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TITULO: “Marcas de las marcas”.

SUBTITULO: “La problemática del daño estético en el campo jurídico”

Ps. Adriana Herrero.


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PRIMER PARTE
ARTICULACION DE LOS DISCURSOS DEL DERECHO Y DE LA
SUBJETIVIDAD.

Articular los discursos del derecho y de la subjetividad en estas


temáticas tropieza con las dificultades propias de las diferencias en que cada
discurso nos remite, ya que cabe recalcar que el discurso del derecho habla de
un sujeto para sí “per se” consciente y el discurso de la subjetividad nos remite
a un hombre atravesado por determinaciones inconscientes.
Esta diferencia estructural entre el autor del acto jurídico (consciente per
se y el acto en psicoanálisis (noción de sujeto del inconsciente) marcará una
distancia que a veces permitirá encuentros y en otras nos marcará enormes
diferencias. Indudablemente el sujeto del inconsciente supondrá operatorias
psíquicas previas a la inscripción de las normas positivas que rigen el campo
jurídico.
El entrecruzamiento entre el campo del derecho y el campo de la
subjetividad genera una intersección que da a luz un campo subjetivado o sea
un campo donde hay un sujeto que padece, que sufre y que se tendrá que
adecuar a una ley que lo regirá.
La posibilidad de trabajar el entrecruzamiento entre estos dos discursos
producirá algo nuevo que en algunos casos permitirá acceder a una nueva
verdad atravesada por la instancia psíquica inconsciente.
El discurso jurídico se refiere a un sujeto agente, centrado en su propio
eje (sujeto per-sé, para sí), un sujeto conciente, responsable y único. Mientras
que el discurso de la subjetividad nos habla de un sujeto en relación a otro
lugar más allá de él, el orden inconsciente. Este sujeto estará ligado al deseo
de otros y estará determinado por una función simbólica.
Esta diferencia fundamental entre la concepción de un sujeto y otro, es
la clave en la lectura de cualquier articulación temática entre el derecho y la
subjetividad.
Así hablamos de un sujeto consciente para el orden jurídico y de un
sujeto posicionado con relación al orden inconsciente en tanto las
articulaciones que lo van condicionando desde el campo de la subjetividad.
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Es por ello que marcamos una asimetría estructural entre los dos
discursos.
Desde el campo de la subjetividad, el sujeto humano aparece
comprendido en una jugada que no tramó, primera inscripción en relación a un
sistema simbólico que lo pre-existe y que lo condiciona desde antes de nacer.
Diremos que el sujeto es hablado desde un más allá del individuo.
En cambio en el campo del derecho todas las lecturas e implicancias
que se harán de ese sujeto humano se referirán a un sujeto consciente y
responsable de sus actos. Todo este criterio sostenido y ligado a la psiquiatría
tradicional por la cual el campo jurídico se rige.
Como consecuencia de esta diferencia estructural muchas veces el
encuentro de ambos discursos se hace complejo y algunas veces imposible.
Dentro de este entrecruzamiento nos encontramos en el campo pericial y
es allí donde muchas veces articular la mirada jurídica y la mirada subjetiva se
complejiza.
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SEGUNDA PARTE
LA PERICIA PSICOLOGICA.

La pericia psicológica es un instrumento o prueba que constituye una


interesante herramienta que le servirá al juez para acceder a tener
conocimiento sobre el estado subjetivo del sujeto de la pericia y que
probablemente en el momento de dictar sentencia le aporte elementos a nivel
psicológico que no conoce.
Así es que en el campo pericial se apunta a una verdad, la cual será
enunciada por un “sujeto singular”, un “sujeto individual”, que es un sujeto ético
en tanto se constituye en relación a una ley y a un texto, lugar de interrogación
con respecto a su vida y sus avatares.
Por esto para poder interrogar con relación a la subjetividad del sujeto
peritado siempre se sabrá que la respuesta no siempre será desde la
consciencia sino de un lugar heterogéneo a esta que es el inconsciente, lugar,
donde el discurso del sujeto será la vía de acceso a esta instancia.
Esta prueba será realizada por profesional idóneo, experto que tendrá
como labor elaborar un dictamen y en contestar los puntos de pericia que serán
esclarecedores sobre el estado psíquico del actor o los actores.
La labor del perito psicólogo será imparcial, ética y se referirá
específicamente a lo que se le plantee en la litis.
Dentro del campo pericial el profesional psicólogo podrá funcionar como:
Perito de lista u oficio. Esté último, en la provincia de Santa Fe es el que
se inscribe en la Corte Suprema de Justicia del 1 al 30 de octubre de cada año
y que saldrá asignado en distintos juzgados de acuerdo a la lista que pase a
integrar.
Este perito es el que conduce el proceso pericial. Sus honorarios serán
regulados por el juez luego de dictar la sentencia.
El delegado técnico o perito de parte será aquel convocado por la parte
para controlar al perito de oficio y para velar por la corrección y excelencia en la
tarea. Sus honorarios estarán a cargo de la parte que lo contrató.
El tercer tipo de perito es el perito oficial. Este trabaja en el Poder
Judicial o el estado. En algunos casos es convocado por el juez para realizar la
tarea pericial.
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La pericia es posible de ser requerida en diferentes fueros tales como:


Familia, Penal, Civil, Laboral, etc.
El informe pericial tendrá validez significativa para el juez ya que versa
sobre temáticas que el juez no conoce. Pero esta herramienta no será
vinculante para el juez ya que el mismo puede tomarla en cuenta o no valorarla
(Artículo 199 del Código de Procedimientos Civil y Comercial de la Provincia de
Santa Fe). Por todo esto es que se dice que el mismo es perito de peritos.
La valoración del dictamen dependerá de que no posea errores
intelectuales o contradicciones, lo que podría determinar una impugnación, y
además, que no se incurra en errores procesales ya que esto determinaría la
nulidad del mismo.
Generalmente el punto más importante a responder en el campo de la
pericia psicológica en el fuero civil es la presencia o no de daño psíquico y en
muchos casos establecer si lo hay y determinar por ello el porcentaje.
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TERCER PARTE
LOS CONCEPTOS DE DAÑO, DAÑO MORAL, DAÑO PSIQUICO Y
DAÑO ESTETICO.

DAÑO
El concepto de daño para el derecho, es en general todo menoscabo o
lesión sufrida por una persona, en sus bienes o en sí misma.
La doctrina mayoritaria es postular una clasificación del daño como
elemento de la responsabilidad civil, señalando que existe por un la do el daño
patrimonial y por el otro lado el daño extrapatrimonial.
El daño patrimonial es el que lesiona derechos que tienen una
naturaleza económica y comprende el daño emergente =daño efectivamente
producido= y el lucro cesante =ganancia dejada de percibir como consecuencia
del año emergente=.
El daño extrapatrimonial es el ocasionado a la persona y comprende
tanto el daño moral como a la persona en si misma.
Se concibe al daño moral como la reparación justificada por las
molestias, las afecciones, el sufrimiento del ánimo.
El daño moral es el daño no patrimonial ocasionado a los derechos de la
personalidad o en valores vinculados a la afectividad que ocasionan una
afectación espiritual.
Daño a la persona, en cambio es aquel que lesiona a la persona en si
misma, considerada espiritual y psicológicamente y que según Espinoza
debería llamarse daño “sujetivo”.
Al ser considerado el ser humano como una unidad psicosomática el
daño subjetivo es aquel cuyas consecuencias inciden o repercuten en el ser
humano =sujeto de derecho= y concretamente el daño subjetivo o daño a la
persona se produce cuando se lesiona la integridad física del sujeto, su
aspecto psicológico y/o proyecto de vida. Todo lo cual debe ser acreditado,
obviamente en el campo jurídico a través del instrumento pericial.
Según Fernandez Sessarego que es quien más se ha dedicado a esta
clasificación, el daño a las personas comprende:
Daño psicosomático. es el que afecta a la vez el cuerpo mismo de la
persona o su aspecto psicológico o ambos simultáneamente.
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Daño biológico, mas conocido como daño a la salud.


Daño psíquico, ya sea consecuencia del daño físico o de modo
independiente.
Daño al proyecto de vida o a la libertad. Es aquel que vulnera el libre
desenvolvimiento social de la persona en tanto coarta la realización de la
persona de acuerdo a los principios y valores asimilados por ella.

EL DAÑO A LA PERSONA. LA VISION DE RICARDO LORENZETTI.


Este autor, especialista en la temática de daño, hace aportes
importantes con respecto a conceptos relacionados con la temática
investigada, algunos de los cuales sintetizo y transcribo.
La protección jurídica del individuo es trascendida hacia la individualidad,
es el hombre y su circunstancia. Esta última es un territorio confortable, sano y
seguro que la organización social actual no garantiza sin un señalamiento
jurídico.
La sociabilidad es un elemento importante en la concepción del hombre
y es claro que una lesión repercute en la esfera de la individualidad.
En una tendencia importante de la doctrina actual se habla de una
clasificación tripartita. Al daño material y moral se le adiciona un tercer género
que es el perjuicio a la salud y constituye una categoría específica renuente al
dualismo daño patrimonial/moral.
Carbonier lo explica diciendo que a la antítesis tradicional se le ha
agregado una tercera categoría, el daño corporal, que incluye aspectos a la vez
materiales y morales.
Gamarra señala que hay que simplificar y señalar dos parejas
clasificatorias: 1) el daño a la persona y a las cosas. 2) El daño material y
moral. Ambos se cruzan y el daño a la persona puede ser material y moral.
Lo que en realidad ha ocurrido es que como consecuencia de los
cambios económicos y sociales hay una mutación valorativa, siendo nuevos
valores los que inspiran el ordenamiento civil, lo que lleva a un nuevo cuadro
de bienes protegidos.
Es la inversión copernicana producida en la relación patrimonio -
persona No debe identificarse el bien jurídico con el daño.
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La tutela resarcitoria es uno de los modos que actúan cuando hay un


