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El relativismo cultural, también llamado culturalismo, es una corriente antropológica que

surgió en el siglo XX. Como una propuesta del antropólogo Franz Boas; él redefinió la
antropología y el concepto de cultura de ese tiempo, que estaba fuertemente marcada por la
corriente Darwiniana.

El relativismo cultural hace crítica al Evolucionismo y más en específico al concepto de raza


como parámetro para evaluar o determinar la vida cultural de una comunidad. En cambio se
decía que cada cultura debía ser estudiada o interpretada desde sus propias creencias, valores,
prácticas, hábitos, etcétera.

El relativismo cultural no es una doctrina ni un cuerpo teórico unívoco. Desde un punto de


vista estrictamente filosófico cabe definirlo como aquella doctrina –también denominada
culturalismo– que da primicia a la cultura frente a otros aspectos de la realidad humana. De
este modo, la cultura sería el único marco explicativo desde el que se puede comprender al
hombre, quedando este reducido todo lo demás a meros aspectos de la cultura o
subproductos.

El relativismo defiende la validez y riqueza de todo sistema cultural y niega cualquier


valoración absolutista moral o ética de los mismos. Se opone al etnocentrismo y al
universalismo cultural —de carácter positivista— que afirma la existencia de valores, juicios
morales y comportamientos con valor absoluto y de carácter universal.

Esto significa que el relativismo cultural conlleva a considerar cualquier aspecto de otra
sociedad o grupo en relación con los estándares culturales de ese grupo, en vez de hacerlo
desde un punto de vista considerado universal, o en relación a la valoración desde otras
culturas. Por ejemplo, considera relativas a cada sistema cultural las diferentes formas de
matrimonio, como la poligamia o la poliandria. Según esta corriente de pensamiento todas las
culturas tendrían igual valor, y ninguna sería superior a otra pues todos los valores son
considerados relativos.

El relativismo define la cultura como la totalidad de las reacciones y actividades mentales y


físicas que caracterizan la conducta de los individuos componentes de un grupo social,
colectiva e individualmente, en relación a su ambiente natural, a otros grupos, a miembros del
mismo grupo y de cada individuo hacia sí mismo.

El relativismo se estableció como un axioma en la investigación antropológica de Franz Boas,


antropólogo alemán, nacionalizado estadounidense y por esta razón también se le llama
Escuela Norteamericana. En las primeras décadas del siglo XX, y fue más tarde popularizado
por sus alumnos. Con el objetivo de establecer una seria crítica al evolucionismo de Tylor hasta
entonces vigente.

Su primer crítica al método comparativo fue publicada en el año 1896 en su artículo "Las
limitaciones del método comparativo de la antropología", de acuerdo a Boas y sus principios
"Todas las culturas son iguales y comparables; no hay culturas inferiores y superiores. Por
tanto es imposible [...] ordenar las culturas en un esquema evolutivo"
Más tarde, en 1887 afirmaría que: "la civilización no es algo absoluto, sino relativo, y ...
nuestras ideas y concepciones son verdaderas sólo en lo que concierne a nuestra civilización".3

Si bien no fue Boas quien acuñó el término relativismo cultural por primera vez, si fue el
primero en llevar ésta corriente a la antropología; misma que hasta la fecha es muy defendida
en dicho campo de estudio.

Otro campo antropológico en el que el relativismo se abrió paso fue en el de la lingüística,


dando paso al relativismo lingüístico. "La visión romántica de la lengua como indisociable de la
cultura promovida por los estudiosos alemanes J. Herder y W. von Humboldt en el siglo XVIII
dio gran importancia a la consideración de la diversidad lingüística y cultural."4

Con ello comenzaron las discusiones basadas en el lenguaje del hombre y si este mismo
reflejaba diferencias en la capacidad cerebral de los seres humanos, teoría que también sería
refutada por Boas.

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