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.

\ l/ouch, Jean
-' ue, as obscr\'acio nes sobre el pasaj e al acto / Jean Allouch.
- la ed. - Córdoba : Ediciones Literales, 2019.
l ➔8 p . ; :?O x J 4 c m .
Traducció n de: S ilvio Mattoni.
Jean Allouch
ISBN 978-987-4 6499-8-0
1. Psicoanáli sis. l. Mattoni, Silvio, trad. 11. Título.
CDD 150.195

Primera edición en francés 2019 EPEL


Primera edición en castellano de la obra titulada Nouvel/es
remarques sur le passage a / 'acte.
Traducción: Silvia Mattoni
© 2019 Ediciones Literales de la école lacanienne de psychana lyse
ecticionii i litiiralu: NUE VAS OBS ERV ACIO NES
Beatriz Bertero
Silvia Halac (dirección)
María del Cannen Melegatti SOB RE EL PASA JE AL ACT O
Mercedes Remondino
E-mail: ediciones.literales@yahoo.com.ar
Imagen de tapa: Salto de Thomas Diet, esquiadorfeeride, enero 2004.
SpotAiberg, SaintAnton,Austria. Con la amable autorización de EPEL Traducción: Silvio Matton i
Diseño de interior: jpg.juanpablogambino@gmail.com

ecticio n~$ lit~ral ~$


Queda hecho el depósito que establece la Ley 11 723
LIBRO DE EDICIÓN ARGENTIN A . école lacanien ne de psychan alyse
No está ~rmitida la reproducción total o parcial
de este libro por ningún medio sin
el ~ermiso previo y por escrito del autor
Su infracción t · da ·
es a pena por las leyes 11 . 723 y 25.446.
INTR ODUC C IÓN

INT RO DU CC IÓN

Lo que me salv a de la ense ñanz a es el acto


.
Jacq ues LAC AN, 19 de abril de 1970 .

E lngr id sinti ó la fuer za


que sólo un pája ro cono ce, cuan do está
enca rama do en la cum bre de una mon taña
con las alas desp lega das y sabe
que pued e deja r que el vien to haga el resto
.
Roy JAC OBS EN .'

Pare un mom ento , uste d que me lee ... Ant


es de seg uir
adelante en esta s pág inas , dirí jase uno s min
utos -no má s- a
Internet . Allí lo agu arda una core ogr afia ,
que lo emp apa rá
en el tem a, que es el mis mo de este libro.
Es obr a de Clé -
men t Cogitore. Jun to a él, tres core ógr afos
, Bin tou Dem -
bele , lgor Car uge y Bra him Rac hiki , invi taro
n a un gru po
de bailarines de kru mp par a ejer cita r sus
tale ntos sob re el
" Aria de los salv ajes " de Las indias gala ntes
de Ram eau .
El krum p surgió poc o ante s de los año s 200
0 en el sen o de
los barrios pob res de Los Áng eles . "Kr ump
", acró nim o por
Kin gdo m Rad ical ly Upl ifted Mig hty Pra
ise ("A laba nza s
pote ntes al reino radi calm ente sub leva do" ),
levantamiento. 2 es la dan za del

l _Roy Jacobsen, les invisibles, traducido del norue


go por Alain Gnaedig. París , Ga-
lhmard, 2017, p. 204 [ed. en esp.: los invisibles.
Madrid, Alianza de Nove las. 20 17).
2 En https ://ww w.vo utub e.com /watc h7v= 9h9H
P-V0Jv4 . Véas e al respe cto, en
YouTube, la entrevista con Clém ent Cogi tore,
Vernay en Libér ation del 14 de mayo de 2013 asi como el artíc ulo de M .-Ch .
.

17
' C IONES SOBR E EL PASAJE AL ACTO r.-JTRODUCCIÓN
Nt,;EVAS OBSER\ A

, mbulo no nos quedaremos solamen- de la angustia (temario freudiano), el pasaje al acto depende
A manera de prea ' fi 4
, , de la danza está entonces la per ormance a la vez de lo psiquiátrico, lo jurídico, lo político y, digamo_s,
te alh Despues ' ., b 1
. ··
deport1va, que
aporta una valiosa aclarac1on so re a mane-
. dº h "
el pensamiento, o meJor 1c o e1 pensar , so1o
,, ,
lo sociocultural. Sólo hay que pensar en las hermanas ~apm
para que no quepan dudas 5 -y ~in du?,as serí_a .~onvemente
ij
ra en que _
puede qu
- . ·
edar ausentado cuando mterv1ene e acto.
_ 'ji
1
Q" t fue subcampeon del munoo en esqm reertue -una 1S-
•:>
Th
ornas

ver allí, antes que un caso, una cuestlon Papm , cuyo foco
incandescente y nunca extinto sería el crimen. .
cip1~ina donde la velocidad tiene el bello nombre de "flui- Un pasaje al acto interesa a una socie~ad en su _conJunto,
dez". Su lema, "Reflexionar es ren dirse . " ,3 expresa 1o que pues los medios constituyen la punta mas ostens1bleme~te
implica su hazaña en el mome~to en q~e se la!1za y luego sobresaliente de la locura y de lo psiquiátrico en lo social.
hace un recorrido que lo llevara a saltar 1mpres1onantes pa- Llevado a salir de su ámbito, el discurso psiquiátrico se ve
redes rocosas, arriesgándose por otra parte a salir lastimado enfrentado a más dificultades legítimas que las tratadas en su
y hasta a perder la vida: no más, no pensar es una condi- propio seno~ los problemas que lo atraviesan se vuelven no-
ción necesaria para que su performance pueda ser realizada. torios y ya no se sabe muy bien quién se encuentra entonces
Por cierto que antes había observado cuidadosamente los en posición de resolverlos. ¿No es acaso el público amplio el
diversos accidentes que iba a enfrentar su salto (estado de que sería llamado a decidir, aunque no tenga sin embargo los
la nieve, rampa de despegue, distancia de vuelo, aterrizaje medios para ello, y ya no solamente los especialistas?
en la medida de lo posible con suavidad) -se dice "leer la Es lo que ocurre con el público que haya visualizado Doce
ruta" así como los surfistas "leen" las olas- pero el "actuar" días, la película tan atrapante como instructiva de Raymond De-
mismo exige la ausencia de todo pensamiento, principal- pardon. "Doce" remite en este caso al plazo legal máximo al
m~nte e~ los deportes individuales. Según Henry Kissinger, cabo del cual un paciente hospitalizado psiquiátricamente a la
qu~enqu1era que accede al poder, "el afrodisíaco supremo", fuerza debe ser presentado ante el juez de Libertades y Deten-
deJa de pensar. Esta lección es válida para el analista, del ciones que debe decidir acerca del mantenimiento o el cese de la
q~e nos ocuparemos en lo que sigue sin dejar que el pensa- hospitalización. Depardon filmó algunas de esas audiencias, lle-
mten~o, aun_que sea inconsciente, ocupe todo el espacio del vadas a cabo en el hospital psiquiátrico de Vmatier en Lyon. En-
cuest1onam1ento y del ejercicio analítico tre otros mil detalles notables, salta a la vista que una obsesión
Entre todos los fenóm ·. orienta las decisiones de los peritos psiquiátricos y de los jueces
de las práctica . . , . enos que son Objeto del discurso y
por su posició:ps1quliatrícas, hay uno que se puede distinguir con respecto a los nueve inculpados y juzgados: el pasaje al acto,
ferentes A dife en e. cruce de al menos cuatro registros · dº1-
4 _Co1:no Nicol~ Sarkozy cu~do hace ~ue se adopte una ley libert icida. que pri-
. renc1a entonces del síntoma d l ºnhºbº . , v1leg1a 1~ segundad por _encima del cuidado, poco después de que en Grenoblc
:;-;-;----- , e a 1 1 1c1on,
un estudiante fuera a~esmado por un paciente considerado p siquiátrico.
3 Un a_ccidente de auto le costó la .
La revista virtual Skieur Ma . vida a Thomas Diet el 16 de marzo de 2019 5 Ja~ques ~acan pub~1ca su articulo sobre las hennanas Papin en una revista su-
~na_entrevista de 2005 do~:z,~e, par~ hacerle un homenaje, volvió a public~ rrealista: vease ~ranc1s Dupré.L La "SolutionN du passage a f'aete. Le double crime
exionar es rendirse". podra acceder al contexto de su frase "Re- des soeurs Papm, Toulouse, Eres, 1984. [Ed. en esp .: Jean Allouch Erik Porge
Mayette Viltard. El doble crimen de las hermanas Papin . México, E~le. 19991:

81
19
rES SOBRE EL PAS AJE A L A CTO
NUEVAS oasERVACION
I NTRO DUCCIÓN

·tara cualquier precio. Semejant~ temor ¿resulta


que hay que eVI . un enfoque justo del pasaje al acto? Cabe sentido ni se prestan para ser contextu alizados . Lo prim~ro
adecuado para asumir que viene a la mente es el síntoma tal como ~e redefim do
Ponerlo en duda. . l" 1 d b por el psicoaná lisis. Podemo s entonce s menct~n ar lo que {
El concepto de "hecho social tota , que. se e e . e a se presenta como dos extremo s: por un lado, el mcomp r~-
6 parece adecuars e bastante bien al pasaje al
Marce1Maus S, · 1 , sible crimen de las hermana s Papin; por otro lado, cobran-
·
acto. Mas sencillamente, tal vez, el pasaje a· acto podna ser 2_ do sentidQ. la operació n de reasigna ción del transexu al, el
calificado de _í!contecimiento, lo que por ctert? no a ¡canza, atentado yihadista , o incluso el gesto de la satí que se in-
ero hace a fa cuestión. 1 De ese estatuto denva la manera mola en una hoguera poco después del fallecim iento de su
\
~n que nos proponemos tratarlo ta1;1bié~ a~~í,_ no tanto_bajo esposo, aunque dejando también una huella, la des~ ma?o
la égida de una clínica y una teona pstqmat ncas o pstcoa- en la entrada del domicili o conyuga l,8 así como los y1had1s-
nalíticas, sino en referencia a un determin ado número de tas del 11 de septiemb re de 2001 dejaron su huella en forma
manifestaciones: cine, literatura, medios, etc. En particula r de un texto-firma del que diera cuenta Le Monde pocos días
serán citados: el acto yihadista, el de Louis Althusse r y el después (véase más adelante , cap. I).
de Claire Lannes, heroína de la novela La amante inglesa Este criterio distribut ivo no es una novedad , sino más
(Marguerite Duras). bien una antigual la lacanian a; lo que es nuevo aquí es la
Aceptemos el término genérico de "acontec imiento". aplicació n que será desarrol lada, especial mente debido a
A ~s de ellos se gueden inscribir fácilmen te en lo.._que lo q'-!e propuso reciente mente Fethi Benslam a, es decir, el
P.Odemos llamar una historia y, en lo que conciern e al ejerci- "salto épico" que distingu ió, denomin ó y describi ó, o sea un
c"fo analítico, la füstona de una vida; no resultan tan ajenos determin ado modo de "caer en la violenci a" con el que sé
entonces a esa historia; toman en ella su lugar (al menos así topa "el paradigm a de la enferme dad psíguica" (Libérat ion,
se cree de entrada), ya sea para quien fuera su agente (vol- 12 de octubre de 2017). Invitado por la Eco/e /acanien ne el
~eremos sobre este punto) o para quienes fueron afectado s, 3 de febrero de 2018, Benslam a precisó los contorn os de su
mteresad_os, alcanzados, alterados . Ü!r9s aconteci mientos hallazgo más profund amente de lo que permitía n las posibi-
en cambio no se puede ·tu ,d . . ' lidades de una columna de diario. Supimo s entonce s que el
, n s1 ar as1eotr a de uoa b1stana
en. un relato· no se sab d d , d . .
• .' e e on e vienen m a qué se refieren' mismo término, "salto épico", se le había ocurrido cuando
ni cua 1 pudiera ser su t· ·•
· . estaba presente én Túnez, en 2011 , en el moment o en que
nmguna parte y no ir mo .ivacion. Parecen no provenir de
ª nmguna parte. No constitu yen un el pueblo se sublevab a. Elegí reciente mente este término ,
6 Marce! Maus "E •
.. ssai sur le don. Forme
"sublevación'~ diferente entonce s del " salto épico", por ha-
" '
mitiv~ , l'Annee socio/ogique, • serie et rruson
~• . d I' . . .
2 ~ ~hange dans les soc1étés pn- berlo tomado de Michel Foucaul t, quien caracter izaba así
po/og,~, PUF,_ col. "Quadrige",
Yfunción del intercambio en¡ 1968 Y
¡~~ 23 · 192 4 (mclutdo en Sociologie
3) [ed. en esp.: Ensayo sobre
et anthro- otra "revoluc ión", la iraní. 9 Sin embargo , estas eleccion es
7E I el don Forma
os sociedode - ·
. n a _traducción se pierde el ·u s arcaicas, Katz Editores, Madrid, 2011].
lar, s~~•r; ser suficiente· alean J,,)ego ~e palabras entre /aire /'affaire ("bas- 8 Catherine Weinberge r-Thomas, Cendres d ' immortalit é. La crémation d es veu-
cues11on· e · • ' ves en lnde, París, Éd. du Seuil, 1996.
· onst1tu1r algo") [T.].zar Yfatre a~ u 01·re ("hacer negocios; hacer a la 9 Jean Allouch, La Scene /acanienne et son cercle magique. Des fou s se sou le-

