular, es la entrada para
la información de los sentidos y se consagra en mantener el funcionamiento del
proceso automático del cuerpo, como ser la respiración y el latido del corazón. Es
también el lugar del comportamiento habitual o automático. La segunda parte, el
sistema límbico, forma otro 10% del cerebro y es el lugar de las emociones, ciertos
tipos de memoria, y del control glandular. La parte más grande, la corteza cerebral,
que forma aproximadamente el 85% del cerebro, se consagra a los procesos de más
altos de pensamiento.”
“MacLean señala que el sistema límbico es tan poderoso que literalmente puede
facilitar o inhibir el aprendizaje y el pensamiento del orden más alto. Parece ser que
las emociones positivas, como ser el amor, la ternura y el humor, pueden facilitar las
capacidades de pensamiento de orden más alto; considerando que las emociones
negativas, como el enojo, la hostilidad, y el miedo, pueden literalmente bajar al
cerebro al pensamiento de supervivencia básico.”
“La relación hacia la educación musical es clara cuando observamos a alumnos que
practican música alegremente juntos y cuando recogemos información sobre sus logros
académicos en otras áreas. En un estudio por Bloom sobre músicos dotados revela que
la mayoría tenían experiencias muy tempranas de aprendizaje con maestros que eran
pacientes, apoyadores y amorosos. Los maestros de entrenamiento entraron después
en sus vidas.”
La Dra. Marian Diamond, neurofisióloga de Berkeley y una de las pioneras en este
campo del estudio del cerebro, ha investigado también las ciencias cognitivas y ofrece
información sobre cómo cambia el cerebro fisiológicamente en relación al aprendizaje y
a la experiencia -para bien o para mal. Ella encontró que las experiencias de
aprendizaje positivas, nutritivas y estimulantes que ofrecen oportunidades para
interacción y respuesta pueden producir redes neuronales más ricas, que son el
“hardware” de la inteligencia. La calidad dinámica de hacer música puede ser una de
esos tipos de experiencia.”
Entonces, con toda esta información, pienso que sería del máximo interés de parte de
los maestros dedicarse a aprender sobre todas estas técnicas, (El Efecto Mozart, la
teoría de Hemi-Sync de Robert Monroe, el Método Suzuki de Enseñanza Musical, y
otras) que están disponibles para todos, ya sea en libros o en el Internet, y comiencen
a introducir la música en sus sistemas de instrucción.
Éste es el último artículo sobre esta serie de cómo aprende el cerebro, y cómo las
emociones y la música pueden influir en nuestro proceso de aprendizaje.
Yo creo que es tiempo que empecemos a buscar más información, la estudiemos e
implementemos estos nuevos sistemas en las escuelas. Es tiempo que sintamos que
queremos ser parte del gran cambio en la educación, ser parte de las personas que
van a provocar ese cambio. Con todas las herramientas que tenemos disponibles
ahora, yo considero que es casi irresponsable, como maestros, no hacer uso de toda
esa información.
Éstos son cambios revolucionarios, y en la medida en que más y más maestros
empiecen a implementar estos nuevos sistemas en sus aulas, estaremos
contribuyendo a la conciencia colectiva de la educación y la estaremos cambiando poco
a poco, hasta que un día nos demos cuenta de que todos lo estamos haciendo. Nos
daremos cuenta de que esto ha pasado finalmente cuando comencemos a ver
estudiantes más felices, niños más felices, niños a los que les gusta ir a la escuela,
niños a los que les gusta aprender lo que los maestros le están intentando enseñar.
Niños que se sientan reconocidos, respetados, con una alta autoestima, queriendo
contribuir con sus talentos a la paz mundial. De esta manera estaremos contribuyendo
a la nueva humanidad y sabremos que hemos contribuido para que los nuevos niños
cumplan con su misión.
ABOUT THE AUTHOR
Margaret Seleme de Guevara is President of the Indigo Foundation of Bolivia. She
holds a Masters Degree in Education from Framingham State College and has
extensively travelled the world.
Fundación Indigo Bolivia is a non-profit organization whose objective is to divulge the
existence of the New Children, their nature, their needs, their mission. It also seeks to
instruct teachers how to recognize and manage these children more efficiently in the
classroom and, finally, it tries to explain to parents who the new children, in all their
denominations (Indigo, Crystal, Rainbow, etc.) are and how they should be
incorporated and educated at home and at school. It also seeks to guide parents and
teachers in a process of self discovery that will lead them to be better parents and
teachers for these children, because as we know, the problem is not in the children,
the problem is us, adults.
She dictates education workshops for teachers around the country and leads the
School for Parents. The School for Parents (which is free of cost for attendants) meets
each Tuesday every other week with parents of the new children. At these meetings
we share experiences, feel that we are not alone with this “problem” and learn or
better yet, remember, how to be better human beings and thus better parents for our
children. We also invite guests with various skills and knowledge who share them with
the attending parents.
Margaret can be reached at margaretseleme@hotmail.com
La influencia de la música es conocida desde tiempos inmemorables.

La música tiene un gran poder. Brinda una grata experiencia de aprendizaje, estimula la imaginación y
creatividad en los niños. Además, crea vínculos entre padres e hijos según los ritmos y sonidos que se generan
en el ambiente. El gusto entre padres e hijos mientras comparten momentos musicales refuerza sus lazos. Ese
lazo le servirá para las relaciones que el niño mantendrá durante toda su vida.

Podemos encontrar música en todas partes: en el sonido del viento, en un zapateo, en la lluvia. Toda la música
está allí y usted y su bebé pueden disfrutar de ella.

Lograr el vínculo con el bebé de forma musical se da naturalmente. Cuando los padres hablan a sus bebés,
adaptan la voz para hacerla más musical. Al responder el bebé forma una especie de dúo, afianzando la
confianza entre ambas partes.

La música juega un papel muy importante en el establecimiento de rutinas. Cantarle la misma canción todas las
noches a la hora de irse a dormir se convierte en parte de la transición entre estar despierto y dormir.

Cuando los niños se inventan palabras para adaptarlas a música conocida desarrollan su creatividad y gusto por
el lenguaje y sonidos musicales. Mientras se expresan, los niños pueden desahogar su enojo, demostrar alegría
y otros estados de ánimos. También los padres, al compartir la música con sus hijos, les ayudan a tranquilizarse.
De esta manera tienen la oportunidad de conectarse con sus sentimientos. Comparten momentos de felicidad y
alegría.

Sibyl Jacobson, presidente de La Fundación Metlife, (2002) escribe en una carta a los padres de familia: “Las
artes, incluyendo la música, juegan un papel importante en el mejoramiento de la calidad de vida para personas
de todas las edades y antecedentes”.

Recientes investigaciones muestran que la música también contribuye al desarrollo saludable de los niños
pequeños. La música crea un ambiente rico que fomenta la autoestima y promueve el desarrollo social,
emocional e intelectual.

Los niños pequeños son expuestos primero a la música a través de su relación con usted. Por medio de
actividades como cantar, escuchar, bailar y jugar, usted le ayuda a su hijo a crecer de maneras importantes“.
(National Center For Infants, Toddlers and families).

Al incluir la música como parte de su educación, los niños disfrutarán momentos de alegría en los que tienen la
oportunidad de exteriorizar la comunicación, movimiento, socialización y creatividad, además les brinda la
oportunidad de promover el aprendizaje, estimulando su desarrollo y fortaleciendo su aptitudes para establecer
relaciones fuertes y sanas con otras personas.

La música se encuentra alrededor nuestro. Esos sonidos cotidianos que escuchamos a diario en cualquier parte
son música, tienen ritmos que se convierten en melodías. Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar su
habilidad de escuchar y su creatividad para que descubran esos sonidos musicales que nos rodean.
Lo especial de la música es que nos permite aprender sobre el mundo que nos rodea. Gracias a ella se obtiene:

•        Palabras, bases para construir el lenguaje y la capacidad de leer y escribir.


