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PONTIFICIA COMISION BIBLICA «jQué es el hombre?» (Sal 8,5) Un itinerario de antropologia biblica BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS apRo- 2029 | i INDICE GENERAL | | Presisacion, eet u | IeTRODLEEN [113] 4s | {Qube el home? (23). is | {in nea de antropongia bible (13) 6 i Cairo Elser humane eeado por Dis (1468) 2 i 1, ser amano, hecho de harro 22-44) une 8 } La expeencn dela caducidad humana 23-28) 33 | Elpueblo de are en el dsieto (29-0) 0 | Latracin del home moral [31-32]. 2 ' 20 Lii ite Vans 10120 Cad taser | [Dios das conocer! caminn det ya (3-58) — “ © deat ecsin: bloc de Asores Cristina 2120 q El reseate de Jess de Nazaret ante la debilidad humana ‘Smet su Naas 1 (36539) 8 for tanot i el hog in i bid prec ca Soho i resection 0 2 ee | 2. Blalent avin» ene ore (65-68) 8 Isinsoresaaanans 1 ELhombee a iagen dl Dios vivo (Gin 1262714683). $6 i there puede debe ser wcome Dios ena prdctica do open Ait S.A, Alone Por. Maid | Ie just (88-55) § . i La sabiduria, medindora de vida y de soberania [56-57]. 64 ote Ri Spin Elhombve de Dio [S80]. % ine i ‘La meditacién orante sobre el bombre weoronado de glo- Ticino: oman de dn (te. 151. Se Mgt Ang i ‘ray honon [6l-2) ° ‘Grau | Jess de Nezrt, ct bom verdadero, imagen de Bios Doct: BAC | 163.66) yo : Eleristan, imagen de Dios [57] eo i Cl — 16 Ea =| : Cisfv.o, Elser humane omsljardia [69-49] 77 : 1. Blalinento det hombre (16-102) ono 2 ese ts er, cm se | lalimeno como doa divino (7883) 8 ‘Sess pa eee ERO Cee Eel er ka Eres dette Sl itil alincso (Bity fea fecpars oxen ng hm en ee vet : a henson or I aOR ‘Los proftas lama a compartir y anunian el tanguete exci (89-04. = 3 El pun dao por Crist (98559) ‘La comida Co Ia vida delat comonidades sian woot] = 2. El der del trabajo confide al hombre (1OS138)on-- 108 EE abajo su eyes (109-120) bs “Trabajo y oracin [121-122] [Necosidad Hits del vabaj humana (123-128) Trabajo humano y sobre divina [129-135] ‘abajo, servicio, mnisteri (135-136). Eltrabao apstdice de Pablo [137-138], 3, Los animales como ayuda det hombre 139-148}. ‘Una eyuda paral vida (140-142) : ‘Un ayuda para legar ase bios [143-146] — inet al si aig 14-4. Comets (149) on Cavtruto UL La fami bumana [150-268] ooe-om 191 1. Blamor entre vary mujer [188-207]... 160 Et canto del amor [158-163] _ 160 “El anto de amor se converte ea oracin (164). 166 {a importancia de los sabiosy sus acverencias [165-170]. 167 Ca umn esponsal en fs historia humane: problemas, ‘nortas, avsgresanes [171-195] m LLaunioncsponal ena perpectivaprofitica (196-196). 199 El employ ln enseanza de Jets (199-200), 202 [La enecfanza de Pablo 201-207] SS tos 2, Bl amor entre padres hijos (208-235. 212 Los deberes de padres hijos sevin la Ley (216-221)... 219) Ta ensefanza de les sabios de Irae [222-225] 00. 26 La vor de los profes [226227] Bo “El ejemplo yin ensenance do Jess (328229) Es} ‘Las indlescones pastorales dela traivibn aposlica 30235) 235 3. Blamor fraorao (236264), - 202 Lahistori de os puebios [240-241]. 28 Teme un pueblo de hermanos [242-253] 251 [Genseianza de los sbios (253-254. te | | i | | | | | | | | | i | Int gore Frateridad y hostiidad en ta oracién do los Salmos 38.257) El mensaje de los prota (258). Jessy aus shermanoss 259.260). [Ee comunidad tera d los eistanas (281-264. Conelusén 255} eee Ccartro.o IV. Elser humano ent historia 266-346). 1. Bt hombre bajo fa Ley (209-294 nom nenmm EL manat divin al comienzo del istria del pueblo de Iscl (276280) {as Leyes en as mdiciones sapiens (81-382) es mins det Sen be pe 3285) fas, proclamadores e itarpretes de la Tork Eeea57) = Jesis los mandamienios de Dios [288-290] Pablo y la Ley (291-294. = 2. Obedieretay ransgresiin (295-317). ‘La transgresin y la obediencia en ls historia humana (301-304) ‘La aprtcin de ia rac sapien (305-308 [rus seer is profes Sb 31 [Ea acogida del mensaje vino en la oacin [312] Ses, est que salva B13 13} reece {Lajusiieaciba obra por Cristo [316377] 3. La intervene de Dias om la historia de los pocadoes (BIBS) Fliestimonio de la Ley yd os Profs (325.337 ‘La histoia vista po lo abe de sel [93-339] "camino salen en la oracn (340) {ta aparicén de i iseriondn en a persona de Tess (a3) = La salvacion universal (344343) Comcast B46 one ‘Conetus6s [347-350] | | | i | PRESENTACION "Nad hay verdaderamente humano que no encuentro eco cen el corazin de Ios dscipulos de Cristo». Asi se expresa la Consttucibn pastoral Gaudlum et spes (n.1), enuncisnd cl principio hemenéutico de sus declaraciones, con una alen- cidn respetuosa hacia la historia de Ia humanidad, a la Iz del misterio del Reino de Dios. Esto punto de partida resulta fundamental pare la misi6n de la Iglesia en ef mundo con- temporineo, en el que se han manifestado nuevas exigencias, nuevas probiemticas, nuevos retos. Ya hacia el final del Con- «illo Vaticano I en el ao 1965, se constataba que la sociedad actual estaba sometida a cambios profundos, sobre toda en el Ambito cientifico y tecnolégico, pero también en el de las ‘elaciones humanas, que han producido una «verdadera me- tamorfosis social y cultural, que se refeja también en a vida religiosa» (Gaualum et spes, 4). Por un lado, han surgido desequilibrios y alteraciones centre Ia actuacida y el pensamiento normativo, entre la ef- ciencia prictica y Ia conciencia mora, entre Ia ereciente es- pecializacion y una vision universal dela realidad. Y ademis de conflctosinesperados entre generaciones, también se ha perfilado una relacin diverse entre hombre y mujer, eon una ‘isin de fa