Está en la página 1de 6

SENTENCIA C-145 DE 2020: ANÁLISIS AL DECRETO 417 DE 2020 – LIMITANTES

AL PODER EJECUTIVO EN EMERGENCIA PUBLICA DERIVADA DEL COVID-19

Paublo Andres Chilito Cortes1


Laura Lizeth Guevara Hernández2
Martha Yamile Rugeles Ramirez3
María Fernanda Penagos Parrado4
Diana Marcela Pachon Medina5

Introducción

El mundo históricamente ha atravesado diversas crisis económicas, sociales, políticas,

ecológicas e incluso de salud; todas ellas con orígenes diferentes, pero con el mismo nivel de

necesidad en cuanto a la toma de decisiones en pro de mitigar los efectos en la población mundial.

Pues bien, recientemente la humanidad está atravesando una crisis cuyo principal foco de gravedad

aconteció en el año 2020, cuando la pandemia derivada del Covid 19 se extendió en todos los

continentes llegando a contagiar a más de 238.804.901 personas y registrando 4.865.619 muertes

(aproxi). Situación que no fue ajena a Colombia donde hasta el 12 de octubre de 2021 se registraron

4.974.400 casos reportados y 126.692 muertes (BID, 2021). Frente a lo anterior, es prudente

afirmar que las crisis mundiales han permitido a los países analizar la posibilidad de que ocurran

hechos similares futuros, por ello la necesidad de que previamente se establezcan las medidas

necesarias que puedan contrarrestar los efectos de una crisis; sin embargo, como se pudo

evidenciar, pandemias como la actual desestabilizo los sistemas normativos, de gobierno y de salud

a nivel mundial, lo que exigió a los países implementar decisiones y medidas que no se encuentran

contempladas, como en el caso colombiano, dentro del sistema normativo pero que lograron ser

1
Abogado egresado de la Universidad XX
2
Abogada egresada de la Universidad Cooperativa de Colombia
3
Abogada egresada de la Universidad La Gran Colombia
4
Abogada egresada de la Universidad Cooperativa de Colombia
5
Abogada egresada de la Universidad Libre de Colombia
efectivas en razón a disposiciones de índole constitucional como lo es la derivada del artículo 215

Superior, que faculta al presidente de la republica a declarar el denominado Estado de Excepción,

el cual otorga facultades especiales para disponer de medidas estrictamente necesarias para

conjurar las causas de la perturbación e impedir la extensión de sus efectos.

ESTADO DE EXCEPCIÓN EN COLOMBIA: FACULTAD LIMITADA

La historia de Colombia evidencia que frente a acontecimientos anormales, prerrogativas

constitucionales como las dispuestas en los artículos 212 al 215 superior reguladas por la ley

Estatutaria de los Estados de Excepción - ley 137 de 1994, pretenden insertar en el país medidas

dirigidas a mitigar las causas de una emergencia pública e impedir la extensión sus efectos, de

esta manera, el presidente de la República hace uso de dichas prerrogativas para concentrar en

la rama ejecutiva la función legislativa (Pérez, 1999), hecho que conlleva a la supresión temporal

del principio de separación de poderes, de allí que los estados de excepción sean catalogados como

un instrumento jurídico que puede poner en riesgo los principios bajo los cuales está constituido

el Estado Colombiano, siendo previsto la necesidad de realizar un control, que para el caso

colombiano recae en la Corte Constitucional, Corporación que determina si el decreto que declara

el estado de excepción cumple con los criterios formales y materiales dispuestos para que tengan

efecto. (Mira, 2015).

Así las cosas, los estados de excepción en Colombia operan en el Estado de Derecho cuya

estructura organizacional, ordenamiento jurídico y político está dirigido a garantizar los derechos

fundamentales de los ciudadanos como es la seguridad, la libertad y la igualdad (Díaz, 1998).

Los estados de excepción confrontan una determinada situación de anormalidad o

necesidad que presenta el Estado colombiano, en el que el orden social y político no opera de una

forma regular en razón a factores internos o externos. Esta facultad excepcional es producto de
una evolución histórica que ha presentado Colombia y de la cual se deduce que en situaciones

puntuales es necesario otorgar facultades normativas al presidente de la República, sin que esto

implique un uso abusivo del gobierno de turno, estableciéndose dentro del régimen constitucional

un amplio sistema de controles que recaen sobre este tipo de decretos como lo es el constitucional

realizado por la Corte Constitucional (Tobón y Mendieta, 2017).

En lo que corresponde al control realizado puntualmente a la sentencia C-145 de 2020 por

parte de la Corte Constitucional, esta Corporación enfocó su estudio en los presupuestos formales

y materiales. Al respecto, la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha abordado el estado de

excepción del Estado de emergencia, social y ecológica o de grave calamidad pública, sentencias

como la C-135 de 2009, C-156 de 2011 y C-126 de 2011, han hecho hincapié en las características

que revise esta modalidad de estado de excepción, en donde el principal objetivo es “contener la

extensión de sus efectos con el fin de retornar la situación normal anterior” (Corte Constitucional,

Sentencia C-254 de 2009).

De acuerdo con Quitian (2021), la Corte Constitucional al realizar el control a los decretos

que dan origen al estado de excepción analiza el cumplimiento de los presupuestos dispuestos para

garantizar la separación y equilibrio de los poderes, así como el disfrute de los derechos

constitucionales. Este control se materializa en los presupuestos Formal y Material; en lo que

corresponde al presupuesto formal, desde la misma Constitución Política de Colombia de 1991 se

ha dispuesto los requisitos de índole formal que deben contener estos decretos, su cumplimiento

tal como lo indica (Cifuentes, 2002) pretende notificar a la ciudadanía del estado o situación de

anormalidad, verificar que efectivamente existan hechos habilitantes para invocar el estado de

excepción, lo que conlleva a expedir Decretos que pueden restringir derechos, y activar los

controles políticos sobre el actuar del Gobierno.


En lo que corresponde al Decreto 417 de 2020 por medio del cual se declaro el Estado de

emergencia económica, social y ecológica, se considera que estos requisitos fueron atendidos por

el Gobierno Nacional, y que su aplicación lo es en razón a que en cabeza del presidente de la

republica reposa la obligación de garantizar el orden público, atender las situaciones que afecten

o amenacen la estabilidad constitucional, la seguridad ciudadana y que afecten el orden económico,

social y ecológico o que constituyan grave calamidad pública.

Ahora bien, en lo que respecta al presupuesto fáctico, tal como lo expone Martínez (2016),

la Corte Constitucional ha señalado que los requisitos a cumplir para declarar el Estado de

excepción deben consistir en hechos sobrevinientes que realmente alteren el orden económico,

social, ecológico y que constituyen una grave calamidad pública, aspectos que con el Decreto 417

de 2020 fueron probados; el gobierno logro evidenciar, por un lado, la afectación de la salud

publica a nivel mundial y por otro, las afectaciones de índole económico. Así las cosas, con la

revisión del Decreto 417 de 2020, las Corte pudo constatar que el Gobierno también identificó la

modalidad del estado de excepción aplicable para contrarrestar los efectos de la pandemia

provocada por el Covid-19 y conforme al acervo probatorio y las consideraciones expuestas, logró

cumplir con el juicio de sobreviniencia de los hechos invocados, por lo tanto, el decreto se expidió

para atender los hechos generadores de la emergencia pública.

Tal como lo señalan López y Gómez (2020), el presupuesto valorativo hace referencia al

análisis de los impactos y consecuencias económicas y sociales que conllevaron a decretar la

calamidad sanitaria. Este presupuesto implica que el gobierno en virtud de sus facultades

extraordinarias, debe evitar ser arbitrario o estar incurso en un error manifiesto al calificar los

hechos motivo de la calamidad, caso contrario podría derivar una afectación, amenaza o

vulneración de los derechos constitucionales. En cuanto al análisis de la eficacia de los medios


utilizados, se hace referencia a que el gobierno debe constatar que a través de las atribuciones

ordinarias no es posible hacer frente a la emergencia de orden económico, social, ecológico o a la

grave calamidad pública, siendo necesario, hacer uso de medidas extraordinarias para cesar la

perturbación y mitigar la extensión de sus efectos.

A modo de conclusión, se considera que el instrumento constitucional que permite al

gobierno nacional expedir los decretos de excepción, busca de manera directa garantizar derechos

constitucionales y mitigar los efectos de una emergencia pública; es menester señalar que el control

que realiza la Corte Constitucional a través de los presupuestos descritos, es un claro y

determinante limitante a posibles vulneraciones de derechos fundamentales y una protección a la

estabilidad del Estado Social de Derecho. Ahora bien, de manera puntual, se pudo evidenciar que

efectivamente la Corte realiza un análisis del cumplimiento de los presupuestos en el Decreto 417

de 2020, análisis que permite afirmar que el decreto referido cumplió con los requisitos exigidos,

que la forma en como el gobierno nacional hizo frente a la emergencia, por lo menos desde el

ámbito que nos ocupa en este ensayo, fue a toda luz legal y constitucional. Por último, como se

expuso al inicio de este escrito, es necesario contar con medidas ordinarias para atender situaciones

futuras similares, puesto que la evolución normativa es producto de experiencias que obligaron a

los ordenamientos jurídicos nacionales e internacionales, a modificar y adoptar nuevas

disposiciones normativas.

Referencias bibliográficas

BID. (2021). COVID-19: Actualización de la situación en américa latina y el caribe. Disponible

en: https://www.iadb.org/es/coronavirus/current-situation-pandemic

Cifuentes, Eduardo. (2002). Los Estados de Excepción Constitucional en Colombia, Revista Ius et

Praxis)
Corte Constitucional, sentencia C-135 de 2009. MP. Humberto Antonio Sierra Porto

Corte Constitucional, sentencia C-156 de 11. MP. Mauricio Gonzalez Puerto

Corte Constitucional, sentencia C-126 de 2011. MP. María Victoria Calle Correa

Díaz, E. (1998). Estado de derecho y sociedad democrática. Taurus novena edición.

López y Gómez. (2020.) Estado de excepción y restricción al derecho a la educación en Colombia

por la Covid-19. Revista Opinión Jurídica, edición especial 2020, pp. 163 – 186

Martínez, Francy. (2016). Control Constitucional del Decreto Legislativo del Estado de Excepción

de conmoción interior en Colombia. Universidad Santo Tomas

Mira, Clara (2015). Los estados de excepción en Colombia y aplicación del principio de

proporcionalidad: un análisis de seis casos representativos. Revista opinión jurídica

Universidad de Medellín

Pérez, W. (1999). El Sistema penal y la emergencia en Colombia. Scripta Nova: Revista

electrónica de geografía, volumen 24

Quitian, Jairo. (2021). Control Constitucional de los estados de excepción en Ecuador y Colombia:

Un enfoque comparado. Revista de derecho fiscal. Universidad Externado

Tobón y Mendieta. (2017). Los Estados de excepción en el régimen constitucional colombiano.

Revista Sello Editorial. Universidad de Medellín.

También podría gustarte