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7.

Panorámica del desarrollo urbano en


Europa

En los países europeos, exceptuando Italia, Francia y Gran Breta- Era un domingo por la mañana cuan-
do me dirigí a la Bolsa, o Lonja de
ña, el desarrollo urbanístico de cierta importancia entre los siglos XV al Comercio, una vez terminados los
XVIII (y el posterior en unos pocos casos excepcionales) estuvo concen- sermones, para visitar el Dogmarket
trado en las capitales (que, de modo característico, experimentaron un que dura hasta las dos de la tarde en
este lugar de asamblea de los comer-
crecimiento extraordinariamente desproporcionado en relación con los ciantes de todas partes del mundo.
centros urbanos provinciales) o bien, en un limitado número de casos, El edificio no puede compararse al
de Londres, construido por ese bene-
dicho desarrollo tomó la forma de nuevas poblaciones y ciudades. Antes mérito ciudadano, Sir Thomas Gres-
que extender nuestra atención de modo superficial a un gran número de ham, si bien en un aspecto lo supera,
puesto que buques de arqueo consi-
ejemplos, lo que nos llevaría a inevitables e indebidas repeticiones, la derable atracan en el mismísimo
forma que adopta este capítulo pretende abordar con cierto detalle los muelle contiguo al edificio; y es preci-
estudios relativos al caso de las ciudades mayores, tanto en el texto como samente para satisfacer a esta ex-
traordinaria laboriosidad que tanto
en los epígrafes de las ilustraciones, mientras que a los demás casos se esta ciudad, como en general todas
les dedica un espacio forzosamente más limitado en forma de epígrafes las de Holanda están tan excelente-
mente dotadas de canales, esclusas,
referidos a los planos. La ordenación elegida agrupa ciudades en países diques, malecones y cursos de agua,
europeos comparables. hechos por la mano del hombre; no
hay nada tan frecuente como ver .a
toda la flota perteneciente a esta po- .
blación de comerciantes, anclada a
las puertas de sus propias casas:
pero además, sus calles son rectas y
Amsterdam bien pavimentadas y niveladas, y jalo-
nadas de tilos, con sus casas tan uni-
formes, que diríase que no hay nada
Amsterdam es, con mucho, el ejemplo más importante de esa que las iguale.
El Keizer Graft (del emperador) es
forma característica del asentamiento urbano holandés: se represa un río una larga y ancha calle y surge como
y su corriente se desvía a lo largo de varios canales alternativos hacia el una ciudad en medio de un bosque;
mar, mientras el tramo del cauce original situado aguas abajo de la presa los tilos plantados justo enfrente de
cada casa y a la orilla de aquel exce-
sirve de puerto exterior y el tramo situado aguas arriba, entre la presa y lente canal, con sus curiosos mue-
los canales, de puerto interior. Como señala Gerald L. Burke en su obra lles de ladrillo de clínker igualmente
utilizados en el pavimento de las ca-
The Making of Dutch Towns, los diques construidos para determinar y lles confieren a la ciudad un aspecto
contener los canales alternativos constituyen al mismo tiempo las vías tal que difícilmente podría pensarse
en algo más adecuado y atractivo.
principales de circulación para el tráfico rodado y en sus 'berms' se Esta parte de Amsterdam está cons-
emplazaban los edificios directamente relacionados con el comercio exte- truida sobre terrenos ganados al mar
y está soportada por pilotes de un
rior, tales como almacenes y oficinas. La propia presa resultaba además coste elevadísimo, perfectamente
un valioso espacio central y era tratado como tal: proporcionaba el marco adecuados para la más activa concu-
para los edificios públicos, como el ayuntamiento y la báscula pública y, rrencia de traficantes y comercian-
tos, superior a la de cualquier merca-
en ocasiones, la iglesia. A finales del siglo XVII, Amsterdam adoptó un do o emporio comercial del mundo.
plan de desarrollo urbano único en su género que, ejecutado con pode- Ni tampoco olvidaré el puerto de en-
trada a esta ciudad, que consta de
res de expropiación forzosa y basado en una estricta legislación sobre el magníficas obras de arquitectura, al-
control de la edificación, aseguró su crecimiento a lo largo de su principal gunas realizadas a la mejor manera
de los antiguos, entre ellas diversas
periodo de expansión constituyendo un admirable ejemplo de planea- iglesias.
miento urbano.1 John Evelyn, Diary

