NORMAS GENERALES III.
LIBRO 1
TÍTULO VIII: DE LA POTESTAD DE RÍGIMEN
(Canon. 129 – 144)
- De la potestad de régimen o potestad de jurisdicción, son sujetos hábiles, los sellados por
el orden sagrado.
- La potestad de régimen ordinaria es la que va aneja de propio derecho a un oficio; es
delegada la que se concede a una persona por sí misma.
- Por el nombre de Ordinario se entiende en derecho, además del Romano Pontífice, los
Obispos diocesanos y todos aquellos que han sido nombrados para regir una Iglesia
particular, y también quienes en ellas tienen alguna potestad ejecutiva ordinaria, es decir,
los Vicarios generales y episcopales; respecto a sus miembros también están los
Superiores de institutos religiosos y las sociedades de vida apostólica.
- La potestad de régimen se divide en legislativa, ejecutiva y judicial.
- La potestad legislativa se ha de ejercer del modo prescrito por el derecho, y no puede
delegarse válidamente aquella que tiene el legislador inferior a la autoridad suprema.
La potestad judicial que tienen los tribunales se ha de ejercer del modo prescrito por el
derecho, y no puede delegarse.
- Se puede ejercer la potestad ejecutiva, aun encontrándose fuera del territorio.
- La potestad ejecutiva delegada por la Sede Apostólica puede subdelegarse.
- La potestad delegada se extingue: una vez cumplido el mandato y transcurrido el plazo.
- La potestad ordinaria se extingue por la pérdida del oficio al que va aneja.
Art.1: DE LA LIBRE COLACIÓN: - Compete al Obispo diocesano proveer por libre
colación los oficios eclesiásticos en su Iglesia particular.
Art. 2: DE LA PRESENTACIÓN: - Nadie sea presentado contra su voluntad.
- Nadie puede presentarse a sí mismo.
- Sólo se puede presentar en el plazo de un mes.
- El que va a ser presentado debe ser idóneo y que haya aceptado.
Art. 4: DE LA POSTULACIÓN: - Para la validez de la postulación se requieren al
menos los dos tercios de los votos.
-El voto para la postulación se debe manifestar mediante la palabra postulo.
- Dentro de ocho días el presidente debe enviar la postulación a la autoridad competente.
- Quien ha sido postulado no adquiere derecho alguno por la postulación.
- Si no se admite la postulación, el derecho de elegir vuelve al colegio o grupo.
TÍTULO IX: DE LOS OFICIOS ECLESIÁTICOS (Canon.
- Oficio eclesiástico es cualquier cargo, constituido por disposición divina o eclesiástica.
CAPÍTULO I: DE LA PROVISIÓN DE UN OFICIO
ECLESIÁSTICO.
- Un oficio eclesiástico no puede obtenerse sin provisión canónica.
- La provisión de un oficio se hace mediante libre colación por la autoridad eclesiástica competente.
- Para que alguien sea promovido a un oficio eclesiástico, debe estar en comunión con la Iglesia y ser idóneo.
- Es inválida la provisión de un oficio hecha con simonía.
- El oficio que lleva consigo la plena cura de almas, para cuyo cumplimiento se requiere el orden sacerdotal.
- A nadie se confieran dos o más oficios incompatibles.
- La provisión de un oficio que no está vacante, es ipso facto inválida.
- La promesa de un oficio no produce efecto jurídico alguno.
- El oficio vacante que alguien detenta ilegítimamente, puede conferirse a quien haya declarado que dicha
posesión no era legítima.
- El que confiere un oficio supliendo a quien descuidó hacerlo, no adquiere por ello ninguna potestad sobre la
persona a quien se lo ha conferido.
- Consígnese por escrito la provisión de cualquier oficio.
Art. 3: DE LA ELECCIÓN: - El presidente del colegio debe convocar a todos sus miembros.
- Tienen derecho a votar quienes se hallen presentes en el lugar y el día.
- Ninguna persona ajena al grupo puede ser admitida a votar.
- Son inhábiles para votar: el incapaz de actos humanos, quien carece de voz activa, el sujeto con y el que se
ha apartado de la comunión de la Iglesia.
- Para que el voto sea válido, se requiere que sea: libre y secreto.
- Si se trata de un colegio formado por clérigos, los compromisarios deben haber sido ordenados.
- Cesa el compromiso y los electores recuperan el derecho de voto: por revocación y por incumplimiento.
- Se considera elegido, el que hubiera logrado el número necesario de votos.
- La elección se ha de notificar inmediatamente al elegido.
- Si el elegido no acepta, pierde todo derecho adquirido por la elección.
 - El oficio eclesiástico se pierde por:
Transcurso del tiempo prefijado.
Por cumplimiento de la edad.
CAPÍTULO II: DE LA PÉRDIDA DEL OFICIO Por renuncia, traslado, remoción o privación.
ECLESIÁSTICO
- Puede conferirse el título de «emérito» a aquel que ha cesado en un
oficio por las circunstancias anteriores.

