Biodebate
Una ética ecológica
Joan Carrera Carrera
Jesuita. Licenciado en Medicina y
Doctor en Teología. Profesor de Moral
Fundamental en la Facultad de Teología de
Cataluña. Profesor colaborador en
ESADE-URL.
joan.carrera@esade.edu
Resumen
A menudo el predominio de la ética
DSOLFDGDDODUHVROXFLyQGHFRQÁLFWRVHQ
el ámbito asistencial o de la investigación
ha relegado a un segundo plano la ética
PHGLRDPELHQWDOTXHQRREVWDQWH
también forma parte del núcleo duro de la
bioética. La restauración del lugar que le
corresponde a este campo de la bioética
HVKR\PiVTXHQXQFDXQDWDUHDXUJHQWH
La bioética del futuro será ecológica o no
será.
Palabras clave
ELRpWLFDHFRORJtDSODQHWDHVSHFLH
biosfera
Abstract
:HRIWHQÀQGWKDWHWKLFVDSSOLHGWR
FRQÁLFWUHVROXWLRQLQKHDOWKFDUHRU
research settings has been to the
detriment of environmental ethics even
though it forms part of the intrinsic core of
bioethics. The recovery of the ground that
has been lost in this sphere of bioethics
is an urgent matter. The bioethics of the
future will necessarily be ecological if
there is to be any future at all.
Keywords
ELRHWKLFVHFRORJ\SODQHWVSHFLHV
biosphere
18 bioètica & debat · 2015; 21(75): 18—22
En 1975 uno de los padres de la bioé-
WLFD FRQWHPSRUiQHD 9DQ 5HQVVHODHU
3RWWHUVHODPHQWDEDGHTXHODELRpWL-
ca se había centrado mucho en la clí-
nica y había olvidado la problemática
HFROyJLFD(QORVLQLFLRVGHOVLJOR;;,
esta cuestión toma cada vez más im-
portancia de cara a la supervivencia
del planeta y de la especie humana.
El presente artículo trata de exponer
qué valores serían necesarios para ge-
nerar una cultura para nuestro mundo
que pudiera emprender el camino de
solución de la problemática ecológica.
No nos centramos en cómo resolver
ORVSUREOHPDVWpFQLFRVQLHFRQyPLFRV
pues consideramos que las solucio-
nes solo se darán si hay un cambio de
PHQWDOLGDG OD LQWHULRUL]DFLyQ GH HV-
tos valores.
T
endríamos
que tomar
conciencia de
que la actual crisis
ecológica proviene
de una forma de
relacionarnos con la
naturaleza y con los
demás humanos
Antes de hablar de qué valores con-
VLGHUDU HQ SULPHU OXJDU WHQGUtDPRV
que tomar conciencia de que la actual
crisis ecológica proviene de una forma
de relacionarnos con la naturaleza y
con los demás humanos. Una relación
donde se priorizan determinados va-
ORUHVSRUHQFLPDGHRWURVGHPDQHUD
que se estructura una mentalidad bas-
tante compartida por muchos de los
actuales habitantes del planeta.
Podríamos ir viendo cómo los diferen- FXDQWRV YDORUHV TXH FRQVLGHUDPRV
WHV VLVWHPDV pWLFRV TXH LQFOX\HQ ODV
WUDGLFLRQHV UHOLJLRVDV DSRUWDQ HOH-
mentos para crear esta nueva cultura.
6HUtDXQDWDUHDEDVWDQWHODUJD\DTXH
la relación con la naturaleza es tan
vieja como la humanidad.
S
e tendría que
apostar por
lograr un cierto
DFXHUGRpWLFRHV
GHFLUPDUFDUXQD
serie de valores que
pudieran guiar la
tarea de elaborar
SROtWLFDVOH\HV
FRPSRUWDPLHQWRVHWF
(Q VHJXQGR OXJDU FRQVLGHUDPRV TXH
dada la pluralidad que existe en nues-
WURPXQGRVHWHQGUtDTXHDSRVWDUSRU
ORJUDUXQFLHUWRDFXHUGRpWLFRHVGH-
FLU PDUFDU XQD VHULH GH YDORUHV TXH
pudieran guiar la tarea de elaborar
SROtWLFDV OH\HV FRPSRUWDPLHQWRV
etc. Cada tradición ética aportaría
valores para favorecer esta mejor re-
ODFLyQ FRQ OD QDWXUDOH]D SHUR GDGD
OD H[LVWHQWH SOXUDOLGDG VHUtDQ QHFH-
VDULRVFRPRGHFtDPRVXQRVDFXHUGRV
SDUDOOHJDUDXQDHÀFDFLDOHJLVODWLYD\
política. Estos acuerdos resultan im-
SUHVFLQGLEOHV\DTXHODSUREOHPiWLFD
HFROyJLFD HV JOREDO DIHFWD D WRGRV
ORVKDELWDQWHVGHOSODQHWD\SRUWDQ-
WR SDUHFH SRFR UHDOLVWD HVSHUDU TXH
pueda ser afrontada desde una sola
VHQVLELOLGDG pWLFD R iUHD JHRJUiÀFD
El proceso para ir consensuando estos
mínimos éticos posiblemente será lar-
JRSRUTXHUHTXLHUHGLiORJR
Creemos que podemos enumerar unos
 Una ética ecológica

