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SUMARIO
Psicología del envejecimiento Principales enfermedades en relación
Cambios psicológicos con relación con el envejecimiento psicológico
al envejecimiento Alteraciones del comportamiento
Envejecimiento social Bibliografía
En la Tabla 4-1 se presentan los cambios que Además, no hay que olvidar que el enveje-
se producen en el denominado envejecimiento cimiento cognitivo se caracteriza por una gran
«normal». variabilidad individual, de modo que dista mu-
cho de ser un fenómeno homogéneo.
Las funciones cognitivas se pueden definir Uno de los aspectos más estudiados por la
como aquellas actividades mentales que reali- Psicología Gerontológica es la inteligencia y la
za el individuo al interactuar con el entorno. posibilidad de que en ella se produzcan cam-
La Psicología se ha preocupado de estudiar bios como consecuencia de los años.
en qué medida los cambios que se producen en Los test de inteligencia han sido el medio
las funciones cognitivas (inteligencia, memo- más utilizado para estudiar cómo realizan los
ria, razonamiento) se deben al proceso de en- individuos actividades cognitivas complejas.
vejecimiento. Estos test suelen incluir tareas verbales (test de
Los primeros estudios realizados pusieron vocabulario, información, pensamiento abstrac-
de relieve los efectos negativos del proceso de to y no verbal) y tareas manipulativas (cubos,
envejecimiento sobre las funciones cognitivas. rompecabezas). Ejemplo de ello es el Test de
Sin embargo, investigaciones posteriores afir- Wechsler (WAIS), en el que se han encontra-
man que algunas de las actividades cognitivas do diferencias relacionadas con la edad; es de-
no decrecen con la edad o se ven poco afecta- cir, los decrementos fueron más acusados en
das por el paso de los años. las pruebas no verbales y de razonamiento que
en las pruebas verbales.
La aplicación del Test de Aptitudes Mentales
Tabla 4-1. Evolución de las funciones Primarias (PMA) (Thurstone y Thurstone,
cognitivas con relación al envejecimiento
1938), que contiene varios subtest y mide dis-
Capacidad Descripción tintas habilidades cognitivas, a distintas mues-
Memoria La información inmediata tras de sujetos, arrojó los siguientes resultados:
(MCP) se capta con más los individuos mostraban decrementos hetero-
lentitud y cuesta
recuperarla
géneos en las escalas, decreciendo en mayor
Problemas en el recuerdo medida las puntuaciones en las pruebas espa-
y evocación ciales y de razonamiento.
Lenguaje Más rico, mejora el
vocabulario
En cuanto a las teorías desarrolladas sobre
Declive de la fluencia el concepto de inteligencia, conviene señalar
verbal que en los primeros años del siglo XX se con-
Personalidad Algunos autores hablan
de estabilidad y otros
sideraba ésta como una destreza unitaria, lo que
de cambio Spearman (1904) denominó inteligencia ge-
Estado afectivo Mayor cautela, neral o factor «g». Sin embargo, una de las
conformismo y
aceptación
teorías más aceptadas es la del enfoque jerár-
Inteligencia Déficit en el procesamiento quico de Cattell (1971). Este autor propone
de la información un modelo de inteligencia de dos dimensio-
Disminuye la fluida
Se mantiene estable o
nes: la inteligencia fluida y la inteligencia cris-
aumenta la cristalizada talizada.
Percepción Algo disminuida La inteligencia fluida mide la capacidad para
Tiempo de Disminuido
reacción
resolver problemas nuevos, no depende del co-
Velocidad de Enlentecimiento nocimiento adquirido ni de factores culturales.
procesamiento Por su parte, la cristalizada supone la acumu-
de la información
lación de experiencias y conocimientos del in-
Psicología del envejecimiento 115
dividuo durante toda la vida; al contrario que quejas subjetivas (Jódar y Junqué, 1990), ya
la anterior, sí está influida por factores educa- que normalmente asocian estas pérdidas con el
tivos y culturales. padecimiento de alguna enfermedad, cuando
Estos dos tipos de inteligencia muestran cur- simplemente son olvidos ocasionales. Pero aun-
vas de envejecimiento bien diferenciadas: así, que son normales ciertos olvidos, no es cierto
mientras que la fluida alcanza su máximo desa- ni mucho menos que se sufran obligatoriamen-
rrollo en la adolescencia y luego decrece pro- te serios problemas de memoria al llegar a la
gresivamente, la cristalizada tiene su máximo vejez. Las personas que han utilizado su men-
a los 18 ó 20 años y permanece estable o inclu- te durante toda la vida, las que se han estimu-
so puede aumentar en la edad avanzada. lado intelectualmente, pueden incluso tener un
Diferentes estudios, como el de Horn y funcionamiento mental mejor que el de algu-
Cattell (1966), apoyan esta teoría. Ellos encon- nos jóvenes. Y a no ser que tengan alguna en-
traron un decremento asociado a la edad en la fermedad o alguna predisposición genética a
inteligencia fluida, mientras que las puntua- sufrir trastornos de la memoria, su vida puede
ciones en las pruebas cristalizadas se mante- ser completamente normal.
nían estables. Es cierto que la memoria se va deterioran-
El estudio realizado por Schaie (1994) con- do, ya que con la edad se sufre un declive fí-
cluyó que los componentes del PMA cristaliza- sico y mental como consecuencia de una lar-
dos no eran sensibles a la edad, mientras que los ga vida de actividad, pero el cambio que se
componentes fluidos comenzaban a decrecer ha- produce no es tan grande como generalmente
cia la mitad de la séptima década de la vida. se piensa. Es lo que conocemos como «pérdi-
Es importante tener en cuenta que la rapi- da de memoria asociada a la edad», que con-
dez es un factor importante en los test de inte- siste en una alteración que se da en personas
ligencia fluida; de ahí que los mayores estén en sanas y que no se debe a ningún trastorno psi-
desventaja respecto a los individuos jóvenes. cológico u orgánico. En estos casos aparecen
Por otro lado, las destrezas, que son la base de problemas para aprender nueva información,
las actividades fluidas, no suelen practicarse fallos de atención y dificultad para recordar las
por la mayoría de las personas mayores, por lo cosas.
que con una estimulación apropiada estas ha- Esta función cognitiva no se pierde comple-
bilidades podrían mejorarse. tamente con la edad; algunos aspectos de la me-
moria se deterioran con el paso de los años,
pero otros se hallan bien preservados.
