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HEMATOLOGIA Y CITOLOGÍA CLINICA

ANIMAL

Editado por

W. G. Rudolph R.
y
G. E. Villouta C.

2ª Edición 2003

Departamento de Patología Animal


Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile
Santiago - Chile
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Hematología y Citología Clínica Veterinaria, 2003, editado por Wilhelm Rudolph R.


Y Gladys Villouta C. Incluye siete capítulos y un apéndice.

Este manual es propiedad intelectual de los editores, inscrito en la Dirección de


Bibliotecas, Archivos y Museos, Dpto de Derechos Intelectuales con el registro Nº 120577
(28 de junio de 2001)

Todos los Derechos Reservados. Prohibida su Reproducción Total o Parcial.


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Participantes

Wilhelm G. Rudolph Rojas. MV, MS, PhD.


Profesor Titular. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias,
Departamento Patología Animal.
Master of Science y Doctorado en la Universidad de California, Davis, USA.

Gladys E. Villouta Cabello. MV.


Profesor Titular. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias,
Departamento de Patología Animal.
Especialización en Patología Clínica, Universidad de California, Davis, USA

Gustavo. A. Montes Ortiz, MV, MS.


Profesor Asociado. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias,
Departamento de Patología Animal.
Magister en Patología, Universidad de Chile.

Ana María Ramirez Kamann, MV.


Profesor Ayudante. Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias,
Departamento de Patología Animal.

Agradecimientos

Los editores agradecen la colaboración de la Sra. Jacqueline Yévenes R., Secretaria


del Departamento de Patología Animal por la edición computacional de este texto.
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PREFACIO primera edición

La Hematología es la ciencia que estudia las características fisiológicas,


morfológicas y patológicas de la sangre siendo parte de la Patología Clínica Veterinaria. En
los últimos años se ha desarrollado en forma importante, favoreciendo con ello su
aplicación en la medicina de distintas especies animales, tanto domésticas como nativas y
exóticas. Mundialmente se reconoce al Profesor O.W. Schalm (Q.E.P.D.), Profesor
Emérito de Hematología de la Escuela de Medicina Veterinaria, Campus de Davis,
Universidad de California, como el padre de la Hematología Veterinaria, ya que fue uno de
los primeros investigadores que se dedicó a su estudio, siendo el autor de numerosos libros
y publicaciones en esta materia. Los editores de este manual, tuvieron el privilegio de ser
discipulos del Profesor Schalm y lo reconocen como maestro inspirador de esta versión.

El presente manual ha sido elaborado utilizando diversas fuentes de información,


sumado a la experiencia de los autores por muchos años como profesores de Patología
Clínica en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Chile, pretendiendo
ofrecer un texto de ayuda para los estudiantes de las carreras de Medicina Veterinaria,
como así mismo para los Médicos Veterinarios.

En este manual se entregan las principales referencias que han utilizado los editores,
y además referencias complementarias a cada tema.

W.G. Rudolph R. G.E. Villouta C.

PREFACIO segunda edición

Esta edición ha sido complementada, a objeto de mejorar su entendimiento y


versatilidad, pretendiendo con ello que el texto de este libro sea de mayor utilidad para los
estudiantes y Médicos Veterinarios que lo consulten.

Junto con ello, los autores queremos hacer público nuestro reconocimiento a
la Dra Gladys E. Villouta C. (Q.E.P.D.), colega que nos acompañó por toda una vida y
que participó en la realización de la primera edición de este texto.

W. Rudolph R.
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CONTENIDO

CAPITULO 1
Examen de la Sangre 7
- Obtención de la sangre
- Anticoagulantes
- Componentes del hemograma
- Volumen sanguíneo
- Referencias

CAPITULO 2
Hemopoyesis 11
- Tejidos y órganos participantes
- Hemopoyesis embrio-fetal y del adulto
- Origen de las células sanguíneas
- Eritropoyesis
- Granulopoyesis y monocitopoyesis
- Trombopoyesis y Linfopoyesis

Examen citológico de médula ósea (mielograma)


- Obtención médula ósea
- Relación M/E
- Descripción células médula ósea
- Referencias

CAPITULO 3
Eritrocitos 24
- Generalidades
- Hemoglobina
- Anemias
- Respuesta medular
- Policitemias
- Referencias

CAPITULO 4 35
Piroplasmosis o Babesiosis Equina

CAPITULO 5 36
Leucocitos
- Características generales y distribución
- Fagocitosis
- Variaciones sanguíneas de los neutrófilos
- Intensidad de la respuesta de los neutrófilos
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CAPITULO 6 48
Neoplasias Hemopoyéticas
- Clasificación de las neoplasias hemopoyéticas
- Neoplasias linfoide
- Linfoma maligno o linfosarcoma
- Leucemia linfocitica aguda
- Leucemia linfocítica crónica
- Leucosis enzootica bovina
- Neoplasias mieloide
- Leucemia mieloide aguda
- Leucemia mieloide crónica
- Síndrome mielo displásico
- Otras neoplasias mieloides
- Referencias

CAPITULO 7 61
Hemostasis
- Función vasos sanguíneos
- Función plaquetaria
- Alteración plaquetaria
- Mecanismo de la coagulación
- Reacciones limitantes
- Mecanismo fibrinolítico
- Pruebas para evaluar la hemostasis
- Desordenes hemorrágicos
- Referencias

CAPITULO 8 76
Tópicos en Inmunohematología Clínica
- Generalidades
- Grupos Sanguíneos en diferentes especies
- Enfermedad hemolítica del recién nacido
- Transfusiones sanguíneas en animales
- Referencias

Apéndice 80
- Pauta para examinar un extendido de sangre
- Eritrocitos
- Leucocitos
- Plaquetas o trombocitos
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CAPITULO 1: EXAMEN DE LA SANGRE

W. Rudolph R. y G. Villouta C.

Obtención de la sangre
El estudio cuantitativo y morfológico de las células sanguíneas es de gran utilidad
en la práctica de la medicina veterinaria, tanto de las especies domésticas como actualmente
en animales exóticos y especies nativas, debido a su fácil obtención y análisis, como a la
gran variedad de información que puede ofrecer en el animal enfermo.

La correcta interpretación de las variaciones depende de varias condiciones, entre


las que destacan la forma de obtención de las muestras, el adecuado procesamiento de ellas
en el laboratorio y la interpretación de los resultados de acuerdo a los valores normales para
cada especie y el examen clínico del paciente.

Es así como debe tenerse especial cuidado en las condiciones del paciente para la
obtención de la sangre, recomendándose que éste se mantenga lo más tranquilo posible,
especialmente los gatos, para evitar el efecto de situaciones de estrés como miedo o
excitación, que producen la liberación de catecolaminas con efectos inmediatos sobre los
constituyentes sanguíneos. La sangre extraída con fines diagnósticos también debe
obtenerse antes de la administración de tratamientos, que también pueden afectar sus
características, de lo contrario indicar los fármacos que se están utilizando.

Todas las muestras deben ser identificadas al enviarlas al laboratorio, adjuntándose


los antecedentes propios de cada paciente como edad, sexo, raza y el prediagnóstico o
motivo por el cual se solicita el examen. El paciente en lo posible debe estar en ayuna, para
obtener los valores basales de los constituyentes sanguíneos y evitar una lipemia
postprandial.

Las vías más comunes para obtener sangre en los animales son variables y dependen
de la especie, tamaño del animal y volumen de sangre requerido, siendo los sitios más
frecuentemente utilizados en las distintas especies los que se señalan en el cuadro 1.

Cuadro 1: Sitios de extracción de sangre

Ovino, bovino y equino : vena yugular, en bovinos también los vasos caudales
Porcino : vena cava anterior
Canino, felino : vena yugular, cefálica y safena externa e interna
Conejo : vena marginal de la oreja, corazón
Rata y ratón : sinus orbital, corazón
Aves : vena braquial, cava anterior
Camelidos : vena yugular
Peces : vena caudal
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Se debe usar, en lo posible, jeringas desechables con agujas de 20, 21 o 23 G,


dependiendo de la zona y del tamaño del paciente. Es recomendable también el sistema de
tubos de vacío (VenojectR, VacutainerR) por ser fácil de usar, estéril, desechable,
obteniéndose la sangre directamente al tubo. El anticoagulante indicado para hematología
es la sal sódica o potásica del ácido etilendiaminotetra acético (EDTA), respetándose la
relación cantidad de sangre / anticoagulante (0,5-2,0 mg/ml de sangre), con el objeto de
evitar los efectos del exceso del anticoagulante sobre las células sanguíneas, ya que su
exceso produce encogimiento de los eritrocitos, afectando la validez del VGA y con ello el
cálculo del volumen corpuscular medio (VCM) y la concentración de hemoglobina
corpuscular media (CHCM).

Para evitar hemólisis cuando se usa jeringa, se recomienda retirar la aguja de la


jeringa antes de vaciar la sangre al frasco con anticoagulante y mezclar en forma suave y
constante, evitando la formación de espuma. Si la muestra no puede ser enviada de
inmediato al laboratorio, realizar en lo posible un extendido de sangre (frotis sanguíneo) y
refrigerar (4°C) la muestra.

Anticoagulantes

Para la realización de un hemograma se recomienda utilizar como anticoagulante el


EDTA (etilendiaminotetracético sal sódica o potásica, esta última es más soluble), ya que
es excelente para mantener la morfología de las células. Se usa en dosis de 1 a 2 mg/ml de
sangre, lo que permite mantener la sangre en buenas condiciones hasta 24 horas de
obtenida. Su mecanismo de acción es removiendo el Ca++ sanguíneo por formación de
complejos (quelatos).

La heparina es un anticoagulante natural que se encuentra presente en los tejidos del


organismo y en los gránulos de las células cebadas y granulocitos basófilos. Actúa
impidiendo la transformación de protrombina en trombina y su acción sobre el fibrinógeno,
aumentando la absorción de la trombina por la fibrina. De una solución al 1% se utilizan
0,1 ml para 5 ml de sangre. Este anticoagulante no es recomendado para realizar un
hemograma completo ya que interfiere en la tinción de las células, pero se puede utilizar en
determinaciones parciales como recuento de células, hemoglobina y VGA. Sin embargo, se
recomienda su uso en aves y reptiles, especialmente en estos últimos, ya que el EDTA
puede causar hemólisis.

Componentes del hemograma

La realización de un hemograma consiste en determinar el número de eritrocitos y


leucocitos / ul de sangre; la hemoglobina (Hb g / dl); el volumen globular aglomerado
(VGA %) y la cuenta diferencial de leucocitos expresada en porcentaje y valor absoluto por
microlitro. Se debe determinar además, los índices hematimétricos de Wintrobe, que son el
volumen corpuscular medio (VCM en fl); la hemoglobina corpuscular medio (HCM en pg)
y la concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM en % o g/dl).
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En Medicina Veterinaria, Schalm recomienda determinar en el plasma la proteína


plasmática total (PTT en g/dl) y el fibrinógeno (en g/dl), ya que facilita la interpretación del
hemograma en algunas especies como el bovino. La observación del color del plasma
permite determinar alteraciones tales como ictericia, hemólisis, lipemia.

Todas estas determinaciones se complementan con el estudio morfológico de las


células sanguíneas en el extendido de sangre (ver apéndice).

Volumen Sanguíneo
La determinación del volumen sanguíneo total puede ser necesaria en algunas
patologías como policitemias, para saber si va acompañada con una hipervolemia, o bien,
en situaciones de hipovolemia como puede ocurrir en una perdida de sangre marcada, en un
secuestro de sangre en lagunas intravasculares o paso del intravascular al extravascular.

Su determinación puede realizarse por diferentes métodos, pero básicamente


determinando la dilución de una sustancia en la sangre después de un tiempo determinado.
Uno de ellos es marcando los eritrocitos con un radioisótopo como Cr-51 o Tc-99, de esta
manera, se determina primero el volumen total de eritrocitos, para luego calcular el
volumen sanguíneo considerando el VGA del animal.

El método más utilizado por su simpleza es determinar primero el volumen


plasmático, usando para ello el colorante azul de Evans, del cual se inyectan 5 ml de una
solución al 0,5% e.v., obteniendose muestras de sangre a los 15 y 30 min y determinandose
la concentración del colorante en la sangre, utilizando para ello un espectrofotómetro a
620nm.

mg colorante inyectado
Volumen Plasmático (ml) = ------------------------------------
mg / ml colorante en el plasma

Volumen Plasmático (ml) x 100


Volumen Sanguíneo (ml) = --------------------------------------
100 – (VGA% x 0,96)
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El valor 0,96 corresponde al factor de corrección del plasma atrapado en el VGA.


Para el canino equivale al 4-5% y en el bovino al 6%.

Cuadro Nº 2: Volumen sanguíneo en relación al peso corporal en diferentes


especies

ESPECIE ml/Kg % peso corporal en Kg


Equino FS de carrera 88-110 10-11%
Canino 77-78 8-9
Vacas lactancia 66-77 7-8
Equinos, felinos, caprinos 62-66 6-7
Porcinos adultos 55 5-6

REFERENCIAS SELECCIONADAS

- Douglas Dix. 1988 On the role of diagnostic test in clinical decision analisis: A critical review. Clin. Chem.
Enzym. Comms. 1 : 3 – 9

- Jain, N.C. 1986. Examination of the blood and bone marrow. En: Schalm`s Veterinary Hematology. 4th Ed.
Lea & Febiger.

- Jain, N.C. 1993. Essentials of Veterinary Hematology. Lea & Febiger, Philadelphia

- Papasouliotis K., Cue S., Graham M., Sparkes A.H. & Gruffydd-Jones T. 1999 Analysis of feline, canine
and equine hemograms using the QBC VetAutoread. Vet. Clin. Path 28 (3)

- Wintrobe M.M. 1967. Clinical Hematology. 6th Ed Lea & Febiger, Philadelphia
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CAPITULO 2: HEMOPOYESIS
W. Rudolph R.

La hemopoyesis (del griego haima, sangre; poiésis, producción) es el proceso por


medio del cual se generan las células que conforman la sangre. Se inicia en la etapa
embrionaria y perdura durante toda la vida del individuo en diferentes órganos y tejidos
según la etapa del desarrollo. La producción de células se mantiene en equilibrio con la
utilización o destrucción de ellas, de modo que en un animal normal el número de
eritrocitos, leucocitos y plaquetas es relativamente constante.

Tejidos y órganos que participan

Médula ósea: Produce en el adulto los eritrocitos, granulocitos, monolitos, plaquetas y


escasos linfocitos. Un tercio del fierro almacenado en el organismo se encuentra en ella.

Nódulos, ganglios linfáticos y tejido linfoide asociado al aparato digestivo y


respiratorio: Producen linfocitos T, B y células plasmáticas.

Hígado: Almacena vit. B12, ácido fólico y mantiene un tercio del fierro almacenado.
Produce el factor eritropoyético hepático (eritropoyetinógeno), precursor de la
eritropoyetina que es una alfa globulina. Conserva en el adulto la capacidad hemopoyética
embrionaria.

Bazo: Produce linfocitos y células plasmáticas. Almacena eritrocitos y fierro (1/3 del total
almacenado). Destruye los eritrocitos alterados o viejos y retiene la capacidad embrionaria
para la hemopoyesis.

Estómago y mucosa intestinal: El HCl produce liberación del Fe3+ en complejos


orgánicos. En el hombre produce el factor intrínsico para la absorción de la vit. B12. El
duodeno controla la absorción del fierro.

Sistema fagocíto monocíto/macrófago: Destruye eritrocitos y convierte la Hb en Hem y


globina. El Hem libera Fe y origina bilirrubina libre. Tambien almacena Fe.

Riñón: produce el factor eritropoyético renal (eritrogenina), que junto al factor hepático
producen la eritropoyetina.

Timo: produce los linfocitos T.

Metabolismo del Fe: En el organismo se encuentra en diferentes formas: en la sangre se


encuentra unido a la transferrina (que es una beta globulina); almacenado en los tejidos
como ferritina (Fe más apoferritina) y hemosiderina. Este es un elemento que
repetidamente se reutiliza, por lo que sus necesidades dietarias y pérdidas son escasas.

El 66 % del fierro en el organismo se encuentra formando parte de la hemoglobina;


el 3,3% se encuentra constituyendo la mioglobina (músculo). Además participa en la
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estructura de enzimas como catalasas, citocromos, peroxidasas.

En la mayoría de las especies, sólo de un 4 a 10% del total del fierro ingerido es
absorvido principalmente en el duodeno y primera parte del yeyuno. Pequeñas cantidades
pueden ser absorvidas en el estomago, ileon y colon. La absorción del fierro por las células
de la mucosa intestinal ocurre en dos etapas: el Fe2+ del lumen intestinal ingresa fácilmente
a las células de la mucosa duodenal y primeras porciones del yeyuno, donde es oxidado a
férrico (Fe3+) combinándose parte con la apoferritina originando ferritina, y también con
apotransferrina originando transferrina siendo esta el carrier en los procesos de
transferencia. Cuando las células epiteliales del intestino se descaman el fierro residual se
elimina con ellas.

El paso del fierro de estas células a la sangre es gobernado en gran parte por los
requerimientos de fierro por parte del organismo.

Hemopoyesis embrio fetal y del adulto

En la tercera semana del desarrollo embrionario del hombre, las células


mesenquimáticas forman, en el saco vitelino, paquetes de células que se denominan islotes
sanguíneos. Las células periféricas de estos islotes se unen formando el sistema vascular
primitivo y simultaneamente las células centrales de estos islotes se separan constituyendo
las células primitivas (stem cell) del saco vitelino y que son llevadas por el plasma
primitivo a los diferentes órganos en formación. Algunas de estas células se diferencian y
constituyen los eritroblastos (o normoblastos) primitivos, que son las primeras células
capaces de sintetizar hemoglobina, pero que no maduran a eritrocitos.

Al tercer mes de la vida fetal, estas células primitivas del saco vitelino migran al
hígado, siendo éste el principal órgano de producción de células sanguíneas y que puede
mantenerse activo hasta el nacimiento. Contribuyen a la formación de las células, el bazo,
los nódulos linfáticos y timo. Al cuarto mes, la hemopoyesis se inicia en la médula ósea,
que se hace dominante al final de la gestación.

Al nacimiento, la hemopoyesis medular ocurre en casi todos los huesos, pero


principalmente en los planos (esternón, costillas, vértebras, huesos de la cara), los cuales
mantienen su capacidad durante toda la vida, en cambio, ésta disminuye en las diáfisis de
los huesos largos. En el adulto, la hemopoyesis es exclusivamente medular en la mayoría de
las especies, sin embargo, en condiciones patológicas puede hacerse extramedular,
ocurriendo especialmente en hígado y bazo.

Las arterias nutritivas entran por el forámen del hueso, formando un lecho de
sinusoides en la zona endosteal, los cuales se proyectan hacia la vena central que corre
longitudinalmente. En los mamíferos, la hemopoyesis se realiza extravascularmente en el
estroma medular, de manera que cuando las células alcanzan un estado crítico de
maduración pasan a la circulación a través de los espacios que quedan en la pared de los
sinusoides, por mecanismos aún no bien conocidos.
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En las aves, la eritropoyesis (formación de eritrocitos) y trombopoyesis (formación


de trombocitos) ocurren intravascularmente (en los sinus vasculares), en cambio la
granulopoyesis (formación de granulocitos) se realiza extravascularmente.

Origen de las células sanguíneas

Todas las células de la sangre tienen un origen común, que es a partir de una célula
totipotencial (stem cell pluripotencial), originaria de los islotes sanguíneos del saco
vitelino. Esta célula transporta la información para la generación de todas las células
sanguíneas, se autogenera y por acción del microambiente inductor de la hemopoyesis
(HIM) se transforma en una célula comisionada oligopotencial capaz de dar origen a más
de una línea celular, la cual se diferencia finalmente en una stem cell monopotencial, que
morfológicamente es indiferenciada, pero que posee la información para originar una sola
línea celular (eritroide, mieloide, linfoide). Por acción de factores específicos y hormonas,
estas células dan origen a la primera célula de cada serie que morfológicamente es
reconocible como tal (blasto). La proliferación celular en médula ósea va acompañada de
maduración y diferenciación (Figura Nº 1)

Precursor
Linfocito B Linfocito B

StemCell
Stem Cell Linfoide
Linfoide

Precursor
Linfocito T Linfocito T
Stem cell
Stem Cell
Pluripotencial
Pluripotencial

Stem Cell Mieloide

UFC-ERI UFC-GM UFC-EOS UFC-BAS UFC-MEG

Rubriblasto Mieloblasto Mieloblasto Mieloblasto Mieloblasto Megacarioblasto

Eritrocito Neutrófilo Monocito Eosinófilo Basófilo Plaquetas

Figura Nº 1: Modelo de la hemopoyesis


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Eritropoyesis
Los eritrocitos o glóbulos rojos son células que tienen un promedio de vida en
sangre dependiente de la especie. Algunos ejemplos: caballo 140 a 150 días; vaca adulta
157 a 162 días; perro 119 a 122 días; gato 66 a 79 días; oveja adulta 70 a 153 días En los
mamíferos son anucleados, en cambio en las aves, peces y reptiles son nucleados. Al total
de células rojas en el organismo se le conoce con el nombre de eritrón, de las cuales un 6%
se encuentra en la médula ósea y un 94% en la sangre.

La eritropoyesis se inicia con la diferenciación del Stem cell pluripotencial de la


médula y luego en célula comisionada eritroide (UFC – ERI), las cuales bajo diferentes
estímulos proliferan y maduran a eritrocitos. La primera célula morfológicamente
reconocible en la médula ósea es el rubriblasto, produciéndose los eritrocitos por divisiones
mitóticas y maduración, perdiéndose en las últimas etapas el núcleo en los mamíferos.