ayudarían a dar respuesta a la pro- WLDQRVHUtDHOKHFKRGHTXHQXHVWUDV3. Un tercer valor sería la toma de

EOHPiWLFD HFROyJLFD VLQ SUHWHQGHU
TXHVHDQORV~QLFRV\TXHSRGUtDQVHU
compartidos por muchas tradiciones
éticas y religiosas.
acciones que afectan a la naturaleza conciencia de la dependencia de la
puedan ser universalizables. Es de- especie humana hacia otros indivi-
FLUDQWHFXDOTXLHUDFFLyQGHEHUtDPRVduos de nuestra biosfera (tanto de
preguntarnos qué sucedería si toda la los demás humanos como del resto de
seres vivos). Este valor de la interde-
pendenciaGHODFRPXQLyQHQWUHORV
VHUHV YLYRV HV IXQGDPHQWDO 1XHVWUR

D
ebemos ser muy prudentes cuando nuestras ambiente cultural potencia el pensar
acciones pueden tener repercusiones futuras en primer lugar en nosotros mismos
TXHQRSRGHPRVSUHGHFLURTXHFRPSRUWHQ y no facilita la conciencia de la reali-
XQDKLSRWHFDHFRQyPLFD\VRFLDOSRUTXHHQHOODV dad de interdependencia entre todos
trasladamos al futuro la solución del problema ORV VHUHV HV GHFLU GH TXH WRGRV QRV
interrelacionamos y que nuestra vida
GHSHQGHHQJUDQPHGLGDGHORVGH-
1. Un primer valor sería la ampliación humanidad la realizase de la misma más. No vivimos lo que somos como
del concepto de “prójimo” a las ge- manera e intensidad. Este imperati- GRQGHORVGHPiVVLQRTXHFXDQGRQRV
QHUDFLRQHVIXWXUDVTXHHQFRQWUDPRV YR FUHHPRV SRQGUtD HQ FXHVWLyQ ODV relacionamos con ellos los tratamos a
en la Regla de Oro de las grandes tra- actuales pautas de consumo de los PHQXGR FRPR PHURV REMHWRV \ HVWR
diciones religiosas. Esta ampliación países ricos y de extracción de los re- no solo lo hacemos con los animales y
consistiría en tener en cuenta que FXUVRVQDWXUDOHVFRPRSRUHMHPSOR ODVSODQWDVVLQRWDPELpQFRQQXHVWURV
nuestras acciones (y omisiones) tie- las que se utilizan en la minería o la hermanos y hermanas de especie. No
QHQ FRQVHFXHQFLDV HQ HO IXWXUR \D pesca. Un ejemplo ilustrativo de las DVXPLPRVORTXHSLHQVDQORTXHVLHQ-
que pueden hipotecar la vida de nues- implicaciones de este valor sería: con- WHQORTXHVXIUHQFRPRSURSLRVLQR
tros descendientes. La importancia de siderar la imposibilidad de atender la que nos relacionamos con ellos como
HVWHYDORUIXHDÀUPDGDSRU+-RQDV demanda de papel si toda la población VL IXHUDQ REMHWRV TXH REVHUYDPRV
KDFHXQRVDxRVFXDQGRKDEODEDGHOD china tuviese un consumo similar al de PDQLSXODPRVSHURTXHQRQRVREOLJDQ
ética de la responsabilidad. El autor la de los Estados Unidos; se tendrían (del latín ob-ligare) a nada.
DÀUPDED TXH GHEHPRV VHU PX\ SUX- que talar todos los bosques del plane-
dentes cuando nuestras acciones pue- WD$VtHODFWXDOFRQVXPRGHSDSHOHQ Tenemos interiorizado que el yo no
den tener repercusiones futuras que los Estados Unidos no sería universa- tiene necesidad de ninguna otra cosa
QRSRGHPRVSUHGHFLURTXHFRPSRU- lizable. DGHPiVGHVtPLVPRSDUDYLYLU\VLQH-
WHQXQDKLSRWHFDHFRQyPLFD\VRFLDO FHVLWDGHORVGHPiVWLHQGHDWUDWDUORV
porque en ellas trasladamos al futuro FRPR REMHWRV R DO PHQRV VLHPSUH
la solución del problema. Pensar en en función de sí mismo. Esta mane-