Memoria La memoria no es invariable, algo que no se
pueda mejorar con la edad; tampoco es siem-
Antes de hacer referencia a los efectos del en- pre la misma, ya que depende de las diferentes
vejecimiento sobre la memoria, es necesario situaciones en las que nos podamos encontrar.
estudiar qué es la memoria, realizar un análi- Es muy importante saber que las personas no
sis de su estructura y de los procesos que ope- nacemos con buena o mala memoria; por
ran en ella. tanto, siempre y a cualquier edad se puede me-
La memoria es la capacidad para recibir, re- jorar utilizando distintas técnicas.
coger y almacenar información en nuestro ce- La memoria no es una función aislada o in-
rebro y recuperarla cuando nos es preciso. dependiente. En ella intervienen diversos fac-
Gracias a ella podemos desenvolvernos en la tores, como son la atención, la motivación, el
vida y en el mundo que nos rodea. estado de ánimo...; por tanto, para mejorar la
La memoria es la función cognitiva superior memoria es necesario intervenir en todos estos
más estudiada en el ámbito del envejecimien- factores.
to, hecho que es debido a que las personas ma- La memoria cambia con la edad, eso es cier-
yores se quejan frecuentemente de sufrir pér- to, pero el futuro es mucho más esperanzador
didas de memoria, lo que se conoce como de lo que la mayoría de las personas creen.
116 Principios de Geriatría y Gerontología
Durante la infancia tenemos pocas respon- forma parte del proceso normal de envejeci-
sabilidades y raramente se espera que recorde- miento.
mos demasiado. Podemos acordarnos del pa- Entre los 50 y los 60 años la mayoría de las
sado, pero nuestra capacidad para distinguir personas notan un cambio importante en cier-
entre sucesos importantes y triviales es limita- tos ámbitos de la memoria, especialmente en
da. Lo que tenemos que aprender lo aprende- la capacidad para aprender nueva información
mos rápidamente, pero también tendemos a ol- y mantener en la mente los sucesos que están
vidar con la misma rapidez. La memoria por venir, mientras que los recuerdos del pasa-
prospectiva (en especial de sucesos que hemos do lejano permanecen inalterados.
esperado con emoción) quizá es potente.
En la madurez se nos exige que adquiramos
y retengamos mucha más información. Modelos de memoria
Asimismo, tenemos que vivir con las conse-
cuencias de olvidar. A medida que nos vamos Modelos estructurales (Fig. 4-1)
haciendo mayores, nos cuesta más aprender, La idea principal del modelo estructural con-
pero también es menos probable que olvide- siste en que la memoria se compone de varias
mos las cosas que hemos aprendido. Somos ca- estructuras dispuestas secuencialmente.
paces de distinguir entre los recuerdos impor- Este modelo propone la existencia de distin-
tantes y los triviales, pero al mismo tiempo con tos almacenes de memoria con propiedades fun-
la edad la memoria prospectiva parece debili- cionales específicas (tipo de información que
tarse significativamente. almacenan, capacidad de almacenamiento, per-
A pesar de que algunas enfermedades rela- sistencia de la información, etc.). Estos alma-
cionadas con la edad, como la enfermedad de cenes son tres: memoria sensorial, memoria a
Alzheimer, tienen efectos fundamentales so- corto plazo y memoria a largo plazo.
bre la memoria, el declive de las funciones El primer almacén es la memoria sensorial,
mentales y de la capacidad para recordar no donde el input de información se registra duran-
SENSORIAL
te unos segundos antes de almacenarse. De aquí sensorial y los retiene por un breve período de
la información pasa a un segundo almacén, el tiempo, sino que los codifica, es decir, elabo-
llamado almacén de memoria a corto plazo; de ra trozos de información más complejos a par-
capacidad limitada, retiene un número limitado tir de unidades elementales. Además, decide su
de información (chunks) y durante unos pocos traslado a un almacén de memoria más perma-
segundos. Este almacén también se denomina nente: la memoria a largo plazo. Si es necesa-
memoria de trabajo, ya que retiene la informa- rio recupera información de este último alma-
ción activa. La información de este almacén pue- cén para integrar información conocida con
de pasar a la memoria a largo plazo (MLP), de información nueva y actual.
capacidad y persistencia ilimitadas. En este al- Este modelo sugiere que la memoria opera-
macén la información está inactiva y sólo se ac- tiva está formada por un ejecutivo central, asis-
tiva cuando es necesario. Esta activación se pro- tido por dos subsistemas auxiliares: la agenda
duce en el espacio de la memoria a corto plazo visoespacial y el bucle fonológico. Este último
(MCP). permite la repetición de la información verbal
La memoria sensorial es un almacén de ca- y su codificación fonológica, mientras que el
pacidad ilimitada aunque de escasa persisten- primero se encarga de la manipulación y alma-
cia temporal. En ella se realiza un registro pre- cenamiento de las imágenes. El elemento más
categorial de la información; es decir, en este importante es el ejecutivo central, ya que es el
almacén la información no se analiza, está en que controla a los otros dos sistemas, y su ca-
estado primitivo. En este almacén se registra la pacidad es limitada.
información del medio que llega a través de los En cuanto a la memoria a largo plazo, las
sentidos. Aunque se supone que existe un al- teorías estructurales afirman que es una comple-
macén sensorial para cada sentido, los más es- ja red semántica de conceptos y relaciones aso-
tudiados han sido la vista y el oído. Así, a tra- ciativas. La MLP se ha considerado un almacén
vés de estudios experimentales, Neisser (1967) formado por una serie de sistemas diferentes.
distinguió dos tipos de memoria sensorial: icó- Una de las clasificaciones más aceptadas dis-
nica y ecoica. tingue entre memoria declarativa, que es una
La memoria a corto plazo es un almacén de memoria de hechos, y memoria procedimen-
capacidad limitada, George Miller (1956) ha- tal, que es una memoria de habilidades.
bla del número mágico 7 ± 2 como límite de la La memoria declarativa se divide a su vez
capacidad de procesamiento de la MCP, y de (Tulving, 1972) en memoria episódica y me-
persistencia limitada, pues dura entre 15 y 30 moria semántica.
segundos. La memoria episódica almacena y recupera
Si proponemos una tarea de recuerdo libre en hechos pasados de la vida del sujeto, y sus con-
la que se presentan una serie de ítems no rela- tenidos están organizados en el espacio y en el
cionados entre sí y que supone el número mági- tiempo. Tiene además un marcado carácter
co de Miller, la probabilidad de recuerdo de los autobiográfico. En esta memoria no existe ca-
mismos está en función de la posición que ocu- pacidad inferencial, es decir, los hechos se re-
pan en la serie. Se comprueba que los primeros cuperan cuando han sido almacenados previa-
y últimos ítems de la serie se recuerdan mejor mente.
que aquellos que están en una posición central. La memoria semántica es un almacén de co-
A estos efectos de la posición inicial y final se nocimientos (conocimiento del mundo, del len-
les denomina efectos de primacía y de recencia. guaje). Registra información relacionada con
La MCP no es un mecanismo pasivo que re- conceptos, hechos y lenguaje. No tiene carác-
cibe información: constituye un sistema de al- ter autobiográfico, ni suele estar organizada en
macenamiento, pero también un sistema de con- pautas espaciales y temporales. La memoria se-
trol activo. mántica puede crear información nueva que no
Tiene un papel importante, ya que no sólo ha sido almacenada previamente mediante pro-
recibe los inputs que provienen de la memoria cesos de razonamiento.