•        La repetición, reforzando el aprendizaje.
•        Los patrones para ayudar a anticipar lo que sigue.
•        Un compás rítmico que ayuda a tener una mejor coordinación.
•        Melodías que llaman la atención y nuestro agrado.

La música colabora con las habilidades para el desarrollo. Con la música se puede:

•        Generar coordinación permitiendo a los niños seguir un compás y usar sus mentes, voces y cuerpos
 en conjunto.
•        Ayudar a los niños mayores a compartir, hacer amigos, y sentirse cómodos en grupo.
•        Fomentar el desarrollo del lenguaje por medio de historias, rimas y ritmos.
•        Despertar la creatividad permitiendo a los niños llenar los vacíos de las palabras, descubrir sonidos o
 inventar canciones.
•        Construir relaciones, comunicar sentimientos, dar comodidad y consuelo.
•        Desarrollar la motricidad fina y gruesa a través de juegos con los dedos, el baile o la interpretación de
 instrumentos.
•        Desarrollar la individualidad permitiendo a los niños descubrir sus propios sonidos y estilos de música.

Anayanci Mazariegos Orantes


Licenciada en Psicología Industrial/Organizacional

Fuentes consultadas:

http://www.zerotothree.org/tips/music.html
Bruscia, KE. (1998) Defining Music Therapy, NH: Barcelona Publishers
Zero to three (2002) National Center For Infants, Toddlers and Families.

http://www.depadresahijos.org/educacion_psicologia/influencia_musica.html

Investigadores de una universidad escocesa creen que el sonido del Rock basado en la guitarra
como Jimi Hendrix, AC/DC y Red Hot Chili Peppers mejora la concentración y aumenta la memoria.

Contrario a lo que se piensa, los niños que escuchan rock o pop a todo volumen mientras estudian
para un examen están aumentando sus posibilidades de tener éxito.

El hallazgo también dice que escuchar música clásica, especialmente Mozart, puede mejorar el
desempeño en pruebas cognitivas. Estudios recientes sugieren que el 'Efecto Mozart' puede
conducir a cambios permanentes en la capacidad intelectual de los niños pequeños. Los hallazgos
han generado una industria de varios millones de libras en discos compactos de música clásica
destinada a impulsar la inteligencia de los niños.
En el nuevo estudio, el Dr. Leigh Riby y George Caldwell, psicólogos cognitivos de la universidad de
Glasgow Caledonian, se dispusieron a averiguar si el 'Efecto Mozart' se aplica a otros tipos de
música.Los investigadores monitorearon la actividad cerebral de un grupo de 16 voluntarios que
se les pidió realizar una prueba simple de memoria mientras escuchaban rock y música clásica. Se
les pidió que hicieran lo mismo mientras escuchaban el sonido de la estática y otra vez en silencio.

Los voluntarios escucharon la segunda sinfonía de Beethoven y una pieza de Steve Vai, el virtuoso
guitarrista de rock. Mientras que la música clásica mejoró la concentración y la memoria de ambos
grupos, el rock también tuvo un efecto significativo en el rendimiento cognitivo de los aficionados
al rock. Los escáneres al cerebro revelaron que ellos (los aficionados al rock) requirieron mucho
menos esfuerzo intelectual para completar la prueba con éxito.

"Queríamos investigar si la música más contemporánea tendría un efecto similar, y elegimos el


rock como un ejemplo extremo" dijo Riby.

"Lo que encontramos fue sorprendente. Mientras que la música clásica parece tener un efecto en
todas la personas, también encontramos que hay un efecto significativo en las personas expuestas
a su tipo de música favorita"

"Aquellos que escuchan rock requieren menos energía mental para llevar a cabo la tarea con éxito.
Yo esperaría a ver un efecto similar con los fans del pop o cualquier otra persona expuesta a su
tipo de música favorita. La música prepara al cerebro para realizar ciertas tareas con mayor
eficiencia"

"Lo que estamos examinando ahora es si ciertos trozos o ciertos instrumentos tienen un efecto
mayor que los demás. Vamos a examinar cada milisegundo de los escáneres cerebrales para
identificar el efecto que la música clásica y el rock están teniendo."

Vai, quien ha actuado junto a Frank Zappa, Ozzy Osbourne y el ex cantante de Van Halen David Lee
Roth, dijo que estaba encantado por los resultados, publicados en la edición actual de la
Conciencia y Cognición, el diario de ciencias. "Lo que este estudio muestra es que es importante
no excluir cualquier tipo de música que tiene un impacto emocional o valor educativo", dijo. "Lo
que oímos tiene el potencial de cambiar nuestra forma de pensar, ya que cambia nuestro estado
de ánimo."

Aunque la música clásica y el rock han demostrado aumentar la capacidad intelectual, también
han sido utilizados efectos incómodos o molestos. A principios de este año del Consejo de Luton
comenzó a tocar música clásica en el centro de la ciudad para alejar a los revoltosos. En 1989, el
ejército estadounidense puso AC / DC en alto volumen para obligar al dictador panameño Manuel
Noriega a salir de su escondite. (no soportó tanto poder rockero)
Estudios previos han demostrado que el rock ha mejorado el ritmo de trabajo de las personas que
recogen las estadísticas del mercado de valores y que puede tener un efecto positivo en la química
del cerebro de los adolescentes deprimidos.

dijo:
"Lo que oímos tiene el potencial de cambiar nuestra forma de pensar, ya que cambia nuestro
estado de ánimo." - Steve Vai

Ojo que eso puede ser para bien o para mal!!


http://www.taringa.net/posts/musica/9771810/Te-decian-que-el-rock-no-servia-para-nada_-
Entra-aca_.html

http://www.redcientifica.com/doc/doc200209150300.html

La música: un factor
de evolución social y
humana[1]
Incidencias de la música  
en los procesos
cerebrales
Gabriela Soto Villaseñor[2]
http://redcientifica.com/autores...

El vínculo de la música con la medicina y la creencia


en su poder mágico y curativo se remonta a tiempos
muy antiguos; pero sin duda fue Pitágoras, al
afirmar que la música ejerce sobre el espíritu un
poder especial, quien comenzó a darle una aplicación
curativa y medicinal.

La música era admirada y considerada un elemento


de purificación; por eso los pitagóricos purificaban el
cuerpo con la medicina, y con la música el alma.
Afirmaban que la proporción y equilibro de las notas
produce harmonia y orden, creando un lazo
indisoluble entre salud y música. No sólo
establecieron una especie de medicina musical para
el alma, sino que al tener la creencia de que la
música contribuía importantemente a la salud, la
empleaban también para la curación de ciertas
enfermedades. [ Nota 3 ]

A través de la historia se ha comprobado que la


música tiene la capacidad de influir en el ser humano
en todos los niveles: biológico, fisiológico,
psicológico, intelectual, social y espiritual.

EVOLUCIÓN DE LA MÚSICA Y CAMBIOS EN SU FUNCIÓN


SOCIAL

Antes de comenzar a hablar del valor formativo que posee la


música, y de los efectos benéficos que ésta ejerce sobre el
individuo, es de suma importancia dejar aclarado a qué tipo de
música nos estaremos refiriendo.

En las sociedades primitivas la música formaba parte de las


actividades comunitarias. No había autor, no había obra, no había
público. Los asistentes eran casi todos participantes, y las reglas
de ejecución, selección de instrumentos, ritmos utilizados, etcétera,
estaban supeditados a las circunstancias de la vida social y
religiosa.

Por muchos siglos la música continuó siendo una manifestación


cultural colectiva, pero llegó un momento en que la comunidad
comenzó a delegar su práctica a grupos especializados, dándose
así la división entre músicos activos y público oyente. Sin embargo,
la música seguía siendo accesible a la mayoría de las personas,
dado que aún estaba asociada con los rituales y con las tradiciones
sociales, por lo que, generalmente, el público era altamente
receptivo y manifestaba su placer o su descontento ante el músico
bueno y el músico improvisado.

