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Los derechos económicos en el fútbol, luego de la prohibición de FIFA

Por Martin Auletta1

1. Introducción. 2. Conceptos introductorios: transferencias, derechos federativos y económicos. 2.1.


Las transferencias en el fútbol profesional. 2.2. Los derechos federativos. 2.3. Los derechos
económicos. a) Origen, definición y características. b) Distintas modalidades. c) Naturaleza jurídica y
legalidad. d) Cuestiones terminológicas. e) Precedentes del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS/CAS).
3. Síntesis histórica de la actuación de FIFA en materia de derechos económicos. 3.1. El art. 18 bis.
del RETJ. 3.2. El período de estudio y evaluación. 3.3. La creación del Grupo de Trabajo. 3.4.
Argumentos a favor y en contra de la prohibición. 4. La Circular nº 1464 de FIFA. 4.1. La definición
de “tercero”. 4.2. La modificación del art. 18 bis. 4.3. La incorporación del nuevo art. 18 ter. a) La
prohibición a los derechos económicos en poder de terceros. b) Los contratos ya existentes. c) Los
contratos suscriptos entre el 1º de enero y el 30 de abril de 2015. d) El sistema de control. e) Síntesis
de las nuevas disposiciones. f) Las sanciones por incumplimiento. 5. Efectos de las modificaciones
reglamentarias. 5.1. ¿Qué modalidades contractuales son alcanzadas por la prohibición? 5.2. ¿Qué
posición han adoptado las asociaciones nacionales y las ligas profesionales? 5.3. Otras
consecuencias generadas por la prohibición. 5.4. El accionar de la Comisión Disciplinaria de FIFA.
5.5. Últimos pronunciamientos del TAS/CAS. 6. A modo de conclusión.

1. Introducción.

El 26 de septiembre de 2014, finalizada la tercera sesión del año del Comité Ejecutivo de FIFA,
el suizo Joseph Blatter, por entonces presidente del organismo rector del fútbol asociado,
anunció la decisión de prohibir la propiedad de los derechos económicos de futbolistas por parte
de terceros.
La noticia, en algún punto sorpresiva e inesperada, generó cierta conmoción en los operadores
vinculados al mundo del fútbol, ávidos por conocer cuáles serían las implicancias concretas del
anuncio.
Esta incertidumbre, no obstante, se prolongaría por casi tres meses, hasta que el 19 de
diciembre, el mismo Comité Ejecutivo aprobó la incorporación de nuevas disposiciones al
Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores (RETJ). El texto sancionado fue
difundido por FIFA tres días después, a través de la Circular nº 1464.
La trascendente novedad generó, como era previsible, muchas repercusiones. Y llevó a algunos,
incluso, a pronosticar la “muerte” de los derechos económicos2.
En el presente trabajo, nos proponemos compartir algunas reflexiones relativas a la prohibición
implementada por FIFA, analizando tanto las implicancias de la nueva reglamentación como las
consecuencias inmediatas generadas, a partir de su entrada en vigencia. Finalmente,
intentaremos esbozar cuáles son los efectos que esta prohibición ha causado ya y los que puede
generar en el futuro, a mediano y largo plazo.
Pero para ello, previamente debemos repasar algunas cuestiones conceptuales introductorias,
indispensables para comprender cabalmente el tema que desarrollaremos.

2. Conceptos introductorios: transferencias, derechos federativos y económicos.

1
Abogado (Universidad de Buenos Aires). Master Internacional en Derecho y Gestión Deportiva ISDE-
IUSPORT (Mención de Honor 2010). Diplomado en Derecho del Deporte, Administración y Gestión de
Entidades Deportivas (Escuela de Posgrado del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y
Universidad Abierta Interamericana). Miembro de la Asociación Latinoamericana del Derecho del Deporte
(ALADDE) y de la Association Internationale des Avocats du Football (AIAF). Profesor de grado y postgrado
en diversas universidades. Autor de artículos y habitual disertante en eventos de la especialidad. Abogado de
deportistas, clubes y agentes. E-mail: martin@auletta.com.ar. Facebook: Abogado Martin Auletta
2
BERRY, Richard. R.I.P. TPO: a guide to FIFA’s ban on third party ownership [en línea]. Law in Sport.
23/01/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.lawinsport.com/articles/item/r-i-p-tpo-a-
guide-to-fifa-s-ban-on-third-party-ownership
2.1. Las transferencias en el fútbol profesional.

Una transferencia de un futbolista profesional es un acto complejo, pues comprende en realidad


tres actos jurídicos distintos: en primer lugar, la rescisión del contrato de trabajo vigente entre el
futbolista y el club de origen. En segundo lugar, la firma de un contrato de transferencia, entre el
club de origen y el club de destino, en el cual ambas partes convienen las condiciones del
traspaso del jugador. Y por último, la firma de un contrato de trabajo entre el club de destino y el
futbolista, en el cual se pactan todas las condiciones de la relación entre ambos3.
Estos tres actos jurídicos, que se realizan de manera (prácticamente) simultánea, se encuentran
causal e intrínsecamente relacionados. De hecho, la rescisión entre el club de origen y el jugador
no se realiza porque ambos desean desvincularse, sino porque el club de origen pretende
percibir el monto que va a pagar el club de destino y el jugador, a su vez, ansía prestar sus
servicios en dicho club.
Por otro lado, el contrato de transferencia entre ambos clubes no tendría sentido si el futbolista
no quisiera desempeñarse en el club de destino (previa firma del contrato de trabajo
correspondiente). Y por último, la suscripción del nuevo contrato de trabajo entre jugador y club
de destino, no sería posible si el futbolista no hubiera rescindido previamente su vínculo laboral
con el club de origen.
Así, puede apreciarse que no estamos ante actos jurídicos independientes, sino que los tres son
verdaderos engranajes de una misma operación: la transferencia del futbolista.

2.2. Los derechos federativos.

Cuando se habla de la transferencia de un futbolista, no se hace referencia al traspaso de la


propiedad del jugador involucrado; obviamente, un jugador de fútbol no es una cosa o un bien,
cuya propiedad pueda ser traspasada de una persona a otra. Y la esclavitud, afortunadamente,
ha sido mundialmente abolida hace unos cuántos años.
Tampoco se transfiere el contrato de trabajo que tenía el futbolista con su club anterior, dado que
al pasar al nuevo club, el jugador firma con éste un nuevo acuerdo, con condiciones (salario,
duración, etc.) distintas a las que había pactado con su antiguo empleador4.
Lo que se transfiere, en realidad, no es otra cosa que los llamados “derechos federativos”
vinculados al jugador en cuestión. Bajo este concepto se alude, básicamente, a la potestad que
tiene un club que ha contratado a un futbolista para utilizar sus servicios profesionales,
incluyéndolo en sus equipos representativos, en todas aquellas competencias oficiales en las
cuáles participen los mismos.
Se trata de una construcción doctrinaria, definida por distintos autores de forma más o menos
similar5, que ha sido receptada y reconocida también por la jurisprudencia. No obstante ello,

3
Esta descripción corresponde a una transferencia definitiva (vulgarmente conocidas como “venta” de un
jugador). También existen las transferencias temporarias (vulgarmente denominadas “préstamos”), en las que no
se produce la rescisión del vínculo laboral entre el futbolista y el club de origen, sino que se suspenden sus
efectos temporalmente, por todo el período que dura la estadía del jugador en el club de destino. Para un análisis
más profundo sobre las transferencias de futbolistas, ver AULETTA, Martin. Transferencias de futbolistas
profesionales: la importancia jurídica de los «derechos federativos» y la falacia de los «derechos económicos».
[en línea]. IUSPORT. 14/02/2017 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://iusport.com/not/30975/transferencias-de-futbolistas-la-importancia-de-los-derechos-federativos-y-la-
falacia-de-los-derechos-economicos-/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter
4
En sentido contrario, algunos autores sostiene que en estos casos opera una verdadera transferencia o cesión del
contrato (TARABORRELLI, José N. Consideraciones en torno a la relación jurídica entre el club deportivo y
sus jugadores de fútbol profesional (Aspectos legales referentes a la transferencia del contrato). DJ 1998-2,
1021. O CONFALONIERI, Juan A. “Jugador de fútbol profesional”. En VÁZQUEZ VIALARD, A. Tratado de
Derecho del Trabajo. Tomo VI. Astrea, Buenos Aires, 1985, pp.. 258). No coincidimos con esta minoritaria
postura, que consideramos contraria incluso a la realidad del negocio jurídico bajo análisis.
5
A mero título ejemplificativo, se puede citar, entre otros, a: MONTES FLORES, Vicente. Los derechos
federativos y su contenido profesional. Sport Doc [en línea], no disponible en la actualidad. TREVISAN, Rafael.
FIFA no ha incluido a los derechos federativos en el RETJ ni en ninguna otra norma por ella
sancionada6.
Los derechos federativos tienen las siguientes características:
- Nacen a partir de la registración federativa del contrato de trabajo y no a partir de la firma del
vínculo laboral7. Para que el club pueda utilizar al jugador en competencias oficiales, no basta
con la firma del contrato laboral entre ambos. Ese contrato, además, debe ser previamente
registrado en la asociación nacional a la que el club esté afiliado, cumpliendo con la normativa
correspondiente (período de inscripción8, cupos máximos de nuevos registros, etc.). Por ende, si
bien poseen una estrecha y evidente relación con la existencia de un contrato de trabajo previo,
los derechos federativos nacen recién a partir de inscripción federativa del mismo y no antes.
- Sólo pueden estar en poder de los clubes que integran o están afiliados a una asociación
nacional y participan en sus competencias oficiales. Ni una persona física ni una persona jurídica
(distinta a los clubes o entidades deportivas afiliadas a una asociación nacional de fútbol)
pueden ser titulares de los derechos federativos de un futbolista, por el simple motivo que ambos
están incapacitados fácticamente para poder crearlos y/o ejercerlos9. Sólo los clubes afiliados
participan de las competencias oficiales del fútbol asociación. En consecuencia, ellos son los
únicos que pueden tener la potestad de utilizar los servicios de futbolistas profesionales en sus

El contrato de cesión de beneficios económicos provenientes de la transferencia de un jugador de fútbol.


Suplemento de Derecho Deportivo [en línea]. elDial.com, edición del 13/12/2005. GONZÁLEZ MULLIN,
Horacio. Manual Práctico de Derecho del Deporte. Editorial Amalio M. Fernández. Montevideo, 2012, pp.. 31.
Otros autores se han expresado en sentido similar, pero incluyendo la posibilidad de que los derechos federativos
estén en cabeza del propio futbolista (posición con la cual no coincido): GAROBBIO, Carlos y BERSTEIN,
Omar R. Naturaleza Jurídica de la relación jugador de fútbol con el club. Cuestiones de derecho civil, laboral y
comercial. Problemática ante la insolvencia del club. Derecho y Deporte. Instituto de Derecho Privado del
Colegio de Abogados de Junín, 1998. BARBIERI, Pablo C. Fútbol y Derecho. Editorial Universidad, Buenos
Aires, 2000, pp.. 116. BARBIERI, Pablo C. Sobre los futbolistas profesionales, los derechos federativos y el
derecho a trabajar. LLNOA, Septiembre 2006, pp.. 881. NAVASCUÉS, Hernán. Fútbol Profesional. Trabajo y
Derecho. Ediciones de la Plaza, Montevideo, 2006.
6
Respecto a la conveniencia de que FIFA incluyera en el RETJ disposiciones específicamente referidas a los
derechos federativos, ver AULETTA, Martin. Op. cit.
7
Esto es válido para el caso de los futbolistas profesionales. En cambio, cuando se trata de futbolistas
aficionados, los derechos federativos se generan a partir de la inscripción de la llamada “ficha” del jugador, en la
federación, asociación nacional o entidad federativa que organice la competencia en la cual pretende participar.
En una definición comprensiva de los ámbitos profesional y amateur, se ha dicho que los derechos federativos
son aquellos “derechos que surgen de la inscripción de un jugador (amateur o profesional) en una
federación”.Y que “la titularidad de los derechos federativos no es más que tener el derecho exclusivo a que el
jugador preste servicios deportivos al club titular. Esta inscripción debe ser solicitada por un club, ya sea en
base a un contrato laboral (profesional), o sin base en ningún contrato (amateur), con el fin de obtener el
permiso de la federación de dicho club para que el jugador pueda participar en su competición.” AMILIBIA
PÉREZ, Guillermo. Los fondos de inversión y su influencia en el fútbol [en línea]. IUSPORT. 08/07/2012 [Fecha
de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.iusport.es/php2/index.php?option=com_content&task=view&id=2144&Itemid=60
8
Art. 6 del RETJ: “Periodos de inscripción. 1. Un jugador podrá inscribirse durante uno de los dos periodos
anuales de inscripción fijados por la asociación correspondiente. (…) 2. El primer periodo de inscripción
comenzará tras la finalización de la temporada y terminará, por regla general, antes del inicio de la nueva
temporada. Este periodo no debe durar más de doce semanas. El segundo periodo de inscripción comenzará a
mediados de temporada y no deberá durar más de cuatro semanas…”.
9
Conf. arts. 5.1 (“Un jugador debe inscribirse en una asociación como profesional o aficionado, conforme a lo
estipulado en el art. 2. Solo los jugadores inscritos son elegibles para participar en el fútbol organizado.
Mediante la inscripción, el jugador se obliga a aceptar los Estatutos y reglamentos de FIFA, las
confederaciones y las asociaciones.”) y 6.3. del RETJ (“Los jugadores solo podrán inscribirse (…) si el club
somete una solicitud a la asociación correspondiente durante un periodo de inscripción.”). En el mismo sentido,
el punto 5.1 del “Comentario acerca del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores” de FIFA
(Comentario acerca del RETJ) explica que “Sólo un jugador que esté inscrito en una asociación para jugar en
uno de sus clubes puede ser admitido en competiciones organizadas por esta asociación o por la confederación
correspondiente. La inscripción de un jugador otorga la elegibilidad o, en otras palabras, es su licencia para
jugar al fútbol en cualquier partido oficial en el ámbito del fútbol organizado.”
equipos representativos, en competiciones oficiales (derechos federativos). Por esta misma
razón es que ni siquiera el propio futbolista podría ser dueño de sus derechos federativos10.
- Son indivisibles, no pueden ser fraccionados y sólo pueden pertenecer a un club por vez. Un
futbolista no puede competir representando simultáneamente a dos equipos distintos y sólo
puede estar federativamente inscripto en un club por vez11. Por este motivo es que los derechos
federativos no pueden ser transferidos de manera parcial: sólo se transfieren íntegramente y
entre clubes o entidades afiliadas a una asociación nacional (únicos capaces de ejercerlos).
- Hablar del “pase” de un futbolista equivale a referirse a sus derechos federativos. Muchas
veces se habla del “pase” de un determinado jugador. Cuando se dice, por ejemplo, que un club
es “dueño del pase” de un futbolista, en realidad se quiere significar que dicha entidad ha
inscripto al jugador en la asociación nacional y es, por ende, dueña de sus derechos federativos.
El “pase” es, entonces, la manera vulgar o coloquial de llamar a los derechos federativos.

2.3. Los derechos económicos.


a) Origen, definición y características.

La transferencia de futbolistas (derechos federativos) ha sido, tradicionalmente, una de las


fuentes de financiamiento más importantes que poseen los clubes de fútbol sudamericanos. En
efecto, desde los inicios mismos del fútbol profesional, los clubes extranjeros han contratado a
los jugadores más destacados de nuestras ligas, previo acuerdo indemnizatorio con los clubes
locales. Dos factores han sido y seguirán favoreciendo este tipo de operaciones: la reconocida
calidad de los futbolistas de nuestra región y el mayor poder económico de las entidades
foráneas, que les permite ofrecer condiciones salariales mucho más beneficiosas a los
jugadores, junto con millonarias indemnizaciones a los clubes que los tienen contratados, como
contraprestación para que éstos acepten finalizar de forma anticipada dichos vínculos.
No en pocas oportunidades, los clubes de nuestra región compensan las pérdidas económicas
que tuvieron durante todo un año mediante la transferencia definitiva de alguno de sus
futbolistas. Esto permite apreciar las beneficiosas consecuencias que puede generar una
operación de este tipo, en clubes cuya economía no mantiene un sólido balance entre ingresos y
gastos.
Pero la contracara de este beneficio económico se refleja en el plano deportivo, puesto que el
club que decide transferir a un jugador por motivos económicos (seguramente será uno de los de
mejor nivel o mayor proyección futura), sufre una evidente pérdida, al dejar de contar con los
servicios de uno de sus mejores futbolistas.
Así las cosas, durante la década del 90 surgió en Sudamérica (no está claro si fue en Brasil o en
Argentina) un nuevo mecanismo ideado para conseguir dinero y financiar el funcionamiento de
un club de fútbol, a partir del desempeño de sus futbolistas de mejor rendimiento y proyección,
pero sin dejar de contar con los servicios de los mismos.
Nacían entonces las llamadas “cesiones de derechos económicos” que, en su modalidad básica
y más frecuente, consisten en la celebración de un contrato entre el club y un tercero (que puede
ser una persona física -inversor, empresario, etc.- o jurídica -sociedad comercial, grupo
económico, etc.-) por medio del cual, a cambio de un precio, el primero le cede al segundo un
porcentaje del dinero que puede llegar a recibir en el futuro, como resultado de la transferencia
de los derechos federativos de un determinado jugador de su plantel a otro club.
De esta forma, el club obtiene el dinero que necesita para solventar su economía, pero a
diferencia de lo que ocurre en una transferencia de derechos federativos, el jugador permanece
en el plantel, evitando el perjuicio deportivo ya explicado. En este último punto radica el gran

10
En igual sentido, entre otros: ABREU, Gustavo y LOZANO, Gabriel. Los derechos económicos en Argentina.
Estado actual de la doctrina. Revista Jurídica del Deporte y del Entretenimiento. Nro. 18, Thomson Aranzadi,
España, pp.. 328.
11
Conf. art. 5.2. del RETJ: “Un jugador solo puede estar inscrito en un club.”
atractivo que poseen para los clubes las cesiones de derechos económicos, como mecanismo
de financiamiento.
Al hablar de los derechos económicos, entonces, hacemos referencia a aquella suma de dinero
que un club paga a otro a cambio de la transferencia de un futbolista. O, si queremos ponerlo en
términos más sencillos, se trata del precio o valor económico de la transferencia de un futbolista
(derechos federativos) de un club a otro12.
En cuanto a sus características principales, encontramos las siguientes:
- Pueden ser cedidos por los clubes en forma anticipada: para ello, el club celebra un contrato
con uno o varios terceros, por medio del cual, a cambio de un precio o de alguna otra prestación,
cede a ese tercero inversor un porcentaje del dinero que puede llegar a recibir en el futuro, por la
transferencia de un determinado jugador de su plantel a otro club.
- Pueden estar en poder de clubes o de terceros: los derechos económicos pueden estar en
cabeza de uno o varios clubes, de personas físicas o de personas jurídicas ajenas al ámbito
federativo (por ejemplo, una sociedad comercial o un fondo de inversión).
- Los derechos económicos son divisibles: pueden fraccionarse y su titularidad puede ser
compartida entre varias personas de manera simultánea.

b) Distintas modalidades.

Dijimos entonces que, en su modalidad más básica y frecuente, la cesión de derechos


económicos se realiza entre el club titular de los derechos federativos de un determinado
futbolista y un tercero inversor, ajeno a la entidad13 que puede ser una persona física o jurídica.
Este inversor ofrece al club una determinada suma de dinero (que la entidad necesita, para
solventar su funcionamiento o afrontar sus obligaciones), a cambio de la cesión de un porcentaje
del monto que el club eventualmente reciba, en el futuro, en caso que transfiera los derechos
federativos del jugador en cuestión a otro club.
Obviamente, este tipo de negocios se vincula principalmente a futbolistas jóvenes, de promisorio
potencial, puesto que el éxito de la inversión radica en el probable incremento del valor de
mercado del jugador, durante el período que va desde la fecha en que se realiza la cesión de
derechos económicos, hasta el momento en el cual se concreta la transferencia del futbolista a
otro club.
Para ilustrar la mecánica de estas cesiones, supongamos que el imaginario Tiki Tiki Fútbol Club
ha celebrado un contrato de trabajo por cuatro años con el futbolista Juan Manuel Crack, joven
promesa surgida de sus divisiones juveniles. En su primera temporada como profesional, Juan
Manuel se convirtió rápidamente en uno de los delanteros más destacados del primer equipo de
Tiki Tiki, luego de haber debutado oficialmente con apenas 17 años.
El buen rendimiento de J. M. Crack despertó el interés de Pedro Hagonegocio, reconocido
empresario vinculado al mundo del fútbol, quien a través de su sociedad Good Businnes in
Soccer S.A. invierte con frecuencia en la adquisición de derechos económicos de jóvenes
futbolistas.
Sabiendo que Tiki Tiki FC atravesaba una importante crisis financiera y conociendo la urgente
necesidad del club de generar ingresos para cancelar una importante deuda salarial que incluía
tanto a sus futbolistas como al resto de sus empleados, Pedro Hagonegocio se pone en

12
En igual sentido, ver: BARBIERI, Pablo C. Los derechos económicos y sus diversos enfoques [en línea],
INFOJUS. 28/10/2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.infojus.gov.ar/doctrina/dacf130327-barbieri-
derechos_economicos_sus_diversos.htm;jsessionid=lwl9e5yd169x1kkezu9klcdgu?0.
13
La lógica indica que para evitar cualquier tipo de conflictos de interés, el inversor debería carecer de cualquier
tipo de vinculación con el club. Así, no debiera ser directivo, ni accionista, ni socio siquiera de la entidad a la
cual le adquiere un porcentaje de los derechos económicos de alguno de sus futbolistas. Sin embargo, en la
práctica, este principio ético no siempre se respeta.
contacto con José Telaexplico, presidente de Tiki Tiki, a quien realiza una oferta para adquirir el
50% de los derechos económicos vinculados a J. M. Crack.
Luego de un par de semanas de intensas negociaciones, Hagonegocio y Telaexplico finalmente
llegan a un acuerdo, por medio del cual Good Businnes in Soccer adquiere el 20% de los
derechos económicos de Crack, previo pago al club del precio de USD 500.000. En ese
momento, ambas partes convienen valuar al futbolista (en realidad, su transferencia) en una
suma aproximada a los USD 2.500.000.
Cabe señalar que para el presidente Telaexplico, la venta de un porcentaje de los derechos
económicos de Crack era una opción mucho más atractiva que la de transferir de forma definitiva
al jugador (única alternativa posible para obtener el dinero que el club necesitaba con urgencia).
Esto así, no sólo por estimar que si el futbolista continuaba su descollante evolución, Tiki Tiki
podría recibir mucho más dinero al momento de transferirlo, sino porque además se acercaban
las elecciones presidenciales y la pérdida de uno de sus mejores jugadores podría condenar al
fracaso su candidatura a la reelección.
Concretada entonces la cesión, supondremos que los hechos siguieron el curso deseado por los
protagonistas de nuestra historia: en su segunda temporada, Juan Manuel Crack fue el goleador
del equipo, siendo determinante para que Tiki Tiki se mantuviera en primera división y clasificara
por primera vez a una copa internacional; José Telaexplico fue reelecto presidente del club por
un nuevo período de cuatro años y, una vez finalizado el campeonato, el jugador fue transferido
a Club Atlético Los Campeones, a cambio de una suma neta de USD 5 millones. De dicho
monto, Tiki Tiki le abonó USD un millón (20% del total) a Good Businnes in Soccer, quien de esta
forma tuvo una ganancia del 100% del monto invertido, un año atrás.
Este caso imaginario nos sirve no sólo para explicar la modalidad más básica de cesión de
derechos económicos, sino también para ilustrar los aspectos beneficiosos de este tipo de
operaciones, cuando resultan de acuerdo a lo planeado.
Otra modalidad de frecuente utilización, especialmente en España, consiste en la cesión de
derechos económicos a un fondo de inversión (FI), con el objetivo de reducir el costo de
transferencia del futbolista contratado. En este supuesto, el club que incorpora al jugador sólo
abona una parte del costo de su transferencia, siendo el FI quien solventa el pago del monto
restante; en contraprestación, el FI recibe el porcentaje proporcional de los derechos
económicos del futbolista incorporado14.
Siguiendo nuestro caso imaginario, podríamos suponer que de los USD 5 millones que costó la
transferencia de Juan Manuel Crack, Club Atlético Los Campeones abonó solamente la mitad del
precio y los USD 2.500.000 restantes fueron aportados por el fondo de inversión Capital Football
Ltd., a cambio del 50% de los derechos económicos del jugador. Los Campeones y Crack firman
un contrato de trabajo por 5 temporadas, que es solventado por el club en su totalidad.
Luego de tres temporadas de muy buen rendimiento, nuestra estrella Juan Manuel es
nuevamente transferido, ahora a The Best United Football Club, que abona a Los Campeones la
friolera suma de USD 12 millones. De dicho monto, Los Campeones deberá detraer el 50% y
transferirlos a Capital Football, en pago de su porcentaje.
Una vez más, el ejemplo sirve para graficar los beneficios que este tipo de operaciones pueden
generar a las partes involucradas. Así, por el lado del Club Atlético Los Campeones, observamos
que gracias a la participación del FI en la incorporación de Juan Manuel Crack, la entidad pudo
sumar a su plantel a un futbolista que no hubiera podido contratar sin asistencia financiera
externa (puesto que no contaba con los USD 5 millones que costaba la transferencia),
usufructuar el buen rendimiento del jugador durante las tres temporadas que permaneció en el
club y finalmente obtener un beneficio económico adicional de unos USD 3,5 millones, al
transferirlo a The Best United15. A su vez, el FI Capital Football Ltd. obtuvo, como consecuencia