sexualidad que contrasta con tradiciones que se consideran necesarins y consolidadas. Por oto lado, se ha ido ‘afimando una aspiraeisn cada vez més acentuda a una exis- tencia plenamente conforme a la naturaleza del ser humano, con el reconocimiento de la igual dignidad de cada persona, sin distinein de raza, sexo u opcién ideol6gica.A veces la i= ‘mensién sobrenatural queda oscurecida en favor de esperaa- 2a puramente terrenas, y las opciones de eardcterreligioso ‘no parecen tener ya relevancia alguna para la verdad sobre el ser humano. Debido a este conjunto de factores —sigue di- ciendo la Gauaum et spes(9.10)— «ante Ia actual evolucién del mundo, son eada dia mais numerosos los que se plentean ‘Jos que acometen con nueva penetracién los interrogantes rds fandamentales: “,Qué es el hombre?” En las atimas décadas el eambio que hems evoeado mais. auriba se ha acclerado ain més, con interrogantes y compor- tamientos de naturaleza antropologica que requieren un serio discerimiento. El deseo de Ia Iglesia —fiel al mandato de su Seflor— es ponerse al servicio de a humanidad, aportan- do aquellos elementos de verdad que favorezcan tn autén- ‘ico progres, segin ol designio de Dios. La Iglesia cumple su misin recurriendo ala revelacidn divin, testimoniada en las Sagradas Eserituras,aportando alos planteamients y la ‘bdsqueda de los hombres y mujeres la luz que viene de la Pa- labra inspirada por Dios, eapaz de lograr que brilleen el cora- 26n de todas el valor y la Vovacién del ser humano, creado a ‘imogen de Dios (Gaudium et spe, 12) En esta linea se sitia Ia iniciativa del papa Francisco de ‘confara la Pontificia Comisién Biblica el mandato de prepa- rar un Documenta sobre la antropologia biblica, como base autorizada para el desarollo de las disciplinas filos6ficas y teolégieas, con el convencimiento renovado de que Ia Sagra- 4 Escritura constituye «da regla suprema de Ia fe» (Dei Ver ‘bum, 21), «el alma de la sapradateologian (Dei Yerbum, 24). documento que presentamos representa una novedad, tanto por su contenido como por forma de exposicién. De Jhecho, ain no se habia elaborado un tratado que expusiera de ‘manera orginica los principales elementos que coatribuyen a define qué es el hombre, en el Antiguo y en el Nuevo Testa- neato, Tens que normalmente son objeto de un desetollo sislado se armonizan aqui en un todo coherente. Esto se bass ‘en tna forma de exposicién que ha tomado como texto de re- ferencia el relatofundante de Gen 2-3 (integrado con os otros relatos de los origenes), porque estas piginas dela Eseritura se consideran fundamentales en la iteraura neotestamentara y en la tradicign dogmdties dela Tplesia, En estos capitulos inaigu- rales el autor sagrado esboza de manera ejemplar, aunque por lo general sucintamente, ls rasgos consiutivos de la persona ‘humana insertindola desde el principio en un proceso dni snetiieaasay | i | co en l que la cratura humana asume un papel decisive para ‘i future Eleanjunto se conterpla en relacién con fa presencia ‘activa y amorosa de Dios, sin Ia cual no se puede comprender 1 la naturaleza del ser humane nel sentido de su historia. ‘Como se sefala en Ia Introduccién de presente Docuren- to, cada uno de los elementos significativos que se anuncian en el relato fundante se desarrolla después recurrendo a toda la literatura biblic, Las diversas tradiciones del Antiguo Tes- tamento (en la Tord, en los escritossapiencalesy en las colec- cones proféticas) y las del Nuevo Testamenta (en los evan- sgelios y en las calas de los Apéstoles)contrbuyen, cada una de forma espectica, a configurar la complejidad de la figura ‘humana, que se presenta como un misteio que hay que eseri- tary una de las maravilas do las obras divinas, que sucita una alabanza perenne al Creador (Sal 8) I objetivo de este Documento es, pues, lograr que se perciba la bellezay también la complejidad de Ia Revelacién dlivina sobre el ser humano. La belleza leva a aprecar Ia obra de Dios y la complejdad invita & emprender un trabajo f= milde e incesante de bisqueda, de profundizacién y de tras- isin. A los profesores de las Facultades de Teologia,y tam- bin aos catequstas y a los estudiantes de materiassagradas, se les offeoe aqui un subsidio adecuado para contibuir a una visi6n global del proyecto divino, ue comenzé con el acto de Ja creacidn y se realiza en el tiempo, hasta que se cumpla en Crista, el hombre nuevo, que constituye ala clave, el centro y el fn de toda la historia humana» (Gaui et spes, 10). En efecto, wel misterio del hombre solo se escarece en el mis- terio del Verbo encamado» (Gaudium et spes, 22), Esto se ‘oftece come principio seguro de esperanza para toda Ia hurna- nidad, en el camino hacia el Reino de justcia, de amor y de paz. que todo corazia desea y espera. Card. Lurs Laban st Presidente dela Pontificia Comision Biblica Sines jus “Memoa litinpica de san Jerénimo INTRODUCCION 1, La historia de ta humaniad esté mareada por su in- ccesante actividad de bisqueda, Decia un sabi de Israel: Yo, Qohélet, firey de Israel en Jerusalén, Me dedique a invest {gar y a explorar con método todo lo que se hace bajo el cielo. ‘Triste tarea ha dado Dios a los hombres para que se ocupen| fn ella» (Eel 1,12-13). Fl deseo de conocer constituye dduda, una de las earactrisicas del ser humano, reconocida ¥ apreciada ya por los antiguos filisofos porgue hace que Tamisma existencia sea ereativa, itil y mejor. Alaspecto de la fatiga, subrayado por el Qohélt, hay que afar, portant, el que esti eprisionera de la injus- ticia» (Rom 1,18) redeseubriendo, de