118 Principios de Geriatría y Gerontología
Entre la memoria a corto plazo y la memo- cesamiento requiere, más persistentes son las
ria a largo plazo se da una doble interacción. huellas de memoria que deja en la mente y ma-
Así, la información retenida en la MCP proce- yor es la probabilidad de recuerdo posterior.
dente de la memoria sensorial pasa a veces a la También señalaron que el recuerdo no sólo de-
MLP. Por otra parte, cuando necesitamos re- pende del nivel de procesamiento, sino de otras
cuperar información de la MLP, ésta se activa variables, como la elaboración, distintividad,
en la MCP. congruencia, etc.
Hay otras diferencias importantes: una de Siguiendo el modelo estructural, las inves-
ellas es el formato de información que registran. tigaciones realizadas hasta la fecha coinciden
Así, la MCP retiene las propiedades físicas de en señalar que no existen apenas déficit en la
la información, y en la MLP se retiene una ré- memoria sensorial asociados al envejecimien-
plica semántica de ésta. Otra hace referencia al to (Poon, 1985); en cambio, señalan que con el
proceso de recuperación de la información, que aumento de la edad se produce un incremento
es casi inmediatamente accesible en la MCP, en el tiempo requerido para identificar un estí-
mientras que para recuperar información de la mulo visual, hecho que se relaciona más con
MLP se requieren procesos más elaborados. procesos atencionales y perceptivos.
Parece haber un deterioro significativo en la
memoria a corto plazo a partir de los 70 años,
Modelos procesales el cual se puede explicar por un deterioro más
general en habilidades cognitivas. Brébion,
A partir de los años setenta comienzan a apa- Smith y Ehrlich (1997) analizaron la MCP con
recer las críticas al modelo multialmacén, a la una tarea típica de procesamiento concluyen-
concepción de la existencia de estructuras mne- do que existe un procesamiento similar entre
mónicas unitarias. jóvenes y mayores, y que las diferencias se de-
Frente a las propuestas de los modelos es- ben a que los mayores necesitan más tiempo
tructurales, surgen otros modelos que hacen para concluir la tarea y recuerdan un menor nú-
hincapié en los procesos de memoria. Así, la mero de palabras, lo que se explica observan-
memoria se divide en una serie de operaciones do que jóvenes y mayores siguen distintos mo-
diferenciadas: codificación, almacenamiento, dos de actuación (los mayores se centran en el
retención y recuperación de información. procesamiento descuidando el almacenamien-
Los autores más representativos de esta co- to). Por otra parte, en tareas que implican divi-
rriente son Craik y Lochhart (1972) con su es- sión de la atención o atención a varios estímu-
tudio sobre los niveles de procesamiento. los simultáneamente, o cuando las tareas re-
Estos autores trataron de estudiar la influen- quieren una mayor manipulación de la infor-
cia del modo en que se procesa la información mación, las personas de más edad encuentran
sobre el recuerdo posterior. dificultades. Se han observado diferencias con
Este enfoque defiende una relación funcio- la edad en un componente de la MCP, que com-
nal directa entre el nivel de procesamiento de promete dos funciones: almacenamiento y pro-
un hecho y la persistencia temporal del trazo cesamiento de la información; hablamos de la
de memoria. Así, un procesamiento profundo memoria de trabajo. Así, en tareas que miden
es aquel en el que el estímulo se analiza aten- memoria de trabajo se ha encontrado que el gru-
diendo a sus propiedades más abstractas de tipo po de mayores rinden menos, lo que quiere de-
semántico. Un nivel de procesamiento super- cir que recuerdan menos información cuando
ficial se encargaría de codificar los rasgos físi- dicha información está implicada en elemen-
cos del estímulo. tos más complejos que suceden en breves pe-
A través de varios experimentos, definieron ríodos de tiempo.
operativamente los niveles de procesamiento y Los aspectos de la MLP más afectados du-
concluyeron que cuanto más profundo es el ni- rante el proceso de envejecimiento son los epi-
vel de análisis del estímulo, más tiempo de pro- sódicos (información ligada al contexto). En la
Psicología del envejecimiento 119
viduo debe resolver de manera adecuada para llegaban a mayores, y en este sentido la res-
pasar a un estadio superior. puesta de los servicios sanitarios ha sido insu-
En la vejez el conflicto vendría dado por el ficiente. Todo esto hace que la vejez se haya
deseo de envejecer con éxito y la angustia que convertido en un problema que conlleva deci-
producen los pensamientos de dependencia y siones de política social muy delicadas.
muerte. En esta etapa el individuo reevalúa los Hoy en día, nuestra sociedad es gerontofó-
estadios anteriores, los logros y metas conse- bica, es decir, teme a la vejez, por lo que es ne-
guidas y busca el envejecimiento satisfactorio cesario analizarla como parte de uno mismo,
(sabiduría), que según este autor pocos indivi- como parte de la vida, y entender su psicopa-
duos llegan a alcanzar. tología con un enfoque transcultural.
Cada una de estas teorías ha adoptado su Las tres principales etapas de la vida son las
propia metodología para investigar el desarro- dedicadas a la educación, el trabajo y la jubi-
llo de la personalidad. La teoría de los rasgos lación.
seguiría una orientación psicométrica o facto- A principios del siglo XX, la vida se centra-
rial, mientras que la teoría de las etapas emple- ba en las etapas de educación y trabajo, ya que
aría una metodología fenomenológica, que fija los hombres tenían una esperanza de vida de
un número determinado de etapas y crisis a lo 46.3 años (por término medio sólo pasaban ju-
largo del ciclo vital. bilados 1.2 años). La jubilación ocupaba el 3 %
del promedio del tiempo de vida de un varón.