H
emos
las próximas generaciones implica un ra de aproximarnos a aquello que no
creado una
SHQVDU PiV DOOi GHO FRUWR SOD]R GHO soy yo se da en diversos ámbitos: en
economía que
DTXt \ DKRUD LPSOLFD LQWURGXFLU HO HO HSLVWHPROyJLFR DO FRQRFHU OD UHD-
tiene un carácter
IXWXUR HQ QXHVWUD YLGD TXH WLHQGH D OLGDGHQHOiPELWRGHODUHODFLyQVR-
DQWURSRFpQWULFR
vivir más el momento presente. Hay cial y en la economía. Hemos creado
solo pensada para
que ser muy realista al considerar una economía que tiene un carácter
favorecer a la especie
HVWHYDORUSRUTXHVL\DUHVXOWDGLItFLO DQWURSRFpQWULFR VROR SHQVDGD SDUD
KXPDQD\TXH
la solidaridad intrageneracional (el IDYRUHFHUDODHVSHFLHKXPDQD\TXH
considera el entorno
UHVSHWRKDFLDHOSUyMLPRTXHYHPRV considera el entorno en función del
en función del
más difícil aún será la solidaridad EHQHÀFLR SURSLR VLQ WHQHU HQ FXHQWD
EHQHÀFLRSURSLRVLQ
intergeneracional KDFLD HO SUyMLPR ODV RWUDV HVSHFLHV FRPR VL VH WUDWD-
tener en cuenta a las
que no vemos porque se encuentra en ra de realidades totalmente indepen-
otras especies
el futuro. dientes. Seguimos pensando y aplican-
do La fábula de las abejas de Mende-
 8Q VHJXQGR YDORU PX\ OLJDGR D OD YLOOHHQODFXDOORV©YLFLRVSULYDGRVª
LGHD GHO LPSHUDWLYR FDWHJyULFR NDQ- HOSHQVDUVRORHQHOSURSLREHQHÀFLR