resultado antieconómico o antiespiritual derivado de la afectación del bien
jurídico protegido.
El daño es una consecuencia. Por tal razón no cabe hablar de “daño a la
persona” sino de daño patrimonial (daño a la salud) o moral (extrapatrimonial),
en tanto haya repercusiones pecuniarias o no, derivadas de la afectación del
bien referido.
Si se entiende que el daño es una lesión a un interés necesariamente
debe postularse que no hay un “daño a la persona” sino a la relación de disfrute
motivada por el bien jurídico protegido.
La afectación de la persona puede producir un daño moral o material. Si
en cambio se postula que el daño es un resultado antieconómico o
antiespiritual, obviamente este no se identifica con la persona sino en el tipo de
repercusión que su lesión produce.
La acción daño puede lesionar a la persona o el patrimonio y luego la
afectación de la persona puede producir un daño moral o patrimonial.
El orden jurídico evoluciona desde la protección del patrimonio a la
persona y de esta a la esfera de la individualidad personal.
La persona es un bien protegido en el ordenamiento jurídico argentino.
La protección comienza desde la concepción intra o extrauterina y los aspectos
tutelados son: la vida, la integridad corporal, la psiquis, la identidad estática
(quien se es en relación a su historia), la identidad dinámica), la imagen, la
honra, la privacidad, la vida en relación, la proyección futura, la libertad de
conciencia y el trato igualitario.
La persona debe ser protegida por medio de todos los instrumentos
jurídicos con que cuenta el ordenamiento público y privado.
La tutela resarcitoria es una de los medios que actúan cuando hay un
resultado antieconómico o antiespiritual derivado de la afectación del bien
jurídico protegido.
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DAÑO MORAL. SU CONCEPTO


La escuela existencialista a través del pensamiento de diferentes autores
como Heidegger, Sartre, Jasper y otros abren un nuevo capítulo en el
conocimiento y estudio del sujeto humano.
Este como ser libre y temporal se vale de su cuerpo y de su psiquis para
concretar y realizar su proyecto de vida.
El ser libre y temporal le permite proyectarse.
Este psiquismo y este cuerpo son parte de la empresa y le sirven para
concretar el proyecto de vida.
Es a este sujeto humano al que el derecho debe proteger y es por ello
que lo que se define como campo del Derecho sería impensable si los seres
humanos no fueran libres y sociales.
Es por esto que lo que se define como daño a la persona resulta el
hallazgo más significativo en las últimas décadas en materia de
responsabilidad civil.
Mosset Iturraspe refiere que entre 1986 y 1991 se ha producido la
denominación de daño a las personas, como así también la nueva comprensión
o alcance de daño moral.
Del articulo 1068 del Código Civil se desprende que el bien dañado al
que se refiere puede ser el patrimonio o la persona y ambos casos requerirá
una traducción pecuniaria directa o indirecta.
Por ello podríamos definir al daño moral como la afectación a los
derechos de las personas, vida, honor, intimidad, espiritualidad, físico,
estéticas, a la libertad y a la honestidad.
Se lo define como extrapatrimonial porque recae sobre la persona y
sobre el patrimonio.
Además la lesión contra la persona puede conllevar de manera directa a
un menoscabo patrimonial, un lucho cesante o un daño emergente. este hecho
acontece cuando quien lucra con su actividad debe suspenderla o cesar en ella
por un deterioro físico o psíquico que se lo ha originado.
El daño moral es el sufrimiento en cuanto lesión a los sentimientos de
una persona o estado no patológico del espíritu de algún modo contingente y
variable en cada caso y que cada cual siente o experimenta a su modo, pero
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que impide o limita la satisfacción o goce del estado de íntegra o plena salud.
Así en cuanto a contenido de un daño, integra como especie el concepto
genérico de agravio o daño moral .
Será importante dejar clarificado que en el campo pericial psicoforense
la demostración de su existencia está excluida y que su existencia no conlleva
patología.
El daño al proyecto de vida es en algunos casos de tal magnitud que se
la ubica como la afectación más profunda y grave que puede sufrir un ser
humano ya que la frustración produce un vacío y anula de tal forma al sujeto
que aniquila sus proyectos futuros.
Cabe aclarar que el daño moral no es ni extraordinario, ni
extraeconómico, aunque se lo define como extrapatrimonial. Pero esto se
refiere a que recae sobre la persona, sin considerar su productividad y no sobre
el patrimonio.
Según Ordoqui en el daño moral lo que se afecta es el estado de ánimo
por que es esencialmente transitorio y tiende a desaparecer con el tiempo.

DAÑO PSIQUICO. SU CONCEPTO.


Toda afectación que genera deterioro, disfunción, disturbio, alteración,
trastorno o desarrollo psicógeno o psicoorgánico, que afectando sus esferas
afectivas y/o intelectivas y/o volitivas, limita su capacidad de goce individual,
familiar, laboral, social y/o recreativa (Mariano Castex).
Esta perturbación patológica de la personalidad del sujeto altera su
equilibrio básico o agrava algún desequilibrio precedente.
A partir del daño psíquico el sujeto dejará de ser el que era, ya su vida
estará afectada en una o varias áreas y como consecuencia ese sujeto vivirá
una existencia en sombras. Las áreas de afectación pueden incluir su
afectividad, su lazo social, su sexualidad, su vida deportiva, etc. Para
determinar el daño psíquico debe corroborarse la existencia de patología
psíquica que será demostrable a partir de sintomatología.
Estos síntomas estarán representados por angustias, miedos, distimia
generalizada, depresión, estados psicosomáticos, stress, etc.
Cabe remarcar que esta sintomatología debe ser novedosa en el sujeto
y no estar referida a un estado larvado o silente previo. Pero hecha esta
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aclaración es dable observar que en algunos casos los factores que generan el
daño también pueden resignificar o actualizar sintomatología pre-existente.
Por ello el perito deberá corroborar una vez acreditado el daño psíquico,
que el daño producido tiene una relación causal con el hecho al cual se imputa
la producción dañosa.
Así se define la causa y concausa con relación al hecho. La causa como
lo que produce el fenómeno o efecto y la concausa que se define cuando uno o
más causas concurren en la producción de un efecto.
Con relación a la concausa esta puede ser pre-existente (precede a otra
que se le acopla), concurrente (las dos juntas producen el efecto
simultáneamente) y sobreviniente (se acopla a una pre-existente y enriquece el
efecto).
En el campo jurídico algunos especialistas hacen una diferenciación
entre daño psíquico y daño psicológico. Esta variación definiría en el caso del
daño psíquico aquel que será definitivo y no modificable a través de tratamiento
terapéutico. En el caso del daño psicológico sería aquel modificable con
tratamiento, generándose la disminución de la sintomatología.

