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Universidad Abierta Para Adultos

ASIGNATURA
Filosofía General

FACILITADOR
Elson Vásquez Guzmaán

PARTICIPANTE
Paola Noemy Vásquez Reyes

MATRICULA
100043413

FECHA
19/08/2021
Introducción.

Durante la edad media la filosofía tuvo un cambio drástico en


comparación a la filosofía griega. Principalmente en el ámbito
religioso puesto que en la filosofía griega se explicaba y racionaba
todo en relación con la naturaleza mientras que en la filosofía
medieval todo se respondía con Dios y su gran perfección. En el
desarrollo de esta actividad podremos encontrar otros aspectos
importantes con relación a ese periodo del tiempo y una que otras
características del pensamiento filosófico de San Agustín y Santo
Tomás de Aquino.

Características del pensamiento filosófico de San Agustín.


El pensamiento de Agustín va a recibir una fuerte influencia de Plotino, que al
construir su sistema filosófico, bajo categorías neoplatónica, abrirá su mente a la
contemplación de las verdades eternas que existen por sí en el mundo del
espíritu.

1. Relación entre razón y fe: La fe, vivida y reflexionada desde la filosofía,


será en adelante el horizonte abierto e inconmensurable hacia la
búsqueda de la verdad. Para Agustín es fundamental explicar la relación
entre el alma humana y Dios y será en esta dialéctica que la fe y la razón
se harán aliadas y se constituirán en instrumentos complementarios para
encontrar la verdad.

2. El alma tiene el conocimiento de verdades con carácter inmutable:


esto quiere decir que dentro del hombre hay algo inmutable (que no
puede ser cambiado o alterado). El sistema filosófico agustiniano busca
establecer que la certeza primaria para el hombre está en su propia
experiencia interior; se atreve a platear una metafísica de la interioridad
donde a solas consigo, el hombre descubra su yo más íntimo y desnudo.
La novedad de esta premisa es el desplazamiento que hace Agustín,
desde el problema del mundo exterior: el cosmos, al problema del mundo
interior: la conciencia del hombre. El verdadero misterio, entonces, no
reside en el mundo, sino en las profundidades del alma humana.
3. En su concepción de Dios: En este hallazgo intimista y contemplativo,
Agustín se distanciará también del intelectualismo griego, que en general,
había reducido la voluntad a un lugar muy insignificante. Es aquí donde
radica el aporte novedoso del pensador cristiano, en su capacidad de
poner en contradicción su voluntad, para rendirse a la voluntad divina,
descubriendo el “yo” como persona. La filosofía cristiana de Agustín se
apoya en dos cimientos importantes: el alma y Dios. A Dios se le
encuentra, no en la contemplación del mundo, sino en las profundidades
del alma, por cuanto “ésta” contiene las claves de Dios.

Características del pensamiento filosófico de Santo Tomás de


Aquino.
El pensamiento de Tomás de Aquino es un pensamiento esencial y dialogante.
No le importó enfrentarse a los prejuicios de su tiempo y se mostró siempre
abierto a toda aportación valiosa, dando acogida a toda partícula de verdad, sin
importarle que ésta procediera de filósofos paganos, griegos, hebreos o
musulmanes. Ese era el auténtico espíritu de Tomás de Aquino y,
probablemente, una de sus más valiosas herencias. Su obra constituye un
esfuerzo por integrar en un sistema simple, pero coherente, el legado de sus
antecesores. En este sentido, conviene señalar que su pensamiento no es la
simple suma de elementos de sus predecesores, sino que constituye un sistema
propio cuya nota distintiva y original es su noción filosófica del ser, la cual
recorre y vertebra el conjunto de su pensamiento.

1. Razón y fe: Para Santo Tomás, la distinción filosofía/teología descansa en


la separación entre orden natural y sobre- natural: el orden de
conocimiento natural procede de la razón humana, da lugar a la filosofía y
tiene carácter demostrativo; el orden sobrenatural procede de la
revelación y de la fe y es un conocimiento oscuro; algunas de sus
verdades están al alcance de la razón, y otras la exceden.

