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Hipersensibilidad III:
La hipersensibilidad III, junto con la I y II esta mediada por la presencia de los anticuerpos pero en
estos casos estos anticuerpos van a tener la particularidad que van a formar los complejos
inmunitarios, que son estructuras formadas por la unión no covalente entre antígeno y anticuerpo.
Involucra cualquier isotipo de inmunoglobulina.
Pueden ser de distintos tamaños.
Pueden formarse en la circulación o en los tejidos.
Pueden variar de estructura y de composición.
Potencialmente activadores del complemento.
Estos complejos inmunitarios tienen funciones fisiológicas pero también pueden llevar al desarrollo de
la hipersensibilidad, el daño de los tejidos y con ello el desarrollo de una enfermedad.
La magnitud de la reacción depende del número y el tamaño de inmunocomplejos, su distribución
dentro del organismo, y la capacidad del sistema fagocítico para eliminar los complejos y, así,
minimizar el daño de tejido.
Entonces, en el contexto de hipersensibilidad llamamos inmunocomplejo a esos complejos
multimoleculares de anticuerpos y antígenos solubles, esto es importante para diferenciarlo de la
hipersensibilidad tipo II donde había de igual forma anticuerpos que se unen a determinados antígenos
y de igual forma es un inmunocomplejo, sin embargo, en el contexto de hipersensibilidad restringimos
ese término para los inmunocomplejos solubles.
Antígenos solubles que tienden a formar agregados con anticuerpos (complejos inmunes, CI).
Hay participación de varias moléculas de anticuerpos y antígenos solubles poco degradados.
Esos inmunocomplejos tienden a depositarse en tejido y activan el complemento ocasionando
local.
Órganos afectados: vasos, piel, articulaciones, riñón, pericardio.
Las enfermedades mediadas por inmunocomplejos tienden a ser sistémicas y a afectar a múltiples
tejidos y órganos, aunque algunos son particularmente sensibles, como los riñones y las articulaciones.
Reacción de Arthus:
Forma experimental de inducir una reacción a nivel de piel ocasionado por el depósito o la formación
de inmunocomplejos. Si en un animal o en un humano se inyecta por vía intradérmica un antígeno
contra el cual existen grandes cantidades de anticuerpos circulantes (o recientemente se han
introducido mediante inyecciones por vía intravenosa), el antígeno se difunde hacia las paredes de
vasos sanguíneos locales e inmunocomplejos grandes se precipitan cerca del sitio de inyección. Esto
inicia una reacción inflamatoria que alcanza un máximo alrededor de 4 a 10 h después de la inyección
y se conoce como una reacción de Arthus. La inflamación en el sitio de una reacción de Arthus se
caracteriza por tumefacción y sangrado localizado, seguidos por depósito de fibrina.
Un individuo sensible puede reaccionar a una picadura o mordedura de insecto con una reacción tipo I
localizada rápida, que puede ir seguida, alrededor de 4 a 10 h más tarde, por la aparición de una reacción
de Arthus típica, caracterizada por eritema y edema pronunciados. La reacción de Arthus puede ser
inducida por esporas bacterianas, hongos y proteínas fecales secas en regiones intrapulmonares,
causando alveolitis o neumonitis.
Leer la franja azul.
Cabe destacar que esos mastocitos (o fagocito, no se escucha bien) pueden reconocer a esos mediadores
que se forman tras la activación del complemento (C3a o C5a) o reconocer incluso a esos
inmunocomplejos debido a la presencia de receptores que se encuentra nivel de membrana que se unen
a la región Fc de esas inmunoglobulinas, a diferencia de lo que se ve en las hipersensibilidades
anteriores, aquí la aparición de signos y síntomas tarda horas en aparecer debido a todo ese fenómeno
que debe ocurrir.
-Clasificación:
Se clasifica de acuerdo a 3 variables:
Tipos de antígenos:
o Exógeno (microorganismos infecciosos).
o Endógenos (autoinmunidad).
