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Hipersensibilidad III y IV:

Hipersensibilidad III:
La hipersensibilidad III, junto con la I y II esta mediada por la presencia de los anticuerpos pero en
estos casos estos anticuerpos van a tener la particularidad que van a formar los complejos
inmunitarios, que son estructuras formadas por la unión no covalente entre antígeno y anticuerpo.
 Involucra cualquier isotipo de inmunoglobulina.
 Pueden ser de distintos tamaños.
 Pueden formarse en la circulación o en los tejidos.
 Pueden variar de estructura y de composición.
 Potencialmente activadores del complemento.
Estos complejos inmunitarios tienen funciones fisiológicas pero también pueden llevar al desarrollo de
la hipersensibilidad, el daño de los tejidos y con ello el desarrollo de una enfermedad.
La magnitud de la reacción depende del número y el tamaño de inmunocomplejos, su distribución
dentro del organismo, y la capacidad del sistema fagocítico para eliminar los complejos y, así,
minimizar el daño de tejido.
Entonces, en el contexto de hipersensibilidad llamamos inmunocomplejo a esos complejos
multimoleculares de anticuerpos y antígenos solubles, esto es importante para diferenciarlo de la
hipersensibilidad tipo II donde había de igual forma anticuerpos que se unen a determinados antígenos
y de igual forma es un inmunocomplejo, sin embargo, en el contexto de hipersensibilidad restringimos
ese término para los inmunocomplejos solubles.
 Antígenos solubles que tienden a formar agregados con anticuerpos (complejos inmunes, CI).
 Hay participación de varias moléculas de anticuerpos y antígenos solubles poco degradados.
 Esos inmunocomplejos tienden a depositarse en tejido y activan el complemento ocasionando
local.
 Órganos afectados: vasos, piel, articulaciones, riñón, pericardio.

-Factores que favorecen el depósito de complejos inmunitarios:


 Tamaño y peso molecular del complejo inmunitario: a mayor tamaño y mayor peso molecular
mayor sedimentación a nivel de los tejidos.
 Carga eléctrica de los tejidos: la carga eléctrica opuesta al tejido favorece el depósito de
complejos inmunitarios.
 El flujo de la sangre a nivel de un determinado tejido puede influenciar el depósito de
inmunocomplejo, el flujo lento y turbulento es más común en los vasos pequeños.
 Estado previo del tejido: los tejidos previamente lesionados o inflamados favorecen el depósito
de CI.
 Déficit de receptores Fc de Ig y receptores para los fragmentos del complemento predisponen
que se disminuya la eliminación de esos complejos inmunes que permanecen en sangre y por
eso se depositan en tejido, además disminuye la fagocitosis.
 Depósito previo de inmunocomplejos favorece el depósito de otros.
 El tipo de anticuerpo favorece el depósito de inmunocomplejos a nivel de los tejidos.
o La IgM por ser polivalente y tener una avidez de interacción muy alta es un anticuerpo
muy involucrado en la formación de inmunocomplejos y en el depósito a nivel de los
tejidos.
o La IgG es bivalente y su avidez de interacción es alta.
*afinidad: fuerza del enlace entre un único sitio de combinación de un anticuerpo y un epitopo de un antígeno.
*Avidez: fuerza de unión de todos los sitios a los epitopos disponibles.