Desde el estímulo de la eritropoyesis hasta la aparición de las primeras células


inmaduras en sangre (reticulocitos), transcurren aproximadamente 72 horas. Normalmente
un 10% de la eritropoyesis es inefectiva (no llegan al estado de eritrocitos, destruyéndose
antes de entrar a circulación). La denominación o nomenclatura de las células de la serie
roja en médula ósea es variable dependiendo de los investigadores que las han estudiado,
reconociéndose las siguientes etapas, cuyas características morfológicas se detallan más
adelante.

Stem cell pluripotencialstem cell comisionado mieloide unidad formadora de colonias


eritrocíticas (UFC-E)  rubriblasto o pronormoblasto prorubricito o normoblasto rubricito o
normoblasto basofílicorubricito o normoblasto policromático metarubricito o normoblasto
ortocromático reticulocito eritrocito.

La secuencia de diferenciación de las células requiere de la acción inicial del HIM


(microambiente inductor de la hemopoyesis), de mediadores como la interleukina 3 (IL-3)
y el factor estimulador de colonias (GM CSF), además de altas concentraciones de
eritropoyetina en las primeras etapas y bajas concentraciones en las etapas posteriores. La
eritropoyetina es una glicoproteína que se encuentra normalmente en bajas concentraciones
en el plasma y la orina, siendo su concentración inversamente proporcional a la
oxigenación tisular, como a la concentración de la Hb. Es el principal regulador de la
eritropoyesis, siendo producida por acción enzimática de la eritrogenina renal sobre el
eritropoyetinógeno de origen hepático.

La magnitud de la eritropoyesis está gobernada por el nivel del transporte de


oxigeno a los tejidos, lo cual es el producto de la concentración de la oxihemoglobina y la
actividad cardíaca. Cuando disminuye el transporte de oxigeno y se produce hipoxia renal
aumenta la eritropoyesis estimulada por la eritopoyetina. Esta glicoproteina, la cual actúa
selectivamente sobre los stem cells comisionados para que se diferencien en UFC-E, y estos
en blastos, también estimula la multiplicación y maduración a través de las distintas etapas
morfológicamente reconocibles.
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Hipoxia Tisular----Riñón Hígado


 
Eritrogenina  + Eritropoyetinógeno  Eritropoyetina

La eritropoyetina recombinante humana se ha utilizado con fines terapéuticos en


perros y gatos con anemias severas producidas por falla renal.

Desde el punto de vista clínico, es importante conocer si existe una estimulación


efectiva de la eritropoyesis en respuesta a los diferentes tipos de anemia, lo que puede
determinarse directamente a través del recuento de reticulocitos en la sangre. Los
reticulocitos normalmente no se encuentran en la sangre periférica del equino, bovino,
ovino y caprino, lo que significa que ellos maduran en la médula ósea en estas especies. El
canino y felino en cambio tienen un promedio de 0,5 a 1 % de reticulocitos en la sangre,
pudiendose encontrar hasta un 2 % en el cerdo.

Granulopoyesis y monocitopoyesis
Se conocen como granulocitos a los leucocitos que presentan gránulos específicos
en su citoplasma, como son los neutrófilos, eosinófilos y basófilos. Debido a que en el
hombre y en algunas especies domésticas los neutrófilos son las células blancas que
predominan en la sangre, para algunos autores granulocito es sinónimo de neutrófilo. Estas
células también se denominan polimorfos nucleares (PMN) por la característica lobulada de
su núcleo en la célula madura. Los monocitos que se originan junto con los granulocitos
desde un precursor común, al pasar a los tejidos dan origen a los macrófagos, luego de una
serie de cambios metabólicos y morfológicos.

En la médula ósea, todas estas células tienen un origen común desde el stem cell
pluripotencial, el cual bajo los estímulos de interleukina 3 y CSF GM, se diferencia en
stem cell comisionada mieloide y posteriormente en unidad formadora de colonias
granulocito-monocito (UFC-GM), de eosinófilos (UFC-Eos) y de basófilos (UFC-Bas).
Estas células, bajo la acción de estímulos apropiados, los cuales no están totalmente
identificados, tales como factor estimulador de colonias granulocíticas, factor estimulador
de colonias de macrófagos, se diferencian en los blastos correspondientes a cada línea
celular.

Los factores estimuladores de colonias (CSF) son glicoproteínas de bajo peso


molecular, que son producidos por distintas células del organismo tales como linfocitos T
activados, células endoteliales, macrófagos, fibroblastos y células del estroma medular. Su
concentración aumenta en respuesta a estímulos antigénicos, infecciones y endotoxemias.

Stem cell pluripotencialstem cell comisionado mieloide  UFC-GM, UFC-Eos, UFC-Bas


mieloblasto promielocito mielocito (neutrófilo, eosinófilo, basófilo) metamielocito (neutrófilo,
eosinófilo, basófilo)  baciliforme (neutrófilo, eosinófilo, basófilo)  segmentado (neutrófilo,
eosinófilo, basófilo).
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Desde el estado de mieloblasto a mielocito hay proliferación y maduración (pool


proliferativo), en cambio desde mielocito a la célula adulta de núcleo segmentado sólo hay
maduración (pool de maduración y reserva).

Solo en los neutrófilos, la aparición en la sangre de los diferentes estados de


maduración, tienen valor diagnóstico en la interpretación de la respuesta de estas células a
diferentes procesos patológicos.

Los neutrófilos tienen un T1/2 = 6,8 horas y una permanencia de 10 horas en la


sangre. Son almacenados en la médula ósea y se encuentran en una relación de 20:1 con
respecto a la sangre.

Los monocitos son las células más grandes de la sangre y tienen un origen común
con los granulocitos (mieloblasto). En la médula ósea es posible reconocer los
promonocitos y monocitos, estos últimos pasan a la circulación y van a órganos y tejidos
como hígado, pulmón, riñón, bazo, sistema linfático, serosas, tejido conectivo, cavidades,
donde dan origen a los macrófagos, constituyendo el sistema fagocítico mononuclear.

Trombopoyesis

Las plaquetas o trombocitos en los mamíferos son anucleados y corresponden a


fracciones del citoplasma de los megacariocitos. En médula ósea es posible reconocer las
siguientes etapas de diferenciación

UFC-MegMegcarioblastoPromegacariocito MegacariocitoPlaquetas o Trombocitos

El megacarioblasto es la célula más pequeña de la serie, ya que al diferenciarse y


madurar experimenta una endomitosis (solo se divide el núcleo), aumentando el número de
núcleos y el tamaño del citoplasma en las etapas posteriores, variando este último de
basofílico intenso a rosado, reconociendose megacariocitos en distintos estados de
maduración.

Las plaquetas resultan de la fragmentación del citoplasma del megacariocito,


observándose en la sangre una heterogeneidad de ellas en relación a tamaño, forma y
densidad, debido a que se originan de diferentes poblaciones de megacariocitos.

La regulación de la trombopoyesis depende del HIM y de factores como el


“estimulador de colonias megacariociticas” y de una trombopoyetina aún no bien
caracterizada. Esta última estimularía el stem cell comisionado. Las plaquetas tienen un
T1/2 de 4 días y una vida promedio de 8 a 10 días en la sangre, dependiendo de la especie.

Linfopoyesis

Los linfocitos B y T se producen en los órganos linfoides primarios como son la


médula ósea y el timo en los mamíferos, desde donde se diferencian a partir del stem cell
comisionado linfoide. Estas células colonizan los órganos linfoides secundarios, como son
el bazo, nódulos linfáticos y tejido linfoide asociado a mucosas y piel, donde se diferencian
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y proliferan a células inmunocompetentes, específicamente en respuesta a estímulos


antigénicos, produciéndose en estos tejidos las principales interacciones celulares que dan
origen a la respuesta inmune humoral y celular.

El stem cell comisionado linfoide, coloniza en las primeras etapas del desarrollo de
los órganos linfoides primarios como el timo, donde bajo la acción del microambiente de
este órgano se comienzan a diferenciar los linfocitos T, los cuales se caracterizan por
expresar una serie de antígenos y marcadores de superficie propios de este tipo de célula.
Por otra parte, en la médula ósea e hígado fetal se generan los linfocitos B siguiendo un
camino semejante. En las aves, este último proceso ocurre en la bolsa de Fabricio. Los
linfocitos B también se caracterizan por presentar marcadores específicos e
inmunoglobulinas de superficie que corresponden a los receptores de antígenos. Todos
estos marcadores se utilizan para diferenciar ambas poblaciones de células, ya que los
linfocitos B y T morfológicamente son prácticamente idénticos. En los órganos linfoides
secundarios ambos linfocitos se distribuyen en diferentes áreas y proporción.

Los linfocitos circulantes son morfológicamente heterogéneos, reconociéndose


linfocitos pequeños que presentan un núcleo redondo que ocupa casi toda la célula y escaso
citoplasma basofílico. Linfocitos medianos y grandes con un núcleo ligeramente identado y
mayor cantidad de citoplasma celeste, presentando a veces gránulos azurófilos.

Las formas reconocibles de la serie durante su maduración en los órganos linfoides


son:

Linfoblasto Prolinfocito Linfocito

En algunos casos estos pueden presentar 2 a 3 mitosis (camino corto) o bien 6 a 8


mitosis (camino largo). Los linfocitos B pueden presentar vida corta y larga en cambio los
linfocitos T solo vida larga.

Su regulación es en gran parte desconocida. En el bazo y nódulos linfáticos la


estimulación es producida por los antígenos. En el timo y médula ósea ello es producto de
la interacción celular. Los corticoides y hormonas sexuales en altas dosis inhiben su
proliferación

Examen Citológico de Médula Osea (Mielograma)

El estudio morfológico de la médula ósea obtenida por aspiración o biopsia, no es


un examen rutinario y solo se realiza en situaciones específicas como por ejemplo:

- Imposibilidad de determinar el origen de una alteración de las células


sanguíneas, como anemias crónicas sin respuesta, neutropenias sin causa
aparente, trombocitopenias de origen desconocido, leucemias en su
diagnóstico diferencial.
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- Cuando se desea saber el estado funcional de la médula ósea (hipoactiva


o hiperactiva) y su efectividad, esto es, si entrega a la circulación un
número de células acorde a los requerimientos del organismo.

- En enfermedades que cursan con una alteración de leucocitos,


eritrocitos o plaquetas, en las cuales no hay respuestas a los
tratamientos o causas evidentes.

- En los casos de neoplasias de distinta naturaleza para conocer el


compromiso medular o la presencia de metástasis.

La cuenta total de células es de escaso valor por lo que es poco frecuente realizarla.

Lugar de elección para la obtención de médula ósea por aspiración

La médula ósea se puede obtener rápidamente por aspiración con un trocar o aguja
adecuada. Los sitios más comunes de extracción son:

Canino: Cresta ilíaca, fosa trocanteriana de la cabeza del fémur, costilla


Felino: Cresta ilíaca, fosa trocanteriana de la cabeza del fémur
Equino, Bovino: Costilla (1/3 superior), esternon en individuos jóvenes

Material

Desinfectante.
Trocar de tamaño adecuado a la especie, con estílete.
Frascos con anticoagulantes (EDTA, 2 mg/ml).
Bisturí.
Jeringas plásticas de 20 ml
Anestesia local o general de corta duración

Técnica

Según el estado del animal, la extracción puede hacerse con anestesia local o general
de corta duración. Depilar, limpiar y desinfectar la zona de extracción.

1. Hacer una pequeña incisión con el bisturí en la piel.

2. Introducir el trocar con el estilete en su interior a través de la piel y el músculo. Cuando


el trocar alcanza el periostio, ejercer una presión constante y rotación suave, hasta que
esté firmemente insertado en la cavidad medular.
Usar el estilete del trocar para limpiar el interior de restos de tejido o hueso.

3. Retirar el estilete e instalar una jeringa de 20 ml la cual se ha embebido previamente


con solución de EDTA.
19

4. Aplicar suficiente vacío de modo de obtener la cantidad mínima necesaria para el


examen a realizar (0,5 ml). Tan pronto como se observe aspirado en la jeringa
detener la succión, para evitar contaminación de la muestra con sangre. Un vacío
exagerado determinará ruptura de capilares. Se evidenciará la presencia de médula
por grumos lipídicos en la pared de la jeringa.

5. Devolver el émbolo y sacar la jeringa. Si se obtuvo una cantidad de médula


adecuada, mezclarla con EDTA, o bien, realizar los frotis directamente con el
aspirado de la jeringa. Procesar los frotis de la misma forma que un extendido de
sangre. Para teñirlo es recomendable usar tinción Wright-Leishman, a cambio de la
tinción Giemsa comunmente usada en sangre.

6. Observar al microscopio al inicio con aumento menor para determinar el grado de


celularidad y presencia de megacariocitos. Luego con lente de immersión,
contar a lo menos 500 células nucleadas. Obtener la relación mieloide: eritroide
(M/E.), dividiendo el número de células de la serie mieloide por los elementos
nucleados de la serie eritroide.

Relación Mieloide/Eritroide (M/E)

Valores aproximados normales de esta relación en el canino son de 1,2 : 1; en el


gato de 1,6 : 1; bovino 0,7 : 1 y en el equino de 0,5 : 1.
Para interpretar la relación M/E se debe tomar en consideración el número de
leucocitos de origen mieloide en sangre Para el siguiente análisis consideraremos a los
leucocitos sanguíneos en número normal:

M : E = 1 (Valor aproximado normal. Depende del estado fisiológico).


M>E = >1 : depresión eritropoyesis
M<E = <1 : eritropoyesis aumentada

Descripción Morfológica de Elementos Celulares de médula ósea en Mamíferos.

Serie Eritrocítica:

Pronormoblasto (Rubriblasto o Eritroblasto): Célula redonda o ligeramente ovalada con


escaso citoplasma de color azul oscuro. El núcleo ocupa la mayor parte de la célula,
presentando una cromatina muy laxa y con tinte rojizo. Se observan uno o varios nucléolos o
anillos nucleolares.
20

Normoblasto (Prorubricito o Proeritroblasto): Similar en apariencia al pronormoblasto


excepto que la cromatina puede tener una condensación mínima y no se observan nucléolos.

Normoblasto basófilo (Rubricito basófilo o eritroblasto basófilo): Su tamaño es menor a la


célula anterior. No presenta nucléolos y su citoplasma sigue siendo escaso y de color azul
oscuro intenso. La cromatina nuclear presenta condensaciones, distribuyéndose como los
rayos de una rueda de carreta.

Normoblasto policromático (Rubricito policromático o Eritroblasto policromático): En


esta etapa se está sintetizando hemoglobina lo que produce un cambio en el color del
citoplasma, el cual presenta zonas de color azul claro o plomizo. La cromatina nuclear se
presenta condensada, formando manchas separadas por zonas más claras. La relación
citoplasma núcleo está aumentada, ocupando este último aproximadamente un cincuenta % de
la célula.

Normoblasto ortocromático (Rubricito o Eritroblasto ortocromático): Presenta


generalmente un núcleo excéntrico como masa sólida o picnótica, el cual rápidamente dejará
la célula. Su citoplasma es más acidófilo que el policromático, sin alcanzar el grado presente
en el eritrocito maduro.

Reticulocito: No presenta núcleo y al teñirse con colorantes vitales (nuevo azul de metileno,
azul de cresilo brillante.). Presenta gránulos o una malla difusa de fibrillas. Con colorantes
corrientes (Wright, Giemsa, etc.) se presenta policromatofílico, pudiendo presentar en algunas
cituaciones un remanente nuclear llamado Howell-Jolly.

Eritrocito: Corresponde al estado final de la serie, presentando variaciones de tamaño y


forma. En las aves y reptiles presentan núcleo y son ovalados. Los camélidos y euquenidos los
presentan en forma ovalada pero sin núcleo.

Serie Granulocítica

Mieloblasto: Célula de gran tamaño que posee un núcleo relativamente redondo o levemente
ovalado. La cromatina nuclear se muestra laxa, presentando uno o más nucléolos o anillos
nucleolares. El citoplasma es de color azul (basofílico), pero de un color más claro que el
pronormoblasto y no presenta gránulos.

Promielocito o Progranulocito: Semejante en tamaño al mieloblasto, el citoplasma se


presenta de color azul y muestra granulaciones azurófilas rojizas. Generalmente el núcleo se
presenta excéntrico y con cromatina laxa. No se observan nucléolos.

Mielocito: Célula más pequeña que las anteriores. Aquí comienza la condensación de la
cromatina nuclear. El citoplasma es de color azul claro y como en esta etapa aparecen los
gránulos específicos (neutrofílicos, eosinofílicos y basofílicos), observandose tres tipos de
mielocitos según la tinción de ellos. En el mielocito neutrófilo los gránulos no se tiñen, en el
mielocito eosinófilo los gránulos se observan de color rojo anaranjado y en el mielocito
21

basófilo, dependiendo de la especie los gránulos se pueden observar metacromáticos, negros o


morado.

Metamielocito: Su núcleo adquiere la forma de riñón o de poroto y su cromatina es más densa


que la de las células anteriores. Su citoplasma en el caso de los neutrófilos puede permanecer
levemente basofílico, en cambio en los eosinófilos y basófilos es levemente azul. En esta
etapa, la célula no experimenta divisiones y en su citoplasma se observan los gránulos
específicos diferenciándose claramente los metamielocitos neutrófilos, eosinófilos y basófilos.

Baciliforme o célula en banda: Su núcleo presenta bordes paralelos, con forma de herradura,
“S” o el callado de un bastón y el citoplasma adquiere la tonalidad de la célula madura con
presencia de gránulos específicos según el tipo de célula.

Segmentado o polimorfonuclear: Su núcleo presenta una cromatina densa y con


estrangulaciones, formando segmentos o lóbulos separados por filamentos. El citoplasma
presenta los gránulos específicos de acuerdo al tipo de célula (neutrófilos, eosinófilos o
basófilos). En el caso de los eosinófilos, dependiendo de la especie los gránulos varían en
intensidad del color (rosado a rojizo uniformemente teñidos) lo que depende de sus proteínas
catiónicas (arginina), que además tiene acción citotóxica; de su tamaño, forma y numero. En el
caso de los basófilos, también dependiendo de la especie, los gránulos pueden variar desde
morado hasta negros, siendo metacromáticos debido a su contenido en glicosaminoglicanos
sulfatados (mucopolisacaridos).

Esta denominación (segmentado o polimorfonucleado) se utiliza exclusivamente en los


granulocitos neutrófilos

Serie linfocitica:

Linfoblasto: Presentan un núcleo grande con una cromatina más fina que el linfocito maduro,
pero más gruesa que la de otros blastos, observándose uno o dos nucleolos. El citoplasma se
tiñe de color azul.

Prolinfocito: Semejante al anterior, pero con una cromatina más densa y ausencia de
nucleolos.

Linfocito: Células con núcleo redondo, generalmente excéntrico, teñido intensamente con
cromatina densa. Su citoplasma es azul celeste, escaso, presentando en ocasiones gránulos
azurófilos. Hay pequeños, medianos y grandes, siendo estos últimos de color más claro y una
relación núcleo citoplasma mayor.
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Serie Megacariocítica:

Megacarioblasto: Esta célula es la más grande de los blastos. Presenta un citoplasma escaso
e intensamente basofílico (sin granulaciones) y un núcleo grande ovalado y arriñonado con
numerosos nucléolos.

Promegacariocito: Célula de mayor tamaño que la anterior, ya que ella madura por
endomitosis (división del núcleo sin división del citoplasma). Se pueden presentar de 8 a más
núcleos, o bien, muchos núcleos fusionados como una gran masa irregular. El citoplasma se
tiñe de un color azul obscuro a claro y es escaso alrededor de los núcleos.

Megacariocito: El tamaño de la célula es variable dependiendo del número de núcleos. El


citoplasma es abundante, de color azul pálido y presenta gran cantidad de gránulos azurófilos
rosados que se extienden desde el núcleo hasta la periferia de la célula. A medida que la
célula madura se hace más grande que su estado anterior y se incrementa su citoplasma.

Plaquetas o trombocitos: Corresponden a fragmentos citoplasmáticos de los megacariocitos,


en los mamíferos. Su forma y tamaño es variable, presentando gránulos rojizos en un fondo
azul pálido. En sangre se presentan generalmente aglomerados. En las aves y reptiles son
nucleados, presentando un citoplasma celeste con gran cantidad de vacuolas, recibiendo más
correctamente el nombre de trombocitos.

Otras células y elementos que se observan en Médula Osea.

Osteoclastos: Célula grande irregular que presenta numerosos núcleos separados en un


citoplasma granular de color rosado. Tienen su origen en el tejido óseo.

Plasmocitos o células plasmáticas: Célula de forma irregular a redonda, con una gran
cantidad de citoplasma celeste. Su núcleo es redondo, excéntrico y semejante al núcleo de los
normoblastos. Derivan de los linfocitos B.

Hematogonias: Son los núcleos picnóticos liberados desde los normoblastos ortocromáticos.

Monocitos: Son las células más grandes de la sangre (10 a 18 um) de forma irregular, poseen
abundante citoplasma, celeste plomizo y vacuolas en algunas especies. Su núcleo de forma
variable presenta una cromatina laxa que se tiñe menos que el núcleo de linfocitos y
promielocitos, con los cuales se puede confundir.

Macrófagos: Células de gran tamaño, irregulares, de forma ameboídea que pueden contener
distintas partículas fagocitadas como fierro, material nuclear picnótico o eritrocitos. Existen
macrófagos fijos en diferentes tejidos, como son las células de Kupffer en el hígado, los
macrófagos alveolares del pulmón, las células microgliales del cerebro. Otros son libres y se
encuentran en pleura, peritoneo y en sitios donde ocurre una inflamación.
23

REFERENCIAS

- Beck W.S. 1989. Hematopoiesis and introduction to the anemias. En: Hematology 4th Ed. The MIT Press,
Cambridge, Massachusetts London, England.