14
AMILIBIA PÉREZ, Guillermo. Op. cit.
15
Correspondientes al resultado de la resta de los USD 2,5 millones abonados a Tiki Tiki Fútbol Club sobre los
USD 6 millones obtenidos por la transferencia a The Best United Football Club. La cifra es meramente
ilustrativa y aproximada, puesto que en un cálculo real deberían incorporarse otras variables (comisiones,
impuestos, costo salarial del futbolista, etc.).
de la transferencia del futbolista, una ganancia de USD 3,5 millones sobre la inversión inicial
realizada, apenas tres años antes.
Por su parte, la cesión de derechos económicos a “cazatalentos” y/o familiares del
futbolista es utilizada frecuentemente por los clubes durante la etapa formativa de ciertos
futbolistas, que el club considera podrían llegar a integrar su plantel profesional, en un futuro
más o menos cercano. En ambos supuestos, la cesión se vincula con jugadores amateurs (sin
contrato profesional16), pero que son considerados buenos proyectos y que el club desea
mantener bajo su disciplina, a la espera de su posterior evolución deportiva.
En el caso de los llamados cazatalentos, ojeadores o scouts (personas que se dedican a
detectar niños o jóvenes futbolistas con futuro promisorio y acercarlos a un club para que sean
fichados), la cesión de un porcentaje de los derechos económicos de dichos futbolistas se utiliza
como remuneración de la gestión realizada.
De esta manera, el club evita realizar una erogación económica concreta para compensar al
cazatalentos, por la incorporación de un futbolista cuyo desarrollo futuro es todavía incierto. En
vez de una suma dineraria, el club le ofrece a esta persona un porcentaje de una posible
transferencia que se producirá (si se concreta), en el futuro, cuando ya no existan dudas sobre la
aptitud futbolística del jugador.
Lo mismo ocurre cuando el club ofrece ceder a los padres de un futbolista menor de edad, un
porcentaje de los derechos económicos de una futura transferencia de su hijo, con el propósito
de evitar que aquellos decidan “llevarse” al jugador e inscribirlo en otra institución.
Como es sabido y más allá de lo que disponen ciertas reglamentaciones federativas17, los
padres de un futbolista amateur menor de edad son los únicos que poseen el derecho y la
obligación legal para decidir en qué entidad deportiva su hijo debe ser formado. Entonces, si
ellos decidieran cambiar de club al chico, cualquiera sea el motivo de la decisión, el club que
pretenda conservar al jugador bajo su disciplina (por confiar en sus cualidades deportivas a
futuro) puede ofrecerles un porcentaje de los derechos económicos de una posterior
transferencia, como incentivo para revertir dicha decisión y mantener al menor en los equipos del
club.
Al utilizar una cesión de derechos económicos en esta situación, el club evita tener que ofrecer a
los padres alguna otra contraprestación de mayor costo económico, para convencerlos de

16
La decisión del club de no ofrecer al joven futbolista un primer contrato profesional puede tener varias causas,
entre las cuáles se encuentran la falta de presupuesto de la entidad o la insuficiente confianza de la entidad sobre
la futura evolución deportiva del jugador. En algunos casos, incluso, la condición amateur del futbolista puede
obedecer simplemente a que posee una edad inferior al mínimo legal establecido para poder suscribir un contrato
de trabajo (en Argentina, por ejemplo, un futbolista puede firmar su primer contrato profesional a partir de los 16
años de edad -conf. arts. 5 y 6 del Convenio Colectivo de Trabajo 557/2009-).
17
En Argentina, por ejemplo, el art. 211 del Reglamento General de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA)
exige el consentimiento escrito del club anterior para que un futbolista amateur pueda ser inscripto por otra
entidad (art. 211: “La transferencia de un jugador de uno a otro club será autorizada por la A.F.A., si: a)
Conjuntamente con la solicitud se acompaña el respectivo convenio de transferencia suscripto por las
autoridades de los clubs, extendidos en el formulario especial que proveerá la A.F.A.- b) La solicitud
corresponde al jugador, que de conformidad con lo establecido en este Reglamento, se encuentre en situación de
libre”). Las excepciones a este principio general se encuentran previstas en el art. 207 del mismo reglamento:
“Anualmente quedarán en condición de jugador aficionado “libre” los inscriptos que se encuentren
comprendidos en alguno de los siguientes casos: a) Que no hubiesen sido clasificados por el club en cuyo favor
figuran inscriptos en el registro. b) Que durante dos años no hubiesen intervenido en partido oficial del club en
que estuviesen inscriptos. Este plazo se contará desde el último partido jugado, sin computarse el término de
suspensiones aplicadas por la A.F.A.- c) Que hubiesen sido declarados en libertad de acción por el respectivo
club y que de cuya decisión exista en la A.F.A. comunicación escrita del mismo.”). No obstante ello, cada vez
que dichas normas han sido cuestionadas judicialmente, las mismas han sido declaradas inconstitucionales y
anuladas en sus efectos. Para mayor información al respecto, ver: ABREU, Gustavo A. Los menores de edad en
el fútbol argentino. Revista de Derecho del Deporte [en línea]. Nº 10, IJ Editores, Buenos Aires, Mayo 2015
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.ijeditores.com.ar/pop.php?option=articulo&Hash=1c7d8d45a0fdf436ad92469eaca02efe
mantener a su hijo en el club. Si los padres aceptan la cesión y desisten de su intención de
cambiar de club al menor, la entidad habrá logrado el objetivo de seguir contando con un jugador
de buena proyección, sin tener que afrontar un costo económico inmediato.
Tanto en el caso de la cesión de derechos económicos a los cazatalentos como en el de la
cesión a los padres, si luego de un tiempo el futbolista desarrolla sus cualidades y es transferido
a otro club, el club de origen compartirá con ellos el monto abonado por el club de destino, de
acuerdo a los porcentajes oportunamente acordados. Pero si la transferencia nunca se concreta,
entonces el club se habrá ahorrado el dinero que hubiera tenido que desembolsar para fichar al
futbolista (cuando fue acercado por el cazatalentos) o para mantenerlo (cuando sus padres
pretendían registrarlo en otra entidad).
La cesión de derechos económicos al propio futbolista se utiliza también como un método
para compensar al propio jugador, en casos en los que el club lo contrata en situación de “libre”
(es decir, cuando no tenía contrato de trabajo vigente con ningún club) o cuando se busca
convencerlo para que acepte renovar su contrato con el mismo club.
Volvamos a nuestro querido Juan Manuel Crack y supongamos que, 12 meses antes de finalizar
el cuarto y último año de contrato con The Best United FC, el club inicia conversaciones con el
jugador para renovar el vínculo por otros tres años. Como el ofrecimiento de la entidad no
alcanza las pretensiones del jugador, The Best United complementa su propuesta salarial con la
cesión a Juan Manuel de un 15% de una futura transferencia. Con 25 años y estando en el mejor
momento de su carrera, la estrella de nuestra historia decide aceptar el ofrecimiento del club,
consciente que, de mantener su nivel, no faltarían los clubes interesados en contratarlo.
Esta es otra situación en la cual, ante la falta de recursos financieros, una cesión de derechos
económicos puede resultar de utilidad para un club, al permitirle obtener un beneficio deportivo
inmediato (mantener al jugador en su plantel) y un posible rédito económico posterior (si, por
ejemplo, Juan Manuel Crack fuera transferido un año después).
Por último, es posible también encontrar una cesión de derechos económicos entre clubes,
modalidad que se utiliza, fundamentalmente, en dos situaciones distintas.
La primera de ellas ocurre durante la etapa amateur del futbolista, cuando sus padres deciden
cambiarlo de club y llevarlo a otro de mayor envergadura (manteniendo su condición de
aficionado), para continuar su formación y desarrollo deportivo. En este escenario, que hemos
explicado más arriba, supongamos que los padres no aceptan (o el club no les ofrece) un
porcentaje de los derechos económicos para retener al jugador. Aquí, en cambio, es el club de
destino el que ofrece al club anterior un porcentaje de la (eventual) futura transferencia del
futbolista en cuestión, con el fin de obtener su consentimiento, cumplir con la normativa
federativa18 y evitar conflictos federativos y/o judiciales.
La segunda modalidad de cesión de derechos económicos entre clubes se produce en el
marco de una transferencia de un futbolista profesional. En reiteradas oportunidades, el club que
pretende contratar a un determinado jugador (que posee un contrato vigente con otra entidad),
pero no puede pagar la suma de dinero que pretende dicha entidad para aceptar la
transferencia, ofrece un monto menor al pretendido por el club actual, compensando el dinero
faltante con la cesión de un porcentaje de la suma que podría llegar a percibir en el futuro, el
nuevo club, en caso de una transferencia del mismo futbolista.
Una variante del mismo supuesto, levemente distinta, se produce cuando un club transfiere a
otro club, de manera temporaria y sin cargo, a un futbolista que no será tenido en cuenta por el
Director Técnico de su primer equipo. El futbolista, entonces, es cedido provisionalmente a otro
club, en el cual sí tendrá posibilidades de jugar, para que no pierda ritmo de competencia ni se
desvalorice. En algunos de estos casos, dentro del mismo acuerdo entre clubes, se pacta una
cesión de un porcentaje de una futura transferencia a favor del club que “aloja” temporalmente a
dicho futbolista, como forma de compensar la exposición que el mismo pudo haber tenido
durante su estadía. Esta modalidad, sin embargo, tiene una importancia menor en cantidad de
casos concretos.

18
Ibídem.
c) Naturaleza jurídica y legalidad.

Coincidimos con quienes encuadran este negocio jurídico dentro de la figura de la cesión de
créditos19. Más específicamente, estos contratos instrumentan una obligación condicional,
eventual y aleatoria, pues la concreción del crédito (cuyo porcentaje el club cede al inversor)
depende del acaecimiento de un hecho futuro e incierto: la transferencia de los derechos
federativos del futbolista en cuestión.
Ninguna de las partes del contrato de cesión tiene, al momento de celebrar el convenio, certeza
alguna sobre la futura transferencia del jugador. De hecho, la transferencia podría no
concretarse jamás, por motivos inherentes a la propia práctica deportiva. Ello ocurriría, por
ejemplo, si el futbolista sufriera una lesión de la cual no pudiera recuperarse. O si no existiera
club alguno que aceptara pagar el precio de transferencia establecido por el club con el cual
tiene contrato. O, incluso, la relación contractual entre el jugador y el club si finalizara. por el
mero cumplimiento del plazo del contrato, sin que ambas partes acordaran una renovación, o por
la rescisión anticipada del mismo.
Se aprecia entonces cómo el riesgo, el alea, es un condimento esencial de este tipo de
operaciones.
En los últimos años, muchas discusiones se han producido en torno a la legalidad de estas
operaciones. Sin perjuicio de lo que diremos más adelante, con respecto a la prohibición
establecida por FIFA, debemos señalar que no existe una respuesta unívoca que pueda ser
aplicable a todas las variables posibles de este negocio, en los distintos países en los cuáles se
utiliza esta figura.
En consecuencia, para determinar la validez de un contrato de cesión de derechos económicos,
habrá que analizar concretamente los términos en que el mismo se encuentra redactado,
confrontando sus cláusulas con las limitaciones establecidas por la normativa federativa y/o por
la legislación estatal, en aquellos países donde exista alguna norma referida al tema.
A continuación, haremos un breve resumen de cuál era la situación normativa a nivel nacional,
en materia de derechos económicos, hasta el año 2014. Para ello, repasaremos la regulación
existente en algunos países emblemáticos de Sudamérica y Europa, lo cual permitirá comprobar
la diversidad de situaciones con las cuáles podemos encontrarnos.

 Argentina.
En Argentina no existe una legislación estatal específica sobre la materia. En virtud de ello y
hasta julio del 2015, el contrato de cesión de derechos o beneficios económicos podía ser
encuadrado dentro de las previsiones del Código Civil, en el capítulo destinado a la regulación
de la cesión de créditos (arts. 1434 a 1486). Los artículos 1444, 1446 y 1448 del Código no
dejaban dudas respecto a la legalidad de este tipo de contratos.

19
Ver, entre otros: PITA, Enrique M. Representanción del futbolista profesional y cesión de derechos
federativos. LL 2006-B-28. NADAL, María T. Un acercamiento a los derechos federativos y su contenido
patrimonial. Revista Iuris. Junio 2008. CRESPO, Daniel. La interacción entre las fuentes del Derecho Deportivo
y sus transformaciones: el nuevo Convenio Colectivo 557/09 y el art. 18 bis incorporado al Reglamento sobre el
Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA. Cuadernos de Derecho Deportivo. Nº 11/12. Ad Hoc, Buenos
Aires, 2010, pp. 28. FREGA NAVIA, Ricardo. La cesión de beneficios económicos derivados de una
transferencia de futbolista: un negocio jurídico legítimo, pero frecuentemente desnaturalizado su contenido en
forma ilícita, con objeto de eludir el cumplimiento de obligaciones laborales, contractuales y federativas.
Anuario Iberoamericano de Derecho Deportivo. Nº 2. Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la
Vega, Lima, 2014, pp.. 443. TREVISAN, Rafael. Op. cit. ABREU, Gustavo A. Las transferencias de futbolistas
en Argentina, Revista de Derecho del Deporte [en línea]. Nº 2, IJ Editores, Buenos Aires, Agosto 2012 [Fecha
de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.ijeditores.com.ar/articulos.php?idarticulo=62312&print=2
Del juego de los mismos surgía que todo derecho (incluyendo los créditos condicionales o
eventuales20 y los que podrían resultar de convenciones aún no concluidas21) y toda acción
sobre una cosa que se encontrara en el comercio, podían ser cedidos, a menos que la
causa fuera contraria a alguna prohibición expresa o implícita de la ley, o al título mismo del
crédito22.
En este sentido, entendemos que la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial23, el
1º de agosto de 2015, no ha modificado la conclusión anterior, aun cuando sus disposiciones no
sean tan claras como lo eran las del Código Civil derogado24.
Adicionalmente, debemos destacar que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) fue la primera
federación nacional en aprobar una norma destinada específicamente a regular la problemática
de los derechos económicos. En efecto, el 22 de Noviembre de 2005, el Comité Ejecutivo de
AFA sancionó el “Régimen de Anotación y Archivo de Cesiones de Beneficios Económicos por
Transferencias de Contratos”, publicado dos días después en su Boletín Especial nº 381925.
Entre otras cuestiones, esta normativa:
- describe a los derechos o beneficios económicos como “la participación del beneficio líquido
sobre el resultado económico que produce la transferencia entre clubes de los contratos de
jugadores de fútbol profesional” (art. 2.1);
- obliga a registrar todo contrato de cesión de beneficios económicos con individualización del
contrato entre club y futbolista al cual se vincula (art. 1.1), responsabilizando en forma personal,
ilimitada y solidaria a los miembros de comisión directiva del club que incumplan dicha
obligación, por los daños y perjuicios que cause su omisión (art. 1.2);
- admite la cesión de derechos económicos a favor de personas físicas (incluyendo al propio
futbolista) o personas jurídicas regularmente constituidas (art. 2);
- establece que el club deberá conservar un mínimo del 30% de los derechos económicos en
su poder (art. 2.2);
- permite la propiedad compartida de derechos económicos, aclarando que los distintos
titulares comparten el mismo grado (art. 2.4);
- aclara que los conflictos de intereses entre el club y el titular de derechos económicos no
pueden afectar al contrato de trabajo (art. 3) y que las transferencias se rigen conforme a la
decisión del club titular de los derechos federativos (art. 4).
Si bien la sanción de una normativa como la reseñada fue un hecho positivo y destacable, el
problema ha sido que las disposiciones de este novedoso régimen tuvieron un porcentaje de
cumplimiento casi nulo, desde el momento mismo de su entrada en vigor. Y para peor, AFA
nunca tomó medida alguna que procure modificar dicha situación.
Por ello es que, hace tiempo atrás, el Boletín Especial nº 3819 sólo tiene relevancia teórica, en el
plano académico, resultando absolutamente intrascendente en el orden práctico.

20
Art. 1446 del Código Civil: “Los créditos condicionales, o eventuales, como los créditos exigibles, los
aleatorios, a plazo, o litigiosos, pueden ser el objeto de una cesión.”
21
Art. 1448 del Código Civil: “Pueden también cederse los créditos que podrían resultar de convenciones aún
no concluidas, como también los que resultaren de convenciones ya concluidas.”
22
Art. 1444 del Código Civil: “Todo objeto incorporal, todo derecho y toda acción sobre una cosa que se
encuentra en el comercio, pueden ser cedidos, a menos que la causa no sea contraria a alguna prohibición
expresa o implícita de la ley, o al título mismo del crédito.”
23
Aprobado por el Congreso de la Nación el 1º de octubre de 2014, a través de la ley n° 26.994, promulgada el 7
de octubre de 2014 y publicada en el Boletín Oficial el 8 de octubre del mismo año. El nuevo Código Civil y
Comercial entró en vigencia el 1º de agosto de 2015 (originalmente, debía hacerlo el 1º de enero de 2016, pero la
fecha fue modificada por ley n° 27.077, en diciembre de 2014), reemplazando a los antiguos Código Civil y al
Código de Comercio, vigentes desde fines de 1800 (aunque con innumerables modificaciones posteriores).
24
Art. 1616 del Código Civil y Comercial: “Todo derecho puede ser cedido, excepto que lo contrario resulte de
la ley, de la convención que lo origina, o de la naturaleza del derecho.”
25
Aunque no se halla disponible en el sitio web de AFA, el texto completo del Boletín Especial nº 3819 puede
ser encontrado en línea, a través del siguiente link: http://www.lopezcanfora.com.ar/?p=6017 [Fecha de consulta:
10/04/2017].
Existen también en Argentina otras normativas estatales, de menor jerarquía, relacionadas al
tema. Son disposiciones de tipo concursal26 e impositivo27, que ratifican la legalidad de estas
operaciones, adoptando similares criterios a los arriba reseñados28.

 Brasil.
En Brasil, la modificación efectuada a la llamada “Ley Pelé” (Ley Nº 9.615/98) en marzo de 2011
a través de la Ley 12.395, incorporó un artículo específicamente destinado a los negocios
relacionados con derechos económicos.
A partir de entonces, el artículo 27-B de la Ley Pelé dispone que: “Son nulas de pleno derecho
las cláusulas de contratos firmados entre las entidades de práctica deportiva y terceros, o entre
estos y atletas, que puedan intervenir o influenciar en las transferencias de atletas o, aun, que
interfieran en el desempeño del atleta o de la entidad de práctica deportiva, a excepción de
cuando sea objeto de acuerdo o convención colectiva de trabajo.”
De esta forma, la legislación brasileña se alineó con lo que por entonces disponía la
reglamentación de FIFA, estableciendo dos claros límites a las facultades que los clubes podían

26
El decreto 852/2007, reglamentario de la ley 25.284 (que establece un “Régimen especial de administración de
las entidades deportivas con dificultades económicas”, reemplazando al régimen ordinario de concursos y
quiebras por un “fideicomiso de administración con control judicial”), dispone en su art. 3º que: “El fideicomiso
creado por la Ley Nº 25.284, producirá efectos sobre la totalidad de los bienes que integran el patrimonio de la
asociación o entidad deudora, incluyendo los derechos federativos y todo otro de contenido patrimonial que le
correspondieren, respecto de los jugadores y deportistas que tenga inscriptos y registrados, los que quedarán
alcanzados por las disposiciones de la Ley que se reglamenta. Se entiende por derechos federativos, a aquellos
que vinculan a las asociaciones o entidades civiles con los jugadores o deportistas, sean profesionales o
amateurs, quienes quedan a tal fin inscriptos y registrados como federados de esa entidad. Estos derechos
pueden ser transferidos a otras asociaciones civiles sean de primero, segundo o ulterior grado nacionales, o
personas jurídicas extranjeras, conforme las estipulaciones legales y reglamentarias pertinentes.” (el subrayado
nos pertenece).
27
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) ha dictado varias Resoluciones Generales que
imponen a los clubes la obligación de informar todas las transferencias de derechos federativos y las cesiones de
derechos económicos que realicen (RG 2182-2006, reemplazada luego por la RG 3374-2012, y RG 3376-2012).
La RG 3432-2013, por su parte, establece un régimen de retención del impuesto a las ganancias para dichas
operaciones.
28
El Convenio Colectivo de Trabajo CCT 557/2009, que regula la actividad de los futbolistas profesionales,
incorporó en su art. 8 (titulado “Cesión de contrato”) dos incisos muy controvertidos, cuya interpretación ha
generado posturas encontradas, desde el momento de su sanción hasta el día de hoy inclusive. Nos referimos a
los incisos 6) y 7), que expresamente disponen lo siguiente: “6) Queda total y absolutamente prohibida, bajo
pena de insanable nulidad, la cesión de contratos de futbolistas profesionales o de derechos comprendidos en
los mismos, o de servicios o "pases" de futbolistas -profesionales o aficionados- a favor de personas físicas o de
empresas o personas jurídicas o ideales o entidades de cualquier especie que no intervengan directamente en la
disputa de torneos de fútbol organizados por la AFA, o de las ligas afiliadas a la misma. La nulidad de la
cesión, que, eventualmente, se realizara en violación de esta prohibición deberá ser declarada por la AFA o, en
su caso, por los tribunales del Trabajo, e importará, además, la extinción automática del vínculo del club
cedente con el futbolista y la libertad de contratación o de acción de éste, con derecho a celebrar contrato o
inscripción con la entidad de su elección, del país o del extranjero.
7) Cesión Parcial: En caso de cesión onerosa de una parte proporcional de los derechos emergentes de un
contrato de futbolista profesional o de los servicios de un futbolista aficionado, al momento de celebrarse la
cesión parcial deberá el cedente depositar en la sede de FAA el quince por ciento (15%) bruto del precio de la
misma, e idéntico porcentaje al momento de la percepción del precio asignado a la proporción restante de tales
derechos.”
Existe un amplio consenso doctrinario en considerar que estos dos incisos apuntan a los contratos de cesión de
derechos económicos. En cambio, no existe el mismo consenso en la interpretación de los efectos que derivan de
dichos incisos, pues mientras un sector de la doctrina sostiene que el inciso 6) determina la prohibición de estos
contratos (y su nulidad, en caso de que se sigan celebrando), otro sector sostiene que la legalidad de los mismos
no resulta afectada por el CCT 557/2009. Para más información al respecto, ver: AULETTA, Martín. Los
Derechos Económicos en Argentina y su relación con el Derecho Laboral. En: L. ANDREOTTI P. DE
OLIVEIRA, coordenador. Direito do Trabalho e Desporto. Quartier Latin. San Pablo, 2014, pp. 457-483.
conceder a los terceros, cuando éstos adquirieran porcentajes de derechos económicos sobre la
transferencia de sus futbolistas.
En virtud del art. 27-B, los terceros no podrían intervenir o influenciar en las transferencias ni
interferir en el desempeño del futbolista o del club. Si el contrato entre el club y el tercero
permitiera alguna acción de este tipo, las cláusulas que así lo estipularan serían declaradas
nulas, de pleno derecho. Nótese que la ley dispone la nulidad de “las cláusulas” y no del
contrato, lo que ratifica la interpretación que propugna la validez de este tipo de cesiones29.

 Uruguay.
En Uruguay, el Decreto-Ley 14.99630, del 18 de marzo de 1980, ha dado lugar a numerosas
discusiones doctrinarias. Esta norma, que contiene disposiciones de distinta naturaleza, incluye
un par de artículos que, a pesar de no incluir ninguna referencia expresa a los derechos
federativos ni a los derechos económicos, han dado lugar a distintas interpretaciones vinculadas
a los mismos.
Concretamente, el art. 2 del Decreto-Ley, titulado “Cesión de derechos sobre la prestación de la
actividad de un deportista o sobre su transferencia”, es el que mayor controversia ha generado,
al establecer lo siguiente: “Prohíbense todas las cesiones de derechos sobre la prestación de la
actividad de un deportista o sobre su transferencia, efectuadas por instituciones afiliadas a las
asociaciones o federaciones reconocidas oficialmente o por cualquier otra institución con
personería jurídica inscripta en el registro respectivo, en favor de personas físicas, o de personas
morales que no revistan la indicada naturaleza. Cométese al organismo rector de cada rama del
deporte o, en su defecto, a la Comisión Nacional de Educación Física, el deber de velar por la
observancia de esta disposición y de sancionar administrativamente, hasta con pena de
desafiliación si correspondiere, toda infracción que comprobare.”
Esta disposición (y otras que lo complementan, en el mismo sentido), ha sido interpretada por
diferentes autores doctrinarios a favor y en contra de la legalidad de la cesión de derechos o
beneficios económicos derivados de los derechos federativos31.
En cambio, la interpretación de los tribunales de justicia uruguayos ha sido unánime, en contra
de la validez de este tipo de negocios, declarando la nulidad de los contratos de cesión de
derechos económicos a favor de terceros ajenos a la práctica deportiva32.
Esta jurisprudencia, al margen de los méritos jurídicos que pueda o no tener, se opone
abiertamente a lo que ocurre en la realidad del fútbol charrúa, cuyos clubes ceden porcentajes
de derechos económicos a inversores con mucha frecuencia. Por este motivo es que un sector
de la doctrina reclama la sanción de una nueva ley, que recepte y convalide este tipo de
contratos; aunque, de momento, no han tenido ningún éxito en su pretensión.

 España.
En España no existe ninguna norma, ni estatal ni federativa, que haga referencia específica a las
cesiones de derechos económicos. No obstante ello, la posición tanto de la doctrina como de la

29
CRAVO, Daniel. ¿La negociación de Derechos Económicos en el Fútbol Brasileño ha sido prohibida por las
recientes alteraciones de la Ley Pelé? Revista Sul Sports. Nº 37, Abril-Mayo 2011.
30
Este Decreto-Ley, sancionado con el objetivo de regular la actividad deportiva, contiene disposiciones de
distinta naturaleza: en su primer capítulo establece “normas de protección a la actividad deportiva” y en el
segundo capítulo introduce una serie de “delitos contra el deporte”.
31
Ver, al respecto: BEBEKIÁN, Eduardo. Validez o no de la Cesión de los Beneficios Económicos de los
Deportistas en el Uruguay Especialmente de los Jugadores de Fútbol. Referencia a los Derechos Federativos.
Cuadernos de Derecho Deportivo. Nº 13-14. Ad-Hoc, Buenos Aires, 2011.
32
Sentencia Nº 1.851 de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay, del 30/05/2011, en autos “Danubio Fútbol
Club c/ Lara Bidart, Héctor Augusto y otro. Acción De Nulidad - Casación”; Ficha 2-44486/2007; Sentencia
Definitiva nº SEF-0008-000086/2014 del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 7º Turno, del 11/06/2014, en
autos “Rostan Mazzolini, Milton C/ Danubio Fútbol Club - Responsabilidad Contractual - Recurso de Apelación
- IUE N°: 0002-058991/2012”.
jurisprudencia es prácticamente unánime, en el sentido de convalidar la licitud de los negocios
celebrados entre clubes y particulares sobre los mismos33.
Para sostener esta postura, se argumenta que estos contratos se encuentran amparados por el
principio de la autonomía de la voluntad y por lo previsto en el art. 1.271 del Código Civil
español, al disponer que “Pueden ser objeto de contrato todas las cosas que no están fuera del
comercio de los hombres, aun las futuras.”