10 1

I 11
, O~'ES SOBRE EL PASAJE A L ACTO
, 1,c \'AS OBSER\ACI •
INTR ODUCC IÓN

· ·d ·eron celebrar el hallazgo del salto


d1·ri_eren tes . no me 1mp1 1
mo lo atestigua el presente h'b ro. Bens- poderosos y ,ante 13
. . el imán
, Hussein". Si bien esta otra mane_
ép1co Yuulizar 1O
cola epopeya (el Aíaha bharata, I Od· r~ d_e1 sa 1to_ ep1co está en la misma línea que la primera, se
d a 1sea,
lnma r~~uerG~/que esh La leyenda de los siglos) limita en d1stmgue sm embargo de ella, en la misma medida en q
la Enewa. 'gam ' , · d , · se distingue Jo que le ocurrió a Pablo de Tarso en el cami~~
Occ1•dente con otros modos de relato: trag1co, .ramatico, . a Damasco (la adopción de una nueva guerra en las antípo-
• · También recuerda que la epopeya, que hizo su m- das de la que llevaba adelante hasta entonces) y el acto del
com1co. ,, . R k 10 , d'
greso en e1campo fre udiano con Otto an , esta 1screta- . cruzado_que parte ~ Palestina a masacrar a los impíos que
mente presente en Lacan - por . primera vez cuando
b .. conv1er-
. , no quenan convertJrse. Benslama señaló esa diferencia en-
te el relato épico en un equivalente ~e 1a ver a 11zac1on, ~? r tre dos modalidades del salto épico negándose en principio
enuncia vez cuando convierte el mito en la representac.1on y con razón a reconocer un pasaje al acto en la ruptura por
~bj etivadn de un epos cuya función coincide con la viven- la cual alguien entra en beligerancia, se compromete en el
cia del neurótico. 11 yihad, un cambio que no lo convierte para nada en un de-
Aquí consideraremos el salto épico ª. partir de una sola secho, mientras que admite que en su sacrificio aquel cuyo
de las dos definiciones por otra parte v inculadas que pre- testamento se ha leído "deja caer su cuerpo como un dese-
sentaba Benslnma el 3 de febrero de 2018. La primera, la cho". ¿Se trataría por eso de un pasaje al acto? Preferiremos
mis extensiva. sitúa el salto épico como "ese momento en calificar ese gesto como "salto épico" en virtud de que se
el que se efectúa el movimiento de una separación de al- puede insertar fácilmente en Ut!_!elato épico, un relato que
guien de lo que fue, de manera que opera una ruptura o una tiene sentido. Los yihadistas, se decía hasta entonces y se
bifu rcación en su trayecto existencial, ruptura a partir de la sigue diciendo, "pasan al acto". El tan afortunado hallazgo
cunl adopta un modo agonista de aparecer, de hablar, de ac- del salto épico considerado en el sentido restringido que se
ruar•·.12 Nos acercaremos a la segunda y más restringida de- acaba de precisar invita a considerar en nuevos términos lo
finición del salto épico reproduciendo aquí el testamento de que entendemos por "pasaje al acto".
un candidato yihadista a mártir mencionado por Benslama: Antes de corregirse, Lacan llevó muy lejos el criterio de
'·Hermnnos míos, me he jurado no presentarme ante D ios y 1~ que tiene o no tiene sentido. En 1953, definía el incons-
mi señor el imán Hussein sino cortado en pedazos, sin cabe- ciente como "el capítulo de mi historia que está signado por
za Ysin manos, para poseer un mérito real ante el rey de los un blanco u ocupado por una mentira: es el capítulo censu-
rado". 14 También leemos:
ven:. París. Epel. 2017. [a la fecha inédito en español]
10 Otto Rank. L~ Mythe de la naissance du héros [ 1909], París, Payot, 2000
(td. en esp _: El mito del nacimiento del héroe, Madrid Paidós 1992]. Es en verdad la asunción por el sujeto de su historia,
JI Respectivamente
'"El mito . . .
100
ea " Funcion
· , Y campo de '
la palabra ' lenguaJe
y del · ,. Y en -:-::-------
.13 Fethi
. . Bensla ·
s :...i... XXJ ividual del neurótico", 1953. [Ed. en esp: Escritos 1, Buenos Aires, . ma menc1<;>no· por primera
· vez este texto en La Guerre des sub-
'o"' , 2005. Ambos de 1953] Jectivttés en islam, París, Ed. Lignes, 2014, p. 86.
12 Fethi Ben,Jama, "El salt0 é . ·., É l . 14
J <fe febrero de • . pico , co e lacanienne de psychanalyse, Pans, E Jacques
. Lacan, "F unc1on
· · y campo de la palabra y del lenguaje" [1953],
en
201 8· lnedito. Subrayado del autor. semos 1, Buenos Aires, Siglo XXI, 1994, p .227].

12
1 I3
IONES SOBRE EL PASAJE AL ACTO
NUE\ "AS OBSERVA(

INTRODUCCI ÓN

en tanto que está constituida por la palabra dirigida al


tro 15 lo que configura el fondo del nuevo método al
1 a acostarse y no puede dormirse, angustiado, si ha olvidado
~ue freud le da el nombre de psicoanálisis. ese homenaje vespertino hecho a sus medias. Un buen día, se
sorprende de ello y recién en ese momento, observa Lacan,
O bien, cuatro años después: es cuando el síntoma está plenamente constituido, por el he-
cho mismo de que entonces parece no tener ninguna relación
Es la verdad de lo que ese deseo fue en su historia, con su historia ni sentido alguno. Se harán muchos esfuerzos
lo que grita por medio de su síntoma, como Cristo dijo (a veces, un psicoanálisis) para llenar de texto esa hoja cuya
que habrían hecho las piedras si los hijos de Israel no blancura se hace presente por el síntoma e intentar devolver
les hubiesen dado su voz. 16 esa especie de acontecimiento ahistórico al seno de un relato
histórico que se pretenda coherente. No obstante, la interpre-
. Do_s de~venturas afect~on ese recurso al sentido y a la tación se queda sin ningún asidero sobre el acto mismo que
h1stona, e m~luso al sen~1do de una historia. Resultó adop- constituyen, aunque también de manera diferente, el síntoma,
tado por el discurso come?te en el m_ismo momento en que el sueño o el acto fallido. De ese modo, y para retomar por un
Lacan, de manera concom1tante, mamfestaba serias reservas momento el síntoma que acabamos de recordar, determinado
al respecto. miembro del entorno habrá podido considerar ese compor-
Ac~pt~mos ~~tonces el criterio de un sentido historizado tamiento como si se hubiese vuelto estrafalario, cuando no
(u~a s1gmfica~1~n, una orientación) que en especial discri- inaccesible, a ese allegado transformado por el síntoma en
~ na el salto ~pico (porta_do~ de sentido) del Q_asaje al acto un extraño. Uno de los aspectos de acto del síntoma, que nin-
l era de se~tido). Tal d1stnbución iñterviene también eñ guna interpretación reabsorberá nunca, se debe a que tiene
~~oa~~;~n5¡~~ ;~d:cto fallido, ~ también dependen incidencia en el otro [autrui].
El acento tan decididamente puesto por Lacan en la
ber por Y en el sentid enUque, el acto no se puede reabsor-
alteridad ¿no habría debido llevarlo a considerar el sínto- \
acaecen fuera d o. h"
n smtoma un sue~
.
11 ido ~
. • no, un acto 1a-
lo ha:ían una tablet di e Ia 1stona se ma ifi t • m~ ~reguntá~dose_ya no lo que pudo producirlo en aquel
ital en ' . , n es an casi como a~nen paras1ta, smo cuál es su efecto sobre su entorno
una smagoga_ 11 Pare g . un Jardm zen o un cerdo en
clínico de Lacan R celeJemplar al respecto un señálamiento cercano, ~e entorno del que el analista forma parte desde
---- . esu ta que alguie l el momento e~ que se emprende un análisis? Ejemplar al
medias siempre exact n co oca con cuidado sus respecto pareciera esta otra observación clínica de Lacan
amente en el m ·
1s Se esperaría "al Ot ,. ismo 1ugar antes de ir según la cual la supuesta melancolía es una falta moral'
seria juicios . . r~ . Pero sobre todo te ,
"'Otro") o escri bir otre" [homófio
-<:osa que
d nemos aqu1 un enunciado donde
autre
¿~uién podría dudar n~ por un momento sobre la malig~
16 Ja no e " t
• 0 ro"] (a la vez "otro" y
cques Lacan en su momento p
"L . . ropuse . m~a~ _que las lamentaciones melancólicas y otras ideas de
Freud", en Escrito' 1 ~instancia de la letra en el . .
f
17 Una imagen d h ' uenos Aires, Siglo XXI mc~nsciente o la razón desde
e orror, oída en la pe!' 1 'op. c1t, p.499.
smc1d10 provocan en el entorno? ¿Sobre el carácter enchas-
trante de la angustia? ¿Sobre las consecuencias nocivas de
•cu ª de Matan Yair Aprendiendo a vivir.
14 1

I 15
r
SOB RE EL PAS AJ E A L A CTO
NUE VAS OBSERVACI ONE S
INTR ODUCCIÓ N

ore s de Jo eró tic o, de cual- an en los años 1950?


19
una inhibición? ¿Sobre ]os sin sab su vida, tal como lo pretendió Lac
~n sid era r ]a inhibjsión, 1) El acto en el análisis
quier orden pulsiona] qu e sea n? -D os observaciones al respecto.
me nte des ent rañ and o su varias noc· es: pasa·e
la angustia y el síntoma a n o]a marca explícitamente con su sello
sis te el pre jui cio e la o sexual, acto analíti c .
origen en el ana]izante (en eso con al acto, acto fallido, act ing out, act
¡in o con su efe cto en e] udio sobre esa 1spersión
psicología, de la "función psi "), Por mi parte, no conozco ningún est
am ent e a Jo qu e incita i; gunte si en esas diversas
otro [autrui] ¿no es acaso pre cis del acto, ningún estudio que se pre
Po r ejemplo,.l!l1í donde to" sigue estando signado
transferencia, e] camino que abr e? instanciaciones el término de "ac
a] ang ust iad o, también podría justificar su uso
la ang ustia angustia a un a11egado por un mismo rasgo -lo único que
le a sem eja nte desborde denominado "actualidad".
el analista, ocasionalmente, sensib aquí y allá. Dicho rasgo podría ser

