Desde el comienzo por el interés de las funciones cognitivas en el desarrollo del ser humano, la psicología ha hecho énfasis en cómo se desenvuelven dichas funciones en la vejez, ya que tras muchas investigaciones se ha establecido que no existe un patrón fijo de las funciones cognitivas en la vejez, “el paso de los años no tiene las mismas consecuencias para todos los individuos, pudiendo separarse la edad cronológica de la edad biológica, de manera positiva en lo que denominamos envejecimiento con éxito o negativamente cuando sobreviene la patología, como es el caso de la demencia”. (González, Iglesias, Balo, Gómez. s/f)
Se ha demostrado que si bien es cierto que algunas funciones se
declinan progresivamente durante el envejecimiento mientras hay otras que se mantienen estables hasta etapas tardías y que mejoran con el paso de los años.
Ahora bien, ¿Qué son las funciones cognitivas?, pues (González,
Iglesias, Balo, Gómez. s/f) definen estas funciones “como aquellas actividades mentales que realiza el individuo al interactuar con el entorno” específicamente la memoria, el lenguaje, la personalidad, el estado afectivo, la inteligencia, la percepción, el tiempo de reacción y la velocidad de procesamiento de la información. Pues estudios han evaluado que la información para guardar en la memoria se procesa con mayor lentitud, en el caso del lenguaje si bien es cierto que se vuelve más rica y hay un mejoramiento avanzado en el vocabulario, sin embargo existe un declive de la influencia verbal, en el caso de la personalidad hoy en día aún existe una disputa entre autores referentes a estabilidad de personalidad o cambio de personalidad, existe mayor cautela, conformismo y aceptación en el estado afectivo, referido al tema de la inteligencia depende de la existencia de alguna patología creando declive en esta área, en las otras áreas cognitivas existe un enlentecimiento. Si nos adentramos un poco a los métodos de evaluación de las áreas cognitivas, podemos observar claramente la gran variedad de instrumentos psicológicos de diferentes maneras, cada una para evaluar específicamente un área cognitiva. En el caso de la evaluación de la inteligencia hoy en día existe gran cantidad de test, donde algunos contienen tareas verbales por ejemplo, test de vocabulario, información, pensamiento abstracto y no verbal y tareas manipulativas como cubos y rompecabezas.
En el área de la memoria, hay que tener en cuenta principalmente que
la memoria es la capacidad para recibir, recoger y almacenar información en nuestro cerebro y recuperarla cuando nos es preciso, dicha función es además de la inteligencia una de las funciones más estudiadas en el ámbito del envejecimiento. Uno de los métodos que se utilizan para evaluar la memoria es la tarea de recuerdo libre. Por otro lado, tras varios estudios e investigaciones han concluido que la falta de práctica de las destrezas mentales posiblemente sea la causa del debilitamiento de los sistemas neurales.
El envejecimiento social es uno de los factores que más influye en el
estado anímico de las personas mayores, ya que dependiendo del análisis de sus logros, triunfos o fallas, ellos pueden vivir una vida plena o generar patologías como ansiedad, depresión, entre otros.
Algunas de los instrumentos conocidos que son validados
específicamente para personas mayores son: El inventario de depresión de Beck, La escala de depresión geriátrica GDS (Yesavage, 1984), diversas escalas de bienestar subjetivo, entre otros.
Por otro lado, para evaluar la ansiedad en adultos mayores, algunos
de los instrumentos que se utilizan son los siguientes: La escala de ansiedad de Hamilton (Hamilton Anxiety Rating Scale, HARS) (Hamilton, 1959), escala de ansiedad de Zung (Zung Anxiety Inventory) (Zung, 1971), Inventario de ansiedad de Beck (Beck, 1988) Escala Covi de ansiedad (Covi, 1974).
Concluyendo con el tema, es importante tener en cuenta que la
evaluación clínica de un paciente adulto mayor, se debe realizar enfocándose en la exploración clínica, la aplicación de métodos diagnósticos complementarios, el análisis de datos de laboratorio y la aplicación de métodos psicométricos, cabe destacar que dichos métodos psicométricos deben estar sujetos a una fiabilidad y validez lo más certera posible para que el diagnóstico sea el correcto y por ende se pueda aplicar un tratamiento acorde a lo que se requiere. Glosario de Términos
Psicogerontología: subdisciplina de la psicología que se ocupa del estudio
del envejecimiento (proceso que ocurre en el transcurso de la vida), de la vejez (diferencias individuales atribuidas a la edad) y de las aplicaciones de estos conocimientos para promover el bienestar de las personas mayores y sus cuidadores.
Ciclo vital: hace referencia al proceso de crecimiento y desarrollo que
atraviesan las personas desde el nacimiento hasta su muerte.
Envejecimiento: es un proceso complejo de cambios biológicos y
psicológicos de los individuos en interacción continua con la vida social, económica, cultural y ecológica de las comunidades, durante el transcurso del tiempo.
Jubilación: es el procedimiento administrativo de abandonar el mercado
laboral principalmente por motivos de vejez.
Depresión: Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una
profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas.
Función Cognitiva: habilidad de aprender y recordar información; organizar,
planear y resolver problemas; concentrarse, mantener y distribuir la atención; entender y emplear el lenguaje, reconocer (percibir) correctamente el ambiente, y realizar cálculos, entre otras funciones. Referencias Bibliográficas
González, I; Iglesias, A: Balo, A; Gómez, J. (s/f). CAPÍTULO 4 Psicología del
envejecimiento. Principios de Geriatría y Gerontología Millán. Archivo PDF. Recuperado de: file:///C:/Users/temp/Documents/Priscila/Unidad_II.pdf
Universidad Bicentenaria de Aragua. Psicogerontología, Núcleo Temático II.
La evaluación en el adulto mayor. Recuperado de: https://pregrado.campusvirtualuba.net.ve/trimestre/course/view.php?id=390