 Francia.
En Francia34, el Reglamento Administrativo de la Liga de Fútbol Profesional prohíbe la cesión a
personas físicas o jurídicas (que no sean clubes) de una parte o del total de los derechos
patrimoniales derivados de la transferencia de uno o más de sus jugadores.
El art. 221 de dicho Reglamento, titulado “Cesión o adquisición de los derechos patrimoniales de
un jugador”, establece que: “Un club no puede concluir con personas jurídicas, a excepción de
otro club, o con personas físicas, un convenio cuyo objeto implique, directa o indirectamente, en
el beneficio de tales personas, una cesión o una adquisición total o parcial de los derechos
patrimoniales que resultan de la fijación de las distintas indemnizaciones a las cuales puede
pretender en la transferencia de uno o más de sus jugadores. La violación del primer párrafo del
presente artículo es susceptible de una multa al menos igual al importe de las sumas
indebidamente pagadas, impuesta al club en infracción, y de sanciones disciplinarias contra sus
dirigentes. Puede también implicar la limitación de homologación o la no homologación de los
nuevos contratos durante una o más temporadas. La Dirección Nacional del Control de Gestión
es competente para determinar violaciones a la norma establecida en el primer párrafo del
presente artículo”.
Francia es, en virtud de esta regulación, uno de los pocos países en los cuáles se encuentra
prohibida la cesión de derechos económicos a inversores que no sean clubes deportivos.

 Inglaterra.
Al analizar la regulación inglesa en materia de derechos económicos, se advierte claramente que
existe un antes y un después del denominado “caso Tévez”. La raíz de dicho conflicto se
remonta al mes de agosto de 2006, cuando los futbolistas argentinos Carlos Tévez y Javier
Mascherano fueron transferidos del Sport Club Corinthians de San Pablo (Brasil) al West Ham
United, club inglés que luchaba por mantener la categoría en la FA Premier League.
Casi un año después, en julio de 2007, el Manchester United inició negociaciones con el West
Ham para adquirir los servicios de Tévez y fue entonces cuando trascendió al público la
existencia de una serie de contratos, celebrados entre el West Ham y la compañía Media Sports
Investment (MSI, que era a su vez gerenciadora del Corinthians desde el año 2004), en los
cuáles se establecía que MSI era la propietaria de la totalidad de los derechos económicos sobre
Tévez. Además, los mismos acuerdos concedían a la empresa la última palabra en torno a la
definición sobre una posible transferencia del futbolista, sin que el West Ham pudiera oponerse a
la decisión de MSI.
La divulgación de estos contratos generó un conflicto legal, promovido por el Sheffield United,
equipo que había terminado la Liga 2006/2007 una posición más abajo que el West Ham,
ocupando el último puesto de descenso. El Sheffield United pretendía que se declare ilegal la
alineación de Tevez (su actuación en los últimos partidos de la Liga había sido determinante
para que el West Ham evitara perder la categoría), argumentando que los contratos con MSI
violaban una serie de normas federativas que prohibían la influencia de terceros sobre los
clubes.

33
Ver, entre otros: NADAL, María T. Op. cit. MONTES FLORES, Vicente. Op. cit.
34
En Francia, el deporte es considerado un servicio público. Por este motivo, todas las facultades regulatorias
que poseen las federaciones deportivas para reglamentar su deporte, provienen de la delegación efectuada por el
propio Estado. Lo mismo ocurre con las Ligas Profesionales. Conf. MOYERSOEN, Patricia. Economic Rights
under French Law and European Law. Inédito.
Hasta Agosto de 2007, ni la Football Association (FA) ni la Premier League (PL) tenían norma
alguna que hicieran referencia expresa a los “economic rights” o a los “Third Party Ownership”,
como se identifica en inglés a los derechos económicos. El asunto era regulado a través de
disposiciones genéricas, que prohibían a los clubes celebrar contratos que permitieran a terceros
adquirir la capacidad de influir en las políticas de los clubes o en el rendimiento de sus equipos35.
Aunque la controversia culminó con el traspaso de Tévez al Manchester United y la imposición
de una multa millonaria al West Ham36, la difusión de los contratos entre West Ham y MSI
sumada a la trascendencia del caso, hicieron que tanto la FA como la PL sancionaran
disposiciones mucho más severas, que prohibieron de manera expresa y específica la
posibilidad de que terceras partes sean titulares de algún derecho económico sobre jugadores
registrados en clubes ingleses.
Esta regulación, que entró en vigencia a partir de la temporada 2008/2009, es la más estricta
que existe en la actualidad, al prohibir de manera absoluta que los clubes ingleses puedan
compartir los derechos económicos de sus jugadores con terceros.

d) Cuestiones terminológicas.

Cuando hablamos de derechos económicos, debemos tener presente que casi todos los
aspectos relacionados con este asunto tan particular y específico de la actividad futbolística, han
sido o son objeto de debate. Desde la existencia misma de los derechos económicos como
objeto válido de negocios jurídicos37, hasta las distintas alternativas que existen para regularlos,
con posturas que propugnan de manera opuesta, la prohibición absoluta de estas operaciones o
la sanción de un marco reglamentario especial, que convalide expresamente y regule de manera
exhaustiva este tipo de prácticas. De ellas nos ocuparemos más adelante.
Se ha discutido incluso sobre las diferentes denominaciones utilizadas para identificar a estas
operaciones. Así, por ejemplo, hay quienes rechazan la denominación “derechos económicos” y
sostienen que debería utilizarse, en su reemplazo, la de “beneficios económicos derivados de la
transferencia de derechos federativos”. O, más sencillamente, “beneficios económicos”38.
En Europa, por su parte, se utiliza frecuentemente la designación “derechos de propiedad de
terceros”, como traducción del inglés “third party ownerhip” -TPO- (o, menos habitualmente, “third
party player ownerhip” -TPPO-). Rechazamos la validez de estas designaciones, por inducir

35
GEEY, Daniel. Third Party Player Ownership: the Regulations for Premier League and Football League Clubs
for the 2009/10 Season. Entertainment and Sports Law Journal [en línea]. Volume 7, Number 2, 2009 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://doi.org/10.16997/eslj.51. GEEY, Daniel. Third Party Player
Ownership: A UK Perspective [en línea]. 06/07/2012 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.danielgeey.com/third-party-player-ownership-a-uk-perspective.
36
Para más información sobre el caso, ver: EFPL. Tevez -out-of-court settlement (English Premier League).
EFPL Sports Law Bulletin [en línea]. Nº 3, January-March 2009, pp. 16 [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en: http://www.epfl-europeanleagues.com/files/AF_Sports_Law_Bulletin_3.pdf. VEIGA GOMEZ,
Fernando & PEDREIRA, Madelena V. Third party ownership after Tevez and Mascherano. EFPL Sports Law
Bulletin [en línea]. Nº 6, January-May 2010, pp. 72-74 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.epfl-europeanleagues.com/files/AF_Sports_Law_Bn6_V5.pdf.
37
En absoluta minoría, existe un grupo de autores que han rechazado la existencia de los derechos federativos y,
consecuentemente, también de los derechos económicos. Ver: DE BIANCHETTI, Agricol. Convenio de cesión
de derechos federativos y económicos del jugador de fútbol asociación. La Ley 2006-B-22. CONFALONIERI,
Juan A. El futbolista no es una mercancía. Anuario de Derecho del Trabajo de la Universidad Austral. Quórum.
Buenos Aires, 2005, pp. 101 (ambos citados por ABREU, Gustavo A., op.cit.). Más recientemente,
DOLABJIAN, Diego A. Medidas judiciales contra clubes deudores. Cuadernos de de Derecho Deportivo. Nº 15.
Ad Hoc, Buenos Aires, 2013, pp. 70. Esta postura ha sido claramente superada, doctrinaria y
jurisprudencialmente.
38
OUTERELO, Norberto O. Sobre derechos federativos, beneficios e inversores [en línea]. IUSPORT.
28/01/2010 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.iusport.es/php2/index.php?option=com_content&task=view&id=1123&Itemid=33. En sentido
coincidente se manifiestan Trevisán (TREVISAN, Rafael. Op. cit.) y Frega Navía (FREGA NAVÍA, Ricardo.
Op. cit.).
hacia una errónea concepción de la figura, toda vez que no existe ningún derecho de propiedad
involucrado en el negocio jurídico analizado. Volveremos también sobre este punto.
Creemos que la denominación “derechos económicos” es la más apropiada, no sólo por ser la
más extendida y utilizada a nivel internacional, tanto en castellano como en inglés (economic
rights), sino porque resulta también la más ajustada en términos de técnica jurídica.
En este sentido, no coincidimos con quiénes sostienen que esta designación denota un dominio
sobre derechos de otro o el sometimiento de una persona a otra. Tampoco concordamos con
que la utilización de esta denominación implique sostener que una persona o un grupo de
personas es titular de lo que otro produce con su trabajo (mucho menos, que le/s conceda/n la
potestad de indicar al futbolista en qué entidad debe desempeñarse)39.
Para la Real Academia Española, un “derecho” es aquella facultad de hacer o exigir todo aquello
que la ley o la autoridad establece a favor de una persona40.
En su aspecto subjetivo, un derecho es aquella facultad que tienen las personas, físicas o
jurídicas, no solo para realizar determinados actos, sino también para exigir que otras personas
no les impidan realizar lo que la ley permite o no prohíbe. A todo derecho, entendiendo el
vocablo en su sentido subjetivo, corresponde siempre una obligación. Cada vez que un sujeto
goza de una facultad jurídica, significa que puede exigir de otro un determinado
comportamiento41.
Pues bien, en la materia que nos atañe, la facultad jurídica que puede tener una persona (física
o jurídica) para exigir a un club el pago de un porcentaje del monto que éste perciba, por la
transferencia de uno de sus futbolistas, proviene del contrato de cesión de derechos previamente
celebrado.
Se comprende entonces que no existe, en poder del cesionario, ningún derecho de propiedad ni
dominio sobre el futbolista involucrado, ni tampoco sobre sus derechos personales42. Sólo existe
una cesión (parcial) de un crédito eventual y aleatorio, que posee el club (cedente), derivado de
la posible futura transferencia de los derechos federativos de uno de sus futbolistas.
Más aun, sostenemos que aunque pueda ser una práctica recomendable, no resulta un requisito
indispensable, para la validez del contrato de cesión de derechos económicos, obtener el
consentimiento del futbolista involucrado.
En este sentido, coincidimos con lo resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de
Buenos Aires, en la sentencia dictada en autos “Simón Juan Ernesto c/ Club de Gimnasia y
Esgrima de la Plata s/ Cobro Ordinario”. En dicho pronunciamiento, el máximo tribunal provincial
decidió que resulta innecesario requerir el consentimiento del jugador al momento de celebrar el
club un convenio de cesión de derechos económicos con un tercero, por resultar el futbolista
ajeno al negocio en cuestión. Y ello no implica, en modo alguno, violar sus derechos personales
y/o laborales, puesto que el jugador siempre mantendrá en su poder la facultad de decidir sobre
la concreción de una posible transferencia y, en general, sobre el futuro de su carrera
deportiva43.

39
OUTERELO, Norberto O.. Op. cit.
40
Diccionario de la lengua española [en línea] [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://dle.rae.es/?id=CGv2o6x
41
OSSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas Políticas y Sociales [en línea]. 1ª Edición Electrónica
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
https://conf.unog.ch/tradfraweb/Traduction/Traduction_docs%20generaux/Diccionario%20de%20Ciencias%20J
uridicas%20Politicas%20y%20Sociales%20-%20Manuel%20Ossorio.pdf
42
Y si acaso el contrato de cesión confiere al tercero inversor el derecho o la facultad de definir, como no en
pocas oportunidades ocurre, dichas cláusulas deben ser consideradas nulas. No porque lo disponga una norma
federativa, sino por aplicación directa de los principios generales del Derecho.
43
Sentencia del 23/12/2013. El voto mayoritario del Dr. Hitters, al cual adhieren los Dres. Negri, Genoud y la
Dra. Kogan, sostiene: “Estima el doctor de Lázzari que la concurrencia de la voluntad del jugador es necesaria,
no sólo para la transferencia del derecho federativo de un club a otro (cesión del contrato de trabajo, respecto
de la que nadie duda que resulta exigible el asentimiento del deportista), sino también para la transmisión de
Volviendo a la cuestión terminológica, la propia FIFA parece finalmente haber aceptado que la
denominación “derechos económicos” (economic rights) es la más acertada, al haberla adoptado
en los cambios reglamentarios impuestos por la Circular 1464, luego de mucho tiempo de haber
utilizado la imprecisa designación “propiedad de los derechos de los futbolistas por parte de
terceros” (third party ownership).

e) Precedentes del Tribunal Arbitral del Deporte (TAS/CAS).

Dada la importancia que ha ganado desde su creación en 1984, al momento de estudiar algún
tema vinculado al Derecho del Deporte, resulta ineludible investigar si existe algún laudo del
Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana, Suiza (TAS/CAS), que se refiera al asunto bajo
análisis, por tratarse del máximo organismo jurisdiccional internacional en materia ius deportiva.
Fue a fines del año 2002 cuando FIFA abandonó la idea primigenia de establecer su propio
tribunal arbitral independiente para resolver conflictos vinculados al fútbol y decidió reconocer al
TAS/CAS como organismo de apelación de sus decisiones, incorporando la jurisdicción del
tribunal suizo en sus estatutos44. Desde ese momento, varios han sido los laudos del TAS/CAS
que provocaron modificaciones en alguna disposición reglamentaria de FIFA y/o en la forma en
que sus reglamentos debían ser aplicados.
Como no podía ser de otra forma, el TAS/CAS también ha tenido la oportunidad de resolver más
de una docena de conflictos que incluían discusiones relativas a derechos económicos sobre
futbolistas. Así, desde el año 2005 en adelante, el tribunal ha reconocido en forma constante y
reiterada la validez de la cesión y de la propiedad compartida de derechos económicos
derivados de los federativos, ya sea entre distintos clubes o entre clubes y terceros ajenos a la
práctica futbolística.

El primer caso que llegó al TAS/CAS vinculado al tema, fue en el marco de un conflicto entre el
Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona S.A.D. y el Club Atlético Vélez Sársfield, de
Argentina, por la transferencia del jugador argentino Martín Andrés Posse.

los "derechos económicos", es decir de las utilidades eventuales que se derivarán de un futuro pase. Sustenta mi
colega dicha aserción en postulados supralegales de tutela de la dignidad del trabajador, que a su juicio
imponen la participación del jugador de fútbol en el negocio por el que se pacta acerca de la titularidad de los
ingresos patrimoniales derivados de su transferencia. Discrepo con dicha hermenéutica; y anticipo que, al
opinar de este modo, no creo que ponga en juego aspecto alguno de la dignidad del deportista, variante
específica de la dignidad del trabajador y del ser humano en general. De los alcances del marco normativo
antes referido, queda claro que el jugador está dotado de atribuciones irrenunciables en lo que importa la
definición de su destino personal, profesional y deportivo, lo que se traduce en la necesaria expresión de su
consentimiento para que opere la transferencia a otro club. Ahora bien, cuando una persona (en el sub lite: la
entidad deportiva) es la titular de aquel otro "derecho en expectativa", constituido por la utilidad económica
futura que ocasionará el pase, deviene perfectamente posible que ese titular realice actos de disposición sobre
ese crédito estrictamente patrimonial, sin necesidad de que concurra la aceptación de dicha cesión por parte del
jugador o que éste preste algún modo de manifestación de conformidad. Si, aún mediando dicho contrato, en el
futuro el deportista no deseara ser transferido, repito, quedará en su esfera de autodeterminación la decisión de
no aceptar dicho pase, y es por ello que será en aquel entonces un agente activo en tal negociación, que no
podría quedar condicionada merced a decisiones de terceros que constituyen a su respecto res inter alios acta.
Más aún, conserva el inenajenable derecho a decidir acerca de la continuidad o interrupción de su propio
desempeño deportivo, base de toda la estructura negocial en examen y nota que en gran medida define la
aleatoriedad de este particular diseño contractual. Es por ello que no advierto en esta forma de contratación
una lesión a la dignidad del futbolista. Lo que llevo dicho, insisto, permite descartar como exigencia la
intervención del jugador en carácter de parte necesaria en el negocio jurídico en cuestión (cesión de derechos
económicos).” (el subrayado nos pertenece). Fallo completo disponible en:
http://juba.scba.gov.ar/VerTextoCompleto.aspx?idFallo=126596
44
El convenio entre FIFA y el TAS/CAS incluyó, asimismo, la creación de parte del tribunal suizo de una lista
especial de árbitros especializados en Derecho del Fútbol, que se mantiene hasta el día de hoy. El fútbol, de
hecho, se transformó rápidamente en el deporte que mayor cantidad de casos genera ante el TAS/CAS. Ver:
Circular nº 827 de FIFA [en línea]. 10/12/2002. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://resources.fifa.com/mm/document/affederation/administration/tas_827_en_63.pdf
Así, en CAS/2004/A/635 RCD Espanyol de Barcelona S.A.D. v. Club Atlético Vélez Sarsfield
(laudo del 27 de enero de 2005), el panel advirtió que el principio básico de la regulación de
FIFA, que establece que un futbolista no puede ser registrado para jugar en más de un club a la
vez, no impide que dos clubes se repartan entre sí los derechos económicos relacionados con el
jugador, siempre y cuando el futbolista en cuestión tenga un contrato de trabajo vigente con
cualquiera de los dos equipos y consienta expresamente dicho reparto45.
En opinión de la formación arbitral, si nos ubicamos en el ámbito del fútbol profesional, debemos
efectuar una distinción jurídica básica entre el "registro" de un jugador y los "derechos
económicos" relacionados con un jugador. Así, mientras la inscripción de un futbolista
profesional en la federación nacional pertinente cumple el objetivo administrativo de certificar que
únicamente el club registrante tiene derecho a utilizar a ese jugador durante un período
determinado (en virtud del contrato de trabajo firmado entre ambos), un club que tenga un
contrato de trabajo con un jugador puede ceder (con el consentimiento del propio futbolista) los
“derechos del contrato” a otro club, a cambio de una suma de dinero u otra contraprestación;
esos derechos contractuales son los llamados "derechos económicos vinculados a la
performance de un jugador". Para el panel, esta transacción comercial es legalmente posible
sólo con respecto a jugadores con contrato vigente, ya que los jugadores que están libres de
compromisos contractuales (los llamados "agentes libres") pueden ser contratados por cualquier
club libremente, sin que existan derechos económicos relacionados46.
Siguiendo lo resuelto por el TAS/CAS y de acuerdo con la distinción anterior, si bien el registro
de un futbolista no puede ser compartido simultáneamente entre dos clubes (un jugador sólo
puede jugar para un club a la vez), los derechos económicos, que son derechos ordinarios del
contrato, pueden ser parcialmente asignados y compartidos entre varios titulares. En este
sentido, el panel señaló que no encontró en las versiones 1997 y 2001 del RETJ ninguna
disposición específica que prohibiera contratos de este tipo47. Y que en una situación de
transferencia temporaria de un futbolista (préstamo), la titularidad de los derechos económicos y
del registro del jugador se encuentra dividida entre dos clubes. Según este laudo, mientras las
normas de FIFA no establezcan una prohibición expresa, los clubes pueden tratar a esos
derechos económicos como activos y comercializarlos de la forma en que sea permitido por los
sistemas jurídicos de cada Estado 48.
No obstante ello y a pesar de aceptar este concepto de derechos económicos, el panel fue
contundente al considerar inaceptables e inaplicables ciertas nociones de "derechos federativos"
mencionadas en el contrato en cuestión, en la medida en que podían ser entendidas como que
un club podría obligar y controlar a un futbolista sin el consentimiento explícito del jugador,
simplemente en virtud de los reglamentos de una federación. El laudo deja en claro que
cualquier reglamento deportivo de este tipo sería contrario a los principios básicos universales
del derecho del trabajo y, por lo tanto, inaplicable por motivos de orden público. En otras
palabras, el panel sostuvo que el consentimiento del jugador resulta indispensable en cualquier
caso en el que los clubes pretendan efectuar transacciones relacionadas con su trabajo y/o su
transferencia49.
Este verdadero leading case del TAS/CAS sentó las bases de lo que luego se convertiría en una
línea jurisprudencial homogénea del tribunal en materia de derechos económicos, mantenida en
el tiempo y perfeccionada, a medida que se fueron presentando nuevos casos para resolver.
De hecho, muchas de las decisiones dictadas con posterioridad citaron y reprodujeron las
consideraciones vertidas en el laudo RCD Espanyol de Barcelona v. Club Atlético Vélez
Sarsfield. Así lo hizo, por ejemplo, la formación arbitral designada en el proceso CAS 2004/A/701
Sport Club Internacional v/ Galatasary Spor Kulübü Dernegi (laudo del 17/03/2005),

45
Conf. párrafo 63 del laudo.
46
Conf. párrafo 64 del laudo.
47
Conf. párrafo 65 del laudo.
48
Conf. párrafo 67 del laudo.
49
Conf. párrafo 68 del laudo.
siguiendo una línea de razonamiento prácticamente idéntica a la utilizada en el precedente arriba
analizado50.
Apenas un día después de la emisión del laudo referido en el párrafo anterior51, otro interesante
precedente sostuvo iguales conceptos, en un nuevo conflicto entre un club argentino y otro
español: CAS/2004/A/662 RCD Mallorca, S.A.D. v/ Club Atlético Lanús52. En este caso,
creemos que el punto más novedoso de la decisión consistió en la interpretación que el panel
efectúa del contrato celebrado entre los clubes, que contenía evidentes errores en su
redacción53.
El TAS/CAS, con buen criterio, aplicó el conocido principio de irrelevancia del nomen iuris ("los
contratos son lo que son y no lo que dicen las partes que son") para determinar que al margen
de lo que hubieran escrito en el contrato transferencia, en realidad, los clubes habían tenido la
intención de pactar la transferencia del 50% de los derechos económicos relativos al jugador
transferido54.
El mismo error (denominar como “derechos federativos” a los que en realidad eran “derechos
económicos”) fue detectado en el caso Tacuary FBC v/ Club Atlético Cerro & Jorge
Cyterszpiler & FIFA (CAS 2004/A/781), resuelto a través del laudo de fecha 21/07/2005. Es que
en una primera etapa, los contratos que instrumentaban este tipo de negocios contenían
frecuentemente imprecisiones conceptuales55 o, incluso, errores de técnica jurídica56. Cuando se
encontraban con una situación de este tipo, los árbitros del TAS/CAS, conocedores de las
especificidades del Derecho del Deporte, en vez de anular las cláusulas mal redactadas y/o
invalidar la totalidad del contrato en cuestión, lo reinterpretaban buscando respetar la voluntad
original de los contratantes.
En CAS 2005/A/848 Sport Club Internacional v/ Bayer 04 Leverkusen (laudo del 23/02/2006),
el panel sostuvo que las cláusulas que convienen una participación futura a favor del club que
transfiere a un futbolista, sobre ingresos inciertos que el nuevo club pueda obtener por una
potencial transferencia del mismo jugador a un tercer club, no eran inusuales en contratos de
transferencia internacional de futbolistas profesionales. Y adentrándose en la razón económica
de tales cláusulas, señaló que generalmente, al implementar ese tipo de acuerdos, el club que
transfiere al jugador acepta recibir un “primer" monto de transferencia más bajo, con la
expectativa de recibir un “monto adicional" más adelante, si el club al cual el jugador fue
transferido posteriormente lo traspasa a un tercer club57.
A partir entonces de estos primeros laudos, dictados todos dentro de un breve período de
tiempo, el TAS/CAS estableció rápidamente una doctrina basada en tres ideas principales:
i) la validez de los contratos de transferencia de futbolistas que contenían cláusulas de cesión
de porcentajes de derechos económicos, ante la inexistencia de normas federativas que
prohibieran este tipo de negocios;
ii) el requisito indispensable que dichos contratos contaran con el consentimiento expreso del
propio jugador involucrado; y

50
Aunque con una conformación distinta, resulta un dato relevante que en ambos procesos fuera designado
presidente del panel un mismo árbitro, el profesor italiano Massimo Coccia.
51
Es decir, el 18/03/2005.
52
No casualmente, en este caso el panel estaba conformado por los mismos árbitros que integraban el panel que
resolvió el caso CAS/2004/A/635 RCD Espanyol de Barcelona S.A.D. v. Club Atlético Vélez Sarsfield: el
italiano Massimo Coccia (Presidente del panel), el español José Juan Pintó Sala (designado por Mallorca) y el
argentino Hugo Mario Pasos (designado por Lanús).
53
El contrato de transferencia celebrado entre Lanús y Mallorca, relativo al jugador Ariel Ibagaza, establecía en
varias de sus cláusulas que ambos clubes compartían “por mitades los Derechos Federativos sobre el jugador”,
lo cual resulta imposible, porque como explicamos antes, los derechos federativos no pueden ser divididos y sólo
pueden estar en cabeza del club que tiene el derecho a utilizar al jugador en competencias oficiales.
54
Conf. párrafos 4 y 18 del laudo, entre otros.
55
No sólo solían confundirse los conceptos de derechos económicos y federativos, sino que en algunas
oportunidades, se incorporaba también la más imprecisa e indefinida noción de “derechos deportivos”.
56
Por ejemplo, ceder un porcentaje parcial de los derechos federativos vinculados a un jugador.
57
Conf. párrafo 57 del laudo.
iii) la necesaria vinculación entre los derechos económicos y los derechos federativos, que sólo
existen cuando hay un contrato de trabajo vigente registrado, porque los jugadores que no
tienen compromisos contractuales (los llamados “agentes libres”) pueden ser contratados
libremente por cualquier club, sin que existan derechos económicos involucrados58.
En estos primeros casos, las controversias plantearon exclusivamente entre clubes, a partir del
incumplimiento de alguno de ellos, con respecto a lo acordado en un contrato de transferencia
internacional de un futbolista profesional.
Pero con el paso del tiempo y la evolución de los negocios vinculados a derechos económicos,
era lógico que comenzaran a llegar al TAS/CAS conflictos de distinta índole. El primero de ellos
fue el caso CAS 2004/A/730 Kontis & Ferrer v/ FIFA, que aunque versaba principalmente sobre
una cuestión disciplinaria, tenía una evidente conexión fáctica con nuestro tema59. En este caso,
el laudo emitido el 17/05/2006 marcó algunas diferencias con respecto a las decisiones antes
analizadas.
Así, el panel destacó primeramente que la expresión "derechos federativos" no estaba
contemplada en la reglamentación de FIFA y que el significado coloquial de la misma había sido
transpuesto del viejo concepto de una compensación por transferencia, existente bajo las
regulaciones anteriores, que concedían a los clubes un derecho absoluto de control sobre la
transferencia de un futbolista, incluso después que el contrato con el jugador hubiera expirado60.
No obstante ello, la formación arbitral reconoció que, debido a lo que llamó la "cultura de las
transferencias" en el fútbol, las partes tienden a considerar que incluso cuando un futbolista es
completamente "libre" bajo el sistema anterior al 2001 pasado, el jugador entonces posee sus
"propios derechos" o "derechos deportivos". Los derechos deportivos (o denominaciones
similares), según esta decisión, se utilizan entonces para justificar la firma de primas de
contratación61.
Sin dejar de señalar la “oscura” forma en que había sido redactado el contrato que dio inicio al
conflicto62, el panel decidió dejar sin efecto las sanciones impuestas por FIFA a los agentes. Y
aunque no convalidó expresamente las cesiones de derechos económicos efectuadas por un
jugador en condición de “libre” (es decir, sin contrato de trabajo vigente con ningún club), avaló
implícitamente la que originó el conflicto entre FIFA y Kontis y Ferrer, haciendo hincapié en la
inexistencia de normativa federativa que prohibiera dichas operaciones.
Resulta particularmente ilustrativo el epílogo del laudo, expresado en los siguientes términos:
“15.1. Entendemos por completo el deseo de FIFA de acabar con la noción anacrónica de que
los jugadores son bienes muebles, que pueden ser vendidos en el mercado como los esclavos
de la antigüedad (incluso, si a diferencia de los esclavos, lo hacen con bocas rellenas de oro), y
de evitar la explotación de los jugadores jóvenes, permitiéndoles ser manipulados por agentes
que realizan operaciones secretas en su perjuicio. Pero si FIFA quiere asegurarse que todos los
pagos efectuados en relación con la firma de un jugador de un contrato de trabajo con un nuevo
(o su primer) club sean transparentes, para que su verdadera naturaleza quede expuesta y
pueda ser monitoreada, depende de la propia FIFA hacerlo. Hasta el momento, no lo han hecho.

