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24 Tecnicas y Tacticas para Negociar
24 Tecnicas y Tacticas para Negociar
Y TÁCTICAS
para negociar
Luis Adrián y Jaime Andrés
Son consultores senior de Krauthammer International.
Echarse un farol, pedir ayuda o cambiar las referencias son algunas de las 24 tácticas de
negociación que este artículo presenta, con un completo análisis de las ventajas e inconve-
nientes de cada una de ellas.
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Ofrecer un “paquete” permite hacer que se admita
La Conferencia de Paz no empezaba un producto de la negociación en asociación con otro
porque no se decidían por una mesa producto. Ésta es la principal ventaja de la técnica de
fragmentar la negociación. Por otra parte, si solicitamos
cuadrada, rectangular o redonda; un “paquete” a nuestro interlocutor, pidiéndole a la vez
al final, se optó por una mesa oval un producto del que está dispuesto a hacer una conce-
sión y otro que para él es más importante, nos permitirá
equilibrar el objetivo “ganador-ganador” de la negocia-
ción.
La táctica de los “paquetes” tiene, no obstante, cier-
4. Recapitular tos inconvenientes: aunque utilizado con mucha fre-
cuencia en las negociaciones internacionales, este enfo-
Recapitular equivale a hacer una pausa para refle- que confiere a veces como un tufillo de “baja calidad”
xionar sobre el camino recorrido. Es un balance inter- al resultado obtenido; puede dar una imagen de “cha-
medio que concreta la situación actual. Es lo que habi- marilero”, de “ropavejero”. Una recomendación es, por
tualmente sucede en una negociación sindical, donde,
tanto, pertinente: ¡atención a la desvalorización de
después de varios días de discusiones, difíciles, bajo la
nuestro interlocutor o, simplemente, a la nuestra!
presión de una amenaza de huelga, el jefe de personal
solicita a sus interlocutores de los sindicatos que retra- 6. Prenegociación
sen el inicio de una rueda de prensa para hacer antes un
balance de lo acordado hasta la fecha. “Ante todo, señores, quisiera dejar una cosa clara:
Al realizar una recapitulación, los pequeños pasos todos estamos de acuerdo en que, cualquiera que sea el
dados por cada una de las partes acaban por representar resultado de esta negociación, toda decisión será apli-
unos esfuerzos considerables que nadie habría cuantifi- cada con efecto retroactivo al primero de enero”. Éste
cado si no se hubiera efectuado esta acción. Recapitular es un ejemplo sencillo de prenegociación. La prenego-
equivale, por tanto, a hacer una pausa, a aflojar la ten- ciación es una introducción que anticipa el resultado de
sión que puede reinar en una negociación. la negociación. Es una forma de presión que se impone
Mostrar el camino que hemos recorrido puede inci- al otro antes incluso de que comiencen los debates.
tar al otro a hacer lo mismo. En cualquier caso, la reca- Otro ejemplo: “De cualquier forma, sea lo que sea
pitulación probará que no deseamos quedarnos ancla- lo que tenemos previsto, esto pondrá en cuestión el
dos en nuestras posiciones. contrato firmado hace tres años”.
Asimismo, el factor tiempo es un aspecto que debe La prenegociación es directa, permite, como suele
cuidarse en el caso de las recapitulaciones. De la mis- decirse, “poner los puntos sobre las íes”. Una de sus
ma forma que no se ha de parar a un atleta en pleno mayores ventajas es que la presión que genera puede
esfuerzo, no debemos detener a nuestro interlocutor llevar a nuestro interlocutor a considerar con mayor
cuando avanza. Recapitular con demasiada frecuencia prudencia las consecuencias de sus proposiciones.
también es contraproducente, ya que transmite al inter- Sin embargo, también se trata de una presión que el
locutor la impresión de que se confía poco en sus ac- otro puede rechazar.