Art. 1: DE LA RENUNCIA Art. 3: DE LA REMOCIÓN

-El que se halla en su sano juicio puede renunciar a un oficio eclesiástico.
- Es nula en virtud del derecho mismo la renuncia hecha por miedo grave
injustamente provocado, dolor, error substancial o simonía.
- Para que valga la renuncia, ha de presentarse por escrito o de palabra ante dos
testigos.
Art. 2: DEL TRASLADO
- El traslado sólo puede hacerlo quien tiene derecho a conferir tanto el oficio que se
pierde como el que se encomienda.
- Nadie puede ser removido de un oficio conferido por tiempo indefinido, a no ser por causas graves.
- Para que produzca efecto el decreto de remoción, deberá intimarse por escrito.
- Queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico:
- Quien ha perdido el estado clerical.
- Quien se ha apartado públicamente de la comunión de la Iglesia.
- El clérigo que atenta contraer matrimonio, aunque sea sólo civil.
Art. 4: DE LA PRIVACIÓN

- Para que el traslado produzca efecto, ha de intimarse por escrito. - La privación del oficio, solamente puede hacerse según la norma de derecho.

- El trasladado percibe la remuneración correspondiente al primer oficio, hasta que - La privación produce efecto según prescriben los cánones del derecho penal.
toma posesión canónica del segundo.

TÍTULO X: DE LA PRESCRIPCIÓN (Canon. 197

TÍTULO XI: DEL CÓMPUTO DEL TEMPO (Canon.
– 199)
- La Iglesia recibe, tal como está regulada en la legislación civil de la nación respectiva, la
- El tiempo debe computarse de acuerdo con los cánones que siguen.
prescripción como modo de adquirir o perder un derecho subjetivo.
- Por tiempo continuo se entiende aquel que no admite ninguna interrupción.
- Ninguna prescripción tiene validez si no se funda en la buena fe, salvo lo establecido en el
c.1362. - Por tiempo útil se entiende el que concierne a quien usa o reclama su derecho.
- No están sujetos a prescripción: - En derecho, se entiende por día el espacio de 24 horas contadas como continuas, y comienza a
la media noche, la semana es un espacio de siete días; el mes, un espacio de 30, y el año, un
 Los derechos y obligaciones que son de ley divina natural o positiva.
espacio de 365 días.
 Los derechos que sólo pueden obtenerse por privilegio apostólico.
 Los derechos y obligaciones que se refieren directamente a la vida espiritual de los - Si el tiempo es continuo, el mes y el año se han de computar siempre según el calendario.
fieles. - El día a quo no se cuenta en el plazo, a no ser que su inicio coincida con el principio del día.
 Los límites ciertos e indudables de las circunscripciones eclesiásticas.
 Los estipendios y cargas de Misas. - Si no se establece lo contrario, el día ad quem se incluye en el plazo.
 La provisión de un oficio eclesiástico que, por derecho, requiere el ejercicio del orden
sagrado.
 El derecho de visita y el deber de obediencia.