58
CAS/2004/A/635 RCD Espanyol de Barcelona S.A.D. v/ Club Atlético Vélez Sársfield, párrafo 63.
59
En apretada síntesis, podemos decir que los hechos juzgados se originaban en un contrato suscripto entre el
futbolista Rodrigo Lacerda Ramos y sus agentes (Ioannis Kontis y Manuel Ferrer), a través del cual el jugador
cedía a los segundos sus “derechos de transferencia”, para una vez que finalizara su contrato de trabajo con el
club brasileño Sociedade Esportiva Palmeiras. Así, una vez culminado dicho vínculo, los agentes firmaron con el
AEK de Atenas un contrato de transferencia (por el cual cobraron una cuantiosa suma) y el futbolista suscribió
un contrato de trabajo con el club griego. Ante la oposición de Palmeiras a la emisión del Certificado
Internacional de Transferencia, FIFA tomó conocimiento de los hechos y decidió sancionar a los agentes con una
multa de 200.000 francos suizos y una suspensión de sus licencias por seis meses, al considerar que la actuación
de Kontis y Ferrer había violado “principios básicos y cruciales de las regulaciones de FIFA”
60
Conf. párrafo 5.9 del laudo.
61
Conf. párrafo 5.10 del laudo.
62
Conf. párrafo 9.2 del laudo.
15.2. El Primer Acuerdo (Ndr: el contrato a través del cual el futbolista cedió sus derechos de
transferencia a los agentes), tal como fue implementado, funcionó como una clara ventaja para
el jugador (y, al parecer, para su familia también), otorgándole beneficios financieros, al margen
de los obtenidos por la firma de su contrato de trabajo. En todo caso, el futbolista no necesitaba
protección contra sí mismo. Podemos prever grandes problemas reales si FIFA intentara
restringir el acceso de un jugador al logro del mejor trato que pueda.”63
Al poner énfasis (nuevamente) en la inexistencia de normas federativas que reglamenten
específicamente las operaciones vinculadas a derechos económicos de futbolistas, podría
decirse que el TAS/CAS ya marcaba el camino que FIFA debía seguir, si quería combatir estos
negocios (o al menos, algunas de sus variantes). Ya veremos que, luego de unos años, FIFA
finalmente decidió seguir estas recomendaciones.
Otro caso en el cual se analizó, incidentalmente, una cesión de derechos económicos de un
jugador libre a un tercero (en este caso, una sociedad comercial) fue en TAS 2007/O/1391 Play
International BV c/ Real Club Celta de Vigo: el futbolista argentino Diego Rodolfo Placente
había cedido los “derechos económicos derivados de su actividad deportiva” a la sociedad
holandesa Play International BV, que posteriormente los transfirió al Celta de Vigo, club que
además suscribió un contrato de trabajo con Placente. Al incumplir el club español los pagos
convenidos a favor de Play International, se produjo el conflicto.
En este laudo (de fecha 23/9/2008), el TAS/CAS volvió a ratificar la validez jurídica de los
contratos de cesión, total o parcial, de derechos económicos, refiriendo expresamente a las
decisiones dictadas en los casos CAS 2004/ A/635 RCD Espanyol de Barcelona SAD c. Club
Atlético Velez Sarsfield y CAS 2004/A/662 RCD Mallorca, S.A.D. c. Club Atlético Lanús64.
El panel puntualizó que “desde que fue expresamente prohibida la propiedad de los derechos
deportivos de los jugadores profesionales de fútbol por entidades no deportivas, que no por
clubes de fútbol (o sociedades anónimas deportivas), varias entidades han recurrido a la cesión
de los "derechos económicos" de los deportistas para que los beneficios económicos que se
adquieren, esencialmente, de la transferencia de jugadores puedan continuar a ser obtenidos por
entidades no deportivas”65.
Y señaló que, pese a que la figura había sido vulgarizada los últimos años, no advertía que los
reglamentos deportivos ni las normas civiles contengan disposición alguna “que impida la
concretización de estos negocios a través de sociedades que detentan derechos económicos de
los jugadores” 66.
Al analizar la validez de la cesión de derechos económicos del jugador hacia la sociedad y de
ésta hacia el club, la formación arbotral optó por resolver el caso aplicando el principio universal
del venire contra factum proprium67, también conocido como “teoría de los actos propios”. Así, la
decisión resolvió que el Celta de Vigo no podía invocar una supuesta simulación contractual (el
pago de determinadas cuantías a Play Intemational, a título de cesión de derechos económicos
relativos al futbolista, para ocultar el pago de retribuciones al propio jugador), que conocía y

63
Traducción libre del autor. El texto original del laudo dice lo siguiente: “15.1. We entirely understand FIFA’s
desire to stamp out the anachronistic notion that players are chattels, to be sold in the market place like the
slaves of old (even, if unlike slaves, with mouths stuffed with gold), and to prevent exploitation of young players
by allowing them to be manipulated by agents, who enter into secret transactions to their disadvantage. But if
FIFA wish to ensure that all payments made in connection with the signature of a player to a players contract
with a new (or his first) club are transparent so that their true nature is exposed and can be monitored, it is open
to them to do so. So far they have not.
15.2. The First Agreement, as implemented, worked to the clear advantage of the player (and, it seems, his
family too) by giving him financial benefits collateral to, but in excess of, those obtained under the players
agreement. He at any rate needed no protection against himself. We can foresee real problems were FIFA to
seek to restrict a player’s input to strike the best bargain he can.”
64
Conf. párrafo 100 del laudo.
65
Párrafo 101 del laudo.
66
Párrafo 102 del laudo.
67
Recepcionada en el Derecho Suizo en el artículo 2, segundo párrafo del Código Civil Suizo.
había consentido previamente, al momento de firmar el contrato con la sociedad, para pretender
eximirse del cumplimiento de las obligaciones que había asumido en el mismo convenio68.
Muy interesante resulta también lo resuelto en CAS 2008/A/1568 M. & Football Club Wil 1900
v. FIFA & Club PFC Naftex AC Bourgas (laudo del 24/12/2008), en el que el TAS/CAS sostuvo
que los jugadores son libres de ceder o vender sus derechos personales (o, al menos, algunos
derechos) a empresas privadas y que dichos acuerdos deben ser respetados por las partes que
lo suscriben, en cumplimiento del principio contractual básico pacta sunt servanda 69.
Sin perjuicio de lo anterior, el panel puso en contexto este tipo de contratos, dejando en claro
que los mismos sólo pueden tener una validez "interna" y sus efectos se limitan a las relaciones
entre el jugador y la sociedad, pero no limitan el derecho del futbolista a firmar un contrato de
trabajo con un club, ni tampoco pueden afectar la validez de dicho contrato de trabajo ni siquiera
si la firma del mismo puede ser considerada como un incumplimiento de las "obligaciones
internas" asumidas por el jugador y la sociedad70.
Dejamos, por ahora, el repaso de los precedentes del TAS/CAS vinculados con distintos tipos de
cesiones de derechos económicos, pero volveremos a analizar otros laudos relevantes más
recientes, luego de repasar la evolución histórica que ha tenido el tema en la reglamentación de
FIFA.

3. Síntesis histórica de la actuación de FIFA en materia de derechos económicos.


3.1. El art. 18 bis. del RETJ.

La primera intervención relevante de FIFA en la materia se produjo el 29 de Octubre de 2007,


cuando su Comité Ejecutivo, preocupado por las repercusiones del ya referido caso Tévez,
aprobó la incorporación del artículo 18 bis al RETJ.
Bajo el título “Influencia de terceros en los clubes”, el art. 18 bis entró en vigor el 1º de enero de
2008, disponiendo lo siguiente:
“1. Ningún club concertará un contrato que permita a cualquier parte de dicho
contrato, o a terceros, asumir una posición por la cual pueda influir en asuntos
laborales y sobre transferencias relacionados con la independencia, la política o la
actuación de los equipos del club.
2. La Comisión Disciplinaria de FIFA podrá imponer sanciones disciplinarias a los
clubes que no cumplan las obligaciones estipuladas en este artículo.”
Este art. 18 bis, que se mantuvo vigente y sin modificaciones en las sucesivas ediciones del
RETJ (hasta el 31 de diciembre de 2014) era, además, obligatorio en el plano nacional71,
debiendo ser incorporado a los reglamentos internos de cada asociación nacional miembro de
FIFA72.
Desde su primera publicación, la interpretación pacífica de la doctrina señaló que, a partir de la
incorporación del art. 18 bis al RETJ, FIFA había convalidado implícitamente la validez legal de
la cesión de derechos económicos entre clubes y/o de clubes a terceros (ajenos al ámbito
federativo), siempre y cuando se respetaran las dos limitaciones referidas.

68
Conf. párrafos 108 y 109 del laudo.
69
Conf. párrafo 18 del laudo.
70
Conf. párrafo 20 del laudo.
71
Conforme lo dispuesto en su art. 1.1, el RETJ “establece las normas mundiales y obligatorias concernientes al
estatuto de los jugadores y su elegibilidad para participar en el fútbol organizado, así como su transferencia
entre clubes de distintas asociaciones.” En cambio, “la transferencia de jugadores entre clubes de una misma
asociación está sujeta a un reglamento específico, redactado por la asociación correspondiente conforme al art.
1 apdo. 3 del presente reglamento, el cual debe ser aprobado por FIFA.” (art. 1.2 del RETJ)
72
El art. 1.3, apartado a) del RETJ, en su edición 2014, disponía: “Las siguientes disposiciones son obligatorias
en el ámbito nacional y deben incorporarse sin modificación al reglamento de la asociación: art. 2-8, 10, 11,
18, 18bis, 19 y 19bis.”.
Aunque su texto no contenga ninguna referencia expresa al respecto, la sanción del art. 18 bis
siempre tuvo como objetivo establecer un mínimo marco regulatorio para los negocios vinculados
a los derechos económicos.
En este sentido, la norma estableció en su primer apartado dos claras limitaciones a los clubes,
prohibiéndoles celebrar contratos que pudieran otorgar a cualquier parte (de dicho acuerdo) o a
terceros (ajenos al contrato) el derecho o la facultad de influir sobre: a) asuntos laborales de sus
futbolistas, y b) la política de transferencias del propio club.
En caso de violación a dichos límites, el segundo apartado del artículo facultaba a la Comisión
Disciplinaria de FIFA para imponer sanciones disciplinarias a los clubes trasgresores.
La amplitud de la norma, por otro lado, permitiría su profusa aplicación a un sinnúmero de
situaciones fácticas, desde las violaciones más groseras al primer apartado del artículo (por
ejemplo, un contrato que obligara al club a obtener el consentimiento previo de un tercero
inversor para poder concertar la transferencia de un futbolista) hasta las más sutiles y no tan
evidentes (como la incorporación de una “cláusula gatillo”, que obligara al club a aceptar una
oferta de otro club y, por ende, transferir a un jugador, cuando el ofrecimiento fuera superior a
una suma predeterminada).
Sin embargo, por algún motivo no revelado, la Comisión Disciplinaria de FIFA nunca llevó a cabo
esta imprescindible tarea, convirtiendo así al art. 18 bis en una disposición de interés (casi
exclusivamente) académico y de escasa aplicación concreta73.

3.2. El período de estudio y evaluación.

El paso del tiempo y la falta de cumplimiento efectivo del art. 18 bis fueron generando,
progresivamente, una serie de reclamos que advertían la insuficiencia de dicha norma, exigiendo
la sanción de una reglamentación más extensa o, directamente, la prohibición de las cesiones de
derechos económicos a terceros.
Así fue que, luego de un período de ausencia, el tema reapareció en la agenda oficial de FIFA en
el año 2012, a partir de las presiones de UEFA, que para entonces ya había comenzado una
campaña pública de descrédito hacia los llamados “fondos de inversión” (inversores en derechos
económicos de futbolistas), ponderando insistentemente la necesidad de prohibir este tipo de
operaciones74.
En este marco, la Comisión de Fútbol de FIFA (presidida por el entonces presidente de UEFA y
uno de los máximos impulsores de la campaña que reclamaba la prohibición, el francés Michel
Platini) solicitó a FIFA que introdujera un reglamento obligatorio que prohibiera la “propiedad de
los derechos de los futbolistas por parte de terceros”75.

73
En el III Congreso de la Asociación Internacional de Abogados del Fútbol (AIAF -Association Internationale
des Avocats du Football-), celebrado en Estambul, Turquía, los días 21 y 22 de mayo de 2015, funcionarios de
FIFA fueron consultados sobre cuál era el motivo por el cual la Comisión Disciplinaria nunca había aplicado el
art. 18 bis del RETJ en un caso concreto. Mark Goddard, Manager General de FIFA Transfer Matching System
GmbH (TMS) respondió que el art. 18 bis nunca había sido aplicado, porque “la influencia de terceros es algo
difícil de probar”.
74
Ver, entre otros: La UEFA se plantea medidas restrictivas a los clubes participados por fondos de inversión
[en línea]. IUSPORT. 20/05/2012 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.iusport.es/php2/index.php?option=com_content&task=view&id=2061&Itemid=2. Sobre la
propiedad de jugadores [en línea]. UEFA. 11/12/2012 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.uefa.org/about-uefa/executive-committee/news/newsid=1906454.html.
75
La Comisión de Fútbol se refuerza para afrontar su nueva misión [en línea]. FIFA. 16/112012 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/bodies/news/newsid=1912302/index.html
Durante el año 2013, la cruzada de UEFA contra los derechos económicos se mantuvo e,
incluso, se intensificó76, sumando también el apoyo de la Federación Internacional de Futbolistas
Profesionales (FIFPro)77.
En defensa de este tipo de operaciones, en cambio, se pronunciaron públicamente un grupo de
clubes brasileños y portugueses, enviando una contundente carta abierta a FIFA78. Sendos
funcionarios de la Liga Profesional de Fútbol de España (LFP) se manifestaron en el mismo
sentido, impulsando la sanción de una regulación más exigente, pero no prohibitiva79.
Vale señalar que la presión de UEFA a FIFA respondía a la incompetencia de la primera para
regular sobre el tema80, toda vez que la reglamentación de las transferencias internacionales es
competencia exclusiva de FIFA.
En este conflictivo marco, FIFA decidió encargar al Centre for Sports Studies (CIES) un estudio
comparativo, a fin de recabar las “interpretaciones y soluciones que dan los diferentes países a
la cuestión de la propiedad de los derechos de los jugadores par parte de terceros”,
determinando qué normas se aplican en cada uno de ellos. El requerimiento tenía como objetivo
“establecer la importancia que en la práctica tiene esta cuestión y dejar clara la postura de las
asociaciones miembro”81.
La complejidad del asunto y la disparidad de respuestas recibidas, motivó que FIFA encargara
un segundo estudio, esta vez al Centro de Derecho y Economía del Deporte (CDES), con el
propósito de profundizar el estudio del tema y, concretamente, “detectar y analizar la repercusión
económica, financiera y sobre la integridad que estas practicas tienen en los clubes y jugadores
profesionales, y en la industria del fútbol en general”82.

3.3. La creación del Grupo de Trabajo.

76
Ver, entre otros: No a la propiedad compartida [en línea]. UEFA. 18/03/2013 [Fecha de consulta:
10/04/2017]. Disponible en: http://es.uefa.org/about-uefa/news/newsid=1931994.html. Platini continúa con su
cruzada contra los millonarios y los fondos de inversión [en línea]. EL CONFIDENCIAL. 12 /12/2012 [Fecha
de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.elconfidencial.com/deportes/futbol/2013-12-12/platini-
continua-con-su-cruzada-contra-los-millonarios-y-los-fondos-de-inversion_65276/. Infantino: “Hay tráfico de
personas por culpa de los fondos” [en línea]. MARCA. 14/12/2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible
en: http://www.marca.com/2013/12/14/futbol/futbol_internacional/1387027841.html.
77
La FIFPro preocupada por la multipropiedad de jugadores [en línea]. FIFPro. 22/08/2013 [Fecha de consulta:
10/04/2017]. Disponible en: http://www.fifpro.org/es/noticias/la-fifpro-preocupada-por-la-multipropiedad-de-
jugadores.
78
Brazilian clubs fight back in third-party ownership debate [en línea]. SOCCEREX. 26/04/2013 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.soccerex.com/news/2013/04/brazilian-clubs-fight-back-third-
party-ownership-debate.
79
Ver, entre otros: Miguel García Caba: «Los fondos de inversión dan lo que no dan los bancos» [en línea]. LA
VOZ DE GALICIA. 09/05/2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/deportes/2013/05/09/manuel-garcia-caba-fondos-inversion-dan-dan-
bancos/0003_201305G9P49991.htm. Los fondos de inversión, a debate [en línea]. LFP. 20/09/2013 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.lfp.es/noticias/los-fondos-de-inversion-a-debate-3. Los fondos
de inversión, en el radar de La Liga [en línea]. MARCA. 31/10/2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en: http://www.marca.com/2013/10/31/futbol/1adivision/1383215498.html.
80
Por este motivo y más allá de las amenazas proferidas, la única medida concreta que UEFA pudo tomar en
contra de los derechos económicos fue en el marco de su regulación del Fair Play Financiero, impidiendo a los
clubes contabilizar los ingresos derivados de la cesión de estos derechos. GOLD, David. UEFA tighten rules on
third party ownership [en línea]. Inside World Football. 27/07/2012 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible
en: http://www.insideworldfootball.com/world-football/europe/11151-uefa-tighten-rules-on-third-party-
ownership.
81
Circular nº 1335 de FIFA [en línea]. 14/01/2013. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/mm/document/affederation/administration/01/98/73/55/circularno.1335-
estudiosobrelapropiedaddelosderechosdeljugadorporpartedeterceros.pdf.
82
Circular nº 1373 de FIFA [en línea]. 02/08/2013. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/14/91/72/circularno.1373-
estudiosobrelapropiedaddelosderechosdeljugadorporpartedeterceros(segundaparte)%5fspanish.pdf.
El objetivo de los estudios encargados por FIFA era recabar información fidedigna sobre la
propiedad de los derechos económicos de jugadores por parte de terceros, para poder “abordar
este problema partiendo de una base sólida en la que se tengan en cuenta todos los aspectos
vinculados a esta práctica, de modo que sea posible aportar soluciones adecuadas y justas en el
marco de un proceso participativo y bien documentado que incluya a las partes interesadas en el
ámbito de los órganos competentes de FIFA”83.
Finalizado y presentado el segundo estudio84, los resultados de ambos fueron informes tratados
en el 64º Congreso de FIFA, celebrado en San Pablo los días 10 y 11 de julio de 2014. Allí
mismo se anunció la creación de un Grupo de Trabajo especializado en la materia, dentro de la
Comisión del Estatuto del Jugador.
Este Grupo de Trabajo debería analizar las posibles opciones reguladoras y formular propuestas
al Comité Ejecutivo de FIFA en septiembre de 2014, a fin de que el Comité “decida el
planteamiento adecuado, cuyos pormenores técnicos desarrollará el grupo de trabajo”85.
Integrado por más de 30 miembros de origen diverso (representantes de las asociaciones
nacionales, de las confederaciones, de las ligas profesionales, de FIFPro, de los clubes y de la
administración de la propia FIFA), cuyo criterio o proceso de selección se desconoce y cuya
nómina fue publicada recién en abril de 201586, el Grupo de Trabajo se reunió por primera vez en
Zurich, el 2 de septiembre de 201487.
Luego de esa primera reunión, algunos trascendidos indicaban que no existía entre los
integrantes del Grupo de Trabajo un consenso suficiente para avanzar sobre la propuesta de una
norma prohibitiva y, en cambio, ponderaban la adopción de una regulación más estricta que la
emanada del art. 18 bis del RETJ.
Pese a dichos rumores, menos de 30 días después el Comité Ejecutivo de FIFA resolvió avanzar
en torno a la prohibición de los derechos económicos en poder de terceros88.
El Grupo de Trabajo volvió a sesionar el 31 de octubre, pero ahora con el objetivo de discutir las
modificaciones que habrían de incorporarse al RETJ y que, el 19 de diciembre siguiente, serían
aprobadas por el Comité Ejecutivo de FIFA89, para finalmente ser difundidas a través de la
Circular 146490.

83
Circular nº 1420 de FIFA [en línea]. 12/05/2014. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/33/82/19/circularno.1420-
res%C3%BAmenesycomentariosdelestudiosobrelapropiedaddelosderechosdejugadoresporpartedeterceros%5fspa
nish.pdf.
84
Ibídem.
85
Un tema complejo: los derechos económicos de futbolistas en manos de terceros [en línea]. FIFA. 11/06/ 2014
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/bodies/congress/news/newsid=2363118/.
86
Roll Call. Meeting of the “Working Group on Third-Party Ownership of Players´ Economic Rights” [en
línea]. FIFA [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://resources.fifa.com/mm/document/affederation/footballgovernance/02/46/40/65/30.10.2014rollcalltpo_neut
ral.pdf
87
Primera sesión del Grupo de trabajo sobre la propiedad de los derechos por parte de terceros [en línea].
FIFA. 02/09/2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/governance/news/y=2014/m=9/news=primera-sesion-del-grupo-de-trabajo-sobre-la-propiedad-
de-los-derechos-2435569.html
88
El Comité Ejecutivo se planta contra la propiedad de los derechos económicos de futbolistas por parte de
terceros [en línea]. FIFA. 26/09/2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/bodies/news/newsid=2444530/index.html
89
Apoyo unánime del ExCo a la recomendación de publicar el informe de los procesos de adjudicación de las
Copas Mundiales de 2018-2022 [en línea]. FIFA. 19/12/2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/news/newsid=2494727/index.html
90
Circular nº 1464 de FIFA [en línea]. 22/12/2014. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/49/57/42/tpocircular1464%5fes%5fspanish.pdf
Esta fue, al menos, la versión oficial de los hechos difundida por la máxima entidad rectora del
fútbol asociado.
En cambio, según la carta enviada por Javier Tebas Medrano (presidente de la Liga de Fútbol
Profesional de España y uno de los integrantes del Grupo de Trabajo) al francés Jerome Valcke,
Secretario General de FIFA, una importante cantidad de miembros del grupo (sino la mayoría),
se había manifestado “a favor de una regulación y de unos períodos de transición mucho
mayores”91.
La dura misiva de Tebas, fechada el 7 de enero de 2015 y motivada en otra de FIFA (del mismo
día, en la cual se comunicaba la suspensión de la reunión del Grupo de Trabajo prevista para el
22 de enero), considera que, en realidad, “todo estaba decidido antes de la constitución del
grupo de trabajo” y que este grupo “ha sido una mera excusa para dar una apariencia
«democrática» y de «diálogo»”92 a la opinión pública y los sectores interesados.
Tebas llega al punto de denunciar la existencia de votaciones, celebradas dentro del Grupo de
Trabajo, cuyo resultado habría sido desfavorable a la postura “oficial” de prohibir los derechos
económicos en poder de terceros. Y sostiene que las mismas habrían sido convenientemente
omitidas de las actas del grupo.
A pesar de la gravedad de las acusaciones formuladas, FIFA no emitió ninguna respuesta oficial
a las mismas.