algin modo, lo que es cl hombre en su dignidad y en sus deberes a partir de las pala- ‘bras que vienen del mismo Dios, ‘La Iglesia catdica ha desplegado y despliega todas sus cenerpias para ayudar alas personas de buena Voluniad asumir ” eQatret homie? ls perspectivas apropiadas en favor del bien. Ea esta linea, el papa Francisco solicit a la Poatificia Comisién Biblica que preparase un Documento que tuviera por tema ala antropolo- ‘la biblicw». Desde siempre la Ilesia ha fundado su mensaje ‘en Ia Sagrada Esertura (Dei Vorbum, 24), pero hasta ahora ro habia apareeido ningin escrito oficial que offeciera una ppanorémica completa sobre qué es el hombre segtn la Biblia [La trea encomendada, ciertamente importante, ha requerido tuna atenta consideracién de cémo debe proponerse lo que la Bscritura afirma sobre el tema dela antropotogi, Un tnerario de antropotogiabibica 4. El presente Documento pretende ser una interpreta- cig fel de toda Ia Escritura sobre el tema antropolégico. Por un lado, eto require que se declaren las directrices que han _Buiado su elaboracidn y, por otro lado, sugiere que se presen- ten de modo sintético Los apartados de la exposici6n con eli de failtar Ia Iectura, Algunos principio hermenéuticos Sintetizar lo que la Biblia afirma sobre la antropotogia exige tener en cuenta algunos principios hermenéuticos fun- ddamentales. A la precision de todo procedimiento metodols- ico se debe atadirel respeto por el caricter peculiar del texto (sagrado) estuiado, — Obediencia ala Palabra de Dios 5. La Biblia es Palabra de Dios, es profeeta que se ha de escuchar con obsequiosa obediencia. Esto exige que no 80 doba wafiadip» ni equitary nada de euanio ba sido revelado (B42; 13415 Jer 26.2; Ap 22,18-19) y, adem, que se inter pete el texto con el mismo Espiritu con el que ha sido escrito (Dei Verb, 12). La iterpretacion es, o mejor dicho, debe ser, un acto de ‘obediencia. Abora bien, Ia obediencia a fo que el Autor ha que [pone en evidencia tanto el hecho de que el ser humano esté hecho de «polvor como que sea un ser viviente gracias al «soplo» divin. * Qi erthonie? El capitulo segundo ilustra la condicién del ser huma- no en ef jardin, Aqui se tratan los aspectos del alimento, el trabajo y la relacidn con los demis seres vivos. Ast pues, tuna serie de relaciones importantes coniribuyen a delineat la responsabilidad del ser humano en su adhesin al proyecto divino. [El ema general del tercer capitulo es la relacién inerpers sonal, que tiene su punto de partida en la relacién esponsal y se desarzolla en la complejatrama de los vinculos familiares ¥ sociales, Se abordan muchas cuestiones, como el valor de ln sexualidad y sus formas a veces imperfactas o incorecta, las relaciones entre padres ehijs, la ica dela fraternidad, en ‘oposicién ala opresién y las guertas. Algunas de estas proble- ‘miticas han sido objeto de atencién por parte del Magistetio, ‘como la reciente Exhortacién postsinodsl Amorislaeiia Sin embargo, hemos considerade que en una presentacién glabal de la anttopologia biblica no deberia faltar una sintesisorde~ ‘ada de las temtcas relacionadas con la fanilia. El cuarto capitulo tiene como tema la historia del ser ux ‘mano que infringe e! mandate divino al elegir un camino de ‘muerte, Est deriva se articulaen tomo a la intervencién divi- na, que convierte Ia historia en acontecimiento de salvacin ‘La Introducciém proporciona algunos principios que jus- tifcan el proyecto expositivo del Document, mientras que la Conclusign completa el recorrido con alguna anotacién de ccardeterespritual o pastoral. ‘Concretamente, en cada capitulo se reproduce un pasaje ‘de Gén 2-3 (en negrita)seguido de un breve comentario exe- pético (en cusiva) que tiene como finalidad poner de relie~ ve los principales motivos temiticos. A continuacion, viene Ja exposicidn de cada uno de los temas, siguiendo de forma sistemiética las indicaciones de las partes que componen la Escritura, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento. Con Frecuencia se intercalarin (en tipo de letra mis pequefio) al- ‘guns desarrollos complementarios dirgidos a lectores que ddescen profundizar en el tema. En cuanto alas citas, solemos aadopta a tradueci6n de la Biblia de la CEE, Fn algunos casos cia ” se troducen poses vrantes en ars de una mayor del ddl texto ginal, me Esposible qe elector einteres por un ema biblico en particulary por To tanto, sed inmediatamente alas pe fis que fo tatan Hay que recor, sin embargo, qu ca Sno de os aupectos conse una pizn del conan del antropolota ‘i conpesiién gene Etesptritu det Dacumento 13, La Palabra de Dios s az: abe a horzontes de e- peranza, pues revela nun Dios gue acta en a historia cons infinito poder de hacer el bien Cuando emonesa, a Palabra realiza curaciones; cuando orden, transforma los corazones; csando promete, da alegria. Quien acoge al Verbo de Dios se inunda de consolaion, porque siempre eseucha al profeta «que, com intépree dea intencin misericoedisa del Salve dor, proclama: «Console, consolad ami pueblo [se agosta 1a hietba, se marcita la flor, por la palabra de nest Dios permanece para sempre» (I 40,8) "Noes poruna mirada complacenteal mundo como elo ~in sealers, sino poraue la persona se adhere hamildernent> al anunciodivno, Noes por ogullo que else human pede sacar provecho desu ingens esfuer, sno por la obra del Setior que rece y transite consuelo:«jBendto sea ot Dos ¥ Padre de nuestro SeforJesucrisa, Padre de las misercor- dias y Dios de todo consuco, que nos consuela en cualquier ‘mibulacion muestra hasta et punto de