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"Un corazón de muchas habitaciones"

La enseñanza en la Universidad

Juan Tausk

A un joven panadero, fusilado en


Mauthausen, Austria, a los 19 años.

1. "Un ramo sin lazo"

U n profesor oriundo de la aldea medieval de Domazlice, (tam-


bién denominada Taus) en la Bohemia checa, pasa por ante
los estrados de la justicia universitaria para renovar su cargo.
¿Debe? Pero por sobre todo: ¿quiere?
Han pasado quince años de lidiar con su institución aman-
te y fatal. Otra vez trabajar por poco más que nada, dándolo
todo, como describe un lúcido pensador a la gran fiesta porte-
ña de la cultura: se sostiene de la generosidad obligada de
aquellos que justamente no tienen para darla. No pocos deci-
den al modo Van Gogh: 1 si un saco de patatas o un pomo de
pintura. Se sabe, el apasionado no vacila mucho. Pero duele
ver que sus cuadros valen hoy la incomible suma de cien mi-
llones de kilos de patatas.
Así tenernos, entonces, una carrera abierta y gratuita. Es
un principio político e ideológico, sin duda de valor: casi todos
pudimos hacer aquello que los abuelos inmigrantes o los exi-
liados internos indígenas desde sus oficios o la agricultura
nunca imaginaron: que sus nietos fueran universitarios. Pero tam-
bién hay que decir que es realizado a costa de administrativos con

l. A no inquietarse: la oreja es un artefacto cuya metonimia lo puede


llevar hasta a representar el ícono de un congreso de psicoanalistas, si no
más. Pero Van Gogh escribía a su hermano Teo: "Y bien, mi trabajo, yo
arriesgo mi vida en él".

12
másPerofel' a veces
( h ay que explicar las . ·¡¡
na H ices no así los chistes) Nad t meta oras, incluso las
sueldos paupérrimos, de docentes auxiliares que administran, . s. ay que traba¡· ar A, ., a e encuentra así de b
pie b · · un mas h ue- i ·
jefes de trabajos prácticos que gerencian, profesores CEO ter- s a ca eza, toda una vida . ' ay que trabajar mucho d
cermundistas que pagan el honor con sus espacios de trabajo,
sus c01nputadoras, sus cuentas telefónicas, sus vidas de fami-
marcas y no pasar d 1 , siempre. Estar en cami
o confundirse con 1 e argo. No encandilarse con 1
·, . a meta· es ·
,. e
ª aspirac10n n~, de~~r
s10n narcisista. O sea de .1 . s1bempre un espejismo de la il
lia yAsí
asíes
defácil
continuo.
hacer populismo, pues se es generoso con lo que meta en ¡ · . ' a lm ec1hdad h u-
sabe- nada cima m en la vuelta al valle Suman:. No está la
es del otro. Si algún motivo lo lleva a continuar es el placer de
¿Quiere?
Ésto ~ ~sigual después. (Ver F. Ret. m em argo algo se
e e apreciarse en el d amar mas adelante)
dar Clase, más bien, de decir lo que piensa, lo que ha ido pensan- proceso de ensenanza:
- mo o en qu e se a d ministra
. el
do a través de los años, lo que se va pensando, lo que piensan

~e
otros y asume como propio. El goce de trabajar con un conjunto El encuentro
ment e mas
cor1 uncampod ·d
, importantes ue e e 1 eas produce efectos decidi

~e r~fleja caída,otoñalr~:~1a d~l árbof:~


docente valiente y de valor, el misterio renovado de que haya te, lo visto y oído que a 1r1'C\lerdo temporal dcltexto el a da-·
algunos estudiantes que creen que aquello que hacen vale la en la trabajo logrado del
pena y lo acompañan bien. Percibe con acuciante2 nitidez cuán e . o¡as y apuntes mal p.. d us OJas, no es sino la caída b d

Pero_~ unive~::ªs~~:sf:~tada l~~:::ii::.