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En The Making of Modern Holland, En 1240 se represó el río Amstel, creando con ello el Damrack y
A.J. Barnouw escribe: "El holandés
es, por naturaleza, un individualista el Rodin, puerto exterior e interior respectivamente. Los diques situados al
empedernido. Pero el individualismo este y al oeste, que se alzaban sobre el nivel de las aguas de los nuevos
no contribuye a las libertades civi-
les". Y añade que "los holandeses,
cauces canalizados, determinaron la alineación de las dos calles principa-
que por diversos motivos, físicos, les del asentamiento original, el Warmoesstraat (este) y el Nieuwendijk
económicos o políticos, unieron sus (oeste) (figura 7.1 ). Burke observa que su origen como calles correspon-
vidas individua/es para formar unida-
des comunales, aprendieron tras dientes a los diques puede demostrarse de que están situadas a una
amargas experiencias que su fuerza altura muy superior con respecto a las calles circundantes. 2 En el siglo
estribaba en la cooperación y que
ésta sólo era factible si todos consen- XIII, Amsterdam era tan sólo una pequeña aldea de pescadores; Leyden,
tían en limitar sus libertades indivi- Delft y Haarlem eran las mayores y más importantes ciudades holandesas.
duales en base a la obediencia co-
mún a unas leyes hechas por ellos Durante los siglos XIV y XV el crecimiento de Amsterdam como
mismos. centro comercial se reflejó en los ensanches de 1367, 1380 y 1450 que
Hacia fines de la Edad Media la ma-
yoría de la población holandesa habi- añadían un total de 140 hectáreas al área original de aproximadamente
taba en núcleos urbanos. En 1500 40 hectáreas. Esta expansión temprana tomó una forma única, que más
Bélgica y Holanda contaban con no
menos de 208 ciudades fortificadas
tarde sería también la base del desarrollo urbanístico del siglo XVII. Se
y 150 poblaciones importantes que, excavaron nuevos canales antes de edificar, a una distancia más o menos
pese a la falta de murallas, podían constante del perímetro urbano existente. Finalmente el anillo de canales
considerarse ciudades." Muchas ciu-
dades holandesas fueron construidas se terminó al oeste y al sur del núcleo original, mientras que al este fue
en terrenos ganados al mar, los de- modificado por la construcción de amplias dársenas y espaciosos mue-
nominados polders. Para asegurar
completamente el suelo edificable lles. Los canales se habilitaron para permitir el acceso directo de las
era necesario, en primer lugar, exca- barcazas hasta las casas y los almacenes de los comerciantes -frecuen-
var canales, empleando las tierras así
obtenidas para levantar diques alre-
temente reunidos en un solo edificio- y mientras duró su construcción
dedor de las zonas que habían sido sirvieron de "foso" defensivo. Las obras de un primer sistema de defensa
rellenadas con arena traída de otros formal se iniciaron en 1482 determinando los límites urbanos hasta el
lugares. Y la construcción de un edifi-
cio no era tarea menos penosa. Ha- siglo XVII.
bía que hincar pilotes en la tierra has-
ta alcanzar una profundidad superior
Los incendios de vastas proporciones de 1451 y 1452 destruye-
a la del nivel del mar y garantizar una ron o dañaron prácticamente la totalidad de los edificios. En 1521 se
cimentación firme. promulgó una ley que exigía el uso del ladrillo y la teja en la construcción,
A continuación debía lograrse la esta-
bilización del nivel de las aguas con sustituyendo a la madera y las techumbres de paja. En 1533 una nueva
el fin de evitar que los pilotes se pu- ordenanza pretendía mejorar las condiciones de higiene de la ciudad. El
drieran, lo que ocasionaría el derrum-
bamiento de todos los edificios. La rápido aumento de la población había traído como consecuencia la ocu-
primera institución comunal que pación de los edificios unifamiliares por dos o más familias y, al no existir
aquellos individualistas tuvieron que
aprobar fue precisamente un depar-
previsiones de índole sanitaria en los pisos superiores, se habían dispues-
tamento del nivel de las aguas cuya to vertederos para vaciar los cubos de aguas sucias a la calle o al canal
obligación consistía en mantener las desde las ventanas; por esta razón la ordenanza obligaba a los propieta-
aguas de canales y exclusas a un
nivel constante. rios de los inmuebles a instalar sumideros con conductos de desagüe,
S.E. Rasmussen, Towns and Buil- prohibiendo asimismo la construcción de alcantarillas y albañales enterra-
dings
dos a menos que estuvieran provistos de tapas de registro a intervalos
regulares. 3 La legislación adicional de 1565, que se mantuvo parcialmen-
En la zona comprendida entre los tres te en vigor hasta principios del siglo XIX, exigía la aprobación de las
grandes canales concéntricos, el con- cimentaciones sobre pilotes por parte de los inspectores municipales, un
trol sobre la urbanización era más
estricto. Aquí, las dimensiones de los retrete en cada solar y la imposición de tributos para sufragar los costes
solares tenían por término medio 8 de apertura de viales terraplenados, canales y trabajos de pavimentación.
metros de frente por 55 metros de
fondo y la prescripción de guardar Por otra parte, las autoridades municipales se encargaban de hacer cum-
una distancia mínima de 49 metros plir la legislación a rajatabla. Obrando de este modo la ciudad supo crear
entre las fachadas posteriores de los
edificios aseguraba una longitud mí- un respeto por las decisiones de la colectividad, lo cual resultaría de
nima de los jardines de 24 metros inestimable valor durante la ejecución del plan director del siglo XVII.
para cada solar. De este modo se
garantizaba una ocupación máxima En 1570 los españoles destruyeron Amberes, el puerto más im-
del 56 %. Una serie de condiciones portante de los Países Bajos. Este hecho supuso un inmediato aumento
sobre la venta, publicadas en 1663,
estipulaban que no podían seguir en el comercio que manejaba Amsterdam: para 1600 había tomado pose-
ejerciéndose en dicha área una serie sión del liderazgo comercial que hasta entonces ejercía Amberes. El rápi-
de oficios: herrero, fabricante de co-
las, cervecero, vidriero, tonelero, tin- do crecimiento que experimentó el comercio y la riqueza durante el último
torero, cantero, refinador de azúcar y cuarto del siglo XVI habría podido conducir a ensanches urbanos de