Es importante destacar que los


inmunocomplejos se forman durante la
respuesta inmunitaria en condiciones
fisiológicas; en una fase inicial se forman
inmunocomplejos pequeños porque hay
muchos antígenos pero pocos anticuerpos, a
medida que se desarrolla la respuesta
inmunitaria y se establece una fase
intermedia de equivalencia en donde hay
niveles de equivalentes de anticuerpos y
antígenos se forman inmunocomplejos
grandes que fijan el complemento y ayudan a
eliminar el patógeno y con ello también a
eliminar o depurar esos inmuncomplejos en el
torrente sanguíneo. A medida que avanzamos
(fase avanzada) en la respuesta inmunitaria
hay grandes cantidades de anticuerpos pero
pocas cantidades de antígenos, acá se cruzan inmunocomplejos de tamaño intermedio y complemento
y con ello se favorece la eliminación de la circulación.
Los anticuerpos son potentes activadores del sistema del complemento de la inmunidad innata, los
anticuerpos se adhieren a diferentes epitopos de un determinado antígeno y favorece que proteínas del
complemento como la C1 se acoplen a ellos y ocasionen toda esa cascada de reacciones enzimáticas que
tiene lugar para la formación del complejo de ataque a la membrana.
Esos inmunocomplejos que se encuentran en el torrente sanguíneo pueden ser activadores de
complemento y los productos o los fragmentos que se producen tras la activación del complemento
pueden adherirse a la región Fc de los anticuerpos y células como los eritrocitos que tienen receptores
para unirse a esos fragmentos de proteínas del complemento pueden ayudar a depurar o eliminar esos
complejos inmunes del torrente sanguínea a transportarlo a nivel de hígado y bazo y eliminar de ellos
esos complejos inmunes de la circulación, esto sucede en condiciones fisiológicas para evitar que esos
inmunocomplejos puedan adherirse a nivel de los tejidos y ocasionar algún tipo de daño.
Es importante destacar que los complejos que se forman en la fase de equivalencia y los complejos
que se forman al inicio de la respuesta inmunitaria son los más patogénicos, los primeros porque
son complejos muy grandes y son difíciles de eliminar y los complejos pequeños porque la presencia o
el exceso de antígenos ocasionan que esos complejos queden retenidos a nivel de las paredes de los
vasos ocasionan con ellos quimiotaxis de células como los neutrófilos, activación de estos, liberación de
mediadores presentes en sus gránulos y también la destrucción o daño a nivel local.
Esos inmunocomplejos tienen funciones en la defensa ya que la unión anticuerpo-antígeno ocasiona
que células presentadoras de antígeno reconozcan estos anticuerpos a través de sus receptores Fc que
tienen anclado a membrana se unen a región Fc de esos anticuerpos que están opsinizando ese antígeno
y con ello favorecen su ingreso y posterior procesamiento para ser presentados a los linfocitos.
Además los anticuerpos son potentes
activadores del complemento, cuando este
mecanismo se activa muchas de esas proteínas
igual de acoplan a los anticuerpos y pueden ser
reconocidos por nuestras células como los
linfocitos B favoreciendo con ello el desarrollo
de más anticuerpos, opsonizar a esos antígenos
y con ello favorecer la eliminación de ese
patógeno en nuestro organismo.
Sin embargo, en el contexto fisiopatológico si
esos inmunocomplejos no son depurados
adecuadamente pueden ocasionar que se
depositen a nivel de nuestros tejidos
ocasionando reclutamiento de células de
defensa y el daño a nivel tisular. Las
circunstancias en las que los inmunocomplejos no son eliminados correctamente son:
 La presencia de antígenos capaces de generar entramados de antígeno-anticuerpo en particular
extensos.
 Una afinidad intrínseca alta de antígenos por tejidos particulares.
 La presencia de antígenos altamente cargados (que pueden afectar la fagocitosis de
inmunocomplejos.
 Un sistema fagocítico alterado.
*Todas se han asociado con el inicio de una respuesta tipo III.

Las enfermedades mediadas por inmunocomplejos tienden a ser sistémicas y a afectar a múltiples
tejidos y órganos, aunque algunos son particularmente sensibles, como los riñones y las articulaciones.

Reacción de Arthus:
Forma experimental de inducir una reacción a nivel de piel ocasionado por el depósito o la formación
de inmunocomplejos. Si en un animal o en un humano se inyecta por vía intradérmica un antígeno
contra el cual existen grandes cantidades de anticuerpos circulantes (o recientemente se han
introducido mediante inyecciones por vía intravenosa), el antígeno se difunde hacia las paredes de
vasos sanguíneos locales e inmunocomplejos grandes se precipitan cerca del sitio de inyección. Esto
inicia una reacción inflamatoria que alcanza un máximo alrededor de 4 a 10 h después de la inyección
y se conoce como una reacción de Arthus. La inflamación en el sitio de una reacción de Arthus se
caracteriza por tumefacción y sangrado localizado, seguidos por depósito de fibrina.
Un individuo sensible puede reaccionar a una picadura o mordedura de insecto con una reacción tipo I
localizada rápida, que puede ir seguida, alrededor de 4 a 10 h más tarde, por la aparición de una reacción
de Arthus típica, caracterizada por eritema y edema pronunciados. La reacción de Arthus puede ser
inducida por esporas bacterianas, hongos y proteínas fecales secas en regiones intrapulmonares,
causando alveolitis o neumonitis.
Leer la franja azul.