~
all ega do, po drá reabsol~ esas diversas ocasiones,
poroso también, a diferencia de] O bien, por el contrario, "acto", en
qu e ca11ará en e] análisis ntes que su uso tan diver-
verlo, al menos en el sentido de ¿presenta significaciones tan difere
ía un a bel la lab or para alimentar una confusión?
u rop ia an ustia así solicitada. Ser sificado no tendría otro alcance que
]a ob ra de Ma rco Decor- del inconsciente" (se-
llevar a cabo, en contmm a con 2) Cada una de las "formaciones
int egr ida d de ]a 11amada an) depende del acto -lo
pe_liada, retomar irónicamente ]a
18
gún el nombre que les diera Lac
des de el pu nto de vista no haya acto fuera de
ps1copatolog!a, reescribirla ya no que de ninguna manera implica que
al enf erm o a la vez como ciones. Resulta ejemplar
que ella sostiene, que considera la manifestación de tales forma
a de Freud: expulsado de
un ª?e nte Y un objeto, sino en
función de los efectos de al respecto la siguiente ocurrenci
ndres para residir allí. La
ias de est e últ im o en su Viena, el célebre Freud llega a Lo
los smtomas, inhibiciones y angust ener de él una entrevista.
11 ent~mo. ¿No es acaso la transferencia la vía reg ia que tom a BBC lo contacta, procurando obt
saber lo que piensa sobre
ced e inc lus o qu e su des- La pregunta se aclara : pretenden
el s1?t?,ma para desva_n~cerse? Su re aquello que lo hizo ver-
cho tie mp o después de los recientes acontecimientos, sob
apanc1on no sea perc1b1da sino mu Viena, su querida ciudad .
que tuvo lugar. se obligado por los nazis a dejar
o acepta la entrevista si
que La can no hab ría ret om ado tal Respuesta: no dirá nada de eso, per
Emp~cemos señalando psicoanálisis . Lo mismo
cual, vemte años desp ues , su pos1c1 . . .
0nam1ento del incons- se atienen a preguntarle sobre el
, momento cumbre de su
. qu e inc lus o ter mi nó por ocurrió con Zinédine Zidane en el
ciente en referencia a la historia; acontecimiento políti-
la his tor ia dis ta mucho de arte. Le preguntan sobre ya no sé qué
exasperarlo. No obstante lo cual re fútbol ". En dos ocasio-
co. Respuesta: "Pregúntenme sob
liz ant e y qu e tam poc o en campo que, sin ese acto,
::~ ª:;u sen ]~e de los dichosmdelt.ana nes, un acto de corte delimita un
ana ista podría des , en ir1o. ¿A cas o est o es afirmar, cons-
sin embarg sujeto de su historia, en cuanto que está
el
se lee, qu e @ análisis se 19 "Es ciertamente esta asunción por método al
cierra al bri;d colmo todavia ho y e hab rá sido tituida por la palabra dirigida al otro
, la que fonna el fondo del nuevo
po de la
ar e un relato coherente de lo qu lisis" (Jacques Lacan. "Función y cam
"- • que Freud da el nombre de psicoaná Una página más adelante, se da cuen ta de
pala bra y del lenguaje", art. citado, p247). sujeto".
. urso donde se constituye la historia del
. "la continuidad inten;ubjetiva del disc
I ~ Marco 1?ecoipeliada, Schizomet Petit manue/ de survie en milieu psych1a-
trique, Par1 s Epel 20 ¡ 0. 8 • re. L'Effet schizometre, Par ís, Epel, 2018.
' ' • eno n Vida!, J 17

1 f; 1
IONES SOBRE EL PASAJE AL ACTO
NUE\ "AS OBSERVA C INTRODU CCIÓN

. , enas movedi zas del discurs o corrien te,


se d1solvia en 1as ar · · · d Si en otro sitio puede alimen tar la pasió? de la i~nora n-
. S
generahsta. e rec ordará al respect,o un pos1c10
·d
nam1ento e cia, el acto de corte permite en este c~s?, la "tgnor~ ~c!a crea-
. F lt que algunos podnan cons1 erar como una
M1che1 oucau ~ 960 fu . tiva" aparece incluso como su cond1c1on de pos1b1 hdad.
. grosería . A comienzos de los anos 1 , e m-
lisa y 11ana , 1 . "d d d v;amo s ahora el caso del acto fallido sobre el cual Lacan
· d l Escuela de crimino logia de
vita o por a , a umvers1 a e se pregun taba además si no implicab_a una "~aceta de ac-
Mont re'al , dirigida por Denis Szabo (a el . se debe dº el relato
. to".23 En verdad sucede así, y fue la misma razon por la que
siguiente).20 Se deseaba brindarle las 1:11~Jores con_ 1c1ones
Freud, lejos de ateners e a la mera ~orpeza de..determin_ad~,s
de vida posibles para que concluy era Vzgtlar y castzgar. N~-
gestos, puso de relieve su Fehllez stung, el acto fallido _.
cimiento de la prisión.21 Cuidadoso de las leyes de la hospi- Al menos así es como se tradujo "Fehl/e istung" al frances
talidad, acompañado por su mujer, Szabo no deja de invitar [acle manqué], al igual que subray aron esa "faceta de acto"
a su huésped a comer mientras convers an. Dos o tres veces las traducc iones españo la (acto fallido ), italiana (atto man-
nada más, porque veamos en qué término s Foucau lt, citado cato), portugu esa (ato falho o perturb ado), mientr as que
por Szabo, puso fin a esos ágapes: con parapraxis los anglófo nos borran un poco el acto, aun
cuando de todos modos pragm a design a la acción . En un
"Escuche, me da mucho gusto escucharlo, conversar artículo reciente , Thoma s Elsaess er, profeso r de la univer si-
con usted, pero si me permite lo dejemos ahí. Estoy acá dad de Ámster dam, escribi ó: "En alemán , el compu esto Fe-
para terminar un libro. Mi tiempo es extremadamente hlleistu ng es contrad ictorio porque /eh/ signific a "errad o" o
limitado y sobre todo quiero probar una tesis." Me dijo "ausent e" y Leistun g, perform ance". 24 Muy por el contrar io,
esto literalmente. "Y no terminaré nunca de escucharlo el análisis valora esa supues ta "contra dicción " recono cien-
porque está esto, está aquello, después hay otra cosa; do como lograda la perform ance fallida.
yo no tengo tiempo de correr todas esas liebres no ten- Resulta que hay alguien a quien unos amigos invitan a
. '
go tiempo de verificar todo eso." Y no olvidaré nunca cenar. Un gesto torpe le hace romper el vaso de vino que le
sus_ últimas palabras: "Quiero permanecer en un estado ofrecen en el aperitiv o. Cualqu ier freudia no pensar á que ese
de ignorancia creativa. Y con usted en los alrededores, gesto desafor tunado, que crea un momen to de perturb ación
veo que eso no es posible". No lo volví a ver más.22 en la concurr encia, y hasta de molesti a, es portado r de un
mensaje, un mensaj e que será descifr ado o no, en el acto o
20 Que por mi parte obtuve de G C .
más adelante. Así, por ejempl o, el anfitrió n acaba de decir
tervención en el coloquio " D .
~y asadamon t, quien lo relató durante su m- algo que para el romped or era objeto de una reproba ción no
del sujeto, genealogía del _espue_s _d~ Las confesion es de la carne. Genealog ía
7-Diderot, París 18 y formulada, pero que se manife stó en la forma de la rotura
2 1 M1.chel Foucault
' 19 dpSicoanah sis en Michel Foucault" (universi dad París
e enero de 2019)
.,. ·¡ .
.
Stg ·· .
1o XXI, 2002. , vig, ar y castigar. Nac,m,ento 23 Jacques Lacan, L'Acte psychana lytique, 22 de noviemb re de 1967
de la prisión, Buenos Aires,
22 Mar_cel Foumier, Entretiens av . 24 T~~mas Elsaesser, "Cent mille hasards qu'apres coup ~ appelle
0
la cnmmologie, Montréal L'be ec Den,s Szabo. Fondation et fondemen ts de d~stin , t~ad. del alemá~ por Céline Letawe, Cahiers d'études germa-
' ' r, 1998, p. 107-109. niques, n 69, 2015 [on hne; consulta do el 17 de diciemb re de 2017].

18 1

I 19
SOBRE EL PASAJ E AL ACTO
SERVACIONES INTRODUCCIÓN
Nt.:EVA S OB

ará allí el "cortemos ahí" de


,do atento eseUch ., mer lugar, declara improbable la observación de Freud pero
del vaso: un 1° 1
ía fin a una conversac1on (y en-
prosigue así: "Al menos debemos reconocerle una cosa: son
la época, clásica qu~a~lf;~0 de un "pasaje al acto" sino de verdaderamente personas aparte, todos son de una gran fi-
tonces s~ podem¡°s O de la reprobación no formulada). No nanza de espíritu .. . quise decir.fineza de espíritu." 29 En uno
I
un pasa;e por e adc 1acto fallido haya sido interpretado, el y otro ejemplo, el tiro ya salió, como una precoz ( e )yacula-
0 b tante aun cuan o e .
s ' . , t el huésped se verá obligado a procurarse ción30 de palabras. Aunque no lo haya querido, está dicho, y
vaso segu1ra ro o Y c. 11·d
otro He a11 I, uno de los costados de acto del acto 1a. 1 o. Su- no hay ningún medio de volver atrás.
· tanto que acto, sin ninguna vuelta posible sobre Después del acto fallido y el lapsus, le reconoceremos
cede que, en d A d. c. .
· ede ser retomado, rectificado, anu1a o. 11erenc1a al sueño el estatuto de un acontecimiento que equivale a un
s1, no pu d l h 11 ?5 1
del significante concebido como borradura e a ue a,-~
~cto por su parte no se borra. Puede r~~ercutir, dar lu~ar a un
) agt.o. La mejor prueba que podemos dar de ello es una breve
observación de Freud según la cual el sueño más logrado es
re-acto, a una reacción, pero tal reacc1on no lo anulara. aquel del que no se tiene recuerdo alguno. En ese caso, Freud
También el lapsus no es más que una cuestión de palabras. toma distancia del Talmud que afirmaba que "un sueño no
En Psicopatología de la vida cotidiana, Freud distingue, en- interpretado es como una carta no leída". Además, el descu-
tre mil ejemplos, los casos de "autotraición por lapsus".26 brimiento del ombligo del sueño también es adecuado para
Veamos a un anatomista que se autotraiciona: "En lo que indicar el costado de acto del sueño que sigue estando sus-
respecta a los órganos genitales femeninos, a pesar de nume-
rosas tentaciones ... , perdón, de numerosas tentativas . .. " 27 O
b_ie~ ~a paciente de Freud a la que acaba de hacerle notar que
traído a la interpretación, a la Deutung, al sentido, al relato.
Que un sueño llegue a ese punto umbilical donde encuentra
su límite en tanto que interpretación tiene el alcance de un
l
smtio vergüenza de su familia, que le dirigió a su padre un acontecimiento.
reproche "cuyo contenido aún nos28 es desconocido". En pri- Diversas c~rcW?stancias históricas llevaron a Lacan (su re-
25 Véase mi presentación de tal borrad chazo de la h1stona) y a algunas lacanianos que lo siguieron
re translittérer. ~ 1 É. ura en Lettre pour lettre. Transcrire, tradui-
tr~. Transcribí( tr:~uo:.se¡ re~: 1984, p. 165, 232 Y 317 [ed. en esp.: Letra por /e- [ed. en esp.: La mancha humana, Madrid Alfaguara, 2001 ]) ''N tr ,,

~s~r ''N ,, fj . ' • oso os es un


26 Sigmund F;eud Ps;~ ra;s,'te~ar. Bs. As. Edelp, 1993 p. 165, 218, 219, 299]. muro. osotros orta1ece y fiJa el narcisismo de cada uno de los que están situa-
0
Buen?s Aires, Arn~rron:~ a de la vida cotidiana, en Obras completas, VI, do~ al amparo d_e ese muro. Prolongando una observación de Freud se , la cual
27 lb1d. En nota, la edición señaÍa . . el ideal_del yo tiene un lado social, Norbert Elias inventa el " ideal del~sotro ,.
nos presente en alemán· "e h que esa prox1m1dad significante no está me- concebido c?m~,un estra~? determinado del ideal del yo, el estado idealizado~~
28 ·Q . . . v, rsuc ungen ("t t . .
<- u1en es este "nosotros"? . U .. en ac1ones"), Versuche (''tentativas"). ~y~dqut9~;ce[ dnosotros (Norbert Elias, Logiques de f'exclusion [ 1965] París
, e . en esp.: Establecidos y marginado u
que se llamó la "alianza 1
apartar d 1 . . .
·, ". n nosotros" mayestático? ¿O acaso indica lo
erapeut1ca con el p .
e eJerc1c10 analítico? SOb
,, ,
aciente , un angulo que Lacan supo
lógica sobre problemas comunitarios México FCE
muelas basta para que " nosotros" de•ie' d t
;O
' . , .
· · ' •
1;]a) '~ts~gac1ión socio-
• n snnp e dolor de
qduel hay algunos que no fonn.a t
re eS e "nosotros" que ineludiblemente señala 29 • J e ener vtgenc1a
e a com ·d n parte de la f; ·1·1 tb,d., p. 126. Der Geist: "el espíritu"· der Geiz ·•ta . . . ,,
novela uni ad Y a los que se llama" ,, ami a, 1~ ?ación, el grupo o incluso 30 En el original, (é)jacu/ation ·ue o d~ 1 b ' . avan_c1a .
aun La tache, donde Philip Roth ebllos ' nos rem1trremos a dos páginas de la ("eyaculación") y jaculation {Jrmfno pa_ a ras mtrad_u c1?le entre éjaculation
que tambié , su raya el 1 •
del inglés n s~ caracter coercitivo . ª ~anee segregativo del nosotros, de entusiasmo, de fervor· efusión exa1t:t!1zante q~e s1gmfi_ca ' 'manifestació n
- por Josee Kamoun, París ' ~ue asimila toda singularidad (traducido
'Galhmard• 2000, p • 1..,0 · p. 229
castizo "jaculatoria" [T.]'. ª• Y que tiene el mismo origen que e l
.) - 140, tam bº1en
20 ¡