2. La teoría del conocimiento: Por ser el hombre punto de intersección


entre lo meramente corporal y lo espiritual, su modo peculiar de conocer
tiene una doble vertiente: por una parte, gracias a su cuerpo, el hombre
parte de los sentidos para adquirir conocimiento; pero por otra, gracias a
su intelecto, el hombre puede abstraer de las cosas sensibles sus formas
o esencias inteligibles, y remontarse así al mundo espiritual. El proceso
del conocimiento se da bajo la cooperación estrechísima de alma y
cuerpo.

3. La existencia de Dios: La existencia de Dios no es evidente para el


hombre, por lo que necesita ser racionalmente demostrada. Tomás de
Aquino lleva a cabo dicha demostración a través de cinco vías o caminos
que son argumentos que parten de las criaturas como efectos y se
remontan a Dios como Causa a través de la analogía y la causalidad. Las
vías tienen una estructura parecida: el punto de partida es un hecho de
experiencia que es considerado metafísicamente; aplicación de la
causalidad al punto de partida; imposibilidad de proceder al infinito en la
serie de las causas; como término final se concluye la existencia de Dios
bajo una formalidad concreta. En este sentido: la primera vía parte de la
experiencia del movimiento y llega a Dios como Primer Motor Inmóvil; la
segunda vía parte de la experiencia de la causalidad eficiente, y concluye
la existencia de Dios como Primera Causa Encausada ; la tercera vía parte
de la generación y corrupción, y culmina en Dios como Ser Necesario por
sí mismo; la cuarta vía tiene su punto de partida en los diferentes grados
de perfección que encontramos en los entes y llega a Dios como Ser
sumamente perfecto, Acto Puro o Ser por esencia; finalmente, la quinta
vía, parte de la experiencia de la finalidad de las cosas y llega a la
existencia de Dios como Inteligencia ordenadora del mundo.

4. La esencia de Dios: Dios es incomprehensible, en cuanto que su esencia


trasciende o excede la limitación del entendimiento humano. Pero, a
pesar de que nuestra inteligencia no pueda abarcar toda la realidad
divina, Dios sí que puede ser conocido por el hombre: es cognoscible.
Para Santo Tomás, nuestro conocimiento de Dios tiene un carácter
analógico, nos recuerda que las palabras empleadas para pensar a Dios
no tienen exactamente el mismo significado que poseen cuando las
empleamos para referirnos a las cosas finitas, no tienen un significado
unívoco, pero tampoco equívoco, sino analógico, en parte igual y en parte
distinto.
5. El hombre, cuerpo y alma: En línea con el hilemorfismo, afirma que el
hombre está compuesto de materia y forma. La unión entre alma y
cuerpo no es accidental, sino sustancial. El hombre es un compuesto
sustancial de alma y cuerpo, representando el alma la forma del cuerpo.
El cuerpo constituye el principio de individuación; el alma le da al hombre
su condición en cuanto tal. Santo Tomás afirma la unidad hilemórfica del
hombre: el ser humano constituye una unidad en la que existe una única
forma sustancial, el alma racional, que informa inmediata y directamente
a la materia prima constituyendo el compuesto "hombre". Desaparecen
así el alma vegetativa y sensitiva, pero no la racional, que tiene ser en sí
misma. Cada alma humana es creada individualmente por Dios. La
subsistencia e inmaterialidad del alma son las características esenciales
del alma, a partir de las cuales demuestra su inmortalidad.

Caracteriza el pensamiento cristiano y diferéncialo del


filosófico.
Conclusión.

Al concluir este tema puedo destacar el desarrollo de la


Filosofía Cristiana y Medieval la cual fue utilizada para explicar
y defender las realidades afirmadas por el cristianismo, pero
también para fomentar un correcto entendimiento de las
mismas.

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