Cabe destacar que esos mastocitos (o fagocito, no se escucha bien) pueden reconocer a esos mediadores
que se forman tras la activación del complemento (C3a o C5a) o reconocer incluso a esos
inmunocomplejos debido a la presencia de receptores que se encuentra nivel de membrana que se unen
a la región Fc de esas inmunoglobulinas, a diferencia de lo que se ve en las hipersensibilidades
anteriores, aquí la aparición de signos y síntomas tarda horas en aparecer debido a todo ese fenómeno
que debe ocurrir.

-Clasificación:
Se clasifica de acuerdo a 3 variables:
 Tipos de antígenos:
o Exógeno (microorganismos infecciosos).
o Endógenos (autoinmunidad).
 Origen de los inmunocomplejos:
o In situ (extravascular).
o Circulantes (dentro de la circulación sanguínea).
 Enfermedades mediadas por inmunocomplejos:
o Localizadas (artritis, glomerulonefritis, vasculitis).
o Sistemicas (deposito de inmunocomplejos en muchos organos).

-Patogenia general:
Los inmunocomplejos se unen a mastocitos, neutrófilos y macrófagos por medio de receptores Fc, lo
cual desencadena la liberación de mediadores vasoactivos y citocinas inflamatorias, que interactúan
con el epitelio capilar e incrementan la permeabilidad de las paredes de vasos sanguíneos. Los
inmunocomplejos continuación se mueven por las paredes capilares y hacia los tejidos, donde son
depositados y establecen una respuesta inflamatoria localizada. La fijación de complemento da lugar a
la producción de las quimiocinas anafilatoxina C3a y C5a, que atraen más neutrófilos y macrófagos que,
a su vez, son más activados por inmunocomplejos que se unen a sus receptores Fc para secretar
quimiocinas y citocinas, prostaglandinas y proteasas proinflamatorias. Las proteasas digieren las
proteínas de la membrana basal colágeno, elastina y cartílago. El daño de tejido está mediado además
por radicales libres de oxígeno liberados por los neutrófilos activados. Además, los inmunocomplejos
interactúan con plaquetas e inducen la formación de coágulos pequeños.
Si el antígeno en el inmunocomplejo es un autoantígeno, no puede ser eliminado, y las reacciones de
hipersensibilidad tipo III no pueden resolverse con facilidad. En esas situaciones, aparecen respuestas
tipo III crónicas. Por ejemplo, en el lupus eritematoso sistémico, respuestas de anticuerpos persistentes
a autoantígenos son una característica que identifica la enfermedad, y los complejos son depositados
en las articulaciones, los riñones y la piel de los pacientes.
Síntomas del depósito de inmunocomplejos:
 Fiebre.
 Urticaria (exantemas).
 Dolor articular.
 Agrandamiento de ganglios linfáticos.
 Proteína en orina.