Con el paso del tiempo, el público fue adquiriendo un


comportamiento más pasivo debido a las innovaciones cada vez
más elaboradas que iban introduciendo los músicos
especializados. La actividad musical del resto de la población
quedó circunscrita a la ejecución doméstica de música más o
menos simplificada y accesible para los aficionados. La música se
fue volviendo compleja y terminó convirtiéndose en patrimonio de
una minoría selecta, social y culturalmente. Los grandes músicos
comenzaron a salir del anonimato, y la forma en que dominaban
una técnica elaborada y refinada les fue dando prestigio. El pueblo
comenzó a apartarse de la música culta o académica que no oía
mas que en las iglesias, y muy eventualmente, en las antecámaras
y jardines palaciegos, y empezó a cultivar otro tipo de música
transmitida oralmente y adaptada a sus capacidades y
necesidades sociales. Se abrió entonces una brecha entre la
música culta y la música popular, que jamás volvería a llenarse.

Durante los siglos XVIII y XIX, la música dejó de ser patrimonio


exclusivo de monasterios y cortes, y se democratizó relativamente
gracias a la multiplicación de los teatros de ópera y de los
conciertos públicos. Sin embargo, el ritual asociado a estos sitios
disuadía de asistir a una gran parte del público popular.

Ya en el siglo XX, la comercialización de la música estimuló la


formación de clases diferenciadas de oyentes, y los públicos se
volvieron cada vez menos cultivados. Comenzó a componerse
música de diferentes estilos según el público a quien estuviera
destinada y según la demanda existente. Dado que es más
redituable producir música fácil, que pagar a músicos profesionales
ya sea para componer o para interpretar la música de calidad, la
industria musical favoreció la aparición de un producto menos
elaborado, de contenidos vacuos e insulsos, que resultara más
rentable para los intereses comerciales. Esto determinó, por una
parte, los mitos que rodean a la música culta: que es elitista,
aburrida, incomprensible, cara e inabordable; y por otra, el falso
prestigio atribuido a la música comercial, artificialmente creado en
razón de las fabulosas cifras que reditúa a las industrias
discográficas.

La vida musical, en la actualidad, ha llegado a ser controlada por


profanos, por negociantes astutos para quienes la música es, más
que un arte, un bien de consumo como cualquier otro. Estos
comerciantes han decidido dividir al público musical en dos familias
de tamaño desigual: los aficionados a la música culta, y los
aficionados a la música comercial. Mientras que el gran público
sigue la moda sin ningún discernimiento, el aficionado educado
comienza a formar parte de una minoría selecta cada vez más
reducida y agredida sonoramente en su cotidianidad.

La industria musical se encuentra en manos de un grupo de


controladores que se ha atribuido la facultad de fijar las normas de
la "buena música" y de decidir lo que le conviene al público,
imponiendo, en nombre de un pensamiento o "gusto superior", lo
que la mayoría debe escuchar. Esto ha llevado a que las
multitudes estén cada vez menos cultivadas y sean totalmente
sumisas a la presión de los medios de comunicación.

Actualmente, la forma de escuchar de la mayoría de los públicos


está condicionada por una apatía cultural. Lo que comenzó siendo
un alimento para el espíritu de todas las sociedades, el arte de la
música, hoy en día se haya limitado a un círculo reducido de
audiencia; mientras que la "música" que producen los
comerciantes, y que consumen las mayorías, se ha vuelto un
excitante, una droga que a mayor volumen, mejor aturde. Su
función ha quedado limitada a sonorizar un ambiente y a
sobrestimular al público para condicionar sus respuestas a un
consumismo inconsciente, inmediato y frenético.

Desde la época de los griegos se sabía que la música podía


facilitar la persuasión y la armonía social; pero también, que ciertas
composiciones musicales causaban pereza e incitaban a la gente a
realizar actos de agresión y desorden. Incluso Platón, en su obra
La República, afirma que la música puede mejorar, pero también
empeorar a los ciudadanos; por lo que señala la necesidad de
desterrar a algunos artistas de su sociedad ideal, afirmando que
con sus obras se estimula la inmoralidad.

Ahora, más que nunca antes, existe una clara e infranqueable


división entre la música como expresión artística, y la "música" que
es fabricada únicamente para ser un producto comercial. Por
supuesto, cuando en este trabajo se habla del valor formativo de la
música y de los efectos benéficos que ésta proporciona a la vida
del ser humano, nos referimos a la música de arte, a aquella que
permite al individuo expresar y percibir la verdad y la belleza.

Todos los que de alguna u otra forma nos dedicamos a esta


disciplina artística, tenemos la obligación de dar a conocer los
beneficios que la música de arte brinda, y así lograr rescatarla y
ponerla al alcance de un mayor número de personas; para que,
conociéndola, sepan distinguirla, valorarla, gozarla, y disfrutar de
sus bondades.

NEUROBIOLOGÍA DE LA MÚSICA
INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS.

Efectos de la música.

En las últimas décadas, la comunidad científica ha mostrado un


gran interés por investigar los efectos benéficos que la música
ejerce sobre el ser humano; y se ha comprobado que la música es
capaz de producir notables cambios fisiológicos en el organismo.
Entre los más importantes están los siguientes: acelera o retarda
las principales funciones orgánicas (ritmo cerebral, circulación,
respiración, digestión y metabolismo); [ Nota 4 ] incrementa o
disminuye el tono y la energía muscular; modifica el sistema
inmunitario; altera la actividad neuronal en las zonas del cerebro
implicadas en la emoción, e incrementa la resistencia para el
trabajo y para las actividades de alto rendimiento, entre otros. [ Nota
5]

Psicológicamente, la música puede despertar, evocar, estimular,


robustecer y desarrollar diversas emociones y sentimientos. Es una
fuente de placer, y puede provocar catarsis y sublimaciones.
También puede traer a la memoria olores y colores, y modificar el
estado de ánimo del oyente y su percepción del espacio y del
tiempo. [ Nota 6 ]

La música suscita el placer estético y mueve a la reflexión; incita y


favorece la expresión de uno mismo e induce a la colaboración
intergrupal y al entendimiento cultural.

Intelectualmente, la música desarrolla la capacidad de atención y


favorece la imaginación y la capacidad creadora; estimula la
habilidad de concentración y la memoria a corto y largo plazo y
desarrolla el sentido del orden y del análisis. Facilita el aprendizaje
al mantener en actividad las neuronas cerebrales, y ejercita la
inteligencia, ya que favorece el uso de varios razonamientos a la
vez al percibir diferenciadamente sus elementos, y sintetizarlos en
la captación de un mensaje integrado, lógico y bello. [ Nota 7 ]

Terapéuticamente hablando, la música se utiliza en el tratamiento


de dolencias como la hipertensión arterial, estados de ansiedad,
depresión y estrés, y alteraciones del sueño. También se emplea
en la rehabilitación de pacientes psicóticos, de niños autistas y de
adolescentes con trastornos del comportamiento. [ Nota 8 ]

El empleo terapéutico de la música se denomina musicoterapia,


ciencia que se ocupa del mantenimiento, la restauración y el
acrecentamiento de la salud, tanto física como mental, a través de
la música. Mediante técnicas específicas de la musicoterapia, se
pueden estimular los neurotransmisores endógenos del cerebro, de
tal forma que provoquen reacciones químicas que mejoren,
aceleren o favorezcan el aprendizaje. [ Nota 9 ]

Desarrollo cerebral de los músicos.

