0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
24 vistas3 páginas
El documento describe el proceso de socialización y cómo los niños aprenden las normas sociales a través de la interacción con los adultos. Específicamente, explica que (1) los niños aprenden conductas apropiadas y peligrosas por medio de la reacción de sus padres, como cuando una madre regaña a un niño por acercarse a un enchufe eléctrico. (2) El contacto social durante los primeros años es fundamental para el desarrollo, como se evidencia en casos de niños aislados que no pudieron desarrollar
Descripción original:
Biologia una verga pero bueno habla sobre que es la sociología y todoo eso
El documento describe el proceso de socialización y cómo los niños aprenden las normas sociales a través de la interacción con los adultos. Específicamente, explica que (1) los niños aprenden conductas apropiadas y peligrosas por medio de la reacción de sus padres, como cuando una madre regaña a un niño por acercarse a un enchufe eléctrico. (2) El contacto social durante los primeros años es fundamental para el desarrollo, como se evidencia en casos de niños aislados que no pudieron desarrollar
El documento describe el proceso de socialización y cómo los niños aprenden las normas sociales a través de la interacción con los adultos. Específicamente, explica que (1) los niños aprenden conductas apropiadas y peligrosas por medio de la reacción de sus padres, como cuando una madre regaña a un niño por acercarse a un enchufe eléctrico. (2) El contacto social durante los primeros años es fundamental para el desarrollo, como se evidencia en casos de niños aislados que no pudieron desarrollar
Profesora: Inés C. Monteros Tema: El Proceso de Socialización Estimados alumnos: La Socialización Un niño se acerca gateando a un tomacorriente con la intención de meter los dedos en él; la mamá corre hacia el niño, lo alza y lo aleja de la situación de peligro. Además lo reprende y le prohíbe con severidad que se acerque a los enchufes. Asustado por la reacción de la madre, el niño se echa a llorar. Esta situación de la vida cotidiana puede analizarse desde tres perspectivas: la del niño, la de la madre y la de un observador. El niño va aprendiendo que algunas de sus conductas despiertan reacciones de enojo por parte de su mama; que no puede tocar todo lo que quiere; que hay algunos objetos peligrosos, aunque todavía no haya captado el sentido de “lo peligroso”; que su madre, además de ser amorosa con él, mimarlo y cuidarlo, en algunas circunstancias también se enoja; sigue siendo su mamá, pero es una “mamá enojada”, que le habla de una manera diferente de lo habitual, que lo reprende y le prohíbe determinadas conductas. La madre aprende que ahora que su hijo empezó a gatear, debe adoptar una actitud de mayor vigilancia, tomar mayores medidas de prevención y de seguridad en su hogar y en el medio en el que se mueve la familia, porque el mundo de su hijo se va ampliando; tiene que asumir más activamente su rol de autoridad frente al niño e imponerle normas. En esta situación, un observador puede identificar conductas de dos actores en interacción social: un adulto y un niño. Una madre que reprende a su hijo por una conducta peligrosa y un niño llorando por el enojo de su madre. Esta es una situación habitual de la vida cotidiana en nuestra sociedad, en la que un adulto impone normas de comportamiento y, en consecuencia, educa a un niño. En el ejemplo, el adulto está protegiendo al niño a través de la imposición de una norma: “No metas los dedos en el enchufe”. Este tipo de interacción se reitera en situaciones de peligro. El niño requerirá la prohibición del adulto hasta que aprenda que acercarse a los tomacorrientes es peligroso. En ese momento habrá incorporado la situación de peligro, habrá internalizado, hecha suya, la noción de que, “con la electricidad no se juega”, y luego la generalizará a otras situaciones peligrosas, por ejemplo, que existen objetos que queman, instrumentos cortantes, etc. El niño está aprendiendo a usar objetos de su entorno que tienen significados sociales, compartidos por los otros miembros de su sociedad; estos significados incluyen, por ejemplo, la idea de utilidad y también la de peligro. Asimismo, está aprendiendo modelos de relaciones sociales: en este caso, el rol de autoridad de su madre y de otros adultos, quienes le imponen limitaciones a su conducta. Este aprendizaje, que comienza con el nacimiento y transforma a los individuos en seres sociales, en