-Patogenia de la enfermedad
localizada:
Artritis reumatoide:
La artritis reumatoide (AR), es una afección de
origen multifactorial caracterizada por
inflamación e hiperplasia de la membrana
sinovial, de las articulaciones diartrodiales,
predominantemente de las manos y pies, con
producción de auto-anticuerpos, destrucción del
cartílago y de hueso subcondral; y
manifestaciones sistémicas tales como nodulosis,
enfermedad cardiovascular, y compromiso
pulmonar entre otros
Un ejemplo de una enfermedad localizada en donde hay participación de los inmunocomplejos es la
artritis reumatoide, en donde hay una mezcla de autoinmunidad (perdida de la tolerancia), hay
presencia de linfocitos T autorreactivos que condicionan la formación de autoanticuerpos que son los
que se van a unir a determinados antígenos a nivel de las articulaciones ocasionando la formación y el
depósito de inmunocomplejos a nivel de la articulación, ocasionando entre otras cosas la destrucción
del hueso y el cartílago.
Todas las células de la inmunidad innata (importante complemento) participan en esta patología y de
los linfoticos T destacan los Th1, importantes protagonistas del daño articular como desencadenantes
que son de procesos inflamatorios. Estos Linfocitos se encuentran aumentados en el tejido sinovial de
los pacientes con AR. Su efecto nocivo se debe a su interacción con macrófagos y fibroblastos y a su
capacidad de inducir la producción de citoquinas proinflamatorias, especialmente TNF-α, IL-1 e IL-6.
Y Th17 productor de IL-17A, IL-17F, IL-22 e IL-23. Este conjunto de citoquinas promueven la
activación de fibroblastos, apoptosis de condrocitos y activación de los osteoclastos.
Los linfocitos B son responsables de la producción de varios anticuerpos anormales. Es frecuente, casi
constante, encontrar en la sangre de los pacientes con AR anticuerpos de las clases IgM e IgG.
Glomerulonefritis postinfecciosa:
Otro ejemplo es la glomerulonefritis post infecciosa/post estreptocócica/endocapilar donde
hay depósito de inmunocomplejos por la unión de anticuerpos contra determinantes antigénicos
provenientes de la bacteria, esos complejos se forman a nivel de la circulación pero se depositan a nivel
glomerular cuando la sangre atraviesa el interior del glomerular, eso es importante para diferenciarlo
del síndrome de Goodpasture en donde hay también la participación de complejos inmunes pero
estos se caracterizan porque el complejo se está uniendo a antígenos a nivel de la membrana basal, pero
en el caso de la glomerulonefritis postinfecciosa se debe al depósito de complejos inmunitarios que no
se forman ahí, sino que se formaron en la circulación y que derivan de un evento infeccioso que está
ocurriendo por allá en las amígdalas, en donde la presencia de esa bacteria ocasiono una respuesta con
la formación de esos complejos inmunes en torrente sanguíneo pero que se separan y se depositan a
nivel local en el glomérulo, generalmente en el subepitelio, pero también pueden hacerlo en el
mesangio. Los síntomas aparecen 10 a 15 días después de una infección de faringe por estreptococo.
A nivel renal podemos observar una glomerulonefritis que puede estar causada por una
hipersensibilidad tipo III por el depósito de complejos inmunes o por una hipersensibilidad tipo II
cuando se forman anticuerpos que se unen a antígenos que están presentes en la membrana basal
glomerular.
Si la enfermedad mediada por inmunocomplejos es inducida por un bolo grande único de antígeno que
a continuación es eliminado gradualmente, puede resolverse de manera espontánea. Por ejemplo, se
observa recuperación espontánea cuando la glomerulonefritis se inicia después de una infección
estreptocócica. Los complejos de antígeno estreptocócico-anticuerpo se unen a la membrana basal de
los riñones, y establecen una respuesta tipo III, que se resuelve conforme se elimina la carga bacteriana.
Otros patógenos pueden causar una glomerulonefritis: meningococo, varias especies de estafilococos,
leptospirosis, infecciones virales como hepatitis, sarampión, parotiditis, infecciones parasitarias como
malaria y esquistosomiasis.

-Patogenia de la enfermedad sistémica:


Vasculitis:
Un ejemplo de enfermedad sistémica causada por depósitos de inmunocomplejos, esta inflamación a
nivel de los vasos está condicionada por la formación de complejos antígeno-anticuerpo que se van a
estar formando en el interior de los vasos sanguíneos, estos complejos tienden a adherirse a nivel de la
pared del vaso, estos depósitos de complejos inmunes pueden derivar a la activación del complemento,
la formación del complejo de ataque a la membrana, los mediadores que allí se forman pueden
ocasionar la quimiotaxis de otras células de defensa como el neutrófilo cuya degranulacion ocasiona la
destrucción de la célula de recubriendo interno de los vasos ocasionando cuadros inflamatorios a nivel
local, la agregación plaquetaria, la formación de trombos o coágulos, isquemia y necrosis.