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urgencia fuera del control de las autoridades municipales, como ocurrió, otras ocupaciones similares ruidosas
o nocivas. Resulta digno de destacar
en innumerables casos, durante la Revolución Industrial, cuando el benefi- que desde entonces tales restriccio-
cio comercial industrial a corto plazo se anteponía a los intereses de la nes se hayan mantenido en vigor has-
ta el presente. La "Ordenanza de Edi-
comunidad . Amsterdam, sin embargo, fue capaz de mantener bajo control ficación" para este mismo barrio exi-
su desarrollo urbanístico futuro. Tres factores principales resultaron deter- gía, entre otras cosas, que los muros
minantes en esta hazaña única en la historia; dos de ellos fueron condicio- exteriores fueran construidos con los
ladrillos Lekse, Leytse, Vechtse o Rij-
nantes de tipo formal derivados de la función de la ciudad: su emplaza- nse, mientras que para las a/cantari-
miento y la necesidad de un sistema defensivo; el tercer factor decisivo llas debían emplearse únicamente la-
drillos azules o piedra de Bremen.
fue que Amsterdam era como una corporación grandiosa y floreciente en En este barrio, los edificios de me-
la que cada ciudadano tenía sus acciones. 4 Inevitablemente, como se nos de tres plantas son tan escasos
que cabría suponer la existencia de
verá más adelante, existieron personas que vieron posibilidades de ex- alguna forma de control municipal
traer beneficios personales de la operación, pero fueron pocos y el espíri- que fijara la altura mínima del mis-
tu colectivo prevaleció. mo modo que la máxima. Los resulta-
dos de las investigaciones llevadas a
cabo hasta ahora no ofrecen eviden-
cia alguna de tal control y, lamenta-
blemente, la mayor parte de los docu-
mentos más antiguos fueron pasto
Plan de los Tres Canales de las llamas en tres grandes incen-
dios; sin embargo, el valor del suelo
Amsterdam se extendió desde las 180 hectáreas de superficie junto con las considerables dimen-
siones de los frentes del solar, indu-
aproximada que tenía a finales del siglo XVI hasta un total de casi 750 a
jeron sin duda los promotores a ob-
hectáreas a principios del XIX, con arreglo al "Plan de los Tres Canales" tener el máximo de superficie para
alquilar.
(figura 7.1). Hendrik Jz. Staets fue el autor de este plan, aprobado por el Gerald Burke, The Making of Dutch
consejo municipal en 1607 aunque no sin encontrar la oposición de Towns