miembros de su sociedad, se denomina socialización. Es el proceso que convierte progresivamente a un recién nacido con un muy limitado repertorio de conductas en un sujeto social hasta llegar a ser una persona autónoma, capaz de desenvolverse por sí misma en el mundo en el cual ha nacido. Los recién nacidos son indefensos: Los seres humanos, a diferencia de otras especies animales, nacen indefensos. Durante los primeros años de su vida dependen de otras personas para adaptarse y sobrevivir en el medio en el cual han nacido. A medida que van creciendo se apropian, es decir, van haciendo suyo, el entorno más inmediato, el mundo familiar, a través del cual van captando los significados sociales más amplios. Las personas que forman parte de ese entorno son sus familiares y amigos, quienes los van introduciendo en forma gradual y lenta en la vida social. Día tras día, en contacto con otros individuos, los niños van descubriendo sensaciones, sentimientos, significados, van aprendiendo las normas y las costumbres y van construyendo relaciones sociales. Sin este contacto permanente con otros seres humanos durante los primeros años de vida, las personas no podrían desarrollarse como sujetos sociales, no se podrían socializar. Hace algunos siglos, en Europa, los habitantes de pueblos y aldeas solían encontrar a niños abandonados que vagaban por los bosques, sin contacto alguno con otros seres humanos. Estas criaturas se parecían tanto entre sí, que los estudiosos de esa época creyeron encontrar una rara especie de gnomos, a las que denominaron homo ferus (hombre feroz). Estos niños, de apariencia animal y salvaje, no pertenecían a ninguna especie nueva. Ante el aislamiento y la falta de contacto con seres humanos durante los primeros años de vida, de conexión e interacción con su especie, se vieron impedidos de desarrollar las capacidades y habilidades humanas necesarias para vivir junto a otras personas. Sobre la base de la imitación y la observación del entorno en el cual se encontraban, desarrollaron comportamientos, gestos, sonidos y actitudes similares a los de los animales, con los cuales estaban en contacto y les proporcionaban los alimentos y el calor que permitían su supervivencia. El aislamiento y la privación de todo contacto humano en los primeros años de vida de las personas producen un daño irreversible, que impide el desarrollo de las potencialidades y características humanas, desde las actividades de la vida diaria, como caminar, vestirse, comer de determinada manera, hablar y relacionarse con otras personas, hasta la creación intelectual, científica y artística. En Pensilvania, Estados Unidos, durante la década de 1930, una asistente social que investigaba una denuncia por malos tratos, localizó en una granja a una niña de cinco años y la llevó a una institución de servicios sociales para su socialización. La niña se llamaba Anna, había nacido en 1932, y durante los primeros cinco años de su vida había permanecido aislada, confinada en una buhardilla en la casa de sus abuelos maternos, donde también vivía su madre. La niña apenas podía moverse y el único contacto humano durante esos años había ocurrido en los momentos en los que le llevaban la comida. Al enterarse de la existencia de Anna, Kingsley Davis, un famoso sociólogo estadounidense, se acercó a la institución en la que se encontraba la niña. En ese entonces Anna no hablaba, no sonreía ni expresaba ningún tipo de sentimiento o emoción. Parecía distraída y ausente y sin posibilidad de conectarse con otras personas. Luego de un cierto tiempo, Davis volvió a visitar a Anna y observó que sonreía, jugaba y se relacionaba con otras personas. Pero, no obstante todos los esfuerzos y los progresos realizados, la niña no pudo desarrollar plenamente sus capacidades: alcanzó una edad mental similar a la de una criatura de dos años. Este y otros casos registrados de niños que han pasado su infancia aislados socialmente indican que el contacto social en los primeros años de vida es fundamental para el desarrollo de los individuos, porque del contacto social depende la supervivencia de las personas y también su adaptación al medio social. La socialización básica y la socialización secundaria: La mayoría de las personas nacen dentro de una familia que pertenece a un determinado sector social; viven en una localidad que pertenece a un determinado país, y en una determinada época. Durante la infancia, los niños incorporan, en forma práctica, a través de las actividades que