121
SOBR E EL PAS AJE AL A CTO
N UEVAS OBSERVACIONES IN TRO DU C C IÓN

. . ificante) a dejar sin siquiera saberlo el


te susceptible de hacer existir al Otro, a la relación sexual
(fascmados por el :1faul Ricoeur. Todavía no se ha evaluado
y con ellos a Dios. En dos ocasiones resulta respa]~ada la
relato en manos d b dono fue una catástrofe. El hallazgo
, unto ese a an afirmación de Lacan según la cual " la verdadera formula
hasta que P d
1 , ·co que se ebe si·tuar, a veces, en donde se convo- del ateísmo es Dios es inconscient e" .3 1
de1sa to epi la vez se conecta de nuevo con el relato
ca el pasaJe a1acto, a h De tal modo, resultaría con e11o más susceptible, si no de
• 1 oner sobre la mesa lo que asta entonces dar cuenta, cuanto menos de percibir más de cerca ( en con-
y obliga a vo ver a P .
creíamos saber en relación co~ el pasaje al acto. , clusión) Jo que Jacques Lacan bien hubiese podido tener en
A lo cual se dedica este hbro, donde se _vera pues res- mente cuando incitaba ~lista a que se atuv iera al ..No
quebrajarse poco a poco la noción de pasaje al acto para pienso" caracteristic o del pasaje al acto. Un pasaje al acto
e finalmente dé lugar y resulte a su vez transformad o no bastante extraño, y hasta teratológico , al menos a primera
;i~plemente en el salto épico, sino más aún en el juego (en vista, desde el momento en que se califica de "advertido"
el sentido en que dos piezas "hacen juego" una con respecto o incluso de "esclarecido" . Así, la cuestión tan crucial de
a la otra) entre ese pasaje al acto nuevamente definido y el la terminación del análisis y la otra, diferente, sobre el pa-
salto épico. Ya con Louis Althusser asesino de Hélene Ryt- saje del analizante al analista deberían ser reconsidera das.
mann (cap. 11), seremos conducidos a no considerar más lo Mostraremo s que en ese aspecto la distinción entre pasaje
que fuera su gesto como un solo bloque. Sin que podamos al acto y salto épico se revela heurística. Por medio de un
distinguir allí claramente la copresencia de un salto épico y salto éEico s.e. cierra un análisis, un salto épico que pone al
un pasaje al acto, éste último muestra que no puede ser cap- analizante en posición de poder realizar el pasaje al acto es-¿_
tado como un todo. Porque allí coexisten dos "¡ Ven!": uno .clarecido gue lo instaura como analista capaz de no pensar.
dirigido a Hélene, que no podía ser hecha presente y amante ''No pensar", es la expresión adecuada para que sea la
ex~epto muerta; el segundo, del que ella fue un soporte, última de esta introducción .
sena una vana tentativa de hacer existir la relación sexual
el Otro o incluso Dios. '
, _En cambio, la distinción del pasaje al acto y del salto
epicToh ~p,arece claramente esta vez con el crimen de Ma-
ne- erese Bousquet d .
III dedic d0 L perpetra a por Claire Lannes (cap.
caso ' tambi ª , a ab amante ing /esa) • El pasaje · al acto en este
carne con s:~s;ª e en una pa,labra: "vomitar", vomitar la
mientras que aq enllque se habia convertido Marie-Thérese,
se presenta como ue O que lo acom ~ , ·
pana, o sea un salto ep1co,
una cart d ' · ·
que la asesina nunc d . , ª mg19a al amante de antaño 3 1 Jac~ues Lacan, Les Quatre Concepts fondamentaux de la psychanalyse. Éd .
ª eJo de amar. El también fue un sopor- du Se~~I,_1973, p. 58 _[ed. en_esp.: Los cuatro conceptos fundamentales del psi-
coanal1S1s, Buenos Aires, Pa1dós, 1995, p.67] .

22 1

l 23
CA PÍT UL O I

Act ual ida d del pas aje al act o

PER ICIA S

El 12 de mayo de 201 7 se pod ía leer en Le Mon


de un
artículo titulado "Es van o pret end er sum inis trar
una lógi ca
clar a del pasaje al acto ". Dic ho text o dab a cue
nta de dos
peri cias psiquiátricas de aqu ella a la que llam aba
n "la env e-
nen ado ra de Cha mbé ry" , una enfe rme ra que hab
ía mat ado a
varios ancianos en la casa de retir o donde trab ajab
a porq ue,
segú n decía, quería "hacerles el bien". Poc o imp
orta aqu í el
• deta lle de los sucesos que fueron llevados ante
el trib una l
al mis mo tiempo que la investigación sob re la
pers ona lida d
de "la envenenadora"; con side rem os más bien
esas peri cias
tale s y com o las info rmó Le Monde, por que
ates tigu an la
man era en que se pien sa hab itua lme nte el pasa
je al acto .
Aun cuan do hub iese reco noc ido los hec hos , leem
os que
esa muj er se mue stra "inc apa z de resp ond er a
esta preg un-
ta: ¿po r qué?". No obst ante, ¿eso es en verd ad
lo que cab ía
preg unta rle a la acus ada? La cien cia pue de inte
ntar escl are-
cer la preg unta "¿có mo pasó ?"; pero se abst iene
de inda gar
sob re el "¿p or qué pasó ?" . Ima gine n por un mom
ento que
les preg unta n a quemar ropa por qué han tom
ado dete rmi-
12._ada decisión imp orta nte, por eJem plo, tene r
un hijo. ¿Po -
dría n resp onder? Por mi part e, aun hab iend o exp
lora do mil
resp uest as a preg unta s sem ejan tes, deb í acep
tar que toda s

125
e; soBRI· CL PASAJ F AL AC ro
- , , OBSFRVAC IONE, • A CT UA i IDAD I.J! 1 PA S AJF A l AC.10
NUl• VAS ·

• • dose como otras tantas pompas de más en jerga en la medida en que se lo ignoro?
. desvanec1en .
tcnninaro~ . por un artista calleJero; en adelante En este caso se da, como en much~s publicaciones p~i -
1
jabón arroJadas ª aireder aun después de muchos años de
incapaz de respon , ~ d , 1· . coanalíticas, un uso del saber del que no ha sabido desp ren-
so,Y . . . b. n gracias a muchos anos e ana 1s1s. derse en otros lugares. Así, por ejemplo, In noción de ..mito"
analls1s o mas ie d l
' ¿En 'qu é term
· inos hablan los expertos . . e . a acusada? pareció recientemente no que correspondía sino que defor-
rio que les es prop10, sm nmguna con- maba lo que los antiguos griegos entendian por ··,ny rhos ··.
Usan un voc ªbula .,
'd ·
s1 erac1on· por la literalidad de la declarac1on escuchada, E igualmente con respecto a lagos, que además se o puso
que deriva sólo de significados
., que. se suponen recuperados . ., artificialmente a my rhos pensando que tal oposición pro-
sin pérdida ni defonnac1on. Se sugiere que esa traspos1c1on venía de ellos. Ahora desde hace años ha cob rado v uelo
da cuenta de lo que fue leído o escuchado. Presentan a "la toda una corriente que se d io cuenta de que los erudi tos
envenenadora" como una personalidad "vulnerable", "in- europeos de los siglos XIX y XX habían proyectado sobre
madura", "escindida", de "discernimiento alterado" , "de- los textos estudiados (sánscritos, griegos, etc.) categorías
pendiente de una madre sobreprotectora" y cuya supuesta que no tenían equivalentes en dichos textos . Se produjo una
personalidad se "derrumbó" luego del fallecimiento de di- desvinculación de una especie de colonialismo del pensa-
cha madre; pronuncian el término "negación"; ven en el pa- miento, una empresa saludable y fecunda a la que contribu-
saje al acto una "descarga pulsional". Tras haber asistido a yeron John Winkler. Edward Said, Marce! Detienne y, más
la audiencia, Henri Sekel, periodista de Le Monde, escribió: recientemente, Claude Calame, Philippe Descola~ Sandra
Boehringer y Michel Angot 31 (una lista a la vez arhitraria y
Este es el resumen de una jornada en la cual la jer- establecida sin intenciones de exhaustividnd). En cambio,
ga Y algunas explicaciones abstrusas sumieron a veces no rarece ~ue en su gran mayoría los psicoanalistas h ayan
~l auditorio en abismos de perplejidad. ¿Cuántos de los sabido dedicarse a tal desvinculación.
J~rad08 (y los magistrados, las partes civiles y los perio- . Cinco años después tel 20 de octubre de 201 7). Le ,\ 1onde
distas). .habían o'd
1 0 habl ar de los conceptos de "relac1on
., titula una entrevista con una filósofa y psicoanalis ta : "Hay
anachti " ... un n~evo g~ce del odio''. c:,"N uevo" con respecto a cuál o
ca ' tntroyección" o "destructividad''? "No e-S-
taba claro en abs0 1 t0 a cuales ant1guo(s) goce(s)? ¡,''Nuevo'' en qué sentido? De
u , eso no aportó respuestas."
~ntrada un_o queda m ás que impresionado por este título de
Es impresionante el tmp_acto, nmbom?a~te. Pregunta : " ¿Ha comprobado en sus
que, por su parte c_o ntraste con el discurso de freud
pacientes el surg1m1ento de una fonna de odio inédita?"
"el hombre com¿ e~,ª ;udible Y ~egible por lo que se llamaba
Respuesta que ya no to lera ninguna pues ta en duda: " Por
cados del atollad/ · ara tennmar, dichos expertos son sa-
de que no pueden ro en el que s . .6 supuesto. Hay un nuevo goce del odio. que es problemñti -
.. . . e metieron con su afirmac1 n
1st
acto". Pero entonc:u~m rar una lógica clara d el pasaje al
s ¿por qué la jerga? ¿Se hablarla tanto
1~:1.0
3~ La introduc~ión de su obra Les Mythes des tncfes {Par-1s. Fd du ~"uil 20! Q)
~a~c~: panorama sobre l"I problema demns,ado rnridam"nte ~•~'-en-

26 1
RE EL PASAJE AL ACTO
\"ACIONES soB ACTUALIDAD DEL PASAJE AL ACTO
J\'LiEVAS oasER

m anera el pasaje al acto".33 y


del odio (André Gide: "¡Familia, los odio! Hogares clausu-
orque justl'fi c_a de alguna acto cae "del lado maIo, el de
co P uien pasa a I "E · rados; puertas cerradas; posesiones celosas de la feli cidad"),
más adelante: q -stada agrega:
1
n conversiones deberemos reintegrar, hablando, el odio dentro del lenguaje,
. , " La entrev .d d" N d
Ja destrucc10n · a abolida la subjetiv1 a . i a a menos! que haría "valer sus derechos" (el lenguaje como tal ¿tendría
de esa clase qued d 'rselo a los que voltearon las Twin entonces derechos?). Estas afirmaciones quedan a mi] ]eguas
tonces a ec1 .
Que vayan en llo) No hay más sujeto, pero a pe- del pasaje al acto, y no me habría interesado en el1as si no
Towers (vo!veremosI ad e bueno · A • ,
y uno malo. ¿ caso esta es transmitieran una concepción bastante ampliamente acepta-
sar de todo ha~ un \~ca de pensar? El pasaje al acto ¿se da del pasaje a] acto. ¿Cuál es?
una manera_psicdoa~~o de lo que durante siglos se llamó el Resulta muy inoportunamente magnificada por la mism a
puede loca1izar en , l
"Mal" o lo "Maligno"? Pasar al act~ e~ta ma . expresión: "pasaje al acto". "Pasaje" sugiere que un deter-
e confirmado de la s1gmente manera. El 9 de giinado enunciado ya estaba alh, presente, como el test1mo- ·
Lo que me fu . S. . J
· · d 2001 se llevó a cabo en Viena un 1mpos10 acques nio que pasa de mano en mano en la carrera de cuatrocien-
Jumo e ue habría cumplido cien . anos ' e1eg1'do
- ) que h ab 1a tos metros, en una forma o en otra en aquel que en lugar de
Lacan (q b' . l d ..
tema el pasaje al acto. Yo ha ta tttu a o m1 mterven- llevarlo a lo dicho, lo manifiesta como acto. De tal modo, el
com0 ,, Q , , . d
ción: ''.J:I mal llamado pasaj~ _al ~ct9 . ¿. ue 1eyo m1 tr~ ~ctor acto habría podido no ser cometido.
al alemán? Sin prestar atencion, mtroduJO y hasta alucmo una Tal fue incluso la concepción del pasaje al acto sugeri-
coma entre "el mal" y "llamado" y por ende anunció así la da por Lacan cuando revisa por primera vez el caso 11ama-
intervención: "El mal, llamado pasaje al acto", mientras que do de la "Joven homosexual" . Portador de un equívoco, el
yo señalaba que el pasaje al acto era una denominación que niederkommen (a la vez "dejar caer" y "parir") en primera
no era adecuada para su objeto (pronto diremos las razones). instancia le jugó una mala pasada a la concepción Iacaniana
El traductor no hizo entonces sino retomar por su cuenta el del pasaje al acto. En 1956-1957, este equívoco significante
pensamiento más común sobre el pasaje al acto, de manera impulsó a Lacan a presentar su salto por encima del parape-
que no habría fundamentos para reprochárselo. to que rodeaba unas vías de tren como un "acto simbólico":
. Un bien puede contradecir el mal, según la experta en pa- al dejarse caer, la muchacha habría manifestado su deseo
sa_¡e al acto consultada por Le Monde. "Algo debe ser tra- de parir a un hijo de su padre. Continuando un movimiento
mado por el lado del lenguaje", prosigue ella, que pennitirá iniciado por Lacan, aporté una estocada en esa versión en
s~~pender el acto, que reprimirá la pulsión de odio. Su solu- part~ ostensiblemente hilvanada. Ya Freud le dio muchos
c1on, como vemos l . motivos para reírse y burlarse a M argarethe Csonka. 34
Ia trama y al lenguaie por a especie de poder que les concede a
"I . ,,
d tru .
es ye el discurso e
~ ' es acamana . El odio se supone que
· ~~ Cf. lnes Ried~_r, Diana Voigt, Sidonie Csil/ag. Homosexuelle chez Freud, /es-
, · orno s1 no existiera ningún discurso [~~nne dan~ le_s,ec(e, tr~d. del al_emán por Thomas Gindele, París, Epe l, 2003
· en esp .. Stdon,e Cs1/lag. la Joven homosexual de Freud trad de l J •
.,3 Todo está contenido en el iro "
pocos lectores de Le Mo d g . de alguna manera", que sólo advertirán muy
por Martina Polauch Bu
2004] En la . '