bioètica & debat · 2015; 21(75): 18—22 19

 Biodebate
Una ética ecológica

FRPSRUWD ©EHQHÀFLRV S~EOLFRVª HO
bien social para todos; y ahora este
«bien social» lo podemos ampliar al
bien de toda la biosfera. Tendríamos
que empezar a relacionarnos desde
ODLQWHUGHSHQGHQFLD\DVtFDSWDUTXH
el bien individual y el bien colectivo
VRQ LQVHSDUDEOHV \ GDUQRV FXHQWD GH
TXHHVWHHUURUODLGHQWLÀFDFLyQGHORV
©YLFLRV SULYDGRVª FRQ ORV ©EHQHÀFLRV
S~EOLFRVªFRPSRUWD\DHOVXIULPLHQWR
de tres cuartas partes de la humani-
dad y de una naturaleza sometida a
una gran presión. Esta conciencia de
la interdependencia debería llevarnos
a una ética de la compasión univer-
sal que promueva que todos los seres
TXH HVWiQ D QXHVWUR ODGR D ODV RWUDV
HVSHFLHV'DUVLJQLÀFDD\XGDUDFUHDU
las condiciones para que la vida pueda
desarrollarse plenamente. Y también
la naturaleza es regalo que nos ayuda
DYLYLUHVHOHQWRUQRGHQXHVWUDYLGD
y por ello hay que cuidarla y no redu-
FLUODDXQDPHUDFRVDREMHWRGHQXHV-
tra manipulación y consumo.
6. Un sexto valor sería aprender a
apreciar dimensiones de la felicidad
que no estén relacionadas con el he-
cho de tener o poseer. Nuestra socie-
\ VREULD YLYLU FRQ OR TXH UHDOPHQWH
QHFHVLWDPRV\DVtIUHQDUHOGHVHRLQ-
saciable y voraz. Esta austeridad de
YLGD VLJQLÀFD vivir más sencillamen-
te para que todos puedan vivir RWUD
manera de expresar el imperativo de
OD XQLYHUVDOL]DFLyQ NDQWLDQD HO YDORU
cristiano del compartir y de la justicia
GLVWULEXWLYD 6LJQLÀFD WDPELpQ DSUHQ-
der nuevas pautas de consumo más
sostenibles. Recordemos la formula-
FLyQ PtWLFD GHO OLEUR GHO *pQHVLV GH
ODWUDGLFLyQMXGtD\FULVWLDQDGRQGHHO
paraíso (la armonía entre las personas
y la naturaleza) se rompe por el ego
LQVDFLDEOHHOGHVHRGHVERUGDGRGHORV
humanos. El camino a seguir consis-

