Una buena alimentación es vital para que el niño crezca sano y
fuerte. Comer bien ayuda no sólo a su crecimiento físico, sino también a su desarrollo intelectual. Una correcta alimentación del niño durante los primeros años de vida puede repercutir positivamente en su estado de salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse con los demás, pensar y racionalizar, socializarse, adaptarse a nuevos ambientes y personas y, sobre todo, en su rendimiento escolar. Una buena alimentación puede influir notablemente en su futuro. La alimentación es la base necesaria para un buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños. Por ello, una dieta saludable es vital para que su crecimiento sea óptimo. Es recomendable no abusar de las grasas vegetales y comer al menos, cinco veces al día frutas y verduras. Una buena nutrición y la práctica de ejercicio es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. La ingesta de nutrientes es distinta en función de las distintas etapas de su evolución. Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Durante este período, los niños pueden adquirir buenos hábitos alimenticios en lo que se refiere a la variedad de los alimentos y al sabor de las comidas. Lactancia materna La leche materna es el alimento ideal para el bebe durante sus primeros meses de vida, ya que contiene nutrientes fundamentales para su desarrollo y se adapta a los requerimientos nutricionales de acuerdo con su edad. Así mismo la importancia de la leche materna en la salud de un bebe es esencial, pues ayuda a fortalecer su sistema digestivo e inmune y previene enfermedades. Importancia de la leche materna para él bebe La leche materna tiene defensas y anticuerpos especialmente el calostro que protegen al recién nacido de infecciones de oído, urinarias, respiratorios, e incluso de meningitis. Es el alimento perfecto para el bebe le ayuda a disminuir las probabilidades de padecer alergias, asma, obesidad y diabetes. El bebe sufre menos de diarrea, estreñimiento, cólicos ya que la leche materna contribuye al desarrollo de la flora intestinal saludable y, por ende, una buena digestión. La leche materna es adecua a los cambios del bebe de acuerdo a su edad. Los ácidos grasos presentes en la leche materna ayudan a desarrollar el cerebro y el sistema nervioso del recién nacido La cercanía del bebe con el cuerpo de la mama durante la lactancia ayuda a que el bebe desarrolle el sentido del tacto. Pirámide alimenticia Como se ve en la ilustración, la dieta ideal de un niño (y de un adulto, en cuya pirámide solo cambia el tamaño de las raciones). Una advertencia esencial: no hay alimentos buenos o malos. Los niños pueden tomar todo tipo de platos, siempre que se respeten las cantidades y proporciones que refleja la pirámide. Y un aviso de los expertos: para un desarrollo óptimo, la buena alimentación debe ir acompañada de ejercicio físico. En esto, las estadísticas en nuestro país son concluyentes. Los niños no solo ingieren demasiadas calorías “vacías” (procedentes de grasas nocivas y de azúcares, y desprovistas de nutrientes útiles para la salud), sino que no queman debidamente las que toman. La solución: más vida y más juegos al aire libre. Una ración para los niños Pan, pasta, cereales: Una ración es una rebanada de pan, dos galletas, media taza de cereales, de pasta o de arroz cocidos. Frutas y verduras: Es una manzana, una pera, un tomate, media taza de cerezas o fresones, media taza de verdura cocida, una taza de lechuga... Lácteos: Una ración es un yogur o un vasito mediano de leche o 30 g de queso o 50 g de requesón. Carnes, pescados, huevos, legumbres, nueces: Es 100 g de pescado o carne, un huevo, medio tazón de legumbres cocidas, 30 g de nueces. Bollería, nata, pastelería, mantequilla: Deben tomarse muy de vez en cuando y con moderación. Escalón 1 de la pirámide nutricional Grasas, dulces: muy poco (muy pequeñas cantidades) Este escalón está cargado de calorías y tiene pocos nutrientes útiles para la salud. Hay que vigilar especialmente los productos de bollería industrial que estén elaborados con grasas saturadas. Lo mejor: leer siempre la lista de ingredientes, que debe especificar el tipo de grasa que lleva el producto. Algunas grasas vegetales, como el aceite de coco, son saturadas. Escalón 2 de la pirámide alimenticia Carnes, pescados, aves, huevos: suficiente (2-3 raciones al día) Aportan proteínas (los ladrillos de que están hechos los tejidos de nuestro organismo), además de vitaminas del grupo B, minerales como el hierro, el fósforo, el magnesio, el cinc... Escalón 3 de la pirámide de los niños 3. Lácteos: suficiente (2-4 raciones al día) Aportan proteínas, vitaminas del grupo B, minerales como el calcio, el hierro, el fósforo, el magnesio y el cinc. Esenciales para el buen desarrollo óseo. Escalón 4 de la pirámide alimenticia Frutas, verduras: bastante (5-8 raciones al día) Ricas en fibra, vitaminas A, E y C, minerales como el potasio y fibra soluble e insoluble. Indispensables en la alimentación infantil. Escalón 5 de la pirámide Pasta, pan, cereales, patatas, arroz: (6-9 raciones al día) Son hidratos de carbono complejos, ricos en vitaminas del grupo B y E, fibra, minerales y proteínas. Son azúcares de asimilación lenta, recomendables para el desayuno infantil. Recomendaciones para la dieta de los niños Inculcar buenos hábitos • No imponer dietas restrictivas a los niños. •Tener en casa un buen surtido de alimentos sanos (frutas, yogures, batidos de yogur, verduras, purés, ensaladas preparadas, cereales, muesli, pan integral…). •Comer en familia siempre que sea posible. • Animar a los niños a ir al mercado y a cocinar. • Evitar comer viendo la televisión. • Jamás castigar o premiar a un niño con la comida. Que es una alimentación balanceada Una alimentación balanceada significa obtener los tipos y cantidades adecuadas de alimentos y bebidas con el fin de proporcionar nutrición y energía para el mantenimiento de órganos, tejidos y células del cuerpo, al igual que para apoyar el crecimiento y desarrollo normales. Importancia de una buena alimentación Alimentar a los niños de manera saludable, incorporando productos variados y ricos en nutrientes y, además, generando hábitos en torno al “buen comer”, es fundamental para su salud presente y futura, porque durante la infancia se establecen las bases de una buena conducta alimenticia para toda la vida. Durante los primeros años, el organismo de un niño se encuentra en crecimiento y formación, razones por las que es más vulnerable ante cualquier deficiencia nutricional. En este sentido, si bien el peso es un factor de análisis importante, no debe ser considerado como el único indicador de que un niño está teniendo una alimentación saludable, dado que existe la posibilidad de que se encuentre en un peso normal para su estatura y edad, pero que no consuma algún grupo de alimentos que sea necesario para su adecuado desarrollo. Los problemas de desnutrición en los primeros ocho años de vida pueden traer consecuencias devastadoras y duraderas a corto plazo derivando en emergencias como también a largo plazo impidiendo el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo. Por ello es clave realizar un seguimiento adecuado y corregir hábitos en esta etapa.