En la década de los 80 el tiempo de jubilación
ENVEJECIMIENTO SOCIAL aumentó por término medio a 13.8 años (el
20 % de sus 69.3 años); esto significa que la ju-
Existen numerosas teorías que se basan en el bilación se ha convertido en una de las etapas
análisis de la adaptación de las personas al pro- más largas de la vida del hombre, ya que los
ceso de envejecimiento. Para realizarlo, valo- varones que se jubilan hoy en día pasan más
ran una serie de factores culturales, sociales y tiempo como jubilados que como escolares (US
biológicos, haciendo especial hincapié en el Senate Special Committee on Aging, 1984).
desarrollo de las relaciones sociales entre las La etapa de la vida que comienza a los 65
personas mayores y el entorno en el que viven. años se denomina vejez, y se asocia a la edad
A lo largo de la vida, toda persona va a ir laboral de jubilación. El Estado es el encarga-
sufriendo una serie de cambios, y para lograr do de fijar la edad que da derecho a la jubila-
una buena adaptación a estos cambios es nece- ción, la cual se determina más por razones so-
sario desarrollar nuevas capacidades. De este cioeconómicas y laborales que por una
modo, podrá enfrentarse a los distintos perío- necesidad real del individuo. La jubilación es
dos de la vida sin derivar en un drama perso- una etapa de la vida que unas veces se desea y
nal, en hastío o en soledad. se vive como una liberación y otras se consi-
Entre los cambios más comunes debidos al dera como un destierro o un abandono. Estas
envejecimiento están los cambios en los roles diferentes formas de vivir la jubilación por unos
sociales, que cada individuo experimenta de y otros están directamente relacionadas con el
distinta forma. contexto en que se produce; los agricultores y
El envejecimiento se produce en un contex- ganaderos de antes no se jubilaban, sino que
to de relaciones sociales, contexto formado por cambiaban sus actividades en función de sus
familia, amigos y comunidad (Antonucci, 1995). capacidades, por lo que al ser algo progresivo
En los países desarrollados, la industrializa- desembocaba en una mayor integración. Muy
ción ha supuesto, entre otras cosas, la pérdida distinto es lo que sucede en las sociedades in-
de prestigio y poder del anciano, situación que dustriales y urbanas, donde la jubilación se pro-
afecta a su capacidad de autonomía económi- duce de manera brusca y radical debido a la
ca. La pobreza en las personas mayores es un competitividad de la economía, en la que se
problema del siglo XXI, debido a que antes no exige la obtención de rendimientos máximos,
Psicología del envejecimiento 121
satisfacción durante la jubilación que las que cible para el que no se suele estar preparado.
no padecen estas disfunciones. También se con- De todos modos, Eisdorfer y Wilkie (1973)
cluyó que las relaciones personales están direc- comprobaron que la situación de pérdida supo-
tamente relacionadas con la satisfacción duran- nía menos estrés si la persona fallecida lleva-
te la jubilación (las personas con un grupo ba tiempo enferma.
estable de amigos se adaptan mejor). Otra va- En diferentes estudios se ha confirmado que
riable relacionada es la soledad (las personas las personas mayores tienden a sobrellevar me-
que se sienten solas se adaptan peor a esta eta- jor la situación de pérdida que los adultos jó-
pa de la vida). venes, ya que suelen estar más preparados para
Según Rosow (1974) la actitud del indivi- aceptar la muerte.
duo durante el período previo a la jubilación es Lopata (1973) señala que un 20 % de las per-
el predictor más importante de su adaptación a sonas viudas afirman no adaptarse a la nueva
esta nueva situación. situación, ya que las personas mayores que han
Sáez (1995) señala que, según piensan ellas perdido su cónyuge, están obligadas a cambiar
mismas, el mayor problema que tienen las per- radicalmente de vida, realizando actividades y
sonas jubiladas es el económico (74 % de los tareas que antes realizaba su pareja, como co-
encuestados), en segundo lugar, la soledad cinar, arreglar grifos o llevar al día la econo-
(59 %) y los problemas de salud (38 %). mía familiar.
Moragas (1991) afirma que cada persona Existen muy pocos estudios que exploren
busca su equilibrio a través de intereses y acti- los mecanismos de afrontamiento de la muer-
vidades que sustituyan al trabajo; en definiti- te del cónyuge, pero sí se ha comprobado que
va, cada individuo vive su jubilación en fun- a los viudos les supone un gran alivio hablar y
ción de sus características personales, intereses, expresar sus sentimientos ante esta difícil si-
ocupaciones... tuación.
Es necesario elaborar programas de prepa- Carey (1997) señala que los hombres se
ración para la jubilación (programas de forma- adaptan mejor que las mujeres. Ello puede ex-
ción que persiguen facilitar la transición y plicarse por el rol que tradicionalmente se les
adaptación del sujeto a su nueva situación). atribuye, de modo que la posición social de
Dichos programas deben comenzar a imple- una mujer casada viene determinada por la pre-
mentarse ya en la etapa laboral, y no debemos sencia de su marido; además, es probable que
olvidar la experiencia de otras personas que los hombres viudos tengan mayor seguridad
han conseguido superar con éxito esta etapa de económica y dispongan de más oportunidades
su vida. de rehacer su vida con otra pareja. La postu-
El impacto que produce la jubilación no sólo ra opuesta la defienden Cook y Oltjenbruns
tiene que ser asumido por el jubilado sino tam- (1989), quienes afirman que los hombres son
bién por su entorno (cónyuge, familia, ami- incapaces de cuidar de sí mismos, al contra-
gos…); por ello, los programas de preparación rio que las mujeres. Sin embargo, es probable
para la jubilación deben contar con la persona que hoy en día, debido a los cambios sociales
y con el medio que le rodea, aspectos que van y de roles, estas diferencias vayan desapare-
a favorecer una concienciación social sobre la ciendo.
jubilación y sus consecuencias. La mayoría de los estudios sobre la viude-
La viudedad se define como la pérdida del dad se basan en dos áreas: el duelo (en el que
cónyuge. Debido a las diferencias existentes en se realiza un análisis de los síntomas y el cur-
lo que se refiere a expectativas de vida, afecta so del proceso) y el desarrollo de la vida coti-
con más frecuencia a las mujeres que a los hom- diana del viudo (analizando sus relaciones, sa-
bres. A diferencia de la jubilación, el estado de tisfacción vital, estilo de vida).
viudedad ni está institucionalizado ni se pro- El duelo se puede definir como el trabajo
duce a una edad determinada, pero en cierto psíquico necesario para afrontar una pérdida
sentido se puede decir que es un hecho prede- significativa (un ser querido, un objeto impor-
Psicología del envejecimiento 123
Los efectos secundarios del tratamiento mé- tarias (en función de la historia clínica y del es-
dico también pueden causar depresión, o inclu- tado mental) y las pruebas psicológicas (distin-
so agravarla en determinados pacientes. Aque- tas escalas de depresión).