poder cansoar nosotros ‘los demds en cualquier lucha, mediante el consvelo on que ‘nosotros mismes somes cansoaos por Dios! (2 Cor 13-8), sta es a intencin dela Palabra de Dios y exe exe e- iris con of que ofrecemes el presente Documento sobre la ntropologia bibles. Nos alegraremos contemplando al ser Thumano sobre el. que Dios ha derrarsad la inestimable rie- zadesu gracia Caviruto 1 EL SER HUMANO CREADO POR DIOS 14,_La Sagrada Escrtura introduce desde «el princi pio» (Gén 1,1) al protagonista de su exposicién narrativa: Dios, visto en su actividad creadora, especialmente en su ‘elacién privileginda con la criatura humana (‘édam). En Gén I el varGn y la mujer constituyen el vértice de Ia erea- ‘cién (Gén 1,31), mientras que en el relato paralelo y com- plementario de Gén 2, ‘acm es presentado come la primera ‘obra del Creator, al que todo estésubordinado. Por este mo- ‘tivo, comprender Ia naturaleza y la vocacién del ser hummano ‘exige —segtin Ia Biblia— poner de relieve, en primer lugs, su relaciGn originaria con el Sefor, afin de poder explora Ia riqueza de su significado. ara hablar del ctucin de Dosen cuanto origen de todas ls ‘cosa, eat de Cén 2 no lz el verbo wcreay (hdr) que apa rece, sin embargo en el primer rato (Gn 11.21.27; 2,3, sino que ‘emplenalgynos desu sindnimos, como hacer» (idk, Gen 2.4.18; Gin 1,71625-26.31; 22-4) y enodsln» paper, Géa 2,738.1; cf 1 29,16; 43,7, 45,18; 64,7; Jer 10,16; Am 4,13, Sal 95,3). Fl texto biblico, como hemos dic, da cietamente uns importanea pa ticular la creation del homtve. Sin embargo, no hay que olvidar ln elevancia de todas ls demas reaidadescriginadas por el Crea dor, queen ots textos son recordadas como materia de relexicn sapiencial ob 38-41), de admiracion (Felo 42,15-83,33), de con ‘emplacia y e alabanza (Sal 8; 104), 15, Bn Gén 2 —el relato que, como se ha dicho en la Introduecidn, sirve de guia a nuestra exposicién—, Dios se sujeto de dos gestos creativos en relacién eon ‘adam: «mo- delar» (v, Ta) e winsuftar (v, Tb). Estos dos actos determinan 0 Outer thon? ta esr dl prevent capita, qu tata sobre fs dos Aspecosconttuvs del se umano: por ad, soem “el polo del selon y, por tos condi de wer vivo? again al csoplon dv El pimer motivo el dota precariedad de ser bums so shin vivo en a moderna sea ese cone Timintos de angus rebelion yes, ambien con c= smo o desesperacén; en ora Claas ha desarollado in Sentmiento de falidad yreignacign, El segundo tivo lve puna a Ja cualidad eapectca de la tau hums. ‘ba exprinentado ea losfia un desaralio epec- Uitive mediante el concepto de ala y expt. Hoy, con fs aos dels neatociencas, eos e eng de feduir Sle pesona a un simple organism fncionalexplicado en teins de qlmica y biologi, La wasn ible ene un tnesaeimporante ue cominzs ano onl que tae ala fniad humana somo en fo que concer al valor espsiual dal ser humano. A este respcto se hace necesirio mantener Siempre resents refreci al Credo, pore in eta = Tncon onginaria no ex pouble dar event dl mister de Ia cfs mana. Genesis 24-7 y, por consigen: te, indice a tds persona humana (Gn 9,5). a taiciin bblics considera genersimente sl hombre como un sergue existe en un cuerpo y s impensable fuera de lA pesa de {queen algunos textos com en el relat de Gin 24-7-— im {es decir el ser hamano) es desrto mediante la yuxtaposiiin de dos elementos consitutivs (el povo ye aleno), estos no pueden Ser considerados como entiddesauténomas y separable. Es eo la fare come Ser humano vive esa experiencia espiritual que 19 aruetriza entre todos fs des sre vvos. 20. En la Biblia Hebrea para designar ala persona (humana) se utilizantémines que haces referencia al euerpo, asus gas Yu diversas manifestacionessométicas. Cuando se usa e término ‘eae (basar} como en Ge 2.2%; 6,12-13.17— 00 se indica tuna parte del hombre, sino més bio su propia ientidad en cuan- to ser dbl, vulnerable y modal (Is 40,57) El voeablo sangre ‘am 50 usa como singnimo do vida (Ga 9.4; Lev 17.11.18, porelloenciertos casos sive para definira una person, sobre odo fensaspecto vulnerable (Sa 72,14 Prov 1.18) El sistantvo nepes, ‘raducidoa vees como valmay, en realidad tiene como significado ‘rimario la gargantan, el égano dela repiacin y a ede de Ie ‘experiencia dela sed Es, oes, el sustantivo elegido para expresar ‘imblicamente el deseo (Sa 422) y ta misma vida» (Gn 1.20; 9.3: Sal 16,10) Oko téemino antropoogice, 2 menudo asociado & nape (1 Sam 1 15:18 26, Job 7,11 12,10), es rid que desiza en [eimer gar al «viento» , en sentido derivado, al aliento» vit ue dost homie? ‘Cuando s efi ser hunano indica equ! leno divno gue lo hace viv al como e dice en lela «Eacondes tron, 30 espana es eta aint (ra) yepiran yvuclven ae ol ‘o> (al 104,29) Algo similar ecu con oes Sgans de cuerpo, ‘amo el eran 0), os ienes, los hess, ts crs gue in ‘ane principio itinoy econo de Tos seainieto, decisions Y expertencas estes. De hosho, en os textos potions exon {emis seulan esnemeta de oma count yen pratela ‘re sinficar a persona, soe tod ens valor mds allo Jo Suvlaién con Dios. Por el, orant afr «ala eps) seconsume yaa os is del Semi eran ED) ymca te bar) taza pore Dios vivo» (Sl 843) alc (ray Aesatlce, mi corn 2) deat deal ets yerto» (Sl 185); ‘aman (ape tania noche, exp (00) en mi iteror ‘madraga por (1s 263), 21. nla taduccin al giego del Biblia Hebes (a 1X) ‘seopealmet, en a erature netstamonaria se consataso" ‘edad en la eminolgi agin deslizamient seminte, todo ll debido aun sistema ings dt, emis de a prsames lexicosy concopruales procedntes do las corients loses de In poce Sate too, enconramos