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del tiempo y, por su propio “éxito”, ven perderse la idea original que los
sustentaba, de modo que acabamos usándolos como una “muletilla” que nos
sirve a modo de refuerzo de cualquier opinión que tengamos.
Definición de KPI
Es una métrica enfocada a aquellos aspectos relativos al desempeño de la
empresa que resultan clave para lograr el éxito de la misma, tanto hoy como
en el futuro.
En otras palabras, los KPI nos indican qué debemos hacer para incrementar
de un modo extremadamente significativo el desempeño de nuestra
empresa.
No hay herramientas más potentes para un directivo que los KPI. Son la base
del management actual, ya que nos indican si vamos por el camino correcto
de la ejecución de la estrategia de nuestra empresa y, como veremos más
adelante, no lo hacen desde el punto de vista de la contabilidad financiera.
Los KPI miden “inductores” del éxito, nunca “resultados”, y es que las
métricas asociadas al desempeño nos indican qué hacer, mientras las de
resultado nos dicen lo que hemos hecho (las primeras causan las
segundas). Por ejemplo, una cosa es el número de reuniones con nuevos
clientes que haya tenido esta semana nuestro departamento de ventas
(inductor) y otra es el beneficio neto obtenido con las ventas de
determinado producto (resultado).
Hay que tener muy claro que no todas las métricas de desempeño tienen por
qué ser KPI, ya que pueden ser útiles pero no tienen por qué ser “clave” para
el éxito de la empresa.
Se puede decir que los KPI están directamente relacionados con los
denominados Factores Clave de Éxito, que son aquellos que permiten
sobrevivir y prosperar a la empresa y que, por lo general, son difíciles de
replicar por la competencia, como por ejemplo, la capacidad para lanzar
nuevos productos rápidamente.
En una empresa los KPI siempre han estado ahí, otra cosa muy distinta es si
los hemos descubierto o, si conociéndolos, no los aprovechamos.
La verdad es que una pyme no debería tener que controlar más allá de 10
KPI. Muchas pequeñas empresas de éxito (y otras no tanto) vigilan entre 5 y
7 KPI, no hay que olvidar que estamos hablando de indicadores “clave”.
El tercer mito es que los KPI más importantes son de tipo financiero o
asociados a la contabilidad de costes, pues me temo que este es el mito más
peligroso de todos. Los KPI son métricas de rendimiento casi siempre
operativo, por lo tanto, no se miden en términos monetarios, no hay KPI
denominados en euros como, por ejemplo, el resultado antes de impuestos
de una empresa.
Si, por ejemplo, nuestro cliente nos pide 560 unidades con un plazo máximo de 20
días pero nosotros entregamos:
400 unidades completas en 18 días
160 unidades completas en 24 días
ISR (%) = (Inventario que deberíamos tener – Inventario que tenemos realmente) /
(Inventario que deberíamos tener)
Supongamos que para abastecer una demanda habitual, debemos contar con 850
unidades de determinado material en inventario. Pero parte del inventario se daña por
mal almacenamiento, por lo que tenemos que dar de baja 25 unidades. Tenemos
específicamente 825 unidades disponibles. La Tasa de Contracción del Inventario en
este caso es de:
ISR (%) = (850 unidades – 825 unidades) / (850 unidades) = 2,94%
FPY del Proceso (%) = FPY del paso A (%) x FPY del paso B (%) x … x FPY del
paso n (%)
Si tenemos un proceso que está compuesto por 3 pasos consecutivos, de los cuales:
En el paso A se están produciendo 8 unidades sin problemas, sobre 10
procesadas.
En el paso B se están produciendo 10 unidades sin problemas, sobre 11
procesadas.
En el paso C se están produciendo 9 unidades sin problemas, sobre 9
procesadas.
Tendremos:
FPY del paso A (%) = 8 unidades / 10 unidades = 0,8 = 80%
FPY del paso B (%) = 10 unidades / 11 unidades = 0,9091 = 90,91%
FPY del paso C (%) = 9 unidades / 9 unidades = 1 = 100%
Si fabricamos este mes 1.400 unidades, de las cuales 120 requieren ser
reprocesadas, el Nivel de Retrabajo estará dado por:
Por supuesto, cuanto menor sea ese número, mejor y más eficiente nuestro proceso.
Está claro que el tiempo de actividad debe ser lo más alto posible, para cumplir con lo
planificado.
La otra manera de calcular el Tiempo de Inactividad es como una simple resta entre el
tiempo previsto de actividad y el tiempo real activo.
En en ejemplo anterior: