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JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

Magistrado Ponente

SP4396-2021
Radicación N° 51.434
Aprobado Acta No. 255

Bogotá D.C., veintinueve (29) de septiembre dos mil


veintiuno (2.021)

VISTOS

Entra la Sala a resolver el recurso extraordinario de


casación interpuesto por el defensor de EDUIN PRADA
RODRÍGUEZ, contra el fallo de segunda instancia proferido el
2 de agosto de 2017 por el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá, mediante la cual confirmó la emitida por
el Juzgado 16 Penal Municipal de Conocimiento de la misma
ciudad del 25 de abril de 2017, que lo declaró penalmente
responsable del delito de violencia intrafamiliar agravada (Art.
229 Inc. 2º).
CUI N° 11001600001520150921701
Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

HECHOS

1. El 7 de octubre de 2015, aproximadamente a las


12:30 p.m., agentes de la Policía Nacional acudieron a la
vivienda localizada en la carrera 41 N° 68C–10 Sur en la
ciudad Bogotá D.C., llamados por LAUDIX ALBARRACÍN
MERCHÁN madre de N.J.M.A.1 de 16 años de edad, quien
denunció que su hija estaba siendo golpeada por EDUIN
PRADA RODRÍGUEZ, compañero permanente de la víctima.

2. Esta disputa se originó por cuanto PRADA


RODRÍGUEZ censuró que su esposa usara cierto tipo de ropa
para dar un paseo en el centro comercial “EL TUNAL”, como
consecuencia de ello, el procesado la agrede, lesionándole el
cuello y produciéndole una equimosis en la nariz por las
cuales se le dictaminó una incapacidad definitiva de 3 días2.

ACTUACIÓN PROCESAL

3. El 8 de octubre de 2015, ante el Juez 22 Penal


Municipal con Función de Control de Garantías de Bogotá,
previa legalización de captura, la Fiscalía formuló imputación
a EDUIN PRADA RODRÍGUEZ como autor del delito de violencia
intrafamiliar agravada -al recaer sobre una mujer y menor de

1
Para efectos del presente proceso, se omitirá cualquier información sobre la
identificación de la víctima menor de edad, en virtud de los artículos 33 y 193 de la
Ley 1098 de 2006 (Ley de la Infancia y la Adolescencia), a fin de proteger el derecho
a la intimidad del menor y su familia.
2
Cuaderno Original No 1. Fls. 85-86. Cuaderno Original No 2. Fl. 11.

2
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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

edad- en contra de N.J.M.A., punible no aceptado por el


imputado3.

4. El procesado fue dejado en libertad, sin embargo


le fueron impuestas medidas de protección a la víctima
tales como: el desalojo de la casa de habitación que
comparte con la agredida y abstenerse de penetrar en
cualquier lugar donde aquélla se encuentre4, en los
términos del artículo 17, literales a) y b), de la Ley 1257 de
20085.

5. El 22 de octubre siguiente el fiscal radicó escrito


de acusación6, cuya formulación se efectuó el 1° de marzo
de 2016 ante el Juzgado 16 Penal Municipal de
Conocimiento de Bogotá, conforme a la misma calificación
jurídica antes descrita7.

6. Celebrado el debate oral y público 8, el 25 de abril


de 2017 el juzgado emitió sentencia condenatoria. En
consecuencia, declaró al procesado como autor del delito de
violencia intrafamiliar agravada y le impuso 72 meses de
prisión e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el mismo término.

3
Cuaderno Original No 1. Fl. 10, Record 15:18 y ss.
4
El expediente no acredita que la medida se hubiera ejecutado. Por el contrario,
según la denunciante Laudix Albarracín Merchán, EDUIN PRADA RODRÍGUEZ ha
convivido de manera continua con su hija N.J.M.A. después de los hechos.
5
Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de
violencia y discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal, de
Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones.
6
Cuaderno Original No 1.Fl. 12-18.
7
Cuaderno Original No 1. Fl. 29-28, Record.10:05 y ss.
8
Sesiones del 14 de febrero y 21 de marzo de 2017.

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7. Igualmente, le negó los sustitutos penales 9. Pese


a que se dispuso la respectiva orden de captura, no fue
librada por el Centro de Servicios Judiciales según se
desprende de la carpeta, por lo que el acusado permanece
en libertad.

8. La anterior decisión fue apelada por la defensora


de PRADA RODRÍGUEZ10, siendo resuelta el 2 de agosto del
mismo año por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de
Bogotá- Sala Penal, confirmando en su integridad el fallo
recurrido11.

9. Inconforme la misma parte recurrió en casación.


La demanda se admitió mediante auto del 22 de octubre de
2020, mientras que el 23 de noviembre siguiente, conforme
lo dispuesto en el Acuerdo 020 del 29 de abril de 2020, se
corrió traslado al demandante y a los no recurrentes para
que presentaran sus alegatos de sustentación y refutación
por escrito.

LA DEMANDA

10. Al amparo de la causal primera de casación, el


impugnante denuncia la violación directa de la ley
sustancial, resultante de la aplicación indebida de los
artículos 9, 10, 11, 12, 29 y 229 del Código Penal y la
consecuente falta de aplicación de los artículos 3º y 4º

9
Cuaderno Original No 1.Fl. 73-86.
10
Cuaderno Original No 1. Fl. 89-90
11
Cuaderno Original No 2. Fl. 11-26.

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ejusdem, así como los cánones 7º y 381 de la Ley 906 de


2004.

11. Parte por aceptar que la materialidad de la


conducta y la responsabilidad del acusado se acreditaron a
través de los testimonios del patrullero GILBERTO ANTONIO
ROJAS SÁNCHEZ y de la denunciante LAUDIX ALBARRACÍN
MERCHÁN -madre de la víctima-, así como con la estipulación
probatoria que devela la lesión sufrida por la menor.