3.4. Argumentos a favor y en contra de la prohibición.

Antes de comenzar el análisis concreto de las modificaciones reglamentarias implementadas por


la Circular 1464, no está demás efectuar un breve repaso por los motivos que UEFA93 y FIFPro94
esgrimieron para impulsar la prohibición a los derechos económicos en poder de terceros. Cada
uno de ellos, vale aclararlo, recibió su correspondiente refutación, las cuáles también
revisaremos95.
El primer argumento utilizado en contra de este tipo de negocios postula una supuesta
afectación de principios éticos y morales. Así, se ha dicho que las cesiones de derechos
económicos suponen un dilema ético y moral, puesto que implican que un tercero posea los
derechos económicos sobre otro ser humano y que comercie con ese “activo”.
Se ha llegado a identificar esta práctica con una forma de “esclavitud moderna”, aduciendo que
los titulares de los derechos económicos tienen una especia de derecho de propiedad sobre los
futbolistas, que les permitiría ejercer influencia sobre su situación laboral, la cual entonces sería
determinada en base a los intereses económicos de terceros.
Sin dejar de reconocer la existencia de eventuales abusos (repudiables, que debieran ser
sancionados), esta afirmación resulta, como mínimo, falaz. No es cierto que los terceros
inversores puedan legalmente influir o determinar la carrera deportiva del futbolista, pues ello
violaría principios básicos y universales del derecho del trabajo, incluyendo el derecho a la

91
Carta de Javier Tebas Medrano a la Fédération Internationale de Football Association [en línea]. 7 de enero de
2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
https://twitter.com/juanesdiez/status/555346366361522176
92
Ibídem.
93
Op. cit. (notas 75 y 77) y UEFA pide prohibición de derechos a fondos de inversión [en línea]. EL
CONFIDENCIAL. 07/12/2012 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://eleconomista.com.mx/fondos/2012/12/07/uefa-pide-prohibicion-derechos-fondos-inversion
94
Op. cit. (nota 78) y FIFPro contra propiedad por parte de terceros [en línea]. [Fecha de consulta:
10/04/2017]. Disponible en: https://www.fifpro.org/noticias/fifpro-contra-propiedad-por-parte-de-terceros/es/
95
Muchas de las refutaciones no son originales del autor, sino que fueron tomadas de opiniones de distintos
colegas y doctrinarios, emitidas verbalmente en diversas Jornadas, Congresos y hasta en intercambios de
opiniones privados. Pedimos disculpas a los autores de las mismas, en aquellos casos en los que dichas opiniones
no hayan sido volcadas en artículos y/u otras fuentes identificables, por la consecuente falta de cita. No es la
apropiación intelectual sino la imposibilidad de identificarlas, la que motiva que hayan sido incluidas de esta
forma en el presente artículo.
dignidad del propio jugador. Al respecto, debemos destacar que el futbolista siempre mantiene
en su poder el derecho a decidir sobre su propia situación laboral y deportiva.
Y tampoco sería válido que los terceros tuvieran la posibilidad de incidir en las decisiones
relativas a la política de transferencias de un club, puesto que tal injerencia violaría el
ordenamiento institucional interno, cuando no directamente la normativa societaria del lugar en el
cual se asiente la entidad deportiva en cuestión
Por otro lado, debemos recordar que para evitar estas influencias se había dictado el art. 18 bis
del RETJ. Quizás si dicha norma hubiera sido aplicada en casos concretos, las sanciones
disciplinarias impuestas habrían generado un efecto disuasorio en aquellos clubes dispuestos a
firmar contratos que otorgaban facultades de este tipo a terceros inversores.
El segundo argumento utilizado para denostar las cesiones de derechos económicos propone
que las mismas generarían (o serían capaces de generar) un riesgo para la integridad de las
competiciones. En este sentido, se especula con que cuando una sociedad o un inversor
poseen porcentajes de derechos económicos de varios jugadores en distintos equipos, existe un
claro conflicto de intereses y un real peligro de que ese tercero pueda manipular los resultados
de los partidos (ejerciendo presión e influencia sobre esos jugadores).
A pesar de la hipotética validez de este razonamiento, lo cierto es que no se han producido en la
realidad casos de manipulación y/o amaño de partidos generados por inversores en porcentaje
de derechos económicos de terceros. Más aun, existen supuestos muchos más sensibles en
igual sentido, como ocurre cuando un agente representa jugadores y/o directores técnicos en
distintos equipos; o cuando una persona (física o jurídica) posee participaciones accionarías en
distintos clubes. Ninguna de estas situaciones parece haber despertado la inquietud de UEFA,
FIFPro o FIFA.
Por ello, la saludable preocupación por combatir uno de los mayora flagelos que afronta el
deporte profesional en la actualidad, no puede llevar a justificar la prohibición de un legítimo
mecanismo de asistencia financiera, que ha demostrado ser de gran utilidad para clubes
sudamericanos y europeos. Y para algunos, de estricta necesidad.
También se ha sostenido que el modelo de negocio de aquellas personas (físicas o jurídicas)
que invierten en adquirir porcentajes de derechos económicos de futbolistas se basa en fomentar
el permanente cambio de club de los futbolistas y, con ello, bregar por la inestabilidad
contractual. Según este criterio, más transferencias significan más dinero para los titulares de
derechos económicos.
Esto es también equivocado, porque con cada transferencia se agota el derecho del inversor,
cuya prerrogativa se limita al cobro de un porcentaje del monto indemnizatorio percibido por el
club. El derecho del inversor no sigue la carrera del futbolista. En consecuencia, no busca que el
jugador protagonice una mayor cantidad de transferencias, sino todo lo contrario: su objetivo
consiste en que aquella (única96) transferencia en la cual tiene derecho a cobrar una
determinada participación, se realice por la mayor suma posible. Y para que ello ocurra, en
general es conveniente que el jugador permanezca un período más prolongado en el club, para
poder desarrollarse deportivamente y mejorar su valor de mercado97.
No es entonces la inestabilidad sino, por el contrario, la estabilidad contractual lo que fomentan
(y permiten) las cesiones de derechos económicos. El razonamiento “más transferencias = más
dinero para los inversores” es erróneo. El razonamiento correcto sería: “más estabilidad y mejor
rendimiento deportivo = transferencia más onerosa del jugador = más dinero para el club y los
inversores”.

96
Nos referimos a transferencias definitivas. Porque el titular de un porcentaje de derechos económicos
vinculados a un futbolista también puede beneficiarse de cada una de las transferencias temporarias que el
mismo acuerde con el club propietario de sus derechos federativos.
97
Así ha sido expresamente reconocido, en el segundo estudio encargado por FIFA. Centro de Derecho y
Economía del Deporte (CDES), Universidad de Limoges. Research on third-party ownership of players'
economic rights (part. II) - Executive Summary. Francia, abril de 2014, pp. 10.
Finalmente, el último argumento que denigra a este tipo de operaciones considera que implican
una práctica incompatible con la filosofía económica y deportiva del juego limpio
financiero, el cual pretende garantizar que los clubes puedan vivir dentro de sus posibilidades.
Al respecto, se explica los clubes no deben depender de las inversiones de terceros para adquirir
jugadores que no pueden incorporar por sí mismos. Y se sostiene que esta operatoria no es
buena a largo plazo, ni para el club ni para el jugador.
Una vez más, el argumento resulta equivocado. Al margen de señalar que en el año 2015, UEFA
era la única confederación regional que poseía un reglamento de juego limpio financiero vigente
(lo cual evidencia una visión y excluyente de la realidad imperante en otros continentes), la
utilización de cesiones de derechos económicos a terceros como mecanismo de financiación no
implica que un club viva “fuera de sus posibilidades” económicas. Más bien, todo lo contrario.
En aquellos países en los cuáles la legislación ordinaria no prohíbe este tipo de contratos, la
cesión de derechos económicos es un recurso financiero válido, que permite al club captar
inversiones privadas legítimamente, cuando no puede acceder a otros mecanismos de
financiación “tradicionales” (como sería, por ejemplo, un crédito bancario).
Además, la realidad ha demostrado que es igualmente inexacta la afirmación de que, en el largo
plazo, esta operatoria resulta perjudicial para los clubes. Basta con repasar algunos casos
emblemáticos de utilización sistemática de este recurso financiero, como los del Atlético de
Madrid98 o el Porto, para apreciar la falsedad de dicha hipótesis.
En definitiva, los fundamentos que han sido utilizados para promover, exitosamente, la
prohibición adoptada por FIFA hacia fines de 2014, han demostrado ser falaces e incorrectos.
Ninguno de los impulsores de la prohibición han logrado acreditar, de forma indubitable, cuáles
serían las ventajas de aprobar una prohibición absoluta en lugar de establecer una regulación
más profunda y detallada de este tipo de negocios.

4. La Circular nº 1464 de FIFA.

Polémica al margen, lo cierto es que las modificaciones contenidas en la Circular 1464 fueron
incorporadas al texto del RETJ en su edición 2015, hoy vigente99.
Las mismas pueden ser resumidas, básicamente, en tres puntos:
- la definición del concepto de “tercero”,
- la modificación del art. 18 bis; y
- la incorporación del nuevo art. 18 ter.

4.1. La definición de “tercero”.

En la sección “definiciones” del RETJ, se incorpora el punto 14, que define al “tercero” en los
siguientes términos:
“Tercero: parte ajena a los dos clubes entre los cuales se traspasa a un jugador, o a
cualquiera de los clubes anteriores en los que el jugador estuvo inscrito
previamente.”
Como primera medida, debe celebrarse la decisión de FIFA de incorporar al RETJ una definición
expresa del concepto, a fin de evitar interpretaciones equívocas o contradictorias sobre el
término.

98
Gil Marín: "La figura del TPO nos ha servido para poner el equipo a competir" [en línea]. MARCA. 09/04/15
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.marca.com/2015/04/09/futbol/equipos/atletico/1428584705.html
99
Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores 2015 [en línea], en vigor desde el 1º de abril de
2015. FIFA [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/55/56/41/regulationsonthestatusandtransferofpla
yersapril2015s%5fspanish.pdf.
Muchas veces se ha criticado a FIFA, con razón, por no definir conceptualmente las cuestiones
que regula. Sin ir más lejos, por ejemplo, su “Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de
Jugadores” no contiene definición alguna del contrato de transferencia, ni explica tampoco qué
es lo que se traspasa cuando se produce la transferencia de un futbolista100.
Lo mismo ocurría con el “tercero” en las ediciones 2008, 2010, 2012 y 2014 del RETJ. En todas
ellas, el art. 18 bis arriba trascripto hacía referencia a los “terceros”, pero sin definir el concepto.
El término, como veremos, cobra mayor trascendencia en la edición 2015 del RETJ, en virtud del
nuevo art. 18 ter. Y por eso, la decisión de definirlo es un acierto de FIFA.
La definición es, por un lado, bastante clara: debe considerarse tercero a cualquier persona,
física o jurídica, que resulte ajena
i) a los dos clubes entre los cuales se produce la transferencia de un jugador, o
ii) a cualquiera de los clubes en los que el futbolista estuvo inscripto en el pasado.
Así, quedan comprendidos dentro del concepto de terceros, entre otros, los inversores (personas
físicas, sociedades, fondos de inversión), los “ojeadores” o cazatalentos, los familiares del
jugador, los bancos, prestamistas y acreedores de un club, todos ellos frecuentemente
implicados en operaciones que involucran derechos económicos de futbolistas.
Pero de la lectura de la definición, surge rápidamente un interrogante: ¿es el futbolista un
“tercero”, en los términos del nuevo RETJ?
De acuerdo a la versión en castellano del RETJ, pareciera que el futbolista no podría ser
considerado un tercero, ya que el jugador difícilmente pueda ser reputado “parte ajena” a los dos
clubes entre los cuales se realiza su transferencia (o a cualquiera de los clubes en los que
estuvo inscripto previamente).
Pero si se analiza la definición incorporada en la versión en inglés del RETJ101, el panorama
cambia:
“Third party: a party other than the two clubs transferring a player from one to the
other, or any previous club, with which the player has been registered.”
La redacción en inglés resulta más precisa que su traducción al castellano: “a party other than
the two clubs transferring a player“ significa “una parte distinta de los dos clubes que transfieren
a un jugador”. Y el futbolista, sin dudas, es una persona distinta de los clubes involucrados en la
transferencia (y también de aquellos en los que estuvo inscripto en el pasado).
Como en caso de discrepancias, la versión en inglés prevalece por sobre el texto en
castellano102, la pregunta, entonces, debe ser contestada afirmativamente: el jugador es también
un “tercero”, en los nuevos términos del RETJ103. Esta interpretación ha sido confirmada por los
propios funcionarios de FIFA, quiénes se han expresado públicamente en varias
oportunidades104, manifestando que para la máxima entidad del fútbol asociado, el futbolista es
un tercero.

100
AULETTA, Martin. Op. cit. (nota 3).
101
FIFA. Regulations on the Status and Transfer of Players [en línea]. [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en:
http://www.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/55/56/41/regulationsonthestatusandtransferof
playersapril2015e%5fneutral.pdf.
102
Art. 28 del RETJ: “Idiomas oficiales. En caso de discrepancias relativas a la interpretación de los textos
inglés, francés y español del reglamento, el texto inglés hará fe.”
103
Hay quienes sostienen, por el contrario, que el futbolista no debe ser considerado un “tercero” en los términos
del RETJ. Y, por ende, las cesiones de derechos económicos de clubes a futbolistas no se encontrarían
alcanzadas por la prohibición. Esta postura se funda en el apartado 1. del art. 18 ter, que comienza diciendo:
“Ningún club o jugador podrá firmar un contrato con un tercero…”. RECK, Ariel. The Impact of the TPO Ban
on South American Football. Asser International Sports Law Centre Blog [en línea]. 16 de abril de 2015 [Fecha
de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.asser.nl/SportsLaw/Blog/post/the-impact-of-the-tpo-ban-
on-south-american-football-by-ariel-n-reck.
104
Así, por ejemplo, lo han manifestado en el III Congreso de la Asociación Internacional de Abogados del
Fútbol (AIAF), celebrado en Estambul, Turquía, los días 21 y 22 de mayo de 2015. Omar Ongaro, Jefe del
La disquisición, se verá más adelante, no es meramente teórica y tiene importantes
consecuencias prácticas.

4.2. La modificación del art. 18 bis.

Se realizó una leve modificación al texto del art. 18 bis que, no obstante, mantiene el mismo
título que en las ediciones anteriores del RETJ (“Influencia de terceros en los clubes”). La nueva
versión, dice:
“1. Ningún club concertará un contrato que permita al/los club(es) contrario(s) y
viceversa (antes decía «…a cualquier parte de dicho contrato…») o a terceros,
asumir una posición por la cual pueda influir en asuntos laborales y sobre
transferencias relacionadas con la independencia, la política o la actuación de los
equipos del club.
2. La Comisión Disciplinaria de FIFA podrá imponer sanciones disciplinarias a los
clubes que no cumplan las obligaciones estipuladas en este artículo.”
Como bien señala Horacio González Mullin105, la diferencia, si bien menor y no del todo clara,
responde a la incorporación de la definición de “tercero” al RETJ 2015 y a la consecuente
necesidad de ampliar el ámbito de aplicación de la norma.
En su versión original, el art. 18 bis prohibía a los clubes celebrar contratos que permitieran, a
“cualquier parte de dicho contrato o a terceros... influir en asuntos laborales y sobre
transferencias...”.
Al no contener el RETJ una delimitación del concepto de “tercero”, cualquier persona (física o
jurídica) que resultara ajena al contrato quedaba comprendida dentro de dicho término.
El resultado era efectivo: nadie (ni parte ni ajeno al contrato) podía obtener válidamente la
facultad de influir en asuntos laborales y/o en la política de transferencias del club. Ambas
cuestiones debían quedar reservadas, exclusivamente, al arbitrio del propio futbolista y del club
en el cual éste se desempeñara.
Pero al incorporarse la ya referida definición de tercero, de la cual solamente quedan excluidos
los clubes que participan en la transferencia del futbolista y aquellos que hubieran registrado
previamente al jugador, se produjo una grieta en el muro construido por el art. 18 bis.
En efecto, de mantenerse la redacción anterior, el art.18 bis habría permitido conceder la
facultad de “influir en asuntos laborales y sobre transferencias” a aquellos clubes que no fueran
parte del contrato y en los cuáles, el jugador hubiera estado previamente inscripto. Porque,
precisamente, la flamante definición de tercero no incluye a esos clubes en los que el futbolista
estuvo registrado con anterioridad.
Entonces, era necesario modificar la redacción de la norma, para mantener inalterable su efecto.
Y por eso FIFA reemplazó el anterior “a cualquier parte de dicho contrato” por el nuevo “al/los
club(es) contrario(s) y viceversa”, sellando así la grieta.
Con esta pequeña modificación, los clubes tampoco pueden conceder el derecho a influir en
asuntos laborales o sobre transferencias, a los clubes en los que el jugador estuvo inscripto en el
pasado, dado que ellos están incluidos dentro del concepto de “clubes contrarios”.

Departamento del Estatuto del Jugador y Gobierno de FIFA, también se pronunció en el mismo sentido, en el
Tercer Congreso Jurídico de FIFPro División América, celebrado en Bogotá, Colombia, los días 20 y 21 de
agosto de 2015. Congreso jurídico: TPO, menores y el arbitraje [en línea]. FIFPro. 28/08/2015 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en: https://www.fifpro.org/noticias/conferencia-bogota-la-tpo-los-menores-y-
el-arbitraje/es/
105
GONZALEZ MULLIN, Horacio. Derechos Económicos de los Futbolistas y Terceros (TPO). La nueva
prohibición de FIFA y sus consecuencias en el fútbol Uruguayo y Argentino. En: Jornada sobre la prohibición
de FIFA y AFIP a los Derechos Económicos [inédito]. 8 de abril de 2015, Universidad Nacional de La Plata.
Así, el efecto del art.18 bis se mantiene inalterable: los clubes continúan vedados de conceder
otros (sean clubes contrarios -parte o no del contrato- o terceros), cualquier poder de influencia
sobre su política de transferencias y/o sobre los asuntos laborales de sus jugadores.
A diferencia de lo ocurrido con el art.18 ter, el nuevo art. 18 bis entró en vigencia el 1º de enero
de 2015.
Por lo demás, en la edición 2015 del RETJ, el art. 18 bis mantiene la obligatoriedad a nivel
nacional que ya tenía en las ediciones previas106.

4.3. La incorporación del nuevo art. 18 ter.

La incorporación al RETJ del nuevo artículo 18 ter es, claramente, la novedad más importante y
significativa de las contenidas en la circular 1464. Tanto por la extensión, como por la
importancia e implicancias de sus términos.
Titulado “Propiedad de los derechos económicos de jugadores por parte de terceros”, el art. 18
ter establece lo siguiente:
“1. Ningún club o jugador podrá firmar un contrato con un tercero que conceda a
dicho tercero el derecho de participar, parcial o totalmente, del valor de un futuro
traspaso de un jugador de un club a otro, o que le otorgue derechos relacionados
con futuros fichajes o con el valor de futuros fichajes.
2. La prohibición del apdo. 1 entrará en vigor el 1 de mayo de 2015.
3. Los contratos que se vean afectados por el apartado 1, suscritos con anterioridad
al 1 de mayo de 2015, seguirán siendo válidos hasta su fecha de vencimiento
contractual. Sin embargo, no se podrá prolongar su vigencia.
4. La duración de los acuerdos contemplados en el apartado 1, suscritos entre el 1
de enero de 2015 y el 30 de abril de 2015, no podrá exceder de un año a partir de la
fecha de su entrada en vigor.
5. A finales de abril de 2015, todos los contratos en vigor afectados por el apdo. 1
deberán registrarse en el TMS. Todos los clubes que hayan firmado este tipo de
contratos deberán cargarlos íntegramente -incluyendo posibles anexos y enmiendas-
en el TMS, especificando los datos del tercero involucrado, el nombre completo del
jugador y la duración del contrato.
6. La Comisión Disciplinaria de FIFA podrá imponer medidas disciplinarias a los
clubes y jugadores que no cumplan las obligaciones estipuladas en este artículo.”
Las disposiciones del art. 18 ter son, además, obligatorias tanto en el ámbito internacional como
a nivel local, debiendo ser incorporadas sin cambios a los reglamentos de las asociaciones
nacionales, por mandato expreso del art. 1.3, apartado a) del RETJ. Este es otro indicativo de la
relevancia que tiene el nuevo art. 18 ter para FIFA.

a) La prohibición a los derechos económicos en poder de terceros.

El apartado 1 del art. 18 ter cumple, indudablemente, con el objetivo de prohibir la propiedad de
derechos económicos en poder de terceros.
Al hacer referencia al concepto (el total o una parte del valor de un futuro traspaso de un jugador
de un club a otro, o derechos relacionados con futuros fichajes o con el valor de futuros fichajes)
y no a su denominación, la norma evita, de manera inteligente, cualquier conflicto vinculado a la
terminología con la que se identifique a los derechos económicos107.

106
Conf. art. 1.3, apartado a) del RETJ.
107
Ver apartado 2.3.c) ut supra.
La redacción elegida también elude la conocida polémica respecto a la validez de las cesiones
de derechos económicos relacionadas con jugadores en libertad de contratación108. Para ello, la
prohibición abarca tanto las cesiones efectuadas por clubes (al referirse al “valor de un futuro
traspaso de un jugador de un club a otro”) como las que involucren a jugadores libres (“o que le
otorgue derechos relacionados con futuros fichajes o con el valor de futuros fichajes”).
En consecuencia y desde el punto de vista técnico jurídico, el apartado 1 resulta inobjetable.
Los destinatarios de la prohibición son los clubes y jugadores. Esto es lógico y no podría ser de
otra forma, puesto que FIFA no tiene ninguna potestad reglamentaria, jurisdicción ni poder
coercitivo fuera del ámbito federativo. Y los terceros (al menos, la mayoría de ellos), se
encuentran fuera de dicha esfera.
Conforme lo establecido por el apartado 2, la entrada en vigencia de esta prohibición se produjo
el 1º de mayo de 2015.

b) Los contratos ya existentes.

El apartado 3 determina que aquellos contratos afectados por la prohibición del apartado 1, pero
que hayan sido celebrados con anterioridad al 1º de mayo de 2015, seguirán siendo válidos (y
mantendrán todos sus efectos) hasta la fecha de su vencimiento, sin que pueda prolongarse su
vigencia109.
La solución es también lógica y razonable, en tanto impide la aplicación retroactiva del art. 18 ter
y la afectación de derechos lícitamente adquiridos, a la luz de la reglamentación anterior.
En cuanto a la referencia hacia la validez de los contratos “hasta su fecha de vencimiento” y la
imposibilidad de “prolongar su vigencia”, corresponde destacar que la gran mayoría de
convenios de cesión de derechos económicos no poseen fecha de término.
Por lo tanto, la finalización de estos contratos se producirá, mayoritariamente, en el momento en
que produzcan sus efectos naturales, esto es, al producirse la transferencia del jugador en
cuestión y distribuirse los montos obtenidos de la misma.

c) Los contratos suscriptos entre el 1º de enero y el 30 de abril de 2015.

Cuando se publicó la Circular 1464, el apartado 4 del art. 18 ter generó grandes sorpresas,
porque contradijo y dejó sin efecto los anuncios previamente efectuados, con respecto al período
de transición previsto hasta que la prohibición entrara en vigencia en su totalidad.
Hasta ese momento, todas las informaciones provenientes de FIFA indicaban que, antes de que
la prohibición rigiera en su plenitud, habría un período transitorio de entre dos y tres temporadas,
es decir, de cuatro a seis períodos de registración de contratos (“ventanas de transferencias”),
para permitir a los operadores adaptarse progresivamente al nuevo régimen110.
Sin embargo, el apartado 4 del art. 18 ter redujo drásticamente el referido período de transición,
al disponer que aquellos contratos previstos en el apartado 1, que fueran suscriptos entre el 1º

108
Ver, entre otros: VECCHIO, Uriel. ¿Existen los derechos económicos derivados de los derechos federativos
de un jugador de fútbol en libertad de acción? Suplemento de Derecho Deportivo [en línea]. elDial.com, edición
del 12/06/2012. GALEANO, Eduardo V. Apostilla ¿Son los jugadores libres titulares de derechos económicos
sobre su pase? ¿Y en tal caso, es perdurable la cesión onerosa de esos derechos? Revista de Derecho del Deporte
[en línea]. Nº 4, IJ Editores, Buenos Aires, Abril 2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.ijeditores.com.ar/articulos.php?idarticulo=64966&print=2
109
En el III Congreso de la Asociación Internacional de Abogados del Fútbol (AIAF), celebrado en Estambul,
Turquía, los días 21 y 22 de mayo de 2015, autoridades de FIFA explicaron que aunque el contrato de trabajo del
futbolista (cuyos derechos económicos son compartidos entre el club y uno o varios terceros) fuera renovado, los
efectos de la cesión de derechos económicos (celebrada antes del 1º de enero de 2015) no se prolongarían.
110
BONN, Kyle. FIFA votes to eliminate third-party ownership. NBC Sports [en línea]. 29 de septiembre de
2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://prosoccertalk.nbcsports.com/2014/09/29/fifa-votes-
to-eliminate-third-party-ownership/
de enero y el 30 de abril de 2015, no podrían “exceder de un año a partir de la fecha de su
entrada en vigor”.
Es probable que el cambio haya obedecido a que un período de transición prolongado hubiera
permitido la multiplicación de nuevos contratos de cesión de derechos económicos, lo cual
habría conspirado directamente contra el objetivo de FIFA de erradicar este tipo de negocios.
Lo cierto es que, a la hora de fijar el término de este plazo de transición, la redacción del
apartado 4 no fue tan precisa como hubiera sido recomendable. Porque si bien dispuso que los
contratos celebrados el 1º de enero y el 30 de abril de 2015 no podrían tener una duración
superior a un año, estableció asimismo que dicho plazo debe ser contabilizado “a partir de la
fecha de su entrada en vigor”.
De esta forma, un contrato de cesión de derechos económicos a terceros que fuera suscripto el
29 de abril de 2015, pero que a su vez fijara la fecha de su entrada en vigencia para el 1º de
diciembre de 2016, sería perfectamente válido, a la luz del texto del apartado 4 del art.18 ter. Y
la vigencia de dicho convenio, en consecuencia, se prolongaría hasta el 1º de diciembre de
2017. Supuestos de este tipo, parecieran ser obra de un descuido o de una mala técnica
legislativa al momento de redactar el apartado, antes que de un efecto deseado por FIFA.

d) El sistema de control.