pocos de la numer-0sidad de porteños y platenses que han sido parcial, barridas a Ja - ega os en las noches de la ur a
sus alumnos pueden hoy vivir dignamente de su profesión. canal}a escoba do
6 or que estamos aquí ,b e uno y otro lado.
. Tal vez no sea más que' ~~~ ,,~seamos, qué nos tiene?
Paga el precio.
A veces él no está decidiendo. La vida, el inconsciente lo
lleva. La casa de Freud era un peregrinaje obligado, pero el ta Roberto Juarroz escribe:p. a c. trabajo que el fallecido poe-
Danubio se le pasó de largo.
¿Dónde buscarlo sino en Viena? El río lo sorprende en el Éi. reúne en un ran10 sin lazo
lugar menos esperado. Entrando al hermoso y medieval pue- aron1a del ser ,
blo pastoril de Mauthausen, que rodea plácidamente al otrora y la fragancia de la nada" 4
campo de concentración homónimo.
No era poco lo que hacía allí: rendir homenaje, balizar la
memoria, anudar una mala historia. Allí fusilaron a un joven
En las exactas palabras d
~es el psicoanalista necesita
d:Jr una_ y otra vez que sólo
a: s~ p~esía
si:;~
,
despeja, lo que a ve-
m en el exceso, para descu-
de oficio panadero, que no llegó a ser su tío. Unas palabras lo c1r lo impronunciable. ' y no es poco, para intentar
acompañan deseando que encontrara allí aquello que estuvie-
ra buscando. Sin duda que buscaba, pero la pregunta le lleva a
afirmar que no espera encontrar nada, que tal vez algo lo en-
cuentre a él. Allí jugaba sus cartas y arriesgaba. Jugaba como
que es Wierdegefunden'· "
Picasso/Lacan3 con el "noJ:>usco, encuentro". O "encuentro lo "¡ ah' (S XI) o retoma;
nálisis" i ' en
en Los
"... 1 yo o veo1buscar bastan I"
"RSI"cuatro concep t os fundamentales del .
(S XXI
. !)se queja cuando al . ps1coa-
~ ~.s
que no busco". Si no fuera así la vida... ··· me cuesta má d. b te. , para decir en "El S' . gmcn le di.ce
XXIV) ya se resi . rozar mi camino". En "Lo mto_ma" (S. X:Xlll) que