A nivel cerebral y neurológico, la música brinda innumerables


beneficios a quienes la practican regularmente. Las investigaciones
realizadas por Richard Frackowiak del Instituto de Neurología de
Londres, han comprobado que el cuerpo calloso (conglomerado de
fibras nerviosas que conectan los hemisferios cerebrales
transfiriendo información de uno a otro) es más grueso y está más
desarrollado en los músicos que en otras personas. Esto
comprueba que la música incrementa las conexiones neuronales y
estimula tanto el aprendizaje -actividad prioritaria del hemisferio
izquierdo-, como la creatividad, actividad principalmente
desarrollada en el hemisferio derecho.

Este investigador también descubrió que el lóbulo temporal de la


corteza cerebral es más pronunciado en los músicos. Al parecer,
en esta zona del cerebro que está relacionada con los procesos del
lenguaje se "clasifican" los sonidos, lo que sugiere la existencia de
un eslabón perceptivo entre el lenguaje oral y el lenguaje de la
música. La música estimula una zona del hemisferio izquierdo que
también se asocia con el lenguaje, llamada área de Broca, lo que
ha llevado a los investigadores a pensar que en esta región se
interpretan no solamente los sonidos del lenguaje, sino todos
aquellos que, de alguna u otra forma, nos resultan familiares. [ Nota 10
]

En un artículo aparecido el 23 de abril de 1998 en el Journal


Nature, se refiere que investigadores de la Universidad de Münster,
Alemania, descubrieron que las lecciones de música en la niñez
agrandan el cerebro de quien las recibe. Estos investigadores
encontraron que el área cerebral que se ocupa del análisis de las
notas musicales, es un 25% más grande en los músicos que en la
gente que nunca ha practicado la ejecución de un instrumento.
Estos hallazgos sugieren que los músicos, a diferencia del resto de
la población -y debido a su entrenamiento-, crean nuevas
conexiones neuronales para procesar los sonidos y mejorar su
sincronización durante la práctica de un instrumento, lo que
ocasiona que el área se vaya agrandado a través de la práctica y la
experiencia.

Conjuntando los resultados de un gran número de investigaciones,


se ha llegado a la conclusión de que no existe una zona cerebral
exclusiva y específica encargada de procesar la información
musical, sino que la apreciación y el ejercicio de la música
comprometen, y por lo tanto favorecen, la actividad cerebral
completa.

Música y conexiones neuronales.

Cuando un bebé viene al mundo, su cerebro está conformado por


una gran cantidad de neuronas esperando entrelazarse para
encontrar su lugar en la red cerebral. Algunas ya han sido
conectadas por los genes hacia circuitos que ordenan la
respiración, controlan el ritmo cardíaco, regulan la temperatura y
producen reflejos. Sin embargo, la mayoría de las conexiones
neuronales o sinapsis están a la espera de ser construidas, lo que
significa que éstas no se crearán espontáneamente, sino que
necesitarán de una serie de estímulos específicos para
establecerse.

Recientes investigaciones muestran que al momento del


nacimiento, el cerebro tiene aún un largo camino por recorrer para
alcanzar su desarrollo completo, y que este desarrollo dependerá
de los estímulos que el niño reciba durante la primera infancia, fase
crucial de este proceso. [ Nota 11 ]

Tanto la audición como la práctica de la música favorecen las


conexiones neuronales que incrementan la concentración,
desarrollan las habilidades matemáticas y facilitan el aprendizaje
de idiomas. Cuando el niño es puesto en contacto con la música
durante sus tres primeros años de vida, se incrementan sus
oportunidades para tener un mejor aprendizaje de las matemáticas
y las ciencias en su vida de estudiante. [ Nota 12 ]

Desde muy temprana edad, los niños muestran un marcado interés


por los sonidos y en especial por la música, y reconocen
espontáneamente diferencias de altura, intensidad y timbre. Estas
capacidades, que la mayoría de los niños presentan en forma
innata, pueden afinarse y perfeccionarse por medio de la
educación musical; pero si estas habilidades natas no se
estimulan, tienden a atrofiarse hasta desaparecer. Es alrededor de
los once años cuando los circuitos neuronales disminuyen su
capacidad para establecer nuevas conexiones, por lo que después
de esta edad, los niños que no han tenido música en su educación
ya no podrán desarrollar la aptitud para identificar la altura y el
ritmo, entre otras habilidades. [ Nota 13 ] Esto significa que el resto de
su vida serán funcionalmente sordos ante los verdaderos estímulos
musicales y jamás tendrán la oportunidad de disfrutar de toda la
riqueza de la música; y, si por azares del destino en algún
momento sienten el deseo de acercase a ella, tendrán que vencer
muchas dificultades y utilizar otras habilidades intelectuales para
sustituir aquellas que previamente no tuvieron la oportunidad de
desarrollar.

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES Y DESARROLLO INTEGRAL DEL


INDIVIDUO

La teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner [ Nota 14 ]


afirma que cada persona tiene por lo menos siete inteligencias o
habilidades cognoscitivas que son: la lingüística, la musical, la
lógico-matemática, la espacial, la cinestésico-corporal, la
interpersonal y la intrapersonal. La mayoría de los individuos
tenemos la totalidad de este espectro de inteligencias, cada una
desarrollada de modo diferente y en un nivel particular, producto de
nuestra dotación biológica propia, de su interacción con el entorno
y de la cultura imperante en su momento histórico. Las
combinamos y las usamos en diferentes grados, de manera
personal y única.

Aquellos en quienes predomina la inteligencia musical, muestran


una especial sensibilidad hacia la música y gustan de escucharla;
poseen una gran habilidad para ejecutar instrumentos musicales y
son entonados para cantar.

Gardner ha comprobado que de todos los dones con que pueden


estar dotados los individuos, ninguno surge más temprano que el
talento musical. Durante la infancia, los niños normales cantan y
balbucean por igual; pueden emitir sonidos únicos, producir
patrones ondulantes, e incluso imitar trozos melódicos cantados
por otros con algo más que exactitud casual. Los pequeños, desde
los dos meses de edad, ya pueden igualar el tono, volumen y
contornos melódicos de las canciones de sus madres, y a los
cuatro meses pueden también igualar la estructura rítmica. Los
niños están predispuestos de manera especial a absorber estos
aspectos de la música, y también pueden involucrarse en juegos
sonoros que claramente muestran propiedades creativas.

A la mitad del segundo año de vida, los niños naturalmente


comienzan a emitir series de sonidos cortos que exploran diversos
intervalos. Inventan canciones propias, y poco tiempo después
comienzan a reproducir pequeñas secciones de canciones
familiares que oyen a su alrededor. Durante cerca de un año se
alternan melodías naturales con la reproducción de pequeñas
secciones de canciones familiares; pero hacia los 3 ó 4 años ganan
las melodías de la cultura dominante y por lo general disminuye,
hasta desaparecer, la creación de canciones espontáneas y del
juego sonoro exploratorio. [ Nota 15 ]

Tanto más que en el lenguaje, encontramos impresionantes


diferencias individuales en los niños pequeños cuando aprenden a
cantar. Algunos pueden repetir grandes segmentos de una canción
hacia los dos o tres años, mientras que muchos otros, a esta
misma edad, difícilmente pueden aproximarse al tono, y aún hacia
los cinco o los seis años pueden seguir teniendo dificultad para
reproducir contornos melódicos exactos. [ Nota 16 ]

Durante la edad escolar se incrementa el desarrollo musical,


permitiendo que los niños puedan cantar las melodías con mayor
exactitud y expresividad. Sin embargo, la escuela le da gran
importancia a las habilidades lingüísticas, mientras que el
desarrollo de las destrezas musicales ocupa un lugar
prácticamente inexistente en la cultura, siendo tolerable el
"analfabetismo musical".

Esta rápida descripción de la evolución musical en el niño nos


muestra, primero, que al nacer disponemos de habilidades innatas
que necesitan ser estimuladas para no desaparecer; y segundo,
que el ser humano es primordialmente creativo, y que son la
influencia familiar en primer lugar, y después la escolar, las que lo
van condicionando a absorber las manifestaciones musicales
propias de la cultura imperante, llevándolo gradualmente a la
pérdida de su creatividad.