llas enfermedades que producen dolor crónico, En las personas mayores la depresión se ma-
como la artritis, se asocian más a la depresión nifiesta de diferente forma que en los jóvenes,
que las que son menos dolorosas, como la dia- siendo en ocasiones muy difícil establecer un
betes. diagnóstico diferencial debido a que algunos
Se han observado otra serie de factores que de los síntomas son similares a los de otros sín-
están directamente relacionados con la inciden- dromes y disfunciones mentales, lo que puede
cia de la depresión, como el estilo de vida o los llevar a la realización de diagnósticos erróneos.
problemas económicos, e incluso se ha visto De todos modos, a veces, una depresión pue-
una correlación negativa entre la depresión y de provocar una demencia (enfermedades con
la fe religiosa. Por otro lado, las personas ma- pronóstico y tratamiento diferentes). Es nece-
yores ingresadas en un centro sufren depresión sario ser muy cauteloso a la hora de interpre-
mayor en una proporción mucho más alta tar la sintomatología depresiva antes de
(Blazer, 1993). realizar un diagnóstico y proponer una inter-
Diversos autores señalan que no existen más vención.
depresiones entre los mayores que en el resto Así pues, para evitar errores a la hora de
de los grupos de edad, a no ser que vayan aso- realizar un diagnóstico entre un paciente con
ciadas a incapacidad física o a enfermedades depresión y otro con demencia realizaremos un
somáticas limitantes. Por otro lado, en la an- análisis del estado de salud, e identificaremos
cianidad la depresión puede ser un nuevo epi- las quejas de memoria, los cambios cognitivos
sodio en una persona que la tuvo anteriormen- y los comportamentales.
te, o bien observarse por primera vez en esta La evaluación de la depresión es impres-
etapa. Según Ojen y cols. (1995) las formas tar- cindible, ya que constituye un problema de sa-
días llegan al 80 %. lud mental y un diagnóstico acertado es nece-
Para establecer un diagnóstico de depresión sario a la hora de establecer la terapia ade-
en el anciano, nos vamos a centrar en el tras- cuada.
torno afectivo que interfiere en su calidad de
vida, lo que le lleva a actuar, sentir y pensar de
forma diferente (Tablas 4-3, y 4-4).
Tabla 4-3. Síntomas y signos para el
En las personas mayores no se llega a diag- diagnóstico de la depresión (fuente: Blazer 1993)
nosticar una proporción alta de este tipo de tras-
Los episodios depresivos tienden a ser más
tornos, y en los casos en los que se identifica prolongados y resistentes al tratamiento
la enfermedad, sólo se inicia el tratamiento en Mayor frecuencia de agitación y ansiedad que
menos de un tercio de ellos. de inhibición
Mayor irritabilidad
Para establecer un diagnóstico adecuado es Mayor pérdida de apetito
necesario tener en cuenta la historia clínica y Elementos paranoides más habituales.
la exploración psicopatológica (comienzo de Frecuentes síntomas psicóticos con delirio de
ruina, culpa, hipocondría o de tipo nihilista
la enfermedad, síntomas, relación con posibles Mayor somatización e hipocondría
desencadenantes, si ha habido o no fluctuacio- Mayor frecuencia de formas enmascaradas y
nes, personalidad previa, antecedentes perso- menor tristeza como tal
Mayor riesgo de suicidio
nales y familiares, consumo de tóxicos y alco- Más estreñimiento y mayor tendencia a la
hol), la exploración física (existencia de letargia
insuficiencia cardíaca o respiratoria, trastornos Menos variaciones diurnas del humor
Insomnio intenso
endocrinos, infecciones…), el estado mental Disminución de los rendimientos
(alteraciones de la conciencia, memoria, inte- cognoscitivos
ligencia, humor y afecto, percepción, nivel de Pérdida de peso
Mayor riesgo de cronicidad
autoestima…), las exploraciones complemen-
Psicología del envejecimiento 125
EMOCIONALES ASPECTO
Abatimiento y tristeza Postura inmóvil
Disminución de la satisfacción de la vida Expresión triste
Pérdida de intereses Falta de cooperación
Llanto Retraimiento social
Irritabilidad Hostilidad
Sensación de vacío Suspicacia
Miedo y ansiedad Confusión y obnubilación
Sentimientos negativos para sí mismo de conciencia
Preocupaciones Variaciones diurnas de humor
Desesperanza Aspecto desaliñado
Sensación de fracaso Crisis de llanto o gemidos
Soledad Ulceraciones ocasionales en la
Inutilidad córnea por disminución
del parpadeo
COGNOSCITIVOS Pérdida de peso
Impactación fecal
Baja autoestima
Pesimismo PSICOMOTOR
Autoacusaciones y críticas
Rumiación de problemas Bradilalia
Pensamientos suicidas Movimientos lentos
Ideas delirantes de inutilidad, Gesticulación minimizada
de comportamiento imperdonable, Marcha lenta y torpe
nihilistas, somáticas Mutismo
Alucinaciones auditivas y visuales Estupor o semicoma
Dudas sobre valores y creencias Cesación de la masticación o
Dificultad de concentración deglución
Mala memoria Disminución o inhibición
del parpadeo
FÍSICOS Actividad motora continuada
Retorcimiento de manos
Anorexia Autolesiones cutáneas
Astenia Marcha incesante
Trastornos del sueño Sueño inquieto
Estreñimiento Comportamiento anormal
Pérdida de la libido o inapropiado
Dolor Amagos o intentos suicidas
Inquietud Negativismo
Brotes de agresividad
VOLITIVOS
Algunos de los instrumentos de que dispo- — Escala de depresión del centro de estu-
nemos para evaluar la depresión en personas dios epidemiológicos (Radloff, 1977)
adultas son los siguientes:
De estas escalas, las validadas específica-
— Inventario de depresión de Beck (1961). mente para personas mayores son:
— Escala de depresión geriátrica de Yesa-
vage (1984) — El inventario de depresión de Beck: con-
— Escala de autoevaluación de la depresión tiene 21 categorías de síntomas y actividades
(Zung, 1965) derivadas del tratamiento clínico. La puntuación
126 Principios de Geriatría y Gerontología
oscila entre 0 y 63 puntos: a mayor puntuación, sonalizar. El terapeuta debe ayudarle a elabo-
más grave es la depresión del individuo rar nuevas formas de representación mental más
— La escala de depresión geriátrica GDS positivas. El tratamiento de la depresión en per-
(Yesavage, 1984): están exentos los índices so- sonas mayores que han seguido una psicotera-
máticos, y contiene 30 ítems con respuestas di- pia ha tenido efectos positivos cuando se ha
cotómicas. Una puntuación de 0 a 10 significa centrado en la adquisición de habilidades que
que el individuo es normal, y una puntuación les permitan controlar su estado de ánimo.