DAÑO ESTETICO.
“La lesión estética o daño estético constituye un genero de detrimento
corporal de frecuente relevancia dentro del ámbito de los daños a las personas.
Produce una especie más de afectación de la inviolabilidad somática del ser
humano reconocida como objeto de un específico derecho de la persona”.
También se define como daño estético a toda deformidad, irregularidad
física, visible o no, permanente o no, que le hacen perder al sujeto su aspecto
externo, periférico de un modo perceptible y apreciable.
El daño estético puede producir agravio patrimonial (extrapersonal),
extrapatrimonial (personal) o ambos.
Matilde Zavala de Gonzalez refiere con relación al daño estético que la
deformidad convierte a quien la padece en un ser al que la sociedad vuelve la
cara como si fuera un paria y un fugitivo de la sombra de la imagen que ofrecía
antaño.
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Sabemos que el ideal estético y de belleza sin tachaduras ligado a un


ideal de perfección y de juventud eterna opera implacablemente como pauta
cultural en nuestra sociedad.
A partir de esta pauta la libertad del sujeto está condicionada, pero
paradójicamente el ideal será un instrumento constitutivo de sus
identificaciones. Por este camino logramos armarnos provisoriamente, aunque
la severidad del programa ideal provoca la sobrepuja… Nunca se hace lo
suficiente, nunca alcanza, las exigencias son cada vez mayores y cada vez
menos los resultados.
Cuantas hazañas por cumplir, cuantos renunciamientos para ganarse la
valoración de un simple reflejo y como nadie escapa a este destino la escisión
y hasta la fragmentación del sujeto son irreductibles.
El interrogante que planteo es: ¿Qué cambios significativos padecerá
desde el orden de la subjetividad aquel sujeto que sufre un daño en la esfera
de su cuerpo?. Lo que desde el lenguaje jurídico se define como daño estético.
Conocemos desde el campo subjetivo que este cuerpo afectado tiene
una inscripción en lo psíquico.
Sabemos que la caducidad de nuestro cuerpo es una de las causas de
infelicidad y del sufrimiento humano. Si esta natural decadencia se ve
precipitada por las alteraciones a través de un daño estético o corporal, el
riesgo de una desestructuración subjetiva alterando la relación del sujeto con el
mismo y con su lazo social es probable. Aquí entran a jugar los códigos y
pautas que sobrevaloran la belleza y la armonía corporal, siendo discriminado y
peyorativizado todo aquello que tiene composición bizarra, que puede producir
rechazo, asco, repugnancia o burla.
Nuestra sociedad rinde tributo a lo bello, a lo estético.
Las mejores oportunidades son para aquellos que presentan un exterior
agradable. Así la persona humana ha pasado a constituirse en objeto o en un
instrumento que cuanto más perfecto mas sirve para incitar al consumo y a la
adquisición de bienes y servicios.
Todo esto comprobable descarnadamente entre el exceso por la estética
e intervenciones quirúrgicas variadas que acechan el cuerpo humano, en un
campo donde diferentes pasan a ser moldes iguales, sin tachaduras, sin
defectos.
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Pero el cuerpo, en tanto lenguaje sobre la carne es mucho más que una
imagen, tiene una inscripción en nuestro psiquismo, es portador de misterios,
maquillaje de los síntomas en las referencias identificatorias al semejante.
Tamaña ofensa narcisistica la producida por el daño estético que inscribirá
nuevas marcas a las ya existentes. Es aquí donde la letra con sangre entra.
Desde el campo jurídico el resarcimiento del daño estético no importa
una materialización del derecho ni rendir tributo a consideraciones hedonistas
sino un reconocimiento de la esencia totalizadoras de la persona como ser.
El daño estético se liga a pérdida de chance, frustraciones,
aniquilamientos de proyectos y a fracasos en diferentes áreas de la vida.
Pero es importante mostrar que este efecto dañoso a nivel de la armonía
corporal no solo presenta marcas en la periferia del cuerpo sino produce lo que
defino “marcas de las marcas”.
Esta repetición se refiere a que la cicatriz o marca del cuerpo tiene una
simetría en su psiquismo. Hay un registro de huella en el aparato psíquico que
tendrá valor de traumático y que podrá resignificarse en la vida ante
determinados acontecimientos por los que transita el sujeto humano.
Esa extrañeza, eso bizarro, lo diferente o distinto en muchos casos
termina siendo una mutación en lo físico que genera una afectación dañosa a
nivel del aparato psíquico.
Además nuestra sociedad entre su posición discriminatoria, su disvalor a
lo que no es armónico y el exceso de valor objeto que la mujer tiene, nos
enfrenta a un terreno muy complejo particularmente cuando el daño estético
afecta a la mujer. Es allí donde las valoraciones se complican.
Es importante remarcar que la determinación del daño estético y su
valoración dependerá del género, de la edad y de las actividades que el sujeto
afectado realicen.
El valor traumático que en algunos casos genera el daño estético me
lleva a profundizar sobre el concepto de trauma desde el campo del
psicoanálisis.
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EL TRAUMA SEGÚN FREUD Y LACAN