- Erslev A.J. & Gabuzda T.G. 1975. Bone Marrow. En: Pathophysiology of blood .W.B. Saunders Company,
Philadelphia, London, Toronto.

- Gordon A.S. 1970. Cell and Platelet Production. En Regulation of Hematopoyesis. Vol 2 White Appleton-
Century-Crofts Educational Division/ Meredith Corporation, New York.

- Jain, N.C. 1986 Schalm’s Veterinary Hematology 4th ed. Lea & Febiger, Philadelphia

- Quesenberry P., Alberico T.,Song Z., Donowitz G., Stewart M.,Gualtieri R., Boswell S., McGrath Elizabet,
Kleeman E., Baber Gwen & Cranston Sandra. 1985. Studies on the regulation of hemopoiesis. Exp. Hematol.
(Suppl 16)13: 43-48

- Rudolph W. & Kaneko J. 1980. Effect of Neutropenia on colony stimulating and inhibiting activity of Dog
Serum. Proc. Soc.Exp. Biol. Med. 163: 421-424
24

CAPITULO 3: ERITROCITOS

G. Montes O.

La actividad primaria del eritrocito maduro es la de servir de vehículo y protección


de la hemoglobina, con el fin de que esta pueda cumplir con el rol de transporte de gases.

El eritrocito de los mamíferos es anucleado y bicóncavo, siendo la intensidad de


esta última característica dependiente de la especie. El canino posee un gran centro
pálido, lo que refleja la magnitud de esta biconcavidad, siendo ésta menor en el equino y
en el felino. En cambio, en especies como el porcino, caprino, ovino y bovino puede no
estar presente. El eritrocito de la familia Camellidae, que incluye al camello, la alpaca, la
vicuña, el guanaco y la llama es de forma elíptica. El resto de los vertebrados como aves,
anfibios, reptiles y peces tienen eritrocitos nucleados y de forma ovalada.

La membrana celular del eritrocito es vital para su sobrevivencia ya que le permite


la posibilidad de deformarse y adaptarse al diámetro de los pequeños capilares sanguíneos
y luego recuperar su forma normal. Además, tiene una permeabilidad selectiva regulando
el intercambio de cationes y las interacciones con otras células, presentando un grupo
importante de enzimas que participan en las actividades metabólicas de esta célula.

La membrana esta compuesta por aproximadamente un 48% de proteínas, un 44%


de lípidos y un 8% de carbohidratos, conformando glicoproteínas y glicolípidos, siendo sus
residuos los responsables de la electronegatividad de la superficie del eritrocito y son ellos
quienes asumen un papel de determinantes antigénicos (grupos sanguíneos).

Para mantener su forma el eritrocito requiere energía, la cual en la mayoría de las


especies es obtenida de la glucosa, con la excepción del cerdo que la obtiene de la inosina.
Esta energía además es utilizada para mantener una alta capacidad reductora en la forma de
NADH y NADPH, que protegen a la hemoglobina y las proteínas estructurales de una
desnaturalización oxidativa. La captación, el transporte o la liberación de oxígeno desde el
eritrocito no requiere energía.

La glucosa entra al eritrocito por un mecanismo activo no dependiente de insulina.


En la etapa de maduración y proliferación eritrocitaria, el normoblasto (rubricito)
policromatofílico es el último estado morfológicamente reconocible que se comporta como
cualquier otra célula del organismo para obtener energía, es decir, posee un activo ciclo de
Krebs, una equilibrada función del ciclo de las pentosas y actividad en el ciclo de Embden-
Meyerhof (EM). Posteriormente y en la medida que el eritrocito madura, esta capacidad del
ciclo de Krebbs se va reduciendo hasta el estado de normoblasto ortocromático
(metarubricito) para llegar a una actividad imperceptible en el reticulocito, desapareciendo
en la célula madura. La glucosa en el eritrocito maduro es metabolizada en un 5 % en el
ciclo de las pentosas, generando NADPH, además, alrededor de un 30 % ingresa al ciclo
del difosfoglicerato (DPG), generando 2,3 DPG y NADH y el 65 % restante opera en el
ciclo de EM.
25

Los eritrocitos tienen una vida limitada que es variable según la especie,
describiéndose eritrocitos de vida media corta como el ratón (20 a 30 días), vida media de
160 días como en el bovino y de 330 días como en la tortuga. En general, las especies que
poseen un vida media eritrocitaria inferior a 100 días, como el ratón, conejo, cerdo, gato,
etc., presentan un cierto número de reticulocitos en circulación, ello determina un grado de
anisocitosis y policromasia característico, lo que no ocurre normalmente en especies como
bovino, ovino, caprino y equino, que poseen una vida media eritrocitaria mayor.

La destrucción de los eritrocitos puede ocurrir por fagocitosis, fragmentación o


cambios en la permeabilidad de la membrana. Normalmente cuando un glóbulo ha
cumplido su ciclo de vida es el sistema monocito-macrófago del bazo e hígado el que lo
retira de circulación por fagocitosis en el extravascular.

Hemoglobina (Hb)

Alrededor de cuatrocientos millones de moléculas de hemoglobina se ubican en un


eritrocito y cada gramo de ella contiene 3,34 mg de fierro, que al estado de completa
saturación transporta 1,34 ml de oxígeno.

La hemoglobina es una proteína conjugada de un peso molecular de 64.458, que


está formada por el grupo Hem que es una protoporfirina y globina que es una cadena
polipeptídica. Cada molécula de Hb posee cuatro grupos Hem unidos a sus respectivas
globinas, conteniendo un átomo de fierro al estado ferroso (Fe2+), asociado a cada Hem.
El fierro posee sus electrones distribuídos en seis pares; cuatro se unen a la molécula de
protoporfirina, otro se une a la cadena de globina y el último sirve para transportar oxigeno.
Cuando la hemoglobina se oxida (metahemoglobina), el fierro pasa al estado férrico
(Fe3+), poseyendo cinco pares de electrones, por lo que pierde la capacidad de transportar
oxigeno.

La síntesis del grupo HEM, que ocurre en la mitocondria, requiere de ácido


succínico proveniente del ciclo de Krebs, con este ácido y en presencia de glicina, la
enzima ALA sintetasa genera el ácido  aminolevulínico ( ALA), reacción que se
desarrolla intramitocondrialmente. Luego en el citoplasma, se genera porfobilinógeno y
sucesivamente un grupo de uroporfobilinógenos, de ellos, el uroporfobilinogeno III genera
coproporfobilinogeno III que ingresa a la mitocondria, donde, luego de varias reacciones
finalmente se genera protoporfirina lll, a la que se le incorpora fierro y así se forma el grupo
HEM. Toda alteración de las mitocondrias, como es el caso de la intoxicación con plomo,
afecta la síntesis de la hemoglobina ya que en ellas se ubican las enzimas que participan en
su génesis.

Una vez generado el grupo HEM, éste abandona la mitocondria y se une en el


citoplasma a las cadenas de globina conformando la hemoglobina. El eritrocito, utilizando
un mecanismo de retroalimentación negativo, tanto en la síntesis del grupo HEM como en
las cadenas de globina, determina que se equilibren sus concentraciones. El eritrocito
maduro no sintetiza HEM, dada la ausencia de mitocondrias, siendo la enzima 
aminolevulinico sintetasa la involucrada en la etapa limitante de la síntesis.
26

En relación a las cadenas de globina, la molécula de hemoglobina de los


mamíferos posee un par de cadenas  y un par de cadenas no  (,  y  ). Cada cadena 
esta compuesta por 141 aminoácidos y cada cadena  por 146 aminoácidos. Existen
diferentes secuencias de aminoácidos en estas cadenas, lo que determina tipos distintos de
hemoglobina dentro de una especie (embrionaria, fetal y del adulto), las cuales tienen
diferentes afinidades por el oxigeno.

Cuando el eritrocito ha cumplido su período normal de vida, es destruido en el


sistema monocito-macrófago por fagocitosis (extravascularmente), siendo la hemoglobina
catabolizada, de forma tal que se recupera el fierro y los aminoácidos de la globina pasan a
formar parte del “pool” de aminoácidos. La protoporfirina es degradada por la hem
oxigenasa a biliverdina y ésta en presencia de bilirrubina reductasa es convertida en
bilirrubina. La bilirrubina (libre) es liberada al plasma sanguíneo y se une a la albúmina
siendo transportada al hígado, donde se conjuga con ácido glucurónico u otro componente
dependiendo de la especie. La bilirrubina conjugada es excretada por el sistema biliar al
intestino, donde es degradada por acción bacteriana a bilinógenos, que se excretan por las
heces (estercobilinógeno). Una parte de estos bilinógenos son reabsorbidos por la
circulación entero-hepática y vuelven a ser excretados por la bilis, no obstante, una
pequeña cantidad sigue en el torrente sanguíneo y alcanza el riñón, donde son excretados
como tal (urobilinógenos). Los niveles de urobilinógenos reflejan la destrucción normal de
eritrocitos senescentes.

En situaciones patológicas (hemólisis), los eritrocitos se destruyen tanto


extravascularmente (sistema fagocítico mononuclear), como intravascularmente. En este
último caso, existe un aumento significativo de hemoglobina en el plasma,
(hemoglobinemia), la cual es catabolizada por diferentes mecanismos. Es así como la
hemoglobina libre en el plasma se une con la haptoglobina (proteína sintetizada en el
hígado), formando un complejo hemoglobina-haptoglobina, que es recuperado por el
sistema monocito-macrófago y catabolizado de la misma forma que la hemoglobina de un
eritrocito viejo.

Otro mecanismo consiste en la oxidación de la hemoglobina, originando


metahemoglobina, la cual se separa en hematina (ferrihem o hemina), que corresponde al
grupo hem con el fierro en estado férrico, que se une a la hemopexina (proteína sanguínea)
y como complejo hematina-hemopexina es transportada al hígado. En este órgano, el fierro
se separa y se origina bilirrubina.

Si estos mecanismos son saturados por un exceso de hemoglobina, esta molécula


es filtrada por el glomérulo apareciendo en la orina (hemoglobinuria), teniendo las células
tubulares del riñón en algunas condiciones, la capacidad de catabolizar la Hb.
27

Anemias

Se presenta un cuadro de anemia cuando la hemoglobina (Hb), el recuento


eritrocitario y el volumen globular aglomerado (VGA) o hematocrito se encuentran bajo el
rango normal de la especie. Lo más frecuente es que una anemia se presente
secundariamente a un proceso patológico o enfermedad generalizada, siendo de escasa
ocurrencia las anemias primarias.

La etiología de las anemias es variada, pero en general se producen por tres grandes
mecanismos que son las pérdidas de sangre agudas o crónicas, la destrucción o hemólisis de
los eritrocitos y la disminución de su producción en la médula ósea.

En la evaluación del paciente anémico, la historia reciente y remota debe ser


analizada, dando especial atención a antecedentes como pérdida de peso, traumatismos,
hemorragias, contacto con tóxicos, tratamientos medicamentosos prolongados, fiebre,
posibles infecciones, presencia de sangre en fecas, petequias, linfoadenopatías y
esplenomegalia.

Los signos clínicos que se presentan están asociados a las adaptaciones fisiológicas
necesarias debido al descenso en el transporte de oxígeno por la sangre. Ellos varían en
magnitud de acuerdo al tipo, causa y grado de la anemia presente, como también al estado
del animal. La participación del bazo debe ser considerada, ya que éste actúa como
“reservorio momentáneo de eritrocitos” y puede cambiar la distribución del volumen
eritrocitario sanguíneo total. En general, los signos clínicos más frecuentes de anemia son:
la intolerancia al ejercicio, disnea, palidez de mucosas, depresión, incremento de las
frecuencias cardíaca y respiratoria. Si la causa de la anemia es una pérdida aguda de un
volumen sanguíneo importante, entonces lo signos más relevantes dicen relación con un
estado de shock hipovolémico, predominando la taquicardia y la disnea.

Las anemias asociadas a destrucción acelerada de eritrocitos (hemolíticas), cursan


generalmente con ictericia, fiebre y hemoglobinuria. Si esta última es de una magnitud
importante, se afecta el funcionamiento de los riñones pudiendo presentarse nefrosis.

En cuadros crónicos de anemia, las adaptaciones del ritmo cardíaco pueden llegar, si
no se tratan a tiempo, a un incremento del tamaño del corazón.

En la aproximación diagnóstica de una anemia, se debe además considerar el estado


de hidratación del animal, puesto que frente a una deshidratación la magnitud del descenso
del volumen eritrocitario puede estar subestimada. Una forma de determinar un estado de
deshidratación es midiendo la proteína plasmática total (PPT), la cual se incrementa en
estados severos de deshidratación, siempre que se descarten otras posibles causas de
aumento de la PPT, como por ejemplo, por un aumento de las globulinas. La PPT se
normaliza si se recupera el tenor hídrico del animal.

En relación a la severidad de la anemia que pueda presentar un animal, ello


depende de la especie. Así desde el punto de vista clínico, se acepta para el canino, que
cursaría una anemia severa cuando el VGA es menor a un 19% y la transfusión es
28

necesaria cuando se presenta en niveles inferiores a 13%. Una anemia moderada oscilaría
entre un 20% a un 29%, la cual generalmente es secundaria y puede estar asociada a
inflamaciones crónicas, alteraciones renales, hepáticas o endocrinas. La anemia se
considera leve cuando el VGA se ubica entre un 30% y un 36%.

En el caso del canino, es necesario considerar que el VGA no es buen estimador de


la severidad de la anemia en algunas razas como el Poodle, la cual normalmente tiene un
volumen corpuscular medio muy alto, o la raza Akitas, en donde la situación es inversa.

En el caso del felino, un VGA inferior a un 13% indicaría un cuadro severo de


anemia y se sugiere una transfusión cuando el VGA es menor a un 11%. Una anemia
moderada en esta especie cursaría con un VGA entre un 14% a un 19%, siendo leve al
detectar un VGA entre un 20% a un 26%.

Clasificación de las anemias

El objetivo de clasificar una anemia es obtener antecedentes que permitan explicar


su etiopatogenia, para realizar un correcto diagnóstico y tratamiento del paciente.

Existen varios criterios de clasificación, como el de anemias absolutas y relativas,


agudas y crónicas, clasificaciones morfológicas y etiológicas, o bien, si posee o no una
respuesta medular (regenerativa o en remisión) pudiendo existir combinaciones de estos
criterios. En general, cada criterio por separado entrega antecedentes insuficientes para
orientar un procedimiento médico, e incluso en ocasiones puede ocurrir que una anemia
pueda presentar más de un criterio de clasificación. Lo importante es obtener el máximo de
información complementaria respecto del paciente con anemia, ya que desde el punto de
vista de su tratamiento lo determinante es establecer su origen y si existe una respuesta
medular adecuada con aumento de la eritropoyesis.

Las anemias absolutas, son aquellas en las cuales existe un descenso real del
volumen eritrocitario total en el animal (eritron). Las anemias relativas ocurren cuando se
incrementa el volumen plasmático, lo que puede suceder en una sobrehidratación posterior
a una terapia de fluídos, en la preñez o en neonatos.

Las anemias agudas están más relacionadas con hemorragias y hemólisis de curso
reciente y de gran magnitud, a diferencia de las crónicas, que dicen relación a problemas
endocrinos, metabólicos, nutricionales que se prolongan en el tiempo o a pérdidas
imperceptibles de sangre, por ejemplo por algunas lesiones gastrointestinales.

La clasificación morfológica de las anemias, se basa en la utilización de dos índices


eritrocitarios (índices hematimétricos de Wintrobe); uno es el volumen corpuscular
medio (VCM), y el otro es la concentración de hemoglobina corpuscular media
(CHCM). De acuerdo a este criterio, que considera el volumen o tamaño promedio y la
concentración de hemoglobina promedio de los eritrocitos liberados desde la médula, es
posible visualizar la posible etiología de la anemia presente. La clasificación morfológica
de las anemias se indica en el Cuadro Nº 3.
29

Cuadro Nº 3: Clasificación morfológica de las anemias

VCM CHCM Interpretación


Normocítica Normocrómica Eritrocitos morfológicamente
normales.
Normocítica Hipocrómica Baja disponibilidad de Hb.
Macrocítica Normocrómica Deficiencias vit B12 y ácido fólico
Macrocítica Hipocrómica, Normocrómica Anemia regenerativa por aumento
de la eritropoyesis.
Microcítica Hipocrómica Deficiencia de fierro, cobre.
Pérdida crónica de sangre

La clasificación etiológica de las anemias, como su nombre lo indica, se


refiere a las causas específicas que producen la anemia. Algunas de estas causas se entregan
en el Cuadro Nº 4.

Cuadro Nº 4: Clasificación etiológica de las anemias

Pérdida o destrucción de eritrocitos Eritropoyesis disminuída

Hemorragia Deficiencia nutricional


Traumatismos Vitamina B12, ácido fólico
Parásitos chupadores de sangre Fierro, cobre, proteínas
Lesiones gastrointestinales Enfermedades crónicas
Lesiones del tracto urinario Inflamaciones e infecciones
Desórdenes de la hemostasis Insuficiencia hepática
Neoplasias con sangramiento Insuficiencia renal
Hemólisis Destrucción de la médula ósea
Autoinmune e inmune Agentes químicos
Infecciosas (hemobartonella, babesia) Irradiación
Tóxicas (cobre, plomo, oxidantes) Neoplasias mielo y linfoproliferativas
Mielofibrosis

Respuesta medular a la anemia

Luego de clasificar el tipo y establecer la intensidad del cuadro anémico presente, se


requiere estimar la producción de eritrocitos por parte de la médula ósea. En general, ello se
aprecia por la generación de reticulocitos, los cuales se visualizan y cuantifican en los
extendidos de sangre, teñidos con una tinción vital como el nuevo azul de metileno, desde
aproximadamente las 72 horas posteriores a la injuria, por ejemplo, una hemorragia o una
hemólisis. El recuento de reticulocitos se efectúa contando a lo menos 500 eritrocitos,
expresando su concentración en porcentaje.

Se ha determinado que la magnitud de la reticulocitosis está en relación con el grado


de la anemia, por lo tanto, para estimar la verdadera respuesta del paciente, la cuenta de
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reticulocitos debe corregirse según la intensidad de la anemia. Es así como el recuento de


reticulocitos en porcentaje se corrige por el grado de anemia que presenta el paciente,
considerando el VGA o la cantidad de hemoglobina o el recuento de eritrocitos,
utilizándose en la práctica el VGA. El porcentaje de reticulocitos corregido, se calcula
multiplicando el porcentaje observado en el frotis por el VGA del paciente, dividido por el
VGA promedio de la especie. Se considera para el perro un VGA promedio normal de 45
% y para el felino de 37 %. Otra forma de expresar esta corrección es por el Nº absoluto
de reticulocitos/ul, calculándolo de acuerdo al porcentaje observado y al recuento de
eritrocitos por ul de sangre.

Se considera en general, que en un individuo con su eritropoyesis normal los


reticulocitos tienen un sobrevida aproximada de 1 día en circulación antes de madurar a
eritrocitos, la cual va aumentando de acuerdo a la intensidad de la anemia. Por lo tanto de
acuerdo al tiempo de maduración de los reticulocitos (Cuadro Nº 5), tambien se puede
realizar esta corrección mediante el cálculo del índice de reticulocitos (IR), el cual
considera el porcentaje corregido de reticulocitos de acuerdo al grado de la anemia,
dividido por el tiempo de maduración según el VGA del paciente.

La estimación del tiempo de maduración o sobrevida de los reticulocitos en


circulación en el caso del canino no ha sido calculado, sin embargo, algunos autores
recomiendan utilizar los antecedentes de sobrevida estudiada para el hombre (cuadro 5).

Cuadro Nº 5: Maduración de reticulocitos en circulación

(Hombre)
VGA Días
45 1,0
35 1,5
25 2,0
15 2,5

Cada estimación tiene sus ventajas y desventajas. Un grupo de autores sugiere que
el recuento absoluto de reticulocitos es un buen indicador de respuesta a la anemia,
asumiendo que hasta 60.000 reticulocitos/ul es el número normal, por lo que un perro o
gato que cursa una anemia y posee esta población de reticulocitos en circulación no tendría
indicios de respuesta medular. Un recuento absoluto de reticulocitos del orden de 60.000 a
150.000/ul señalaría una respuesta leve, siendo moderada una de 300.000/ul y marcada
cuando los reticulocitos son más de 500.000/ul.

En el caso del IR, un valor inferior a 1 señalaría que la médula ósea no tiene una
respuesta eritropoyética adecuada. Cuando el IR esta entre 1 y 2 sugiere una médula ósea
eritropoyecticamente activa, con algún grado de respuesta a la anemia. Un IR igual o mayor
a 2 es indicativo de una eritropoyesis acelerada y un IR mayor a 3 es lo esperado en una
respuesta regenerativa marcada, como ocurre en una crisis hemolítica o en una hemorragia.
31

Otra forma de complementar la evaluación de la respuesta medular a una anemia,


está dada por el estudio morfológico de los eritrocitos en el extendido de sangre teñido con
tinción corriente, donde se pueden apreciar eritrocitos policromáticos (eritrocitos de color
gris azulado debido a que no tienen su carga de Hb completa y que corresponderían a
reticulocitos), macrocitos o eritrocitos de mayor tamaño que el normal, lo que se evalúa
en el hemograma como policromasia y anisocitosis marcada respectivamente, asignándole
intensidades subjetivas de leve , regular o marcada. También se pueden observar, en los
mamíferos, eritrocitos nucleados en distintos estados de maduración y aumento de los
cuerpos de Howell Jolly o remanente nuclear. En anemias hemorrágicas o por hemólisis, la
generación de los eritrocitos puede ir acompañada de una neutrofilia y trombocitosis.