Hipersensibilidad tipo IV:


A diferencia de las 3 primeras que estaban mediadas por anticuerpos, en la hipersensibilidad tipo IV
los protagonistas serán los Linfocitos. De todos los Linfocitos el linfocito T CD4 TH1 es la célula
diferenciada de los CD4 principalmente involucrada en el desarrollo de la hipersensibilidad tipo IV, en
el contexto de defensa estas células son importantes porque activan a los LT CD8 y favorecen en ellos
la citotoxicidad celular y la destrucción de células infectadas por virus, células tumorales o la activación
de macrófagos que favorecen la destrucción de patógenos, eso en el contexto de la defensa en escenarios
fisiológicos pero en el contexto patológico puede ocasionar la activación de estas células ocasionando
daños no en el patógeno sino en nuestras propias células. Los datos característicos de una reacción tipo
IV son:
 Su inicio por células T.
 El retraso requerido para que se desarrolle la reacción.
 Reclutamiento de macrófagos (en contraposición con neutrófilos o eosinofilos) como el
componente celular primario del infiltrado que rodea el sitio de inflamación.
Los TH1 junto con los TH17 y los LT CD8 son
linfocitos principalmente involucrados en la
hipersensibilidad tipo IV. Los mecanismos de
acción son los mismos descritos cuando
hablamos de defensa contra nuestro organismo.
TH1 favorece la activación de los macrófagos, los
TH17 favorecen la quimiotaxis y activación de los
neutrófilos y todos ellos ocasionan inflamación y
destrucción, desafortunadamente en este caso
ese daño está ocurriendo sobre nuestras propias
células. Y, en el caso de los CD8 también están
involucrados y tras su activación pueden
ocasionar la muerte celular y lesión tisular de
nuestras propias células.

-Mecanismos de lesión mediados por Linfocitos:


A este tipo de hipersensibilidad tipo IV también se le conoce como retardada debido a que se requiere
para su desarrollo la reactivación de células de memoria que se formaron previo a un proceso de
sensibilización o una primera exposición al antígeno. Esa activación de las células de memoria con sus
componentes tarda tiempo en desarrollarse y, ese retraso es lo característico de este tipo de HS llamada
HS retardada tipo IV o simplemente retardada.
Al compararlo con la HS inmediata en donde allí la respuesta es mucho más rápida porque no hay la
participación de estas células de memoria y los protagonistas son los anticuerpos.
-Subtipos de hipersensibilidad tipo IV:

Es importante destacar en esa tabla a los Linfocitos que principalmente están involucrados en cada uno
de los subtipos y profundizar.

Por lo general son patógenos intracelulares involucrados


en el desarrollo de este tipo de hipersensibilidad u otros
antígenos que establecen una reacción por HS por
contacto con ellos.

-Características de la hipersensibilidad tipo IV:


 Conocida como Hipersensibilidad mediada por células: LT juegan un papel importante.
 Hay daño tisular mediado por LT y macrófagos principalmente porque como vimos en la tabla
anterior hay otras células que participan también.
 Requiere un retraso para la activación de los LT de memoria
 Ocurre de 1 a 3 días después del contacto con el Ag.
 Implica una fase de sensibilización y una efectora.
-Fases de la hipersensibilidad tipo IV:
 Fase de sensibilización: Va desde el momento en que ingresa ese Ag que es posteriormente
fagocitado, procesado y presentado por CPA (especialmente Langerhans y macrófagos) locales a
los linfocitos T, los cuales se activan y ese contexto de activación producirán citoquinas que van
a polarizar la diferenciación de esos LT. Una respuesta de DTH empieza con una sensibilización
inicial por antígeno, seguida por un periodo de al menos una a dos semanas durante el cual
células T específicas para antígeno son activadas, y expandidas clonalmente. En general, las
células T activadas durante la fase de sensibilización de una respuesta de DTH tradicional son
CD4+, principalmente de los subtipos TH1. Con todo, estudios recientes indican que las células
TH17, TH2 y CD8+ también pueden estar implicadas. (Ángel solo menciona Th1).
 Fase efectora: una segunda exposición al antígeno sensibilizante induce la fase efectora de la
respuesta de DTH, las células T ya diferenciadas son estimuladas para que secreten diversas
citocinas, entre ellas interferón-γ (IFN-γ) y linfotoxina-α (TNF-β), que reclutan macrófagos y
otras células inflamatorias, y los activan y tras su activación van a desarrollarse los diferentes
mecanismos de destrucción, en este caso contra nuestras propias células. En circunstancias
normales, una respuesta de DTH no queda de manifiesto sino hasta un promedio de 24 h
después del segundo contacto con el antígeno, y por lo general alcanza un máximo 48 a 72 h
después de este estímulo.