12. Sin embargo, cuestiona que contrario a lo


inferido por las instancias, el comportamiento reprochado
no alcanzó a afectar la unidad familiar de la pareja,
resultando esta antijurídica, al punto que aún dos años
después del hecho EDUIN PRADA RODRÍGUEZ y N.J.M.A.
conviven junto con su hijo D.S.P.M, resaltando que aquél
«responde económicamente por ellos y está ayudando a la víctima a

pagar sus estudios universitarios en medicina veterinaria».

13. En la demostración de la censura, fundado en


providencias de esta Sala -CSJ-SP, 5 oct. 2016, Rad. 45.647-,
y de la Corte Constitucional -C-368 de 2014-, advierte que la
simple constatación del daño a la integridad personal de
uno de los integrantes de la familia no constituye per se la
comprobación de violencia doméstica castigada en nuestro
ordenamiento penal, «pues la objetividad derivada de una lesión no
siempre conlleva la afectación o puesta en peligro del bien

jurídicamente tutelado», ya que debe acreditarse la


antijuridicidad material del comportamiento a fin de poder
condenar sobre estos actos.

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14. Por el contrario, la «intervención del sistema penal en


la vida de esta joven pareja», agrega, indiscutiblemente afecta

seriamente la unidad familiar y el bienestar de los que


ahora gozan padre, madre e hijo, máxime si como
consecuencia de la única lesión sufrida por N.J.M.A. no le
generó «una afectación suficiente a su integridad física y emocional»,
por cuanto EDUIN PRADA RODRÍGUEZ va a ser castigado con
una pena de 6 años, con la consecuente privación de su
libertad, afectándose de contera el principio del derecho
penal como ultima ratio, tomándose en cuenta su carácter
fragmentario, el cual únicamente debe intervenir en los
ataques graves a los bienes jurídicos tutelados.

15. Conforme al cargo invocado, el demandante pide


casar la sentencia y en su reemplazo dictar fallo en el cual
se absuelva al acusado del delito imputado.

AUDIENCIA DE SUSTENTACIÓN

16. El defensor reitera los argumentos y pretensiones


esbozados en el escrito casacional.

17. Por su parte, la FISCALÍA GENERAL DE LA NACIÓN


solicita no casar la sentencia impugnada. Advierte que no
puede restársele importancia a la motivación que tuvo el
acusado para insultar y lesionar a su compañera
permanente, cifrada en que ésta vistió una prenda que no
era del agrado y aprobación de su pareja. Conducta que, a
su juicio, sólo se explica «en el ámbito de la violencia de género

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ejercida contra la menor víctima, y con un mayor tinte discriminatorio


dentro de ese vínculo marital».

18. La acciones de maltrato verbal y físico


consecuentes, manifiesta, son actitudes despóticas propias
de personas celotípicas, que aunado a la involuntaria
permisividad de la agraviada e incluso la de su progenitora,
«quien tácita e irrazonablemente justificó la violencia de su yerno

aduciendo que su hija es voluntariosa» , permite al agresor crear

una situación de dependencia moral, emocional y


económica en detrimento de la autonomía de la víctima y de
la armonía familiar, lo que se explica también en la negativa
de aquéllas a declarar en contra del enjuiciado.

19. Así, en oposición a lo argüido por el censor,


considera que el bien jurídico tutelado se vio afectado
efectivamente con el comportamiento del acusado, no sólo
por el maltrato infligido a la víctima valiéndose de
mordeduras o puñetazos mientras la sujetaba del cuello,
sino porque aún ante la presencia de las autoridades, «el
agresor demostró una baja capacidad de autocontrol de sus pulsiones

violentas», pues ni siquiera en ese momento cesó sus


hostilidades verbales y físicas contra su compañera, al
punto de «injuriarla como prostituta, descalificándola así en su
honorabilidad de mujer».

20. Precisa que aunque el ilícito de violencia


intrafamiliar no presupone la continuidad del maltrato
hacia la víctima, en este caso no puede afirmarse
categóricamente que no existen antecedentes de actos

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similares cometidos por el agresor. De un lado, porque


según lo informado inicialmente por la denunciante, los
altercados devenían en forma constante al interior de ese
núcleo familiar, al punto que la pareja intentó solucionarlas
mediante terapias. De otro, porque la actitud de la menor y
su progenitora son indicativas de cierta laxitud o tolerancia
frente a estos comportamientos delictivos, por su
dependencia económica y emocional.

21. La apoderada de la víctima comparte las


apreciaciones de la Fiscalía. Luego de acudir a
instrumentos internacionales, normas nacionales,
jurisprudencia constitucional y de esta Corporación que
desarrollan el contexto del maltrato contra la mujer en el
ámbito familiar, asegura que los actos de «violencia basada en
género» que ejerció EDUIN PRADA RODRÍGUEZ en contra de su

compañera permanente son suficientes para quebrantar,


atentar o menoscabar de manera efectiva el bien jurídico
tutelado de la unidad y armonía familiar.

22. Al reprender a su pareja porque se vistió con una


prenda que no era de su agrado, explica, el acusado está
reproduciendo mecanismos violentos encaminados a
mantener a la mujer en un lugar de inferioridad, de
dependencia e incluso «de pertenencia frente a su esposo o
compañero permanente». De manera que, aunque la finalidad

del demandante es «minimizar los hechos de maltrato» que


padeció N.J.M.A. al calificar como «inocuo» e «intrascendente» los
golpes sufridos por aquélla, lo que está es «invisibilizando» la
verdadera realidad de los hechos.

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23. En cuanto a la alegada ausencia de


antijuridicidad, destaca que la primera instancia se encargó
de analizar los hechos a la luz del delito imputado,
concluyendo que las acciones violentas al interior de un
hogar, en donde la mujer se encuentra en una situación de
vulnerabilidad, afectan su unidad. A su vez, el Tribunal
complementó dicha argumentación, al señalar que N.J.M.A.
«fue víctima de violencia de género al ser maltratada físicamente por su
condición de ser mujer y, por consiguiente, es un sujeto de especial

protección».

24. En criterio del delegado de la Procuraduría ante


la Sala de Casación Penal, el cargo formulado no está
llamado a prosperar, «como quiera que existen pruebas en el
acontecer procesal que demuestran la responsabilidad en cabeza de

Eduin Prada Rodríguez como autor del delito de violencia intrafamiliar».

25. Sin embargo, solicita a la Sala que estudie la


posibilidad de «amparar el derecho fundamental del menor a crecer y
desarrollarse dentro de su núcleo familiar esencial integrado por sus

padres». Lo anterior, atendiendo a que no obra prueba de

conductas reincidentes de violencia intrafamiliar por parte


del enjuiciado ni en su contra existe registro de
antecedentes penales.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. Delimitación del problema jurídico

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26. El recurrente pretende la remoción del fallo


impugnado reclamando la absolución del procesado, al
estimar que no fue demostrada la afectación del bien
jurídicamente tutelado. El argumento central de la censura
se dirige a revelar que el agravio ejercido por el acusado
sobre su compañera no tuvo la entidad suficiente para
lesionar la armonía y unidad familiar, en razón a que «el
conflicto de la pareja fue solucionado» , al paso que aún conviven

junto con su menor hijo «con un proyecto de vida común». Por lo


tanto, considera «desproporcionada la solución jurídica del caso» ,
yendo en contra del carácter fragmentario del derecho
penal.

27. Debe dejarse por sentado que ningún reparo


ofrece el libelista con relación a la materialidad del delito de
violencia intrafamiliar agravada, en tanto sostiene que la
prueba practicada en juicio permite demostrar la existencia
de los actos de maltrato físico y psicológico desplegados por
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ el 7 de octubre de 2015, en contra
de su compañera N.J.M.A.

28. Así las cosas, el problema jurídico planteado


consiste en determinar si la conducta objeto de acusación
fue antijurídica materialmente y si resulta necesaria la
intervención del poder punitivo del Estado a fin de
sancionar estos hechos.

2. El bien jurídico tutelado de la unidad y armonía


familiar

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29. La Constitución Política en sus artículos 5º y 42


dispone que el Estado tiene como finalidad amparar a la
familia, sus miembros y las relaciones entre ellos.

30. En ese sentido, el artículo 42 ídem impone al


Estado y a la sociedad la obligación de garantizar la
protección integral de los integrantes de la familia y
establece que cualquier forma de violencia, física, moral,
psicológica o cualquier otra forma, por acción o por
omisión12, «se considera destructiva de su armonía y unidad y será
sancionada conforme a la ley».

31. Con ese enfoque de protección se expidió la Ley


294 de 199613, la cual no sólo reglamentó lo atinente a las
medidas orientadas a prevenir, corregir y sancionar
cualquier forma de agresión dentro del contexto familiar,
por conducto de las comisarías –o eventualmente jueces
civiles o promiscuos municipales–, sino que consideró elevar a
la categoría de delito -arts. 22 a 25 ejusdem- algunas
conductas que no podían ser adecuadas a las figuras
típicas previstas en el Código Penal de la época, con el
objeto de brindar una mayor protección a quienes
eventualmente puedan ser víctimas de violencia por parte
de otro integrante de su misma familia.

32. La norma que reguló el delito de violencia


intrafamiliar en dicha disposición -art. 22 ibídem- fue
subrogada por el artículo 229 de la Ley 599 de 2000, el cual

12
Sentencia CC C-368 de 2014.
13
Por la cual se desarrolla el artículo 42 de la Constitución y se dictan normas para
prevenir, remediar y sancionar la violencia intrafamiliar (reformada por la Ley 1257
de 2008).

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enfocó su protección al bien jurídico14 de la familia15,


concretamente su unidad, armonía, honra y dignidad 16, de
ahí que el ámbito protector, como lo ha indicado la Sala, no
es la familia en abstracto como institución básica de la
sociedad, sino la coexistencia pacífica de un proyecto
colectivo que supone el respeto por la autonomía ética de
sus integrantes -CSJ-SP, 7 jun. 2017, Rad. 48.047-.

33. A dicho precepto el legislador le ha introducido


modificaciones17 destacándose la protección que en el seno
de la familia merecen los menores, los adultos mayores y en
especial las mujeres, en tanto al interior del hogar se
verifican constantes agresiones en su contra por la posición
que por tradición y cultura se le atribuye al hombre,
producto de estereotipos de dominación.

34. La previsión anterior fundamenta la obligación


que tiene el Estado de erradicar la violencia al interior de la
familia contra la mujer, según lo prevé la Constitución
Política y la Ley 248 de 1995 que ratificó la Convención de
14
Entendido como «el objeto de protección de la norma de conducta que puede
inferirse del Derecho Positivo, es un instrumento polivalente de la argumentación
jurídico- penal» En: AMELUNG, Kunt: El concepto “Bien Jurídico” en la teoría de la
protección penal de bienes jurídicos. En: HEFENDEHL, Ronald; VON HIRSCH, Andrew;
WOHLERS, Wolfang: La Teoría del Bien Jurídico ¿fundamento de legitimación del
Derecho penal o juego de abalorios dogmático. Editorial Marcial Pons. Madrid-
España. 2016. Pág. 256.
15
CC C-368 de 2014.
16
CSJ-SP19806-2017, 23 nov. 2017, Rad. 44.758; SP1984-2018, 30 may. 2018,
Rad. 47.107; 30 abr. 2019, Rad. 49.687; SP,20 mar. 2019, Rad. 46.935; SP3029-
2019, 3.jul.2019, Rad. 51.530; SP, 2 sep. 2020, Rad. 55.325 y CC C-237/97. De
igual manera la Corte Constitucional manifestó en C- 840/10, reiterada por C-
022/15 frente a el valor constitucional de protección a la armonía y la estabilidad
familiar: “Ese ámbito de protección especial, se manifiesta, entre otros aspectos: (i) en
el reconocimiento a la inviolabilidad de la honra, dignidad e intimidad de la familia;
(ii) en el imperativo de fundar las relaciones familiares en la igualdad de derechos y
obligaciones de la pareja y en respeto entre todos sus integrantes; (iii) en la
necesidad de preservar la armonía y unidad de la familia, sancionando
cualquier forma de violencia que se considere destructiva de la misma;(…)
17
Artículos 1° Ley 882 de 2004, 13 Ley 1142 de 2007 y 3° Ley 1850 de 2017.

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Belem do Para, en cuyo artículo 2° dispone que violencia


contra la mujer incluye la violencia física, sexual y
psicológica que tenga lugar dentro de la familia o unidad
doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea
que el agresor comparta o haya compartido el mismo
domicilio con la mujer18, comprendiendo, entre otros,
violación, maltrato y abuso sexual.

3. La antijuridicidad material en el delito de


violencia intrafamiliar

35. De acuerdo con la categoría dogmática de la


antijuridicidad, la conducta no sólo debe contrariar el
ordenamiento jurídico considerado en su integridad -
antijuridicidad formal-, sino que además, debe lesionar o
poner efectivamente en peligro, sin justa causa, el bien
jurídico protegido por la ley -antijuridicidad material-. En
esos términos lo establece el artículo 11 del Código Penal
como requisito para imputar la conducta punible -art. 9°
ibídem-.

36. De manera que no todo daño o peligro comporta


un delito, pero sí todo delito supone necesariamente como
condición insustituible la presencia de un daño real o por lo
menos, de un peligro efectivo para el interés objeto de
protección jurídica19 ya sea que se trate de delitos de lesión
o de peligro, respectivamente.

18
Particularmente a partir de la Ley 1959 de 2019.
19
CSJ-SP5356-2019, 4 dic. 2019, Rad. 50.525.

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37. El punible de violencia intrafamiliar no está


exento de una valoración en tal sentido. Ciertamente, como
lo recuerda el libelista, esta Corporación ha precisado que no
cualquier acto violento entre miembros de una familia
configura la conducta punible de violencia intrafamiliar. Sólo
aquel que ostente la trascendencia suficiente para
menoscabar el bien objeto de tutela.

38. Al referirse al punible de violencia familiar, frente


a su contenido y desvalor, en decisión CSJ-SP, 20 mar.
2019, Rad. 46.935, la Sala reiteró lo expresado en CSJ-SP, 5
oct. 2016, Rad. 45.647, en el sentido de que la conducta
puede ser la manifestación de uno o varios actos
trascendentes, vocablo que da a entender que no se trata de
sancionar cualquier acto disfuncional al interior del núcleo
familiar. Expresamente señaló lo siguiente:

«Conforme a la definición típica del delito de violencia


intrafamiliar, no se precisa de un comportamiento reiterado y
prolongado en el tiempo del agresor sobre su víctima, pues bien
puede ocurrir que se trate de un suceso único, siempre que
tenga suficiente trascendencia como para lesionar de manera
cierta el bien jurídico de la unidad y armonía familiar,
circunstancia que debe ser ponderada en cada asunto».

39. Con ese propósito, en la segunda providencia


enunciada la Corte estimó que la lesividad20 en el punible de

20
“Los conceptos de antijuridicidad e injusto son con frecuencia usados en la
literatura como sinónimos. Aunque esto no es erróneo, sin embargo, ambos conceptos
pueden expresar algo distinto. Mientras que con la caracterización de un
comportamiento como “antijurídico” solo se dice que este se encuentra en
contradicción con el ordenamiento jurídico (en su totalidad), el concepto de injusto
hace posible una cuantificación. En ese sentido, se puede decir que, por ejemplo, el
injusto del homicidio tiene una relevancia considerablemente mayor que el injusto de
los daños materiales. Finalmente, en el concepto del “injusto” entra igualmente (solo)
el desvalor ético-social vinculado al hecho antijurídico.” En: WESSELS, Johannes;
BEULKE Werner y SATZGER Helmut: Derecho Penal- Parte General, el delito y su
estructura. Instituto Pacífico. Lima- Perú. 2018. Pág. 117-118. § 8 I 5. Párr. 410.

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violencia intrafamiliar se puede examinar, entre otros, a


partir de los siguientes elementos objetivos: (i) las
características de las personas involucradas en el hecho; (ii)
la vulnerabilidad concreta, no abstracta, del sujeto pasivo;
(iii) la naturaleza del acto o de los actos que se reputan como
maltrato; (iv) la dinámica de las condiciones de vida, relativa
a todo evento propio de la convivencia que incidiera en la
producción del resultado; y (v) la probabilidad de repetición
del hecho.

40. Frente a este último aspecto, se precisó lo


siguiente:

«Por obvias razones, si el peligro de volver a presentarse el


incidente que se predica como maltrato es nulo o cercano a
cero, la lesión a la unidad de las relaciones de la familia, o la
armonía que se predica en esta, deberá tener similar o
idéntica trascendencia. Son tales escenarios los que en
últimas pueden calificarse de “aislados” o “esporádicos” y
serán valorables de acuerdo con datos como el estado actual
de la relación de los sujetos de la conducta, la forma en que
se haya resuelto el conflicto, las medidas adoptadas para no
reincidir, etc.».

41. Así, en reciente pronunciamiento se hizo hincapié


que la facticidad –el simple resultado o la expresión objetiva de la
conducta– es un elemento para apreciar la magnitud del

injusto, pero el delito de violencia intrafamiliar se estructura


a partir no sólo de ese dato fenomenológico, sino de cómo se
entienda la lesión o peligro efectivo contra el bien jurídico
como relación social protegida por la norma penal, que es en
últimas lo que permite dimensionar la antijuridicidad del
comportamiento o su insignificancia21.

21
CSJ-SP, 29 abr. 2020, Rad. 50.899.

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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

4. El principio de lesividad y la intervención


mínima del Estado para la protección de los
derechos y libertades

42. El principio de lesividad es uno de los baremos


para la elaboración de un derecho penal mínimo y
garantista, conforme al cual ha manifestado esta Sala de
Casación Penal en pretérita oportunidad que:

“(…) el derecho penal sólo tutela aquellos derechos,


libertades y deberes imprescindibles para la conservación
del ordenamiento jurídico, frente a los ataques más
intolerables que se realizan contra el mismo” 22, noción en la
que se integran los postulados del carácter fragmentario del
derecho penal, su consideración de última ratio y su
naturaleza subsidiaria o accesoria, conforme a los cuales el
derecho penal es respetuoso y garante de la libertad de los
ciudadanos, por lo cual sólo ha de intervenir en casos de
especial gravedad y relevancia, ante bienes jurídicos
importantes y cuando, los demás medios de control resultan
inútiles para prevenir o solucionar los conflictos, esto es,
reclamando como necesaria la intervención del derecho
penal23.

43. De tal manera que todos los tipos penales son


susceptibles de su reconocimiento, el cual representa la
«obligación ineludible para las autoridades [de] tolerar toda actitud [...]
que de manera significativa no dañe o ponga en peligro a otras
personas, individual y colectivamente consideradas, respecto de los
22
(Cita inserta de la providencia) Principios Penales en el Estado Social Democrático
y de Derecho. MARTOS NÚÑEZ Juan Antonio. Revista de derecho penal y
Criminología. 1991. p. 217 y ss. En similar sentido MIR PUIG Santiago en su Tratado
de Derecho Penal. Ed. PPU. p. 97 y ss.
23
CSJ-SP, 8 ago. 2005, Rad. 18.609, citada en: CSJ-SP, 26 abr. 2006, Rad. 24.612.
Igualmente en CSJ- SP, 29 abr. 2019, Rad. 46. 389 se manifestó que el derecho
penal debe ser: «(…) la última de entre todas las medidas protectoras que hay que
considerar, es decir que sólo se le puede hacer intervenir cuando fallen otros medios
de solución social del problema -como la acción civil, las regulaciones de policía o
jurídico-técnicas, las sanciones no penales, etc.» posición reiterada en: CSJ – SP- 18
dic. 2013, Rad. 34.766; SP2706-2018, 11 jul. 2018. Rad. 48.251; SP4710-2018, 31
oct. 2018, Rad. 48.907; SP083-2019; 30 ene. 2019. Rad. 51.378 y SP, 29 abr. 2020,
Rad. 46.389. CC – C- 365 de 2015.

16
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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

bienes y derechos que el orden jurídico penal está llamado como última
medida a proteger»24.

44. Por ello, una adecuada ponderación de los fines de


la pena permite reflexionar sobre la necesidad de infligir al
penado un perjuicio como respuesta retributiva a su
comportamiento delictivo, determinando para el caso de la
violencia intrafamiliar, si con la sanción se brinda protección
de los derechos de los menores y existe salvaguarda de la
familia como núcleo de la sociedad, acudiendo al principio de
solidaridad, como baremo para la limitación del bien jurídico
que se protege sancionando a quienes afecten la estabilidad
de la unidad familiar y maltraten física o psicológicamente a
sus congéneres25.

5. Caso concreto

45. Hechas las anteriores precisiones y con el


propósito de dilucidar la temática propuesta por el
casacionista, es pertinente destacar, en primer lugar, la
clase de agresión ejecutada por el acusado a su pareja.

46. Según testimonio del patrullero de la Policía


Nacional GILBERTO ANTONIO ROJAS SÁNCHEZ26, hacia las 12:25
p.m. del 7 de octubre de 2015, cuando ingresó a una de las
habitaciones de la vivienda donde residían EDUIN PRADA
RODRÍGUEZ, su compañera sentimental N.J.M.A. y «un bebé»,
observó cuando aquél «tenía del cuello» a la menor de 16 años,

24
CSJ-SP, 13 may. 2009, Rad. 31.362.
25
En el mismo sentido: CSJ SP918- 2016, 3 feb 2016, Rad. 46.647; SP3029-2019,
3.jul.2019, Rad. 51.530 y 29 abr. 2020, Rad. 46.389
26
Audiencia del 14 de febrero de 2017, Record: 19:20 y ss.

17
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

sobre una cama, y como «en alto grado de exaltación» le


propinaba «puños en su rostro» mientras que constantemente le
gritaba que era una «perra hijueputa». Agregó que, luego de
esposar al agresor -ya que la presencia de la autoridad no fue
suficiente para que cesara el ataque -, al indagarle a la víctima
sobre el motivo de la contienda, le informó que su pareja la
había lesionado «porque se había colocado una blusa que no era del
gusto del señor».

47. Para la Sala, la violencia ejecutada por EDUIN


PRADA RODRÍGUEZ contra su pareja N.J.M.A. no fue
intrascendente, como plantea el demandante. La agresión
fue de tal magnitud que no sólo le generó a la víctima una
equimosis en su nariz, consecuencia de lo cual se le
dictaminó una incapacidad definitiva de 3 días27, sino que el
procesado degradó a su compañera con expresiones
encaminadas a minar su dignidad como mujer, con plena
trasgresión al respeto recíproco que debe existir entre los
miembros de la familia.

48. Adicionalmente, el acusado orientó su actuar


basado en patrones estereotipados de comportamiento, al
pretender controlar la decisión de su compañera frente a
cómo debía vestirse, por medio de maltrato físico en perjuicio
de su integridad corporal. Conducta que sin duda atentó
contra la autonomía de la víctima en su derecho al libre
desarrollo de la personalidad, al censurar la forma en que la
N.J.M.A. estaba vestida28 y, de contera, contra la armonía
27
Hecho objeto de estipulación probatoria. Cuaderno Original No 1. Fl. 54.
28
Sobre este tema en: CC-SU-642/98; T-407/12; T-413/17; T-349/16; T-595/17
entre otras.

18
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

familiar, que incluso llevó a que aquélla presentara la


respectiva denuncia penal por medio de su progenitora29.