V
ivir más
YLYRV HVSHFLDOPHQWH ORV PiV GpELOHV tiría en convertir las fuerzas de este
sencillamente
\ ORV PiV DPHQD]DGRV SXHGDQ YLYLU deseo en fuerzas de comunión con los
para que todos
Solo la especie humana puede re- demás y con la naturaleza.
SXHGDQYLYLURWUD
FRQRFHU HVWD UHVSRQVDELOLGDG \ SRU
manera de expresar
ello debemos comportarnos como si 7. Un séptimo valor sería la recupera-
el imperativo de
fuéramos la conciencia del planeta ción del carácter sacro de la natura-
la universalización
y dar una respuesta compasiva ha- leza TXH IRUPDUtD SDUWH GH ODV FRV-
NDQWLDQDHOYDORU
FLD ORV KXPDQRV \ ODV RWUDV HVSHFLHV PRYLVLRQHV PHQRV DQWURSRFpQWULFDV
cristiano del
apreciando el destino común de todos de las aproximaciones a la realidad de
compartir y de la
con toda la biosfera. Esta nueva for- DOJXQDV WUDGLFLRQHV WDQWR ÀORVyÀFDV
justicia distributiva.
PD GH UHODFLRQDUQRV QR HV QXHYD OD FRPRUHOLJLRVDVFRPRHOEXGLVPRHO
6LJQLÀFDWDPELpQ
encontramos en muchas tradiciones KLQGXLVPRODVWUDGLFLRQHVDPHULQGLDV
aprender nuevas
religiosas. Esta interdependencia es la \ HO WDRtVPR TXH URPSHQ OD PDUFD-
pautas de consumo
comunión entre todos los seres y nos da dualidad sujeto-objeto típica de
más sostenibles
lleva a atender a los más débiles y a la mentalidad occidental. Este valor
cuidarlos como si de nosotros mismos también se puede encontrar en vi-
VHWUDWDUD\DTXHVXVXIULPLHQWRQRV siones más pneumatológicas del cris-
afecta. dad fomenta un estilo de vida que no WLDQLVPR HQ ODVTXH WRGDODUHDOLGDG
tiene sentido sin símbolos de posesión está impregnada del Espíritu y por eso
 &RPR KHPRV YLVWR GH OD LQWHUGH- y de estatus: determinados aparatos PHUHFHUHVSHWRDVtQLQJXQDUHDOLGDG
pendencia se deriva un cuarto valor: HOHFWUyQLFRVDOJXQRVWLSRVGHYLYLHQ- es estrictamente profana).
la compasión hacia los otros seres da o de vehículo de transporte o de-
vivos y la responsabilidad humana de terminadas formas de disfrutar del 8. Un octavo valor sería entender la
cuidar de los más vulnerables (huma- RFLR HQWUH RWURV 7DPELpQ HQFRQWUD- problemática ecológica dentro de la
nos y otros seres vivos). mos un estilo de vida marcado por un dimensión de la justicia VRFLDO $Vt
DFHQWXDGRLQGLYLGXDOLVPRXQYLYLUGH deberíamos ampliar la noción de justi-
5. Un quinto valor sería vivir y en- forma fragmentada y atomizada. Ante FLDDORVSUREOHPDVHFROyJLFRV\DTXH
tender nuestra vida como donFRPR HVWH HVFHQDULR GHEHUtDPRV SDVDU D HVWRVQRVDIHFWDQDWRGRVSHURQRHQ
regalo que recibimos y que debemos entender la felicidad más en términos LJXDO PHGLGD \ D~Q DIHFWDUiQ PiV D
FXLGDU HVSHFLDOPHQWH FXDQGR HVWD de relación con los demás. El hecho ODV JHQHUDFLRQHV TXH YHQGUiQ VL QR
vida está más amenazada o es más de apreciar estas dimensiones de la ponemos remedio pronto. Recordemos
vulnerable. Lo que recibimos gratui- felicidad más relacionales (no tan li- algunos factores que nos muestran que
tamente también lo damos gratuita- gadas al poseer) conllevaría aprender el problema ecológico es fundamen-
PHQWHDQXHVWURVKLMRVHKLMDVDORV a vivir de una manera más austera talmente un problema de justicia:

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8.1. Ante la escasez de recursos ha-
bría que plantearse cómo se reparten.
Pensamos en muchas de las guerras
DFWXDOHV TXH WLHQHQ FRPR WUDVIRQGR
el deseo de dominio de las fuentes
GHPRV DTXt OD QRFLyQ SURSXHVWD SRU
DOJXQRVGHdeuda ecológica del Norte
hacia el Sur. También podríamos con-
siderar las llamadas condicionalidades
que imponen los países ricos a los del
Una ética ecológica
PDVTXHVRQWDPELpQHFROyJLFRVSRU
lo que algunos proponen el término
justicia medioambiental.
8.6. Aparte de las dimensiones más
HQHUJpWLFDV SHWUyOHR JDV QDWXUDO \
los recursos hídricos. Dada la crecien-
te escasez de estos recursos y las pau-
WDV FUHFLHQWHV GH FRQVXPR DVt FRPR
la incorporación a este consumo de
ODV SRWHQFLDV HPHUJHQWHV HVWRV FRQ-
6XUDWUDYpVGHODVLQVWLWXFLRQHVLQWHU- OLJDGDV D OD MXVWLFLD GLVWULEXWLYD HO
nacionales (como el Banco Mundial o problema ecológico necesita también
el Fondo Monetario Internacional) y
que no dejan de ser nuevos mecanis-
PRV SURWHFFLRQLVWDV$OJXQRV DÀUPDQ
A
menudo las
que si los llamados países emergentes
luchas sociales a
ÁLFWRVSRGUtDQDFHQWXDUVH
8.2. Para entender la dimensión de
justicia del problema ecológico hay
que tener presente esta pregunta:
¢3RUTXpHO1RUWHFRQXQDKXHOODHFR-
lógica muy superior a los países del
6XU VXIUH PHQRV ODV FRQVHFXHQFLDV
negativas de la contaminación y del
cambio climático? ¿Es esto justo? ¿Las
cargas y los sufrimientos son distribui-
das equitativamente o proporcional-
mente a quienes más contaminan?
8.3. Otra cuestión nos muestra esta
relación ecología-justicia: ¿Es justo
que los países del Norte hayan reali-
zado una revolución industrial sucia
(usando combustibles muy contami-
&KLQD ,QGLD R %UDVLO WRPDQ XQ SD-
favor de mayor
trón de desarrollo parecido al de Oc-
MXVWLFLDGLVWULEXWLYD
FLGHQWHGXUDQWHHOVLJOR;;HOSODQHWD
contra las élites
Tierra resultará inhabitable para to-
HFRQyPLFDVHVWiQ
dos en poco tiempo.
ligadas a problemas
que son también
8.4. En Estados Unidos surgió un movi-
HFROyJLFRVSRUOR
miento a favor de la justicia ambien-
que algunos proponen
WDOOLJDGDDFDVRVGHUDFLVPR\DTXH
el término justicia
las cargas de contaminación eran su-
medioambiental
fridas en mayor medida por los subur-
bios pobres de muchas ciudades.
(QHOSODQHWDKD\PXFKRVFRQÁLF- de la llamada justicia restaurativa o
tos de justicia en que están implica- UHSDUDGRUD FRQ VXV GLPHQVLRQHV HQ
GRV SUREOHPDV HFROyJLFRV DXQTXH D SULPHUOXJDUODQHFHVLGDGGHPLWLJDU
menudo no se usa un lenguaje pro- o reducir el impacto medioambiental
SLDPHQWHHFROyJLFR3RUHMHPSORODV GH QXHVWUR VLVWHPD SURGXFWLYR VREUH
luchas contra el vertido de productos todo el de los países más desarrollados
nantes y sin ningún miramiento sobre Wy[LFRV GLR[LQDV PHWDOHV SHVDGRV (reducción de las emisiones de CO2 y
los residuos) y ahora exijan a los paí- el imperialismo tóxico o envío de pro- GHFRQWDPLQDQWHVHQVHJXQGROXJDU
ses del Sur que industrialicen de ma- ductos tóxicos a países pobres (violan- el cambio de los sistemas productivos
nera más limpia y sin ayudas? Recor- GROD&RQYHQFLyQGH%DVLOHDGH por otros menos perjudiciales (gestión
la biopiratería o apropiación de recur- GHORVERVTXHVGHODJXDGHODSHVFD
sos de comunidades indígenas sin nin-
guna contraprestación ni derecho de 8.7 Estas medidas de justicia restau-