A partir del estudio de sus pacientes histéricas Freud definió al trauma


como “un cuerpo extraño” al que conviene extraer para aliviar sus síntomas. En
un tiempo posterior buscó explicar el acontecimiento ocurrido en las
profundidades de la memoria, lo inconsciente olvidado con una concepción no
muy clara en distinguir represión primaria de censura.
Freud tomaba como referentes las parálisis de los miembros, la
inhibición, las reminiscencias y las angustias.
El lema de esta etapa definía hacer consciente lo inconsciente.
También en ese momento se declara la posible diferenciación entre
dilucidación de las fantasías y la búsqueda del hecho y/o actos traumáticos.
Aquí se devela el valor ficcional de la verdad subjetiva y la realidad se
convirtió en el concepto de realidad psíquica y las fantasías se anudaron a la
sexualidad perversa polimorfa en la formación de síntomas.
La postura freudiana sobre las fantasías originarias y la madre influye
radical y universalmente en el pensamiento lacaniano, sobre que será
imposible para el sujeto humano, constituirse sino es en las marcas del deseo
del Otro, marcas transcriptas al cuerpo, marca libidinal para Freud.
Este Otro en Lacan implica al padre simbólico, la metáfora paterna del
sujeto y la terceridad de la ley.
El trauma en Lacan es acontecimiento, inscripción inconsciente,
rupturas, corte y separación concomitantes.
En el concepto y valoración del trauma para Lacan influyen las
significaciones aportadas por Heidegger.
El acontecimiento es histórico por la disrupción que provoca en la
cadena historizable. O sea el trauma se liga al tiempo creado por el corte, en el
intervalo que deja algo en suspenso, fuera del límite de la simbolización.
En la operación lanzada por lo traumático del lenguaje se pierden
objetos caídos del cuerpo y desde lo insimbolizable del trauma estos
fragmentos pueden retomar en la enfermedad psicosomática o en la psicosis.
El trauma no es la situación sino la construcción psíquica que hace el
sujeto de esa experiencia.
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Se definirá lo real en aquello insoportable para el sujeto. Es lo


traumático, lo particular.
El trauma en Lacan es acontecimiento que deja algo en suspenso fuera
del límite de lo simbolizable
La palabra trauma etimológicamente está relacionada con la palabra
griega “herida”, que deriva del verbo perforar.
En la perforación surge algo en el cuerpo desde el exterior del yo. Hay
algo que empuja al mismo. Las heridas tienen efectos duraderos, dejan huellas
en el organismo.
El trauma es un evento que se define en primer lugar por su intensidad y
por la incapacidad del sujeto para responder adecuadamente a ella. Además el
trauma dejará efectos duraderos en la vida psíquica del sujeto.
Desde el punto de vista freudiano como consecuencia del trauma el
psiquismo se ve amenazado por un exceso de excitación que el yo reprime y
esto crea la neurosis (1895-1900).
Freud consideraba al trauma como un factor desencadenante en la
neurosis y la referencia en él a lo traumático está en un primer tiempo ligada a
lo tensional.
Con respecto a la posición de Lacan con relación al trauma, este lo
retoma en el campo de un acontecimiento esencialmente imposible de integrar
en la propia subjetividad.
En términos lacanianos el trauma puede remitir a la pérdida de unidad
con la madre, a la intrusión de la lengua en el orden simbólico, a la pérdida del
falo, el miedo a la castración, que sería el trauma original.

CONCEPTO DE TRAUMA Y SU RELACION CON EL DAÑO


ESTETICO.

Como expresé anteriormente desde la etimología de la palabra trauma,


proveniente del griego, significa, herida, perforación, designa una herida con
efracción.
Definíamos al trauma como el acontecimiento en la vida de un sujeto
caracterizado por su intensidad, la incapacidad del sujeto de responder a él
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adecuadamente y el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provocan


en la organización psíquica.
En términos de Freud hablaríamos de una experiencia de vida que
aporta en poco tiempo un aumento tan grande de excitación a la vida psíquica
que fracasa su liquidación o su elaboración por medios normales o habituales,
lo que inevitablemente da lugar a trastornos duraderos en el funcionamiento
energético.
El flujo de excitaciones es excesivo en relación a la tolerancia del
aparato psíquico tanto si se trata de un único acontecimiento muy violento
(emoción intensa) como de una acumulación de excitaciones, cada una de las
cuales tomadas aisladamente sería tolerable. Falla aquí el principio de
constancia al ser incapaz el aparato de descarga la excitación (Todo esto en
términos puntualmente económico).
Para que exista trauma en sentido estricto, o sea falta de abreacción de
la experiencia, la cual persiste en el psiquismo a modo de “cuerpo extraño”
deben darse determinadas condiciones objetivas.
Ciertamente el acontecimiento por su “misma naturaleza” puede excluir
la posibilidad de una abreacción completa, por ejemplo muerte de un ser muy
querido. Pero además de estas variables lo que concede al acontecimiento su
valor traumático son determinadas circunstancias específicas, ya sean
sociales, laborales, etc,
En los años posteriores a esta teorización sobre lo traumático, el alcance
etiológico del trauma fue disminuyendo a favor de la vida fantasmática y de las
fijaciones a las diversas fases libidinales.
El punto de vista traumático se integra a factores de constitución y de la
historia infantil.
El traumatismo que desencadena la neurosis en el adulto, constituye
una serie complementaria. Suma a la predisposición factores endógenos y
exógeno.
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CUARTA PARTE
PERICIA PSICOLOGICA ACERCA DE DAÑO ESTETICO