o e~cuentro tanto com~


busco." Para en ,7Elª· ... en el punto en el que esto n: sabido que sabe ..." (S
mente no encuent mbomento de concluir" (S
J ro, usco" ('11 d ·
xxJ')'ternunar el · "
2. El autor fue profesor titular de la asignatura equivalente en la Facultad de . uarroz, Roberto· p . . o o esto encontró el auto b giro: Actual-
de
4 Letras, !987 . . oesia y realidad, Buenos A'tres, Academia
r useandoArgentina
... )
Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Plata.
~
3. Sin duda resulta en un 'witz' lacaniano, pues vuelve una y otra vez sobre la
«T n i'.ti.r.a del psicoanálisis" (S. V11) lo presenta y habla del objeto
Ju(ln Tcwsk. "Un
de trwchas habi!iicia11cs"
2. "Brand mark"
aquel que concluye con 1- . .
Nadie podrá decir que el autor es un fiel lector de Jacques l~, 5 el que nunca llega ac:~;~orancia de las teorías que cance-
Lacan. Por ello, quizás, pueda reconocerse con10 buen lector. siempre reniega con aquellos amente al. vulgo no iniciado, pero
donan la fidelidad que lo resisten o peor aún b
Lacan consideraba que, al que sabe, al que se supone que o · , a an-
sabe, o sea al rubricado Sujeto Supuesto Saber, se lo ama. Tan- h sea, es posible n1isiona:r co
to más, obviamente, al portador del semblante de objeto 'a', a_ce del sujeto un portador de n un saber garantido, que
puesto que pareciera ser y/o tener el objeto de la satisfacción o ;.s_i ~l ¡nterlocutor, mirando mas~~ª- verdad. '.=fo desmerece
de la felicidad o del deseo. (Está claro que no se equivalen exac- ren o e¡ a un estorbo del sab a o ª, traves de él, redu-
tamente). Pero uno y otro, SSS y Semblante se unen en un ª.marlo: porque es un saber . er. Debera mamarlo, deberá
punto que se infinítiza. Saber del deseo es saber de la causa tica del discípulo del maestr;~sas;~.le¡"alvo en la elación mís-
del deseo y de su cumplimiento: sea origen o fin, tanto da. Tanto por un tubo' sino literalment u .i . e saber le llega, no 'como
en la adjudicación como en la asunción, sí se sabe se lo tiene y tro: un círculo radiado e e por un tubo conectado al maes
'11 d · n una choz · ¡ -
ambos se conjugan en la espesa consistencia del ser. Allí la fas- o o cierra, pero falta aíre. a crrcu ar, en el desierto.
cinación de la histeria. Siempre hay un/a incauto/a que se la Creo que a la ¡ · ·d .
cree y justo le toca al analista, lo que es lógíco: puesto que él lo
indujo en tanto administra la sugestión. Al fin, es su método.
f" la trayectoria deu~r;,:::;~:~: de F;mando U1loa6 respecto
ueg~ de amar al maestro, se a!ue e Incluir una categoría.
En el filo del extravío, en el borde de la tentación el analis- el desierto, que al diluir el i / . a amar la teoría. Después
ta sostiene su función, cuando puede. encontrar un 'estilo' N n OXICante horramiento perm·t
· o se podr' · . ' re
Pero, ¿cómo se sabe que eso acontece? No sólo por los re- q.ue d escribe lo que uno ha asa ia c01.nc1dir menos, puesto
servados relatos de los analistas respecto de sus prácticas. A s1erto nunca se sale del todop do o sigue pasando: del de-
veces generosos consigo misn1os, los más impiadosos con la Pero falta una etapa ,
experiencia ajena. También se revela en la relación de ense- confesar: la arrogancia d~u; c~da cdual ha vivido, se lo debe
ñanza del psicoanálisis, incluso en la Universidad: práctica 111e, la soberbia del portador ~el ica or de una verdad enor-
tan objetada doctrinalmente hace no más de un par de déca- no gran falo.7 Eso viene antes ~e~mblema, o sea, del peque-
das. Difícilmente se la pueda excluir de las prácticas que ha- guno~ nunca llegan a él. Pero el d de~1erto. Es claro que al-
cen al conjunto denominado transmisión del psicoanálisis. Lo ma7 s1en1pre, alguna vez. s es1erto se les viene encí-
que seguramente no deja de pretenderse en la asignatura de Son tantos los estudiante
referencia: al fin no es una introducción a la teoría psicoanalí- ra que se han reconocido o res que reco:rieron la asignatu-
tica puesto que pretende avanzar en la clínica psicoanalítica. b1en, en este circuito, que pare~eonoc;bn aun, para mal o para
Sigamos entonces. No es infrecuente que se admire al que un rand mark" d e nuestro
se sitúa en el lugar del maestro, se lo in1ite, repita, recomien-
de, cite. Identificación al rasgo, dicen algunos: en el rito, en
el gesto, en el aspecto, en el decir. Se deforma abnegadamen-
te el yo, no sin esfuerzo pero con convicción, sin hacerle asco, 5. Para qué abundar si I. d'
tas: eJ Mesías Y el auto o i;e todo el brillante ensayw " . .
sin temor al ridículo. Es la contraseña que mancomuna a la Cal pe, l993 (1990) de fe 'de Gerard Haddad B . Los b1bl10c!as-
n1asa, a la materia gris. 6. UIIoa, Jt"'ernando· Ñ. l . . , uenos Aires, Espasa
No es infrecuente que se intente sostener un saber supe-
1-~ ,:)"'1'rlñ~. Q_uizás una revelación de un saber definitivo,
7 fI b ,
· a opera No.buceo de v; d.
es
. ove aCluucaPsi
. ·
l'.
8. La _raque decido: e} falo un oxt:~~a ttiw,BuenosAíres,Paidós 1995
ion, • .
hilónico no queda er l recientemente Present d . d 1
mas que la 'sombra del rey'. a a. e emperador ba-
Juan Tausk. "Un cm·azón de nwclws fwbilacio11es"