Se considera que una anemia esta en remisión, cuando presenta manifestaciones en


sangre de una eritropoyesis activa y ello ocurre en hemorragias o hemólisis agudas. Sin
embargo, en el equino esto no se manifiesta porque la maduración de los reticulocitos
ocurre completamente en la médula ósea, no liberándose a la sangre. Se puede esperar que
en dos semanas se exprese la intensidad de la respuesta, de forma tal, que el VGA se
acerque al límite inferior de referencia para la especie. Es frecuente observar que puede
transcurrir hasta un mes antes que el animal recupere su VGA original (normal).

Una vez establecido el tipo de anemia y el grado de respuesta de la médula ósea, se


requiere evaluar otros antecedentes, a fin de establecer con mayor certeza la causa de esta
alteración. Una información de utilidad es la medición del índice ictérico (I.I.) en el
plasma, que se incrementa en las anemias hemolíticas, lo que puede ser verificado por un
incremento de la bilirrubina sérica (indirecta) y el urobilinógeno urinario. También es útil
determinar la proteína plasmática total, la cual disminuye en las anemias por hemorragia.

De acuerdo a su etiología, las anemias hemorrágicas producidas por lesiones


gastrointestinales son de incidencia baja, más frecuentes son los accidentes traumáticos y
en menor casuística, pero dramática por sus efectos, las hemorragias por alteración de la
coagulación sanguínea en las intoxicaciones con cumarínicos o derivados. Las neoplasias
superficiales tienden a sangrar, sobre todo las vasculares, mencionándose al
hemangiosarcoma esplénico del canino viejo como algo frecuente.

En el caso de las anemias hemolíticas, ellas pueden ser causadas por agentes
parasitarios como la Hemobatonella felis, que produce la anemia infecciosa felina; los
anaplasmas que se encuentran en el bovino; las babesias o piroplasmas que actúan en el
equino, bovino y canino; los eperitrozoon del porcino Otra causa son la exposición a
agentes tóxicos con alta capacidad oxidativa, lo que determina precipitación de la
hemoglobina como metahemoglobina , formándose los denominados cuerpos de Heinz en
el caballo o cuerpos refráctiles en el gato, los cuales son removidos de circulación por el
sistema monocito-macrófago. Esta situación se ha descrito en animales (perros, vacas) que
han ingerido altas cantidades de cebollas (Allium sp); por el uso de azul de metileno como
desinfectante en el gato; por la administración de acetaminofen en el gato y benzocaína
tanto en gatos como perros.

Cuando un paciente presenta hemólisis sin una causa conocida, debe considerarse la
posibilidad de un cuadro de anemia hemolítica autoinmune, el cual junto a una
32

trombocitopenia son los signos más constantes en enfermedades como el lupus


eritematoso. En esta situación, dada la adherencia de anticuerpos a la membrana de los
eritrocitos, éstos son removidos por el sistema fagocitario con una porción de la membrana
del glóbulo rojo, sufriendo el remanente eritrocitario una adecuación de su forma al
disminuir su membrana, transformándose en esferocito, el cual es característico de este
tipo de anemias.

Se considera que una anemia es no regenerativa, cuando no hay manifestaciones de


una respuesta medular. Ello se observa en algunas enfermedades crónicas nutricionales
como deficiencia de fierro y cobre, pérdidas crónicas de sangre por infestaciones con
parásitos chupadores de sangre (ancylostoma sp, haemonchus contortus, trichostrongylus,
ostertagia, diphylobothrium latum); también asociada a inflamaciones gastrointestinales
severas y crónicas o tumores con pequeños, pero sostenidos sangramientos. En ellas es
esperada una hipocromía y la presencia de microcitosis sólo ocurre en deficiencias graves.
Las inflamaciones crónicas tanto difusas como localizadas, como por ejemplo, la peritonitis
infecciosa felina, pueden determinar menor sobrevida eritrocitaria, insuficiente respuesta
medular a la anemia y falla en el aporte de fierro a nivel de médula ósea.

Las anemias por problemas crónicos hepáticos o renales con alteración de la


sobrevida y fallas en el estímulo para la eritropoyesis, es otro grupo de afecciones que
cursan con anemias sin respuesta, en estas puede ser frecuente la presencia de leptocitos en
circulación.

Las anemias asociadas con neoplasias, en cuya génesis pueden contribuir varios
mecanismos, puede deberse a metastasis o infiltración de la médula ósea, como ocurre por
ejemplo en el linfosarcoma canino y en la leucemia felina.

En casos de alteraciones endocrinas como hipotiroidismo o hipoadrenocorticismo


puede presentarse una anemia leve. En el canino, puede presentarse una severa anemia
debido a intoxicación por estrógenos, que puede destruir la médula ósea, observándose
además de la anemia una severa trombocitopenia y leucopenia.

Policitemias

Un incremento en el número de eritrocitos sobre lo normal se denomina policitemia


(poliglobulia), siendo un cuadro que puede observarse en felinos y caninos de
temperamento activo. Las policitemias se clasifican en relativas y absolutas, designándose
como policitemia relativa al incremento de la serie roja sin aumento del volumen
eritrocitario total, en cambio, un aumento real del volumen eritrocitario total correspondería
a una policitemia absoluta (Cuadro 6).

Las policitemias relativas pueden ser producto de un descenso del volumen


plasmático, como es el caso de una deshidratación o bien, de un incremento de los
eritrocitos circulantes por contracción del bazo. Ambas situaciones son transitorias y
pueden diferenciarse al medir las proteínas plasmáticas, ya que estas últimas aumentarán
cuando hay una hemoconcentración por descenso del plasma en el torrente circulatorio.
33

Cuadro 6: Clasificación de las policitemias

Policitemias relativas

Deshidratación
Contracción del Bazo

Policitemias absolutas

Primarias:
Policitemia vera

Secundaria:
Incremento producción eritropoyetina (hipoxia pulmonar)
Enfermedades cardiovasculares, descenso tensión de oxígeno atmosférico.
Producción de eritropoyetina ectópica (neoplasia renal, hepatomas, hidronefrosis)

La policitemia absoluta primaria (Policitemia Vera), es un desorden


mieloproliferativo que afecta a la población de células pruripotenciales, resultando en un
incremento de las células comisionadas eritroides. Es independiente de la eritropoyetina y
los eritrocitos poseen una vida media normal.

La policitemia absoluta secundaria, ocurre por un incremento de la eritropoyesis


por acción de la eritropoyetina. En general es una respuesta fisiológica compensatoria por
ejemplo a un estado de hipoxia a nivel del riñón o por producción ectópica de
eritropoyetina, independiente de la oxigenación tisular. Se ha observado en perros, gatos y
caballos a consecuencia de la tetralogía de Fallot y en animales que viven en altura.

Desde un punto de vista clínico se manifiesta un problema crítico cardiovascular


cuando se produce hiperviscosidad de la sangre, ello ocurre con un VGA sobre un 60 %.
Los signos iniciales son neurológicos, probablemente dado por la falta de oxigenación del
sistema nervioso central.

La diferenciación entre policitemia primaria y secundaria requiere de una adecuada


anamnesis y exámenes de laboratorio (PO2 arterial; concentración eritropoyetina).
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REFERENCIAS

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anemic dogs. Vet. Clin. Path. 25 (3)

- Harvey J.W. and Gaskin J.M. 1977. Experimental feline Haemobartonellosis. J. Am. Animal Hospital
Assoc. 13(1) 28-38

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crosses. J. Am. Vet. Assoc. 175 (9): 901 - 905

- Holbrook A.A. 1970. Theilerosis, babesiosis, and anaplasmosis. Misc. Pub. 6 (7): 345- 347

- Jain N.C. 1986. Examination of the blood and bone marrow. En: Schalm`s Veterinary Hematology. 4th Ed.
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- Perman V. & Stevens J. & Laber J. 1974. Polychromasia or reticulocyte – an assessment of the dog.
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Frequency of congenital iron deficiency anemia. Cornell Vet. 65 (4):543 – 556

- Tvedten Harold W. 1999. Morphologic classification of anemia (commentary). Vet. Clin. Path. 28 (3).
35

CAPITULO 4: Piroplasmosis o Babesiosis Equina


W. Rudolph R.

Enfermedad tambien conocida como Fiebre Biliar, afecta a los equidos y se


encuentra ampliamente distribuída en el mundo, habiendo sido diagnosticada en Chile, por
nuestro Laboratorio el año 1970 y encontrandose a lo largo del país solo en la raza Fina
Sangre de carrera Inglés.

Como agentes etiológicos, dos son las especies de parásitos protozoos (localización
sistémica incierta) del género Babesia, clase piroplasmasida, familia Babesidae que la
afectan al equino:

1. Babesia caballi (Nuttall 1910) o Piroplasma caballi, de forma piriforme (2,5 a


4 µ de largo) o redondeadas (1,5 a 3 µ de diametro).

2. Babesia equi (Laveran 1901) o Nutallia equi, de menor tamaño que la anterior
(menos de 2 µ) de forma redondeada, siendo posible encontrar piriformas de a 4
como cruz de malta (posterior a su división). Su distribución mundial es mayor
que la Babesia caballi al igual que su patogenicidad. En Chile, sobre el 90% de
los casos diagnosticados corresponden a esta babesia.
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CAPITULO 5: LEUCOCITOS

Gladys Villouta C.

Características generales y distribución

Morfológicamente se distinguen 5 tipos de leucocitos en la sangre de un animal


normal. La mayoría actúa en la defensa del organismo contra la agresión de elementos
extraños externos como microorganismos o de estructuras propias anormales. Esta función
la realizan participando en los mecanismos inmunes inespecíficos y específicos, donde
ocurre una estrecha interactuación celular. Los neutrófilos y los monocitos-macrófagos son
células eminentemente fagocitarias, que cumplen un rol importante en el proceso
inflamatorio, en cambio los linfocitos actúan de forma específica, en la producción de
anticuerpos y en la respuesta inmune celular.

Los leucocitos desde el punto de vista morfológico se clasifican según la forma del
núcleo en dos grupos, los polimorfos nucleares (PMN) o granulocitos (por presentar
granulos específicos en el citoplasma), representados por los neutrófilos, eosinófilos y
basófilos, cuya principal característica es la forma segmentada del núcleo y los
mononucleares que comprenden a los linfocitos y monocitos que presentan un núcleo sin
segmentos.

De acuerdo a la presencia de granulaciones específicas en el citoplasma y a sus


propiedades tintoriales, se distinguen los granulocitos neutrófilos (generalmente no se
tiñen) o PMN, eosinófilos (granulos acidófilos) y basófilos (granulos basofílicos) y los
agranulocitos, que son los linfocitos y monocitos, que carecen de granulaciones
específicas observables, aunque en ocasiones y en algunas especies los linfocitos pueden
presentar gránulos azurófilos inespecíficos.

Las características morfológicas propias de cada célula son el resultado de un


proceso de diferenciación, proliferación y maduración que ocurre en la médula ósea y
órganos linfoides, que son los lugares de producción en el individuo adulto.

Desde el punto de vista morfológico y cinético, los granulocitos se encuentran en la


médula ósea (fase medular) en distintos estados de desarrollo funcional que se definen a
continuación:

Etapa de proliferación o mitosis: Constituida por células en activa división como


mieloblasto, promielocito y mielocito.

Etapa de maduración o posmitótica: Formada por células que ya no se dividen como


metamielocitos y baciliformes.

Etapa de almacenamiento o reserva: Constituida por células de núcleo segmentado


(neutrófilos) y algunos baciliformes, las cuales cubren las demandas tisulares exageradas,
37

impidiendo un agotamiento o deplesión medular. Por ejemplo, en el canino, se ha estimado


que la reserva cubre las necesidades normales de 5 días.

En general en el hombre, el proceso de la granulopoyesis, desde mieloblasto a


neutrófilo segmentado demora aproximadamente 7 a 11 días, en el canino3 a 5 días y en el
bovino 3 a 5 días, valores que se han obtenido utilizando radioisótopos como las timidina
tritiada para su determinación.

Fase intravascular o sanguínea: Aproximadamente el 2% de los granulocitos del


organismo se encuentra en el torrente sanguíneo, ya que una vez que los granulocitos dejan
la médula ósea, pasan por la sangre hacia los tejidos En la mayoría de las especies los
leucocitos predominantes en la sangre son los neutrófilos segmentados, excepto en el
bovino, ovino, caprino, donde predominan los linfocitos.

El número de eosinófilos en la circulación es bajo, siendo inferior a 3%; existiendo


una relación de aproximadamente 1:300 con respecto a los tejidos. Los basófilos son raros
de encontrar en la sangre.

En los vasos sanguíneos, se consideran dos compartimentos funcionales de


granulocitos neutrófilos (PMN). Las células que se encuentran circulando libremente por el
lumen constituyen el “pool circulante” y las que se ubican adosadas a las paredes de
capilares y vénulas en varios tejidos como pulmón, hígado y bazo, conforman el “pool
marginal”. Existen variaciones por especie en la cantidad de células de ambos
compartimentos, existiendo en el hombre, canino, bovino y equino aproximadamente un
50% en cada uno de ellos.

Las células de ambos compartimentos están en continuo intercambio y pueden


moverse de uno hacia el otro. El pool marginal puede a su vez movilizarse rápidamente
bajo la acción de factores hormonales (epinefrina), liberados en condiciones fisiológicas y
patológicas cuyo mecanismo se describirá más adelante. Los neutrófilos circulantes deben
marginarse o adosarse al endotelio vascular para emigrar hacia los tejidos, cuando son
atraídos por factores quimiotácticos durante el proceso inflamatorio. Cuando se obtiene
una muestra de sangre venosa, ésta representa a los neutrófilos del pool circulante.

El tiempo de permanencia de los PMN en la sangre es corto si se compara con los


eritrocitos (semanas a meses) y las plaquetas (5 a 10 días), describiéndose para los
neutrófilos un T1/2 en circulación de 6 a 7 horas en el hombre y 5 a 6 horas en el canino.

Fase tisular: En los tejidos, los neutrófilos se encuentran principalmente en las zonas de
entrada de gérmenes como las vías respiratorias, tracto gastrointestinal, genitourinario y
tejido subcutáneo. Una vez que los neutrófilos salen a los tejidos no regresan a la sangre,
es decir no recirculan.

Los neutrófilos, pasan desde la circulación hacia los tejidos atraídos por una
gradiente quimiotáctica producida por productos de microorganismos, complejos Ag-Ac,
factores del complemento (C3a, C5a), linfokinas, productos de PMN, plaquetas y
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macrófagos. Existen algunos factores quimiotácticos propios para cada célula, como la
histamina y derivados para los eosinófilos. Los PMN salen de los vasos sanguíneos entre
los endoteliocitos y migran por diapedesis hacia los tejidos injuriados, donde cumplen la
función de fagocitosis. Su vida media en los tejidos es corta, aproximadamente 4 a 5 días,
por lo tanto no son capaces de controlar microorganismos intracelulares de crecimiento
lento.

En El caso de los linfocitos T, ellos se distribuyen en el timo, nódulos linfáticos,


sangre, bazo y médula ósea. Los B se encuentran principalmente en la médula ósea, bazo,
sangre, nódulos linfáticos y un bajo porcentaje en el timo. Los linfocitos T y B ocupan
distintos sitios en los órganos linfoides, por ejemplo, los linfocitos B se ubican en la corteza
de los folículos y nódulos linfáticos, en tanto que los T se localizan en la paracorteza.

Las células inmunocompetentes están continuamente recirculando, se detienen en


los órganos linfoides secundarios, para luego salir a la circulación y regresar.

La concentración de linfocitos B y T en la sangre varía según la especie,


predominando en algunas los linfocitos T. No se pueden diferenciar morfológicamente por
tinciones corriente.

Los macrófagos tisulares son mucho más numerosos que los monocitos circulantes,
describiéndose para el hombre una relación de 50:1.

Metabolismo

Los leucocitos como todas las células del organismo poseen la mayoría de los
constituyentes químicos como carbohidratos, proteínas y lípidos. Los granulocitos y
monocitos-macrófagos contienen además una importante batería enzimática, algunas de las
cuales permiten la identificación de las células mediante técnicas histoquímicas, como la
fosfatasa alcalina y la mieloperoxidasa.

Tanto los PMN como las células mononucleares desarrollan las vías anabólicas y
catabólicas tradicionales. La energía para sus procesos biológicos, la obtienen en un 90% de
la glicolisis y en un menor porcentaje de la hexosa monofosfato “shunt”. La utilización de la
glucosa es mayor en las células fagocíticas como neutrófilos y monocitos.

Fagocitosis

Este es un proceso biológico inespecífico de defensa de gran importancia en la


destrucción de bacterias extracelulares piogénicas y que es realizado por los PMN y
monocitos-macrófagos. Presenta las siguientes etapas:

1.- Quimiotaxis: Debido a la liberación de aminas vasoactivas (histamina y


serotonina) desde basófilos y células cebadas en el sitio de la injuria, se produce un cambio
en el flujo sanguíneo y en la permeabilidad de la microcirculación local, que se traduce en
39

una mayor adherencia y marginación de los PMN al endotelio vascular. Por otra parte, se
liberan factores quimiotácticos endógenos para estas células, derivados del sistema del
complemento (C3a, C5a, C5-6-7), coagulación y kininas, linfokinas y exógenos, como
productos bacterianos y virales (proteinasas, lípidos).

2.- Reconocimiento del antígeno e ingestión: Las células fagocíticas reconocen a


las partículas extrañas, cuando ellas están cubiertas con anticuerpos específicos y
complemento (opsonización), a través de los receptores de superficie que poseen (FcIg y
C3b). Se produce luego del contacto una hiperpolarización e invaginación de la membrana
del fagocito, por acción de proteínas contráctiles (actina y miosina) de microfilamentos y
microtúbulos y se forma la vacuola fagocítica o fagosoma.

3.- Liberación de factores antibacterianos, lisis y digestión del material


fagocitado: Las células fagocíticas estimuladas por complejos antígeno-anticuerpo vierten
el contenido de sus gránulos primarios y secundarios, liberando su batería de enzimas
proteolíticas e hidrolíticas al interior del fagosoma; siendo diferentes en el caso de los PMN
y los monocitos-macrófagos. Al mismo tiempo, se sintetizan compuestos microbicidas
dependientes del oxígeno o radicales libres, que actúan sobre bacterias, virus, hongos y
micoplasmas, siendo los principales:

Radical superoxido O2-


Peróxido de hidrógeno H2O2
Haluros como hipocloritos Cl2O2
Radicales OH-

Otros productos de secreción de las células fagocíticas son los metabolitos


derivados del ácido araquidónico, el cual es liberado desde la membrana celular por la
acción de la enzima fosfolipasa A2. Una vez que el ácido araquidónico se genera, es
metabolizado por la acción de dos enzimas, la ciclo-oxigenasa, formándose
prostaglandinas y tromboxanos y por lipo-oxigenasa formándose leucotrienos, los cuales
tienen una activa participación como mediadores en el proceso inflamatorio.

4.- Detoxificación de metabolitos productos de la fagocitosis: Los productos


bactericidas de las células fagocíticas pueden ser liberados fuera del fagosoma hacia el
citosol y también al extracelular produciendo daño tisular. Sin embargo, estas células están
dotadas de sistemas detoxificantes como la catalasa y glutation reducido que metabolizan
el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno. Ocasiones donde existe una gran cantidad de
elementos antigénicos o las partículas a fagocitar son muy grandes se produce daño tisular
de importancia.

Los eosinófilos tienen una escasa capacidad de fagocitosis y bactericida al


compararlos con los neutrófilos. Se les ha descrito una participación activa en el control de
infecciones contra parásitos helmínticos metazoarios, con un efecto citotóxico mediado por
proteínas catiónicas y peroxidasa. Por otra parte, estas células participan en reacciones
inmunológicas con injuria tisular como reacciones alérgicas, interactuando con linfocitos T
y células cebadas.
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Cuando ocurre degranulación de células cebadas estimuladas, por ejemplo, por IgE
(hipersensibilidad) se produce una gran liberación de histamina y factores quimiotácticos
para eosinófilos, los cuales son atraídos al foco amagado observándose eosinofilia tisular,

participando en la inactivación de histamina y sus derivados, por su contenido en


histaminasa.

Los basófilos, además de ser ricos en aminas vasoactivas que inician el proceso
inflamatorio, liberan factores quimiotácticos para neutrófilos y eosinófilos.

Una vez que reconocen un antígeno experimentan una transformación blástica y


producen una serie de efectores o linfokinas que amplifican y modulan la respuesta
inmune.

Variaciones Sanguíneas de los Leucocitos

Factores que la afectan: especie, edad, sexo, raza, estado fisiológico, relación
neutrófilo-linfocito.

La respuesta de los leucocitos sigue los mismos principios en todas las especies, sin
embargo, deben considerarse las particularidades de cada una de ellas. En general, las
variaciones de los leucocitos sanguíneos ocurren rápidamente, por lo tanto, un examen de
sangre representa la situación existente en el momento de extraer la muestra. La
sangre es sólo una vía de paso de los leucocitos hacia los tejidos, siendo los exámenes
seriados la forma más precisa de evaluar sus variaciones.

El número total y diferencial de leucocitos es diferente para cada especie, al igual


que la relación Neutrófilo/Linfocito (N/L). Es así como en el canino predominan los
neutrófilos (3,5:1), lo mismo en el felino (1,8:1), en tanto que en el equino es (1:1) y en el
bovino lo hacen los linfocitos (0,5:1).