Origen de los inmunocomplejos:
o In situ (extravascular).
o Circulantes (dentro de la circulación sanguínea).
Enfermedades mediadas por inmunocomplejos:
o Localizadas (artritis, glomerulonefritis, vasculitis).
o Sistemicas (deposito de inmunocomplejos en muchos organos).
-Patogenia general:
Los inmunocomplejos se unen a mastocitos, neutrófilos y macrófagos por medio de receptores Fc, lo
cual desencadena la liberación de mediadores vasoactivos y citocinas inflamatorias, que interactúan
con el epitelio capilar e incrementan la permeabilidad de las paredes de vasos sanguíneos. Los
inmunocomplejos continuación se mueven por las paredes capilares y hacia los tejidos, donde son
depositados y establecen una respuesta inflamatoria localizada. La fijación de complemento da lugar a
la producción de las quimiocinas anafilatoxina C3a y C5a, que atraen más neutrófilos y macrófagos que,
a su vez, son más activados por inmunocomplejos que se unen a sus receptores Fc para secretar
quimiocinas y citocinas, prostaglandinas y proteasas proinflamatorias. Las proteasas digieren las
proteínas de la membrana basal colágeno, elastina y cartílago. El daño de tejido está mediado además
por radicales libres de oxígeno liberados por los neutrófilos activados. Además, los inmunocomplejos
interactúan con plaquetas e inducen la formación de coágulos pequeños.
Si el antígeno en el inmunocomplejo es un autoantígeno, no puede ser eliminado, y las reacciones de
hipersensibilidad tipo III no pueden resolverse con facilidad. En esas situaciones, aparecen respuestas
tipo III crónicas. Por ejemplo, en el lupus eritematoso sistémico, respuestas de anticuerpos persistentes
a autoantígenos son una característica que identifica la enfermedad, y los complejos son depositados
en las articulaciones, los riñones y la piel de los pacientes.
Síntomas del depósito de inmunocomplejos:
Fiebre.
Urticaria (exantemas).
Dolor articular.
Agrandamiento de ganglios linfáticos.
Proteína en orina.
-Patogenia de la enfermedad
localizada:
Artritis reumatoide:
La artritis reumatoide (AR), es una afección de
origen multifactorial caracterizada por
inflamación e hiperplasia de la membrana
sinovial, de las articulaciones diartrodiales,
predominantemente de las manos y pies, con
producción de auto-anticuerpos, destrucción del
cartílago y de hueso subcondral; y
manifestaciones sistémicas tales como nodulosis,
enfermedad cardiovascular, y compromiso
pulmonar entre otros
Un ejemplo de una enfermedad localizada en donde hay participación de los inmunocomplejos es la
artritis reumatoide, en donde hay una mezcla de autoinmunidad (perdida de la tolerancia), hay
presencia de linfocitos T autorreactivos que condicionan la formación de autoanticuerpos que son los
que se van a unir a determinados antígenos a nivel de las articulaciones ocasionando la formación y el
depósito de inmunocomplejos a nivel de la articulación, ocasionando entre otras cosas la destrucción
del hueso y el cartílago.
Todas las células de la inmunidad innata (importante complemento) participan en esta patología y de
los linfoticos T destacan los Th1, importantes protagonistas del daño articular como desencadenantes
que son de procesos inflamatorios. Estos Linfocitos se encuentran aumentados en el tejido sinovial de
los pacientes con AR. Su efecto nocivo se debe a su interacción con macrófagos y fibroblastos y a su
capacidad de inducir la producción de citoquinas proinflamatorias, especialmente TNF-α, IL-1 e IL-6.
Y Th17 productor de IL-17A, IL-17F, IL-22 e IL-23. Este conjunto de citoquinas promueven la
activación de fibroblastos, apoptosis de condrocitos y activación de los osteoclastos.
Los linfocitos B son responsables de la producción de varios anticuerpos anormales. Es frecuente, casi
constante, encontrar en la sangre de los pacientes con AR anticuerpos de las clases IgM e IgG.
Glomerulonefritis postinfecciosa:
Otro ejemplo es la glomerulonefritis post infecciosa/post estreptocócica/endocapilar donde
hay depósito de inmunocomplejos por la unión de anticuerpos contra determinantes antigénicos
provenientes de la bacteria, esos complejos se forman a nivel de la circulación pero se depositan a nivel
glomerular cuando la sangre atraviesa el interior del glomerular, eso es importante para diferenciarlo
del síndrome de Goodpasture en donde hay también la participación de complejos inmunes pero
estos se caracterizan porque el complejo se está uniendo a antígenos a nivel de la membrana basal, pero
en el caso de la glomerulonefritis postinfecciosa se debe al depósito de complejos inmunitarios que no
se forman ahí, sino que se formaron en la circulación y que derivan de un evento infeccioso que está
ocurriendo por allá en las amígdalas, en donde la presencia de esa bacteria ocasiono una respuesta con
la formación de esos complejos inmunes en torrente sanguíneo pero que se separan y se depositan a
nivel local en el glomérulo, generalmente en el subepitelio, pero también pueden hacerlo en el
mesangio. Los síntomas aparecen 10 a 15 días después de una infección de faringe por estreptococo.
A nivel renal podemos observar una glomerulonefritis que puede estar causada por una
hipersensibilidad tipo III por el depósito de complejos inmunes o por una hipersensibilidad tipo II
cuando se forman anticuerpos que se unen a antígenos que están presentes en la membrana basal
glomerular.
Si la enfermedad mediada por inmunocomplejos es inducida por un bolo grande único de antígeno que
a continuación es eliminado gradualmente, puede resolverse de manera espontánea. Por ejemplo, se
observa recuperación espontánea cuando la glomerulonefritis se inicia después de una infección
estreptocócica. Los complejos de antígeno estreptocócico-anticuerpo se unen a la membrana basal de
los riñones, y establecen una respuesta tipo III, que se resuelve conforme se elimina la carga bacteriana.
Otros patógenos pueden causar una glomerulonefritis: meningococo, varias especies de estafilococos,
leptospirosis, infecciones virales como hepatitis, sarampión, parotiditis, infecciones parasitarias como
malaria y esquistosomiasis.
Es importante destacar en esa tabla a los Linfocitos que principalmente están involucrados en cada uno
de los subtipos y profundizar.
-Test de Mantoux:
A nivel experimental nosotros podemos evaluar si estamos somos sensibles a algunos antígenos
presentes en esta bacteria a través de la prueba de Tuberculina que consiste en la administración
intradérmica del antígeno proteínico purificado derivado de la Mycobacterium tuberculosis.
IMPORTANTE LEYENDA DE LA
IMAGEN DEL TEST
Esclerosis Múltiples:
La esclerosis múltiple, EM, es la afección neuroinmunológica más común. Afecta a una de cada 1.000
adultos jóvenes, preferentemente mujeres. Subgrupos TH1 y TH17 de los linfocitos T CD4+ reaccionan
contra antígenos de la mielina propios, lo que da lugar a una inflamación del SNC con activación de
macrófagos alrededor de los nervios en el encéfalo y la médula espinal, una destrucción de la mielina,
alteraciones de la conducción nerviosa y deficiencias neurológicas.
Los linfocitos T se sensibilizan en los ganglios linfáticos contra alguno o varios de los antígenos de la
mielina, salen al torrente circulatorio y atraviesan luego la barrera hematoencefálica, la cual se hace
parcialmente permeable posiblemente por efecto de una infección viral o bacteriana que incrementa la
expresión en el endotelio de los vasos cerebrales de moléculas de adherencia como ICAM-1, VCAM-1 y
selectina E.
Los Linfocitos T activados al ingresar al SNC, reaccionan con la proteína básica de la mielina y con
glucoproteínas asociadas y producen de las citoquinas proinflamatorias IFNγ y TNFβ. Además, la
mielina y los oligodendrocitos que la producen son atacados por anticuerpos que activan el
complemento. Este ataque a la mielina puede ser reforzado por macrófagos y por Linfocitos T CD8 y
Linfocitos Th17: el ataque desnuda a los axones y ocasiona
alteraciones en el funcionamiento del SNC.
Artritis Reumatoide:
Hay fallo a nivel de la tolerancia, lo cual se ve potenciado por
una serie de factores ambientales que condiciona la aparición
de Linfocitos T y B autorreactivos que conllevan al desarrollo
de un proceso inflamatorio y daño a nivel articular. Esta
enfermedad también la veíamos en la HS tipo III porque el
daño en la articulación se debe a depósitos de
inmunocomplejos como en la HS tipo III pero esos daños
también están condicionados por la presencia de Linfocitos T
autorreactivos que condicionan el desarrollo de todos esos
eventos. (OJO 37:08).
Enfermedad de Crohn:
Es un proceso inflamatorio crónico con infiltración celular de la mucosa y de la submucosa del íleo. La
enfermedad afecta el íleo y el ciego. Puede dar origen a la formación de fístulas. Se inicia por una
respuesta exagerada contra algunas bacterias comensales de la flora intestinal, en un terreno
genéticamente predispuesto
Hay combinación de autoinmunidad con defectos a nivel de la barrera epitelial, lo que condiciona el
ingreso del antígeno, de bacterias o fragmentos antigénicos de bacterias comensales. A nivel intestinal
esos defectos de barrera ocasiona que esos antígenos o componentes bacterianos crezcan en el interior
del tejido y sean captados y procesados por CPA locales y presentados a linfocitos T autorreactivos, los
cuales se activan y ocasionan la quimiotaxis de neutrófilos,
la activación de macrófagos y estas células causarán
finalmente el daño en la membrana epitelial en el intestino.
A nivel epitelial se produce engrosamiento y disminución
de los pliegues de la mucosa intestinal.
Enfermedad celiaca:
Es una enteropatía autoinmune inducida por la exposición al gluten.
Gluten: es un conjunto de proteínas contenidas en la harina de los cereales, fundamentalmente el
trigo. Está formado por las proteínas llamadas gluteninas y gliadinas.
Alimentos que lo contienen:
Pan y harinas de trigo, cebada, centeno y avena.
Cereal, galleta, pasta que tengan las harinas citadas.
Flanes, natilla, helados, jalea, malta, cerveza, otros.
Hay alteraciones en las uniones estrechas de las células
epiteliales del intestino que modifican la permeabilidad
del intestino que normalmente está regulada por una
proteína conocida como zonulin. Este cambio permite el
ingreso de la gliadina (presente en el gluten) que conduce
a la infiltración de la mucosa intestinal por linfocitos CD8
y CD4, hipertrofia de las criptas y atrofia de las
vellosidades que ocasiona malabsorción y diarrea. La
enzima transglutaminasa tisular (tTG), que se encuentra
en las capas subepiteliales del intestino, desamina los
residuos glutamínicos de gliadina, generando péptidos que son presentados CPA que tienen un tipo
particular de CMH llamadas HLADQ2 y DQ8 a los linfocitos T con lo cual se inicia la respuesta inmune
patológica. La presencia de esa HLA condiciona la presentación de esa Gliadina desaminada al LT
autorreactivo que se activa y ocasiona los daños al nivel de la mucosa intestinal, en este caso en intestino
delgado.
Dermatitis atópica:
En la dermatitis por contacto (alérgica) el daño principal ocurre sobre todo en la
epidermis. La forma más simple de dermatitis por contacto cuando un
compuesto químico reactivo se une a proteínas de la piel, y estas proteínas
modificadas son presentadas a células T en el contexto de los antígenos de CMH
apropiados. Puede ser causada por contacto con metales, cosméticos o plantas.
Se caracteriza clínicamente por:
Prurito.
Eccema.
Eritema.
Vesículas.
Ampollas en su fase aguda.
Costras, piel liquenificada y gruesa durante su fase crónica.