el emio wcuerpo> (me) ie ‘ex orsioes se ideniea con are» (sar) (2 Cor 410.11), Ee ano sustntve puede scr equvlet aac humans» (C3121) {yamenudo se tte para suger la apie Burana Rom 6 19, 2 Condit; Gal 4,19; B¢2,14)o las aroccionespulsinales coats: ‘sal eit G68, Rom 8.5.8, Gl 3,3 5.1619, 68: E023) EL ‘érmino tlm (sho no indica at el eemento materi de ta persona, como en la lef greg, sno ms ben la ciension ‘dl or umano (10,2 1 Coe 154), Elsustantivo peu ‘cambios api, ano cn Pablo como en fos demas ero ‘Nuevo Testament ya seul Esp dvino oa espa humano en ‘su capcidad de relcin coo lo Trancendente (53; 1 Car 6.7), Sno es miosis aradament neletales, come aca. 1e> frou) ¥ eeotiencian fonts) (1 Cor 110s Rom 7.25 1 Cor 7-13), encanta ef emi wort lara) qe, eb continued on ln eonsepeionhebre,designa el cenro dela per Sona en eno see de on sentiments (Ram 9.2; 1012 Cor, Sil: Tip 17), de tos peounientos mis recdtes (Rom 827; 1'Cor43: 14.25; 1 Tes 24) y de as deisioesreigossy orl (e721; Rom 10; 1 Cor 31; 2 Car 9). (CE Blserhamat cad pr Dis as 1. BL sur HUMAN, MECHO DE BARRO 22, Bl relato del Génesis que antes se ha comentado Drovemente evoca con pocos trazos algunos elementos dis- tintivos del ser humano, euys naturaleza especifica es des- pués presentad por la ttadicin bblica con una gran rique- ‘ade términos e imigenes, Enel trasfondo permanece la idea de que el ser humsano es un mister (Sal 71,7; 139,14-15), objeto de un rellexiva, justo porque conjuga rasgos contrarios y parade os, Elser humano, images de Dios (Gn 1.26.27), oloeado ‘como seflor en el jardin de Edéa (Cén 2,9.13), es en realidad polvo, ya que fie sacado de la terra y a ella est dstina- do a volver (Gén 2,7; 3,19), El hombre es «caren, es deci, fragily efimero (Gen 6,3; Is 40,6; Jer 17,5; Sal 56,5; 78,38- 39; Eclo 14,17-18; 17,1) y, no obsiante, domina sobre los de- mis seres vivos, Criaturaprivilegiada,destinads someter la tierra (Gln 1,26-28), es, sin embargo, portador de una vic ‘conslantemente amenazada. El homie, en verdad, est es- trueturalmente confrontad a la muerte, De esto da amplio testimonio la Bseritura, La experiencia de Ia caducidad humana 23. La mradiciin sapiencial es Ia que explcita con ma- yor insistencia el drama de la caducidad humana (Fclo 40,1- 115 41,10) En esta literatura, pues, toman cuerpo los pensa- rnientos y los sentimientas que el ser humane formula partir de su experiencia terena conereta ‘Aceste especto es particularmentesigntictivo el libro de Job, que presenta al protagonista como el tipico representante 4e la persona que lucha por encontrar sentido a una vida de sufrimiento. ntrodueido sin coordenadas espacio-temporales (Ge dice solo que era de Hus), Job es una figura paradigmdtica cen la que tod persona puede reconocerse. Colpeado por una impresionante serie de desgracias que lo despojan de todos 6 A eterthomtre? sus bienes, de sus hijosy finalmente de su salud, Hevindolo al ‘umbral de a muerte, Job comienza su lamento y su disputa con Dios, rechazando el destino que se le ha asignado y deseando ‘ng haber nacido o estar ya en la paz del Sheol (Job 3,11-16;, 10,18). :Por qué la vida —se pregunta Job— est marcada por la ftigay el dolor (Job 3,24-26, 71-3; 1441-2; of también clo 40,1-8) y, al final, por la muerte (Job 7,6-10)? 24 En tos textos sapiencales mis antigus, asl como en et conjunto de astadiiones de Antiguo Testament, no encostames ninguna referencia explicit al texto de Gea 3,19 enol que —sein tuna interpretacin tastanteextendida(Pasada en Gen 2,17)— la riertehabria hecho su aparicin como consecuenes del pecado ‘ometido por el primer homie, Solo en el texto trdio de Sab 2.24 ‘se recverda que «por envidia de diablo entrée mere en el mun- dos, sin gue esto suponga (como ocuri en algunas secciones de 4a teologla pautina) una implicacin universal en la culpa Aunque cn la Escrtura se afrma que la paga del pecido es la muerte» (om 623), esto no impli que toda muerte (ni todo sufimien- {o) debs considerare conseewencia de alguna culpa personal (ef. Le 13,1-6, Jn 92-3). Los amigos de Job intentan justia ls des ‘gracias de a amigo aerrindose aa estrci repa de la retribucin (Gob 479.17-20; 820; 11,11; 15,14-16, 22.49; et), pro reciben| ‘el protagonisia un rechuzo bien argumentado (Job 7,20; 9.29.31; 16,17-19, 29-31, Dio, en eambio, aprotui el modo de hablar de su ssierve Job» Job 42,7, 25, Sin duda, la muerte es el verdadero problema del ser humano —el inico espaz de percbir dolorosamente su propia preceriedad—, y et precisamente contra esta reali- tad, magistalmente definida como «el rey de los terores> (Gob 18,14), contra la que Job luca y se debate. En sus dislo- £208 con los tres amigos surge repetidamente Ia visidn angus- tiosa del ser humano como eristura morta, caduca y efimera Enel libro se usan distntas imagenes para explicar este rea- lidad: la vida det hombre es como un soplo Job 7.7.16), una flor que se abro y se marchita (Job 14,I-2), una sombra que Inuye (Job 8,9; 14,2). Cristura modelada de arcillay destinada i | Ch Ele humane ca por Diss ” al polvo (lob 10,9), el ser humano avanza hacia fa muerte como una nube que se desvanece (Job 7,9), porque sus dias ‘son mis raudos quo un correo, escapan sin que pueda ver 1a dicha; se deslizan como balsas de junco, como el éguia al caer sobre Ia presa> (Job 9,25-26), coren més répidos que la lanzadera que se desiza sobre la urdimbre, se consumen sin esperanza (Job 7,6). El sufrimiento, antcipacion dela muerte, obliga al ser humano a enffentarse con su propia precariedad yy eliminando toda ilusié, siti a cada uno ante un destino ‘mareado por el inal. Aunque fa radici6n religioss haya argu- ‘mentado que Dios ws la vara como instrumento para corregit (Prov 3,11-125 Job $,17-18; 33,19; Heb 12,7-11; Ap 3,19), sugiriendo asi que el dolor puede tener una finalidad benét- cca (Prov 13,24; 22,15; 23,13-14; 29,18), prevalece Ia idea de que la muerte contradice toda intencida pedagdgiea positiva (Gob 147-10; 17,15-16).. 