También existen diferencias intra especies e individuales, atribuidas a la edad, raza


y sexo. Es así, como los bovinos jóvenes tienen mayor número de linfocitos que los
adultos; en el equino, hay diferencias en el número de leucocitos entre animales de raza
como el Fina Sangre de Carrera Inglés, el equino mestizo y el caballo chileno.

Existen condiciones fisiológicas propias de la hembra como la preñez y el parto, y


estados adaptativos o de estrés de distintos niveles que también afectan la fórmula
leucocitaria.

En general las variaciones leucocitarias se clasifican en 3 grandes grupos:

1. Fisiológicas

Generalmente en todas las especies es el resultado de la liberación de epinefrina, en la


cual el “pool” marginal de neutrófilos se moviliza a la circulación general, aumentando la
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cuenta de leucocitos neutrófilos. Ocurre más frecuentemente en animales jóvenes producto de


disturbios físicos o emocionales. También son frecuentes en el parto, preñez y post prandial.

2. Proliferativas

Se deben a una proliferación anormal y fuera de los mecanismos de control de la


producción celular, como por ejemplo: neoplasia hemopoyética.

3. Reactivas

Se manifiestan con una leucocitosis (aumento de leucocitos) o una leucopenia


(disminución de leucocitos), dependiendo del agente etiológico, de la magnitud de la
respuesta y de la relación neutrófilo-linfocito en la sangre de la especie. En general, en las
especies donde predominan los neutrófilos las leucocitosis se deben a neutrofilia y son de
mayor magnitud como en el canino y felino, la que puede ir o no acompañada con la
presencia de neutrófilos inmaduros en la circulación lo que se denomina desviación a la
izquierda. Las leucocitosis son mucho más frecuentes que las leucopenias, estas últimas
estan generalmente asociadas a un mal pronóstico si son permanentes.

Mecanismos de Neutrofilia: Existen tres causas principales de neutrofilia, la fisiológica o


seudo neutrofilia, la producida por estrés sistémico no inflamatorio y la desencadenada por
un proceso inflamatorio.

a. Neutrofilia fisiológica o seudo neutrofilia: Se produce en condiciones de


excitación, susto, ejercicio muscular, post prandial, o cualquier estado que produzca la
liberación de catecolaminas (epinefrina y norepinefrina) y concomitantemente a un
aumento del flujo sanguíneo. Es un proceso de rápida aparición y de corta duración, donde
ocurre una movilización de neutrófilos desde el “pool” marginal al circulante sanguíneo
(demarginación). Esta respuesta se debe al efecto beta adrenérgico de la epinefrina, que
causa aumento del AMP cíclico de las células endoteliales, disminuyendo la adherencia de
los neutrófilos a las paredes de los vasos.

b. Neutrofilia del estrés sistémico no inflamatorio: Se produce por la liberación


endógena de glucocorticoides, en estados de dolor, traumáticos, intervenciones
quirúrgicas, o por la administración de corticoides exógenos. En este último caso la
respuesta ocurre entre 4 a 8 horas de la inyección y persiste por 12 a 24 horas. Si la
liberación endógena o la administración se mantienen en el tiempo la respuesta también
perdura.

Los corticoides aumentan la liberación de neutrófilos desde el compartimiento de


reserva de la médula ósea hacia la circulación, y por otra parte, disminuyen la adherencia y
marginación de los neutrófilos al endotelio vascular, disminuyendo la salida de estas
células hacia los tejidos. Ello se traduce en un aumento del “pool” circulante de neutrófilos
y una disminución de la reserva de médula ósea. Esta neutrofilia va acompañada de
linfopenia, eosinopenia y monocitosis o monocitopenia dependiendo de la especie y el
mecanismo de producción.
42

c. Neutrofilia de la inflamación: Los procesos inflamatorios, especialmente los de


origen bacteriano cursan con neutrofilia. La magnitud de la neutrofilia está determinada
por el balance entre la tasa de liberación desde médula y la demanda tisular. Al inicio del
proceso inflamatorio, hay salida de neutrófilos desde la reserva de médula ósea; más
adelante, aumenta la producción de estas células bajo el estímulo del factor estimulador
de colonias granulocíticas (granulopoyetina) y otros factores estimuladores derivados de
linfocitos y macrófagos activados. A nivel medular, se produce un aumento del “pool” de
proliferación y maduración.

En la sangre puede ocurrir además una desviación a la izquierda o presencia de


neutrófilos inmaduros, que puede ser leve (solo baciliformes), regular o moderada
(baciliformes y metamielocitos) y marcada (baciliformes, metamielocitos y mielocitos o
más inmaduros), dependiendo de la etiología y la severidad del proceso patológico.

Si la desviación a la izquierda va acompañada de una neutrofilia, siendo el numero


de células inmaduras inferior a las maduras, se interpreta como un proceso regenerativo,
donde la médula tiene el tiempo suficiente para producir el número de células necesarias
para cubrir las demandas tisulares de neutrófilos. En esta situación hay un aumento de la
granulopoyesis, con una hiperplasia mieloide y aumento de la maduración de neutrófilos.

La desviación a la izquierda es degenerativa, cuando va acompañada de


neutropenia, o el número de neutrófilos inmaduros supera a los neutrófilos maduros. Esto
implica que la demanda tisular es mayor que la producción medular o hay inhabilidad en la
producción y retardo en la maduración de neutrófilos, liberándose células inmaduras por la
deplesión de neutrófilos segmentados. Esta situación es de mal pronóstico en la mayoría
de las especies excepto el bovino y requiere medidas terapéuticas inmediatas. Ocurre por
ejemplo en inflamaciones severas (peritonitis difusas, pancreatitis, endometritis), toxemias
y septicemias.

En el bovino, en las primeras etapas de inflamaciones agudas y sobreagudas se


observa una desviación a la izquierda sin neutrofilia, que no se considera degenerativa en
esta especie a no ser que persista por muchos días y se debe a la escasa reserva medular de
neutrófilos maduros que tiene la especie, que se agota rápidamente en estos procesos.

Neutrofilia también la desencadenan procesos no infecciosos, ya sea porque se


liberan corticoides endógenos o porque existe un proceso inflamatorio o hay destrucción de
tejidos, como ocurre en neoplasias, hemorragias agudas, crisis hemolíticas y desórdenes
metabólicos como acidosis y síndrome urémico.

Mecanismo de Neutropenia

Los mecanismos de neutropenia han sido menos estudiados y se presentan con


menos frecuencia. En general, los principales son:
43

a. Neutropenia por reducción o secuestro de granulocitos sanguíneos: Puede


presentarse con una distribución igual o desigual de los compartimentos circulantes y
marginales de estas células. Esta situación ocurre por ejemplo, en las etapas iniciales de la
respuesta inducida por endotoxinas de bacterias Gram-negativas en casos de sepsis y en el
shock anafiláctico. Se produce una activación del complemento y de otros mediadores
plasmáticos de la inflamación, con marginación masiva y secuestro de neutrófilos en
órganos como pulmón, hígado y bazo (aumento del pool sanguíneo marginal).
Posteriormente ocurre una neutrofilia por liberación de células desde médula ósea.

b. Neutropenia por disminución de la sobrevida de los neutrófilos: Este


mecanismo puede desencadenarse por una etiología inmune o no inmune.

c. Neutropenia por salida repentina y excesiva de células a los tejidos: Ocurre


en infecciones severas sobreagudas, bacterianas (peritonitis, neumonía por aspiración,
metritis, algunas mastitis por bacterias coliformes, infecciones por salmonellas en el
equino). También puede presentarse en algunas infecciones virales puras como distemper,
hepatitis, parvovirosis, panleucopenia. En este caso puede acompañarse de linfopenia.

Debido a la excesiva demanda tisular, el tiempo de permanencia de los neutrófilos


en circulación es corto y se produce un desbalance entre la producción y la utilización.
Aparecen neutrófilos inmaduros en circulación (desviación la izquierda degenerativa).
Puede ocurrir eosinopenia, y el retorno de estas células y de los linfocitos a la normalidad
indica recuperación del proceso.

d. Neutropenia por granulopoyesis inefectiva o disminuída: Por ejemplo, en el


hombre ocurre en deficiencias de vitaminas B12-folato; en los animales por defectos
congénitos de la granulopoyesis como la “Neutropenia Cíclica del Collie Gris”. También
se produce por efecto de drogas citostáticas, algunos antibióticos, desinflamatorios y
estrógenos en el canino. También se presenta en enfermedades virales como la
panleucopenia felina y la parvovirosis canina, y si los animales se recuperan aparecen
posteriormente neutrófilos inmaduros (desviación a la izquierda degenerativa) con formas
anormales y bizarras.

Intensidad de la Respuesta de Neutrófilos frente a la severidad del proceso patológico

La magnitud de la neutrofilia indica la intensidad de la repuesta y la extensión o el


grado de desviación a la izquierda representa la severidad de la enfermedad, relacionada
con la localización de la inflamación y la virulencia del agente patógeno. Inflamaciones
localizadas purulentas (piometra) y necrosis tisular (quemaduras severas, infartos,
trombosis) producen un aumento mayor de neutrófilos sanguíneos que las generalizadas.

Reacción leucemoide: En algunos procesos inflamatorios localizados (piometra,


peritonitis crónica activa del canino) se observa esta singular respuesta de los neutrófilos,
que se caracteriza por leucocitosis extrema, desviación a la izquierda marcada y
neutrofilia. El cuadro hematológico parece una leucemia granulocítica, sin embargo, la
causa es distinta, generalmente bacteriana. El diagnóstico diferencial se realiza por la
44

anamnesis, los signos clínicos y hemogramas seriados. Ocasionalmente una reacción


leucemoide puede presentarse con un aumento de linfocitos en algunas especies (reticulitis
traumática del bovino)

Cambios morfológicos en los neutrófilos: La severidad de una infección


bacteriana con liberación de toxinas, residuos tóxicos del metabolismo y productos de
tejidos necrosados producen alteraciones morfológicas o “cambios tóxicos” en los
neutrófilos, como basofilia difusa del citoplasma, citoplasma vacuolado, granulaciones
azurófilas o tóxicas, cuerpos de Döhle, células gigantes y de formas bizarras. Ellos se
deben a alteraciones en la maduración celular o a efectos tóxicos degenerativos producidos
por el agente patógeno. Se manifiestan de distinta forma en las especies, por ejemplo en el
gato son frecuentes las células gigantes y la intensa basofilia del citoplasma, los gránulos
azurófilos se observan más en bovinos, equinos y ovinos.

Variación de los eosinófilos


Eosinofilia (aumento en número): Ocurre generalmente en enfermedades crónicas
de tejidos que contienen gran cantidad de células cebadas como piel, pulmones, tracto
gastrointestinal, útero, las cuales por diferentes estímulos (complejos IgE, componentes del
complemento) liberan histamina de sus gránulos, actuando esta amina vasoactiva como
quimiotáctica para los eosinófilos; además, se produce por el efecto de otras sustancias
quimiotácticas para eosinófilos. Por ejemplo, se manifiesta en dermatitis crónicas,
inflamaciones crónicas del aparato respiratorio y gastrointestinal.

También se presenta eosinofilia, asociada a algunas reacciones de hipersensibilidad


tipo I o inmediata (alergias), donde se produce gran cantidad de IgE, que interactúa con
receptores de las células cebadas, liberándose histamina.

Ciertos parasitismos también cursan con eosinofilia, tales como infecciones con
filarias, ascaris y triquinas, siendo el mecanismo desencadenante la migración del parásito o
la sensibilización a la proteína extraña con liberación de histamina. Cuando este elemento
pasa a la circulación, los eosinófilos son liberados desde la médula ósea a la sangre y
producidos en mayor cantidad en ella.

Eosinopenia: De frecuente presentación en enfermedades agudas y en el estrés no


inflamatorio asociado a la liberación de corticoides. Ellos actuarían probablemente
inhibiendo a la histamina (producción como liberación) produciendo lisis celular
intravascular.

También ocurre eosinopenia durante el proceso inflamatorio agudo, debido a la


migración de los eosinófilos a los tejidos atraídos por factores quimiotácticos, unido a la
escasa reserva medular y corta vida media de estas células en la circulación.
45

Variación de los linfocitos

Considerando que los linfocitos recirculan, el número de ellos en la sangre es el


reflejo del balance de células que entran y salen de la circulación, por lo tanto, una
linfopenia o linfocitosis no representa siempre una alteración de la linfopoyesis. Cambios
en la tasa de recirculación, producción o destrucción pueden o no afectar la cuenta de
linfocitos sanguíneos en la sangre.

Linfocitosis: Se observa linfocitosis fisiológica de efecto pasajero en estados


emocionales.

Linfocitosis reactiva: Es poco frecuente y ocurre en enfermedades crónicas. En


general, puede observarse en el estado resolutivo de enfermedades infecciosas y en raras
ocasiones, luego de estímulos antigénicos como vacunaciones. Se describe en algunas
especies, la presencia de cambios morfológicos en los linfocitos sanguíneos (inmunocitos o
linfocitos intensamente basofílicos), en respuesta a grandes estímulos antigénicos.

Linfocitosis permanente proliferativa se observa asociada a neoplasias linfoides.

Linfopenia: En la mayoría de los animales y en el hombre, el estrés no inflamatorio


por liberación de corticoesteroídes, cursa con linfopenia, debido a que ellos producen,
dependiendo de la especie, linfolisis en sangre y tejidos linfoides, redistribución de
linfocitos, con paso a los órganos linfoides y alteraciones en la producción. Los linfocitos
tienen receptores para corticoides en su citoplasma, los cuales actúan alterando la
producción de estas células y su metabolismo.

Linfopenia con disminución de la linfopoyesis también se manifiesta por efecto de


drogas inmunosupresoras, irradiación, quimioterapia y en algunas inmunodeficiencias,
donde está alterada la producción de estas células. Por ejemplo, en la inmunodeficiencia
felina producida por el virus del mismo nombre, o en la inmunodeficiencia combinada del
equino de origen congénito.

Enfermedades crónicas, como nefritis intersticial crónica con uremia, puede cursar
con linfopenia, por depresión del tejido linfoide.

En el curso de ciertas enfermedades virales agudas como distemper, hepatitis


infecciosa y panleucopenia, se observa linfopenia debido a cambios en la superficie celular
con linfolisis y secuestro en los órganos linfoides.

Una linfopenia persistente en un individuo enfermo es de mal pronóstico, ya


que indica un estado de estrés permanente.
46

Variación de los monocitos

El número de estas células en sangre es bajo y es el resultado de la tasa de


producción medular, mecanismos de regulación, distribución en los diferentes
compartimentos y utilización en los tejidos.

Monocitosis: Ocurre con mayor frecuencia en el estrés no inflamatorio del canino


por liberación de corticoides. En otras especies ocurre el efecto contrario.

En general, la monocitosis reactiva se asocia a enfermedades sub agudas o crónicas


También se aprecia en enfermedades hemolíticas, como piroplasmosis equina, en
enfermedades con necrosis tisular como piometra y en enfermedades granulomatosas
crónicas como la tuberculosis.

Monocitosis proliferativa se observan en las neoplasias monocíticas con aparición


de células anormales e inmaduras en la circulación.

Monocitopenia: Se observa en el estrés inflamatorio de algunas especies como el


hombre, rata y ratón, por redistribución de monocitos en el ”pool” marginal. Una
administración permanente de corticoesteroides puede producir disminución de su
producción.
47

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48

CAPITULO 6: NEOPLASIAS HEMOPOYETICAS


Gladys Villouta C. y Wilhelm Rudolph

En los animales domésticos al igual que en el hombre se reconocen dos grandes


grupos de neoplasias hemopoyéticas, las linfoides y mieloides, las cuales comprenden
subgrupos de acuerdo al tipo de célula neoplásica predominante y su grado de
diferenciación. Estas enfermedades también se conocen comúnmente como leucemias,
aunque este nombre no es el más adecuado en los animales domésticos ya que muchos
pacientes no manifiestan un aumento de células neoplásicas en la sangre, por lo que
investigadores europeos las denominan leucosis (leukosis).

Las neoplasias linfoides se presentan con mayor frecuencia que las mieloides,
describiéndose diferencias por especie y zona geográfica en relación a los subgrupos,
formas anatómicas y manifestaciones clínicas. Como entidades clínicas son importantes en
el felino, canino y bovino, constituyendo las principales neoplasias de estas especies, donde
se han hecho importantes avances en el diagnóstico.

Considerando que todas las células sanguíneas se originan de un precursor común o


célula troncal (“stem cell”) pluripotencial, a partir de la cual se diferencian las células
comisionadas mieloides y linfoides, y de éstas, los precursores monopotenciales de las
distintas células como granulocitos, monocitos, eritrocitos, plaquetas y linfocitos, se
postula que el origen de estas neoplasias sería clonal. Es así como, producto de una
transformación o alteración del genoma de las células pluri o monopotenciales, por diversas
causas, se iniciaría la proliferación anormal, donde los mecanismos de control del
crecimiento celular están también alterados. En la mayoría de los casos se observa un
crecimiento anormal de una línea celular y raramente en un mismo individuo se observa
una neoplasia mieloide y linfoide simultáneamente. Sin embargo, cuando se trata de
neoplasias mieloides se puede ver un compromiso de más de una célula o la progresión de
la enfermedad de un estado a otro.

Aunque las causas no están totalmente identificadas, las neoplasias hemopoyéticas


se asocian etiológicamente a infecciones por ciertos retrovirus oncogénicos, como el virus
de la leucemia felina (FeLV) y bovina (BLV), a carcinogénos químicos como benceno,
agentes físicos como radiaciones o a una disminución de la vigilancia inmunológica por
alteraciones del sistema inmune. Fueron Ellerman y Bang en 1908, quienes producen la
leukosis aviar, desde material filtrado, demostrando con ello la participación de un virus en
la producción de la enfermedad. Rous en 1911, determina la participación de un agente
filtrable en la formación del sarcoma de las aves que lleva su nombre. Gross en 1951,
induce la leucemia del ratón con material filtrable en una línea de ratones específicos,
demostrando que la influencia genética también es importante en la producción de la
enfermedad.
49

Clasificación

Las neoplasias linfoides se caracterizan por una proliferación anormal de


linfocitos o de células plasmáticas, en tanto que las mieloides, producto de una alteración
de la célula comisionada mieloide, comprenden la proliferación de granulocitos,
monocitos, eritrocitos y plaquetas, en forma individual o comprometiendo a más de un tipo
celular simultáneamente, por lo que se describen varios subgrupos (Cuadro Nº 5).

Tanto las neoplasias linfoides como mieloides, a su vez, se clasifican en procesos


agudos o crónicos de acuerdo a la morfología, estado de diferenciación y maduración de
las células neoplásicas y al curso o evolución clínica de la enfermedad. Se consideran
leucemias agudas cuando predominan células muy inmaduras (tipo blasto) en la sangre y
tejidos hemopoyéticos, con un curso clínico corto, en cambio son crónicas, cuando las
células neoplásicas presentan características morfológicas de elementos maduros y el curso
es más largo.

Debido a los distintos criterios diagnósticos y de nomenclatura usados en Medicina


Veterinaria, en el año 1991 se formó “El grupo de estudio de leucemias animales en los
Estados Unidos de Norteamérica”, el cual propuso usar en el perro y el gato la misma
clasificación de las neoplasias hemopoyéticas humanas, especialmente en lo que se refiere
a los subgrupos de enfermedades mieloproliferativas agudas, que es el criterio FAB
(French, American, British), aunque en los animales no se han diagnosticado todos los
subgrupos descritos en el hombre. Este criterio también puede aplicarse a otras especies
animales.

Este sistema de clasificación, en el caso de las leucemias mieloides agudas,


considera la morfología de las células, sus características citoquímicas e inmunológicas y
el número de blastos de las distintas líneas presentes, designándose a las diferentes
entidades con el nombre de la célula neoplásica predominante seguida de un número del 0
al 7.
50

Cuadro 7: CLASIFICACIÓN DE LAS NEOPLASIAS HEMOPOYÉTICAS

MIELOIDES LINFOIDES

I Leucemia mieloide aguda I Linfocítica


Indiferenciada (LAI, M0) Linfoma maligno o linfosarcoma
Mieloblástica (M1,M2) Leucemia linfoblástica aguda
Promieolocítica (M3) Leucemia prolinfocítica aguda
Mielomonocítica (M4) Leucemia linfocítica crónica
Monocítica (M5) Otros linfoma (histiocítico, Hodgkin)
Eritroleucemia (M6)
y mielosis eritrémica (M6er)
Megacariocítica (M7)

II Leucemia mieloide crónica II Plasmocítica


Mielógena (neutrofílica) Mieloma múltiple (c. plasmáticas)
Eosinofílica Macroglobulinemia de Waldenström
Basofílica
Monocítica
Mielomonocítica

III Síndromes mielodisplásicos


Anemia refractaria
Mielosis eritrémica aguda y crónica

IV Otras neoplasias mieloides


Policitemia Vera
Trombocitemia primaria
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Neoplasias linfoides
En los animales domésticos las neoplasias hemopoyéticas más frecuentes son las
linfoides, las cuales se han descrito hasta en algunos camélidos sudamericanos. En el felino
y el bovino, se presentan frecuentemente asociadas a la infección con los retrovirus FeLV
(virus leucemia felina) y BLV (virus leucemia bovina) respectivamente. Dentro de este tipo
de neoplasia se clasifica a aquellas que ocurren por una proliferación descontrolada de los
linfocitos y de los plasmocitos o células plasmáticas, siendo las linfocíticas las más
frecuentes.