realizan todos los días, las exigencias de su medio social: lo que está permitido y lo que está prohibido, lo que se espera de ellos, los usos y las costumbres. Este aprendizaje se produce primero en el medio familiar y luego se va ampliando a otros grupos e instituciones, como la familia, los amigos o la escuela. La socialización es el proceso de aprendizaje por el cual se internalizan, de generación en generación, las normas, los valores y las costumbres de una sociedad. El proceso de socialización ha sido clásicamente concebido en dos fases: la socialización básica y la socialización secundaria. Martin tiene cerca de un año e intenta comer solo, aunque con ciertas dificultades. No es muy hábil manejando el tenedor y la cuchara, pero es tenaz y se esfuerza para lograrlo. Su madre le enseña a usar los utensilios, y cada vez que acierta a tomar un bocado con el tenedor y llevárselo a la boca, ella lo aplaude y festeja su acierto. No sucede lo mismo cuando intenta comer con las manos: la madre lo reprende suavemente y le dice que así no se come, que debe aprender a comer con los cubiertos. Estas escenas se repiten en la guardería donde la madre deja a Martin los días hábiles. La maestra del jardín maternal se comporta igual que su madre, expresa satisfacción cuando Martin y los otros niños de su edad comen con los utensilios o se comportan como deben comportarse los niños de esa edad: responder cuando los llaman, jugar con otros niños, participar en las actividades grupales. A partir de la reiteración de estas situaciones con las conductas asociadas a ellas, los niños van captando su entorno como un conjunto integrado: objetos, palabras, gestos, tonos de voces, personas que desempeñan distintos roles. Este proceso, que se inicia desde el momento mismo del nacimiento de las personas y se desarrolla principalmente en el seno de la familia, se denomina socialización básica. Los aprendizajes que los niños realizan en esta etapa son generalizables a otras situaciones que tienen lugar fuera del ámbito familiar, en otros ambientes con los cuales van poniéndose progresivamente en contacto. Por ejemplo cuando un niño va a los cumpleaños de sus amiguitos sabe cómo debe comportarse y qué se espera de él. De manera gradual va aprendiendo a comportarse socialmente más allá del ambiente inmediato de su casa y su familia. La influencia del medio social de origen tiene gran relevancia, porque las expectativas dependen, por ejemplo, de la posición económica de sus padres. Es probable que un niño nacido en una familia de clase media tenga mayores facilidades para seguir estudios superiores, y que este comportamiento le parezca una condición indiscutible y natural para su desarrollo vocacional y laboral. Si un niño es hijo de obreros, es probable que la continuación de estudios superiores también sea una expectativa familiar, pero le resultará más difícil cumplirla, porque deberá trabajar para ayudar económicamente a su familia e incluso para poder estudiar. Las personas incorporan los conocimientos adquiridos en la socialización básica en forma práctica y gracias a ellos actúan con fluidez, y no necesitan pensar demasiado para hacer lo que es correcto, porque la mayoría de las reglas básicas han sido adquiridas en la temprana infancia. A medida que las personas crecen, su mundo social se va ampliando, se relacionan con individuos que no pertenecen a su entorno familiar y van aprendiendo e incorporando nuevas habilidades, comportamientos que les serán útiles para insertarse y participar en diferentes sectores de la vida social: educativo, recreativo, social, laboral, comercial .este proceso de aprendizaje continuo, que dura toda la vida del individuo y que se desarrolla a partir de la socialización básica, es llamado por muchos sociólogos socialización secundaria. Las personas entran en contacto entre si y aprenden valores, costumbres y normas relacionadas con su medio social más amplio a través de una diversidad de grupos e instituciones; por ejemplo, escuelas, colegios, grupos de amigos y compañeros, grupos de trabajo, instituciones recreativas, como clubes y asociaciones deportivas. Los medios de comunicación, en particular la televisión, por su amplia difusión en nuestra sociedad, poseen un papel importante en la transmisión y la formación de valores sociales, costumbres, normas en la socialización. Lo mismo sucede en el cine, los diarios, las revistas y los libros. Los ejemplos de socialización secundaria se encuentran en situaciones donde las