Figura 7.1. Extremo superior izquier-


do: Amsterdam hacia 1400; el asen-
tamiento original estaba situado so-
bre el dique de la orilla este del rio
Amstel, con la antigua iglesia en las
tierras bajas. a, Amstel ; o, Oudezijds
Voorburgwal; n, Nieuwezijds Voor-
burgwal.
Izquierda: Amsterdam a principios
del siglo XIX con el área trazada con
arreglo al "Plan de los Tres Cana-
les" completamente urbanizada. La
extensión de la ciudad al terminar el
siglo XV, antes de la aprobación del
plan, aparece en negro intenso. s,
Canal Singel; h, Canal Herengracht;
k, Canal Keizersgracht; p, Canal Prin-
sengracht; J, Barrio del Jordaan; D,
la zona principal de muelles. Norte
arriba para ambos planos.

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~f@ftl5s c6fl6~JaféS éfUé, con ánimo especufatívo, habían acaparado tierras
ante las expectativas de su urbanización posterior. 5 El trazado de las
nuevas zonas urbanas se determinó en base al primero de los tres facto-
res enumerados más arriba. La función comercial de Amsterdam requeria
accesos directos por agua a las casas y almacenes de los comerciantes.
Ello sólo era posible mediante una acción comunal en la construcción de
canales; se excluyó, por ejemplo, la posibilidad de expansión lineal a lo
largo de los muelles existentes. La excavación sistematizada de tales
canales exigía un plan director y las inversiones necesarias para un siste-
ma de defensa eficaz impusieron un limite a su extensión.
Los tres canales del plan de 1607 son el Herengracht, el Keizers-
gracht y el Prinsengracht, nombrados sucesivamente partiendo del centro.
El Herengracht, de 24 metros de anchura, se excavó en 1585 y el Keizers-
gracht, de 27 metros, en 1593. Por lo tanto ambos son anteriores al propio
plan y se ubicaron en la ciudad con arreglo a este modelo, único en su
género, de crecimiento orgánico controlado del sistema de canales con-
céntricos. El tercer canal, el Prinsengracht, de 24 metros de anchura fue
excavado posteriormente, en 1622. Los tres canales concéntricos princi-
pales estaban conectados por vias navegables radiales y todos estaban
dotados de muelles y calzadas de gran amplitud a cada lado. En la parte
exterior del anillo de canales, hacia el oeste, estaba el Jordaan, un área
destinada a la industria. Alrededor de todo el ensanche y rodeando tam-
Figura 7.2. Amsterdam, fragmento bién el barrio portuario situado al sureste se construyó un cinturón de
central del plano publicado por la defensa de unos 8 kilómetros de longitud dotado de 26 baluartes y siete
Society for the Diffusion of Useful
Knowledge en 1832. puertas de acceso.
Resulta más fácil dibujar un plano físico que crear el marco legal
para ponerlo en práctica. Pero en lo que hace referencia a esta última
consideración, Amsterdam obtuvo para si misma el requisito previo vital
consistente en la facultad de adquirir tierras por expropiación forzosa en
1609 y, como observa Gerald Burke, la ejerció cuando hizo falta en
diversas etapas del plan. Una vez adquirido un sector, la municipalidad
preparaba el terreno para la edificación, parcelándolo en solares de for-
ma y tamaño convenientes que vendian en el mercado libre sometiéndo-
las a unas condiciones especiales. Los compradores tenían que firmar
unos pactos que alcanzaban asimismo a sus sucesores en el titulo de
propiedad, que tenían como efecto garantizar que el suelo no fuera desti-
nado a usos distintos de los estipulados, que la ocupación del solar se
mantuviera dentro de los limites prescritos, que el solar no fuera subdividi-
do mediante callejones o pasajes, que los muros de partición del solar se
ofrecieran a los urbanizadores de los solares colindantes (muros media-
neros) y que se emplearan tan sólo determinados tipos de ladrillo en los
muros exteriores. 6 El responsable máximo de la administración municipal
para la ejecución del plan fue el inspector general Daniel Stalpaert
(1615-1676).
El desarrollo planeado de la ciudad de Amsterdam durante el
siglo XVII constituye un claro ejemplo de la regla que afirma que una
sociedad consigue la clase de ciudad que merece. Es una prueba, si
todavía hace falta alguna, de que la habilidad en el planeamiento teórico
tiene escaso significado en ausencia de la firme resolución de la comu-
nidad. Sin directrices políticas, expresadas en una legislación adecuada,
los planes son únicamente un montón de papel.