I Linfociticas

Se manifiestan principalmente de dos formas, como linfoma maligno


(linfosarcoma) y leucemia linfoide aguda o crónica, presentándose en forma individual o
coexistiendo, siendo este último caso menos frecuente. Las otras formas que se presentan
en el Cuadro 7 son muy raras en los animales.

Linfoma maligno o linfosarcoma

En los caninos, felinos, bovinos, ovinos y equinos el linfoma es la forma prevalente


de neoplasia linfoide, con una mayor intensidad de presentación en gatos y perros,
constituyendo en los primeros sobre el 80 % de las neoplasias hematopoyéticas.
Aproximadamente el 70% de todos los gatos con linfoma son positivos al FeLV, por lo
tanto es la neoplasia más comúnmente asociada a este virus. En el gato no se observan
diferencias por sexo ni raza, en tanto que en los perros se ha descrito una tendencia mayor
en ciertas razas como ovejero alemán, scottish terrier, golden retriever y boxer.

Se caracteriza por la proliferación anormal de linfocitos en el tejido linfoide de


cualquier parte del organismo con la formación de tumores sólidos y sólo en un bajo
porcentaje de los casos se acompaña de un aumento significativo de los linfocitos en la
sangre.

De acuerdo a la signología clínica y a la localización o distribución anatómica de


los tumores, el linfoma puede ser clasificado como multicéntrico, tímico o mediastinal,
alimentario o abdominal y misceláneo o atípico como el ocular, espinal, renal y cutáneo,
describiéndose una frecuencia de presentación distinta según la especie, siendo más
importante el multicéntrico en el canino y bovino y el mediastinal en el felino.

La forma multicéntrica del linfoma se caracteriza por el compromiso y aumento


de volumen de uno o varios de los ganglios linfáticos superficiales en forma bilateral,
dependiendo del estado clínico, como por la proliferación de linfocitos en varios órganos
incluyendo el bazo, riñón, hígado y médula ósea.

El linfoma tímico se caracteriza por la proliferación de los linfocitos del timo,


generalmente sin adenopatía superficial, pero sí de los ganglios mediastinales, produciendo
severas manifestaciones respiratorias.
52

El linfoma alimentario se origina en el tejido linfoide asociado al tracto


gastrointestinal y se expande a los nódulos linfoides mesentéricos, comprometiendo
también hígado, riñones y bazo.

Signos clínicos: Las manifestaciones clínicas del linfoma maligno dependen de la especie y
forma anatómica de presentación siendo muy variables. La linfoadenopatía superficial
(submandibular, retrofaríngea, peescapular, poplítea, inguinal, axilar) es más característica
de la forma multicéntrica, en cambio las formas tímicas y mediatinal comprometen solo los
ganglios mediastinales y mesentéricos respectivamente. Otros signos incluyen pérdida de
peso progresiva, anorexia, decaimiento, fiebre variable; vómitos y diarrea, que se
manifiestan más intensamente en la forma alimentaria; disnea, tos, acúmulo de líquido en
el tórax son más frecuente en la forma tímica del felino y anemia progresiva.

Alteraciones sanguíneas
Las alteraciones sanguíneas asociadas al linfoma son variables y dependen del
estado clínico en que se encuentra el animal cuando se hace el diagnóstico. La serie roja
puede variar desde la normalidad a una anemia moderada a severa y puede ser observada
en uno a dos tercios de los gatos con linfoma y positivos al FeLV. La anemia es común en
la forma tímica y multicéntrica, pero no en la alimentaria. Son típicas las anemias
normocíticas normocrómicas no regenerativas. En el perro las anemias son más moderadas
y consideradas como las típicas anemias de enfermedades crónicas. Sin embargo, también
deben considerarse otras causas de anemia asociadas a las neoplasias como las producidas
por hemorragias, infiltración medular, depresión medular por quimioterapia e
inmunomediada.

La cuenta de leucocitos y particularmente la de linfocitos es muy variable en el


linfoma, no constituyendo una gran ayuda al diagnóstico, debiendo siempre
complementarse con un aspirado o biopsia de ganglio linfático. En 20 a 40% de los perros
puede observarse un número de linfocitos normales o levemente aumentados, además de
neutrofilia, desviación a la izquierda y monocitosis, asociado a la necrosis tumoral; también
se puede apreciar leucopenia.

En ocasiones aparecen linfocitos inmaduros como linfoblastos y prolinfocitos o


linfocitos de morfología alterada y pleomorfismo celular, siendo estas manifestaciones
morfológicas de mayor valor diagnóstico que las variaciones numéricas de los linfocitos, ya
que indican malignidad. Si la médula ósea está normal, estas células provienen de órganos
comprometidos como el bazo. Cuando la médula ósea esta comprometida el pronóstico es
reservado porque se altera la producción de eritrocitos y trombocitos.

En el gato, la cuenta de leucocitos varía desde leucopenia a leucocitosis por una


neutrofilia. Al menos un 50% de los gatos presenta linfopenia, ya que los linfocitos
neoplásicos no pueden entrar a la sangre desde los ganglios, debido a las alteraciones
morfológicas que presentan o por el efecto del FeLV sobre ellos a nivel del timo u otros
órganos linfoides. Solamente un bajo porcentaje de los gatos con linfosarcoma muestra un
cuadro leucémico por linfocitosis.
53

La concentración total de proteínas plasmáticas puede estar elevada debido a una


hemoconcentración por deshidratación, o a veces puede detectarse hipoproteinemia porque
hay una disminución en la síntesis de ellas cuando existe compromiso del hígado. En
general, los valores de fibrinógeno plasmático están dentro del rango normal.

En algunos caninos con linfosarcoma se describe una hipercalcemia, la cual se


atribuye a la producción, por parte de las células tumorales, de péptidos semejantes a la
paratohormona que producen reabsorción ósea.

Leucemia linfocítica aguda (LLA)

Representa un bajo porcentaje de todas las neoplasias linfoides, aunque las


estimaciones de su prevalencia actual varían significativamente dependiendo de la especie,
localización geográfica y del criterio para el diagnóstico. Este subtipo de neoplasia se
caracteriza por una proliferación de clones de células linfoides originadas en médula ósea
que usualmente invaden la sangre y no esta asociada a la formación de tumores sólidos. La
médula hemopoyética va siendo reemplazada por estas células neoplásicas que también
pueden infiltrar otros tejidos como hígado, bazo y ganglios linfáticos. Cuando en el
linfoma la médula osea se ve infiltrada o los pacientes con leucemia propiamente tal
desarrollan linfoadenopatía, ambas enfermedades son difíciles de distinguir.

La leucemia linfoide aguda se subdivide en leucemia linfoblástica y


prolinfocítica, dependiendo del grado de inmadurez de las células presentes en sangre y/o
médula ósea. Se han descrito ambos tipos en perros y gatos. La forma más común en
gatos es la linfoblástica, siendo el 70% de los gatos afectados positivos al FeLV. Esta
forma, de curso rápido y fatal, se observa más frecuentemente en animales jóvenes y en el
perro aparentemente es más común en las hembras.

Signos clínicos: Son inespecíficos como anemia, diátesis hemorrágica debido a


trombocitopenia, aumento de la susceptibilidad a infecciones por alteración en la
producción de células fagocíticas, debilidad, anorexia, pérdida de peso y fiebre, también
puede detectarse espleno y hepatomegalia.

Alteraciones sanguíneas: Los hallazgos hematológicos pueden incluir desde un bajo


a elevado número de linfocitos inmaduros (blastos y prolinfocitos), anemia no regenerativa,
y trombocitopenia variable (causada por mielosupresión).

El diagnóstico de la LLA se basa en el examen citológico de médula ósea, la cual es


hipercelular y en donde los linfoblastos y prolinfocitos se encuentran en un número
superior al 30% de las células nucleadas.

Leucemia linfocítica crónica (LLC)

Se caracteriza por la proliferación de linfocitos maduros, generalmente B linfocitos,


desde la médula ósea, los cuales se diferencian morfológicamente en sangre y médula
54

ósea, pero, que son funcionalmente anormales. Generalmente los individuos presentan una
severa linfocitosis en sangre, con predominio de linfocitos pequeños, observándose en la
médula un reemplazo difuso o nodular por linfocitos grandes y pequeños. También se
observa infiltración de bazo, nódulos linfáticos e hígado. De acuerdo a la información
existente esta forma es más frecuente en los perros adultos que en los gatos.

Signos clínicos: Es una enfermedad de curso clínico crónico que puede durar meses
y años en los perros, generalmente adultos viejos. La linfoadenopatía periférica es
infrecuente, observándose anemia, debilidad y anorexia leve, también puede detectarse
espleno y hepatomegalia.

Alteraciones sanguíneas: En los perros puede manifestarse con un aumento de


linfocitos maduros en la sangre y con infiltración de la médula ósea, la cual puede presentar
alteraciones no muy severas en la producción de eritrocitos, granulocitos y plaquetas. La
LLC puede a veces ser difícil de diferenciar de una linfocitosis reactiva asociada a una
estimulación antigénica crónica

La LLC en gatos tiene un pronóstico favorable, porque la enfermedad tiene un


progreso lento y generalmente muestra una excelente respuesta a la quimioterapia, cuando
es diagnosticada tempranamente.

Leucosis Enzootica Bovina (LEB; Leucemia linfocítica crónica del bovino)

Esta es una enfermedad distribuida mundialmente (pandemica), habiéndose descrito


inicialmente en los textos médicos alemanes en 1871. Es un cáncer linfoide de los bovinos
producido por un retrovirus (BLV) de la subfamilia Oncovirinae, cuya infección puede
prevalecer en el ganado alcanzando valores entre 60 a 90%. Solo una fracción del rebaño
infectado con el BLV desarrolla un linfoma maligno y una linfocitosis persistente. Debido a
lo prohibitivo de su tratamiento en el ganado, como así mismo el pobre resultado de las
vacunas probadas, el énfasis en los aspectos epidemiológicos se han orientado
principalmente al estudio de las formas de transmisión del virus y el desarrollo de
programas de control y erradicación a objeto de minimizar su difusión y disminuir las
pérdidas económicas que conlleva.

Después de la infección, los bovinos desarrollan anticuerpos contra el antígeno


glicoproteína 51.000 (gp51) del virus, permaneciendo como portador por toda la vida. Las
manifestaciones clínicas cuando se presentan son variadas dependiendo de los órganos
afectados. Lo más frecuente es la presencia de tumores de ganglios, descenso de la
producción láctea, pérdida de peso; en algunos casos anemia, paresia del tren posterior y
exoftalmia.

La transmisión del virus es básicamente horizontal (80% de los casos), sin embargo
se describe también una vía vertical (20%), pudiendo ser in útero o post natal por el
calostro o la leche. La transmisión horizontal es fundamentalmente por contacto con
animales infectados, siendo el linfocito B el que porta el virus. Por ello vectores como
55

tábanos, garrapatas, mosquitos e instrumental quirúrgico contaminado con sangre de


animales positivos son de gran importancia en la transmisión de la enfermedad.

El diagnóstico debe realizarse por el examen histopatológico de ganglios u órganos


afectados obtenidos a la necropsia o biopsia. La identificación de los bovinos portadores del
VLB y aquellos asintomáticos se realiza por detección de los anticuerpos anti VLB. Las
pruebas más usadas son la doble inmunodifusión en gel de agar y la prueba de ELISA
(Enzyme-linked-immunoabsorvent-assay).

La prevalencia de la LEB en Chile no se conoce en todas las regiones. Por diversos


estudios aparentemente sería la VIII región la que presentaría una mayor prevalencia.

En general se ha visto que el ganado lechero tiene una frecuencia mayor que el
ganado de carne, lo que se debería a la edad que alcanzan estos animales.

II Leucemia plasmocítica

Mieloma múltiple: Se caracteriza por la proliferación anormal de células plasmáticas. Es


de baja frecuencia de presentación en los animales y se ha descrito sólo algunos casos en el
perro y caballo.

Las principales características son la presencia de gran cantidad de células


plasmáticas en la médula ósea, las cuales también pueden aparecer en la sangre e infiltrar
los ganglios linfáticos y otros órganos. Cuando se produce infiltración ósea, los pacientes
presentan osteolísis con signos clínicos como fracturas espontáneas. Estas células
originadas de un clon transformado, producen anormalmente una clase de inmunoglobulina,
ya sea IgG, IgM o IgA, detectándose en el paciente una hiperproteinemia con una
gamopatia monoclonal. En ocasiones las cadenas livianas de esta inmunoglobulina
aparecen en la orina denominándose como proteínas de Bence Jones.

Los pacientes afectados pueden presentar alteración en la producción de eritrocitos


y granulocitos.

Neoplasias mieloides

Esta denominación se debe a que en estas enfermedades se puede presentar una


proliferación anormal de una o varias líneas celulares como granulocitos, monocitos,
eritrocitos y trombocitos, debido al origen común que éstas tienen en la médula ósea (stem
cell mieloide).

El gato es la especie doméstica que con mayor frecuencia presenta este tipo de
neoplasias asociadas a la infección con el FeLV. Se ha descrito en gatos de todas las
edades con un rango de 0,5 a 16 años (promedio de 3 a 4 años) y de ambos sexos. En los
perros son menos frecuentes y generalmente se describen en animales jóvenes.
56

La clasificación de estas neoplasias en los animales domésticos no ha sido fácil


debido a la diversidad de criterios morfológicos y nomenclaturas usadas. Debido a ello un
grupo de investigadores en leucemias animales, convocados por el Profesor N.C. Jain de la
Universidad de California, propuso adaptar la clasificación que utiliza la hematología y
oncología humana, FAB, la cual se basa en el diagnóstico del tipo y número de células
neoplásicas predominantes en sangre y médula ósea, ya sea indiferenciada o diferenciada,
asociados a cambios clínico patológicos en el paciente.

Debe destacarse que para realizar una clasificación correcta de los desórdenes
mieloproliferativos, es necesario complementar el diagnóstico hematológico de rutina, con
la utilización de tinciones citoquímicas en sangre y médula ósea. También se ha utilizado
técnicas más específicas de identificación celular, como microscopía electrónica, estudios
cromosómicos o marcaje inmunofenotípico, especialmente cuando se observan células muy
indiferenciadas o predominio de blastos.

Se describen cuatro subgrupos de neoplasias mieloides: la leucemia mieloide aguda, la


leucemia mieloide crónica, los síndromes mielodisplásicos y otras neoplasias, presentando
cada una de ellos distintas categorías.

Leucemias mieloide agudas (LMA)

Se caracterizan por el predominio de células muy indiferenciadas y/o blastos


(mieloblastos, megacarioblastos) en sangre y tejidos hematopoyéticos, con un curso clínico
corto y con una menor respuesta a los tratamientos quimioterapéuticos. Cuando en la
médula ósea el componente eritroide es menor al 50 % del total de células y hay más de un
30% de estos blastos del total de células nucleadas, se considera suficiente para
diagnosticar una leucemia mieloide aguda.

Para su diagnóstico se requiere la cuantificación de las células de la médula ósea, el


cálculo de la relación mieloide eritroide (M:E), el porcentaje de blastos y los distintos
estados de maduración de las series mieloide y eritroide. El porcentaje de blastos se calcula
en relación a todas las células nucleadas (CN) y no eritroides (CNE) de la médula,
excluyendo los linfocitos, macrófagos, células plasmáticas y cebadas.

Se distinguen las siguientes categorías de leucemias mieloides agudas:

Leucemia aguda indiferenciada (LAI) y mieloblástica mínimamente diferenciada


(MO):
Con predominio en médula ósea de células muy indiferenciadas, incluso blastos con
pseudópodos y núcleos excéntricos. La identidad mieloide de las células sólo se reconoce
por técnicas específicas.

Leucemia mieloblástica sin maduración (M1): Predominio de blastos mieloides, sobre


un 90 % del total de células nucleadas. Menos del 10% del total de células son granulocitos
diferenciados.
57

Leucemia mieloblástica con maduración (M2): Los blastos mieloides oscilan entre un 30
a un 90 % del total de células nucleadas. Solamente un 10 % de granulocitos diferenciados
tipo promielocitos con gránulos azurófilos hasta neutrófilos segmentados.

Leucemia promielocítica (M3): No se ha descrito en animales.

Leucemia mielomonocítica (M4): Predominio de mieloblastos en un porcentaje mayor al


30% del total de células nucleadas, con granulocitos y monocitos diferenciados en cantidad
mayor a un 20 % de células no eritroides.

Leucemia monocítica (M5): Predominio de monoblastos y monocitos constituyendo más


del 80% del total de células no eritroides. Los monoblastos se diferencian por la tinción de
las estearasas no específicas.

Eritroleucemia (M6) y mielosis eritémica (Mer): Cuando el componente eritroide es


mayor al 50 % del total de células nucleadas y los mieloblastos combinados representan
menos del 30% del total de células nucleadas de médula ósea, o cuando se observa un
predominio de blastos incluyendo rubriblasto sobre un 30 % del total de células nucleadas,
o los rubriblastos predominan en el componente eritroide respectivamente.

Leucemia megacarioblástica (M7): Cuando los megacarioblastos representan más de un


30% de las células nucleadas de la médula ósea y también se observan en la sangre. Este
tipo de leucemia es rara en perros y gatos.

Leucemias mieloide crónicas (LMC)

Se caracterizan por la proliferación y predominio de células maduras granulocíticas y


monocitos en la sangre y médula ósea, con un curso clínico más largo que la LMA. Cuando
en la médula ósea el componente eritroide es menos del 50 % del total de células y el
porcentaje de blastos es menor del 30 % del total de células nucleadas, se considera la
presencia de una leucemia mieloide crónica o de un síndrome mielodisplásico.

Se distinguen las siguientes categorías de acuerdo al tipo de célula predominante:

Leucemia mielógena (neutrofílica) crónica


Leucemia eosinofílica crónica
Leucemia basofílica crónica
Leucemia monocítica crónica
Leucemia mielomonocítica crónica

Signos clínicos: La leucemia mielógena o granulocítica crónica se ha descrito en felinos


positivos al FeLV, observándose pérdida crónica de peso, anorexia, depresión, vómitos,
diarrea líquida, a veces sanguinolenta y deshidratación. En la leucemia monocítica y
mielolomonocítica puede observarse linfoadenopatía, disnea, hepato y esplenomegalia.

Alteraciones sanguíneas: Las variaciones hematológicas dependen del tipo de leucemia.


Por ejemplo, la leucemia mielógena o granulocítica crónica se caracteriza por presentar
58

leucocitosis con desviación a la izquierda marcada hasta mielocitos y mieloblastos.


También puede presentarse leucocitos normales o leucopenia. Anemia no regenerativa. La
citología de médula ósea generalmente revela un predominio de mieloblastos,
promielocitos y mielocitos. Las células granulocíticas pueden aparecer de tamaño anormal
con un patrón nuclear de forma bizarra. La mayoría de las células son positivas a los
marcadores citoquímicos de neutrófilos como la peroxidasa. La maduración de la serie
eritrocítica puede ser completa, pero marcadamente reducida. A veces se puede describir la
presencia de megaloblastos, rubricitos y también puede aparecer trombocitopenia

En el caso de la leucemia mielomonocítica y monocítica que se ha descrito en los gatos


FeLV positivos, el cuadro sanguíneo se caracteriza por leucocitosis, monocitosis y
presencia de monocitos y neutrófilos inmaduros, anemia y trombocitopenia. La médula es
hipercelular por aumento de la mielopoyesis y monocitopoyesis.

Las leucemias eosinofílicas y basofílicas son muy raras en los animales.

Síndromes mielodisplásicos (SMD)

Se reconocen también como “estados preleucémicos” y se caracterizan


generalmente por una hipoproliferación de células (anemia refractaria, neutropenia,
trombocitopenia) con cambios morfológicos displásicos, en una o varias líneas celulares. Se
pueden observar normoblastos binucleados o con fragmentos nucleares y apariencia
megaloblástica; neutrófilos con núcleos hipersegmentados, células gigantes y presencia de
gránulos azurófilos y plaquetas de morfología anormal La enfermedad va progresando
lentamente por meses y años hasta transformarse en un cuadro leucémico propiamente tal.

Los síndromes mielodisplásicos sólo se han descrito en gatos, asociados a la


infección con el FeLV, donde el cuadro hematológico se caracteriza en las primeras etapas
por una pancitopenia, la cual va evolucionando con el tiempo, transformándose en una
leucemia aguda con gran cantidad de blastos en médula y sangre. También se han descrito
felinos sólo con anemias refractarias y mielosis eritrémica.

Otras neoplasias mieloides

Policitemia Vera o policitemia primaria

Es un desorden clonal de un “stem cell” pluripotencial, que se traduce en una


proliferación anormal del “stem cell” comisionado eritroide. Se caracteriza por la
sobreproducción de eritrocitos, independiente del control de la eritropoyetina, siendo los
eritrocitos normales, presentando un VGA sobre 50-60%. Puede evolucionar a
mielofibrosis o leucemia mieloide aguda, cursando a veces con leucocitosis y
trombocitosis. En los animales es de rara presentación, habiéndose descrito sólo en caninos
y bovinos.
59

Trombocitemia primaria o esencial

Es una enfermedad primaria de la médula ósea, autónoma, que se caracteriza por un


aumento marcado de las plaquetas circulantes debido a una proliferación neoplásica de
megacariocitos. Se producen hemorragias espontáneas y recurrentes, púrpura, epistaxis. De
rara presentación en los animales.

Mielofibrosis

La mielofibrosis se caracteriza por una proliferación anormal de fibroblastos y un


aumento en el depósito de colágeno en la cavidad medular. Esta condición ocurre
secundariamente a una excesiva estimulación medular o a un gran daño de la cavidad
medular.
60

REFERENCIAS

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61

CAPITULO 7: HEMOSTASIS
W. Rudolph R.

