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Durante miles de años, el hombre ha utilizado la crianza selectiva como una aplicación
de la biotecnología para mejorar la producción de los cultivos y ganado para propósitos
alimentarios [ CITATION Bor08 \l 10250 ] . En la crianza selectiva, los organismos con
determinados rasgos se emparejan a propósito para que se reproduzcan. Por ejemplo, las
plantas cruzadas que producen el maíz más grande, dulce y tierno es una forma para los
granjeros de optimizar sus tierras para producir mejores cosechas. Con los animales de
granja se utilizan técnicas similares, por ejemplo, con pavos (para criar aves que
desarrollen pechugas más grandes y tiernas), vacas, pollos y cerdos. Muchas de estas
propuestas son verdaderas aplicaciones genéticas de la biotecnología. Sin darse cuenta y
sin la necesidad de caros laboratorios, equipos sofisticados, científicos con doctorados y
experimentos planeados, el hombre ha manipulado los genes durante cientos de años.
3.2.1. La Biotecnología: Historia
Una de las ramas más antiguas de la biotecnología, es la industrial, puesto que existió
antes del desarrollo de la microbiología, en la antigüedad, la Biotecnología se refiere a
las prácticas empíricas de selección de plantas y animales y sus cruzas, y a la
fermentación como un proceso para preservar y enriquecer el contenido proteínico de
los alimentos y producción de bebidas alcohólicas [ CITATION IIC90 \l 10250 ].
Los años de 1930 a 1970 se caracteriza por desarrollos en cierto sentido opuestos, ya
que por un lado la expansión vertiginosa de la industria petroquímica tiende a desplazar
los procesos biotecnológicos de la fermentación, pero por otro, el descubrimiento de la
penicilina por Fleming en 1928, sentaría las bases para la producción en gran escala de
antibióticos, a partir de la década de los años cuarenta. Un segundo desarrollo
importante de esa época es el comienzo, en la década de los años treinta, de la
aplicación de variedades híbridas en la zona maicera de los Estados Unidos (corn belt)
(Figura 1), con espectaculares incrementos en la producción por hectárea, iniciándose
así el camino hacia la Revolución Verde que alcanzaría su apogeo 30 años más tarde.
En los mediados del 70, Se inicia con los procesos que permiten la inmovilización de las
enzimas, los primeros experimentos de Ingeniería Genética realizados por Stanley
Cohen.
Más tarde, la moderna industria biotecnológica se planteó como objetivo el uso de
enzimas. Las enzimas son los principios activos de los microorganismos y en realidad
los responsables de las bioreacciones. A diferencia de los microorganismos, las enzimas
tienen la ventaja de que pueden manipularse casi como una molécula química, no tienen
tantas reacciones secundarias y no se multiplican, por lo que no surgen problemas de
biomasa. Sin embargo, esto último, puede llegar a ser un inconveniente, ya que las
enzimas muchas veces necesitan coenzimas o mediadores para actuar y, una vez
desactivadas, se hacen inútiles para las bioreacciones [ CITATION Ram001 \l 10250 ].
Las primeras aplicaciones de las enzimas en la industria biotecnológica fueron la
fabricación de edulcorantes (por ejemplo, obtención de jarabe de fructosa a partir del
trigo) y el empleo de lipasas y proteasas en los detergentes para eliminar las manchas
difíciles en los tejidos. Con la utilización de enzimas específicas, muchas obtenidas de
microorganismos manipulados genéticamente, empieza la segunda generación de la
biotecnología industrial (o biotecnología moderna), que integra ya de forma clara la
microbiología, la bioquímica y la ingeniería de procesos
CONCLUSIONES
Binsang, R., Campi, M., & Cesa, V. (2010). Biotecnología y desarrollo. Santiago de
Chile - Chile.
Borzani, W., Schmidell, W., & Almeida, U. (2008). Biotecnología Industrial (Vol. I).
Lima, Lima, Perú: Editora Edgar Blucher LTDA.
Morán, M., Costa, J., & López, F. (2005). Biotecnología en el Sector Alimentario.
España: Genoma España. Obtenido de https://chilebio.cl/wp-
content/uploads/2015/09/Biotecnolog%C3%ADa-en-el-sector-alimentario.pdf