ciones y palabras. Un consejo: rechácela usted mismo. ¿Por qué acep-
tar una condición antes de la negociación cuando esta
5. Fragmentar la negociación condición forma parte integrante de ella?
La técnica de fragmentar la negociación consiste en 7. Suspensión temporal
hacer “paquetes”, en descomponer la oferta en diferen-
tes elementos cuya asociación puede ser presentada de La suspensión es una parada momentánea en la ne-
diversas y originales maneras. Hacer paquetes es uno gociación. Puede ser decidida por una de las partes o
de los principios de base utilizados por los “chamarile- por las dos. Jugar con el tiempo (alargarlo, acortarlo,
ros”, que por comprar un artículo ofrecen tres gratuita- acelerarlo) es un medio eficaz para gestionar la forma
74 mente. Es, en cierta medida, una forma de cambiar las de la negociación.
referencias. Un día, en nuestras oficinas, una de nuestras colabo-
Existen numerosos ejemplos, muchos de los cuales radoras hablaba por teléfono con un cliente exigente al
le serán familiares: “Aceptaría eso, pero con la condi- que no lograba dar una respuesta. De pronto, tomando de
ción de tomar esto otro”; “Puedo proponerle A + B; a nuevo la palabra, hizo la siguiente pregunta: “¿Quiere
continuación, C + D; luego, los cuatro juntos”; “Si le usted una excelente respuesta a su pregunta?”. Tras
acepto este precio, ¿podría asociar a nuestro contrato el dudar un breve instante, el cliente respondió: “¡Sí,
servicio postventa?”. claro!”. Nuestra asistente añadió enseguida: “Entonces,
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que pedimos una aprobación o una opinión. Del
Los nuevos actores despiertan interés mismo modo, dar a entender a nuestro interlocutor que
con su llegada y permiten diversificar puede consultar con sus propios superiores antes de
responder puede atenuar de forma positiva una presión
los puntos de vista y descubrir momentánea en la entrevista.
nuevas salidas El inconveniente de esta táctica es que presenta un
doble filo: dejar al descubierto nuestros límites de autori-
dad puede hacer dudar de nuestro poder de decisión a
nuestro interlocutor y puede también interpretarse como
En este sentido, son recomendables altas dosis de una forma de desvalorización personal por parte de éste.
prudencia con la exageración posible de las consecuen- Existe un riesgo evidente de pérdida de crédito per-
cias. Si más adelante debiéramos contradecirnos, la sonal. Referirse constantemente a estos límites puede
negociación resultaría mucho más difícil, porque habría- dar a entender que no somos el interlocutor idóneo. Una
mos perdido todo crédito. advertencia: si damos a entender que sólo estamos habi-
litados a responder a ciertas preguntas y no a otras, y
11. Petición de ayuda damos a estas últimas un carácter de importancia menor
“¿Puede dejarme que consulte con el Sr. X antes de que a las primeras, nos estaremos traicionando.
precisarle mi posición?”. La petición de ayuda puede ser 13. Hombre de paja
solicitada ya sea a nuestro interlocutor, ya sea a un ter-
cero. Se trata de recurrir a una competencia exterior “En este estado de la negociación tengo que dejar la
para afinar nuestro conocimiento de la oferta antes de palabra al señor X, que será su nuevo interlocutor de
aceptarla o de rechazarla. ahora en adelante...”. Estas palabras corresponden al
Otros ejemplos: “No puedo responder a su oferta for- hombre de paja. Éste es una persona encargada de ini-
mulada de esta manera. ¿Puede ayudarme usted?”; ciar una negociación y que dispone de poderes muy
“Para aceptar su contrato, necesito su ayuda...”. limitados. Rápidamente dejará su puesto a otra persona
Solicitar ayuda es una forma de humildad que puede que continuará la entrevista.