iii. La aspiración de ser el falo se reduce a tenerlo con las condi-


. de nuestra facultad. Sm dud: ciones respectivas de cada sexo.
tie1npo, de nuestra ~~~al~~os, tan1b1én en nuestra urbe s
Agrega el autor: la regla, la ley vale para todos. No hay
debe acontecer en t
extraterritorialidad. A la marca de la castración le pueden su-
suele copiar lo peor.
ceder todo tipo de cosas: renegada, desmentida, repudiada,
expulsada o forcluida. No serían necesarias más voces para
extraterritorialidad mostrar el amplio arco de matices de las defensas para sobre-
3 . No h ay
nder de nuestra práctica vivir, pero la ley del incesto vale igual. No se reducen las gene-
Vayamos a lo que podderndos.:pqr:e los anahstas aspiran a raciones, no se atrapa al objeto. Salvo pasando. el límite de la
=und Freu ec1 ue ellos rn1smos no COjdición humana. También la genealogía de la enseñanza/
analítica S1~ental en sus pacientes a la ~e los habihta: a pe- ap'fiendizaje se quiebra en el imaginario de la identificación,
una saludE~o es su virtuosismo, puedsto q listas. Se podría m- en la urdimbre umbrosa de lo incestuoso.
arnban. s den hacer e ana u etos ¿Qué es lo que permite a un sujeto sostener el lugar de
sar de ellos m1srnos~::~o, ninguna otra cosa, en t:::~1~1Jn de analista? ¿Qué tiene o qué sostiene esa función? ¿Qué permite
eluso agregar ~ue$or tanto los puntos c1egdos -~onde saber que responder a esa atribución neoyorquina de los setenta que si-
del inconsc1en e. b . e claro a con ic1on
, d· deben tra a¡ars ' ,. túa af diván separando al 'under dog' del 'upper dog', en una
neces1da bl en última instancia. . . to que J acques definición más del Bronx que de Manhattan?
son irreductl d~:ecc1ón de este descubnrn1e:do,del Sernmano El analista no tiene más que su deseo: un 'deseo adverti-
Es en~~ apartado particula_rn:ente l~~ no saber'. Un ana- do', como enuncia el texto referido más arriba, o un incons-
Labcan{:tticag refiere al 'valor dmamco1~~álisis' puesto que siernl- ciente más la experiencia de inconsciente. Es en esa direc-
so re b ué hace en psi o sólo no o ción que Freud gustaba de decir que la formación del analis-
lista 'no puede sa er '1. l da Eso precisamente n t rnás
ta requería al menos una 'experiencia de convicción de exis-
pre una parte le ser~ev:uªres~onsabilidad, sino que tan o
tencia del inconsciente'. No sería ocasión de derivar pero esa
hace desentenderse com rornete corno suJ_et~. s1coa-
phc~ puest~e
lo irn q:: !~ cora~ón
de la tran;rn~:';-;:li~~!:d
Prec1samen a una paradoja: la dernan a cuentro con el
debe
experiencia se pueda contar solamente a partir de una
serie.11 Que no es otra cosa que experiencia de castración y si
quiere decir algo, asumirla.
náhs1s, s_e ms~~ desde la imposibilidad de\:n erspectiva del ¿Deseo del analista? Uno de los conceptos administrados
ser cons1~::;' atravesando el límite. pes::olut~, y por tanto la del modo más enigmático: más parecido a lo iniciático. Pero es
~~i:;~·;:al', o sea de:~: ~:;r~o~~'¡~º;;~ensión del sd~:=~~: otra cosa: sin duda una idea ardua de entender, menos por el
alambicado equilibrio de sintaxis asombrosa que porque hay
dimensión de la rn~ d ello? El texto sugiere tre .
que pasar por allí, porque atraviesa sin que se lo pueda asir
Pero, ¿córno sa er e . 11 l discurso en un intento sm
del todo. Pero se lo puede caracterizar en una frase, como hace
i El objeto no se lo hal:a y por e o e Lacan: 'No se puede desear lo imposible'. Cumplir el deseo que
. fin'º de cerrar el circulo. . s corno sujeto del las cosas cierren bien. No hay felicidad salvo en la sublimación,
d lo que se e ,
, faltar a la cad ena e
ii. Unopo dna
inconsciente.
·t· " que los estudiantes 11. No carece de importancia precisar esto en una época en que un toque de
sa anal 1 ica. ,