Aquí no hubo sorpresa alguna: FIFA ya había anunciado previamente su intención de utilizar el
Sistema de Correlación de Transferencias (TMS111) para controlar el efectivo cumplimiento de la
prohibición112.
Y así lo hizo, al disponer en el apartado 5 del art. 18 ter la obligación de los clubes de cargar al
TMS todos aquellos contratos que hubieran celebrado y que estuvieran afectados por la
prohibición del apartado 1, incluyendo sus anexos y enmiendas, especificando los datos de los
terceros contratantes, el nombre de los jugadores involucrados y el plazo de duración del
contrato (si lo tuviera).
Nuevamente, la (imprecisa) redacción elegida no parece ser la más feliz para una norma jurídica,
en tanto se exigía la registración de los contratos “A finales de abril de 2015” (¿qué significa “a
finales de abril”? ¿El día 30? ¿El 29? ¿El 25?). De cualquier manera, este punto resulta
anecdótico y la discusión ya es obsoleta.
Finalizado el período de registro, se habían cargado al TMS un total de 6128 contratos, un
91,9% de los cuáles fueron suscriptos con anterioridad al 1º de enero de 2015113. Si bien la cifra
parece escasa, deja algunos datos que merecen ser destacados:
- Brasil fue, previsiblemente, el país que mayor cantidad de contratos registró (2.258, el 38%
del total). Lo siguieron Holanda (653), Alemania (465), Portugal (293) y España (247). Entre los
países sudamericanos, Argentina se ubicó en el sexto lugar de la lista (201 contratos registrados)
y Uruguay (167) en el octavo114.
- Inglaterra, país en el que como vimos, la propiedad de derechos económicos por parte de
terceros se encuentra prohibida desde el año 2008, registró la nada despreciable cantidad de
144 contratos (11º en la lista). Cabe preguntarse entonces cómo es que dichos contratos

111
El Sistema de Correlación de Transferencias de FIFA (Transfer Matching System o, simplemente, TMS) es
un sistema en línea destinado a facilitar las trasferencias internacionales de jugadores entre clubes, garantizando
una mayor transparencia en los fichajes internacionales. FIFA.com. Así es el TMS [en línea]. 30 de septiembre de
2010 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/footballgovernance/news/newsid=1310577/index.html
112
FIFA.com. Avanzan los trabajos para prohibir la propiedad de derechos por parte de terceros [en línea]. 31
de octubre de 2014 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/aboutfifa/organisation/footballgovernance/news/newsid=2463912/
113
Cifras oficiales brindadas por Mark Goddard, Manager General de FIFA Transfer Matching System GmbH
(TMS), en el III Congreso de la Asociación Internacional de Abogados del Fútbol (AIAF), celebrado en
Estambul, Turquía, los días 21 y 22 de mayo de 2015.
114
Ibidem.
eludieron la prohibición… Algo similar ocurre con Colombia115 (registró 69 contratos), Polonia116
(74) y Francia (69)117, todos países en los cuáles existía ya una prohibición a la titularidad de
derechos económicos por parte de terceros, previa a la incorporación del art. 18 ter al RETJ.
Cumpliendo con lo anticipado (aunque con cierta demora), el 28 de septiembre de 2015 FIFA
emitió su Circular 1502118, a través de la cual se publicaban las enmiendas al RETJ que
entrarían en vigencia a partir del 1º de octubre del mismo, con el objetivo de controlar el
cumplimiento de las nuevas disposiciones incorporadas al RETJ el 22 de diciembre de 2014.
Básicamente, las modificaciones apuntaban a incrementar la transparencia y facilitar el control
de las transferencias, estableciendo, para los clubes que creen una orden de transferencia en
el TMS, dos obligaciones nuevas:
i) la obligación de efectuar una declaración con respecto a la propiedad de los derechos
económicos del jugador por parte de terceros119; y
ii) la obligación de cargar al TMS una declaración suscripta por el jugador y el club anterior
manifestando que no existen terceros titulares de derechos económicos involucrados en la
transacción120.

115
El art. 32 de la Ley del Deporte Nº 181 de Colombia, en su primer párrafo, establece que: “Únicamente los
clubes con deportistas profesionales o aficionados, podrán ser poseedores de los derechos deportivos de los
jugadores o deportistas. En consecuencia, queda prohibido a aquéllos disponer por decisión de sus autoridades
que el valor que reciban por tales derechos pertenezca o sea entregado a persona natural o jurídica distinta del
mismo club poseedor.”
116
Centro Internacional de Estudio del Deporte (CIES), Universidad de Neuchãtel - FIFA. Propiedad de los
Derechos Económicos de los Futbolistas en Manos de Terceros. Resumen y comentarios. Suiza, marzo de 2013,
pp. 3.
117
Todas cifras oficiales brindadas por Mark Goddard, en el III Congreso de la Asociación Internacional de
Abogados del Fútbol (AIAF). Ver nota 114.
118
Circular nº 1502 de FIFA [en línea]. 28/09/2015. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://resources.fifa.com/mm/document/affederation/administration/02/70/93/55/circularno.1502-
reglamentosobreelestatutoylatransferenciadejugadoresenmiendasalanexo3(sistemadecorrelaciondetransferencias)
_spanish.pdf
119
Circular 1502, revisiones del anexo 3 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores.
“Nuevo Texto (cambios en acentuado). Articulo 4. Obligaciones de los clubes. (…)
2.
AI crear órdenes de transferencia, los clubes proporcionaran los siguientes datos obligatorios, según proceda:
- Tipo de orden (contratar jugador o liberar jugador)
- Indicar si la transferencia es permanente o en préstamo
- Indicar si existe acuerdo de transferencia con el club anterior
- Indicar si la transferencia corresponde a un intercambio de jugadores
(…)
- Indicar si la transferencia se realiza a cambio de alguno de los siguientes pagos:
• pago fijo por la transferencia, incluidas las cuotas, de haberlas;
• todo pago abonado en ejecuci6n de una cláusula del contrato del jugador con su club anterior que estipule
alguna compensación por la terminación del contrato;
• pago variable por la transferencia, incluidas las condiciones;
• cuotas de fichaje
• contribución de solidaridad;
• indemnización por formación.
- Moneda (o monedas) en que se efectúa el pago
(…)
- Declaración de pagos a terceros y la influencia de estos
- Declaración sobre la propiedad de los derechos económicos del jugador por parte de terceros.” (el destacado
es original).
120
Circular 1502, revisiones del anexo 3 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores.
“Nuevo Texto (cambios en acentuado). Articulo 8.2. Creación del CTI para un jugador profesional
1.
EI club que desea inscribir al jugador introducirá y confirmará en el TMS todos los datos que permitan a la
nueva asociación solicitar el CTI, los cuales deben coincidir, durante uno de los periodos de inscripción
Esta es la forma en la que FIFA decidió implementar su sistema de control hacia los clubes,
respecto del cumplimiento de la prohibición del art. 18 ter del RETJ. Veremos más adelante que
este sistema fue complementado con una política activa de sanciones, de parte de la Comisión
Disciplinaria de FIFA.

e) Las sanciones por incumplimiento.

Por último, el apartado 6 del nuevo art. 18 ter del RETJ faculta a la Comisión Disciplinaria de
FIFA a sancionar a aquellos “clubes y jugadores que no cumplan con las obligaciones
estipuladas en este artículo”.
Esta delegación no resulta novedosa, en tanto repite lo ya establecido por el art. 18 bis (tanto en
su redacción original como en la actualmente vigente).
Del accionar de la Comisión Disciplinaria dependerá, en gran medida, el futuro y la suerte del art.
18 ter. Si la Comisión Disciplinaria sanciona fuertemente cualquier incumplimiento de clubes y/o
jugadores a las nuevas disposiciones del art. 18 ter, reafirmará el efecto coercitivo y la
operatividad de la prohibición establecida por la norma.
En cambio, si la Comisión Disciplinaria de FIFA responde con pasividad a futuras violaciones del
art. 18 ter, entonces la disposición correrá la misma suerte que el antiguo art. 18 bis y se
convertirá en una norma de interés teórico y/o académico, pero de poca aplicación y escasa
utilidad práctica.
Para lograr el objetivo deseado por FIFA, su Comisión Disciplinaria deberá mirarse al espejo y
evitar cometer los mismos errores que cometió con el art. 18 bis, norma que no aplicó ni en un
solo caso, en más de ocho años de vigencia.
La lógica más elemental indicaría que, luego de todas las controversias que precedieron a la
sanción del nuevo art.18 ter, FIFA se proponga hacer cumplir sus disposiciones a rajatabla. Y
los hechos parecen en algún punto ratificar esta presunción, como veremos más adelante.
En cuanto al tipo de sanciones aplicables ante el incumplimiento de alguna de las obligaciones
dispuestas por el art. 18 ter, al no contener su texto ningún precepto específico, debemos recurrir
al catálogo de sanciones previstas en el Código Disciplinario de FIFA.
Más concretamente, los artículos 10121, 11122y 12123 del Código Disciplinario establecen una
amplia variedad de penalidades para jugadores y clubes, que van desde una simple advertencia

establecidos por dicha asociación (v. art. 4, apdo. 4 dei presente anexo). AI introducir los datos pertinentes,
según el tipo de orden seleccionado, el nuevo club cargara en el TMS al menos los siguientes documentos:
- copia del contrato entre el nuevo club y el jugador profesional;
- copia del contrato de transferencia o préstamo firmado entre el nuevo club y el club anterior, si procede;
- copia de un documento que certifique la identidad, nacionalidad (0 nacionalidades) y fecha de nacimiento del
jugador, tal como el pasaporte o el carnet de identidad;
- copia de un documento que certifique la fecha de finalizaci6n del ultimo contrato del jugador y motivo de la
terminación;
- prueba firmada por el jugador y el club anterior de que no existe la propiedad de los derechos econ6micos
de futbolistas por parte de terceros.
Cuando se declare la propiedad de los derechos econ6micos de futbolistas por parte de terceros (v. anexo 3,
articulo 4, apartado 2), el club anterior cargara una copia del correspondiente acuerdo con terceros. Los
documentos se cargaran en el formato que requiera FIFA TMS GmbH.” (el destacado es original).
121
Art. 10 del Código Disciplinario de FIFA: “Sanciones a personas físicas y jurídicas. Pueden imponerse las
siguientes sanciones tanto a las personas físicas como a las jurídicas:
a) advertencia;
b) reprensión;
c) multa;
d) devolución de premios.”
122
Art. 11 del Código Disciplinario de FIFA: “Sanciones a personas físicas. Las siguientes sanciones son
aplicables solamente a las personas físicas:
a) amonestación;
b) expulsión;
hasta la prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol (sólo para futbolistas)
o la prohibición de efectuar transferencias, la exclusión de una competición o el descenso a una
categoría inferior (clubes). Por supuesto, la multa económica es otra de las sanciones previstas.

f) Síntesis de las nuevas disposiciones.

A esta altura, estamos en condiciones de realizar un repaso de los puntos salientes incorporados
al RETJ por la Circular 1464, a modo de síntesis clarificadora.
La nueva definición de “tercero” comprende a cualquier persona (física o jurídica), distinta de
aquellos clubes entre los cuáles se transfiere a un futbolista y de aquellos clubes en los cuales el
jugador haya estado inscripto en algún momento de su carrera. El propio jugador debe ser
considerado un tercero, a los efectos de los arts. 18 bis y 18 ter.
El art. 18 bis sufrió una leve modificación, a fin de compatibilizar su redacción con la definición de
tercero y poder mantener vigente la prohibición absoluta de influir sobre asuntos laborales del
futbolista y/o sobre la política de transferencias de los clubes.
Las disposiciones de la Circular 1464 están destinadas a regular, únicamente, el accionar de
clubes y jugadores. No podría ser de otra forma, puesto que los terceros resultan ajenos al
ámbito federativo sobre el que FIFA ejerce potestades normativas y jurisdiccionales.
El art. 18 ter tiene como objetivo principal prohibir la propiedad de derechos económicos en
cabeza de terceros, es decir, la titularidad de derechos sobre el valor de futuros traspasos (entre
clubes) o fichajes (entre un club y un futbolista).
Dicha prohibición entró en vigor, plenamente, a partir del 1º de mayo de 2015. Los contratos que
hubieran cedido este tipo de derechos a terceros antes del 1º de enero de 2015, serán validos
hasta su finalización. Y los suscriptos entre el 1º de enero y el 30 de abril de 2015, tendrán un
plazo máximo de vigencia de un año.
En caso de violación a alguna de las obligaciones de los arts. 18 bis y 18 ter, será la Comisión
Disciplinaria de FIFA la encargada de sancionar a los clubes y/o jugadores infractores. El control
sobre dichas violaciones, en principio, se realiza a través del TMS.
Y, finalmente, tanto las disposiciones del art. 18 bis como las del art. 18 ter deben ser
incorporadas, sin modificación alguna, a los reglamentos internos de todas las asociaciones
nacionales.

5. Efectos de las modificaciones reglamentarias.


5.1. ¿Qué modalidades contractuales son alcanzadas por la prohibición?

c) suspensión por partidos;


d) prohibición de acceso a los vestuarios y/o de situarse en el banco de
sustitutos;
e) prohibición de acceso a estadios;
f) prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol.”
123
Art. 12 del Código Disciplinario de FIFA: “Sanciones a personas jurídicas Las siguientes sanciones son
aplicables solamente a las personas jurídicas:
a) prohibición de efectuar transferencias;
b) jugar a puerta cerrada;
c) jugar en terreno neutral;
d) prohibición de jugar en un estadio determinado;
e) anulación del resultado de un partido;
f) exclusión de una competición;
g) derrota por retirada o renuncia;
h) deducción de puntos;
i) descenso a una categoría inferior.”
Para analizar los efectos derivados de la prohibición del art. 18 ter, resulta conveniente repasar
nuevamente los distintos tipos de negocios en los cuáles son habitualmente utilizadas las
cesiones de derechos económicos.
En primer lugar, tenemos la cesión de derechos económicos a inversores (personas físicas,
sociedades, fondos de inversión, etc.), a quiénes los clubes ceden un porcentaje de los futuros y
eventuales ingresos generados por la transferencia de un futbolista, a cambio de una suma de
dinero. Esta modalidad, que podríamos identificar como la más básica y repetida desde el
surgimiento de los derechos económicos, queda claramente comprendida en los términos del
apartado 1 del art. 18 ter. Por ende, se encuentra absolutamente prohibida desde el 1º de mayo
de 2015.
Lo mismo cabe señalar respecto de la cesión de derechos económicos a terceros como
garantía de pago, utilizada en ciertos contratos de mutuo dinerario celebrados por los clubes.
Por su parte, la cesión de derechos económicos a “cazatalentos” y/o familiares del
futbolista, de uso frecuente durante la etapa juvenil del jugador, también resulta alcanzada por
la prohibición.
Por último, la cesión de derechos económicos al propio futbolista, muchas veces utilizada
para compensar al jugador (cuando es contratado en situación de “libre” o para convencerlo de
que acepte renovar su contrato con el mismo club), también ha quedado prohibida por el art. 18
ter. En efecto y como ya explicamos, el futbolista debe ser considerado un “tercero”, según los
términos de la definición incorporada al RETJ.
Pero aquí corresponde realizar algunas aclaraciones. El art. 18 ter únicamente prohíbe la cesión
contractual de derechos económicos (el apartado 1 dice “Ningún club o jugador podrá firmar un
contrato con un tercero que conceda a dicho tercero…” y, el apartado 3: “Los contratos que se
vean afectados por el apartado 1…”).
En consecuencia, no resultan alcanzadas por la prohibición aquellas disposiciones que
establecen una participación obligatoria del futbolista en su propia transferencia, concediéndole
el derecho a percibir un porcentaje del precio pactado entre los clubes por su traspaso.
Preceptos de este tipo son muy comunes en la mayoría de los países sudamericanos, en los
cuáles este derecho del futbolista puede provenir de una ley124, de una Convención Colectiva125
o, incluso, de una norma de carácter federativo126.

124
En Ecuador, el art. 13 de la Ley del Futbolista Profesional (Ley 56, del 15 de junio de 1994), establece una
“prima por la transferencia de un futbolista profesional”, que varía según se trate de una transferencia
provisional (el “porcentaje no podrá ser inferior al diez por ciento de su valor total”) o definitiva (el “porcentaje
no podrá ser inferior al quince por ciento de su valor total”). En ambos casos, no obstante, la “prima será
pagada al futbolista profesional por el club que vendiere su pase”.
En igual sentido, el art. 12 del Estatuto del Futbolista Profesional de Paraguay (Ley 88 de 1991) consagra el
derecho del futbolista a percibir un porcentaje sobre su transferencia, “que no será menor de doce por ciento
(12%) cuando fuera a nivel local y del veinte por ciento (20%) si la transferencia fuera a nivel internacional. El
monto que resultare de estos porcentajes será depositado por el club transferente, a disposición del jugador, sin
cuyo requisito no se podrá concluir la transferencia.” (texto según artículo 1° de la Ley 3580 de 2008)
En Chile, el mismo derecho fue incorporado por la Ley 20178, que introdujo en el año 2007 una serie de
modificaciones en el Código del Trabajo, destinadas a regular la relación laboral de los deportistas profesionales
y trabajadores que desempeñan actividades conexas. A partir de entonces, el art. 152 bis l del Código prevé que,
al menos un 10% de la “indemnización por terminación anticipada del contrato de trabajo” corresponderá al
deportista profesional (entiendo por aquella el “monto de dinero que una entidad deportiva paga a otra para que
ésta acceda a terminar anticipadamente el contrato de trabajo que la vincula con un deportista profesional, y
que, por tanto, pone fin a dicho contrato”).
Por último, aunque ya fuera de Sudamérica, la Ley Federal del Trabajo de México también establece una “prima
por transferencia”, fijando la participación del deportista profesional en ella en un mínimo del 25%. Además, la
norma prevé que “Si el porcentaje fijado es inferior al cincuenta por ciento, se aumentará en un cinco por ciento
por cada año de servicios, hasta llegar al cincuenta por ciento, por lo menos.” (art. 296.III).
125
En Argentina, el art. 8 del Convenio Colectivo 557/2009 (celebrado entre la Asociación del Fútbol Argentino
y Futbolistas Argentinos Agremiados) establece que, en caso de producirse una transferencia temporaria o
Ahora bien, en muchos de estos países, las normas que establecen estas participaciones fijan
los “porcentajes mínimos” que deben percibir los futbolistas. Cabe preguntarse, entonces, en
virtud de las modificaciones incorporadas al RETJ por la Circular 1464, ¿sería válido un
incremento contractual del porcentaje que le corresponde al futbolista sobre el precio de su
transferencia? ¿O una previsión de ese tipo violaría la prohibición del nuevo art. 18 ter?
Si nos atenemos estrictamente a los nuevos términos del RETJ (definición de “tercero” y art. 18
ter), la respuesta indicaría que, a partir del 1º de mayo de 2015, las cláusulas de ese tenor han
quedado absolutamente prohibidas. Y así lo han confirmado las propias autoridades de FIFA,
que han expresado públicamente que se respetarán aquellas normas que dispongan porcentajes
de transferencia en favor de los futbolistas, pero no se permitirá su incremento a través de
mejoras contractuales127.
Sin embargo, la interpretación jurídica más adecuada nos obliga a contraponer, a un grupo de
normas de carácter federativo (como son las previsiones incorporadas al RETJ por la Circular
1464) frente a otras de jerarquía superior en el ordenamiento normativo de un país (como son
las leyes estatales y/o los Convenios Colectivos de Trabajo). Y en esta confrontación, la
prohibición federativa no puede resultar victoriosa, aunque a FIFA le cueste aceptarlo.
Volveremos sobre este tema más adelante, ya que el conflicto no se limita a este punto.
Así las cosas, la única modalidad que no ha quedado afectada por la prohibición del art. 18 ter y
mantiene su legalidad (al menos, bajo la lupa del RETJ), es la cesión de derechos económicos
entre clubes. Al ser realizadas entre clubes en los cuáles el jugador ha estado inscripto en el
pasado o entre los mismos clubes que pactan el traspaso del futbolista, estas cesiones no son
alcanzadas por la prohibición del art. 18 ter, toda vez que los clubes que intervienen en ellas no
pueden ser encuadrados dentro de la definición de “tercero”. Por ende, las mismas pueden
seguir celebrándose, sin inconvenientes, con posterioridad al 1º de mayo de 2015.

5.2. ¿Qué posición han adoptado las asociaciones nacionales y las ligas profesionales?

Publicada la Circular 1464, una de las grandes incógnitas que surgieron consistía en determinar
qué actitud tomarían las asociaciones nacionales y/o las distintas ligas profesionales de cada
país, frente a la flamante prohibición.

definitiva, “corresponderá al futbolista, como mínimo, el quince por ciento (15 %) bruto del monto total de la
cesión”, que deberá depositar el club de destino en la sede de la entidad gremial.
En la misma línea, el Estatuto del Futbolista Uruguayo (suscripto entre la Mutual Uruguaya de Futbolistas
Profesionales y la Asociación Uruguaya de Fútbol) dispone que, “En caso de cesión de derechos federativos, el
futbolista percibirá el 20% (veinte por ciento) del precio total estipulado en el contrato correspondiente” (art.
34.3), que deberá ser afrontado, si se trata de una transferencia local, por los dos clubes participantes, en partes
iguales (10% el club cedente y 10% el club cesionario). En cambio, en transferencias internacionales, la totalidad
del monto correspondiente (20%) deberá ser solventado por el club uruguayo cedente.
Ya en Europa, el Convenio Colectivo para el fútbol profesional español, suscripto entre la Liga Nacional de
Fútbol Profesional y la Asociación de Futbolistas Españoles, prevé que el futbolista profesional tendrá derecho a
percibir, como mínimo, 15% del precio pactado por su transferencia, sea esta temporal (art. 16) o definitiva (art.
17). La particularidad del régimen español es que el obligado al pago es el club cesionario y no el cedente, como
ocurre en casi todo el resto de los países que poseen disposiciones de este tipo.
126
En Colombia, el Estatuto del Jugador de la Federación Colombiana de Fútbol, regula en su art. 14 la
“participación económica del jugador en su transferencia”, diferenciando según se trate: a) de una transferencia a
préstamo gratuita entre clubes nacionales, en cuyo caso, “el nuevo club pagará al jugador un (1) salario mínimo
mensual legal vigente al momento de la transferencia el cual será cancelado por el nuevo club en el que se
inscribe el jugador”; b) de una transferencia a préstamo onerosa, supuesto en el cual “el antiguo club pagará al
jugador el 8% de su valor o un (1) salario mínimo mensual legal vigente al momento de la transferencia, lo que
sea mayor”; c) de una transferencia nacional definitiva, correspondiendo entonces “al club anterior pagar al
jugador el 8% del valor”, debiendo el club de destino “retener el valor de la participación y pagarla directamente
al jugador”; y, finalmente, d) de una transferencia internacional (definitiva o a préstamo), en la cual el club
colombiano “deberá pagar al jugador el 8% del valor de la transacción”.
127
Op. cit. (nota 105).
Esta cuestión tenía una especial relevancia en aquellos países en los cuáles las operaciones
vinculadas a los derechos económicos han sido consideradas legales y se encuentran, expresa
o tácitamente, amparadas por sus regímenes normativos internos.
Porque estaba claro que, en los territorios donde esta práctica ya estaba vedada con
anterioridad128, la prohibición de FIFA sería recibida con beneplácito. Uno de estos países,
incluso (Inglaterra), ha sido señalado como el principal impulsor, detrás de UEFA, del movimiento
prohibitivo129.
En cambio, las asociaciones nacionales y/o ligas profesionales de países en los cuáles los
clubes suelen acudir a las cesiones de derechos económicos más o menos habitualmente, se
enfrentaban a dos opciones antagónicas: aceptar la nueva normativa de FIFA e implementarla
en el orden interno o, de lo contrario, resistirla e impugnar su legalidad.
Ya sea por propia convicción, por conveniencia o por mera subordinación al poder de FIFA, la
mayoría de las asociaciones nacionales ha tomado una actitud pasiva y sumisa ante la nueva
regulación, convalidando sin más la incorporación del art. 18 ter y el resto de las modificaciones
dispuestas por la Circular 1464.
Excedería el marco del presente trabajo repasar concretamente cómo ha incorporado cada
asociación nacional las nuevas normas del RETJ en sus reglamentaciones internas. Pero vale la
pena detenerse en lo ocurrido en aquellos dos países a los cuáles se atribuye la creación y el
mayor desarrollo de la cesión de derechos económicos a terceros como instrumento de
financiamiento de clubes de fútbol; esto es, Argentina y Brasil.
En el primer caso, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió en febrero de 2015
internalizar las disposiciones de la Circular 1464 de FIFA, reproduciendo íntegramente el
contenido de la misma, en su Boletín Nº 5004130.
En cambio, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha seguido un camino distinto al de AFA,
incorporando a la edición 2015 de su Reglamento Nacional de Registro y Transferencia de
Futbolistas131 el nuevo art. 66132, que contiene de manera conjunta y a lo largo de sus siete
apartados, tanto la definición de “tercero” como las disposiciones del art. 18 ter del RETJ.