49. De otro lado, es importante relevar que lo


ocurrido el 7 de octubre de 2015 no fue un hecho aislado u
ocasional, sino que se trató de la manifestación de un
modelo de conducta reiterativa del procesado. Según lo
puso de presente en el juicio la denunciante LAUDIX
ALBARRACÍN MERCHÁN30, antes del hecho denunciado, su hija
N.J.M.A. y yerno, quienes al 201731 llevaban 3 años de
convivencia, «peleaban muchísimo, discutían bastante» por celos del
segundo hacia la primera, al punto que un mes atrás habían
acudido a la Comisaría de Familia, donde se les ordenó
terapias. Sin embargo, como se desarrollará mas adelante,
esta testigo incurrió en diversas contradicciones tornándose
invalida su declaración. En el mismo sentido, el día
mencionado la testigo le informó al patrullero GILBERTO
ANTONIO ROJAS SÁNCHEZ que EDUIN PRADA RODRÍGUEZ «agredía
a su hija constantemente»32.

50. Y aunque para la configuración típica del delito


de violencia intrafamiliar no es necesario que se trate de
una conducta sistemática o reiterada, ya que puede darse
como un episodio único33, permite en este caso la clara
determinación del fenómeno de violencia ejercida en contra
de N.J.M.A. por su compañero permanente en un escenario
29
Como lo afirmó LAUDIX ALBARRACÍN MERCHÁN en su testimonio.
30
Audiencia del 21 de marzo de 2017, Record: 17:36 y ss.
31
Teniendo en cuenta la fecha (14 de febrero) en que rindió testimonio.
32
Audiencia del 14 de febrero de 2017, Record: 30:34 y ss.
33
CSJ-AP, 30 sep. 1999, Rad. 16.209; SP, 5 oct. 2016, Rad. 45.647; SP, 20 mar.
2019, Rad. 46.935; SP, 25 sep. 2019, Rad. 56.081; SP, 19 feb. 2020, Rad. 53.037;
SP, 6 may. 2020, Rad. 50.282, entre otras.

19
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

de posesión y sometimiento, si se toman en cuenta las


discusiones por celos y el factor desencadenante de las
agresiones verbales y físicas que aquí se juzgan.

51. Ahora, desde el punto de vista del censor, al


realizar un juicio de antijuridicidad material, el bien jurídico
aquí en disputa no fue lesionado. Sin embargo visto lo
anterior, se observa que su consideración es equivocada, ya
que no se sanea la lesión a la unidad familiar por actos
posteriores e independientes al delito, como la presunta
solución de los problemas de la pareja -de lo cual tampoco hay
prueba de ello, por cuanto tanto el procesado como la víctima
desistieron a su facultad de declarar en el presente juici o-, así
como la ayuda económica que el enjuiciado le ha
suministrado a su compañera permanente para estudiar.

52. Bajo ese contexto el testimonio de la madre de la


víctima LAUDIX ALBARRACÍN MERCHÁN, quien fue la única que
declaró acerca de la «estabilidad de la pareja», sin embargo su
dicho no puede ser valorado asertivamente, por cuanto
incurrió en diferentes contradicciones al interior del juicio
oral. En primer lugar, cuando aminora el comportamiento
violento de su yerno, manifestando que no creía en la
versión de su hija, declarando que fue ínfimo el acto, sin
embargo de no haber sido trascendente, no hubiera llamado
a la policía del cuadrante para que fueran a auxiliar a su
hija.

53. Sobre dicha discordancia la Sala de Casación


Penal recientemente en SP1875-2021, 12 may. 2021 Rad.
55.959, manifestó:

20
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

“(…) la Corte ha dispuesto un conjunto de reglas


orientado a superar en el juicio aquellas situaciones de
retractación o modificación trascendente de lo declarado
por el testigo, en orden a conseguir los mecanismos
para que en el marco de un debido proceso garantista
de las exigencias de confrontación y contradicción
(artículo 16 de la Ley 906 de 2004), la parte interesada
pueda integrar como testimonio adjunto, susceptible de
ponderación judicial, aquellas manifestaciones
anteriores al debate oral.

(…) (iv) Es necesario que la parte interesada solicite


en el desarrollo del juicio la incorporación de la
declaración anterior, como prueba, al percatarse de la
retractación del testigo o de la modificación sustancial
de su atestación pretérita. En un derecho de partes le
está vedado al juez incorporar oficiosamente tal versión
anterior. (Subrayado fuera de texto original)

Dicho lo anterior, la Fiscalía al percatarse de la


declaración de la madre de la víctima, debió integrarlo como
testimonio adjunto, pero como se devela en esta
oportunidad no ocurrió dicho suceso, por lo que dichas
declaraciones deben ser excluidas, además que no fue
objeto de confrontación como también se ha expresado por
esta Corporación34.

54. De igual forma resulta equivocada la postura del


recurrente en casación, ya que para la adecuación de la
conducta punible en estudio no incide el resultado de las
lesiones que se ocasionen35; estas apuntan a las
consecuencias del delito y no a su configuración. Así, en
este caso se observa que gracias al comportamiento del
procesado, no solamente se afectó la unidad familiar que
desde la constitución como pareja -ya que venían teniendo
34
SP1764-2021, 12 may.2021, Rad. 56.531; SP1875-2021, 12 may. 2021 Rad.
55.959; SP011-2021, 20 ene. 2021, Rad. 58.095; SP4762-2020, 02 dic. 2020. Rad.
54.816, entre otras.
35
CSJ-SP, 6 mar. 2019, Rad. 51.951.

21
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

problemas desde el inicio de su convivencia -, según se decanta


del juicio oral, sino que además y ello debe resaltarse, este
acto violento recayó en contra de una menor de edad.

55. Recientemente esta Corporación, respecto de la


violencia intrafamiliar en contra de niños, niñas y
adolecentes expresó:

«De allí que la agravación punitiva de la violencia


intrafamiliar contra los niños materializa el cumplimiento
del Estado colombiano de sus compromisos de
proporcionarle a los menores de dieciocho años 36 una
protección reforzada de derechos cuando la violencia es
perpetrada por personas pertenecientes a su entorno más
próximo37, contrariando su deber constitucional de
solidaridad38.

Esta protección reforzada de sus derechos implica


además, que la punición agravada de la violencia
intrafamiliar en su contra carezca de exigencias
adicionales a la constatación de su condición de menor de
dieciocho años, puesto que los fines constitucionalmente
trazados para ellos, demandan sanciones más severas
para los supuestos de violación dolosa de sus
prerrogativas.