a de felicidad y la prome análisis, un suspiro de supervisión o un texto siempre explicado por otro pare-
9 "La demand cieran signar una penosa formación más a distancia que en transferencia.
l~en arduamente. ' e· balá.
l 'ein sof de la a
10. ~10 1'Y · E"
---~-·- . ··~··----~·~~um
- -Tm1sk.
· - "Ur l :_~iz011
. de imu has lwbitocwnes" ·- -- __22
i8 Nada e< pa<~ skmp•·e. Pen"rndo la clin\ca psicmmalitica
--------··-----·-----·-········-··---···-··--·-·-
.. excitación cibernética ·-·
vibrante
Eso lde l a c,unosidad
. ' perdieron en su mayona
, lo acuciante
12
la relación sexual y la vivencia mística, pero a condición de d os situa mcon y
que tenga límite. ¿No se lo llama 'acotar el goce' al tratarse de e lo que se trate en 1 exos _con un hecho const
es algo que no ha a a ensenanza de la clínica atable: nada
manera. Po. t y n pensado en algú psicoanalítica
afecciones psicóticas?
Sin embargo en el horizonte se dibuja insistentemente la h . i anta su im r . n momento d l
13 .aciendo ese traba. p .icación en el traba. o '. e a guna
aspiración a reducir la distancia a nada. l)na poeta cubana, cmcuentajóv JO. La mclusión en l , J es .Justamente
Viviana Acosta,14 supo entenderlo cuando dijo que: tale:~:~se:~udiantes reci:n~:~ed;a
~ursar
ativos y aún o de más de
"... hacían c1 an1or como dementes, con la docencia la la asignatura ; aduados, cre-
Creyeron atrapar la distancia grupos de d' y, chmca psicoanalít" y omprometidos
sólo el estudrncus10n de estudiantes ica para trabajar con
y se vengaron iante val ' va en esa d. .
uno en el otro, cativa en la' ora esta modalidad irección. No
maniatando la vida entre palabras." fl . cursada' pu como la m, .
experiment:c~~ p~;~
exión, queda p es a1 presentar el d as signifi-
¿Qué es la terminación del análisis sino vérselas con la más a;nque significativo udo de su re-
conferencia no 1 . so d10 a pensar si 1 ecir al docente
'Hilflossigkeit', el desamparo, ya sin angustia que defienda o bién puede haces e recurso para no regist metodología de la
sea con la verdadera? Se está solo pues no se puede 'esperar
presentar el re er el trabajo, salvo cuand rar que el otro tam-
ayuda de nadie'. Eso es Lacan, crudo, implacable. Sin embargo
riencía de análco:ndo de una reflexión atº el expositor puede
está diciendo otra cosa: '¡No podés esperar que alguien te sal· is1s. Riesg ravesand
ve, en particular tu analista!' Y por eso se encuentra con quie· Un poema de Rob o y aventura. o su expe-
nes hacer un camino en la vida. Lo que es otra cosa. pedir
en a los
1989 estud·ianteserto
conde que Fernández
concluían laRe tamar l 5 leído al des-
ñas y niÍíos
'
m~~~ b~nel problema que ;:i~era
cursada, allá
ac as y n1uchachos' 1 d.1nme acá. En 'Ni-
' es ice·
"Pero ·
4. " ...El agua que toma una 1nosca..."
No
Soytengo
lo . n a da que decirles·
n11smo que usted .,
¿Cómo pensar la enseñanza en la universidad de una clí- 1an pasado lo - es, solo que
l sanos ... ".
nica psicoanalítica que sea coherente con sus principios?
Quizás partiendo de la idea de no dividir aguas entre 'el Y concluye:
que sabe' y 'el que ignora'. Los estudiantes, a veces anestesia-
dos por el sopor de discursos que los excluyen o quizás por la
"Tengo
y. t ª
m las noticias
.
0an1bién... ·
... me senté
frente a un calvo.
En vano."
12. No viene al caso extender el tema, pero incluye lo que pued.s: desde el
ascenso a una montaña, una ópera en el Colón, el enamoramiento, una rnisa
cantada, la comunión, el ejecutar una partitura, la escritura, una corrida de
toros y tantas otras experiencias de consumación gozosa del sujeto en el
15. Fernán d.ez Retamar, Robe
objeto,
13. En incluido
Encore yelotros,
análisis, cuando
Lacan llega.
fuerza con el concepto "relación sexual" a la rD. F.. de
ibros Hapoesía
sido director
. d e Casa
rt-0. Buena
de las suerte
, .vivien(Cub
Ameneas a ) y autor de varios
do.Alacena.1967M' exico
.