En función de todo lo hasta aquí planteado ejemplifico mediante un caso


pericial referido a una joven cuya actividad era ser bailarina en teatro y en
televisión, la cual con el objetivo de mejorar su aspecto decide realizarse un
implante de “mamas”, y que como consecuencia del fracaso de dichas
intervenciones padeció seis operaciones estéticas en ocho meses.
La importancia de esta pericia está planteada en dos aspectos. Uno con
relación al material discursivo y a las pruebas psicométricas y proyectivas que
brinda la actora. En cuanto al segundo aspecto el caso permite interrogar
porque el daño estético está invisibilizado en el campo del derecho ya que en
el mismo no hay referencia de interrogación en los puntos periciales
planteados.
En las próximas páginas se transcribe la pericia aludida preservando la
identidad de la actora.
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PERITO PSICOLOGA
PRESENTA DICTAMEN
PERICIAL

Rosario, … de ……… de 20….

Sra
Jueza del Tribunal de Primera Instancia
de Distrito en lo Civil y Comercial
de la ….. Nominación – Rosario
S / D

ADRIANA GLORIA HERRERO, de


profesión psicóloga, sorteada como perito de lista psicóloga para intervenir en
las actuaciones caratuladas “X contra Y C. sobre Daños y Perjuicios” (Expte Nº
…….. /06), que se tramita ante ese Tribunal presenta a través de este escrito
su dictamen pericial.
Este informe es el resultado de cinco
entrevistas realizadas con la actora a las cuales asistieron como delegada
técnica de la compañía (en tres oportunidades) la psicóloga F y el psicólogo H
(en dos oportunidades) como delegado técnico de la actora. .
Durante el proceso pericial además de
escuchar el discurso de la actora se administraron las siguientes pruebas
psicométricas y proyectivas: Test de la pareja, test de Rorscharch, test de la
persona bajo la lluvia, test de la idea desagradable, test desiderativo y se
analizó material de sueños. Cabe aclarar que se contó con muy buena
predisposición por parte de la actora, la cual mostró un montante de angustia
constante durante todo el proceso pericial.
Algunas consideraciones sobre la actualidad de la joven X.
La actora cuenta en la actualidad con
33 años de edad. Vive con sus padres y trabaja algunas horas en un negocio
de venta de artículos del hogar que queda al lado de su casa.
Tiene estudios primarios y secundarios
completos y el profesorado de danza de tres años, habiéndose recibido sin
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hacer la residencia, debido a su viaje a la ciudad de Buenos Aires para trabajar


como bailarina en teatro, cine, televisión y en publicidad.

Trabajó en la ciudad capital desde los


25 años hasta los 30 años, donde deja toda actividad artistica, hecho que sigue
ocurriendo en la actualidad.
Actualmente vive con sus padres, Tiene
dos hermanos de 30 y 32 años.
Durante el tiempo que residió en
Buenos Aires trabajó en un bar y realizó trabajos como bailarina que le
permitían sostenerse económicamente. En la actualidad no solo no trabaja en
este área sino que depende económicamente de sus padres, ya que el sueldo
que gana es muy magro.
La actora expresa haber dejado toda
actividad artística tanto en la ciudad de Buenos Aires como su ciudad de
origen. En la actualidad no realiza ninguna actividad que tenga que ver con lo
artístico ya que dice sentirse limitada para realizar números (entre ellos
actividades que la obliguen a lucir su cuerpo).
La actora menciona haber pasado por
seis operaciones y que durante todo ese proceso fue gastando el dinero que
había ganado con su trabajo de bailarina.
Menciona prácticamente no haber
tenido operaciones anteriores, salvo una intervención en su nariz (porque se
fracturó) a los 15 años. A esta operación la menciona como correctiva y no
estética.
Algunas consideraciones sobre la
subjetividad de la actora.
La joven X se presenta como una
persona angustiada, insegura y con una expresión de desánimo y
desmotivación generalizada.
Durante el proceso pericial tuvo
siempre buena predisposición ante los requerimientos de todos los peritos,
pero su estado de angustia era constante al punto que cualquier narración le
generaba la irrupción del llanto.
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Menciona haber estado en pareja, pero