Es esta una aseveración tan importante que, si como educadores


queremos contrarrestar su realidad, deberemos tener siempre en
cuenta. Primero, exigiendo la implantación de la educación musical
como asignatura obligatoria dentro del currículo escolar, de tal
forma que podamos favorecer en los niños el desarrollo de estas
capacidades innatas. Segundo, para que al elaborar el plan de
trabajo se incluyan actividades en las cuales los niños puedan
expresar sus habilidades propias, y se favorezca el desarrollo de
las mismas y la expresión de su creatividad.

EQUIDAD COGNOSCITIVA.

Debido a la herencia, adiestramiento prematuro o, con toda


probabilidad, a una interacción constante entre estos dos factores,
algunos individuos despliegan determinadas inteligencias en mayor
grado que otras; pero toda persona normal debería poder
desarrollar cada una de ellas en cierta medida, aunque sólo fuera
modestamente. Estas habilidades intelectuales jamás se
desarrollan en forma espontánea, sino que son puestas en acción
por las actividades que dentro de las diferentes culturas poseen ya
un significado y una practicidad especificas. [ Nota 17 ]

En este punto cabría preguntarnos qué porcentaje de las diversas


habilidades existentes jamás se desarrollan a causa de los
sistemas escolares actuales; cuántos individuos se ven afectados
en su desarrollo por estas circunstancias, y cómo influye esto
dentro de la sociedad.

Todavía hasta hace muy pocos años, se suponía que la cognición


humana era unitaria y que era posible describir en forma adecuada
a las personas como poseedoras de una única y cuantificable
inteligencia; sin embargo, ahora sabemos que cada ser humano
posee en forma innata habilidades diferentes, y que en la medida
que las pueda desarrollar y poner en práctica, podrá vivir
plenamente y participar dentro de la sociedad desempeñándose
con sus talentos propios, específicos y únicos.

Dentro del sistema escolar actual, existen muchos alumnos a


quienes se les diagnostica déficit de atención o dificultades en el
aprendizaje; difícilmente obtienen logros escolares y les desagrada
el estudio. Al analizar los programas de enseñanza, vemos que
estos se concentran en el predominio de las inteligencias
lingüística y matemática, dando mínima o nula importancia a las
otras posibilidades de conocimiento. Esta es la razón de que
muchos alumnos no se destaquen en el dominio de las asignaturas
académicas tradicionales y que, por lo tanto, no obtengan
reconocimiento, diluyéndose así su aporte al ámbito cultural y
social. Se piensa que han fracasado, cuando en realidad son los
sistemas escolares los que están suprimiendo sus talentos, a
cambio de privilegiar una única visión cultural, que hoy en día es la
tecnológica. De esta forma la cultura imperante privilegia y valoriza
algunas inteligencias en detrimento de otras, favoreciéndose un
desarrollo parcial del intelecto que de otra manera podría ser
mucho más holístico o completo. [ Nota 18 ]

UN POCO DE HISTORIA.
CIVILIZACIONES ANTIGUAS.

La música tuvo un papel preponderante en las culturas más


antiguas de la civilización. China y Grecia la asociaron con la
moralidad: era un símbolo de lo bueno que hay en el hombre.
Hacia el año 500 a. C. Confucio dijo: "La fuerza moral es la
columna vertebral de la cultura humana y la música es la flor de
esta fuerza moral". Los chinos consideraban que la música era un
elemento para gobernar el corazón de los pueblos; afirmaban que
al haber música en el hogar, existe el afecto entre padres e hijos; y
que cuando la música es ejecutada en público, crea armonía entre
la gente. Los objetos capaces de producir música bajo el arbitrio
humano, eran considerados por los chinos como vínculos con lo
divino y lo eterno. [ Nota 19 ]

Refiriéndose al aspecto formativo de la música, Confucio insistió:


"El carácter de un hombre debe ser despertado por los cantos,
establecido por las formas y completado con la música. La música
debe ser considerada como uno de los elementos básicos de la
educación, y su pérdida o su corrupción es el signo más evidente
de la decadencia de los imperios. ¿Queremos saber si un reino
está bien gobernado, si las costumbres de sus habitantes son
buenas o malas? Examinemos la música vigente". [ Nota 20 ]

En la Grecia clásica, la música gozaba de gran estima. Los griegos


designaban a una persona educada y distinguida como "hombre
musical", y utilizaban el término "amúsico" para referirse a las
personas incultas. La música y la poesía estaban unidas en una
sola, y la declamación se acompañaba del canto y a veces de la
danza. [ Nota 21 ]

Fueron los griegos los primeros en señalar la importancia de


brindar educación musical desde muy temprana edad, debido a las
virtudes únicas y esenciales que se le atribuían a la música, y por
considerarse un factor esencial en la formación de los individuos.
La perfección de la ciudad-estado iba de la mano con una
escrupulosa educación musical que se consideraba esencial para
la formación de un pueblo disciplinado. Para los griegos, la música
consistía en la enseñanza de lo verdadero, para así alcanzar a
equilibrar el espíritu del hombre. Sus funciones principales eran
formar la inteligencia y el carácter, y propiciar la salud.

Una vez mencionada la apreciación que de la música tenían las


antiguas culturas, cabe hacer el siguiente planteamiento. Desde las
primeras civilizaciones eran ampliamente conocidos los beneficios
que la música brinda al ser humano y la importancia que ésta tiene
en la formación integral del individuo. En la actualidad, época de
grandes adelantos y descubrimientos científicos, todos estos
fenómenos han sido más que comprobados. Sin embargo, la
educación musical como asignatura no se incluye dentro del
currículo escolar de gran parte de los países latinoamericanos, y
no podemos dejar de mencionar que la música de arte, la que
aporta todos estos beneficios, día a día pierde más espacios y se
vuelve cada vez no sólo más inaccesible para la mayor parte de la
población, sino tan desconocida que en algunos casos,
especialmente en los medios de comunicación, resulta objeto de
rechazo y menosprecio.

¿Acaso las autoridades educativas no están al tanto de los


resultados de estas investigaciones? Y si sí lo están, ¿por qué no
se ha incluido la educación musical en los planes de estudio...?
¿Por qué las autoridades culturales no defienden los pocos
espacios que quedan para la música de arte...? ¿Quiénes son los
beneficiarios de que no se tomen decisiones claras en este
sentido?

SOCIEDADES ACTUALES.

En algunas culturas contemporáneas se aprecia enormemente la


competencia musical. En China, Japón y Hungría, por ejemplo, se
espera que los niños logren pericia en el canto y, de ser posible,
también en la ejecución de algún instrumento.

En Japón, el músico y pedagogo japonés Shinichi Suzuki ha


demostrado que un gran número de personas pueden aprender a
tocar instrumentos musicales muy bien y desde edades muy
tempranas. Su método se ha centrado en el desarrollo de la
inteligencia musical y ha ayudado a muchos individuos a progresar
con rapidez dentro de esta habilidad, poniéndola al alcance de una
población mucho más amplia. Su objetivo principal no es crear
músicos profesionales, sino que los alumnos amen y vivan la
música. Esto lo logra a través de potenciar un ser humano
completo que, con trabajo y esfuerzo y en un entorno que le anime
con amor y paciencia, pueda desarrollar confianza y respeto en sí
mismo. El maestro Suzuki busca un sentido de educación global,
de educación musical en la que el instrumento es el medio de
alcanzarla. [ Nota 22 ]

Es interesante mencionar que la sociedad japonesa se ha


percatado de que existe un amplio perfil de inteligencias humanas,
mismas que ellos se han ocupado de desarrollar a través de
sistemas educativos integrales. Saben que cada individuo, al
poseer características distintas, puede contribuir a un óptimo
desarrollo de la sociedad, aportando sus capacidades propias y
específicas.