dimensión
' ' Vivanasin distancia,
Acosta, 1938,compacta-
en: Revista Cormorán y Ddfín, Año 6, Viaje 22, ('
)',
20 Nada es______
________ para siempre.
....
Pensando la clínica psicoanalítica_____
.... ______
,, ..... _ , ,
-
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-
"
'
-
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'
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~
·
·
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Lo que en buen porteño se dice: 'Ni coine vidrio ni lo da de "El alu1nno debe a111nentar el saber de su maestro"
comer', y no por ello renuncia a puntuar el texto: "soy lo mis-
mo" pero han pasado los años. Tanto menos de vejez que de ¿Cómo se 'aumenta'? Dimensionando el lín1ite y la virtud
trabajo: en el "yo también" pronuncia la pequeña diferencia. de 'elevar lo real a la dignidad de significante'. El siguiente
Diferencia sutil, fundamental, no menor a la que los autores texto lo sitúa exactan1ente en su exponencia fractal:
psicoanalíticos referidos tratan de precisar. 'Si todo el cielo fuera una hoja de pergamino, todos los ár-
Cabe acá un breve paréntesis, pues más de un lector se boles plumas, y todos los océanos tinta, no serían suficientes
puede estar inquietando. Se escuchó a un versado psicoanalis- para poner por escrito todo lo que aprendí fi,e 1nis n1aestros.
ta interrogar públicamente al autor respecto de si 'tanta poe- Sin en1bargo ton1é de su sapiencia no más que el agua que
sía no obstaculizaba la enseñanza de la clínica'. 16 Curiosa ocu- toma una m.osca del océano al zambullirse en él."18
rrencia si se piensa en la pregnancia de la literatura en la his-
¿Quién es su 'maestro'?
toria del psicoanálisis: sin ir más lejos, Freud se enorgullecía
'Quien aprende de su compañero un capítulo, una expre-
al decir de sus historiales que eran piezas literarias. Lo son.
sión y tan siquiera una letra,
Lacan gustaba de decir repetidas veces en su último semi-
nario, bien llamado Momento de Concluir, que la escritura poé- debe tratarlo con respeto'. 19
tica caracteriza a la interpretación analítica. Más aún, cuando
el analista llega, lo que sería poco frecuente, hace poesía. Pues Si el compañero de trabajo puede enseñar, también puede
bien, cuando un periodistale pregunta a qué se reduce su obra, hacerlo el profesor. Se invierte la prueba.
Borges se asombraba. 'No se reduce, se amplía'.
A ese maestro venera el autor, riega las blancas 'alegrías
del hogar' que rodean su tumba en el Cimetiere des Rois de
Ginebra, y lee otra vez la lápida, en lengua vikinga del siglo X, 5. La enseñanza ideal
como para no olvidar:
¿Cómo organizar la enseñanza en una cátedra universita-
".. And ne forthedon na"
(''. .. No debes tener miedo") ria de modo que sea consecuente con las ideas desplegadas?
No es fácil un movimiento de ida y vuelta, o más bien una
El n1ovimiento que abre Retamar, se observa en Winnico~ torsión de banda moebiana en la relación de los docentes con
tt, que no vacila en dedicar su libro Realidad y Juego a 'sus los estudiantes. No es fácil vivir en una cátedra que no se en-
pacientes que pagaron por enseñarle'. Su texto demuestra cuadra o alinea y que abunda en la diversidad. Eso se ve en la
que no es sólo un modo de decir: se le cree. Continúa una distribución de textos que no teme a la peor de las inquisiciones:
larga tradición de enseñanza/aprendizaje que encuentra en ser quemado por una herejía inadmisible, el abominable ser e-
el Tratado de los Padres 11 un primer registro de inversión. cléctico. Claro que no son pocos los estudiantes que valoran pre-
Enumerando cincuenta y cuatro características del estudio, cisamente esto. Hay unos cuantos que valoran ser respetados
una de ellas obliga:

18. Iojanan ben Zacai: Talmud Babilónico, Sofrim XVI, 8. Citado en Ética
16. "¡Ay de la generación que tiene que juzgar a sus jueces!". Lamentaba del Sina.í, de Irving Bunim, tomo 3, Buenos Aire, Yehuda, 1990.
Iojanan ben Napha. Talmud de Babilonia. 19. Tratado de los Padres. ¿Mucho Talmud no dificulta le enseñanza del
17. 1hlmud Babli Mishna Nezikim. psicoanálisis?
22 Nada es Pensando Ja clínka

en su trabajo de producción de ideas y en ser bien tratados, Del oído como receptáculo lo sabemos, atraviesa los escritos
¿serán los Jnás? Algunos prefieren el trato severo como signo técnicos del maestro, Sign1und Freud. Pero, ¿qué es procurarse
de rigor acadén1ico, para seguir to1nando notas, leyendo apun- un corazón perceptivo? pregunta el alumno. Se le contesta:
tes mal fotocopiados y asentir con un balanceo de cabeza ante
un misterio, con el que se comprometen pensar alguna vez. <•Constrúyete un corazón de niuchas habitaciones y pon den-
¿Por qué no pasaría con los docentes? También alguno deba tro las palabras de una escuela y de la otra". 21
pasar el trago amargo de tratar un texto con el que no comulga
Hete ahí la 'posición' de la cátedra. Ahí la respuesta a la
y tener que mostrar más rápido qué pronto que se diferencia.
demanda de posición que debe pasar del banal 'qué quieren
A veces el texto es del profesor. ¿Por qué no habría de pasar si
que se responda en un parcial' a poder enunciar lo que uno y
la n1isma Melanie Klein, años ha, no se quejaba al anunciar
otro autor piensan, incluidos los docentes de la cátedra pero
dignamente a la rumiante grey porteña que, allí en Inglaterra
sin dejar de reflejar el pensamiento propio. O sea, es claro que
apenas había uno o dos de acuerdo con ella?
se trata de tomar posición.
Pero es claro que la posición fuerte es la que se alinea,
Valorar la producción del estudiante en su recorrido y
toma cuerpo y enuncia su prédica conclusiva. En can1bio la
su interés.
posición débil requiere la presencia del otro puesto que se enun-
Preferir que el cuidado y el respeto circulen de un lado a
cia en su incompletud. Tolera la indeterminación, soporta la
otro de la cátedra.
incertidumbre y entiende que aunque no se complete la tarea
Explicar lo que se entiende de un texto sabiendo que nadie
o ésta se signe una y otra vez en la inconsistencia, no evita el
podría abrevar solo de una fuente sin agotarse.
trabajo, más bien, eso lo motiva. Más cercana a la práctica del
Tener audacia para explorar espacios de intervención no
análisis, es una posición que no n1anda, se pronuncia.
tradicionales.
Ni buenos ni mejores, ¡quién no habrá abrevado de una y
Explorar con justicia los textos de los autores 'ajenos' y no
otra fuente!
temer la fecunda exogamia.
Pero insiste la búsqueda de coherencia entre el enunciado
Valorar el trabajo de conocimiento del otro y participar
conceptual y lo que se hace en la clínica que se espeje en la
de ese proceso.
relación de enseñanza aprendizaje, y por qué no decirlo, de trans-
Saber cuándo no es el tiempo o el lugar en que uno debe estar.
misión. También el problema se presentaba veinte siglos atrás:
Poder reconocer que el recorrido de la experiencia del psi-
"Los discípulos de los sabios se sientan en grandes asambleas: coanálisis tiene sus Inarcas, sus valores, sus fracasos, sus mé-
están las palabras de los que enuncian bien, y las de los que ritos: que no todo es igual.
enuncian 1nal; las palabras de los que prohíben y las de los que Ser generoso para poder mostrar y compartir el trabajo de
perniiten; las palabras de los que descalifican y la de lo que análisis.
consideran válido. Si una persona dijera: '¿Cómo he de apren~ Y 'estar psicoanalista'. Feliz expresión de un maestro,
der en estas circunstancias?' Se le contesta: 'Dispón tu oído conio Fernando Ulloa, que condujo esta cátedra cuando el autor
un receptáculo y procúrate un corazón perceptivo paia c01n-
era estudiante.
prender unas y otras palabras". 20
Tanto de esto se respira en la cátedra, con los docen;.e·
con los estudiantes, en la Facultad, tanto queda por hacr "a
debo entender que éste es mi camino.
Por eso sigo.
20. Talmud Babli Hagigá 3B. Citado en: Hartman, David: La tradición in-
terpretativa, Buenos Aires, Altamira, 2004. 21. Talmud Babli Sota 7:12 Citado en Haríman ... (supra).

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