128
“Tres asociaciones tienen normas concretas que prohíben la propiedad de los derechos de futbolistas en
manos de terceros, según su reglamento o la legislación nacional (Inglaterra, Francia y Colombia). (…) Una
asociación (Polonia) tiene una normativa específica más restrictiva que el artículo 18 bis del RET J. La
interpretación que hace esta asociación de las reglas es permitir a un club anterior -pero no a terceros- poseer
una parte de los derechos económicos de los jugadores”. Centro Internacional de Estudio del Deporte (CIES),
Universidad de Neuchãtel - FIFA. Propiedad de los Derechos Económicos de los Futbolistas en Manos de
Terceros. Resumen y comentarios. Suiza, marzo de 2013, pp. 3.
129
DUFF, Alex & PANJA, Tariq. Football Investors Get 62% in Run Around Players on Transfer Bet.
Bloomberg [en línea]. 5 de marzo de 2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.bloomberg.com/news/articles/2013-03-06/football-investors-get-62-betting-on-player-transfers.
PANJA, Tariq. UEFA Says Player Trading Funds Risk Soccer Match Manipulation. Bloomberg [en línea]. 13 de
marzo de 2013 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://www.bloomberg.com/news/articles/2013-
03-15/uefa-says-player-trading-funds-risk-soccer-match-manipulation.
130
AFA. Boletín 5004 [en línea]. 11 de febrero de 2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.afa.org.ar/upload/boletines/BOL_Comite_Ejecutivo_5004.pdf
131
CBF. Regulamento Nacional de Registro e Transferência de Atletas de Futebol [en línea]. 15 de enero de
2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://cdn.cbf.com.br/content/201503/20150319143412_0.pdf.
132
Art. 66: “Em obediência aos artigos 18bis e 18ter do Regulamento sobre o Estatuto e Transferência de
Jogadores da FIFA, nenhum clube ou jogador poderá celebrar um contrato com um terceiro por meio do qual
este terceiro obtenha o direito de participar, parcial ou integralmente de um valor de transferência pagável em
razão da futura transferência dos direitos de registro de um atleta de um clube para outro, ou pelo qual se ceda
quaisquer direitos em relação a uma futura transferência ou valor de transferência.
§ 1º - Para efeito deste artigo, entende-se como terceiro quaisquer outras partes que não sejam os dois (2)
clubes participantes da transferência do atleta ou qualquer outro clube ao qual o atleta tenha sido registrado
anteriormente.
§ 2º - A vedação prevista no caput deste artigo entra em vigor em 1º de maio de 2015.
Sorprende la falta de oposición de AFA y CBF a la prohibición establecida por el 18 ter, dado que
en ambos países los clubes recurren con frecuencia a las cesiones de derechos económicos,
con el objetivo de conseguir la ayuda financiera que no pueden obtener a través de mecanismos
de financiamiento más tradicionales.
Más aun si tenemos en cuenta que tanto en Argentina como en Brasil, los ordenamientos
jurídicos internos han convalidado la validez de estas operaciones. Y los tribunales ordinarios de
ambos países se han pronunciado en el mismo sentido.
Algo similar podría decirse de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), que
pese a representar a nivel internacional los intereses de las asociaciones nacionales del
continente sudamericano (e, indirectamente, a los de los clubes que las integran), no emitió ni un
comunicado oficial siquiera, fijando su posición sobre el tema.
No ocurrió lo mismo en Europa. Por un lado, vimos ya como UEFA fue la principal impulsora de
la prohibición, secundada por la FIFPro y por algunas otras asociaciones nacionales, como la
Football Association (FA) de Inglaterra.
Pero también desde el viejo continente llegaron los cuestionamientos y las oposiciones más
importantes a esta nueva reglamentación de FIFA, bajo la bandera de las Ligas Profesionales de
Fútbol de España (LFP) y Portugal (LPFP).
Ambas entidades decidieron unir esfuerzos y presentaron de manera conjunta una denuncia
ante la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea contra la reglamentación de
FIFA que prohíbe los derechos económicos en poder de terceros, argumentando que la misma
vulnera la normativa de defensa de la competencia del Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea (TFUE), las libertades fundamentales de establecimiento, prestación de servicios,
trabajo y circulación de capitales de la Unión Europea133.
En su comunicado oficial, sostuvieron que “las asociaciones deportivas como FIFA constituyen
operadores económicos a los efectos de la aplicación de las normas de competencia, y sus
acuerdos y normas internas deben respetar dichas normas. La prohibición de los TPO constituye
un acuerdo económico que restringe la libertad económica de los clubes, jugadores y terceros
sin ninguna justificación ni proporcionalidad”134.
Y señalaron, asimismo, que la prohibición:

§ 3º - Os contratos dessa natureza que tenham sido celebrados no período entre 1º de janeiro e 30 de abril de
2015 só poderão ter validade máxima de um (1) ano, vedada qualquer mutação, extensão ou prorrogação, seja
a que título for.
§ 4º - Os contratos abrangidos pelo caput deste artigo, se já existentes a partir da entrada em vigência do
respectivo dispositivo vedatório, continuarão em vigor até o seu prazo original de encerramento, não podendo
ser, em nenhuma hipótese, modificados, prorrogados ou estendidos.
§ 5º - Até o dia 30 abril de 2015, todos os contratos existentes e abrangidos pelas hipóteses constantes deste
artigo devem ser registrados perante o Departamento de Registro e Transferência da CBF.
§ 6º - A obrigação referida no parágrafo anterior impõe a todos os clubes e atletas que tenham, a qualquer
tempo, firmado estes tipos de contrato envolvendo potenciais direitos de terceiro remetê-los para a CBF em
arquivo digital visando o seu registro na íntegra, inclusive com os anexos ou aditivos, além de especificar, pelo
menos, os detalhes identificadores do terceiro envolvido, o nome completo do jogador e o prazo de validade do
respectivo contrato.
§ 7º - É de competência do Comitê Disciplinar da FIFA, dos Tribunais de Justiça Desportiva e do Superior
Tribunal de Justiça Desportiva impor medidas disciplinares aos clubes e/ou atletas que infrinjam as prescrições
cogentes previstas neste artigo.”
133
El Confidencial. La liga española y la lusa denuncian ante la CE la prohibición de los fondos de inversión
[en línea]. 9 de febrero de 2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.elconfidencial.com/deportes/futbol/internacional/2015-02-09/la-liga-espanola-y-la-lusa-denuncian-
ante-la-ce-la-prohibicion-de-los-fondos-de-inversion_706238/
134
LFP. Las ligas española y portuguesa denuncian ante la Comisión Europea la prohibición de los TPO de
FIFA [en línea]. 9 de febrero de 2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.lfp.es/noticias/las-ligas-espanola-y-portuguesa-denuncian-ante-la-comision-europea-la-prohibicion-
de-los-tpo-de-la-fifa
- perjudica a los clubes, principalmente a aquellos con menores recursos económicos, al
impedirles compartir con terceros los derechos económicos de los jugadores profesionales de
sus plantillas, para poder gestionar de forma adecuada sus obligaciones financieras;
- perjudica la formación de muchos futbolistas, cuyas carreras profesionales se han apoyado
en los medios humanos, técnicos y económicos de terceros;
- excluye totalmente a los terceros de la gestión de derechos económicos de futbolistas, una
actividad que venían realizando legítimamente en la mayoría de ligas profesionales del mundo;
- infringe el artículo 101 del TFUE sobre la prohibición de acuerdos anticompetitivos y el
artículo 102 del TFUE sobre el abuso de posición dominante de FIFA, entre otras libertades
fundamentales de la UE135.
La denuncia, en realidad, sorprendió a pocos. Incluso, podría sostenerse que la LFP y la LPFP
no hicieron otra cosa que defender los derechos e intereses de sus propios integrantes, los
clubes y SAD que utilizan las cesiones de derechos económicos a terceros como mecanismos
de financiamiento. Porque, fuera de Sudamérica, España y Portugal son los países en los que
más se ha expandido esta práctica, luego de una fuerte crisis económica que prácticamente
vedó el acceso a las fuentes de crédito más tradicionales, al menos para la mayor parte de los
clubes y SAD. Y en ambos casos, la utilización de estas operaciones pudo extenderse gracias al
amparo de la legislación interna y de reiterados pronunciamientos judiciales, que ratificaron su
legalidad.
Pero como en toda buena pelea que se precie de tal, al golpe de las ligas española y portuguesa
le siguió un contragolpe de dos de sus principales contrincantes, UEFA y FIFPro (División
Europea), que menos de dos meses después presentaron su propia denuncia ante la Comisión
Europea, cuestionando la legalidad de la “propiedad de los derechos del jugador por parte de
terceros (TPO)”136.
Aunque menos preciso en sus consideraciones jurídicas que el de la LFP, el comunicado de
UEFA aduce que “La práctica de la TPO socava la relación laboral entre clubes y jugadores e
interfiere en normas legales importantes de la Unión Europea (UE). La práctica también es
contraria a los principios articulados y aceptados por la misma Comisión Europea en 2001,
cuando llevó a cabo y concluyó una investigación de largo alcance sobre las reglas de los
fichajes en Europa.” 137
Y el de FIFPro, agrega que: “La reclamación presentada ante la Comisión Europea supera los
términos establecidos en la prohibición mundial, que FIFA se dispone a implementar a partir del
1 de mayo de 2015. Si prospera, la reclamación impedirá la firma de nuevos acuerdos de TPO y
exigirá que los acuerdos existentes sean considerados ilegales y, por tanto, no aplicables.” 138
De acuerdo a lo expresado en sus propios anuncios, UEFA y FIFPro no se conformarían ya con
la prohibición sancionada por FIFA respecto de los derechos económicos en poder de terceros,
sino que ahora pretenden obtener declaración de ilegalidad de todos aquellos contratos vigentes
(incluyendo los celebrados en forma previa a la Circular 1464), “mediante la aplicación de los
principios básicos consagrados en el Derecho de la UE”139, sin brindar mayores detalles al
respecto.
En el escenario descripto, se especulaba con que la suerte futura de los derechos económicos
en el fútbol dependería, en buena medida, de cómo resolviera la Comisión Europea las
denuncias reseñadas. Sin embargo, a la fecha de redacción de estas líneas, ninguna noticia dio
cuenta que alguna de ellas hubiera logrado algún avance concreto. Y algunos rumores indicaban
que las mismas serían archivadas, sin mayor trámite.

135
Ibidem.
136
UEFA.org. La UEFA y FIFPro, contra la TPO [en línea]. 1 de abril de 2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en: http://es.uefa.org/stakeholders/players-
unions/news/newsid=2230215.html#la+uefa+fifpro+contra+tpo
137
Ibidem.
138
FIFPro. FIFPro-UEFA: nuevo asalto a la TPO [en línea]. 1 de abril de 2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en: http://www.fifpro.org/es/noticias/fifpro-uefa-nuevo-asalto-a-la-tpo
139
Ibidem.
5.3. Otras consecuencias generadas por la prohibición.

Los efectos de las modificaciones incorporadas al RETJ por la Circular 1464 se multiplican y
podrían expandirse hasta alcanzar límites difíciles de imaginar, que sólo podremos evaluar con
certeza luego de transcurrido un período de tiempo prudencial, desde que la prohibición rige en
forma absoluta. Consideramos que a la fecha de publicación de la presente obra, dicho período
no se ha cumplido. Sin embargo, podemos en esta instancia formular algunas especulaciones al
respecto.
Primeramente y como consecuencia lógica más importante, los clubes pierden una importante
fuente de financiamiento legítimo, que en no pocos casos permitió la subsistencia y/o el
crecimiento de muchas entidades. Esto, al menos, en aquellos países en los que la legislación
ordinaria o deportiva no prohíbe las cesiones de derechos económicos a terceros.
En estos mismos países, además, la incorporación del art. 18 ter genera un evidente conflicto
entre la normativa federativa, que prohíbe las cesiones de derechos económicos a terceros y el
derecho ordinario, que permite dichas operaciones. La colisión entre estos dos ámbitos
federativos, aunque no poco frecuente, es siempre indeseable, en tanto crea una situación de
inseguridad jurídica para clubes e inversores.
En países como Argentina, donde ya existía una clara tendencia jurisprudencial que convalida la
legalidad de las cesiones de derechos económicos140, habrá que ver cómo reaccionan los
tribunales ordinarios ante el nuevo marco normativo. Sobre todo, teniendo en cuenta que una ley
proveniente del Estado tiene mayor jerarquía y por ende, debe prevalecer sobre una norma de
carácter privado y convencional (como, por ejemplo, un reglamento federativo)141.
De manera opuesta, en los países en los cuáles estas operaciones ya estaban prohibidas, los
efectos del nuevo art. 18 ter se limitan a ratificar y dar mayor fundamento normativo a la veda ya
existente. La excepción, dentro de este grupo, la constituye Uruguay, en donde ya vimos que la
doctrina judicial ha interpretado que el Decreto-Ley 14.996 condena a la nulidad toda cesión de
derechos económicos que un club realice a un tercero. Pese a ello, los clubes charrúas
continúan utilizando este mecanismo de financiamiento casi a diario, aunque preservando la
confidencialidad de dichos acuerdos.
Dentro de este escenario tan particular, la prohibición adoptada por FIFA genera en Uruguay un
efecto no buscado pero ciertamente equitativo, al equilibrar la balanza de poder entre clubes e
inversores. En efecto, antes de la Circular 1464, el club uruguayo que suscribía un contrato de
este tipo con un inversor, tenía la posibilidad de incumplirlo y luego pedir su nulidad ante la
justicia ordinaria, sin temor a represalia o perjuicio alguno. Ahora y como consecuencia de los

140
Entre otros: Juzgado Civil y Comercial Nº 8 de Rosario: “Club Atlético Rosario Central s/ concurso
preventivo”, del 08/03/2005; Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala D: “Ferradas Carlos
Alberto c/ Isola Miguel s/ Ordinario”, del 3/05/2011; Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala B:
“Santo Tomé S.A. c/ Asociación Civil Club Chacarita JRS s/ ordinario”, del 08/06/2012; Juzgado Nacional de
Primera Instancia en lo Penal Tributario Nº 1: “Bottinelli, Jonathan Pablo y otros sobre asociación ilícita y
evasión tributaria”, del 12/11/2012; Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala F: “Punteri José c/
Club Atlético Boca Juniors y otro s/ Ordinario”, del 26/03/2013; Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial, Sala A: “Corominas, Eduardo A. c/ Club Atlético San Lorenzo de Almagro s/ Ordinario”, del
06/05/2013; Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de San Isidro, Sala I: “Club Atlético Platense c/
Asociación Atlética Argentinos Juniors s/ Incumplimiento de Contrato”, del 17/06/2013; Suprema Corte de
Justicia de la Provincia de Buenos Aires: “Simón, Juan E. c/ Club de Gimnasia y Esgrima de la Plata s/ Cobro
Ordinario”, del 23/12/2013; Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Sala D: “Di Leo, Jorge O. c/
Racing Club Asociación Civil s/ Ordinario”, del 30/12/2013; y Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial, Sala C: “Haz Sport Agency SA c/ Asociación Atlética Argentinos Juniors s/ Ordinario”, del
11/03/2014.
141
Al respecto, ver: AULETTA, Martín. Los agentes de futbolistas en Argentina. Marco normativo.
Inconsistencias del régimen. Propuesta para una mayor seguridad jurídica. En Iusport.com, el otro lado del
deporte [en línea] [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://iusport.es/images2/stories//auletta-
agentes.pdf Y AULETTA, Martín. Análisis crítico del Reglamento de Intermediarios de la Asociación del
Fútbol Argentino. Cuadernos de Derecho Deportivo. Nº 17. Ad Hoc, Buenos Aires, 2017 (en prensa).
cambios implementados al RETJ, el mismo club debería pensar dos veces antes de incumplir el
acuerdo pactado, puesto que si decidiera no honrar su compromiso con el inversor, éste podría
denunciarlo a FIFA, buscando que la entidad sea sancionada por violar la prohibición federativa.
En cualquier caso, está claro que la imposibilidad de invertir en derechos económicos ha
fomentado que, en muchos casos, los mismos terceros dirijan sus inversiones directamente
hacia los clubes, adquiriendo parte o la totalidad de sus paquetes accionarios142. En el mismo
sentido, la veda del art. 18 ter impulsa también la utilización de los llamados “clubes pantalla”,
utilizados para proteger a los inversores en el plano federativo143.
Los efectos de la prohibición de FIFA pueden extenderse, incluso, al plano deportivo. Porque al
eliminar un mecanismo de financiamiento que ha sido utilizado fundamentalmente por los clubes
que poseen menores recursos económicos, existe un serio riesgo de que la medida termine
incrementando la ya preocupante disparidad que existe en algunas ligas (por ejemplo, la
española), entre clubes “poderosos” y clubes “débiles”, económicamente hablando.
Consecuencias de este tipo siempre serán perjudiciales para cualquier competición deportiva
que se precie de tal, puesto que la existencia de grandes diferencias de nivel entre los distintos
competidores genera un menor atractivo para el público, con todo lo que ello implica.

5.4. El accionar de la Comisión Disciplinaria de FIFA.

Adelantamos antes que, una vez que la prohibición del art. 18 ter entrara plenamente en
vigencia, su efectividad dependería en gran parte del accionar de la Comisión Disciplinaria de
FIFA, por ser el organismo encargado de sancionar cualquier violación o incumplimiento de los
clubes a la nueva norma.
Pues bien, en el poco tiempo que ha transcurrido al momento de escribir estas líneas, estamos
en condiciones de afirmar que la Comisión Disciplinaria ha tomado un rol activo, diametralmente
opuesto al que había mostrado respecto al control del art. 18 bis del RETJ.
En efecto, ya el 17 de septiembre de 2015 FIFA anunció la primera sanción impuesta a un club
por violar las disposiciones de los arts. 18 bis y 18 ter del RETJ. En el caso, la Comisión
Disciplinaria impuso al club belga RFC Seraing una prohibición de realizar traspasos durante
cuatro periodos de inscripción consecutivos (dos temporadas completas) y una multa de 150 000
francos suizos, por haber vendido una parte de los derechos económicos de varios jugadores a
terceros y haber suscrito contratos que permitían a esos terceros influir en la política de
transferencias del club144.
La gravedad de la pena revelaba la intención de enviar una fuerte advertencia, de parte de la
Comisión Disciplinaria, a todos los clubes que acostumbraban realizar cesiones de derechos
económicos.

142
Ricardo Pini se convertirá en las próximas horas en el nuevo dueño del Girona [en línea]. MUNDO
DEPORTIVO. 25/03/2015. [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.mundodeportivo.com/futbol/liga-segunda-division/20150325/102678838014/ricardo-pini-se-
convertira-en-las-proximas-horas-en-el-nuevo-dueno-del-girona.html El hermano de Guardiola y Jaume Roures
compran el Girona FC [en línea]. MARCA DE GOL. 15/05/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible
en: http://www.diariogol.com/es/notices/2015/05/el-hermano-de-guardiola-y-jaume-roures-compran-el-girona-
fc-51062.php El dueño de los Phoenix Suns quiere comprar el Levante [en línea]
EL MUNDO. 16/06/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.elmundo.es/deportes/2015/06/16/557fe7baca4741194d8b457c.html Una empresa china adquiere el
Espanyol [en línea]. EL PAIS. 03/11/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://deportes.elpais.com/deportes/2015/11/02/actualidad/1446465554_459494.html
143
RECK, Ariel N. Comentario al Laudo Cas 2014/A/3536 Racing Club Asociación Civil v. FIFA ¿Qué es un
"pase puente"? Revista de Derecho del Deporte [en línea]. Nº 12, IJ Editores, Buenos Aires, Mayo 2016 [Fecha
de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.ijeditores.com.ar/pop.php?option=articulo&Hash=84fb2b84553b9672e923aaeec7398c95
144
El club belga FC Seraing sancionado según las normas relativas a terceros [en línea]. FIFA. 17/09/2015
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://es.fifa.com/governance/news/y=2015/m=9/news=el-club-
belga-fc-seraing-sancionado-segun-las-normas-relativas-a-terce-2678396.html
El caso tuvo amplia repercusión mediática, no sólo por tratarse de la primera sanción
disciplinaria causadas por la violación de las nuevas normas del RETJ, sino porque además, el
tercero con el cual el club belga había celebrado los contratos en cuestión era nada menos que
Doyen Sports Investments Ltd. (Doyen), el fondo de inversión con mayor actividad y exposición
en el fútbol internacional145.
Seguramente apoyado por Doyen, que a su vez emprendió su propia lucha contra la prohibición
a los derechos económicos en poder de terceros146, el RFC Seraing decidió recurrir la sanción
aplicada por la Comisión Disciplinaria, pero la misma fue confirmada en su totalidad por el
Comité de Apelación de FIFA147. Esta decisión fue posteriormente apelada al TAS/CAS, como
veremos en el próximo acápite.
Pero no fue el RFC Seraing el único club sancionado por infringir los arts. 18 bis y 18 ter del
RETJ. El 29 de marzo de 2016, FIFA anunció que la Comisión Disciplinaria había resuelto
sancionar a cuatro clubes distintos148:
- al Santos Futebol Clube, de Brasil, le aplicó una multa de 75.000 francos suizos, una
advertencia y una reprensión por violar el art. 18 bis y el anexo 3 del RETJ, por haber firmado
contratos que permitían a terceros injerir en su política de contratación y transferencia de
jugadores, por no haber declarado información obligatoria en el TMS y por no haber colaborado
en la investigación de los hechos;
- al Sevilla Fútbol Club, de España, le impuso una multa de 55.000 francos suizos y una
advertencia, por violar el art. 18 bis y el anexo 3 del RETJ, al haber firmado contratos que
permitían a terceros injerir en la política de contratación y transferencia de jugadores y por no
haber declarado información obligatoria en el TMS149.
Lo sorprendente de estos dos primeros casos es que, según reza el propio comunicado oficial,
ambos clubes fueron sancionados por violar el art. 18 bis del RETJ pero en versiones anteriores
(Santos, la versión 2008 y Sevilla, la versión 2012). En consecuencia, debemos presumir que las
modificaciones incorporadas por la Circular 1464 no sólo generaron un cambio de actitud en la

145
Doyen Sports, el poder oculto que maneja el fútbol [en línea]. EL MUNDO. 17/12/2016 [Fecha de consulta:
10/04/2017]. Disponible en: http://www.elmundo.es/grafico/deportes/football-
leaks/2016/12/17/585445ece2704e6a528b45ac.html
146
En efecto, el fondo de inversión inició una acción judicial ante los tribunales ordinarios de Bruselas, Bélgica,
cuestionando la prohibición establecida por el art. 18 ter del RETJ, por considerarla violatoria del derecho
a la libre circulación de trabajadores y capitales y del derecho a la libre empresa, ambos protegidos por la
legislación de la Unión Europea. La acción, no obstante, fue rechazada en primera y segunda instancia. Ver:
Doyen contra la FIFA: se inicia el juicio de los fondos de inversión [en línea]. AS. 12/07/2015 [Fecha de
consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://futbol.as.com/futbol/2015/07/12/internacional/1436707889_133439.html La FIFA acoge con satisfacción
la decisión de un tribunal de Bruselas de rechazar la suspensión de la prohibición de la propiedad de derechos
económicos [en línea]. FIFA. 27/07/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/governance/news/y=2015/m=7/news=la-fifa-acoge-con-satisfaccion-la-decision-de-un-
tribunal-de-bruselas--2668125.html La FIFA acoge con beneplácito la sentencia del tribunal de Bruselas
respecto a la propiedad de derechos económicos [en línea]. FIFA. 17/03/2016 [Fecha de consulta: 10/04/2017].
Disponible en: http://es.fifa.com/governance/news/y=2016/m=3/news=la-fifa-acoge-con-beneplacito-la-
sentencia-del-tribunal-de-bruselas-re-2770817.html
147
La FIFA desestima el recurso del club belga sancionado en virtud de la normativa relativa a la influencia y
la propiedad de los derechos económicos de futbolistas por parte de terceros [en línea]. FIFA. 22/02/2016
[Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en: http://es.fifa.com/governance/news/y=2016/m=2/news=la-fifa-
desestima-el-recurso-del-club-belga-sancionado-en-virtud-de-la-2766429.html
148
Sanciones por infracción de las normas relativas a la injerencia de terceros y a los derechos de terceros [en
línea]. FIFA. 29/03/2016 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/governance/news/y=2016/m=3/news=sancionados-varios-clubes-por-infraccion-de-las-normas-
relativas-a-la--2772987.html
149
Ante la apelación del club andaluz, la sanción fue ratificada íntegramente por el Comité de Apelación de la
FIFA. La FIFA desestima el recurso del Sevilla FC contra la sanción por influencia de terceros [en línea].
FIFA. 03/03/2017 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/governance/news/y=2017/m=3/news=la-fifa-desestima-el-recurso-del-sevilla-fc-contra-la-
sancion-por-infl-2869250.html
Comisión Disciplinaria con respecto al control de las nuevas normas, sino también en lo que
hace a la investigación y sanción de infracciones al art. 18 bis cometidas con anterioridad al año
2015.
Este cambio de actitud fue ratificado el 27 de enero de 2017, cuando la Comisión Disciplinaria
decidió sancionar al SE Palmeiras de Brasil con una multa de 50.000 francos suizos y una
advertencia, por infringir el art. 18 bis del RETJ en su versión 2010150.
Volviendo a las decisiones de marzo de 2016, los otros dos clubes sancionados por la Comisión
Disciplinaria fueron:
- el club belga K. Sint-Truidense V.V., al cual se le aplicó una multa de 60.000 francos suizos,
una advertencia y una reprensión, por violar el art. 18 bis, apartado 1 del RETJ (edición 2015), al
ser considerado responsable de celebrar contratos que permitían a terceros injerir en la política
de contratación y transferencia de jugadores del club, así como de haber firmado un contrato de
cesión de derechos económicos a terceros, en relación con el futuro traspaso de un jugador; y
- el club holandés FC Twente, al cual se le impuso una multa de 185.000 francos suizos, una
advertencia y una reprensión, por violar los arts. 18bis (edición 2012), 18 ter, apartado 5 y el
anexo 3 del RETJ. En este caso, la Comisión consideró al club responsable de haber suscripto
contratos que permitían a terceros injerir en su política de contratación y transferencia de
jugadores, así como de no haber cargado los contratos de cesión de derechos económicos a
terceros en la biblioteca del TMS, de haber infringido las normas de confidencialidad y de no
haber declarado información obligatoria en el TMS.
Con estos antecedentes, es razonable esperar nuevas sanciones disciplinarias en el futuro.

5.5. Últimos pronunciamientos del TAS/CAS.