que debido a cómo se ve físicamente padece inseguridades en la intimidad y
no desea que la miren por temor a que detecten las deformidades y cicatrices
de sus pechos. Esta situación limita su vínculo amoroso ante el cual se muestra
desganada y desmotivada, ya que dice no querer que él cargue con toda su
angustia y desmotivación, sintiendo que el se queda a su lado por
compromiso.
Con relación al material de sueños la
actora relata que en alguno de ellos “la atacan con cuchillos”, “que se defiende
con las manos”.
X refiere vivir con su familia debido a
que su situación económica no le permite otra opción, pero que la relación no
es fácil, ya que ha pasado el tiempo y están todos grandes (aludiendo a su
familia), expresando que ella necesita un espacio propio, separado de su
familia de origen.
La actora refiere no tomar medicación y
no haber estado en tratamiento psicológico en todo este tiempo, ya que su
situación económica no le permite afrontar los costos del mismo.
Con relación a los hechos que motivan
esta litis, refiere haber decidido mejorar su aspecto externo para realzar su
figura y verse mejor estéticamente para sus trabajos como bailarina. De su
narración se desprende el recorrido de un largo período de ocho meses,
atravesando seis intervenciones de mamás, ya que padeció infecciones,
dolores, desgarramientos de la piel, inflamación, deformidades, terminando en
la actualidad con sus pechos sin prótesis y con deformidades y cicatrices.
El discurso de la peritada describe una
subjetividad endeble, con marcada pérdida de su autoestima y pérdida de
valoración de sí.
Es importante remarcar que la joven X
eligió la actividad artística desde muy pequeña y que durante todo el tiempo de
su formación profesional disfrutó del reconocimiento de la mirada de los otros,
de ser elegida para roles de mujer joven y esbelta.
Todos estos trabajos muestran a una
mujer con una fuerte energía libidinal puesta en lo estético, en la belleza, en el
21

reconocimiento de la mirada de los otros, no solo por su trabajo artístico sino


también por su armonía y belleza corporal.
Algunos aportes a pruebas
psicométricas y proyectivas.
Todo el material administrado a nivel de
gráfico muestra una figura femenina con los hombros caídos, los ojos cerrados
y una postura corporal como de un cuerpo vencido.
En el test de la persona bajo la lluvia
dibuja una joven bajo una lluvia torrencial protegida medianamente. la actora
posee recursos subjetivos para responder tanto a los embates de su realidad
psíquica como del mundo externo, pero estos recursos no son suficientes por lo
que esgrime una defensa deficitaria.
En el test de la idea desagradable
refiere un sueño en el que está en una camilla, hay sangre y esta envuelta
sobre la camilla. Con respecto a la sangre refiere tener mucho rechazo a la
misma y no soportar su olor. El test de la idea desagradable remite al rechazo
por las situaciones quirúrgicas vividas, a los drenajes, dolores, situaciones de
intervención, de quirófano, medicación, etc.
Con respecto al material de sueños,
repite el sueño de los cuchillos y refiere un sueño donde pierde piezas
dentarias, se las pegan, se le caen y le arrancan pedazos de dientes. Además
narra un sueño donde camina y se cae. Narra además un sueño donde la
quieren tatuar. Se corrobora en el material de sueños la presencia de
elementos hostiles, cuchillos, marcas en el cuerpo (tatuaje) y pérdidas de
piezas dentarias, caídas y violencia sobre su esquema corporal, elementos que
corroboran la vivencia de hostilidad y agresión vivida sobre su cuerpo y
también evidencian el sentimiento de pérdida que sufre.
En función de explicitar y objetivas de
la manera más específica la prueba, quiero aportar específicamente el material
invalorable que la actora da en el test de Rorschach. Sabemos que las técnicas
proyectivas son instrumentos considerados especialmente sensibles para
revelar aspectos inconscientes de la subjetividad del ser humano, siendo
altamente multidimensionales y evocan respuestas y datos del sujeto
22

inusualmente ricos con un mínimo conocimiento del objetivo del test por parte
de este (Lindzay 1961).

Cabe recordar que la actora proyecta


en las respuestas sus necesidades y tensiones, su mundo emocional, sus
concepciones privadas del mundo físico y social, haciendo un esfuerzo por
organizar su pensamiento dando en cada respuesta una producción creativa
propia y singular.
Es por esta valoración del test de
Rorschach que realizaré en esta pericia un recorrido exhaustivo del material y
de la cantidad de respuestas que a nivel interpretativo arrojan datos
importantes sobre la subjetividad de la actora, su lugar femenino y la
implicancia a nivel del cambio que en su posición subjetiva ha sufrido.
La actora reitera en las respuestas del
Rorschach el concepto “capullo de seda” en láminas I y VI, haciendo la
referencia a metamorfosis “capullos de seda que se están haciendo
mariposas”. El concepto de metamorfosis, significa alteración de la forma,
siendo específicamente un proceso por el cual un objeto o entidad cambia de
forma.
Esta respuesta “capullo de gusano que
se están haciendo mariposas” y la referencia a metamorfosis tiene un valor
interpretativo doble. Por un lado el cambio, alteración de la forma que su
cuerpo ha sufrido, sin olvidar que el concepto de mariposa tiene un lugar
simbólico ligado a lo femenino. Por otro lado cuando habla de “alas de repuesto
por si pasa algo”, refiere a una alteración donde algo ha pasado y tiene que
haber algo de repuesto para reemplazar, dice “salen de una manera media
raras”, referencia a un cambio, a una metamorfosis, a una alteración de la
forma, fallida, clara referencia a la situación vivida por ella en relación a su
esquema corporal.
Otra respuesta del test de Rorschach
en lámina II habla de “bailarina” (con un buen nivel formal) en el S (localización
de espacio en blanco en la lámina), donde agrega “no se si tiene cabeza”,
donde refiere que la rodea un monstruo negro. Aquí el color negro
23