26." También para Qohdiet la muerte es el gran enigma, tuna realidad que parece hacer vanas todas las cosas: «\Va- ‘iad de vanidades; todo es vandal» es ol estrbill del bro (Eel 1.2.14; 2.11; ete). Todo parece intl porque to- ddos mueren de ta misma forma (Fc! 3,18-20). Es mis, estin "ya muriendo, visto qu Is vida humana no es otra. cosa que un ‘eaminar hacia Ia muerte (ef Fel 1,4; 6,36; 9,10; 12,5). En sintesis, «todos vienen del polvo y todos vuelven al polvo» (Eel 3,20; ef también Belo 17,1-4; 40,11; 41,10) y no que dard ningin recuerdo de los antiguos (Eel 1,11; 2,16). Si el ser humano, aun experimentando miltiples y originales ex- presiones de vitalidad, en realidad camina hacia la muerte, centonces desapareee toda diferencia con los demi sere, e ‘mundo se convierte en un sinsenido, para nada srve la sabi- ‘dura 0 la duracion de los dias, porque una misma suerte ha rmarcado a todo viviente con su caricter inevitable (Eel 2,15 3,19: 8,10.14; 9,2). Fl sabio invita a acoger con simp cidad y gratitud las alewrias pasajeras de una vida caracte- rizada por lo efimero (Pel 2,24; 3,12-13.22; 5,17; 815; ef también Eclo 14,14), aunque esto no resa al tiempo humano Su intrnseco carictertrigieo. La finura potica con la que, en PS Oat rat hanter el dltimo capitulo del libro del Qohetet, se describe el final 4e fa vida humans no efimine ta amargura de saberse mor- {al (Eelo 41,1) Las imagenes son de uoa belleza tics, pero estin imbuidas de una profunda melancolia: aAcuéedate de tu Creador ‘en tus alos moz0s, antes de que lleguen fos dias aciagos[..] ‘Antes de que se rompa e hilo de plats ‘y se destroce la eapa de oro, ¥¥ Se quiebre el eintaro en la fuente ¥y sere la polea del pozo, Yel polvo vuelva ala terra que fue, ‘el esprit uelva al Dias que lo dion (Bel 12,1.6-7). ‘Con 1a muerte, el silencio 1o invade todo, Por supuesto, existe el juicio de Dios que distingue entre el malvado y el justo (Ecl 3,175 1,9: 12,14) y el libro ensena que el hombre ‘debe vivir en el temor del Seior (Et 3,14; 5.6; 7.18; 812-13; 12,13; of. también Prov 14,26-27), pero la muerte, inserita en el camino humano, parece tener el poder de haver vanas todas Tas cosas. 27. Sin embargo —dice la tradicin sapiencial — no es Ja muerte la que tiene la dtm palabra. EL horror que sente el ser humano sate Ia inexorabilidad de final revelaen realidad {que esté hecho para Ia vida, ¥ el sabio, que se interoga sobre el sentido de In exstencia, descubre por fin que el ser humano tiene un destino de inmortalidad. Es el libro de la Sabidurta, la Glkima contibucién de fa tradicién sapiencial veterotesta- ‘mentara, el que explicit este futuro radiamte de esperanza para el justo. El autor, que mediante una fleeiénliteraria se presenta como el sabio rey Salomén, abla de su realidad ‘como cratura con expresiones particularmente sugereates: «También yo soy un hombre moral como todos ¥ descendiente del primero, formado dela tesra, Enel vienire matero fue modelada mi care [..1 Alacer, también yo respiné el aire comin yal caer en la terra que a todos rece, To primero que hice, come todos, fue Hora [..] Ja entrada y la salida dela vida son iguales para todos» (Sib 7138) Pero, a diferencia de fos necios que, bajo el pretexto de Ja brevedad de la vida, se entregan al distrute despreocupado e los «bienes presentes» sin ningin Tespto por los pobres y Jos justos (Sab 2,1-20; ef. tambien Sal 733-12), el verdadero sabio sabe que lleva dentro des un destino inmoral (Sab 3.4, 41;8,13.17; 15, Efectivamente el justo, aunque sea perse- ‘ido y condenado por los impios a una muerte infame y dolo- rosa (Sab 2,19-20), aunque muera prematuramente (Sab 4,7), cen realidad esta salvo en las manos de Dios (Sab 3,1), que es cl «Seftor, amigo de la vida» (Sab 11,26). A partir de aqui se dda na apertara hacia la etemiads «Dios exes al hombre (fon anthrdpon) incorruptible yo hizo a imagen de su propio ser; ‘nas por envidia del diablo entré la muerte en el mundo, ya experimentan los de su bando. En cambio, la vida (psychal) de los justos est en manos de Dios, 1 ningin tormento fos sleanzara(..). ‘Aunque la gente pensaba que cumplian una pena, ‘su esperanza estaha llena de inmortalidad (Sab 223-3,1.4), 28. En el drama de Job ya se habia abierto un resqui- cio que permitfavislumbrar una respuesta ala gran pregunta Sobre el sufrimiento de Ios justos y La muerte, Asi cuando al final del libro (Job 38-41) Dios presenta a su contrincante la imagen det nacimiento de todas las cosas, ante los ojos de Job se despliega la visign consoladora del mundo creado, don- de se desarrolla la existencia humana y donde se manifesta cea explosin de vida que solo a podido tener suorigen en un “ Onder bomin? Dios todopodersoy sabio (Job 422-3). As et individ que sue puede slr dela angstosaoscuridad,recomcidndose onl existencia, aunque esté marcada po a mere Reeo- nociendo Ia propia pequefiez (Job 40,4), puede hacer brotar In grander del hombre en cuanto interlude Dios. Asep- tendo la propia fnitud no pereibda ya como una amenaza, Sino como lugar de verdad y de elcié, el see humana, soplo foga'y Mr efimers que dau soo da pede por fin reo. ocerse como lly reconoer a Dios