personas deben adaptarse activamente a diversas transiciones y cambios de sus vidas. Por ejemplo, el pasaje de la escuela primaria al colegio secundario o de este a la universidad. La relación de los padres de los alumnos con los maestros y profesores en la escuela primaria y en la secundaria es habitual, y es esperable que así sea, sobre todo en los niveles de educación preescolar y básica. En la universidad los padres no intervienen en las instituciones académicas como lo han hecho en los nivele educativos anteriores; son los alumnos quienes mantienen esa relación, porque han alcanzado el desarrollo de sus habilidades y destrezas, que les permiten hacerse cargo de su vida estudiantil con mayor autonomía. Los aprendizajes necesarios para adaptarse a un nuevo trabajo, el casamiento, el nacimiento de los hijos, las mudanzas, son otros ejemplos de socialización secundaria. Gastón tiene 27 años y empieza dentro de algunas semanas un nuevo trabajo. Para ello deberá mudarse al sur de la provincia, a un pueblo de aproximadamente 7000 habitantes. Gastón es un joven adulto muy capaz que se vale por sí mismo y está acostumbrado a vivir en una gran ciudad. El cambio que está viviendo lo pone ante la necesidad de adaptarse a su nuevo lugar de residencia y a las nuevas condiciones laborales. Deberá observar y aprender cuales son los usos y costumbres de la gente en ese lugar, además de aprender los secretos de su nuevo oficio. Es decir, no solo deberá realizar un esfuerzo para adaptarse a las nuevas condiciones de vida y de trabajo y adquirir nuevas habilidades, sino también dejar a un lado sus viejas costumbres, que pueden resultar desventajosas en la nueva situación. Por ejemplo, Gastón está acostumbrado a vivir en un edificio en el que apenas conoce a sus vecinos; el mayor intercambio social entre ellos es un saludo en el ascensor. En su nuevo lugar de residencia, los vecinos acostumbran a tener mayor contacto entre ellos, como reunirse, pedir y ofrece ayuda para el cuidado de los niños. Para adaptarse satisfactoriamente a su nuevo lugar de residencia y sentirse integrado, deberá adoptar nuevas formas de sociabilidad. Actividad N° 10: Presentación 15-10-2020, vía mail a caro.monteros@hotmail.com. Coloque nombre, materia, fecha, tema y actividad N°. 1-Lea atentamente el tema: La socialización. Socialización básica y secundaria 2-Subraye las ideas principales del texto. (Evite señalar ejemplos). 2-A partir de la ideas subrayadas, elabore un resumen (un nuevo texto pero más corto; utilice conectores para unir las ideas. Lea el resumen para ver si tiene coherencia; de no ser así realice las correcciones necesarias). 3-Identifique cuales de las siguientes acciones son parte de la socialización básica y cuales corresponden a la socialización secundaria. Justifiquen su respuesta. Un muchacho aprende a montar a caballo. Una señora joven aprende a arreglar un aplancha. Un niño aprende a cepillarse los dientes. En su clase de natación, una joven practica el estilo mariposa. Una niña dice una mentira a su madre y ésta la reprende. 4-Lea este fragmento: El niño salvaje de Aveyron “En el año 1800 una extraña criatura surgió de un bosque en el sur de Francia. Parecía más un animal que una persona, pero fue identificado como un niño de unos once años. Solo emitía incomprensibles chillidos. Carecía de normas y costumbres de higiene personal y evacuaba dónde y cuándo le parecía. Fue conducido a la policía y, más tarde, a un orfanato. Al principio trató de escapar y pudo ser retenido. Se negó a llevar ropas rasgándolas tan pronto como había terminado de ponérselas. Nadie lo reclamó jamás. El niño fue sometido a un examen médico y no se identificó ninguna anormalidad (…) Más tarde, el niño fue trasladado a Paris, donde se llevó a cabo el intento de transformarlo “de salvaje en humano”. El esfuerzo resultó parcialmente satisfactorio. Aprendió a utilizar el retrete, accedió a llevar ropa y aprendió a vestirse solo. No le interesaban ni los juguetes ni los juegos, y nunca fue capaz de articular más que un reducido número de palabras. Parecía que no deseaba dominar totalmente el habla humana o que era incapaz de hacerlo. Con el tiempo hizo escasos progresos, y murió en 1828 a la edad de cuarenta años”. Exponga sus hipótesis acerca de cómo fueron los primeros años de vida del “niño salvaje de Aveyron”. ¿Qué conclusiones puede extraer sobre las primeras experiencias del niño de Aveyron comparadas con las que viven habitualmente los niños en su medio social?