eno~ ~~s,
El ' · ª eman
cuenco de plata- Ediciones literales.
aclaraciones. n e, mientras que los demás quedarán a la espera de el . b . d epoca de la pubhcac1o n de este libro, se procuró no hacer p úblico
no m re e Margarethe Csonka.

28 1
129
ORRE EL PASAJE AL ACTO
NUEVAS OBSERVACIONES S ACT UA LIDAD DEL PASAJ E A L ACTO

, s lleva do S tanto más a admitir esa ver- al acto de la J~ven homosexual de modo distinto y.!!.º como
Entonces er~mo n ue Freud había ob~ervado_ que podía
sión en la medida e q d orden lingüístico pudiera no ad-
un "acto simbólico". 37 Aún más adelante, al poner de reileve
el acto analítico (su seminario interrumpido de 1967-1968),
I
. elemento e . ·fi
ocurrir que u~ ( " laborado"), smo mam estarse en volvía el acto inconmensurable con lo simbólico. A dife-
venir en lo dicho ser e·eren En "Recuerdo, repetición y rencia del agieren tal como lo presentaba Freud, el pasaje /
1 ue llamó entonces agz . .
oq . , ,, 3s publicadoen 1914,escnbe: al acto no es en absoluto un pasaje, sino más bien la mani-
elaborac10n , festación tangible y tentativa de resolución de un impasse.
. do no rncuerda
El ana liza "' para nada lo olvidado y lo
· · o sm ue o actúa (agieren).
repnm1 . No lo reprodu-
.
·ert) como recuerdo, smo por el contrano AHOGAMIENTO, DISPERSIÓN
ce (repro duz1 . .
Y CONDENA DEL PASAJE AL ACTO
como acto (Tat, "hecho") y lo repite sm saber por su-
puesto que lo repite.
En 2013, La Clinique lacanienne, 38 revista internacional,
le dedicaba un dossier (once colaboraciones) a la temática
Está en verdad allí la disparidad de los dos registros (el
entonces elegida: "Pasar al acto". Con la lectura de esas
del recuerdo, el del acto) tan acertadamente revelada por ciento quince páginas, en primer lugar salta ª. la vista que,
Wittgenstein (una disparidad, para él, entre el hacer _Y el excepto una mención sin continuidad, ninguno de los pasa-
decir). No obstante, ~l término freudiano no era "pasaJe al jes al acto estudiados por Lacan es objeto del menor seña-
acto", sino agforen, vertido al inglés como "acting-out", lamiento, ni el de las hermanas Papin, ni el de Marguerite
~isto a su vez por Lacan como una "transferencia salvaje" Anzieu, ni el de la llamada "Joven homosexual". En cuanto
o bien una "transferencia sin análisis". El acting-out tiene a considerar otros pasajes al acto muy conocidos y discuti-
en común con la transferencia un rasgo que los especifica a dos en psiquiatría, tampoco se los trata. Empezamos a ver
ambos: en tanto actuado, pretende ser una mostración que uno de los motivos de semejante impasse al leer la pregunta
ap~la a la interpretación. 36 No habría ninguna posibilidad planteada en la contratapa: "¿Cómo se puede manej ar el
de mterpretación sin que primero haya advenido un pasaje pasaje al acto de los pacientes°?'' lenemos pues a psicoa-
de un texto determinado (que no se recuerda) en la escena 37 Discuto este punto en La sombra de tu perro. Discursa psicoanalftico, dis-
del acting-out. curso lesbiano (París, Epel, 2004 [ed. en esp.: Buenos Aires, El cuenco de pla-
ta-Ediciones Literales, 2004 )).
D~~pués de haberlo tratado así durante el seminario La
1
relacwn de objeto (1956-1957), Lacan consideró el pasaje
38 La Clinique lacanienne, nº 23, Toulouse, Éres. Además de su director y su se-
cretario de redacción, la revista es integrada por un comité editorial, un comité de
35 En Sigmund Freud L t , . .
redacción para Francia, un comité de lectura y un comité cientifico, que en total
nos Aires, Amorrortu ' ~ ec~ica_psicoanalítica en Obras completas, XIII, Bue· reúnen a unas sesenta personas (de varias nacionalidades). Se deducirá de ello que
19 5 La Clinique lacanienne es representativa de lo que podemos llamar el estado actual
36 Seminario L'Angoisse (t_e,rrnmos subrayados por Freud).
redobla "mostrac1·0· " ' sesion del 23 de enero de 1963 durante la cual Lacan de la presencia de Jacques Lacan en las mentes (no todas, por cierto) - razón por la
n con un té · ' · rno cual no se creyó posible desatender ese número dedicado al "pasar al acto...
que podría traducirs " rrnmo de su cosecha: "montrage" [neologis
e como mostraje"J.

30/ I 31
ONES SOBRE EL PASAJE AL ACTO
NUEVAS OBSERVACI ACTUALIDAD DEL PASAJE Al ACTO

• convertidos en gestores, mientras que al servicio de una intención, quizás involuntaria, pero que
nalistas lacalmanos Lacan designaba como analizante s re-
aquel los a os que • N se puede formular así: ahogar el pez del pasaje al acto, visto
. estatuto de pacientes. os preguntamos como un pez. 42 Lo cierto es que no se ahoga tan fácilmente a
cuperan su ant1gu0 , l l
entonces, aparte del espíritu de una epoca e~ a que a gunos un pez. Multiplica r las citas que atestiguan ese ahogamien -
· pareia" si Jacques Lacan no ttene su cuota de to sería tan sencillo que preferimo s mencionar solamente
"maneJan su ~ , , l
responsabilidad en aquello que ~pela a el Y a a vez se aparta tres. Se crea una confusión al afirmar (p. 35) que " la noción
•de él incluso hablando en lacamano. de pasaje al acto" le da título al seminario L 'Acre psyca-
'"Manejar" quiere decir sobre. ~odo "e~itar", porque tam- na/ytique. 43 Asimismo , se la crea al mezclar (p. 111) pasaje
bién aquí predomina la preocupac1on ya senalada acerca de los al acto y acto de habla en la siguiente fórmula: ''pasaje al
discursos de expertos cuya revisión crítica abrió este capítulo. acto ordinario del habla". Ordinario . ¿Quién ignora acaso
y también aquí está ampliamente presente la concepción de que cuando alguien toma la palabra eso justament e no tiene
que gracias a la palabra sería posible obtener del "paciente", nada de ordinario?44 El mismo colaborador, que ve en el
y para su mayor bien, que se abstenga de pasar al acto (por acto sexual un pasaje al acto (p. 115), expresa clarament e,
ejemplo, p. 79, 86 y 89,39 asimismo en p. 10940 o también 111, en esa página, la desaparici ón del pasaje al acto en su es-
114 y 11641 ). Aquí también finalmente, vinculada con esta con- pecificida d: "Como acabamos de ver, el pasaje al acto tiene
cepción, está p¡esente la idea de que hay en verdad algo que pues un amplio ámbito de extensión ".
~mbia de registro, que "pasa" al acto y que no debería hace!lo Esta liquidació n del pasaje al acto da lugar e incluso
(por ejemplo, p. 51 ). permite que sean puestas en primer plano dos afirmacio-
En ese número, la ausencia de esa especie tan singular nes, por otro lado correlacio nadas: una reivindicación y una
de a~ontecimientos que se distinguie ron y calificaro n como condena. Calificare mos de "reivindic ación" la promoció n
pasaJes _al acto no deriva de una simple negligenc ia. Las del acto psicoanalí tico, que ciertamen te proviene en línea
afirmaciones sostenidas por unos y por otros están puestas directa de Lacan, pero ahora presentad o en un tono muy
?
3 _El mismo autor no siente distinto del que trabajamo s aquí. El psicoanali sta lacaniano
ningún malestar al evocar (p 84) a "un buen neu-
rottco en los buenos · · t ·
Ot bo d vteJos tempos" Y con el cual era "muy· agradable trabajar''. new deal, un plusmarqu ista, un campeón, se presenta como
Ia ra orno duda en afirm ( 105)
ro coqueda
sujeto d ar p. que al llegar al pasaje al acto " e1 ~~ El proverbio noyer le poisson, que tradujimos literalmente. significa en el uso
mos darle al ~ pes~rd_ e todo preso en los meandros del masoquismo ". ¿Pode-
irse por las ramas'', ''dar largas a un asunto". "patear algo para adelante", "cnred:lr
del "levant gunh ere 110 a esta afinnacion
· · cuand ·
o en ese mismo texto se ha bl a
40 L e omosexual en toda su triste realidad"? las cosas·•. en un sentido general de e, itar una resolución mediante rodeos [T ¡.
eemos: "es la definición psico 1· . d . 43 En esa misma colaboración , leemos (p. 40) que "la escritura de la ~lación
tuar antes que recordar' com ~a_itica el 'pasaje al acto' que consiste en •ac-
0 sexual implica un agujero" , mientras que lo que fue dicho y ~pctido cien veces
que escribió una estu id; , escnb!ó Freud". El autor un poco debe sospechar
por Lacan era que la imposibilidad de escribir la relación sexuru. reconocida
to Freud nunca pudo ~s ~ -)ª que encierra pasaje a/ acto entre comillas. Y en cfec- por él, hacía un agujero.
ª) acto, su agieren, opu~~01: ~!ºlues e~ ~ano se ~uscaría en él la noción de pasaje 44 ~'Ordinaire du psychonalyst e fue en su momento el título elegido poro una
t1ng-out (como veremos aboracion, fue nul veces reconocido como un oc·
I revista que reunía a quienes se opusieron a In disolución de la Ero/e freud,tn-
41 Se afinna entonces 's~ e;o~es compartido más allá de los circulos lacanianos). ne, que llegó incluso a remitirse a la justicia para que In Escuelo subsistiera tul
acto sería el fantasma.' in un amento alguno, la idea de que lo que pasaría al
cosa que en Lacan . . como la historia la había hecho advenir. sin dudas para la eternidad.
no llene nmgún sentido.