despertar simpatía. Si se pide al exterior, es un medio de Este enfoque permite recoger un cierto número de
provocar una suspensión temporal. Si se pide a nuestro informaciones que servirán para completar y afinar la
interlocutor, es lo mismo que revalorizarlo y, en ciertos preparación del verdadero negociador. El hombre de
casos, llevarlo a hacer un esfuerzo suplementario. paja puede también “desbrozar” el camino para dejar un
No obstante, solicitar ayuda puede dar también una mayor campo libre a su sucesor. Si el inicio de la nego-
impresión de impotencia, de falta de experiencia y de ciación toma un giro desagradable, el hombre de paja
competencia, incluso de falta de autoridad. Por ello, se será quien pague los platos rotos. El negociador siguien-
ha de elegir bien el momento y, como en todas las cosas, te gozará del beneficio de la “virginidad”, haciendo que
no debe abusarse de este procedimiento. De hecho, la se olviden así los primeros obstáculos.
valorización de nuestro interlocutor llevada demasiado No obstante, el hombre de paja es un enfoque que
lejos puede darle la impresión de que está siendo mani- presenta peligros seguros. Si se da cuenta de la manio-
pulado. bra, el interlocutor puede sentirse desvalorizado e,
incluso, ofendido. Asimismo, si el negociador que suce-
12. Límites de autoridad de al hombre de paja se encuentra en la obligación de
Los límites de autoridad son las líneas, ficticias o justificarse y de afrontar la frustración de su interlocu-
reales, más allá de las cuales uno u otro de los interlo- tor, el resultado alcanzado habrá sido justamente el
cutores no podrá o no querrá comprometerse sin con- opuesto al esperado.
sultar con una tercera persona. Estos límites pueden 14. Aliados
estar definidos al principio de la negociación o apare-
cer más tarde. Los aliados, que pueden encontrarse tanto sobre el
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En la práctica, frases como “en este punto de nues- terreno como en el exterior, son una de otras tantas ayu-
tra discusión debo dar cuenta a nuestra sede...” o “sólo das de las que nos valemos para acercarnos al resultado
puedo comprometerme en las disposiciones A y B” son positivo de la negociación.
casos claros del uso de esta técnica. Utilizar los aliados equivale a situar al otro frente a
Los límites de autoridad, reales o ficticios, nos dan una realidad que conoce; los vendedores lo llaman “la
la oportunidad de una suspensión temporal. Permiten diferencia activa”. Los aliados son las personas de la
también dar a entender, en un momento de la negocia- otra parte que, durante un momento, vendrán a aportar-
ción, la importancia y la prioridad del punto para el nos su apoyo.
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es mi última oferta: o la toma o la deja!” hasta “Al
Conocer la moneda de cambio de más valor proponerle este servicio suplementario, he alcanzado
de nuestro interlocutor nos permite los límites de lo que puedo ofrecerle”.
Antes de emplear esta táctica, hay que ponderar
dosificar nuestros acuerdos y con cuidado sus ventajas y sus inconvenientes. Si bien
nuestras contrapropuestas gracias a ella comunicamos a nuestro interlocutor
nuestro punto de ruptura mediante una actitud de
“batalla” que le impulsa a la acción, es precisamente
esa actitud de “batalla” la que puede llevarnos rápida-
mente a una ruptura que no perseguíamos.
Una de las ventajas de esta táctica es que permite Asimismo, si bien precisar las reglas y la ética que
explotar las influencias. El malo presiona al interlocu- nosotros respetamos revaloriza nuestra credibilidad,
tor y parece mantenerse firme en sus posiciones: la esta técnica no se puede aplicar más que una sola vez
negociación se desliza hacia un callejón sin salida. El si queremos mantener esa credibilidad. Debemos ser
bueno inspira confianza: deja entrever una posible sali- conscientes de que, al expresar nuestra última oferta,
da mediando, por supuesto, algunas concesiones. La podemos meternos en un callejón sin salida del que
antipatía que engendra el “malo” puede llevar a nuestro será muy difícil salir sin daño, sin dar una lamentable
interlocutor a caer en los brazos del “bueno” simpático. impresión de abandono.