Cada cultura apuesta de manera distinta al despliegue de las


inteligencias de sus individuos. La existencia de la habilidad para
cantar lograda en determinados grupos culturales, y de
ejecuciones instrumentales destacadas entre los violinistas
judeorrusos o los xilofonistas balineses, indica que el logro musical
no es únicamente un reflejo estricto de la habilidad innata, sino que
puede favorecerse a través del estímulo y adiestramiento
culturales.

Un grupo que se distingue especialmente por favorecer el


desarrollo de las habilidades musicales son los Anang de Nigeria.
Los bebés de apenas una semana de edad son iniciados en la
música y en la danza por sus madres, y los padres fabrican
pequeños tambores para sus hijos. Cuando llegan a los dos años,
los niños se incorporan a grupos en los que adquieren habilidades
culturales básicas, dentro de las que se incluyen cantos, bailes y
ejecución de instrumentos. A los cinco años, los pequeños anang
pueden entonar cientos de canciones, tocar varios instrumentos de
percusión y realizar docenas de intrincados movimientos de danza.
Los mencionados anang afirman que todos los individuos están
ampliamente capacitados para la música, y los antropólogos que
han estudiado a este grupo aseguran que jamás han encontrado
en él a ningún miembro "no musical". [ Nota 23 ]

Todas estas culturas mencionadas, son prácticamente las únicas


que en la actualidad se preocupan seriamente por cultivar la
inteligencia musical, y por lo tanto, las únicas que brindan a sus
individuos la oportunidad de desarrollarse ampliamente dentro del
ámbito musical.

LOS VALORES INTRÍNSECOS DE LA MÚSICA


EL VALOR ESTÉTICO DE LA MÚSICA.

El arte es la disculpa grandiosa que se da el hombre


para ser. El crear objetos que signifiquen algo para
sí mismo y para la sociedad, es la única gran
justificación de la 'vida humana'. El arte es la
expresión máxima de esa vida, que provoca el
encuentro entre quienes lo hacen y quienes lo
gozan.

Michel Romiex

Serafina Poch cita a Michael Polanyi: "Bebés y niños pequeños


hasta los dieciocho meses más o menos no son superiores
mentalmente a los chimpancés de la misma edad. Sólo cuando
empiezan a hablar es cuando se marcará una distancia
astronómica con el chimpancé".

Y ella lo complementa: "Pero el habla es sólo un punto de partida.


El hombre se va haciendo hombre al progresar desde el nivel del
lenguaje articulado al pensamiento abstracto y a la comunicación
matemática. Sin embargo, todo ello lo puede realizar una
computadora, más o menos. Lo que hace al ser humano
verdaderamente tal, es el progresar y entrar de lleno en el mundo
de las emociones, los valores (estéticos, religiosos, morales,
sociales, etcétera) y los sentimientos. No será ser humano sano y
normal sin lograr un desarrollo equilibrado de todos estos valores".
[ Nota 24 ]

Por que los sistemas educativos actuales favorecen ampliamente


la formación técnica, en la que el hombre no puede quedarse,
debemos darle al arte, a la música, un lugar preponderante en su
vida para que con ello logre alcanzar su dimensión de ser humano.

El arte es por excelencia un fenómeno de sociabilidad, puesto que


está fundado en las leyes de la simpatía y de la transmisión de
ideas, emociones, sentimientos y sensaciones. Es el instrumento
más poderoso de que el hombre dispone para profundizar,
comprender, refinar y sublimar sus emociones y sentimientos. El
arte persigue la trascendencia del hombre como último fin. De ahí
el enorme valor educacional y terapéutico del arte para contribuir al
equilibrio psíquico del ser humano. [ Nota 25 ]

"La música opera en nuestra facultad emocional con mayor


intensidad y rapidez que cualquiera de las otras artes. Unas pocas
cuerdas pueden llegar a una parte de nuestra mente a la que un
poema sólo puede llegar tras larga exposición o una pintura tras
prolongada contemplación" La acción del sonido es algo no sólo
más inmediato sino también más poderoso y directo. Las otras
artes nos persuaden, pero la música nos toma por sorpresa". [ Nota
26 ]

LA FUNCIÓN SOCIAL DE LA MÚSICA

La música es el más elevado mensaje del


sentimiento; es el arte que convierte la técnica en
un regalo al espíritu para contribuir a que los seres
humanos, al admirar la belleza, sean
progresivamente mejores.

Pablo Casals

Debido a los avances científicos y tecnológicos, a la gran


disponibilidad de grabaciones y a la abundancia de medios de
comunicación masiva, la música ha abandonado las salas de
concierto para pasar a formar parte de la vida diaria. Estos hechos
podrían haber proporcionado grandes beneficios tanto al individuo
como a la sociedad; sin embargo, muchas prácticas que eran
comunes en épocas pasadas, como el tocar instrumentos o cantar
en familia, se han perdido por causa de la televisión, que ha venido
a sustituirlas.

La música es de gran utilidad para liberarnos de la tensión y la


fatiga, y debería tener un lugar muy importante dentro del círculo
familiar. La práctica del canto o de tocar un instrumento puede
tener efectos muy positivos para favorecer la autorrealización,
aumentar la autoestima, propiciar el conocimiento mutuo y la
cohesión familiar. La música, siendo una actividad que
frecuentemente se realiza en grupo, contribuye a la integración
social; y al ser el desempeño individual de suma importancia para
el logro del resultado final, simultáneamente fomenta la
responsabilidad y la superación personal.

La vida sensitiva y emocional del ser humano precisa de formación


y educación, no sólo para su propio beneficio, sino también para el
de la sociedad en la que vive; ya que éste es, ante todo, de
naturaleza social. La música, al ser un lenguaje preverbal,
prelógico y emocional, contribuye a la formación de la sensibilidad
estética en niños y adolescentes, lo cual es de gran importancia
para la consecución de una vida emocional sana.

Susan Langer considera que la música puede expresar los


sentimientos de mejor manera que cualquiera de las otras artes,
por las siguientes cinco razones:

1. La música es una forma de lenguaje simbólico de mayor


abstracción que las otras artes.
2. La música facilita más que otras artes la expresión de los
sentimientos y de las emociones.
3. La música es una forma simbólica inacabada que permite
al ser humano ver proyectados en ella sus estados de
ánimo.
4. Los sentimientos humanos son expresados con mayor
congruencia bajo formas musicales que a través del
lenguaje, por lo que la música puede revelar la naturaleza
de los sentimientos con más detalle y verdad que éste
último.
5. La posibilidad de expresar cosas opuestas
simultáneamente, confiere a la música la posibilidad más
intrincada de expresión y consigue con ello ir mucho más
lejos que otras artes. [ Nota 27 ]

Esto nos muestra que tan importante es brindar una educación


musical adecuada desde los primeros años de vida, nutriendo la
sensibilidad y la emotividad de los niños, enseñándolos a conocer
la belleza y a descubrir el placer estético. Es relevante la
necesidad del conocimiento de las diferentes corrientes musicales,
ya que, en todas y cada una de ellas, existe música de calidad. De
esta manera estaremos contribuyendo a la formación de un criterio
artístico y estético que permita al educando elegir entre la música
que tiene un valor real y artístico, en diferenciación con aquella de
baja calidad, que ha sido creada no sólo bajo criterios económicos
y comerciales, sino también enajentantes. Así, al llegar a la
adolescencia, edad muy vulnerable a la influencia social y al
bombardeo de los medios, los jóvenes sabrán elegir lo que
verdaderamente les guste, independientemente de lo que la
publicidad les dicte a través de los medios de comunicación. Hay
que educar a los adolescentes para que no sean víctimas de
intereses comerciales, consumiendo lo que otros les ordenan.