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A. E. J. Morris

Título
Historia de la
forma urbana
Desde sus orígenes
hasta la Revolución Industrial

Arquitectura/Perspectivas
8. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 5 y 6. taña, cuyo proceso de colonización se fundamentó en
9. Ibídem. aquellas condiciones.
1O. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 7. 35. Reginald Blomfield, op. cit. en n. 33.
11 .Jean-Pierre Babelon, "L'Urbanisme d'Henri IV et de 36. Ibídem.
Sully á Paris" en L'Urbanisme de París et de l'Europe 37. Paul Zucker, op. cit. en n. 3.
1600-1680, edición a cargo de Pierre Francastel, Edi- 38. Elie Halevy, Vauban.
tions Klincksieck, Paris, 1969. 39. Ibídem.
12. Steen Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 1. 40. Ibídem.
13. Véase asimismo el aún más penoso sino que espera- 41 . Christopher Cooke, Ciare Hennessey y David Ward-
ba a la Covent Garden Piazza de Londres, obra inicia- law, "Neuf Brisach", en RIBA Journal, febrero de 1965.
da unos veinte años después que la Place Royale (p. 42. Neuf Brisach mantiene todavía una guarnición militar
284). que, durante mi visita en 1969, estaba provechosa-
14. Paul Zucker, op. cit. en n. 3. mente ocupada despejando de maleza algunas par-
15. Edmund Bacon, Design of Cities. tes de la fortificación.
16. Ibídem.
17. Para una descripción detallada del planeamiento de
esta place, tal vez la más conocida de París, véase
David H. Pinkney, Napoleon JI/ and the Rebuilding of 7. Panorámica del desarrollo urbano en Europa
Paris: " ... para garantizar la simetría de la Place de
l'Etoile, el Prefecto (Haussmann) dispuso las calles 1. Lewis Mumford, The City in History, (versión castella- ·
radiales de tal modo que los solares situados entre na: La Ciudad en la Historia, Ediciones Infinito, Bue-
cada par de calles tuvieran una configuración unifor- nos Aires, 1966).
me. Ocho solares eran de idénticas dimensiones, 2. Gerald Burke, The Making of Dutch Towns.
mientras los cuatro sitos en los lados opuestos a la 3. Ibídem.
Avenue Kléber y a la Avenue de Wagram eran de 4. Ste.en Eiler Rasmussen, Towns and Buildings.
doble magnitud. Un decreto imperial disponía que los 5. Gerald Burke, op. cit. en n. 2.
edificios que hubieran de ser construidos sobre es- 6. Ibídem.
tas parcelas deberían tener fachadas de piedra de 7. E.A. Gutkind, Urban Development in Central Europe.
diseño homogéneo y estar adornados con parterres, 8. Steen Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 4.
debiendo quedar éstos separados de la calle por 9. Ibídem.
decorativas verjas de hierro idénticas, colocadas fren- 1O. E.A. Gutkind, op. cit. en n. 7.
te a todos los edificios. Para permitir el acceso a 11. Y.A. Egorov (traducción de Eric Dluhosch), The Archi-
estos últimos, cuyas fachadas monumentales no de- tectural Planning of St Petersburg.
bían quedar desfiguradas por las entradas, Hauss- 12. Edmund Bacon, Design of Cities.
mann abrió una calle anular que circundaba las par- 13. Véanse los planos de estas ciudades y el de Oslo en
tes traseras de los solares. El Prefecto estaba las páginas 270 y 271 .
orgulloso de su proyecto de urbanización de la Place 14. Steen Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 4.
de l'Etoile y lo consideraba una de las empresas más 15. Ibídem.
logradas de su mandato" . 16. Paul Zucker, Town and Square.
18. Steen Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 1. 17. Véase la figura 7.29.
19. Sobre el mal estado de conservación de las murallas 18. Paul Zucker, op. cit. en n. 16.
de Londres en 1603, véase la descripción testimonial 19. Véase la Place de la Concorde en la página 229.