-Eventos que ocurren tras el ingreso de un antígeno:


Las CPA locales lo captan, procesan, presentan al linfocito T residente en ganglios linfáticos, los cuales
van a liberar citoquinas que van a ser responsables de los efectos locales como incremento de la
permeabilidad vascular, quimiotaxis de otras células de defensa como los neutrófilos pero a diferencia
de las reacciones anteriores, todos estos fenómenos requieren de tiempo (24-72h) para que todas estas
reacciones puedan desarrollarse y podamos ver signos y síntomas característicos de este tipo de
hipersensibilidad. Hacia el momento en que la respuesta de DTH está desarrollada por completo, sólo
alrededor de 5% de las células participantes son células TH1 específicas para antígeno; el resto son
macrófagos y otras células de la inmunidad innata.
Las células TH1 son iniciadoras importantes de DTH, pero las células efectoras principales de la
respuesta de DTH son macrófagos activados. Las citocinas elaboradas por células T auxiliares, entre
ellas IFN-γ y linfotoxina-α, inducen a monocitos sanguíneos para que se adhieran a células endoteliales
vasculares, migren desde la sangre hacia los tejidos circundantes y se diferencien hacia macrófagos
activados. Los macrófagos activados muestran fagocitosis aumentada y un incremento de la capacidad
para matar microorganismos. Producen citocinas, entre ellas TNF-α e IL-1β, que reclutan más
monocitos y neutrófilos, y aumentan la actividad de células TH1, lo cual amplifica la respuesta.

Una forma de presentación de la HS tipo IV que es característica es el desarrollo de los Granulomas.


La actividad fagocítica aumentada y la acumulación de enzimas líticas provenientes de macrófagos en
el área de infección llevan a destrucción inespecífica de células y, así, de cualesquier agentes patógenos
intracelulares, como micobacterias. Por lo general, cualquier patógeno presentado son eliminados con
rapidez, con poco daño tisular. Aun así, en algunos casos, y en especial si el antígeno no se elimina
fácilmente, puede desarrollarse una respuesta de DTH prolongada, que se hace destructiva para el
huésped, al causar una reacción granulomatosa visible.
Los granulomas se desarrollan cuando la activación continua de macrófagos los induce a adherirse
estrechamente uno a otro. En estas condiciones, los macrófagos adoptan una forma epitelioide (crece
su citoplasma y orgánulos citoplasmáticos) y a veces se fusionan para formar células gigantes
multinucleadas. Estas células gigantes desplazan las células tisulares normales; forman nódulos
palpables, y liberan concentraciones altas de enzimas líticas, que destruyen tejido circundante. La
respuesta granulomatosa puede dañar vasos sanguíneos y llevar a necrosis tisular extensa.
Un tipo de antígeno que ocasiona esta
respuesta es el Mycobacterium
tuberculosis, que es una bacteria
intracelular un tanto inocua si la
comparamos con otras bacterias mucho
más potentes, sin embargo, la
inmunidad a esta bacteria intracelular
involucra una respuesta de DTH en la
cual macrófagos activados aíslan con
una pared el organismo en el pulmón, y
lo contienen dentro de una lesión tipo
granuloma llamada tubérculo. De
cualquier modo, a menudo, la liberación
de enzimas líticas concentradas a partir
de macrófagos activados dentro de los
tubérculos daña el tejido pulmonar
mismo que la respuesta inmunitaria
pretende preservar. La reacción característica es la formación de granuloma en donde vamos a observar
células multinucleadas que se forman por el estrechamiento entre varios tipos de macrófagos activados
tras la exposición a ese patógeno.
*Según el ABBAS, los granulomas son una DTR crónica. “El resultado es un ciclo de lesión tisular e inflamación
crónica, seguido de la sustitución por tejido conjuntivo (fibrosis)”.