Disipado el interrogante de cómo actuaría la Comisión Disciplinaria de FIFA, otra de las grandes
incógnitas a develar era si el TAS/CAS convalidaría o rechazaría la prohibición a los derechos
económicos en poder de terceros, incorporada al RETJ por la Circular 1464. Sobre todo,
teniendo en cuenta la importante cantidad de laudos en los cuáles, como vimos, el tribunal había
ratificado expresamente la legalidad de las cesiones de derechos económicos.
El primer laudo reciente que cabe mencionar es el dictado en los casos CAS 2014/0/3781
Sporting Clube de Portugal Futebol SAD v. Doyen Sports Investments Limited y CAS
2014/0/3782 Doyen Sports Investments Limited v. Sporting Clube de Portugal Futebol SAD.
En apretadísima síntesis151, diremos que el procedimiento giraba alrededor de una serie de
contratos celebrados entre el Sporting de Lisboa y Doyen Sports en agosto de 2012, que
instrumentaban una cesión de derechos económicos del club portugués al fondo de inversión
radicado en Malta, con respecto al futbolista argentino Marcos Rojo.
A través de uno de esos contratos, denominado ERPA152, la entidad lusa cedió al fondo de
inversión maltés un 75% de los ingresos derivados de la (eventual y futura) transferencia del
defensor argentino Marcos Rojo, a cambio de los 3 millones de Euros que Doyen entregó al
Sporting, como asistencia financiera para poder adquirir al futbolista, quien fue transferido desde
el Spartak de Moscú.
Dejando de lado la compleja trama fáctica que rodeaba al caso153 (que incluyó un mediático
enfrentamiento entre el Presidente del Sporting y el CEO de Doyen154), lo cierto es que en

150
La Comisión Disciplinaria de la FIFA adopta decisiones relativas a la injerencia de terceros en clubes [en
línea]. FIFA. 27/01/2017 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://es.fifa.com/governance/news/y=2017/m=1/news=la-comision-disciplinaria-de-la-fifa-adopta-decisiones-
relativas-a-la--2865317.html
151
El laudo completo tiene nada menos que 84 páginas.
152
“Economic Rights Participation Agreement” o, en castellano, “Acuerdo de Participación de Derechos
Económicos”. Para un detalle de los términos concretos del contrato, ver párrafo 23 del laudo.
153
Ver párrafos 3 a 91 del laudo.
154
Al cambiar la Junta Directiva del Sporting en marzo de 2013, apremiados por la delicada situación financiera
del club, los nuevos directivos colocaron a Marcos Rojo en una lista de jugadores “transferibles” y solicitaron la
agosto de 2014, al pactarse la transferencia de Rojo al Manchester United por un precio de 20
millones de Euros155, el Sporting desconoció los términos del ERPA, que había rescindido
unilateralmente apenas 5 días antes de acordar el traspaso156.
En este contexto, el Sporting demandó a Doyen ante el TAS/CAS, pidiendo al tribunal que
convalidara la rescisión unilateral del ERPA, basando su postura en una serie de supuestos
incumplimientos contractuales de Doyen. Subsidiariamente y para el caso que su requerimiento
fuera rechazado, el club solicitó que el ERPA fuera declarado inválido e ilegal (por ser contrario
al Código Civil Suizo) o, alternativamente, nulo y sin efecto (por violar el Código Penal Suizo).
Además, reclamó el pago de una indemnización de 13 millones de Euros157.
Por su parte, Doyen demandó al Sporting ante el mismo tribunal arbitral de Lausana, solicitando
al TAS/CAS que declarara ilegal la rescisión unilateral del ERPA y, asimismo, declarara la
validez y ejecutoriedad del convenio, condenando al club a honrar las obligaciones asumidas en
el mismo158.
El caso cobró notoriedad, no sólo por la importancia de las partes y de los intereses económicos
involucrados, sino porque fue el primero que arribó al TAS/CAS luego de la incorporación al
RETJ de la prohibición a los derechos económicos en poder de terceros.
Luego de una extensa audiencia oral, en la cual declararon nada menos que 28 testigos, el
panel159 emitió su laudo el 21 de diciembre de 2016. En su decisión, destacó primeramente que
el principio de autonomía de las partes constituye la columna vertebral del Derecho Contractual
Suizo, que a su vez se implementa por medio del principio de libertad contractual. En igual
sentido, el panel señaló la relevancia de los principios fundamentales de pacta sunt servanda, la
prohibición del abuso de derecho y la obligación de actuar de buena fe160.
De acuerdo a lo previsto en los arts. 19 y 20 del Código de Obligaciones Suizo, los contratos
cuyas obligaciones sean de cumplimiento imposible, ilegales, inmorales, contrarios a políticas
públicas y/o derechos personalísimos, deben ser declarados nulos y sin efecto161. En este
sentido, el Sporting alegó que cumplir con lo previsto en el ERPA era ilegal e inmoral.
Entrando ya al análisis de las objeciones jurídicas planteadas por el Sporting, respecto a la
supuesta ilegalidad del ERPA, el TAS/CAS rechazó todas y cada una de ellas. Así:
i) sostuvo que no se había cometido violación alguna al Derecho Laboral Suizo, en tanto el
futbolista era ajeno al ERPA, que había sido celebrado entre dos personas jurídicas162;
ii) resolvió que no se había infringido el art. 157 del Código Penal Suizo (que condena la
especulación), aclarando que dicho cuerpo normativo no tenía ninguna relevancia en el caso,
toda vez que los hechos juzgados habían ocurrido en su totalidad fuera de su ámbito

colaboración de Doyen para conseguir algún club que quisiera adquirir sus servicios. Como no lo lograron, el
defensor permaneció en el Sporting. Luego de la Copa del Mundo Brasil 2014, en la cual Rojo tuvo una muy
destacada (y sorpresiva) actuación con el seleccionado argentino, rápidamente surgieron muchos clubes
interesados en contratarlo. Pero entonces, la Junta Directiva del Sporting había cambiado de opinión y no quería
transferir al jugador. En cambio, Doyen y el propio jugador presionaban al club para aceptar la millonaria oferta
del Manchester United. Ver párrafos 35 a 78 del laudo.
155
En realidad, el precio de la transferencia incluyó: i) el pago de 20 millones de Euros netos (en tres cuotas); ii)
la cesión de un 20% de la plusvalía de cualquier transferencia futura de Rojo, por encima de los 23 millones de
Euros; y iii) la cesión temporal por un año del futbolista Nani, sin ningún costo adicional para el Sporting (el
Manchester United pagó su sueldo durante el año de cesión). Conf. párrafos 79 a 83 del laudo.
156
La transferencia de Rojo de Sporting al Manchester United se celebró el 19 de agosto de 2014, mientras que
el 14 de agosto el club había anunciado a Doyen la rescisión del ERPA. Ver párrafos 75 a 79 del laudo.
157
Conf. párrafos 160 a 162 del laudo.
158
Conf. párrafos 163 a 166 del laudo.
159
Compuesto por Denis Oswald (Suiza) como Presidente, Martin Schimke (Alemania) y Quentin Byrne-Sutton
(Suiza).
160
Conf. párrafos 184 y 185 del laudo.
161
Conf. párrafos 187 a 190 del laudo.
162
Conf. párrafos 198 a 201 del laudo.
territorial de aplicación (los contratos habían sido firmados fuera de Suiza, por personas no
suizas y sin que produjeran ningún efecto dentro del territorio suizo)163;
iii) descartó por cuestiones formales la aplicación del art. 21 del Código de Obligaciones Suizo
(sanciona la obtención de una ventaja injusta), dado que esta norma sólo puede ser invocada
dentro de un período máximo de un año, contado desde la ocurrencia de los hechos que se
impugnan (el ERPA había sido rescindido luego de casi dos años de la fecha de su
celebración)164; y
iv) desechó la aplicación de los Reglamentos de FIFA, en virtud de que Doyen no podía ser
considerado miembro directo ni indirecto de dicha federación165.
La formación arbitral negó igualmente que el ERPA pudiera ser considerado inmoral166, que la
inversión de Doyen estuviera eximida de riesgos167 o que constituyera una “excesiva restricción a
la libertad económica” del club168.
Finalmente, las alegadas violaciones a la normativa de la Unión Europea fueron también
rechazadas, tanto en lo que hace a la defensa de la competencia (por falta de prueba de parte
del Sporting169) como en lo referido a la libertad de movimiento de los trabajadores (tanto por
falta de prueba como por carecer el club de legitimidad para plantearla en nombre de los
futbolistas170).
En definitiva, el TAS/CAS resolvió que el ERPA era perfectamente válido y obligatorio para las
partes171. Y como el club tampoco logró demostrar los incumplimientos contractuales en los
cuáles fundó su rescisión unilateral, la decisión denó al Sporting a honrar los términos del ERPA,
debiendo abonar una millonaria indemnización a Doyen.
Este laudo, si bien tiene una trascendencia evidente e innegable (nunca antes el TAS/CAS había
analizado un contrato de cesión de derechos económicos con tantas aristas, fácticas y jurídicas),
fue interpretado por algunos de manera equivocada. Ingenua o (mal)intencionadamente, se
sostuvo que la decisión del TAS/CAS implicaba un golpe a la prohibición de FIFA, cuando vimos
con claridad que ningún artículo del RETJ estaba involucrado en el caso concreto.
En cambio, el caso en el que realmente se puso en tela de juicio la prohibición de FIFA fue el
promovido por el club belga RFC Seraing, al apelar la dura sanción impuesta por la Comisión
Disciplinaria de FIFA sobre fines de marzo de 2016, al considerarlo responsable de haber
violado los arts. 18 bis y 18 ter del RETJ.
En TAS 2016/A/4490 RFC Seraing c. FIFA (laudo emitido el 9 de marzo de 2017), el panel172
analizó extensamente la nueva normativa de FIFA, a la luz de las impugnaciones promovidas por
el humilde RFC Seraing, club amateur que compite en la tercera división de fútbol belga.
El club belga solicitó al TAS/CAS que declare la ilicitud de las sanciones impuestas por la
Comisión Disciplinaria de FIFA (y ratificadas por el Comité de Apelación), en virtud de la
ilegalidad de la prohibición hacia los derechos económicos implementada por la Circular 1464 de
FIFA. Alternativa y subsidiariamente, el club solicitó al tribunal que considere excesivas las
sanciones impuestas y las sustituya por una adecuada y proporcional173.

163
Conf, párrafo 211 del laudo. Sin perjuicio de ello, el panel también determinó la inexistencia en el caso de los
requisitos substantivos de aplicación del art. 157 del Código Penal Suizo (ver párrafos 212 a 223 del laudo).
164
Conf. párrafos 208 y 209 del laudo.
165
Conf. párrafos 224 y 225 del laudo.
166
Conf. párrafos 226 a 237 del laudo.
167
Conf. párrafos 238 y 239 del laudo.
168
Conf. párrafos 240 a 249 del laudo.
169
Conf. párrafos 250 a 255 del laudo.
170
Conf. párrafos 256 a 261 del laudo.
171
Conf. párrafo 262 del laudo.
172
Conformado por Bernard Foucher (Francia) como presidente y Bernard Hanotiau (Bélgica) y Ruggero
Stincardini (Italia) como árbitros.
173
Párrafo 42 del laudo.
El RFC Seraing cuestionó la legalidad de los arts. 18 bis y 18 ter del RETJ, basando su postura
en174:
i) disposiciones del derecho comunitario de la Unión Europea;
ii) disposiciones de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos (CEDH) y la Carta de
los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (CDFUE);
iii) disposiciones del derecho suizo; y
iv) la jurisprudencia del TAS/CAS.
Sobre las disposiciones de derecho comunitario, Seraing sostuvo que los nuevos artículos
incorporados al RETJ atentaban contra diversos derechos garantizados por el Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), a saber: la libertad de circulación de capitales (art.
63 del TFUE), la libertad de circulación de trabajadores (art. 45 del TFUE), la libre prestación de
servicios (art. 56 del TFUE y arts. 15 y 16 de la CDFUE175.
Con respecto a la libertad de circulación de capitales176, el panel concedió que los arts. 18 bis y
18 ter del RETJ constituyen una restricción a los movimientos de capitales, en tanto prohíben un
determinado mecanismo de financiamiento de los clubes, proveniente de determinados
inversores (los “terceros” definidos por el propio RETJ). Pero advirtió que, de acuerdo a la
jurisprudencia de Corte de Justicia de la Unión Europea (CJUE), no necesariamente todas las
restricciones a las libertades garantizadas por el TFUE se encuentran prohibidas. Y que para
resolver sobre su legalidad, debe determinarse la legitimidad del objetivo perseguido y la
necesidad y conveniencia de la medida adoptada para lograr este objetivo177.
El laudo señala que la prohibición introducida por los artículos 18 bis y 18 ter tiene un carácter
limitado, pues no impide que los inversores accedan a financiar a un club, sino simplemente que
lo hagan a través de contratos que les permitan influir en los asuntos laborales y/o en la política
de transferencia de los clubes, o les otorguen el derecho a participar del valor de un futuro
traspaso de un jugador178.
La formación arbitral consideró que los objetivos argumentados por FIFA para adoptar las
medidas en cuestión y sus efectos restrictivos son legítimos, en el sentido de la jurisprudencia de
la CJUE sobre las libertades garantizadas por el TFUE179. Y que la prohibición resulta una
medida justificada para alcanzar dichos objetivos180, considerando improbable la alternativa de
lograrlos con una mayor regulación y adoptando medidas de transparencia181.
A idéntica conclusión arriba el laudo, en cuanto a la supuesta restricción a la libertad de
circulación de los trabajadores y a la libre prestación de servicios. Sin perjuicio de rechazar el
efecto negativo que tendría la prohibición sobre la movilidad de los futbolistas y de criticar los
imprecisos e hipotéticos argumentos presentados182, el panel sostuvo que aun cuando el
apelante estuviera en lo cierto, serían restricciones justificadas, que no exceden lo necesario
para alcanzar los legítimos objetivos perseguidos183.
El club belga también impugnó los arts. 18 bis y 18 ter del RETJ, aduciendo que ellos
constituyen una restricción a la libre competencia y, por ende, violan el art 101 del TFUE184. En

174
Párrafo 89 del laudo.
175
Párrafo 91 del laudo.
176
Ver párrafos 96 a 129 del laudo.
177
Párrafos 99 y 100 del laudo.
178
Párrafos 109 a 112 del laudo.
179
Párrafos 104 y 108 del laudo.
180
Párrafo 121 del laudo.
181
Párrafos 117 y 118 del laudo.
182
Párrafo 127 del laudo.
183
Párrafo 128 del laudo.
184
El artículo 101 del TFUE establece: “1. Serán incompatibles con el mercado interior y quedarán prohibidos
todos los acuerdos entre empresas, las decisiones de asociaciones de empresas y las prácticas concertadas que
puedan afectar al comercio entre los Estados miembros y que tengan por objeto o efecto impedir, restringir o
falsear el juego de la competencia dentro del mercado interior y, en particular, los que consistan en:
a) fijar directa o indirectamente los precios de compra o de venta u otras condiciones de transacción;
efecto, se dijo que la reglamentación de los derechos económicos, restringe la competencia, ya
que tendría como objetivo o por efecto limitar la libertad de financiamiento de los clubes y lleva a
una monopolización del mercado en beneficio de los clubes afiliados a FIFA, excluyendo a otros
operadores y afecta especialmente a los clubes más pequeños185.
Estas alegaciones fueron rechazadas en la decisión del TAS/CAS, entendiendo que el Apelante
no presentó ningún análisis económico que probara sus argumentos, más allá de
consideraciones generales que no demuestran los efectos anticompetitivos de la prohibición
implementada186.
En lo relativo a la CEDH y la CDFUE, el RFC Seraing sostuvo que el apartado 5 del art. 18 ter
genera una restricción del derecho a la privacidad e infringe los arts. 8 de la CEDH y 7 de la
CDFUE187. Sin embargo, el panel fustigó el intento, manifestando que el recurrente no aportó
ningún argumento que demostrara cómo la norma afectaba el derecho a la protección de la vida
privada y familiar188.
Por lo demás, el laudo también rechazó las pretendidas violaciones a los derechos de propiedad
y libertad económica contenidos en el Primer Protocolo Adicional a la CEDH189, a la normativa
suiza en materia de competencia190 y a la normativa suiza referida a los derechos de propiedad y
libertad económica191. Y consideró inaplicable al caso el laudo emitido por en los casos CAS
2014/0/3781 y 3782192, por versar sobre un objeto diferente y analizar un marco normativo
distinto193.
De esta manera, el TAS/CAS rechazó todos los cuestionamientos efectuados contra los arts. 18
bis y 18 ter del RETJ, convalidando su legalidad194 y dando así un fuerte espaldarazo a la
reglamentación adoptada por FIFA. No obstante ello, el laudo consideró que la sanción
disciplinaria impuesta al RFC Seraing era levemente desproporcionada, confirmando la multa
impuesta pero reduciendo la prohibición de registrar nuevos jugadores a tres períodos de
registración195.
Resulta bastante evidente que la decisión del TAS/CAS en este caso se encolumna detrás de la
postura adoptada por FIFA, prácticamente sin diferenciación alguna. Y creemos, pecando de
cierto dogmatismo. Especialmente en el tajante (y poco desarrollado) rechazo a la posibilidad de
conseguir los mismos objetivos buscados por la Circular 1464, pero a través de una mayor

b) limitar o controlar la producción, el mercado, el desarrollo técnico o las inversiones;


c) repartirse los mercados o las fuentes de abastecimiento;
d) aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que ocasionen a éstos
una desventaja competitiva;
e) subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de prestaciones
suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no guarden relación alguna con el objeto
de dichos contratos.
2. Los acuerdos o decisiones prohibidos por el presente artículo serán nulos de pleno derecho.”
185
Párrafo 130 del laudo.
186
Párrafo 137 del laudo.
187
Párrafo 145 del laudo. Art. 8 de la CEDH: “Derecho al respeto a la vida privada y familiar. La vida privada y
familiar incluye la intimidad del domicilio y la inviolabilidad de la correspondencia. Regula en qué casos puede
haber una injerencia de los poderes públicos en estos derechos.” Art. 7 de la CDFUE: “Respeto de la vida
privada y familiar. Toda persona tiene derecho al respeto de su vida privada y familiar, de su domicilio y de sus
comunicaciones.”
188
Párrafo 147 del laudo.
189
Por falta de argumentos específicos (conf. párrafos 149 a 151 del laudo).
190
Al ser similar a la normativa de la Unión Europea, el panel consideró que le resultaban aplicables las
consideraciones efectuadas al respecto, en los párrafos 130 a 144 del laudo, a los cuáles remitió (conf. párrafos
152 a 154 del laudo).
191
Por falta de prueba (conf. párrafos 155 a 161 del laudo).
192
Sporting Clube de Portugal Futebol SAD v. Doyen Sports Investments Limited y Doyen Sports Investments
Limited v. Sporting Clube de Portugal Futebol SAD.
193
Párrafos 162 a 165 del laudo.
194
Párrafo 166 del laudo.
195
Párrafos 167 a 179 del laudo.
regulación de los contratos de derechos económicos, que no incluya la prohibición a la
participación de terceros.

6. A modo de conclusión.

Las cesiones de derechos económicos surgieron como un novedoso mecanismo de


financiamiento, para clubes necesitados de aportes económicos, pero imposibilitados de acceder
a métodos tradicionales de financiación. La prohibición de FIFA perjudica principalmente a
clubes chicos y medianos, que son los que recurren con mayor frecuencia a estas operaciones.
FIFA es absolutamente consciente de ello196.
El nuevo marco normativo establecido por FIFA pretende privar a los clubes de una herramienta
que, en aquellos países en los que no se encuentra prohibida, ha demostrado su utilidad. No
sólo para incorporar nuevos jugadores profesionales a sus planteles, sino también para
renegociar o extender el vínculo de futbolistas ya contratados. Y hasta para atraer o mantener en
la entidad a futbolistas amateurs de promisorio futuro.
Aunque los objetivos buscados por FIFA puedan ser loables, creemos que el camino elegido no
es el más adecuado para alcanzarlos. Hemos demostrado cómo los argumentos que sostienen
la prohibición resultan mayoritariamente endebles y falaces. Cuando no, abiertamente
equivocados.
Entendemos que la prohibición no solucionará ninguno de los problemas que FIFA intenta
resolver, mediante la incorporación del art. 18 ter. Por el contrario, creemos que esta norma
tendrá consecuencias perjudiciales para una gran cantidad de clubes, que son además aquellos
con mayor limitación de recursos.
Consideramos que hubiera sido mucho más conveniente, para el mundo del fútbol en general,
adoptar una normativa mucho más extensa y detallada, que regule de forma efectiva los
negocios vinculados a derechos económicos de futbolistas. Incorporar preceptos que limiten la
cantidad de jugadores que un club puede vincular a este tipo de contratos, que prohiban la
cesión del 100% de los derechos económicos de un jugador a uno o varios terceros (obligando al
club a retener un determinado porcentaje mínimo) y, especialmente, que establezcan
mecanismos de transparencia sobre los convenios celebrados. Todo ello, acompañado de una
fuerte política de control, que garantice el respecto de la regulación y sancione los
incumplimientos.
De esta forma se permitiría, a los clubes que así lo resuelvan (por necesidad o conveniencia)
aprovechar las ventajas que tienen las cesiones de derechos económicos como herramienta
financiera. Y, simultáneamente, se combatirían sus aristas más peligrosas o conflictivas197.
Lamentablemente, esta no ha sido la postura triunfante dentro del máximo organismo rector del
fútbol asociado. La posición adoptada por FIFA busca fomentar que las cuantiosas inversiones
destinadas, hasta el año 2015, a la adquisición de derechos económicos de jugadores, en
adelante sean canalizadas directamente hacia los propios clubes198.

196
“La primera observación es que la mayoría de clubes que trabajan con derechos de futbolistas en manos de
terceros no pertenecen a los grandes mercados capaces de generar suficientes ingresos para situarse entre los
mas ricos. A modo de explicación, los grandes clubes europeos no utilizan este medio como fuente de
financiación.” Centro de Derecho y Economía del Deporte (CDES), Universidad de Limoges. Research on third-
party ownership of players' economic rights (part. II) - Executive Summary. Francia, abril de 2014, pp. 4.
197
En este sentido, al momento de publicarse la Circular 1464 de FIFA, la Liga Nacional de Fútbol Profesional
de España (LFP) se encontraba trabajando sobre un muy interesante borrador de regulación sobre las operaciones
de financiación de clubes “cuya remuneración consista total o parcialmente en una participación en los
eventuales resultados económicos obtenidos en la transferencia definitiva o temporal de los derechos federativos
de un determinado jugador profesional de fútbol, incluyendo los negocios jurídicos sobre los denominados
derechos económicos derivados de los derechos federativos”. Lamentablemente, la decisión de FIFA de prohibir
los derechos económicos en poder de terceros frustró el avance de dicho borrador.
198
DUVE, Christian. Blog Symposium: Why FIFA's TPO ban is justified [en línea]. Asser International Sports
Law Blog. 30/04/2015 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
Esta intención refleja una visión parcial e insuficiente de la problemática. Porque aunque la
atracción de capitales privados sea una operatoria conocida y habitualmente utilizada en el
ámbito europeo, en clubes organizados como sociedades comerciales (algunos incluso cotizan
públicamente sus acciones), dicha modalidad resulta imposible de implementar en aquellas
entidades que hayan adoptado la forma de asociaciones civiles, como ocurre en la mayoría de
los países sudamericanos.
Por otro lado, sucesos recientes se han encargado de demostrar que esta idea no está exenta
de los mismos riesgos que FIFA pretende eliminar. Y que las mismas imputaciones que FIFA
realiza a los inversores en derechos económicos, son trasladables a quienes invierten
directamente en los clubes199.
Son también los hechos los que desmienten a quienes pronosticaron que el art. 18 ter del RETJ
significaría el fin o la “muerte” de los derechos económicos. No será una norma la que ponga fin
a estas operaciones, mientras sigan existiendo clubes con necesidad de acudir a ellas para
solventar su funcionamiento o mejorar su situación deportiva.
Nos quedan entonces interrogantes, que sólo podremos contestar con el paso del tiempo.
¿Podrán los clubes (que utilizaban las cesiones de derechos económicos) reemplazar esta
fuente de financiamiento? ¿Cuáles serán los mecanismos más adecuados para hacerlo? ¿O la
prohibición generará que estos negocios se sigan realizando, pero alejados de la “vista” de
FIFA? ¿Cuál será el efecto deportivo de la nueva regulación? ¿Incrementará la brecha entre los
clubes económicamente poderosos y los más débiles?
Como sea, hay mucho camino por recorrer todavía. Nada obsta, por ejemplo, a que el art. 18 ter
sea puesto en tela de juicio nuevamente ante el TAS/CAS. Y que un panel distinto, o enfrentado
a nuevas argumentaciones, resuelva en forma contraria al laudo emitido en el conflicto entre
RFC Seraing y FIFA. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que se trata de un tribunal arbitral,
cuyos miembros no se encuentran limitados por la fuerza del precedente.
Resta ver, asimismo, en qué términos se pronunciarán los tribunales de justicia nacionales, en
aquellos países en los que las cesiones de derechos económicas son consideradas legales.
De todas estas cuestiones nos ocuparemos, seguramente, en una futura edición de esta misma
obra.

http://www.asser.nl/SportsLaw/Blog/post/blog-symposium-the-justification-of-fifa-s-tpo-ban-by-prof-dr-
christian-duve
199
A pocos días del cierre de edición de esta obra, se conoció en España que el partido disputado por el
campeonato profesional de Segunda División, entre el FC Barcelona B y el CD Eldense, que culminó con la
victoria del primero por 12 a 0, encubrió en realidad un amaño organizado por el grupo inversor que gestionalba
el Eldense y que tenía ostensibles lazos con la mafia calabresa. El 12-0 al Eldense destapa la infiltración de la
mafia calabresa en el fútbol español [en línea]. EL CONFIDENCIAL. 04/04/2017 [Fecha de consulta:
10/04/2017]. Disponible en: http://www.elconfidencial.com/espana/2017-04-04/12-0-eldense-barcelona-mafia-
calabresa-futbol-ndrangheta_1360198/ La mafia calabresa, involucrada en los amaños del Eldense [en línea].
SPORT. 07/04/2017 [Fecha de consulta: 10/04/2017]. Disponible en:
http://www.sport.es/es/noticias/futbol/mafia-calabresa-involucrada-los-amanos-del-eldense-5950595

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