32 1
NES SOBRE EL PASAJE AL ACTO
NUEVAS OBSE RVACIO
ACTUALIDAD DEL PASAJE AL ACTO

sabría lo que corresponde al acto


1 · n que por un lado . lento trabajo de la lima". Esa deriva ya era observable en
ª gme b. , 93 y 96) y que por eso mismo sería ca-
(p 106 tam 1en · d " el sintagma "pasar al acto". Mientras que •;pasaje al acto",
paz· de ejercer
'. su función siguiendo la consigna e pasar al
. considerado como un acontecimiento, deja afortunadamen-
,, Su acto es anunciado como a la vez n~sgoso (p. 9 y te sin respuesta la cuestión de saber si interviene entonces
acto . . d .. d td
113) y digno,45 y elevaría "al m i~i uo sorne i o a un goce un agente y quién sería,48 la fórmula "pasar al acto" sugiere
· ·d· a la dimensión de un sujeto, que se asume corno que alguien actúa y, además (como vimos), sabiendo lo que
tnSI !OS0 d ,, , d "
actor pleno del goce reestruc~ra ~ ,, ~ue pasana e una
satisfacción ilusoria a otra sat1sfacc10n (p. 9-1 O). ¿Alguna
hace. Si algún des-ser llega a habitar al analista al final ae
la partida, no es porque lo haya buscado, ni mucho menos

l
vez se planteó algo mejor a modo de promesa, de futuros querido o, si se prefiere, deseado; 49 se admitirá más llana-
felices en el oficio del domingo? mente que no puso obstáculos para que eso tuviera lugar -lo
Tratándose del acto analítico, el tono de Lacan cierta- que ya es mucho. Lo mismo ocurre con el descaridar. Uno
mente no era éste. Se preguntaba si anunciar que el fin de y otro, des-ser y descaridar, dependen de lo que se llamó lo
un análisis depende, del lado del analizante, de una "desti- neutro, de lo cual podemos hallar una feliz ilustración en
tución subjetiva" no iba a hacer huir a la clientela; no veía la interpretación que hace Lacan del sueño llamado "de la
ninguna dignidad en lo que se produce correlativamente en inyección de lnna". 50
el analista, lo que denominó "désétre ". 46 ¿Queremos ir a ver La promoción del acto psicoanalítico, mezclado con el
más adelante en su recorrido? Su "déchariter " ["descari- pasaje al acto, no se da sin una contrapartida. No se ha-
dar"],47mediante el cual caracteriza la posición del analista, brán abocado a volver ese acto tan maravillosamente digno
tampoco tiene nada de digno, ni contiene ninguna promesa. sino asociándolo con su reverso oscuro, el "_pasaje al acto
La l?astoral lacaniana de la que acabamos de brindar sexual"51 del psicoanalista. El primero es celebrado en la
un panorama se debe a que, al comentar a Lacan, se abs- mism~ m~ida en que se
condena el segundo; el segundo
tuvieron de usar lo que Horacio llamaba labor limae "el es reprobado tanto más severamente cuanto se valora el pri-
' mero. Es de esperar y no falta; en este punto aparece la
45 La dignidad del psico r1 t .
borador (P- 9, p. 1OI p ana s a aparece vanas veces en el escrito de este cola-
105) E · · . .
palabra "transgresión", "el pasaje al acto transgresivo se-
autoproclamad ¡'d .· · ~ impresionante el contraste entre esa d1grudad xual" (p. 92). En otro sitio discreto aunque sin dudas no
el jurado de ad~fsi~n ;~nu~ eSt mtrare que Lacan dice que es l? que pronuncia
la". Tal reconocimie t ~ ~ n~mbra a un pasante como ''Analista de la Escue- menos presente, la moral y su binarismo del bien y el mal
1
entre el jurado y el c~~i~ a:~~uiera es dir~to, se exime del encuentro frontal
48 Véase más adelante. capítulos JI y III.
el pase (Jacques Lacan "S '. !orna el cammo del testimonio de los que hacen
49 En vista de lo que se dedujo al respecto como autopromoción. uno llegn :i la-
octubre de 1972 acces •i,¡ es ion en la Escuela belga de psicoanálisis", 14 de
mentar que Lacan le haya dado tanta relevancia a un "deseo del psicoanalistn'".
46 Neologismo ~ue po~rí: ~~::s~aut Lacan). 50 Di cuenta de dicha interpretación en Letra par letra. Transcribir, traducir,
nar désert (''desieno") 0 dé cir~e como "des-ser", pero donde podría reso-
47 Como conclusio'n de N shastre ( desastre") [T.].
transliterar (op. cit), subrayando su ironía mediante un aforismo de Lichten-
Ed1.c10nes
· o ay re/a · · h berg: "Que se sueñen tantas cosas locas no me asombra. lo que me asombra es
Literales 20 ¡ 9) cion eterosexua/ (ed. revisada, Córdoba, que se crea ser aquel que hace y piensa todas esas cosas" (p.237).
"descaridar". ' · presenté algunas figuras encamadas de Jo que sería
51 ¿ Habría entonces pasajes al acto asexuados?

34 1
BRE EL PASAJE AL ACTO
ACTUALID AD DEL PASAJE AL ACTO
NUEVAS OBSERVACIONES SO

masa y al descubierto. ¿Qué ley es tan previsible, tan convencional, tan conforme también
, a entrada en "d . ,
hacen aqut un d'da? Es sabi o, son siempre mas a lo que la sociedad moderna exi e de los " rofesionales
resulta entonces transre ~n Occidente lo~ actos sexuales de la salu y .i,or en e tan bienpensante que dar cuenta
severamente cond e~a os e ejerce determinado poder sobre de ello no tiene más interés que permitir señalar las desa-
realizados por a~gm~n qudido a las insinuaciones sometido
alguien má\q~t:;e ~i;
poco (en 2018), una universidad
fortunadas indicaciones "técnicas" que transmite y los no
menos intempestivos fundamentos teóricos que se atribuye.
a ese pod~r.
norteamericana 1
que un docente
d"fundió

cabe sospechar, no fi º
una circular donde se aclaraba
estaba obligado a no fl"irtear ( e l termmo,
d . 1 )
' ·
aura en ese tipo e circu ar con qmen-
. d
.

Problema técnico: un analista que debiera mantener a toda
costa "el marco" estaría impedido de ejercer. La razón de
ello es que muchos momentos decisivos de un análisis no se
1
·
quiera que e stuviese en sus clases. Un simple
, recor atono, dan dentro del marco, sino al franquear sus supuestos bor-
se pensará. Sí, pero en adelante se prohibe encamarse con des. Mantener fluctuantes esos bordes a veces tiene el efec-
cualquiera que se encuentre en el campus, aun cuando esa to de permitirle al analizante que vaya a buscar al analista,
persona nunca haya formado parte _del mismo ?epartam~~to que interrogue su posición en la transferencia. Lo que se ha
que el potencial donjuán que imagma la autonda~ adm1ms- podido saber sobre las prácticas de Freud, Ferenczi, Lacan
trativa. ¿Se piensa acaso en esta clase de ley social cuando y muchos otros brinda abundantes y vívidos testimonios de
se denuncia al psicoanalista transgresor? Muy probable- ello. 55 "Supuestos", dije, porque entre las transformaciones
mente. En cuanto a saber si se trata entonces de la misma del ejercicio analítico que Lacan puso en práctica, además
ley de la que hablaba Lacan para unirla mejor al deseo, ha- de la más conocida de las sesiones llamadas "cortas", figura
bría que dudarlo ... la a1,1sencia de un contrato inicial pactado entre el analista y
~in e~bargo, esa ley social aquí se especifica. El psicoa- el futuro analizante, ese contrato que se supone que define
nalista, dicen, es "guardián del marco" (p. 92), debe "man- de una vez por todas "cl marco". Es perfectamente posible
tener el rumbo", su escucha debe deserotizar al analizante determinar un precio, un número y unos horarios de sesio-
(p. 96)._!ambién leemos que hay una "deriva del grotoco- nes, sin que por ello esto figure dentro de un contrato que
~a~~httco cuando el deseo del analista ya no cumple su ambos firmantes estarían luego obligados a respetar en to-
nc10n de ponerle freno al goce" (p. 93). Guardián mar- das las circunstancias. Un contrato va en contra del carácter
co, ru~bo, freno, protocolo son otros tantos soldadi~os en eminentemente provisorio y frágil de esas decisiones inicia-
guerra contra una confi ·, , .
realizable • guracion erot1ca considerada como les que pueden entonces ser modificadas sin afectar por ello
Yvista como lo más d , . . un "~ontrato". No hay contrato si no es convalidado por un
ra "trauma" el t , . ramatico posible. Uno espe-
' ermmo aparece (p. 93). Semejante discurso escnbano, un agente estatal y hasta un delincuente.
-
-=-?s=-¡,Se
.- --~
rocura liberar lo e . t'
;f
_¿_

I rest igio, e a bel ez.a,


~tras re~ a_mentac1ones.
3 En pagina 92 1
ici° de toda relación de poder oder del dinero. del
es atus socia , de sex~ etc.)? H arán a a muchas
54 ¿No _son más bien profesionales
5
de las enfermedades?
~ Tratandose de Lacañ, se podrá recurrir a mi compilación Les /mpromptus
~tacan. 543 bons mots recueillis par Jean Allouch, París. Mille et Une Nuits,
' e autor evoca a uno .. . 2 9
s enemigos de la cura". . [ed. en esp: Hola... ¿ Lacan? C laro que no. Epeele. México. 1998.J

36 ¡

137
tES SOBRE EL PASAJE AL ACTO
'-!UEVAS OBSERVACION ACTUALIDAD DEL PASAJE AL ACTO

, . . . qué vuelve útil, valioso, cuando no


Problema teonco. 6 . ¡· ? Q , espacio de entre-dos-muertes56•57 Sería desconocer lo que se ha
. dicho contrato para el pszc_oana zsta. ¿ ue le llamado aquí y allá la "espiritualidad" ver en ello una ideali-
necesa_n o, ese contrato? En primer lugar el hecho
garantiza entonces ,, , , dad separada de toda dimensión corporal o, mejor dicho, car-
"guardián del marco a su vez e 1 no podna . , nal. 58 Nos atendremos a ello, a este indicio, sin negar por eso
de que como
. d 11' si· bien se encuentra, en tanto que guard1an, que otras dimensiones están presentes en la yihad, que no me
sal Ir e a 1 - fu ·
como un Ca rcelero , a la vez adentro y a era. El peligro
. . . corresponde tratar y para las cuales no dispongo de ninguna
de semejante salida (en particular y como ta1 pnvt 1eg1ada: competencia que sea valedera.
. el pasaje al acto sexual trans_gresi~o) no pa~ece tan_grande
sino en la medida en que se imagma que pstcoanahzante y
psicoanalista forman una pareja, la "pareja analista-anali- AL OESTE DEL JORDÁN
zante" (p. 96). Una pareja más un contrato .... ¡Los tenemos
pues, si no casados, por lo menos en concubinato! Se hace Consideremos entonces una breve y límpida escena ex-
aquí referencia a la pareja como "encuentro de dos deseos" traída del filme Al oeste del Jordán de Amos GitaL Amos
(p. I 00). ¿Alguna vez se ha visto eso? ¿Se ha visto alguna Gitai' y un niño están hablando tranquilamente sentados en
vez (misma página) a "dos protagonistas cuya intersección un banco, en Hebrón -un lugar de los que más tensión sufre
significante puede causar estragos"? por el conflicto palestino-israelí. No sabemos bien qué edad
En una palabra, esa moral tiene su punto de partida en la tiene el niño: ¿diez años?, ¿doce años? Se nos informa que
creencia en la existencia de la relación sexual (bien señalada Alí (es su nombre) está escolarizado y que le va bien en la
por el guion de la "pareja analista-analizante"). Despojado de escuela. Su diálogo recurre a un traductor, llamado Moussa,
tal creencia, el analista podrá no tener ya ninguna necesidad porque Alí no habla inglés, lengua en la que lo interroga
de esa moral que aparece ahora como una defensa armada Amos Gitai'.
contra la inexistencia de la relación sexual.
. Si no cedemos a un impulso suicida después de haber te- AMOS GITAI: Moussa, pregúntale a Alí cuál es su sueño
mdo que dar cuenta de semejantes inepcias "lacanianas", re- para H ebrón.
cobrarem?s algo de seriedad retomando el hilo del salto épico 56 En el original, entre-deux-morts. neologismo que sin embargo retoma ténni-
(apenas vislu~b~do en la introducción) tal como se presenta nos usuales en francés: entre-deux, como sustantivo, es un "intervalo", "punto
en los .~ctos _yihadistas que se califican demasiado rápidamente intem1edio", "hueco", entre otras acepciones; y l'entre-deux-guerres, construi-
do con la misma estructura que la expresión presente, es el período de "entre-
como, ~asaJes al acto". Se revelará que se trata más bien de un guerras" [T.].
salto ep1co (Benslam ) que ese gesto, al igual . .
a Y que el pasaJe 57 Recientemente propuse una presentación en el capítulo II de La Scene laca-
1
ª ac o, no puede ser an a1iza
t · do mas .
, que siendo situado en e1 nienne et son cercle magique. Des fous se soulevent, París, Epel, 2017.
58 ¿Hace falta recordar la sangre de Cristo, el místico cristiano que se toma
desecho, los cuerpos arrojados desde lo alto de las pirámides aztecas. el monje
budista que se niega a desear, el hinduista bebiendo en el templo la leche de
Shiva, etc.?