superior a 11 indica la presencia de un estado La ansiedad se define como un estado emo-
depresivo. cional de malestar y aprensión que a menudo
se identifica por la expresión trastorno de an-
Distintos estudios utilizan las escalas de siedad, que se caracteriza por la presencia de
bienestar subjetivo, en las que se pretenden eva- síntomas como inquietud extrema, insomnio y
luar factores determinantes para las personas fatiga, que producen malestar y deterioro de las
mayores. La evaluación del bienestar subjeti- funciones. Este trastorno se puede manifestar
vo estima el placer de vivir que conserva el an- en forma de fobia (temor irracional o inapro-
ciano. piado a un elemento o acontecimiento determi-
Es muy importante diferenciar lo que es una nado), en forma de ansiedad generalizada (sen-
depresión del fenómeno propio del envejeci- timiento perpetuo de ansiedad, acompañado
miento. No todas las personas mayores están de síntomas físicos, como sudoración, taqui-
deprimidas; es importante tener esto en cuenta, cardias, etc.), en forma de trastorno obsesivo-
porque de ello van a depender los tratamientos. compulsivo (en el que, para aliviar los senti-
Existen múltiples tratamientos, pero los más mientos de ansiedad, el paciente se ve
utilizados y los que dan mejor resultado son los impedido a repetir el mismo acto) y en forma
siguientes: de trastorno de angustia (caracterizado por cri-
sis de angustia). La ansiedad suele ir asocia-
— La quimioterapia: es un tratamiento far- da a la depresión (Flint y Rifat, 1998) y a la
macológico en el que se utilizan dos tipos de demencia (Scogin, 1994). La ansiedad como
fármacos: los antidepresivos y los inhibidores, síntoma es muy frecuente en las personas ma-
pero hay que tener en cuenta los efectos secun- yores, pero no lo es tanto la ansiedad como
darios, el estado de salud del paciente y la posi- enfermedad.
ble interacción con otros medicamentos. Los an- La ansiedad tiene múltiples manifestacio-
tidepresivos han sido los más eficaces en nes (Tabla 4-5), lo que puede dificultar el es-
tratamientos de depresión, pero comportan mu- tablecimiento de un diagnóstico correcto
chos efectos secundarios, como sedación, pro- (Lader, 1982).
blemas vasculares, hipotensión... Los inhibido- Para realizar un diagnóstico correcto hay que
res son los más recomendados y los que se seguir varios pasos: se empieza por analizar la
emplean con mayor frecuencia, pero son me- historia clínica y psicopatológica (es necesario
nos eficaces que los antidepresivos. En defini- revisar los antecedentes familiares de enferme-
tiva, existen varios medicamentos eficaces para dades somáticas y psíquicas, los desencadenan-
tratar la depresión en ancianos, pero tienen efec- tes, la frecuencia e intensidad de los síntomas,
tos secundarios que pueden agravar los proble- las manifestaciones…) y se contrastan los re-
mas de salud ya existentes e incluso contribuir sultados obtenidos con los familiares. Por otro
a la aparición de nuevos síntomas. lado, conviene recordar que en las personas ma-
— La psicoterapia: pretende modificar el es- yores la ansiedad se puede confundir con la aca-
tilo de pensamiento de la persona depresiva, tisia (temblor, agitación e inquietud).
animándola a realizar modificaciones en sus Se ha observado que el enfermo anciano no
comportamientos y emociones, ya que la de- pide ayuda ante los síntomas de esta enferme-
presión lleva al individuo a sentirse triste e in- dad, ya que los considera normales a su edad
seguro, a sobrevalorar lo insignificante, a per- (Serna, 2000). Muchos ancianos son incapaces
Psicología del envejecimiento 127
— Los trastornos del estado de ánimo. — Deben ser relativamente cortos, fáciles
— Los trastornos depresivos: trastorno de- de administrar y puntuar, y tener una buena
presivo mayor y distimia. aceptación entre los pacientes y examinadores.
— Los trastornos de ansiedad: trastorno de — Deben poseer la sensibilidad suficiente
ansiedad generalizada. como para detectar cambios en una función
— La esquizofrenia y otros trastornos psi- cognitiva o en alteraciones del comportamien-
cóticos: trastorno delirante. to, permitir alguna diferenciación entre dete-
rioro global y focal, y proporcionar alguna es-
Por otro lado, conviene señalar que muchas timación de la gravedad del deterioro.
de las enfermedades que cursan con trastornos — Deben intentar excluir el sesgo/aprendi-
cognitivos van a estar acompañadas de altera- zaje del test-retest.
ciones del comportamiento, generadores de una — Han de evitar el efecto techo.
serie de efectos: — Los tests a incluir deben proporcionar los
intervalos de cambio (en puntuaciones) que su-
— Son causa de institucionalización del pa- fren los sujetos en la evolución de su enferme-
ciente. dad.
— Agravan la carga asistencial del cuidador.
— Interfieren en el tratamiento. Dentro de la valoración psicopatológica, el
— Son el síntoma inicial de algún otro pro- presupuesto básico para evaluar las alteracio-
ceso. nes del comportamiento es la necesidad de aten-
der siempre a dos parámetros: frecuencia y gra-
vedad de los síntomas.
Evaluación de los trastornos
conductuales
Principales escalas
La evaluación clínica de un paciente geriátrico
debe realizarse basándose en la exploración clí- El Inventario Neuropsiquiátrico (NPI; del in-
nica, la aplicación de métodos diagnósticos com- glés Neuropsychyatric Inventory) de Cummings
plementarios, el análisis de datos de laborato- y cols. (1994) es una entrevista estructurada
rio y la aplicación de métodos psicométricos. cuyo objetivo es obtener información sobre la
El principal método de cuantificación en presencia de síntomas neuropsiquiátricos y con-
Psicología es el test o escala psicométrica. Sin ductuales en pacientes con alteraciones cere-
embargo, es necesario tener en cuenta que no brales, si bien se elaboró para aplicarla en in-
son pruebas diagnósticas en sí mismas; sólo dividuos con enfermedad de Alzheimer u otras
pretenden identificar la presencia de deterioro demencias. Su principal aportación es distin-
o alteraciones del comportamiento, y por ello guir entre frecuencia y gravedad de los cam-
servir de ayuda en el diagnóstico y tratamien- bios comportamentales, explorando diez aspec-
to de los pacientes, así como en la estimación tos diferentes: delirios, alucinaciones, disforia,
de su deterioro. Por consiguiente, uno de los ansiedad, euforia, agresividad, apatía, irritabi-
aspectos más importantes a tener en cuenta en lidad, desinhibición y conducta motriz anóma-
la evaluación neuropsicológica es la elección la. Posteriormente, se han añadido otras dos al-
de las escalas o test psicométricos adecuados. teraciones comportamentales: trastornos del
Las escalas a utilizar en esta población de pa- sueño y de la alimentación. Una de las carac-
cientes deben cumplir necesariamente los si- terísticas principales de este instrumento es que
guientes criterios: permite economizar tiempo de exploración; para
ello, se han elaborado preguntas de screening
— Deben poseer unos elevados índices de que proporcionan una visión global de cada al-
fiabilidad y validez, determinados para esta po- teración del comportamiento de manera espe-
blación en concreto. cífica. La información es recogida por los cui-
Psicología del envejecimiento 129
dadores que, para servir de informantes, deben — Ofrece la posibilidad de dar puntuacio-
estar diariamente en contacto con el paciente. nes específicas para cada uno de los síntomas,
Cada una de las áreas valoradas incluye una además de una puntuación global (imprecisa).