A
OJXQRVDÀUPDQ
H[SORWDFLyQ ORV PRYLPLHQWRV FRQWUD rativaFRPRODVGHjusticia distributi-
que si los
las plantaciones intensivas de pino y vaSHGLUtDQXQQXHYRFRQWUDWRVRFLDO
llamados
eucalipto para la producción de papel que incluyera también la naturaleza.
países emergentes
SDUDODH[SRUWDFLyQODGHIHQVDGHORV $OJXQDV WUDGLFLRQHV UHOLJLRVDV FRPR
&KLQD,QGLDR%UDVLO
UtRV FRQWUD ODV UHSUHVDV ORV FRQÁLF- ODFULVWLDQDKDEODQGHODQHFHVLGDGGH
toman un patrón de
tos mineros por la contaminación de una reconciliación entre la humanidad
desarrollo parecido al
aguas y la ocupación de tierras para \ OD QDWXUDOH]D GHO UHVWDEOHFLPLHQWR
de Occidente durante
H[SORWDFLRQHVDFLHORDELHUWRRODGH- de las relaciones rotas con la natu-
HOVLJOR;;HOSODQHWD
fensa de los manglares contra las em- raleza por nuestro abuso mediante
Tierra resultará
presas productoras de gambas. Estos tecnologías agresivas. Es verdad que
inhabitable para todos
ejemplos muestran cómo a menudo ODUHFRQFLOLDFLyQH[LJHMXVWLFLDWDQWR
en poco tiempo
las luchas sociales a favor de mayor reparativa como distributiva SHUR
MXVWLFLD GLVWULEXWLYD FRQWUD ODV pOLWHV va aún más allá de ésta a través del
HFRQyPLFDV HVWiQ OLJDGDV D SUREOH- ´SHUGyQµ\pVWHH[LJHXQDFRQYHUVLyQ

bioètica & debat · 2015; 21(75): 18-22 21

 Biodebate
Una ética ecológica

de nuestros corazones (metanoia) dex HQWUH RWURV$KRUD ELHQ ¢HV OD vir. Un pool genético amplio permite
SDUDUHVWDEOHFHUODVUHODFLRQHVURWDV biodiversidad buena a priori? Desde aumentar la supervivencia en caso de
reconociendo el daño ocasionado a que comenzó la vida se han extinguido cambios externos. Ante las muchas
la naturaleza y su repercusión en las especies y otras han ido evolucionan- incertidumbres que debe afrontar el
FRPXQLGDGHVKXPDQDVVREUHWRGRODV GRVLQTXHKXELHUDFRQVHFXHQFLDVQR- SODQHWD7LHUUDVHUtDEXHQRSUHVHUYDU
más pobres. Quizás ya lo intuían los tables en el ámbito macro de la bios- HO Pi[LPR GH ELRGLYHUVLGDG \D TXH
aymaras cuando tras cultivar la tierra IHUD6LQHPEDUJRGXUDQWHORV~OWLPRV ésta nos puede ayudar a sobrevivir en
(pachamama) le pedían perdón me- años la causa de la aceleración de la un futuro.
diante ceremonias. disminución de las poblaciones anima-
(VWRV VRQ DOJXQRV YDORUHV VLQ H[FOXLU
les y del aumento de las especies en
RWURV PXFKRV TXH SRGUtDQ D\XGDU D
9. Un último valor a considerar sería peligro de extinción ha sido el ser hu-
construir una ética ecológica que pu-
OD SUHVHUYDFLyQ GH OD ELRGLYHUVLGDG mano. No sabemos si la causa humana
diera dar respuesta a la problemática
por la importancia de la cual apuesta es equiparable a las causas naturales
HFROyJLFDPXQGLDOWHQLHQGRPX\SUH-
el ecologismo cuando reivindica que que durante la evolución han actua-
sente que algunos de ellos provienen
se tomen medidas para preservarla GR \D TXH HO VHU KXPDQR FRQVWLWX\H
GHODVWUDGLFLRQHVUHOLJLRVDVPDHVWUDV
si se ve amenazada debido a causas XQD HVSHFLH PiV TXH VH KD YXHOWR
en humanidad.
humanas. En el presente encontramos altamente depredadora en términos
signos de tensión biológica: disminu- biológicos. Uno de los valores de la 5HIHUHQFLDELEOLRJUiÀFD
FLyQ GH OD SHVFD H[WLQFLyQ GH HVSH- biodiversidad es el hecho de que pre-
1. Potter VR. Humility and responsability: A
FLHVGHWHULRURGHSDVWRVHURVLyQGHO serva la supervivencia y permite que
Bioethics for oncologist: Presidential Address.
suelo o retroceso de la masa forestal ante cambios climáticos súbitos algu-
Cancer Research. 1975; 35: 2.297-2.306.
total del planeta (Living Planet In- nas de las variedades puedan sobrevi-

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