38 1 139
RE EL PASAJE AL A CTO
OBSERVAC IONES SOB A CT UALIDAD DE L PASAJE AL AC TO
NU EVA S

_ tu deseo en la vida?
'les tu sueno, . .
MOUSSA: l eua . Amos directo a los o;os) : M1 sue-
,1
que son aterrorizados. Si bien aterrorizan, dedican sus vi-
ALI (sonrienuo y miranuoa
, • .1
, . das, sus gestos criminales a veces, sus muertes y su eterni-
. mo martir. h dad a algo muy distinto, a saber, lo que oímos de boca de
ño es monr co ,1 un poco la frase): w au ...
el, b1·ó entenuer Alí: que Dios les diga que hicieron bien. Aterrorizar no es
AMOS (que e , d' que su meta es ser un mártir.
MOUSSA: Se ne y ice .? lo que orienta sus vidas de manera decisiva.
. E verdad quiere monr, En 1962, Raymond Aron definía así la acción terrorista:
AMOS: 1., n , fi de lugar y será corregida de inme-
(La pregunta esta uera "Una acción violenta es denominada terrorista cuando sus
diato.) . un mártir no simplemente morir. efectos psicológicos están fuera de proporción con sus resul-
MOUSSA: Quiere ser , tados puramente fisicos".59 Definir un acto por sus efectos
AMOS: ¿Por qué? , . no es inapropiado, pero sigue siendo parcial. Actualmente
. cruza ¡a Panta/la' a quien Ah saluda cordwlmente.)
(Alguien en Francia seguimos centrados en nosotros mismos cada vez
ALÍ: Porque sí. . que el término "terrorista" ocup_a el lugar de "yihad~sta", ~~e
AMOS: Pero si mueres se acabó, todo se termma_. , debería ser escogido si se tuviera en cuenta la d1mens1on
MOUSSA (Alí sigue sonriendo): Dice que es meJor as1.
espiritual de la yihad. Debido al temor y a una manera po-
AMOS : Pero sólo puedes morir una vez.
lítica que por su parte también excluye la espiritualidad, el
(la observación desconoce la segunda muerte.)
uso occidental del término "terrorista" violenta el análisis
ALÍ: ¿Y entonces?
exigible desde el momento en que uno es afectado, herido,
AMOS (reajustando la pregunta) : ¿Qué esperas después de
la muerte? muerto. Nombrar mal al adversario es hipotecar la inteli-
gencia de lo que se produjo y hasta el resultado esperado
MOUSSA: Dice que estará al lado de Dios.
AMOS: ¿Qué le dirás a Dios? del combate -cosa que ocurrió cuando la Francia oficial no
hablaba de "guerra" sino de "acontecimientos" en Argelia.60
MOUSSA (Alí se pone serio, no sonríe más) : Le dirá que mu-
rió como mártir. Este error de punto de vista fue señalado en varias ocasio-
AMOS: ¿Y qué quiere que Dios le diga? nes por Fethi Benslama.61 La raízj-h-d, para y ihad, significa
MOUSSA: Que hizo bien. 59 Raymond Aron, Paix et guerre entre les nations, París, Calman-Lévy, 1962, p.
176 [ed. en esp.: Paz y guerra entre las naciones, Madrid, Alianz.a, 1985]. Le debo
esta referencia a un pasaje del libro de Guillaume Monod mencionado más adelante.
,Tal como acabamos de escucharlo, ¿se podrá afirmar que 60 La expresión "guerra de Argelia" fue oficialmente adoptada en Francia el 18
Ah es un germen d t · · de octubre de 1999, veintisiete años después del fin de las hostilidades. .
. e erronsta? ¿ Ya un terrorista? ¿Consi-
dera ya su vida com O d t· d , d 61 Fethi Benslama, Un furieux désir de sacrifice, le surmusulman, París. Ed. du
de sembrar el terro es ma a a lo que sena una volunta Seuil, 2016. Myriam Benraad hizo observar que la militarización de la "yihad''
t d
basta para entreverr porJ
o as partes? Plantear esta pregunta se debe en parte al orientalismo europeo, retomado luego por los integrismos
santa (y 1'h ª respuesta. Los que libran la guerra político-religiosos a comienzos del siglo XX. Los yihadistas combaten a los
soviéticos en Afganistán, un conflicto que estuvo en el origen de la proclamación
ad) son llamados "terroristas" sólo por aquellos en 1998 de la "yihad global" por parte de Bin Laden (Myriam Benraad. Jihad:
des origines religieuses ó l'idéologie, París, Le Cavalier bleu, 201 7, y Libération

40 1
14 1
ONES SOBRE EL PASAJ E AL ACTO ACTUALIDAD DEL PA SAJE AL ACTO
NUEVAS OBSERVACI

,, ·te al creyente en busca de perfección mo- guera" de una parte de la sociología, que se dedica a explicar
"esfuerzo Yremt enominac1on · " no d ebena
. , de " terronsta ·
ral. Aban donar la d . . el "radicalismo" de los "terroristas" por la discriminación y
.ado Uno de los espectahstas en el tema el abandono que habrían sufrido y que los habría llevado a
sorprender demasl · , . ,
Sageman 62 dice que no le gusta ese termmo, del "que radicalizarse. Este término tiene connotaciones racistas. Re-
Mare , . d'
preten tan ser re- suena allí "rata", muy usado en Francia en el momento de la
hac1·a uso Vichy para señalar a quienes . d 'b 'd
sistentes" (nombre que les sigue sien o atn u1 o: una vez guerra de independencia de los argelinos, cuando los árabes
más, queda la historia de los vencedores). Sageman lo acla- eran vistos como "ratas" o "ratones"; la brutalidad asesina de
ra: son moudjahidin, soldados; están en guerra, su guerra la policía y el ejército con respecto a ellos era denominada
es santa. Aunque contenga su parte de verdad, "terrorista" "ratoneada".65 El libro La Tentation radicale66 muestra que el
podría concernir a la crítica que Edward Said, escritor pa- factor que más importa y que conduce a algunos a enrolarse
lestino-norteamericano, le hacía al orientalismo: su saber es en el yihadismo no es económico y social, sino religioso. Lo
construido; inventa al otro, e incluso lo ignora y lo niega.
63 que confirma alguien que, por haber dirigido el Mossad du-
Una misma observación debería hacerse respecto del uso del rante catorce años, sin duda es uno de los que mejor conoce
término "kamikaze", que ofende a los japoneses. el asunto. El 22 de abril de 2018, Le Monde publicó una en-
En cuanto a "terrorista", las cosas estarían cambiando. trevista en la cual Efrai'm Halévy (por entonces de ochenta y
cuatro años de edad) declaraba que existe "un compromiso
Asuma~os como indicio la siguiente observación de Roger
muy fuerte, de naturaleza religiosa, en el mundo árabe" y
Pol-Dro1t, tomada de un artículo (Le Monde, 13 de octubre
proseguía así esa observación:
de 2017) en el que presenta el libro Djihadisme de Jacob
. , ·· "La ceguera -escnbe-
Rogozinski
.
64 · que impedía ver la
Su dirección [la del Hamas] -detesto reconocerlo-
d1mens1on religiosa del terrorismo poco a poco ha dejado
tiene una mejor comprensión de lo que sucede en Israel
I~gar ª que.se~ tomada en cuenta". No obstante ... seguimos que a la inversa. Sus dirigentes pennanecieron años en
siendo escepticos porque unas 1meas • más adelante el autor
. . nuestras prisiones: nos estudiaron, aprendieron nuestra
ms1ste en ver el te 1 .
investigaci·o fu rror Y e terronsmo como objeto de las lengua. Somos víctimas de nuestra propia propaganda
nes turas.
Hace muy poco (5 d b ·1 al declarar que no hablamos con terroristas asesinos.
ration daba cuenta de e ª n de 2018), un artículo de Libé- También son seres humanos que reflexionan.67
una obra que se rebelaba contra la "ce-
de! 1º de febrero de 20 I 8) -
-------
65 En el original,ratonnade. significa una violencia ejercida contra comunida-
62 Escuchado e F · des de magrebíes o árabes. a los que se les llama despecti, amente raton o rat .
63 Edw d . n rance Culture (por la como se señaló arriba (T J
[ ar Said, L'Orientalisme· l'O . mai\ana) el I Ode noviembre de 2017. 66 · · ..
1980 ed. ~n esp.: Orienta/ism~ ;ient créé par l'Occident, París Éd. du Seuil,
H Anne Mu,xcl Y Ohv1cr Galland, La Tentation radica/e. París. PUF. 20 18.
1
67
d ~cpercute al respecto la carta que Freud le dirigía a Keren HoYesod el 2b
de~fº e~ "El", poema a la gloria de ~celon_a, Debate, 2016]. Así como V(ctor
bradas I Como un Mahom d apole~n: "Sublime apareció ante las tribus e e~rero de 1930, en la que escribia que "el fanatis mo irrenlista de nuestros
64 1um
aco Rogozinski D..1h d º a e Occidente". ~orrehgionarios tiene su cuota de responsabilidad en el despertnr de la descon-
Brouwer 20] · 1 a Isme· ¡ ~an2:"1 ~ be" (citada en Eran Rolnik. Freud a Jérusalem. La psychonalyse fact>
• 7. · e retour du sacrifice, Paris, Desclée De
u sI0nisme, ensayo, prefacio d Abraham B. Yehoshuo.. traducido del hebrro

421

,,, l 43
. O BRE EL PASAJE A L ACTO
ER\'ACIO;\ES S ACT UALIDAD DEL PASAJE AL ACTO
, L'E\ "ASO BS

EMBRE DE 2001. arriba indicados. Una especie de finna. Aquí Occidente es


11 DE SETP:~JDO QUE PONER puesto al tanto.
HEMOS NTO
A OCCIDENTE AL TA Le Monde describe estas cuatro páginas como un "con-
junto de consignas religios~s y prácticas antes del pasaje
d los yihadistas han alcanzado el alto al acto" y elige poner de reheve en un recuadro un extrac-
No afinn? _q ue/~ J~el que da pruebas el joven Alí. 68 Sin
1 to donde se habla de "llenar de espanto el corazón de /os
nivel de es~mtua . ª ciólogo, no sé nada sobre todos los
que no creen". Se apunta al infiel en su corazón, no a los
s:r a~tropoElogo ni b~: guardé en mis archivos una página
y1had1stas. n cam ' I) · t d '"L ' J · ciudadanos de un país, de jóvenes fiesteros occidentales, la
de l e Monde (2 de octubre de 20?, -rt1tub~ , a a u tima política de un gobierno o cualquier otra cosa que se quiera
, d 1 11 de septiembre . 1 am 1en en ese caso poner en su lugar y que sólo se sitúa allí secundariamente.
noc~e antes nceia tiene una determinada espiritualidad! Le
¡cuanta prese . d · b· Los gestos preparatorios del acto y que ya fonnan parte
Monde obtuvo del FBI el penrnso para tra uclí y pu hcar de él son eminentemente espirituales: cuidados del cuer-
este documento.69 po (afeitado, limpieza); bendición del ~uerpo: "Para ello se
leen versículos entre las manos de alguien y Juego se frotan
las manos encima de quien se quiere bendecir"; lectura del
santísimo Corán; por la mañana, el rezo en común; purifica-
ción del alma; olvido de la vida de este mundo; recordatorio
de frases que expresan la voluntad divina; abluciones justo
antes de partir; súplicas durante el trayecto hacia el aero-
puerto y ya en ese lugar: "Señor, te pido lo mejor de este
lugar y que me protejas contra sus males"; palabras que hay
Facsímil de los documentos encontrados en los equipajes de Mohamed
que decir, " impuestas" por lo tanto, aunque no exactamente
Atta, las ruinas del Pentágono y un auto abandonado en un estaciona-
en el sentido que les atribuyó Lacan: "Dios es todo lo que
miento de aeropuerto. nos falta", "no hay más Dios que Dios"; recordatorio de que
sólo Dios merece temor, y que ese temor es una "inmensa
E~ FBI no tuvo que hacer muchos esfuerzos para con- adoración" (he aquí una valiosa aclaración sobre el síntoma
segu1r este texto, se hallaba en tres ejemplares en los sitios
llamado "fóbico"); nuevas súplicas en el momento de subir
por Gilles Rozier, París, L' Antilope, 201 7). al avión, y luego al ubicarse en los asientos de los pilotos;
68
Se_podria ~bjetar que, lejos de dar pruebas de alguna cosa, Ali fue manipu- pedido a Dios de conceder el martirio; grito "Al/ah Akbar"
~ado, mfl~en~iado po~ un entorno militante, la cadena de televisión catarí Al
O
azeerpa m,c usb~ lo_s_videojuegos. Ese discurso que se recogió entonces no sería en el momento de chocar; y más extraño todavía, más in-
suyo. ero a o ~ec1on no se sosti congruente para los occidentales: recordatorio de que "si
lo que ella afirma I b. . ene porque a1poder ser remitida igualmente a
am 1en se autodestruye
69 Se trata de una traducció ( 1fi · asesinas, no causes sufrimientos a quien matas [subrayado
n a rancés) de una traducción (del árabe al inglés).