pregunta exploratoria o de screening; si a esta — Utiliza la información procedente de un
pregunta el informante responde afirmativa- informante, evitando el problema que supone
mente, se sigue con una exploración más ex- tener que preguntar al paciente con demencia
haustiva (se valora con siete u ocho preguntas u observar el comportamiento del paciente du-
que proporcionan una información más deta- rante períodos de tiempo limitados. Además,
llada), y si la respuesta a la pregunta de explo- tiene la capacidad de medir el estrés provoca-
ración es negativa, se pasa a otra subescala. do por cada uno de los síntomas a los cuidado-
Después de administrar la totalidad de los ítems res.
de cada subescala, se determinará la gravedad — La sección de disforia del NPI no inclu-
y la frecuencia de dicha conducta con arreglo ye ítems neurovegetativos o somáticos y evita
a los criterios proporcionados para cada con- por tanto la confusión a que puede dar lugar el
ducta. Se le pide al cuidador que valore la gra- solapamiento entre demencia y depresión.
vedad (1 = leve; 2 = moderado; 3 = grave) y la — Existen diferentes versiones, incluida la
frecuencia (1= ocasionalmente, menos de una versión española.
vez por semana; 2 = a menudo, una vez por se-
mana; 3 = frecuentemente, varias veces por La escala NPI-Nursing Home, versión espa-
semana, pero no diario; 4 = muy frecuentemen- ñola (Vilalta-Franch J. y cols 1999), es un buen
te, una o más veces al día o continuamente). El instrumento para el estudio de las diferencias
tiempo de administración de la prueba depen- transculturales en la aparición de síntomas neu-
derá de la presencia/ausencia de sintomatolo- ropsiquiátricos en pacientes con demencia. Al
gía no cognitiva, y puede variar entre 10 y 30 igual que la escala BEHAVE-AD, es un instru-
minutos aproximadamente. La puntuación to- mento útil que ayuda en el diagnóstico diferen-
tal para las subescalas es el producto de la cial entre la demencia tipo Alzheimer y las de-
frecuencia multiplicada por la gravedad. mencias frontotemporales (Morgan y cols.,
Asimismo, el instrumento ofrece una puntua- 1996). Entre sus limitaciones hay que destacar
ción total de escala, consistente en la suma de que si la información proviene del cuidador
las puntuaciones de todas las subescalas. Sin puede estar sujeta a sesgo.
embargo, este último valor suma comporta- La escala de valoración de patología con-
mientos muy dispares (p. ej., psicosis y apatía) ductual en la enfermedad de Alzheimer (BE-
y por ello debe considerarse una guía impreci- HAVE-AD, del inglés Behavioral Pathology
sa de las alteraciones totales del comportamien- in Alzheimer’s Disease) de Reisberg y cols.
to mostradas por el paciente. (1987) es un instrumento ampliamente utiliza-
La información observada en el paciente ge- do para la evaluación de los cambios compor-
neralmente no se utiliza en la puntuación del tamentales relacionados con la demencia.
NPI debido a que el examinador no suele estar Desarrollado específicamente para valorar a pa-
en situación de determinar la frecuencia de las cientes con la enfermedad de Alzheimer, BE-
alteraciones del comportamiento en un rango HAVE-AD es una entrevista semiestructurada
de gravedad concreto. de 25 ítems que evalúa delirios, alucinaciones,
Entre sus ventajas se pueden destacar las si- trastornos de la actividad, agresividad, trastor-
guientes: nos del ritmo diurno, trastornos afectivos y an-
siedades y fobias. Cada ítem se valora en una
— Identifica la presencia de síntomas actua- escala de 0 a 3, basada en la ausencia/presen-
les y mide su gravedad, por lo que se convier- cia y en la gravedad del síntoma durante un pe-
te en un instrumento útil para valorar la res- ríodo de tiempo determinado. La segunda par-
puesta a psicofármacos o al tratamiento para la te de la escala hace una evaluación global de
demencia. cómo percibe la familia la peligrosidad de la
130 Principios de Geriatría y Gerontología
sintomatología que presenta para el propio en- su creación ha sido sometida a diversos estu-
fermo. dios psicométricos, se ha estudiado como ins-
Harwood y cols. (1998b) intentaron esta- trumento diagnóstico y se ha utilizado en di-
blecer la estructura factorial de BEHAVE-AD versos estudios farmacológicos; además, ha
atendiendo a las alteraciones del comporta- sido adaptada y normalizada para la población
miento más frecuentes en la enfermedad de española (Peña-Casanova y cols., 1997).
Alzheimer: Entre las distintas críticas que ha recibido
este instrumento en su subescala no cognitiva
— Agitación/ansiedad: agitación, síndrome podemos destacar las siguientes:
de Godot, otras formas de ansiedad.
— Psicosis: delirios de robo, paranoia/sos- — En cuanto a la inclusión del ítem «tem-
pecha, alucinaciones visuales. blores»: no hay un acuerdo sobre si el síntoma
— Agresión: agresividad verbal, amenaza y de temblor puede incluirse en la sintomatolo-
violencia física, miedo a ser dejado solo, otros gía de la enfermedad de Alzheimer.
delirios. — No incluye medidas específicas dentro
— Actividad anómala: conducta de vaga- de los ítems de «delirios» y «alucinaciones»
bundeo y huida, delirio de que la casa de uno (señala la gravedad pero no los tipos).
no es la casa de uno. — Omite alteraciones comportamentales que
es bien sabido que cursan con la demencia se-
Entre sus ventajas cabe destacar que es útil nil, como trastornos del sueño, agresividad fí-
para caracterizar los rasgos comportamentales sica y verbal, comportamientos anómalos, etc.
de las demencias frontotemporales y diferen- Se plantea si el ítem «concentración/distrac-
ciar éstos de los que frecuentemente manifies- tibilidad» no estaría mejor en la subescala cog-
tan los pacientes aquejados de demencia tipo nitiva.