A través de una educación musical adecuada en la que se enseñe


a los niños y jóvenes a disfrutar de la música de buena calidad,
podremos favorecer el desarrollo de la sensibilidad estética y de su
vida emotiva. Esto traerá innumerables beneficios para su vida
futura, y en consecuencia para la sociedad. Podemos enumerar los
siguientes:

 Sabrán elegir la música que verdaderamente les guste,


independientemente de lo que la publicidad y los medios
de comunicación les dicten. No se convertirán en víctimas
de intereses comerciales, adquiriendo lo que otros los
induzcan a comprar, y escucharán sólo aquello que
responda a sus propios gustos, preferencias personales y
necesidades emotivas.
 La música podrá convertirse en su afición.
 Podrá ser un soporte emocional frente a las vicisitudes de
su vida.
 Les ayudará a mitigar la soledad o la incomprensión.
 Enriquecerá su vida emocional ayudándoles a profundizar
en su sensibilidad y en la de los demás.
 Podrán utilizarla como un sano instrumento de placer y
catarsis.
 Podrán encontrar en ella un medio de espiritualidad.
 Les brindará una sana opción entre otras de orden social
que menoscaban su integridad (drogas, violencia,
pandillerismo, etcétera).
 Finalmente, podría convertirse en una productiva y
gratificante profesión.

MÚSICA DE EFECTOS NOCIVOS Y CONTAMINACIÓN


SONORA

Mas allá de las innumerables bondades de la música, cabe señalar


dos aspectos adversos importantes: primero, que cierto tipo de
música puede provocar efectos contrarios a los que ya han sido
mencionados; y segundo, que vivimos inmersos en un mundo
sonoro que continuamente pone en riesgo la integridad de nuestro
sistema auditivo.

MÚSICA COMERCIAL.

Serafina Poch Blasco afirma que la música puede elevarnos hasta


lo más sublime, pero que también puede degradar, llevar a la
droga, e incluso a determinadas personas conducirlas al suicidio.
Todo depende del tipo de música que se escuche, del impacto que
ésta ejerza sobre la persona, y de la frecuencia, la duración y el
volumen con que sea escuchada. [ Nota 28 ]

La música comercial es un producto industrial que únicamente


persigue la complacencia de las demandas del mercado. Si la
analizamos, descubriremos que en su mayoría está dirigida a la
satisfacción de exigencias inmediatas, transitorias y vulgares; y
podemos agregar a esto la inmoralidad que expresan las letras de
muchas de las canciones en las que se alaba a delincuentes,
narcotraficantes, criminales y alcohólicos; o se hace alarde de
expresiones soeces y de doble sentido. La característica general
de este producto de consumo masivo es que divierte sin revelar
nada nuevo, sino incurriendo en lugares comunes que el público
espera ansiosamente oír y repetir, como si fuese un niño feliz que
se regodea por enésima vez en un cuento que ya conoce. Todo lo
desconocido, por temor a no comprenderse o por pereza mental,
resulta insoportable.

La música comercial de consumo masivo es uno de los


instrumentos de persuasión oculta más eficiente. Es monótona y
con un bajo rítmico acompañado de escasos acordes que se
repiten de principio a fin. Sus ritmos perpetuos producen
frecuentemente una excitación corporal que puede llegar hasta la
embriaguez, provocando un desdoblamiento de la personalidad
(sin la validez social que esto aporta a la ritualística). Estos ritmos
muchas veces van acompañados por cantos que expresan ideas,
sentimientos o estados anímicos negativos, causando desequilibrio
nervioso en el estado físico y mental del joven, dando como
resultado una verdadera ebriedad, con exaltación de los sentidos y
de la imaginación. La personalidad se transforma y se mimetiza
con la de los compañeros y la de los espectadores, y en
consecuencia, el individuo se convierte en un simple elemento de
una entidad colectiva; en una partícula de una multitud en estado
de embriaguez. Esta "música" convierte a los oyentes que se
prestan a ello, a los jóvenes principalmente, en autómatas, porque
en ese momento se paraliza el proceso mental de la conciencia.
Llegados a este punto, son fácilmente conducidos al sexo
inconsciente e irresponsable, al alcohol, a la droga, etcétera. Si a
esto agregamos que la intensidad del sonido que prevalece en los
sitios a donde las multitudes acuden a consumir esta "música" se
eleva 20 decibeles por encima del límite de tolerancia del oído
humano, el resultado es un asalto deliberado y directo hacia la
integridad de la persona. El fin perseguido es exaltarla y paralizar
su conciencia, sumergiéndola en un océano sonoro; de nuevo, con
fines puramente comerciales y enajenantes.

Esta situación sólo puede ser aceptada por individuos sin ningún
juicio musical, y sin la sensibilidad educada para apreciar la
belleza. Brindando educación musical, y proporcionando a los
jóvenes las herramientas para conocer la buena música, no se
prestarán tan fácilmente a estos asaltos.

CONTAMINACIÓN SONORA.

Los habitantes de los países industrializados o con cierto nivel de


desarrollo, vivimos inmersos en un mundo lleno de ruidos, que
parecen ya inseparables de nuestra vida cotidiana. A diferencia de
la visión, nuestro sistema auditivo está siempre abierto al mundo,
lo que implica una recepción continua de estímulos y de
informaciones sonoras de las que no podemos sustraernos.

El progreso técnico, la proliferación de los medios de transporte, el


hacinamiento, los hábitos culturales y el crecimiento urbano
carente en muchos casos de una planificación adecuada son, entre
otros, algunos de los factores que han contribuido en gran medida
a la degradación acústica del medio, y al deterioro de las
relaciones entre la persona y su entorno.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 76% de


la población que vive en los grandes centros urbanos sufre un
impacto acústico muy superior al recomendable; y científicos y
expertos que trabajan en la materia han declarado en forma
unánime que el ruido daña seriamente nuestra capacidad auditiva
y ejerce una influencia negativa en nuestro organismo, propiciando
graves trastornos. Estos perjuicios van desde daños puramente
fisiológicos, como la conocida pérdida progresiva de la audición,
hasta los psicológicos, al producir una irritación y un cansancio que
provocan disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento
laboral como en la relación con los demás. La lista de posibles
consecuencias de la contaminación acústica es larga:
Individualmente provoca dolor de cabeza, problemas de estómago,
alteración de la presión arterial y del ritmo cardíaco;
vasoconstricción, depresión del sistema inmunológico y alteración
de los niveles de segregación endocrina; irritabilidad, cansancio,
estrés y perturbaciones del sueño, que conducen a conductas
agresivas, dificultades para la comunicación, problemas mentales y
estados depresivos, disminución del rendimiento y de la
concentración, etcétera, todo esto con una alta repercusión en el
deterioro social y elevados costos en productividad laboral.

El ruido no sólo produce perjuicios directos y acumulativos sobre la


salud, sino que además tiene efectos socioculturales, estéticos y
económicos: aislamiento social, pérdida de privacidad,
desaparición de culturas sonoras, pérdida de señales sonoras
alertantes, depreciación económica de la vivienda, etcétera. Con
niveles de ruido altos, la tendencia natural de la gente hacia la
ayuda mutua disminuye o desaparece, reapareciendo en el
momento en que se suprime la presión sonora. [ Nota 29 ]

Los niños cuyas escuelas se ubican en zonas ruidosas, aprenden a


leer más tarde, presentan mayor agresividad, fatiga, agitación,
peleas y riñas frecuentes; mayor tendencia al aislamiento, y cierta
dificultad de relación con los demás. El deterioro del aprendizaje y
del desarrollo humano nos comprueba que la contaminación
acústica conlleva efectos negativos para las generaciones futuras.

El exceso de automóviles, las obras públicas, la cercanía de los


aeropuertos, el ruido social y la actividad nocturna son los
principales responsables de la contaminación acústica de las
grandes ciudades. Sin embargo, existen otras fuentes de ruido que
podríamos controlar con un poco de educación y legislaciones
adecuadas.