como Dies «Te conocie solo de eas, pro ahors te han visio mis aj» Job 425) ‘Mis humldemente dein Qoblet: «Dios ext en el cielo, y rien a tera (el 51), poo esa armas contin imple citsmente un germen de esperanza, porgue el Dios dl cielo tiene poder sobre la vida y la muerte y hace bajar a las puertas de Hades y hace reresr (Sab 1613 y también De 3239; 1 Sam 26:2 Re 5,7 Tob 13.2), «porque Dios no ha hecho fe muerte, ni se complace desiruyendo a los vivos. El todo lo red para que subsist y ls vats del rund som sli ables: no hay en elas veneno de muerte bis rina ena itr (Sa 113-14), El pueblo de Israel en el desierto 29, Para el escritor biblico, la conciencia de la fragil dad humana hunde sus rafes en la experiencia del pueblo de Israel con el que el Sefior se ha vinculado en una relacién privilegiada (Iamada «alianzay). Un periodo histérico bien ‘definido —narrado en un pasaje dela Tord-— ha jugado un pa- pl determinante en esta toma de conciencia, que se concrets ‘después de paso del mar Rojo, cuando los esclavos liberados ‘ecorrieon un Jargo camino en el desierto hacia fa terra de Canain, Tanto fos eventos grandiosos como tos dramiticos que por cuarenta afos jelonaron esta peregrinaciém en un ‘mundo desolado y hostl quedarén grabados en la memoria de Israel de modo permanente y constituirén una referencia te0- [pica fundamental de la wadicidn biblica y una especie de | i i i | (Cher hema rk por Din “ simbolo de toda la exstencia humana, Aunque ef pueblo a través de os sigs progres haiendo menos precaria su vida cotdiana —construyendo easas en lugar de tendas y clli= ‘vando el suelo en lugar de recoger ef mand (D¢ 610-12; 8,11- 16 os 5.12)— siempre debert recordar el desierto (Dt 8.2), porque ei hombre sigue siendo un peegrin sobre esta tierra (Ley 25,25; Sal 39,135 1 Crom 29,15; Heb 1,13) y s0 vida autética no depende del pany, sino mis bien dl spo que sale de la hoe de Dias (D483). En el tempo del desir los «padres» suian, dia tas dis, debi a In precariedad de la vida, peadiente de la pre- sencia de un magantal, a merced de un alimeato improbable, expuesta alos resgos de andar eran y a enemigos insidio. 505 (Ex 17,816; Dt 8,15). En in lugar dl que no se podia salir sin mantenere unidos y slidarios, los hebreos conocic- ron recriminaciones, divisions yrebeliones. Sin embargo, no olvidardn nunca que fue exactamente en este hgar de terror ¥ muerte donde sos antepasados experimentaron también Ia presencia solicits desu Dio, sin la cual no babrian podido sobrevivir Jer 2,2-3,6). Ast quedarin para siempre impresos en la memoria de Israel el episodio del mané y las codorni- ces (x 16,135), el dels aguas de Merb Nim 21-11), cuando el agua bots de la roc en abundancia para la come nia y ef ganado, Estas son manifestaciones cvidentes de Ia providencia de Aquel que en el desiert respond ala inso- uridad y al peligro eon et don del alimento diario y con wna proeccion si fisuras (Dt 8,2-4; 29.47; 32,10-12). 30._ Sin embargo, limitarse a este recuerdo consolador signifiaria subestimar el hecho de que, ante ls peucbas y Aifcaltades del viaje, los antguos eselavos comenzaron & aor eel pesedo {J ls pepinesy melons y puetos yee bolls y ajos» que comian en Fgipto (Nim 11,45), com si prefiriesen los limitados henefcios de la pasadaopresion & a tmaravllosa liberad que se les habia promtido. Enel deserts acusaron a Dios y a su eavados (Moisés y Aarén, en par tial) de haberos anasrado a una empres que desaiaba & Jnrmuerte (Nim 1424), demostndo as que ante la excasez a sOutetlhomtr? © los imprevistos no es ficil aceptar y avanzar por el camino de la fe. El episodio del becerro de oro, con esa peticién di- ‘gia a Aarén —«Anda, haznos un dios que vaya delante de nosotros» (Ex 32,1)— es una ilustracién dramities de dicha experiencia, El idolo construido y venecado delata el deseo de escapar de lo desconocido y de evadise de la dependen- cia de Dios, ya que la imagen del becerr infunde seguridad, pero reduce la divinidad a una imagen degradada del Dios vivo Gal 106,20). Esta experiencia de debilidad forma parte de la historia ‘humana. Segin la tradicin biblica los «padres» murieron en cl desieta a causa de su rebelin, Pero para los ehijos» se ‘cumplié fa promesa jurada por el Seer y pudieron entrar en la tierra prometia, simbolo de una vida plens (Dt 1,39). ¥ ‘todo est lo propone la Bsritura como «figuta» (colectiva) del ‘camino de a existencia humana (Is 48,21). [La oracion del hombre mortal 31. Enlateadicion biblia y, en particular, en ef Salter, | fragilidad del ser humano eé asumide en Ia oraci6a, que se converte asi en un deseo que se dige al Dios etemo y ‘buono, sensible ala debilidad humaua, Ea diversos salmos ia ‘conciencia de la caducidad humana se express a menudo por medio de imagenes posticas que se emootan alas de la trae ‘icign sapiencial: el hombe es solo un soplo (Sal 39,.7.12;, 62,10; 144,4), soplo de viento (Sal 78,39), hierba del eampo y Aloe que pronto se seca (Sal 37,2; 90,5-6; 102,12; 103,15-16), sefoieral (Sal 90,5), susuro ligero (Sal 90,9), sombra que se desvanece (Sal 102,12; 109,23; 144.4), polvo (Sat 103,14) que retorna al polvo (Sal 10429). I Salmo 90 es un ejemplo especialmente significativo de esta vision antropoldgica. En ls primetos versculos,des- ‘puis de haber proclamado la potente y providente eteridad tde Dios (v. 1-2), el salmista la contrasta con la caducidad del ‘hombre y su fragilidad constitutiva: | | | | (CA Bter heave cma por is . «(Ti reduces el hombre ("énd) a polvo, siciendo: “Retomad,hijos de Adin (Hn “addm)"[..