Se trata de una medida legislativa que se erige como


mecanismo de tutela del niño -prevención general
negativa- y como un instrumento que efectiviza sus
derechos, como quiera que el maltrato físico o psicológico
constituyen una de las formas más graves de violencia,
pues representan un perverso aprovechamiento de su
manifiesta debilidad biológica e inmadurez psicológica,
36
(Cita inserta de la providencia) Cfr. Artículo 1º de la Ley 27 de 1977, artículo 3 de
la Ley 1098 de 2006, y artículo 1º de la Convención sobre los Derechos del Niño, cit.
37
(Cita inserta de la providencia) El artículo 39 de la Ley 1098 de 2006 contempla
entre otras obligaciones de la familia para con los menores, la de protegerles contra
cualquier acto que amenace o vulnere su vida, su dignidad y su integridad personal.
38
(Cita inserta de la providencia) La Ley 1098 de 2006, prevé en su artículo 23 que
Los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a que sus padres en forma
permanente y solidaria asuman directa y oportunamente su custodia para su
desarrollo integral. La obligación de cuidado personal se extiende además a quienes
convivan con ellos en los ámbitos familiar, social o institucional, o a sus
representantes legales.».

22
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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

que incluso puede verse acentuada39 por razones de


género, raciales, étnicas, económicas, religiosas o
culturales.

(…)

Por ello, constatar aspectos adicionales a la minoría de


edad del sujeto pasivo de la acción, tales como la entidad
de las lesiones ocasionadas, su irrestricta coincidencia con
las que afirma que se infringieron en su contra, el origen
no premeditado de estas, entre otras, constituyen
exigencias adicionales para el cumplimiento de los
deberes del Estado que no se compadecen con su interés
superior.

Por el contrario, la sanción agravada del maltrato cometido


contra menores, por el solo hecho de serlo, se erige como
un imperativo constitucional y un componente
fundamental en la lucha contra la impunidad, en
particular, como garantía de los derechos a la verdad, la
justicia, la reparación integral y la seguridad de los
menores, y como un mecanismo con impacto directo en la
promoción de un paradigma basado en la consideración
de la prevalencia de su interés superior »40.

56. Bajo dichas consideraciones, y sumado a lo


referido en esta providencia, en el presente caso hubo una
vulneración lesiva y antijurídica 41 del bien jurídico de la
unidad familiar, por cuanto se desestructuró la sana
convivencia y la armonía familiar; también fue de grave
entidad pues al recaer en una mujer menor de edad - en
proceso de formación y desarrollando su vida en pareja -, le
frustra sus expectativas de una relación armoniosa y
ejemplar -en particular para su mejor hijo D.S.P.M -, a quien
según los estándares constitucionales antes recordados,

39
(Cita inserta de la providencia) Cfr. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
“Caracterización del maltrato infantil en Colombia: Una aproximación en cifras”, en
Boletín de Coyuntura No. 7 del Observatorio del Bienestar de la Niñez, 2013.
40
CSJ- SP 3261-2020, 2 sep. 2020. Rad. 55.325.
41
Ver Supra pie de página 20.

23
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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

debe propenderse por la construcción de un estándar de


familia respetuoso de la dignidad de sus integrantes y del
libre desarrollo de la personalidad, el cual claramente fue
vulnerado bajo un modelo de pensamiento retrogrado que el
procesado quiso imponer a su pareja.

57. De las pruebas develadas anteriormente,


particularmente de la declaración del patrullero GILBERTO
ANTONIO ROJAS SÁNCHEZ42 y el contenido de la acusación 43,
se concluye que el 7 de octubre de 2015 EDUIN PRADA
RODRÍGUEZ maltrató física y psicológicamente, sin causa
legal que lo justificara, a su compañera menor de edad,
adecuando su comportamiento al delito de violencia
intrafamiliar agravado.

58. Pese a lo anterior, siguiendo los criterios


jurisprudenciales44 establecidos sobre la valoración del
agravante «por ser mujer» del artículo 229 Inc. 2º, se deben
tomar en cuenta las siguientes consideraciones:

«Entonces, la agravación punitiva específica para el delito


de violencia intrafamiliar requiere constatar que el agresor
realizó la conducta en un contexto de discriminación,
dominación o subyugación de la mujer, sin importar la
finalidad por la cual haya procedido.

Insistió la Sala mayoritaria en que la pauta cultural de


discriminación, irrespeto y agresión hacia las mujeres
suele materializarse en los escenarios que implican mayor
riesgo para este grupo poblacional, entre ellos, la familia,
pues buena parte de la teoría que soporta los más
42
Audiencia del 14 de febrero de 2017, Record: 19:20 y ss.
43
Cuaderno Original No 1. Fl. 17
44
Desde CSJ- SP4135-2019, 1 oct. 2019. Rad. 52.394; SP468-2020, 19 feb. 2020.
Rad. 53.037, entre otros.

24
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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

recientes cambios normativos y los respectivos desarrollos


jurisprudenciales sobre violencia contra las mujeres, da
cuenta de la conexión que suele existir entre las
agresiones hacia la pareja y, en general, la violencia
intrafamiliar, además de la comisión de feminicidios.

Desde luego, precisó la Corporación, corresponde a la


Fiscalía acreditar probatoriamente dicho contexto, no solo
para establecer la viabilidad de una sanción mayor, sino,
además, para verificar si se está en presencia de un caso
de violencia de género, pues conlleva la imposición de por
lo menos 2 años de prisión adicionales a los establecidos
en el tipo básico, además de que visibilizar ese fenómeno
es presupuesto de su erradicación.

Entonces, en la estructuración del programa metodológico


al investigador no le bastará demostrar la condición de
mujer de la víctima agredida, pues si se asume que la
circunstancia de agravación protege un bien jurídico
específico (la igualdad y la consecuente prohibición de
discriminación), el Estado debe constatar en cada caso las
circunstancias bajo las cuales se produjo la agresión, las
razones de la misma y, en general, todo lo necesario para
establecer si la conducta reproduce la pauta cultural de
discriminación y maltrato en razón del género. 45».