Hemostasis es aquel proceso por medio del cual se cohibe una hemorragia y
comprende diversos mecanismos fisiológicos y bioquímicos que se inician con la
interacción de los endoteliocitos y las plaquetas, seguido de la coagulación con la
formación de un tapón estable en el vaso sanguíneo dañado y finalmente la fibrinolisis.

Si se observa en la escala filogenética, se verá que mientras más evolucionada es la


especie, más complejos son los mecanismos involucrados especialmente la coagulación.
Este hecho ha determinado la necesidad de la creación de un sistema de seguridad que
impida la activación de estos mecanismos en el interior de los vasos sanguíneos en forma
espontánea, como así mismo, la disolución de coágulos en la sangre.

Básicamente podemos reconocer tres funciones o mecanismos relacionados con la


hemostasis que son la participación de los vasos sanguíneos, la actividad de las plaquetas
y la coagulación sanguínea propiamente tal.

Función de los vasos sanguíneos

Este mecanismo es efectivo dependiendo del tamaño de los vasos afectados y


consiste que en los primeros instantes de una lesión, por ejemplo en la piel, el reflejo
axónico produce una vasocontricción transiente que reduce el flujo sanguíneo. La
vasocontricción es mantenida por aminas vasoactivas (histamina, serotonina) provenientes
de las plaquetas adyacentes, las cuales liberan estos compuestos ademas de epinefrina y
adenosina difosfato (ADP) cuando se adhieren al colágeno subendotelial.

Por otra parte, los endoteliocitos de la pared de los vasos normalmente actúan
impidiendo la adherencia de las plaquetas o de los leucocitos a la pared vascular, lo que se
conoce como superficie tromboresistente, como la activación del mecanismo de la
coagulación. Estas funciones las realizan a través de la liberación de una serie de
componentes como prostaglandinas y prostaciclinas que son inhibidores de la agregación
plaquetaria y sustancias anticoagulantes como heparina, entre otras, producidas en la
membrana basal. También juegan un rol importante tanto en la formación del tapón
hemostático como en su disolución, sintetizando algunos factores de la coagulación, y
patológicamente en la formación de trombos.

Función plaquetaria

Las plaquetas normalmente mantienen la integridad del endotelio vascular, como así
mismo producen y contienen factores que participan en la coagulación sanguínea. Las
plaquetas de los mamíferos son elementos circulares anucleados de aproximadamente 2 um
de diámetro. Su número en sangre varía entre 200.000 a 800.000/ ul y su vida promedio es
de 8 a 10 días, con un T 1/2 de 4 días. Las plaquetas contienen además los antígenos de
62

histocompatibilidad, antígenos propios y los grupos sanguíneos A, B y 0 en el hombre.

En la evolución de las especies, las plaquetas aparecen antes que el sistema


hemostático del plasma. Una sangre sin plaquetas falla en coagular, debido a que los
fosfolípidos de la membrana son básicos para la formación de activadores de la
protrombina. Además, no se produce la retracción del coagulo que depende de la
trombastenina, que es una p roteína de las plaquetas.

Las plaquetas se originan en la médula ósea, a partir del citoplasma de células


gigantes multinucleadas denominadas megacariocitos y se distribuyen en el organismo en
un pool circulante funcional y en un pool de almacenamiento en el bazo (1/3 del total). Este
último órgano regula su distribución y destrucción, intercambiándose libremente con el
pool circulante. En los casos de esplenomegalia se observa trombocitopenia, en cambio
cuando se realiza una esplenectomía, las plaquetas pueden aumentar hasta 10 veces en
circulación. En algunas especies se describe un pool no esplénico que también se moviliza
rápidamente que incluye los pulmones, el hígado, el corazón y la médula.

La morfología plaquetaria vista al microscopio electrónico se observa como una


estructura compleja, donde la membrana plasmática presenta invaginaciones formando un
sistema canalicular; debajo de ella se observa el citoesqueleto (microtúbulos) que mantiene
su configuración. La plaqueta presenta además, actina, miosina, microfilamentos, glicógeno
y algunas pocas mitocondrias. En el citoplasma existen distintos tipos de gránulos, unos
que son cuerpos densos que contienen ADP, ATP, serotonina y Ca++. Otros, son los alfa
gránulos que son menos densos y contienen lisozimas (enzimas hidrolíticas), fibrinógeno,
fibronectina, factores de la coagulación (IV, V), beta tromboglobulina, PGI 1 y 2.

La participación de las plaquetas en la hemostasis dependerá del tamaño de la


lesión. Al producirse una lesión de tejidos y vasos sanguíneos, se liberan y activan factores
que activan el sistema de las quininas formándose bradiquinina, que modifica la
permeabilidad vascular, aumentando la adhesión endotelial de las plaquetas y estimulando
la vasocontricción. La exposición de fibras colágenas subendoteliales de los vasos estimula
a las plaquetas a adherirse a ellas, probablemente por cambios en las cargas eléctricas. La
adhesión plaquetaria va acompañada de la agregación de un mayor número de ellas y de la
liberación de aminas vasoactivas. Esta etapa es reversible, pudiendo hacerse irreversible,
denominándose metamorfosis viscosa.

La interacción de las plaquetas con las fibras colágenas produce la liberación de una
serie de factores como: ADP (plaquetario y tisular), ATP, serotonina, epinefrina, factor 3
(fosfolípido), factor IV, fibrinógeno plaquetario y tisular.

La atracción de más plaquetas se realiza por el ADP, formándose el tapón primario


o temporal, que controlará la perdida de sangre. Al mismo tiempo por acción de la
serotonina e histamina se produce una segunda vasocontricción de las arteríolas. Sin
embargo, este es un tapón muy lábil por lo que requiere ser reforzado para que sea
definitivo, lo que lleva a efecto la coagulación sanguínea.
63

Alteraciones plaquetarias
Se describen alteraciones cuantitativas y cualitativas o funcionales de las plaquetas,
las cuales pueden producirse como una anormalidad primaria o hereditaria en los
megacariocitos o plaquetas, o secundaria o adquiridas a otras enfermedades. Por ejemplo,
se describen defectos cuantitativos y funcionales de las plaquetas secundarias a alteraciones
renales con uremia y alteraciones hepáticas.

Cuantitativas: Se denomina trombocitopenia a la disminución en el número de plaquetas


y trombocitosis a su aumento.

Las trombocitopenias ocurren frecuentemente en el perro y gato, y cuando


disminuyen a valores de alrededor de 20.000/ul se presenta púrpura, epistaxis, equímosis y
sangramiento por las aberturas naturales. Las trombocitopenias pueden tener diferentes
orígenes tales como:

- Producción disminuida: Por agentes tóxicos para la médula como los estrógenos y el
cloranfenicol en el canino en altas dosis y terapias prolongadas, agentes quimioterapéuticos
(ciclofosfamida, clorambucil, metotrexato) por efecto de radiaciones, infecciones como el
virus de la leucemia felina, por mieloptisis secundaria a procesos neoplásicos o por
trombopoyesis inefectiva (anemia megaloblástica, síndrome de Di Guglielmo,
trombocitopenia familiar).

- Distribución anormal: Ocurre por ejemplo en esplenomegalia congestiva, en metaplasia


mieloide y linfoma.

- Destrucción anormal: Consunción (coagulación intravascular diseminada); mecanismos


inmunes como la trombocitopenia trombótica, otra inducida por drogas como barbitúricos,
sulfonamidas, antihistamina (anticuerpo contra estas drogas se unen a la plaqueta);
púrpura trombocitopénica (en este caso se producen anticuerpos antiplaquetas,
antimegacariocitos); linfoma.

La trombocitosis es un aumento en el número de las plaquetas que puede ocurrir


por diversas causas tales como:

- Fisiológicas: a consecuencia de una intensa actividad muscular y liberación de epinefrina


con lo cual se movilizan las plaquetas desde los pooles no esplénico y esplénico,
respectivamente, siendo un cuadro de corta duración.

- Reactivas o secundarias: asociada a enfermedades inflamatorias agudas o crónicas,


hemorragias agudas, anemias hemolíticas, neoplasias, severos politraumatismos, posterior a
procesos quirúrgicos y esplenectomía, la cual es de duración más prolongada (días a
semanas) que las fisiológicas.

- Primaria o trombocitemia esencial o leucemia megacariocítica: cuando se produce


hemorragia, episodios tromboembólicos, epistaxis, sangramiento gastrointestinal al
aumentar su número sobre un millón/ul.
64

Cualitativas: En relación a estos desórdenes se denomina trombastenia cuando su


número es normal pero su función está alterada, siendo las causas más frecuentes fallas en
la adhesión, agregación y trombocitolisis. En caninos y felinos se describen los siguientes
ejemplos:

- Inhibición de la agregación plaquetaria: Se ha observado que el uso de drogas


antinflamatorias no esteroidales como aspirina y fenilbutazona pueden producir inhibición
de la agregación plaquetaria.

- Reducción de la agregación plaquetaria: Ciertos antibióticos, anthistamínicos,


lidocaína y halotano reducen su agregación. Cabe destacar que el ácido acetil salicílico,
acetila la proteína plaquetaria, lo que disminuye su reactividad al colágeno de los vasos
impidiendo su acción en la hemostasis.

- Reducción de la adhesividad al colágeno subendotelial: Se observa en la


enfermedad de von Willebrand, producida por una falla genética autosomal, debido a la
disminución de este factor por parte de los endoteliocitos que es necesario para la adhesión
de las plaquetas. Se ha descrito en caninos.

Mecanismo de la Coagulación

Si sacamos la sangre del sistema vascular, ésta coagula, lo que demuestra que
normalmente en la sangre están presentes los factores que participan en este proceso, los
que constituyen el sistema intrínseco o endógeno. Esta coagulación puede ser acelerada si
le agregamos productos de tejidos dañados; a este último sistema se le denomina sistema
exógeno o extrínseco, existiendo una vía común al final del proceso. Los distintos factores
de la vía intrínseca (XII, XI IX, VII), extrínseca (III, VII) y común (I, II, V, X, XIII) se
describen en el cuadro 7.

El proceso de la coagulación (Fig. 2) se inicia en el momento de producirse la


lesión, por contacto del colágeno expuesto sobre el factor XII, el cual es activado,
iniciándose la cascada de reacciones del sistema intrínseco para formar trombina activada.
Esta actuará sobre el fibrinógeno, degradándolo y formando las mallas de fibrina
(monómeros), las que por acción del factor XIII dan origen el coagulo definitivo
(polímero). Estas últimas etapas constituyen la vía común de la coagulación.

Al mismo tiempo, se activará el sistema extrínsico por liberación de la


tromboplastina tisular (factor III), que es un complejo de proteínas y fosfolípidos presente
en leucocitos, pulmones, cerebro, placenta e íntima de los vasos sanguíneos, la cual unida al
factor VII y Ca++ activará al factor X. El mecanismo extrínsico actúa en segundos para
producir la coagulación, mientras que el intrínseco demora minutos.

La mayoría de los factores que participan son plasmáticos siendo todos ellos
proteínas, a excepción del Ca++ (factor IV). Todos ellos se encuentran al estado de
proenzimas, las que al ser activadas actúan sobre el factor siguiente catalizando la reacción
y así sucesivamente hasta llegar al fibrinógeno.
65

Figura 2. ESQUEMA DE LA COAGULACIÓN SANGUÍNEA

VIA INTRINSECA Precalicreína Calicreína


Se activa por superficies,
colágeno, vidrio, Ag-Ac.

HMWKa HMWK*

Bradiquinina
XII HMWKa XIIa

XI XIa VIA EXTRÍNSECA


VII VIIa
Ca++ + factor tisular (III) + Ca++
IX IXa

VIII VIIIa
Fosfolípido + Ca++

X Xa

VIA COMÚN V Va
Fosfolípido + Ca++

Protrombina (II) Trombina

Fibrinógeno (I) Fibrina monómero

XIII XIIIa +Ca++

Fibrina polímeros
* Kininógeno de alto peso molecular (Coágulo)
66

Figura 3. ESQUEMA DEL SISTEMA FIBRINOLÍTICO

Activación Directa Activación Indirecta

Activadores presentes en: Proactivador


 Sangre (XIIa)
 Endotelio vascular
 Fluídos orgánicos Inhibidores
 Otros tejidos naturales y farmacológicos Activador

Antiplasmina
(inactivador)

Plasminógeno Plasmina

Fibrina Productos
Fibrinógeno de
Factor V y VIII degradación
de la Fibrina

Agregación plaquetaria
Inhibe Trombina
Polimerización de la
Fibrina
67

El fibrinógeno es una proteína de un peso molecular de 400.000, siendo sintetizado


por el hígado. Su concentración sanguínea puede variar en algunos animales como el
vacuno en procesos inflamatorios (proteína de la fase aguda). Es una molécula simétrica
que contiene 2 cadenas alfa, 2 beta y 2 gamma, estando unidas por puentes disulfidrilos.

La protrombina también es sintetizada en el hígado, dando origen a la trombina, la


que actúa específicamente sobre el fibrinógeno, rompiendo una unión arginilglicina en cada
cadena alfa y beta, liberando 2 peptidos A y 2 B. El resto de la molécula constituye los
monómeros de fibrina, los que espontáneamente se polimerizan por formación de uniones
H e hidrofóbicas. Por acción del factor XIII, se forman uniones covalentes, por lo que la
malla de fibrina se estabiliza.

La actividad tromboplástica es el producto de varias sustancias (factor III, Ca++,


factor VII) que se pueden encontrar en el plasma, plaquetas y tejidos. La globulina
antihemofílica (AHG, factor VII), proviene del hígado, células endoteliales y
megacariocitos. El componente tromboplástico del plasma (PTC, XI), el factor Hageman
(XII), el factor Stuart (X) el factor VII (proacelerina) y el factor V, provienen del plasma y
son sintetizados en el hígado. En cambio, de las plaquetas proviene el factor tromboplástico
plaquetario y de los tejidos, 2 precursores tromboplásticos (fosfolípidos tisulares y factor
tisular). Tanto la protrombina, como los factores VII, IX y X que son sintetizados en el
hígado, requieren de la vitamina K para su síntesis. La vida media de estos factores en la
circulación es variable (ver Cuadro 7).

Cuadro 7: Factores de la coagulación

Factor Nombre Peso Molecular Vida Media(hrs)


Factor I Fibrinógeno 340.000 123
Factor II Protrombina 68.000, alfa g. 100
Factor III Tromboplastina tisular 45.000
Factor IV Ca++
Factor V Proacelerina 330.000 25
Factor VII Proconvertina 48.000 –63.000 5
Factor VIII Factor antihemofílico 2.000.000, alfa-beta g. 10
Factor IX Factor Christmas 60.000 – 80.000, beta g. 65
Factor X Factor Stuart 60.000 – 80.000, alfa g. 65
Factor XI Antecedente 100.000 –200.000 65
tromboplástico
Factor XII Hageman 80.000 60
FactorXIII Estabilizador de fibrina 320.000 150
68

Reacciones limitantes de la coagulación


En 15 ml de sangre hay suficiente trombina como para coagular 2,5 L de sangre en
15 min. Por ello y para impedir una catástrofe existen lo que se llama reacciones limitantes
de la coagulación, de las cuales tenemos como ejemplo:

1.- Reacciones que limitan la producción de trombina


2.- Remoción de la trombina de la circulación
3.- Mecanismo fibrinolítico
4.- Efecto de la circulación sanguínea

El hígado remueve la tromboplastina tisular y factores activados IX, X y XI.


Produce factores inhibidores de los factores XII, XI, X, IX y VII. La trombina también
puede ser adsorbida por la fibrina formada (antitrombina I). Existe una antitrombina III,
pero, que es más lenta que la anterior.

La circulación sanguínea actúa diluyendo y transportando factores activados al


hígado. Además, mecánicamente limita el tamaño de la masa plaquetaria

Mecanismo Fibrinolítico

Junto al proceso de la coagulación participa el mecanismo fibrinolítico, que es


responsable de la limitación y degradación del coágulo de fibrina. Algunos investigadores
postulan que normalmente se estaría produciendo coagulación a lo largo de las paredes de
los vasos sanguíneos, por lo que sería necesario la presencia de este mecanismo capaz de
lizar la malla de fibrina.

La fibrinólisis (Figura 3), se inicia con la activación del plasminógeno que se haya
presente en el suero y plasma sanguíneo, pudiendo ser activado por diversas sustancias de
origen bacteriano (quinasas), tisular (endotelio), presentes en sangre y orina (quinasas),
enzimas proteolíticas (trombina, tripsina) y sustancias químicas (ácidos grasos, benceno,
cloroformo). Su activación produce la plasmina, que actúa sobre la fibrina liberando
productos de degradación (fragmentos X) y fibrina incompleta. Los productos de la
degradación presentan una actividad anticoagulante, inhibiendo la trombina y la
polimerización de los monómeros de fibrina.

El sistema fibrinolítico presenta inhibidores como son los antiactivadores normales,


e inhibidores sintéticos como el ácido epsilon-amino caproico.

Mecanismos que impiden la formación de trombos

Se describen mecanismos pasivos y activos que normalmente protegen al organismo


de la formación de trombos.
69

Los pasivos están relacionados con:

- Superficie normal del endotelio


- Protección de la superficie celular por una cubierta rica en hidratos de carbono
(glicocalix)
- Cargas negativas
- Recambio membrana celular
- Presencia de inhibidores

Los activos se refieren a:

- Endotelio (principalmente microcirculación pulmonar), remueve activamente sustancias


que promueven agregación plaquetaria (prostaglandina F12, serotonina, ADP)
- La íntima y el endotelio sintetizan y liberan un inhibidor de la agregación plaquetaria
(prostaciclina PG12)

Pruebas para evaluar la hemostasis

Varias de las pruebas a realizar requieren plasma del paciente, por lo que la sangre
deberá obtenerse con anticoagulante (citrato de Na al 3,8% en proporción de 1:9). No debe
utilizarse ni la heparina (interfiere con algunos factores de la coagulación como trombina y
factor X activado), ni el EDTA por interferir con las plaquetas.

Tiempo de sangría

Es el tiempo que transcurre entre la producción de una pequeña sangría y su


cohibición. Con una lanzeta o aguja estéril, se realiza una punción de mucosa o de la piel,
que debe estar desprovista de pelos, secando la sangre cada 30 segundos con un papel filtro.
En los animales domésticos el tiempo de sangría varía entre 1 a 5 min. Estos valores
aumentan en defecto de la pared de los vasos, disminución de las plaquetas y en
enfermedades hepáticas severas.

Tiempo de coagulación
Es el tiempo que transcurre entre la obtención de la sangre y su coagulación en un
tubo de ensayo. El método de Lee y White utiliza 3 tubos pequeños (Kant), en los cuales se
deposita 1 ml de sangre y se dejan a 37 grados C. A los 3 minutos, el primer tubo se inclina
cada 30 segundos hasta que se forme el coagulo y luego se sigue con el dos y tres, hasta
que coagule el tercer tubo. En el perro y gato ello demora entre 3 y 13 min.; en el caballo,
vaca y oveja entre 4 y 15 min.

Esta prueba también puede realizarse en un capilar, quebrándolo cada cierto tiempo
hasta que los fragmentos queden unidos. Sin embargo, esta variante esta muy influenciada
por la temperatura ambiente.
70

Con este método se estudia el mecanismo intrínseco de la coagulación. Esta prueba


esta siendo remplazada por el tiempo de coagulación activado, en el cual los tubos que
reciben la sangre contienen tierra silicea que activa la coagulación, la que ocurre entre 1 a 2
min.

Tiempo de trombina
Tombina es la forma activa de la enzima protrombina que actúa sobre el fibrinógeno
transformandolo en fibrina. Detecta fallas en el fibrinógeno. Puede ser remplazada por la
determinación del fibrinógeno.

Trombina + Ca + plasma citratado-coagulación del plasma

Tiempo de protrombina

Tromboplastina + Ca + plasma citratado-- coagulación del plasma

Mide la actividad del complejo protrombina, es decir la actividad conjunta del


sistema extrínseco y común (fibrinógeno, protrombina, factores V, VII y X). El factor
limitante es la protrombina. Su tiempo normal es de 5 a 15 seg, dependiendo de la especie.
Cabe recordar que la heparina inhibe la trombina y el factor X. Tiempos aumentados
pueden observarse en DIC (coagulación intravascular diseminada), alteraciones hepáticas,
deficiencias de factores VII y fibrinógeno y por falta o antagonismo con la vitamina K.

Tiempo de consumo de protrombina


Determina la cantidad de protrombina que queda en el suero después que la sangre
coagula. Es una prueba que se realiza en dos tiempos. El suero resultante de la coagulación
se hace reaccionar como sigue:

Suero+ tromboplastina + Ca + Plasma adsorbido--coagulación

Si hay un defecto en la coagulación, el tiempo de consumo de protrombina


disminuye por exceso de protrombina que queda en el suero de la coagulación realizada al
principio.

Por ejemplo, en la hemofilia, la prueba de Lee y White (tiempo de coagulación)


presenta un coagulo pero que es incompleto, quedando un exceso de protrombina en el
suero.
71

Tiempo de tromboplastina parcial


Esta prueba evalúa el mecanismo intrínseco de la coagulación. Se utiliza para ello
una tromboplastina de cerebro de conejo purificada (fosfolípido), por lo que su actividad es
parcial, lo que requiere de la presencia de los factores intrínsecos en concentración normal
para una completa coagulación. Para evaluar cual es el factor limitante, se agregan los
distintos factores purificados.