Desde muy pequeños los niños acuden a fiestas en donde son


expuestos a música a gran volumen y son incitados a responder a
gritos a las preguntas de los animadores. En el mercado se
encuentran sofisticados juguetes que hacen alarde de una fuerte
sonoridad, a más de artificial y distorsionada.

El uso excesivo de reproductores de discos compactos y radios


con auriculares, y el volumen de la música en las discotecas,
provocan cada vez más problemas auditivos entre los jóvenes. El
oído tarda más de 36 horas en recuperar la sensibilidad auditiva
normal, después de estar sometido una noche a la música
atronadora de una discoteca.

La utilización permanente de "música" a impresionantes volúmenes


en cines, restaurantes y lugares públicos, origina que muchos de
nosotros pensemos dos veces la conveniencia de acudir a estos
lugares. Normalmente decidimos no hacerlo. Sólo bajo caso de
extrema necesidad nos vemos obligados a exponernos a tantas
violaciones a nuestra integridad física. Una legislación en este
sentido es urgente.
La consecuencia más preocupante del nivel sonoro elevado es la
hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva. Muchos jóvenes de
hoy sufrirán trastornos del sentido del oído en un futuro cercano.
Lamentablemente el individuo advierte su discapacidad cuando ya
es demasiado tarde, dado que la misma se produce por la
destrucción irreversible de las delicadas células sensoriales del
oído interno. La razón es que el proceso de deterioro es gradual y
puede demorar varios años en hacerse patente, ya que se va
produciendo una adaptación o acostumbramiento progresivo. [ Nota 30
]

Los niveles de ruido constantes, aunque no superen los límites


máximos permitidos, aceleran el proceso de la disminución
auditiva, de tal forma que tenemos un oído mucho más viejo del
que correspondería a nuestra edad fisiológica. En otras ocasiones
la exposición a ruidos de poca duración, pero de gran intensidad,
precipitan este trastorno irreversible y para el que no existe
tratamiento alguno. Estos problemas se han incrementado a tal
grado, que ya existe el término socioacusia, que se refiere a la
disminución auditiva o a la pérdida total del oído debida a causas
sociales.

EVOLUCIÓN EMOCIONAL Y ARTE

A lo largo de la historia, la música ha sido parte importante de la


vida del ser humano; aunque debido al desarrollo de las
civilizaciones, y a los avances científicos y tecnológicos, su función
-y el disfrute que de ella se tiene- ha sufrido enormes
modificaciones. Si comparamos los recursos de que dispuso el
hombre en los siglos precedentes, no dejará de admirarnos la
superabundancia de medios de comunicación masiva que en la
actualidad transmiten música grabada. Sin embargo, esta
circunstancia, lejos de beneficiarnos, ha despertado un desmedido
interés comercial y económico que nos ha conducido a vivir en
medio de una invasión sonora, quitándole a "la Música" su lugar
como legítima expresión artística y estética, con todo lo que esto
conlleva.

En la sociedad actual se han perdido, como tantos otros valores, el


concepto de lo bello y el gusto por lo estético. Todo es válido.
Todo... es cultura. En el campo musical se acepta cualquier cosa
con tal de que llame la atención. Que perdure no es importante, no
es lo que se busca. Al contrario, el objetivo es que no perdure,
porque detrás hay grandes intereses económicos que ganan con lo
intrascendente; no con lo que permanece, sino con lo que
desaparece.

La clave para cambiar favorablemente esta situación se halla en


"promover la perennidad y la belleza del arte", con el fin de elevar
la moral y el espíritu de los seres humanos, y para hacer frente a
las contingencias actuales y superarlas.

Solo desarrollando apropiadamente su espectro emocional, el


hombre podrá abrir una nueva fuente de energía moral, cuya
necesidad para él y para la sociedad completa es tan apremiante.
Se debe trabajar por educar positivamente la vida emotiva de los
seres humanos y de esta forma alcanzar un equilibrio entre el
plano moral y el progreso técnico.

Es nuestra tarea, como músicos y como educadores, preservar lo


que ha permanecido por años..., por siglos..., por milenios. El arte,
la música, no es una moda, no podemos permitir que esté sujeta a
intereses comerciales y que se pretenda desaparecer una
expresión artística producto de la evolución del ser humano.
Perder la música es negar nuestra historia, porque lo que ahora
somos no es resultado de lo que se inventó para desaparecer, sino
de lo que, en la Creación, mereció la naturaleza de trascender.

Hemos presentado detalladamente los efectos benéficos que


ejerce la música sobre el ser humano, así como las consecuencias
negativas que cierta música puede producir en quienes la
escuchan, y es de suma importancia resaltar los resultados que
han arrojado las investigaciones en cuanto a los alcances que tiene
la música para favorecer el desarrollo cerebral y el aprendizaje.
Enfatizamos también sobre las diversas y específicas facultades
que tiene cada ser humano, y que debiera ser capaz de desarrollar
si el conocimiento de diversos símbolos y formas de aprendizaje
fueran puestos a su alcance a través de la educación.

Quedan demostradas las bondades que puede proporcionar la


música, tanto al individuo como a la sociedad en general, si la
ponemos al alcance de un mayor número de personas. Esto se
logrará únicamente a través de una educación musical
escolarizada.

Cada uno de los integrantes de la comunidad musical tenemos la


obligación moral de defender la forma de expresión que nos es
común y de devolverle a todo ser humano el derecho que a la
música tiene. Por tanto, una vez establecida la importancia del
valor formativo de la música, tenemos las siguientes
responsabilidades:

 Dar a conocer a las autoridades educativas y de la sociedad en


general, las innumerables investigaciones que se han llevado a
cabo en relación con los efectos de la música, y sus consiguientes
resultados positivos en cuanto a su valor formativo se refiere.

 Exigir, en el ejercicio de la democracia, espacios equitativos


para la difusión de la música de arte en los medios de
comunicación masiva.

 Crear conciencia en el sector salud acerca de los severos daños


que está causando en la población el manejo de altas intensidades
sonoras en los lugares públicos, y las graves consecuencias que
esto tendrá en la futura sociedad; y por tanto

 Exigir ante las cámaras y las instituciones correspondientes:

 la inclusión de la educación musical como asignatura


obligatoria dentro del currículo escolar;
 la instauración de reglamentos para la industria de la radio
y la televisión que los exhorte a la difusión de las
manifestaciones artísticas y culturales propias y
universales, y
 la creación de legislaciones adecuadas que protejan la
integridad de nuestro sentido del oído, imprescindible para
el desempeño de nuestra profesión y para el goce de la
belleza y del placer estético que nos brinda la música.

Es seguro que el descuido o la indiferencia que han propiciado la


exclusión paulatina de la educación musical de los programas
escolares, así como la desaparición de los espacios destinados a
la difusión de la música docta y del arte en general, conducen a la
sociedad a un severo retroceso evolutivo. La música no es un
"artículo superfluo". Una sociedad sin música de arte, será una
sociedad mecanizada en la que tendrán cabida únicamente los
seres dotados con cierto tipo de inteligencia. Los individuos que la
conformen solo necesitarán una mínima parte de su cerebro para
funcionar.

La necesidad de casa, vestido y sustento es tan importante como


el mandato universal de evolución. Pero mal y poco tiempo
podríamos gozar de aquellos bienes, propiciando los grados de
violencia y neurosis que puede generar una sociedad cuando se ve
privada de cauces bellos, nobles y humanistas para desfogar la
carga de sus emociones cotidianas. Y esa evolución, tan necesaria
para el Hombre, sufriría un retroceso, ante la incapacidad de
experimentar las otras emociones. Ésas tan inéditas, misteriosas e
inenarrables hacia donde la música es capaz de arrebatar el alma.

México D.F., 4 de Agosto de 2002.

[1] Soto Villaseñor, Gabriela (2002). Incidencias de la música en


los procesos cerebrales. Instituto de Investigación sobre la
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