59. La Sala advierte que el ente acusador en el sub


judice sólo se refirió al acto de violencia ocurrido el 7 de
octubre de 2015, pero además refirió específicamente a la
causa de la agresión en los siguientes términos:

« (…) el día 7 de octubre de 2015 hubo una desavenencia


entre Eduin Prada Rodríguez y su compañera sentimental
la menor N.J.M.A, teniendo en cuenta una ropa que ella
iba a utilizar y a salir hacia un centro comercial en
compañía de él»46.

60. Debido a lo anterior, y siguiendo el criterio


mayoritario de la Sala de Casación Penal, tomando en
45
CSJ- SP048-2021, 27 ene. 2021. Rad. 57.188
46
Cuaderno Original No 1. Fl. 17

25
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

cuenta que los hechos imputados y desarrollados a lo largo


del decurso procesal tienen que ver con la violencia que se
ocasionó bajo el estereotipo de género nocivo47, caracterizado
por el comportamiento esperado de la mujer frente al
hombre, a partir de construcciones sociales sobre su físico
o vestuario, en el que implican particularmente que «debe
vestirse de determinada forma». Dichos actos sin duda
patentan la violencia de género y atentan de contera a los
derechos del libre desarrollo de la personalidad y la
igualdad; por esa razón se mantiene el agravante
enrostrado al procesado.

61. Esta Corporación aclara frente a este tópico que


la naturalización de “hombre” y “mujer” aísla del escrutinio
ciertas disparidades relacionadas con el género. Teniendo
esto en cuenta, se insta a investigar las formas en que los
estereotipos sexuales y los prejuicios de género afectan la
acusación, condena y sentencia en tratándose de mujeres

47
“Los estereotipos de género se refieren a la construcción social y cultural de
hombres y mujeres, en razón de sus diferentes funciones físicas, biológicas, sexuales
y sociales. Más ampliamente, pueden pensarse como las “convenciones que sostienen
la práctica social del género” POST, Robert: Prejudicial Appearances: The Logic of
American Antidiscrimination Law, En: California Law Review No. 88 (2000), Pág. 18.

“Estereotipo de género” es un término general que se refiere a “un grupo


estructurado de creencias sobre los atributos personales de mujeres y hombres”
ASHMORE, Richard D. y DEL BOCA, Frances K: Sex Stereotypes and Implicit
Personality Theory: Toward a Cognitive-Social Psychological Conceptualization. En:
Sex Roles No. 5 (1979), Pág. 222.

Dichas creencias pueden implicar una variedad de componentes incluyendo


características de la personalidad, comportamientos y roles, características físicas y
apariencia u ocupaciones y presunciones sobre la orientación sexual. BIERNAT,
Monica y KOBRYNOWICZ, Diane: A Shifting Standards Perspective on the Complexity of
Gender Stereotypes and Gender Stereotyping. En: SWANN, JR., William B., LANGLOIS,
Judith H. y ALBINO GILBERT, Lucia (eds.): Sexism and Stereotypes in Modern Society:
The Gender Science of Janet Taylor Spence. Washington, D.C.: American
Psychological Association, 1999, Pág.76-77.

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Casación Nº 51.434
EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

víctimas de delitos en su contra y que afecten su dignidad y


honra48.

6. Conclusión

62. En la forma como viene de exponerse, el cargo


propuesto no está llamado a prosperar, como quiera que la
Corte encuentra que los jueces de instancia en sus
consideraciones no trasgredieron el principio de presunción
de inocencia y tampoco aplicaron de manera indebida los
artículos 11 y 229 de la Ley 599 de 2000, lo que lleva a no
casar la sentencia impugnada.

63. En consecuencia se ordenará a la primera


instancia que haga efectiva la orden de captura contra el
procesado dispuesta en la sentencia, pero que no fue
librada por el Centro de Servicios Judiciales según se
desprende de la carpeta.

En mérito de lo expuesto, la SALA DE CASACIÓN


PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
administrando justicia en nombre de la República de
Colombia, y por autoridad de la Ley

48
COMITÉ́ PARA LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA
MUJER: Recomendación General No. 25: relativa al párrafo 1 del artículo 4 de la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, sobre medidas especiales de carácter temporal. UN Doc. A/59/38(SUPP), , 18
de marzo de 2004, Párrafo 8º: “(…) El logro del objetivo de la igualdad sustantiva
también exige una estrategia eficaz encaminada a corregir la representación
insuficiente de la mujer y una redistribución de los recursos y el poder entre el
hombre y la mujer”. También sobre este tema ver en: COMISIÓN INTERAMERICANA DE
DERECHOS HUMANOS: Informe Nº 4/01 Caso 11.625 María Eugenia Morales de Sierra
Vrs. Guatemala. 19 de enero de 2001. Párr. 30 ss. KEITNER, C. L. Victim or Vamp?
Images of Violent Women in the Criminal Justice System. En: Columbia Journal of
Gender and Law, 11(1) 2002.

27
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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

RESUELVE

1º- NO CASAR la sentencia proferida el 2 de agosto


de 2017 por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá,
mediante la cual confirmó la emitida por el Juzgado 16
Penal Municipal de Conocimiento de la misma ciudad, que
condenó a EDUIN PRADA RODRÍGUEZ como autor del delito de
violencia intrafamiliar agravada.

2º- ORDENAR al juzgado de primera instancia que


haga efectiva la orden de captura dispuesta en la sentencia
al advertirse que no fue librada por el Centro de Servicios
Judiciales.

Contra esta decisión no procede recurso alguno.

Notifíquese y cúmplase

GERSON CHAVERRA CASTRO

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

DIEGO EUGENIO CORREDOR BELTRÁN

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EDUIN PRADA RODRÍGUEZ

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA

FABIO OSPITIA GARZÓN

EYDER PATIÑO CABRERA

HUGO QUINTERO BERNATE

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR

NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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