-Test de Mantoux:
A nivel experimental nosotros podemos evaluar si estamos somos sensibles a algunos antígenos
presentes en esta bacteria a través de la prueba de Tuberculina que consiste en la administración
intradérmica del antígeno proteínico purificado derivado de la Mycobacterium tuberculosis.

IMPORTANTE LEYENDA DE LA
IMAGEN DEL TEST

Una reacción positiva a una prueba


cutánea indica que el individuo tiene una
población de células TH1 sensibilizadas
específicas para el antígeno que se está
probando.
-Enfermedades que cursan con hipersensibilidad tipo IV:

Diabetes Mellitus tipo I:


Esta afección que es conocida también como diabetes autoinmune, es específica de órgano, el páncreas,
y ocurre con mayor frecuencia en niños y adolescentes. El 10% de los adultos la sufren. Intervienen
factores ambientales (infecciones por rubeola) y genéticos (mutación en DQ1). Se caracteriza por:
 Destrucción autoinmune de células β.
 Pérdida progresiva de células β.
 Comienza en la infancia (6 a 12 años).
 ICA (>75%) de los individuos con diabetes mellitus tipo 1A.
 Hay anticuerpos anti-islotes (ICA), anticuerpos anti-GAD y anticuerpos anti-insulina (IAA).
La inmunidad celular es el principal actor destructor de células β de los islotes pancreáticos. Los
gránulos secretados por estos islotes tienen varios
antígenos que una vez alterados por un factor
externo, por ejemplo, mediante una reacción cruzada
con un antígeno, se hacen antigénicos y activan a los
Linfocitos T. Los antígenos activan a los linfocitos T
CD8 y T CD4, ejemplo de antígeno es la insulina que al
ser alterada se hace antigénica y estimula en los
linfocitos B la producción de auto-anticuerpos.
Los linfocitos T CD8 y los macrófagos son los
principales responsables del daño de las células β de los
islotes pancreáticos. Adicionalmente los Th1 y Th17,
por la producción de citoquinas proinflamatorias,
agravan el proceso inflamatorio dentro de los islotes.
Cuando se hace el diagnóstico de la enfermedad menos
del 10% de los islotes productores de insulina están
funcionales.
Adicionalmente, la respuesta a un factor externo, posiblemente viral, se acompaña de un desequilibrio
en la generación de subpoblaciones de linfocitos T, con una disminución de los Linfocitos Treg que deja
en libertad a los Linfocitos Th1. Estos, por medio del
IFNγ, incrementan en las células de los islotes la
expresión de moléculas HLA clase II que facilita que
los Linfocitos T CD8 puedan destruir las células de los
acinos.
Independientemente de la combinación de estos
factores el resultado va a ser el mismo, la destrucción
de las células Beta de los islotes de Langerhans y la
disminución de la secreción de Insulina y por ende la
disminución de la captación de Glucosa, esto ocasiona
un incremento de la glucosa en sangre y da como
resultado el rasgo característico de la Diabetes:
Hiperglicemia.

Esclerosis Múltiples:
La esclerosis múltiple, EM, es la afección neuroinmunológica más común. Afecta a una de cada 1.000
adultos jóvenes, preferentemente mujeres. Subgrupos TH1 y TH17 de los linfocitos T CD4+ reaccionan
contra antígenos de la mielina propios, lo que da lugar a una inflamación del SNC con activación de
macrófagos alrededor de los nervios en el encéfalo y la médula espinal, una destrucción de la mielina,
alteraciones de la conducción nerviosa y deficiencias neurológicas.
Los linfocitos T se sensibilizan en los ganglios linfáticos contra alguno o varios de los antígenos de la
mielina, salen al torrente circulatorio y atraviesan luego la barrera hematoencefálica, la cual se hace
parcialmente permeable posiblemente por efecto de una infección viral o bacteriana que incrementa la
expresión en el endotelio de los vasos cerebrales de moléculas de adherencia como ICAM-1, VCAM-1 y
selectina E.
Los Linfocitos T activados al ingresar al SNC, reaccionan con la proteína básica de la mielina y con
glucoproteínas asociadas y producen de las citoquinas proinflamatorias IFNγ y TNFβ. Además, la
mielina y los oligodendrocitos que la producen son atacados por anticuerpos que activan el
complemento. Este ataque a la mielina puede ser reforzado por macrófagos y por Linfocitos T CD8 y
Linfocitos Th17: el ataque desnuda a los axones y ocasiona
alteraciones en el funcionamiento del SNC.