Alzheimer; sus limitaciones radican en que no
evalúa otros tipos de cambios comportamenta- La Escala de puntuación para la depresión
les que comúnmente acompañan a la enferme- de Hamilton (HRSD, del inglés Hamilton Rate
dad de Alzheimer (p. ej., apatía o irritabilidad) Scale for Depression, 1960) es una escala di-
o que ocurren en otros tipos de demencia (p. señada para pacientes que sufren trastornos
ej., desinhibición en las demencias fronto- depresivos pero que se utiliza frecuentemen-
temporales). te para valorar la depresión en geriatría y, con-
La Escala de valoración de la enfermedad cretamente, en la demencia. Puntúa aspectos
Alzheimer (ADAS, del inglés Alzheimer que miden la gravedad de la depresión, como
Disease Assesment Scale) de Rosen y cols. ánimo depresivo, ideación suicida, trastornos
(1984) es una escala diseñada para evaluar la del sueño, etc. Si bien la puntuación máxima
gravedad de la disfunción del comportamien- es de 63, a partir de 13 ya se considera un va-
to cognitivo y no cognitivo característica de los lor significativo. Permite una valoración fácil
pacientes con enfermedad, valorándola en un y rápida, y está validada para la población de
rango de demencia leve a severa. La subesca- pacientes con demencia senil (niveles de fia-
la de comportamiento no cognitivo está forma- bilidad aceptables). Su uso está tan extendido
da por 10 ítems que se valoran a partir de la ob- en esta población que se suele utilizar como
servación de la conducta del paciente por el criterio de inclusión/exclusión en los ensayos
examinador y de una entrevista con el cuida- clínicos de esta población.
dor. Al igual que en la subescala cognitiva, cada Entre sus limitaciones podríamos decir que
ítem se evalúa dentro de un rango de 0 a 5, que fue ideada para pacientes no demenciados.
refleja la gravedad de la disfunción, donde el Valora varias áreas típicas (agitación, pérdida
0 significa ausencia de un comportamiento en de peso, insomnio o déficit de concentración)
particular y el 5 se reserva para la más alta fre- en pacientes demenciados con o sin depresión.
cuencia de aparición de una conducta. Desde Esto hace difícil saber si la puntuación de la es-
Psicología del envejecimiento 131
cala refleja depresión o demencia, puesto que y 10 minutos para la entrevista con el pacien-
depende de la información recogida de los pa- te). Es un instrumento capaz de valorar la sin-
cientes demenciados, quienes pueden no recor- tomatología depresiva sobre el rango comple-
dar sus síntomas; por otro lado, la validez de la to de gravedad, pero presenta como limitaciones
estrategia alternativa de preguntar a la esposa, que está diseñada específicamente para el am-
por ejemplo, sobre el estado de ánimo del pa- biente hospitalario e institucional, y todavía no
ciente puede no ser del todo acertada. ha demostrado eficazmente su fiabilidad y va-
La Escala de puntuación para la ansiedad de lidez para los sujetos que viven en comunidad.
Hamilton (1959), al igual que su homónima Diferentes estudios han comparado la esca-
para la depresión, fue primeramente diseñada la de Cornell con la escala de Hamilton para la
para pacientes con neurosis de ansiedad y, pos- depresión (Alexopoulos, 1988) estableciendo
teriormente, validada para la población psico- la superioridad de la de Cornell, ya que si bien
geriátrica. Evalúa la gravedad de la ansiedad, la HRSD distingue depresión mayor de depre-
cubriendo aspectos como síntomas vegetativos, sión menos grave o ausencia de depresión, fa-
cardiovasculares, etc. Cada uno de los 14 ítems lla al distinguir sujetos con depresión más leve
de los que consta la escala se valora de 0 a 4, de aquellos que no padecen depresión. Parece
donde 0 significa ausencia de ansiedad y 4 se que la HRSD es especialmente insensible al va-
interpreta como ansiedad muy grave. Una pun- lorar la depresión en personas con demencia
tuación de 16 o más se considera un índice sig- grave. Esto no es sorprendente si tenemos en
nificativo. Las ventajas que presenta esta esca- cuenta que sólo los pacientes en estadio leve
la son las mismas que las de la HRSD: su son capaces de comunicar fiablemente sus sín-
valoración es fácil y rápida, y está validada para tomas. Sin embargo, otro trabajo (Vida y cols.,
pacientes con demencia senil. 1994) señala que ambas escalas (con una pun-
La Escala de Cornell para depresión y de- tuación de corte de 7) son igualmente eficaces
mencia de Alexopoulos (1988) es una escala para discriminar significativamente la depre-
de 19 ítems específicamente diseñada para va- sión mayor en pacientes con enfermedad de
lorar la sintomatología depresiva en pacientes Alzheimer leve o moderada.
con demencia. Los ítems fueron seleccionados La Escala de puntuación psiquiátrica breve
partiendo de la literatura existente sobre la fe- (BPRS, del inglés Brief Psychiatry Raling
nomenología de la depresión en pacientes con Scale), valora las alteraciones comportamenta-
y sin demencia, y se elaboraron de tal modo les más frecuentes, destacando especialmente
que pueden ser valorados primariamente ba- la sintomatología psicótica. Si bien la escala
sándose en la observación. Para simplificar el fue establecida para jóvenes pacientes psiquiá-
uso de la escala, la gravedad de cada ítem se tricos, su uso es muy común en la población
valora según tres grados explícitamente defi- psicogeriátrica, sobre todo en ensayos clínicos
nidos: ausente, leve o intermitente, y grave. de fármacos destinados al control de las alte-
La escala de Cornell se administra en dos raciones del comportamiento (p. ej., risperido-
tiempos: en primer lugar, se entrevista al cui- na). Sin embargo, y según algunos autores
dador del paciente sobre cada uno de los 19 (Ownby y cols., 1994), es necesario adoptar al-
ítems, y después, brevemente, se entrevista al gunas precauciones cuando esta escala se apli-
paciente. Si hay una clara discrepancia entre lo ca a personas aquejadas de demencia.
observado por el médico y lo referido por el
cuidador en algún ítem, se entrevista de nuevo
al cuidador para intentar clarificar la razón del
desacuerdo. Después de este proceso, la esca-
la se puntúa basándose en el juicio final del mé-
dico. El tiempo total de administración de la
escala es aproximadamente de 30 minutos (unos
20 minutos para la entrevista con el cuidador