de John Stow en la p. 286. 20. Paul Zucker, op. cit. en n. 16.
20. Los boulevards extérieurs, "línea natural de los pun- 21 . Kell Astrom, City Planning in Sweden, 1967 (Swedish
tos débiles" que rodea la estructura urbana de París, lnstitute for Cultural Relations with Foreign Countries).
han sido convertidos en gran parte, y sin que se haya
producido controversia alguna, en sistema viario de
autopistas urbanas, mientras que, por el contrario, la
red de vias rápidas urbanas de Londres, cuyo traza- 8. Gran Bretaña: Del siglo XVI hasta mediados del
do entraba en conflicto con el tejido urbano, ha susci- siglo XIX
tado una vehemente oposición y podría no llegar a
concluirse nunca.
21. Paul Zucker, op. cit. en n. 3. 1. Para una introducción general a la arquitectura del
22. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 5 y 6. Renacimiento en Gran Bretaña se remite al lector a
23. Edmund Bacon, op. cit. en n. 15 y 16. Nikolaus Pevsner, An Outline of European Architectu-
24. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 5 y 6. re (versión castellana: Esquema de la Arquitectura Eu-
25. Ibídem. ropea, Ediciones Infinito, Buenos Aires, 1957) y a Pe-
26. Martin S. Briggs, "Richelieu", en The Builder, 12 de ter Murray y Paul Thompson, A History of English
enero de 1940. Architecture.
27. John Evelyn, Diary (1644). 2. Para la historia de Londres en época romana y los
28. Para estudios monográficos detallados, se remite al primeros asentamientos en su emplazamiento, véase
lector a Dereck Clifford, History of Garden Design, la p. 88.
como historia general de la arquitectura paisajista; 3. Steen Eiler Rasmussen, London, the Unique City.
Dorothy Stroud, Capability Brown; y Helen M. Fox, 4. Nikolaus Pevsner, London - the Cities of London and
André le N6tre: Garden Architect to Kings. Westminster.
29. Derek Clifford, History of Garden Design. 5. Stenn Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 3.
30. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 5 y 6. 6. Ibídem.
31. Maurice Ashley, Louis XIVand the Greatness of France. 7. Ibídem.
32. Pierre Lavedan, op. cit. en n. 5 y 6. 8. G.W. Southgate, English Economic History.
33. Reginald Blomfield, Sébastien le Prestre de Vauban. 9. Steen Eiler Rasmussen, op. cit. en n. 3.
34. Las propuestas de Vauban encaminadas a impulsar el 1O. Nikolaus Pevsner, op. cit. en n. 4.
desarrollo de las colonias norteamericanas sobre una 11. John Stow, A Survey of London, 1603.
base agrícola, destinadas a absorber un flujo continuo 12. En noviembre de 1974, el mercado de frutas y verdu-
de emigrantes, hubiera podido permitir perfectamente ras de Covent Garden (que habia acabado por ocu-
el firme asentamiento de Francia en el Nuevo Mundo, par el lugar de la urbanización residencial original)
siendo capaz, de este modo, de oponerse a Gran Bre- se trasladó a su nuevo emplazamiento de Nine Elms,

460
Índice

Prefacio 8
Introducción 9
Agradecimientos 11

1. Las Primeras Ciudades 13


2. Ciudades-estado griegas 35
3. Roma y el Imperio 56
4. Ciudades medievales 98
5. El Renacimiento: Italia establece un modelo 174
6. Francia: siglos XVI al XVIII 214
7. Panorámica del desarrollo urbano en Europa 249
8. Gran Bretaña, del siglo XVI a mediados del siglo XIX 278
9. España y su Imperio: siglos XV al XVIII 330
1O. El desarrollo urbano en los EE.UU. de América 386

Apéndices
A. China 440
B. Japón 442
C. Mandalas hindúes 449
D. La teoría de Nueva Obsidiana, de Jane Jacobs 451
E. Planos comparativos de ciudades 454

Notas 455
Bibliografía selecta 465
Indice de nombres y de conceptos 468
Indice geográfico 473

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