44 1
145
. NES SOBRE EL PASAJI: AL ACTO
NUEVAS OBSE R\ ACIO ACTl ALIDAD nn PA'i ... J[ Al A( TO

de Jas prácticas del profeta"; aparta- had: d eja "las arenas pobres de Nouakchon" con motivo de
, ] 10 porque es una d ·
m~o • voluntad de venganza, es ecir, asegurarse que podía '"haber v ino y palabras impuras··. Los atentados
miento de toda , sólo para Dios. El ejemplo que se da es el del J 1 de septiembre lo hacen interrogar a Dios: ¿ordenaba
0
de qu~ el ac! ~bera mpañero y pariente cercano del profeta eso? A lo cual siguió su compromiso, concluido hoy me-
de Alt ben 'a 1J ' co . . d 1 . fi 1
Mahoma que, alcanzado por un_~scup1ta~o e m e_ con el diante una declaración donde se afirma como el yihndista
, no se lo devolv10, espero que terminara el en el que se convirtió: "No lamento para nada mis actos. Lo
que com bat1a, . , b , d
b t ra matarlo, se limito al com ate, negan ose a hice por Dios."
com a e pa · d · 1 ·
· ar al insulto. Finalmente, cita o m extenso, o s1- Guillaume Monod le dedicó un capítulo de su libro En
reacc1on , 71 I · 1
guiente: "Es bello [subrayado mto] que a gm~dn <lea estas prison, paro/es de djihadistes ["En la cárcel, declaraciones
alabras de Dios: ' Y aquellos que prefieren 1a v1 a espués de yihadistas"] a este pensamiento teológico que Daesh se
~e este mundo deberán batirse por amor a Dios."' Así como apropió, concentrado en la mancilla y su opuesto, la pureza.
estas palabras que conciernen a quienes se dirige la lucha Fácilmente se podrá rem itir a él. Como psiquiatra de peni-
yihadista (incomprensibles si se piensa en "terrorismo"): tenciaría, Monod se entrevistó con varias decenas de yiha-
"No crean que los que son matados por amor a Dios están distas, algunos de los cuales desearon verlo regularmente y
muertos; ellos viven ... " durante muchos meses. Restaura la honra de su disciplina.
¿No se trataría entonces de matar cuerpos sino de corazo- muy maltratada, como vimos, por algunos de sus colegas.
nes que, por ser infieles, deben ser alcanzados, aun cuando En contra de la tendencia común que pretendería que el ''te-
físicamente hayan dejado de latir? De tal modo, no vemos rrorista" no tenga nada en co mún con cualquier occidental.
dónde situar esos corazones eternamente heridos, excepto se dedica en cambio y tan frecuentemente como le es po-
en el espacio entre-dos-muertes, uno de cuyos lados puede sible a romper esa segregación, devolviendo así su huma-
ser el de la muerte eterna. ¿No se debería acudir a teólogos nidad a los yihadistas -sin legitimar por ello sus acciones
musulmanes para esclarecer sobre este punto a las mentes criminales. Como psiquiatra, no deja de apartar las referen-
temerosas? cias que podría proporcionarle su disciplina y que considera
Sin embargo, puede ocurrir que semejante ceguera deje inoportunas. La perversi dad no explica el pasaJe o! acto (p.
su lugar a algunos breves momentos de posible lucidez. El 95); preferir la muerte no deriva de un placer por matnr, no
26 de febrero de 2019, Le Monde dedicaba dos páginas en- es obra de un "bárbaro inculto que prefiere la muerte por
teras a las confidencias de AI-Mourabitoune yihadista en el un simple g usto perverso" (p. 134-135); e igualmente: " La
Sahel'. prese~tada~ como "un testimonio ra;o y completo". desens ibilización frente a la muerte no es síntoma de un
Su primera mserc1ón en el islam no le debe nada a la yi- funcionamiento perverso ... (p. 146): o bien: "La fascmac1ón
70 En Las benévolos Jo th Lº S
por la violencia no es forzosamente una mamfestac1on pa-
quienes sentían plac ' ~ª .ru:' ittcll refiere que eran eliminados di: las S to lógica·• (p. 139).
71 S d . 0
. . eren in 1g1r dolor o en matar
e po ra rem111r a la funció d 1 .,__ • Por haber sabido sortear la trampa que le tend1a l'I ,obe'r
seminario L'tthique d I n e O udlo tal como Lncan In presenta en su
e a psychanalyse .

46 1
VAC IONES SOBRE EL PASAJ E AL ACTO
NUEVAS OBS ER ACTUALIDAD DEL PASAJE AL ACTO

• entre otros, Monod se


. . 'tneo,
pstqma . volvió
. libre
. para usar Si bien menciona el fundamento tomado de Plotino por
c. renci·as que vuelven al y1had1sta, s1 no una perso. el pensamiento teol~~ico de Daesh (p. 70), ~tras __referencias
otras re1e , . . .
al menos algmen parecido a cualqmera. ¿Acaso
.. más recientes tamb1en son elocuentes. As1, senala que la
na cercªna , .,
1 cristiandad no emprendto nunca una cruzada espmtual, descripción del recorrido "iniciático" de quienes se dirigen
/incluso hoy (p. 29)? ¿Es tan extra_ño desea: reunir a una a unirse al combate de Daesh contra Bachar el-Assad en
comunidad de creyentes y hasta habitar una cmdad de Dios Siria se encuentra también en sagas tan conocidas como La
en la tierra (p. 31-32)? Cuando admite el car_ácter "funda. guerra de las galaxias, El señor de los anillos o inclusive
mentalista" de tal comunidad, Monod no deJa de relacio. Harry Potter (p. 103). Se podría remitir también a la des-
narla con el fundamentalismo norteamericano, surgido en gracia que afecta al "Sueco" en La pastoral americana de
la misma época (p. 87). Señala que pretender no diferenciar Philip Roth, cuando su hija, colocadora de bombas, cuatro
Jo moral, lo religioso, lo legal y lo político se corresponde veces asesina, se sumerge de cabeza en el jainismo (sáns-
con las posturas sostenidas (con el éxito que conocemos) critojina, "victorioso"). La trama narrativa del relato es del
por Billy Graham y Jerry Falwell (p. 123) y recuerda que In mismo tenor que la que rige el compromiso yihadista. Una
God We Trust fue adoptada como divisa oficial de los Esta- vez llegado a Siria, al yihadista se le da un nuevo nombre,
dos Unidos en 1956 (p. 88). En cuanto a la promesa hecha a como todavía ocurre actualmente cuando un cristiano entra
quien muere mártir de hallar en el paraíso setenta (o setenta en una orden monástica. Antes que ver en ello la manifes-
y dos) vírgenes, Monod se abstiene también entonces de la tación de alguna especie de fenómeno de orden psicopato-
explicación fácil que la vería como la "fantasía sexual de un lógico, Monod recuerda (p. 11 O) que lo mismo le sucedió a
adolescente inmaduro" (p. 137). Se trata, según observa, de Abram (contracción de Abou Ram: el padre altísimo), cuan-
la "promesa de una sexualidad pura", la misma que aporta do Dios quiso sellar su alianza con él y entonces en adelante
el uso del velo completo en el acto sexual (p. 111 ). iba a llamarseAbraham (Abou Raham, padre de la multitud,
"Sé lo que hago", "desprecio el polvo que me compone padre de las naciones).
Y que le habla", estas palabras de Saint-Just (citadas en p. Haberle devuelto así, como acaba de asentarse, su hu-
91) son también las del yihadista, que Monod relaciona ade- manidad al yihadista 72 ("devuelto" no ciertamente desde el
mas ~on Antígona, "figura que encama mejor las posturaS P:~pio punto de vista del yihadista, porque él nunca la per-
del yihadismo" (p. l 06), porque no cede en nada acerca de dio) le permite a Monod cerrar su obra (p. 160) con una cita
las le~es ~ivinas. Este saber, como se dijo, incita a situar el de George Steiner que lo menos que se puede decir es que
~c~o yih~dista no como un pasaje al acto sino como un salto plant_ea una pregunta a la que nadie se sustrae, por lo tanto
ep1co· "Epico · ", "epopeya" aparecen varias , ·
' veces en las pagi- comun, aun cuando las respuestas o incluso las ausencias de
nas de Monod, que se encuentra así con el hallazgo clínico de respuesta divergen en gran medida en un sitio y en otro:
Benslama•. aunque este' en franeo desacuerdo con este u' 1umo ·
10
en refe nd0 ª la supuesta "desradicalización" (p. 163). 72 "Hu "
. mano no se opone aquí a "inhumano" sino que lo inclu)e - lo que de-
bena ser la regla.

48 /
/ ➔9
S SOBRE EL PASAJE AL ACTO
NUEVAS OBSERVAC!ONE

· araíso ni infierno es encontrarse into-


No tener m P
rivado de todo, en un mundo absoluta-
lerablemente P . ·, 1 , ,
t De los dos el mfiemo parec10 e mas fa.
h
mente c a o. ' . . . CAPÍTULO II
. d strui·r Hay que decir que sus descnpc1ones
cil e recon •
• h abi' an sido más detalladas. En, nuestra barba-
siempre . Pensar, actuar: Louis Althusser
rie actual [la declaración se hizo despues de 1~ Shoah]
está en marcha una teología difunta, un conJunto de
referencias a la trascendencia que en su muerte lenta Pero cuando hablo de tener ganas, no es como
dieron lugar a fonnas paródicas, a sucedáneos. El fin de tener ganas de ir al teatro. Si tenés sueño, no
Ja creencia, el pasaje de la fe religiosa a la convención es que tengas ganas de dormir .. . TE EMPEZÁS A
QUEDAR DORMIDO.
hueca se revela como un proceso más peligroso de lo
' previsto ' e 73
· los fil oso1os. [ .. .]
que habian
Esto es lo mismo, no es que tenía ganas de matar a la gente:
Nos encontramos pues de nuevo con Lacan, para quien era algo natural que pasaba, que fluía,[ ... ]
"el deseo es el infierno". ¿Qué infierno? Sin duda que no es algo que . .. VIENE, no lo controlás.
aquel donde se encadena eternamente mientras se llora un Ricardo MELOGNO76
goce paradisíaco definitivamen te perdido. Más apropiado
sin duda a lo que Lacan podía tener en mente resulta pues En marzo de 2018, en París, se ofrecía una puesta teatral
otro infierno, el de Angelus Silesius, un "vivir en el infierno de El porvenir es largo.77 El hecho de que asistiera a verla
sin infierno". 74 Ya que un mismo abordaje apofático carac- no ofrecería en este caso ningún interés si no fuera porque,
teriza el lazo del silesiano con el infierno y el del sujeto con además de los extractos del texto mismo, tan acertadamen te
el ~tro inexistente. ¿O bien se trataría, más trivialmente, 76A la manera de Marguerite Duras conversando con Manon (aquí, más adelante,
del infierno de las bibliotecas?75 Sin duda de otro infierno p. 7 6), Car~os Busqued se entrevistó extensamente con Ricardo Melogno, quien
más, situado entre esos dos infiernos. ~era hospitalizado psiquiátricamente después de haber perpetrado cuatro ase-
sinatos sorprendentemente similares. De lo cual resultó un libro: Magnetizado.
Una conversación con Ricardo Melogno, publicado en Barcelona, ed. Anagrama.
en 2018, pag 84 y 85, (hasta la fecha no traducido al francés). Tales recopilacio-
nes ofrecen una irreemplazable aproximación a la locura, especialmente criminal,
73 George Steiner Dans t h •
sais" 2008 67 ~ e e ateu de Barbe-Bleue, París, Gallimard, col. "folio es- desde el momento en que la relación del novelista con la persona interrogada se
:7
74 L; Pele;~ ch},ub::e·: ~I castillo de ~arba Azul, Barcelona, Ge<lisa, 2013].
e~cuentra desprovista de toda intención terapéutica. Por lo que se deduce que
10 ; osl ~uras, Busqued) recogen declaraciones distintas a las que se les dan a los
pur ríen. Angelus Siles · 'P0: ~ I, 39 (citado por Jacques Le Brun, Dfeu un ,acu tat1vos.
s,e, métaphysique et mystique, París, Ed. du
Seuil, 2019, p. 166). ,us.
75 Como es sabido el "infi . .
i6 ~a;enir dure longtemps. le t~stament d'Althusser, París, Maison des Métallo~,
c·ó 5 de marzo de 2018. Lou1s Althusser. L'avenirdure longtemps [1992), ed1-
la sección de Jibros'prohibi~:~e~e las bi_bhotecas" era el nombre que se daba a 2~1;presentada por Olivier Corpet y Yann Moulier-Boutang, París, Flammarion,
sobre todo libros eróticos [T.].' Francia, especialmente en el siglo XIX, eran fed. en esp.: El porvenir es largo, Buenos Aires, Ediciones Destino. 1993).

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