El mayor peligro de su utilización es que la manipu-
lación puede ser descubierta por nuestro interlocutor y 20. Identificar lo importante
su reacción puede colocarnos en una situación ambigua
e, incluso, ridícula. Puede ocurrir también que haya un Imagine que usted se dirige durante la negociación
bloqueo en la posición del “malo” de manera que el a su interlocutor de la siguiente manera. “Escuche,
“bueno” fracase en su misión de inspirar confianza. señor X, ¡ya sé hasta qué punto le parece importante
esta cláusula del contrato! ¡Le propongo que la acepte
18. Faroles y continuaremos mañana si le parece bien!”. Inducido
por esta conclusión favorable, el señor X acepta. Con-
“Echarse un farol” es llevar al otro a tener una cer- tento, anuncia a su alrededor la victoria que acaba de
teza de algo que nos concierne, a pesar de que sabe- conseguir. Para él, ese detalle era la piedra angular de
mos que esa “certeza” es falsa o que excede a la ver- esta negociación.
dad. Consiste también en ocultar o disimular una si- Al día siguiente, usted puede actuar sobre la base
tuación o ciertos aspectos de la situación. ¿Es necesa- de esa negociación previa: “Señor X, me gustaría que
rio explicar a los jugadores de cartas lo que es un añadiéramos también esta cláusula”. Si el señor X res-
farol? ponde “¡Ah!, me resulta difícil aceptar esto”, usted
En 1948, los movimientos continuados del ejército puede recurrir a lo que acordaron el día anterior: “¡Lo
israelí con camiones vacíos llevaron a otros países a siento, porque esto pone en cuestión nuestro avance
sobrestimar de manera considerable su número de de ayer!”.
hombres. ¿Qué va a decir el señor X, que se había alegrado
Echarse un farol permite conocer la posición del tanto con su victoria y que había hablado precipitada-
otro. Deja suponer que tenemos mayor poder, más mente de ella a su alrededor?
dinero o más tiempo que lo que corresponde a la reali- Como ilustra el ejemplo anterior, la técnica de
dad. En suma, es un medio consumado de presión psi- identificar lo importante consiste en intentar conocer,
cológica. en nuestro interlocutor, cuál es su moneda de cambio
Sin embargo, es, con mucho, el riesgo más impor- de más valor. Esto se consigue haciendo preguntas,
tante que se puede tomar en la negociación. ¿Qué ocu- escuchando, estando atento a su comunicación no ver-
rrirá si en un momento posterior debemos “enseñar bal. De este modo, conocer la moneda de cambio de
nuestras cartas”? Más vale prepararse para esta even- más valor de nuestro interlocutor nos permite dosifi-
tualidad antes de empezar la negociación. car nuestros acuerdos y nuestras contrapropuestas. Sin
78 19. Última oferta embargo, hemos de actuar con cautela porque, a este
nivel, el farol puede servirnos de ayuda, pero también
“Ésta es mi última oferta” consiste en precisar a puede hacernos caer en una trampa.
nuestro interlocutor los límites que no podemos fran- Resulta como mínimo incómodo poner en cuestión
quear. La última oferta puede concernir al resultado un acuerdo, aunque éste sólo haya sido verbal, como
global de la negociación o a un resultado parcial. el del ejemplo citado más arriba. Por este motivo, hay
Existen maneras más o menos terminantes de plan- que estar prevenidos para no sufrir nosotros los efec-
tear este argumento: desde “¡De cualquier forma, ésta tos de esta táctica. Si se trata de una trampa tendida
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Ediciones Deusto
Planeta de Agostini Profesional y Formación S.L.
ISSN: 1133-7672
Edición Digital
Este texto forma parte de la revista Nº 35 Márketing & Ventas
ISSN: 1133-7672-9