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Semáforos Autoorganizantes
Las congestiones viales se han convertido en un problema a resolver para las ciudades que,
últimamente, han incrementado su población y el número de personas que tienen acceso
a un vehículo. El tráfico vehicular está asociado a pérdida de tiempo, por ello es importante
preguntarse ¿cómo se puede reducir las congestiones viales en las grandes ciudades de
México?
Los semáforos son factor clave y esencial para resolver el problema del tráfico. La primera
solución se basó en métodos centralizados cuyo principal objetivo era tratar de predecir el
tráfico. A partir de los datos que generaba la predicción, se desarrolló un sistema que
trataba de optimizar los tiempos de espera. Sin embargo, el problema que tenía este
enfoque era que si se subestimaba o se sobrestimaba el parámetro de referencia (en este
caso el número de coches que llegaban a un cruce) se producían atascos y retrasos.
Ante esta problemática surge un método alternativo con un nuevo enfoque: adaptativo. En
este método se desarrolla un sistema de semáforos que toman sus propias decisiones y se
adapten a la complejidad del flujo vehicular actual. Este método autoorganizado funciona
de manera simple: cada semáforo ajusta el tiempo de sus ciclos de luces para dar
preferencia a los carros con más tiempo esperando y a los bloques con mayor número de
coches. Los semáforos trabajan en conjunto y, como resultado, generan un flujo continúo
de coches evitando el embotellamiento.