Si el tiempo de tromboplastina parcial aparece aumentado, pero el tiempo de


protrombina es normal, significa que el problema esta en la primera etapa del mecanismo
intrínseco. El tiempo normal es de 75 seg. Para determinar cual de los factores es el
insuficiente, esta prueba se complementa con la adición de los distintos factores
purificados.

Plasma citratado (paciente) + tromboplastina purificada (fosfolipido)- coagulo


incompleto si hay deficit de factores del mecanismo intrínseco

Retracción del coágulo


Es una prueba que depende del número y calidad de las plaquetas.
Un tubo con sangre coagulada se deja por 1 hora a 37 grados C., luego se mide el suero en
ml y se multiplica por 100 para expresarlo en porcentaje. Los valores normales varían entre
25 a 60%.

Recuento de plaquetas

Puede realizarse en forma directa mediante su recuento en un hemocitómetro


(cámara de Nebauer) utilizando un diluyente como el oxalato de sodio, o en forma
indirecta en el frotis sanguíneo, expresándolo en porcentaje al contar 100 leucocitos.
También se pueden contar en un contador electrónico, junto a los leucocitos y eritrocitos.

Pruebas específicas para medir la función plaquetaria

Adhesión y agregación: son métodos in vitro, en los cuales las plaquetas son
pasadas por una columna con bolas de vidrio a una velocidad estándar (test de agregación
plaquetaria in vitro). La adhesión de las plaquetas al vidrio se determina como el porcentaje
de diferencia entre la cuenta previa y posterior al pasaje por la columna. El test mide la
adhesión al vidrio y la agregación por acción del ADP, adrenalina y colágeno.
72

Desórdenes Hemorrágicos

Se denomina hemorragia a la presencia de eritrocitos fuera de los vasos sanguíneos.


Ello puede ocurrir por ruptura del vaso sanguíneo, o bien, sin lesión aparente, éstos pueden
atravesar la pared vascular intacta por un proceso de diapedesis. Esto último puede ocurrir
por aumento de la presión hidrostática venosa, alteración de las paredes o alteración de la
coagulación. La hemorragia por lesión de la pared puede ocurrir en procesos inflamatorios,
necrosis, traumatismos y neoplasias.

Se describen distintos tipos de hemorragias como las petequiales, que son aquellas
que tienen el tamaño de la cabeza de un alfiler (1 a 2 mm). La hemorragia equimótica en
cambio, ocupa un área de 2 a 3 cm de tamaño. Cuando el área hemorrágica aparece como
en pinceladas se denomina vivice. Estos tres tipos son más frecuentes en membranas
mucosas y serosas. Cuando la cantidad de sangre extravasada es mayor se habla de
hematoma y es producto generalmente de traumatismos o falla en la coagulación.. Cuando
ocurre en las cavidades se denomina hemopericardio, hemotorax y hemoperitoneo.

Se define como púrpura a extensas zonas hemorrágicas petequiales y equimóticas


en mucosas y serosas, estando relacionada con alteraciones de las plaquetas.

Se entiende por diátesis hemorrágica aquellas enfermedades que tienen tendencia a


presentar hemorragias, por un problema básico que radica en un defecto hereditario o
congénito de la coagulación.

En general los desórdenes hemorrágicos se clasifican en defectos adquiridos y


hereditarios de la hemostasis. En todos ellos ocurre una lesión de las paredes vasculares,
ya sea por un defecto inherente a ella o por un trauma externo. Así tenemos que en las
púrpuras hemorrágicas se haya envuelto en el problema alteraciones de las paredes, de las
plaquetas o ambas a la vez. De manera que cualquier alteración de los participantes de la
hemostasis resultará en un desorden hemorrágico.

Adquiridos

En las especies domésticas, las enfermedades hemorrágicas adquiridas son las más
frecuentes y se producen por diversas causas presentes en alteraciones orgánicas o por
agentes externos Los principales son:

- Enfermedades hepáticas: Debido a que este órgano es el mayor sitio de síntesis


de los factores de la coagulación, su alteración resultará en tendencias hemorragíparas. Por
otra parte, la protrombina y factores VII, IX y X son dependientes de la vitamina K para su
síntesis en este órgano. Por ello, la disminución de síntesis no solo se va a presentar cuando
hay una severa alteración del parénquima hepático, sino también cuando por obstrucción
canalicular disminuya la secreción biliar al intestino alterando con ello la absorción de
grasas y por ende las vitaminas liposolubles como la vitamina K. Ambas situaciones
pueden diferenciarse inyectando vía endovenosa vitamina K; si la hipoprotrombinemia
desaparece, el problema es debido a una obstrucción biliar.
73

El fibrinógeno también puede disminuir en alteraciones hepáticas, sin embargo, es


muy poco frecuente en los animales domésticos.

- Substancias químicas: Los derivados cumarínicos (warfarin) comúnmente usados


como raticidas, pueden ser ingeridos accidentalmente, provocando hemorragias debido a
que interfieren con el metabolismo de la vitamina K, lo que impide la síntesis de
protrombina, factor VII, IX y X. Su mecanismo de acción es complejo y se debería a un
efecto de inhibidor competitivo, de bloqueo de la reducción de compuestos oxidados de
vitamina k, los cuales se acumulan e inhiben la acción de la vitamina K.

Otras sustancias como la aspirina (ácido acetil salicílico), derivados de la


fenotiazina y fenilbutazona interfieren con la hemostasis, inhibiendo la agregación
plaquetaria (por posible disminución de la producción de ADP).

- Alteraciones plaquetarias: Son frecuentes en los animales, ya sea por


disminución en su número (trombocitopenia) o alteración de su función (trombastenia).
Generalmente, el defecto se manifiesta por petequias hemorrágicas en las mucosas y piel;
equímosis, epistaxis y diarrea hemorrágica y cuando el número de plaquetas es inferior a
30.000/ ul.

En el canino la trombocitopenia frecuentemente acompaña a enfermedades


autoinmunes como la anemia hemolítica autoinmune y lupus eritematoso sistémico.
Infecciones virales también pueden disminuir las plaquetas, como es el caso de la peste
porcina clásica y africana y púrpura hemorrágica trombocitopénica.

- Enfermedades infecciosas: En la etapa final de una serie de enfermedades se


puede observar púrpura, debido a la acción de toxinas en el endotelio vascular (endocarditis
bacteriana, fiebre tifoidea).

-Deficiencias vitamínicas. Principalmente las vitaminas K y C; esta última por su


función en el colágeno intercelular, produce tendencia hemorrágica (escorbuto). La
deficiencia puede presentarse en el síndrome de mala absorción.

-Coagulación Intravascular Diseminada (CID); (Coagulopatía Consuntiva;


Síndrome Desfibrinación; Trombosis difusa Intravascular). Cuando se produce una
trombosis intravascular difusa se producen defectos hemostáticos, debido básicamente a la
reducción de los factores de la coagulación y de las plaquetas por su uso en el proceso
trombótico y a las propiedades de anticoagulante de los productos de degradación de la
fibrinólisis. Ella puede presentarse en forma aguda, subaguda o crónica tanto en el hombre
como en algunos animales, siendo raramente una enfermedad primaria, lo corriente y
frecuente es que sea secundaria a otra enfermedad. La etiología de estas alteraciones es
variada, pudiendo ocurrir por la entrada a la circulación de sustancias tromboplásticas en
gran cantidad, como puede ocurrir en complicaciones obstétricas y en casos de
endotoxemia gram negativa; en reacción antígeno-anticuerpo en la circulación; infecciones
virales, bacterianas y parasitarias.
74

La alteración aguda se presenta más frecuentemente en: complicaciones obstétricas


(feto muerto; toxemia; parto laborioso), endotoxemias meningococicas y hemólisis
intravascular (tranfusiones; anemia autoinmune).

Cuando la alteración adquiere las características de ser crónica se presenta en


complicaciones obstétricas, tumores malignos (adenocarcinoma de la glandula mamaria, de
los testículos, glándula tiroide; carcinomas del sistema linfático, hígado y bazo) y cirrosis
hepática.

Hereditarios

La gran mayoría de estos desordenes hereditarios dice relación con problemas de la


coagulación sanguínea y consisten en una disminución de la actividad de los factores que
participan en ella. Los siguientes son los más frecuentes y descritos en los animales:

- Deficiencia del Factor XII o Hageman. De rara presentación, se transmite por


un factor recesivo autosomal y no produce hemorragia. Los caballos y patos son deficientes
en factor XII comparados con el hombre.

- Deficiencia del Factor XI. También se le conoce como Hemofilia C, siendo


menos común que la Hemofilia A y B. De carácter recesivo autosomal, las hemorragias
espontáneas son raras, sin embargo, se pueden manifestar en una extracción dental. Se ha
descrito en el canino y bovino.

- Deficiencia del Factor IX. Se conoce como Hemofilia B, presentándose por


efecto de un factor recesivo ligado al sexo (X). Los machos son afectados, en cambio las
hembras son sólo portadoras. Clínicamente se manifiesta por hemartrosis, hematuria y
severas hemorragias en traumas. Se ha descrito en el canino Terrier y es de rara
presentación.

- Deficiencia del Factor VIII. Alteración conocida como Hemofilia A. Se


presenta por un factor recesivo ligado al sexo, siendo los machos los afectados y las
hembras las portadoras. Se ha descrito en el canino Irish Setter, German Sheperd, Collie,
Labrador, Beagle, Grey Hound. También en los equinos, sospechándose de su existencia en
el gato.

Otros factores como el X, VII y VIII raramente presentan una deficiencia. En el


canino y porcino, también se ha descrito una pseudohemofilia, semejante a la enfermedad
de von Willebrand en el hombre. Esta se caracteriza por prolongación del tiempo de
sangría, disminución de la adherencia plaquetaria y disminución variable del factor VIII.
75

REFERENCIAS
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product preparation, storage and administration. Am. Animal Hospital Assoc. 23: 483 – 493

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- Carr, A. & johnson, G. A review of hemostatic abnormalities in dogs and cats. J. Am. Animal Hospital
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- Dunn J.K., Heath M. F., Jefferies A.R., Blackwood Laura, McKay J.S. & Nicholls P.K. 1999 Diagnostic
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- Harvey J.W., Simpson C. F & Gasking J.M. 1978 Cyclic Throbocytopenia induced by a rickettsia- like agent
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- Zelmanovic D. & Hetherington E.J 1998 Automated analysis of feline platelets in whole blood, including
platelet count, mean platelet volume and activation state. Vet Clin Path 27 (1)
76

CAPITULO 8: TOPICOS EN INMUNOHEMATOLOGIA CLINICA

W. Rudolph R.

La inmunohematología es parte de la medicina y dice relación con las enfermedades


de la sangre, que se producen por reacciones antígeno-anticuerpo, dada la estructura
antigénica de las células sanguíneas. En los últimos años, esta disciplina se ha desarrollado
en forma notable en la medicina veterinaria, especialmente en la tipificación de los grupos
sanguíneos de los animales, lo que ha permitido la identificación de paternidad en el equino
y diagnóstico de las enfermedades inmunohematológicas. Además, se ha avanzado en el
estudio de los antígenos de los leucocitos y plaquetarioso o antígenos de
histocompatibilidad en los animales.

Grupos Sanguíneos

Los grupos sanguíneos dependen de estructuras antigénicas que existen en la


superficie de los eritrocitos. Los antígenos fenotípicos son controlados geneticamente y
permanecen relativamente constantes durante toda la vida de los individuos.

La mayoría de los antígenos de superficie son hidratos de carbono o proteínas y


aparecen como integrantes de la membrana celular. Como excepción a esta regla, esta la
existencia de antígenos semejantes a los de los eritrocitos sintetizados en otros lugares del
organismo. Estos se encuentran libres en la saliva, suero y otros fluídos y son absorbidos
pasivamente a la superficie de los eritrocitos. Como ejemplo tenemos el antígeno J del
bovino, el R de la oveja, los antígenos A y O del cerdo y los antígenos Tr del perro.

En condiciones fisiológicas de pH y fuerza iónica, los eritrocitos se repelen por sus


cargas negativas o potencial Z. Las cargas que son atribuídas al ácido siálico, permiten
mantener a los eritrocitos en suspensión sin que ellos se toquen.

Cuando se producen anticuerpos contra los eritrocitos en situaciones patológicas,


ellos entran en contacto con los eritrocitos y si son capaces de cubrir la distancia entre ellos
se va a producir aglutinación visible. A estos anticuerpos se les llama anticuerpos
completos o aglutininas. Si un anticuerpo reacciona con los eritrocitos, pero no produce
agregación o aglutinación se le llama anticuerpo incompleto. En este caso, para
detectarlos in vitro hay que agregar alguna sustancia para disminuir la separación de los
eritrocitos y permitir la agregación como un coloide (albúmina, dextran), o remover las
cargas negativas de la superficie de las células (neuraminidasa, papaína). La aglutinación
puede producirse o mejorarse con la adición del reactivo de Coombs (antisuero heterólogo
anti IgG).

Si se administran eritrocitos a un receptor alogénico, los antígenos de superficie


estimulan una reacción inmunológica en el receptor, lo que induce rápidamente la
destrucción de los eritrocitos administrados (hemólisis), mediante anticuerpos y
complemento, y por una destrucción extravascular, por opsonización y eliminación por el
sistema mononuclear-fagocítico. A esta destrucción celular se le clasifica como reacción de
77

hipersensibilidad tipo II. La hemólisis se manifestará generalmente en la segunda


oportunidad de contacto de los eritrocitos del dador con los del receptor.

La ocurrencia natural de anticuerpos para algunos antígenos de los eritrocitos se


pueden encontrar en forma irregular en animales normales que adolecen de los respectivos
antígenos. Como ejemplo tenemos: el anti J en el bovino; anti R en el ovino; anti C en el
equino; anti A en el gato y cerdo. Estos anticuerpos se producen normalmente por
exposición de los animales a determinantes antigénicos similares o idénticos (antígenos
heterófilos).

Grupos Sanguíneos en diferentes especies

Bovino: Doce sistemas de grupos sanguíneos son los más conocidos, siendo los grupos B y
J los más importantes. Estos se encuentran libres en los fluídos orgánicos y son
pasivamente adsorbidos en los eritrocitos. No se encuentran en los terneros recién nacidos,
pero son adquiridos dentro de los primeros 6 meses de vida.

Los bovinos J positivos son de dos tipos. Unos poseen antígenos J en gran
concentración, los cuales se pueden determinar en los eritrocitos y en el suero. Otros
contienen bajas concentraciones y difícilmente se pueden determinar en los eritrocitos.
Aquellos bovinos que son J negativos, pueden contener anticuerpos anti-J naturales en el
suero los que presentan variaciones estacionales. En estos animales, transfusiones de
eritrocitos J positivos a J negativos pueden producir reacciones hemolíticas, aún sin que
antes haya habido una reacción de sensibilización previa.

Equino: Esta especie posee a lo menos 9 sistemas de grupos sanguíneos. El conocimiento


de estos grupos es importante para diagnosticar la existencia de la enfermedad hemolítica
del recién nacido y los estudios de paternidad en la especie. En el primer caso, los
anticuerpos producidos por la yegua solo pueden llegar al potrillo a través del calostro,
provocando en éste una anemia aguda, que puede ocurrir a las pocas horas o días de nacer.
Hemoglobinuria e ictericia pueden presentarse, siendo características de la isoinmunización
de la preñez (enfermedad hemolítica del recién nacido).

Si anticipadamente se sospecha de la presentación de esta enfermedad, se puede


enfrentar el suero de la yegua con los eritrocitos del potro utilizando el test de la
antiglobulina para confirmar la sospecha. La presentación de la enfermedad se puede
prevenir, simplemente no dando calostro al potrillo.

Canino: En esta especie se han descrito 14 sistemas de grupos sanguíneos, siendo uno sólo
(A) el más fuerte como para tener importancia clínica. Aproximadamente el 60% de los
perros son A positivo, existiendo subtipos (A1, A2, A3), siendo el A1 el antigenicamente
más importante. En un 10% de los A negativos existen anticuerpos naturales anti-A pero
son de bajo título por lo que no tienen significancia clínica. Por ello, transfusiones
primarias (sin conocer los grupos sanguíneos) no provocan mayores problemas, sin
embargo, en individuos sensibilizados pueden manifestarse severas reacciones de
incompatibilidad.
78

Felino: En la actualidad se reconocen como los principales grupos sanguíneos los


genotipos A/A y A/B (donde el grupo A es dominante sobre B). Estos gatos tienen
naturalmente una gran cantidad de anticuerpos en el suero (alo o isoanticuerpos). Una
proporción variable tienen el grupo sanguíneo B (genotipo B/B), presentando
frecuentemente en forma natural un alto nivel de anticuerpos A en el suero.

La distribución de los grupos sanguíneos en los gatos de pelo corto y largo en


Europa y resto del mundo es variable. El grupo A es siempre más frecuente que el B, sin
embargo en Italia, Francia, Japón y Australia el B se encuentra en más de un 10% de los
gatos. En animales de pedigree hay diferencias no muy bien explicadas, por ejemplo: gatos
persas en USA tienen un 76% de A, en cambio en Italia presentan un 97%. Lo más
probable es que esta diferencia se deba a los métodos de cruzamiento

Porcino: De los 15 grupos sanguíneos que se conocen, los sistemas más importantes son
el A y O. Son antígenos solubles que se encuentran en el suero y son adsorbidos
pasivamente por los eritrocitos después del nacimiento. Un gen supresor (S) en el estado
recesivo homozigoto puede prevenir la producción de los antígenos AO en el suero. Los
cerdos A negativo pueden presentar naturalmente anticuerpos anti A, lo que puede inducir
una hemoglobinuria si se le inyecta sangre A positiva.

Enfermedad hemolítica del recién nacido

Esta es una enfermedad en que los eritrocitos del hijo son destruídos (hemólisis)
antes o después del nacimiento por efecto de los anticuerpos de la madre que posee un
grupo sanguíneo diferente. Generalmente ello ocurre, cuando la madre es sensibilizada por
eritrocitos de distinto grupo a ella, lo que puede ocurrir por diversas causas (paso de
eritrocitos del feto a la madre durante la preñez o en el parto; posterior a una inmunización
con vacuna que contenga eritrocitos; transfusión de sangre incompatible).

Esta enfermedad se ha descrito en el hombre, equino, bovino, mula, cerdo, canino y


gato. Su presentación es variable, dependiendo de la especie y región. Se reconoce de un 8
a 10% en las mulas, rara en el perro y gato. Ciertos anticuerpos naturales en contra de
grupos sanguíneos se presentan en el suero de algunas especies, pudiendo aparecer también
en el calostro.

Transfusiones sanguíneas

Las Transfusiones debieran realizarse, en lo posible, previa determinación de los


grupos sanguíneos o la compatibilidad sanguínea entre recipiente y donante, mediante la
prueba de compatibilidad cruzada. Esta última prueba evalúa tanto el sistema mayor
(eritrocitos del donante versus plasma del receptor) como menor (eritrocitos del receptor
versus plasma del donante).
79

Por otra parte, los donantes deben ser negativos a agentes infecciosos como FeLV,
FIV y hemobartonellas en el caso del felino y parásitos como filarias cuando son
prevalentes en caninos

No obstante que la tranfusión sanguínea es un método para salvar la vida, tiene


algunas desventajas, como la transmisión de enfermedades, la sensibilidad de proteínas
plasmáticas del donante que pueden producir reacciones alérgicas y si la técnica de
transfusión no es la adecuada el paciente puede experimentar una sobrecarga circulatoria
con falla cardíaca. En este sentido la sangre debe inyectarse lentamente, en una dosis de
10-20 ml/kg. de peso y a una temperatura igual a la temperatura corporal.

REFERENCIAS

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USA

- Lubas, G. & Continanza, R. 1995 Recent advances in our understanding of the immunohematological
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- Tizard I.R 1977. An Introduction to Veterinary Immunology.. W.B. Saunders Company. Philadelphia,
London, Toronto.
80

APENDICE
PAUTA PARA EXAMINAR UN EXTENDIDO DE SANGRE

ERITROCITOS

Tamaño: Diferencia de tamaño: Anisocitosis (Marcada; Regular; Leve)

Forma: Diferencia de forma: Poiquilocitosis (Marcada; Regular; Leve)

Otros:
- Leptocitos (con forma de diana; o en barra)
- Acantocitos (eritrocito con proyecciones irregulares)
- Esferocitos (eritrocito más pequeño y teñido sin centro pálido)
- Equinocitos (eritrocitos crenados)

Distribución

- Separados
- En rouleau (pila de monedas)
- Aglutinación

Color plomizo: Policromasia (Marcada; Regular; Leve)

Estructuras anormales:

- Cuerpos de Howell-Jolly (remanente nuclear)


- Cuerpos de Heinz (precipitación de la hemoglobina por oxidación) nombre en el
equino. En el gato se denominan cuerpos refractiles
- Puntillado basófilo (agregación de material ribosomal)
- Eritrocitos nucleados (inmaduros)
- Hemoparásitos (hemobartonela, babesias, etc)
- Cuerpos de inclusión
- Fragmentación nuclear

LEUCOCITOS

Anormalidades morfológicas: Cambios tóxicos en los neutrófilos: gránulos azurófilos;


vacuolización; citoplasma espumoso; basofilia y cuerpos de Döhle.

Degeneración nuclear

- Hiposegmentación nuclear de los neutrófilos


(anomalia de Pelger-Heut).
81

- Formas gigantes bizarras.

- Inclusiones citoplasmáticas

- Distemper; Ehrlichia; eritrocitos fagocitados y bacterias.

PLAQUETAS O TROMBOCITOS

- Recuento total indirecto.

- Distribución.

- Anormalidades morfológicas: Hipogranulación, basofilia, vacuolización


megatrombocitos.

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