Artritis Reumatoide:
Hay fallo a nivel de la tolerancia, lo cual se ve potenciado por
una serie de factores ambientales que condiciona la aparición
de Linfocitos T y B autorreactivos que conllevan al desarrollo
de un proceso inflamatorio y daño a nivel articular. Esta
enfermedad también la veíamos en la HS tipo III porque el
daño en la articulación se debe a depósitos de
inmunocomplejos como en la HS tipo III pero esos daños
también están condicionados por la presencia de Linfocitos T
autorreactivos que condicionan el desarrollo de todos esos
eventos. (OJO 37:08).

Enfermedad de Crohn:
Es un proceso inflamatorio crónico con infiltración celular de la mucosa y de la submucosa del íleo. La
enfermedad afecta el íleo y el ciego. Puede dar origen a la formación de fístulas. Se inicia por una
respuesta exagerada contra algunas bacterias comensales de la flora intestinal, en un terreno
genéticamente predispuesto
Hay combinación de autoinmunidad con defectos a nivel de la barrera epitelial, lo que condiciona el
ingreso del antígeno, de bacterias o fragmentos antigénicos de bacterias comensales. A nivel intestinal
esos defectos de barrera ocasiona que esos antígenos o componentes bacterianos crezcan en el interior
del tejido y sean captados y procesados por CPA locales y presentados a linfocitos T autorreactivos, los
cuales se activan y ocasionan la quimiotaxis de neutrófilos,
la activación de macrófagos y estas células causarán
finalmente el daño en la membrana epitelial en el intestino.
A nivel epitelial se produce engrosamiento y disminución
de los pliegues de la mucosa intestinal.

Enfermedad celiaca:
Es una enteropatía autoinmune inducida por la exposición al gluten.
Gluten: es un conjunto de proteínas contenidas en la harina de los cereales, fundamentalmente el
trigo. Está formado por las proteínas llamadas gluteninas y gliadinas.
Alimentos que lo contienen:
 Pan y harinas de trigo, cebada, centeno y avena.
 Cereal, galleta, pasta que tengan las harinas citadas.
 Flanes, natilla, helados, jalea, malta, cerveza, otros.
Hay alteraciones en las uniones estrechas de las células
epiteliales del intestino que modifican la permeabilidad
del intestino que normalmente está regulada por una
proteína conocida como zonulin. Este cambio permite el
ingreso de la gliadina (presente en el gluten) que conduce
a la infiltración de la mucosa intestinal por linfocitos CD8
y CD4, hipertrofia de las criptas y atrofia de las
vellosidades que ocasiona malabsorción y diarrea. La
enzima transglutaminasa tisular (tTG), que se encuentra
en las capas subepiteliales del intestino, desamina los
residuos glutamínicos de gliadina, generando péptidos que son presentados CPA que tienen un tipo
particular de CMH llamadas HLADQ2 y DQ8 a los linfocitos T con lo cual se inicia la respuesta inmune
patológica. La presencia de esa HLA condiciona la presentación de esa Gliadina desaminada al LT
autorreactivo que se activa y ocasiona los daños al nivel de la mucosa intestinal, en este caso en intestino
delgado.

Dermatitis atópica:
En la dermatitis por contacto (alérgica) el daño principal ocurre sobre todo en la
epidermis. La forma más simple de dermatitis por contacto cuando un
compuesto químico reactivo se une a proteínas de la piel, y estas proteínas
modificadas son presentadas a células T en el contexto de los antígenos de CMH
apropiados. Puede ser causada por contacto con metales, cosméticos o plantas.
Se caracteriza clínicamente por:
 Prurito.
 Eccema.
 Eritema.
 Vesículas.
 Ampollas en su fase aguda.
 Costras, piel liquenificada y gruesa durante su fase crónica.

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