} Sit Jos tetra son como un suefio, ‘ome hierba que se renueva: ‘que florece y se renueva por la matiena, 4 por la tarde la sean y se seca [..] “Todos nuestros dias pasaron bajo tu eslere, _¥ nuestros alos se acabaron como un suspio, ‘Aunque uno viva setenta aos, ‘yel mis robusto hasta ochents, ‘a mayor parte son fatiga inti, ‘porgue pasan aprisa y vuelam» (v,3.5-6.9-10). La vida humana esté marcada por el limite. El hombre « polvo y al polvo vuelve, obedeciendo el mandamiento de Dios: «Retornad, hijos de Adin». De hecho, estas son las linias palabras que Dios pronuneia en el Salmo, casi como un eco de Gén 3,19. Sin embargo, el recuerdo de la con aparecidon (Ap 21,4), Este esol misterio de fey de esperanza ‘que aguardan con perseverancia Jos ereyentes que «poseen las primicias del Espiritu» (Rom 8,23), principio de vida etema, 2, EL ALIENTO «DIVINO» EN BL HOMME 45. El tema del ser humano como ccriatura» de se recverda a menudo en la Escritura para poner de relieve su diferencia abismal con respecto sl Creadory propiciar Is hu mildad de corazén como via que conduce a fa verdad. Sin em- bargo, el mismo tema tiene un efecto en cierto modo opuesto cuando evoca en el acto de la ereacidn el euidado dispensado por el Sefior (Is 64,7) y la dimensién espritual que caractriza al ser humano (Eclo 17,3-11), ‘Aceste respecto, y tal como se ha indicado al eomienzo de nusro capitulo, el relato de la ereacién de Gén 2 recurre a Ja imagen del «aliento» de Dios que, al penetraren el polvo Hues 6 rere homie? modelado por el Creador, lo converte en un ser «vivo» die tint de todas las demas eriatuas (Gn 2,7) En este pasaje se uiliza una de ls muchas modalidades exprsivas que en la Eseritura intentan dar una idea dl estatto especial, ealmen- te tinico, dol ser humano. Ea 1 Biblia encontraros una rca variedad de expresiones, de metiforas y de concepios desi ‘dos a iluminar el miserio de un ser hecho de Bary sin «embargo, dtado de capcidades,en certo sentido, aivinas. De este don procede tami la «vocacia del ser huano, entendida como trea personaly comunitaria de interven {a historia, en obediencia a proyecto del Creadar. Tado esto «es arevelado» por Dis, para qe el ser humano pueda seri rminado sobre Ia vordad de su admirable naturaleza. Veamos hora cémo el tema que aabarmos de esbozar es atado ens diversas tadicionesliterarias de la Eseritur. El hombre a imagen del Divs vive (Gén 1,26-27) 46. EI primer relato de Ia creacién (Gén 1) expresa ‘con un lenguaje distinto todo lo que se ha dicho en Gén 2,7, ‘mediante 1a imagen del «aliento» de Dios. Al afirmar que ‘adam fue creado a. «imagen segtin Ia semejanza» de Dios (Gén 1,26), reconoce la especial naturaleza y la extraordinaria| dlignidad dela persona humana, Algunasaclaraconesterminoligicas Destacamos, en primer lugs, que en Gén 1,26 no se dive ue Dios crea al ser humano as imagen y semejanza», como se uele ‘expres, sno lteralmente «a imagen sein la semejanzan, lo que ‘en una tadvecién dinamica podea interpretarse como «a imagen Semejantos, Para hablar del mismo acontecimient, en Gea 1,27 se tsa solo el trmino «imagen», mientras que en Gén 51 se emplea solo esemejanzay El término wimagen» (elem) hace referencia ala representa i pietécea 0 escultéiea (1 Stn 6,5; Ez 23,14) que tiene la ccna erected 1a home por Die 2 funeién de hacer visible fo que estéausene o es inclu inviaible (cf, Sab 14,15-17). Est sustantivo generalmente tiene ana con- nota negative, De hecho, en dverses patajes design a doo (Nim 33,52; 2 Re 11,18, Fe 720; 16,17; Am 5,26), una realidad ‘que no siente, no abla, no acta (Sa 1155-7), algo que en cierto ‘modo esthemnuerto» (Sab 13,18; 15,5). Esto pone en evidencia, or contrase, a cualidad dl sex hamano, que seg a firms: idm de Gén 3,26 estédestinado a urepresentar 4 Dios porgue est vivo y escape de relaionarse con os jets espirituaes, Sies verdad que el ténmino selem se aplica al hombre en su cond idm de rita elmore (Sl 397; 78,20), este mati no contad ‘elo queinsnda el ibro del Genesis: cratura humana es ig ‘de Dios en fragiidad de la carne yen la comtingencia dela historia. El sustantivo abstracto «semeanza» (mt explicit la rela- cm de similitud entre dos relidades, tl como sucede entre uo determinado sujto y sus repraducciones pictricas 0 figuratvas (Ez 23,15). Cuando ls autores bblensreibieron de Dios et pi vilegio de ia percepcion sensorial de sereso acontecimientos 5 brehumminos, se vieron abligados adecieque lo que vein ea coe jane» a una realidad terrena (Ez 1,526; 10,21-22; Dan 10,16), Ahora bien, Dios es ciertameats incomparable, ada se Te pede ‘compara (2 Stn 7,22; 540,18; Jer 106-7 al 86,8, sin erate io, die Ia Eseritura que el hombre leva es si mismn los rasgos de lo divin. No pocoscomentrista han sugerido gue el mino ws- sejanza» pretende atonar el valor dado al sustanivo «imagen», ‘especficando que la copia (el hombre) no puede ser consierada {gti al original (Die) Si embargo, puree mis probable que ‘con este tsi ef autor de Géa hay queriso mis bien subraar la semejanzaprivilegindn entre cl ser humana y el Crean, due constitye el fundamento orginaro de! dilogo histrico ene fs dos sujetos. Que Dios quisiera hacer a ‘adm a su imagen indies: sa, en otras palabras, que Dios tena la ntencén de estabocer una relacib personal de aliazza en 6 Belo 17,12; 49,06; of. ambien Sal 1003). En lo que ataie ala Biblia hebrea, la expresin «a imagen 4e Dios» aparece solo en algunos pasajes del libro def Gene- sis, en los que se mencionan aspectos importantes relativos & su significado,

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