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-A la vez que nos permitimos vivir esas emociones, /lr¡r l.iinpiar la casa, airear las ventanas, renovar
que ir marr:undo distatrciu internu (;on (s.1. historia qut ttt'\ la casa o re-
r,,r.rSe ... son expresioncs de oucstra
emocir¡nu, ya que, precisanrcnte porquc estamos implir:r vitla coticliana que ex-
t,r, .,itn cambio, transfbm¿rción. Una casa lirnpia
dos/as en ella -no marcamos distancia no podemoS vt'rlrr ,, ,,ra su.i,
,,'r distintas. el aire enrarecido o
con objetividad" el aire fresco nos hu."n
,( ritir de distrnta forma. Cuantlo cambiamos
nuestro corte de
r" l.,' o el estilo de nuestra manera de vestir queremos
,' ilostrar algo nuevo... por el contrario, vemos
tralantos de dejarlo
t,rlu i,1¡uar,l cuantJo deseamos que perrnanezca
t:sa imagen,
,( r-ricuefdo.
::?Frtie#!E;+iiti!#Éi¡1,.:I_Í :,
Los vínculos amorosos El clesamor
mario para sacarlos quizás en otro momento de nuestra vidfl ur()rnento pero en éste ,va no lo tiene. Puede desprentlerse de
que no tenga la misma significación. ll. ,\ su vez, Ie gustaría que lo tuviera tlria persona a la que
.r
¡rrccia.
Empezamos a encontrarnos mejor cuando vaciamos l0 Los objetos envueltos v anóninlos se deposifan en una
habitación y la limpiamos. Sentimos que hay más espacio, lrr¡lsa. Cada persona del grupo nreterá posteriormente la
que podríamos poner otras cosas o, sencillamente, de mo' nritn() y extraerá un objeto que considerar¿l como un regalo.
mento dejarla vacía escasamente, quizás con una alfombra y
unas flores. Las personas que algún día amamos -lo mismo que los
0bjetos- son valiosas en sí mismas al margen de que ya no
La persona se da cuenta de la importancia del vacío. Si kr sean para nosotras/os en la actualidad. y ese valor que re-
no hay vacío no podemos colocar otras cosas. Además, el t:onocimos en ellas, u otros que no llegamos a descubrir,
vacío también es bello y refrescante- Si nos permitimos estu ¡ruede ser apreciado por otra persona. Esa persona o esa re-
bien con el vacío, poco a poco nos daremos cuenta de quó lación que sentimos que no nos conviene, no nos hace feliz
queremos poner en su interior. o nos lastima, puede ser interesante, satisfactoria o conve-
rriente para otra .
Una de las consecuencias de este ejercicio es que Ia per'i
sona, cuando se da cuenta de que es importante "limpiar" §u'r Hay que dejar partir aquello que no nos va bien y abrir-
habitación, su casa, su interior, de recuerdos del pasado quo s( ü nueyas posibilidades satisfactorias.
quedan estancados en el presente y que desea renovar, reinit
um nueva etapa de su vida, suele empezar a limpiar El primer paso para iniciar una despedida es que real-
"ia.
efectivamente en lo real, su casa, haciendo un paralelismo nlente deseemos despedirnos. Parece absurdo plantearse esto
con su proceso de limpieza interior' Se retiran y guardan cuando incluso se acude a sesiones psicoterapéuticas para
ciertos objetos que tienen un valor sentimental, se regalan r,onseguirlo, cuando la persona sufre tanto que parece desear
otros o se redistribuyen de forma distinta (por ejemplo, lol ¡xrr todos los medios cancelar esa etapa de su vida. pero una
muebles), creando nuevos espacios y la sensación de estaf
t (:osa es lo que deseamos conscientemente
-lo que se dice, o
ante una nueva casa, distinta, confortable y sin las atadura§ rl pedir ayuda-, y otra muy distinta lo que deseamos incons-
del pasado. t'ientemente, las resistencias que tenemos a cancelar esa his-
toria de nuestra vida, a despedirnos realmente, lo que hace-
tr"isrcicllr.:' "lt*jrt¡rlur:-rls¡¡uc¡dg:lst-de-i¡lgl nros para recuperar lo perdido. ti
Éste es uu ei*rcicio p*ra hacer" sobre t*dc. en grup*. H¿tI Las rupturas de las relaciones, pero sobre todo los procesos
rlisflr:tas fbrmas de realiz*rl*. Ln¿r de e§las esl rle ruptura intema y la despedida consiguiente, no suelen ser
Pedir que caclil perstna tr:tiga par* la prrixinta retlni(la cosa fácil. Tampoco suelen ser algo uniforme y lineal. por el
urupal un ob,iettt ele su casa o ¡rcrsott*l que lc ¡¡uste ¡ r'alor0, r:ontrario, aparece como ambivalente y contradictorio: querer
h.se oli,ieto h* tellido u¡l valttr si¡nbólico en su vicla en otro y no querer, hacer gestos de ruptura y otros de acercamiento.
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L os v í¡¡ cu I o s c1t17o toSos El clesantor
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turar otro tipo de relación con esa persona y disponernos,
abrimos a otras posibiliclades afectivas.
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