representante de lo disfórico (muerte - thanatos) da elementos de tipo


melancolizados que invaden en la subjetividad de la actora. La respuesta
puntual es “Bailarina en puntas de pie” y en el interrogatorio (que es otro
momento de la toma del aludido test): “parece que la rodea un monstruo
negro”.
En la lámina III aparece una respuesta
de “dos mujeres agarrando un hueso de algo que antes tuvo vida”. Aquí la
respuesta cruda con incremento de sadismo vuelve a mostrar la presencia de
elementos melancolizados donde el incremento de lo sádico se liga
directamente a la pulsión de muerte, la cual está incrementada.
Tanto en lámina V como lámina VI
hace referencia a mariposa negra de espaldas (respuesta fóbica) y a capullo
saliendo y en ambos casos con alas rotas, caídas (depresión) y lastimadas (no
tienen repuestos) ligada dicha respuesta a su mirada pesimista y melancólica
de su futuro estado.
El test muestra una subjetividad con
elementos infantiles (presencia de diminutivos), mecanismos de defensa de
tipo fóbico y marcados niveles de angustia, tensión y conflicto con niveles de
melancolización significativos.

Contestación a los puntos de pericia:


1) Qué trastornos psicológicos le causaron los hechos narrados en la
demanda y las secuelas que acarrea en la actualidad la actora X.
Como consecuencia de los hechos narrados en la demanda la actora
padece angustias, inseguridad, miedos, pérdida de la autoestima,
estados depresivos y niveles de melancolización importantes, que se
corroboran en el material de test, especialmente en el del test de
Rorschach, donde los contenidos son alas caídas, alas rotas, mariposa
negra en referencia al color oscuro y el impacto que este le genera, ya
que la respuesta de mariposa negra marca una diferencia por el uso del
color negro mencionado, justamente en la lámina V, que remite a la
actualidad de la realidad psíquica del sujeto.
24

Los niveles de angustia y distimia generalizada que la actora padece son


de tal significación que durante el proceso pericial la peritada estuvo en
un estado de angustia y sollozos permanentes, ya que toda referencia a
lo ocurrido o a su vida actual la desbordaba en llantos y tristeza.
La actora padece un estado de distimia general, con una enorme
desmotivación y desgano.
Los mecanismos defensivos son de tipo fóbicos (miedo, conducta
evitativa, estados de alerta) y mantiene en un estado depresivo con un
nivel de melancolización significativo.
2) Determinará el perito cual es la incapacidad psicológica de la Sra X en la
actualidad atribuida a los hechos descriptos en la demanda.
La incapacidad psicológica que padece la actora y de acuerdo al
“Baremo para daño neurológico y psíquico de Castex y Silva” (me remito
al publicado en “El daño en psicopsiquiatría forense” de Mariano Castex)
es de un porcentaje del 35 % referente al apartado 2.6.9 Depresiones
neuróticas o reactivas con nivel severo.
3) Para que informe cuál es la repercusión psicológica que causa en su
vida social y laboral.
Desde el punto de vista social la actora menciona haber restringido sus
salidas y perdido la costumbre de reunirse con sus amigas. Con
respecto a su pareja ha retomado la relación con un joven que conoció
antes de los hechos que generan esta demanda. A su relación actual la
describe como “light”, sin demasiados compromisos, ya que siente que
no lo puede comprometer a él para que la acompañe en un momento tan
difícil, soportando su desmotivación, su desgano. Además lo más difícil
es su vivencia de minusvalía en la intimidad, hecho que la angustia y le
genera mucha inseguridad. Este estado de cosas hace que esta relación
sea según su decir “a medias” y con pocas expectativas.
Pero es mayor aún la afectación de la actora en el área laboral.
Recordemos que la Srta X es bailarina y tiene esta vocación desde los
cinco años. Se preparó para ello desde muy pequeña y estaba
trabajando en Buenos Aires en diferentes películas, videos y en obras de
teatro. La afectación sufrida luego de las seis intervenciones le ha
generado un estado de depresión con angustia y niveles de
25

melancolización que no le han permitido volver a trabajar en ninguna


expresión teatral o cinematográfica. Todo esto por un lado por su falta de
deseo y estado de distimia generalizada y por otro lado porque las
cicatrices y aspecto extraño de sus pechos la acomplejan y limitan.
La actora siente que el aspecto externo no solo la limita para mostrarse
con ropa liviana sino que la incapacita para escenas con poca ropa o
algún desnudo artístico.
Esta limitación ha frenado su intento de conectarse con el medio artístico
buscando roles u opciones y la ha dejado plenamente fuera de juego de
su actividad como bailarina.
Algunas valoraciones sobre la afectación del daño estético a nivel del
psiquismo. El ideal estético y de belleza sin tachaduras ligado a un ideal
de perfección y de juventud eterna opera implacablemente, el ideal será
un instrumento constitutivo de las identificaciones. El cuerpo que ha
pasado por una afectación, que ha sido denigrado tiene una inscripción
en lo psíquico.
Sabemos que la caducidad de nuestro cuerpo es una de las causas de
infelicidad y del sufrimiento humano. Si esta natural decadencia se ve
precipitada por las alteraciones a través de un daño corporal el riesgo de
una desestructuración subjetiva alterando la relación del sujeto con el
mismo y con su lazo social es probable. Aquí entramos a jugar
fuertemente con los códigos y pauta culturales que sobrevaloran la
belleza y la armonía corporal, siendo discriminado todo aquello que tiene
una composición bizarra, que puede producir rechazo, burla, etc.
La sociedad rinde tributo a lo bello, a lo estético. Las mejoras
oportunidades son para aquellos que tienen un aspecto exterior
agradable. El cuerpo en tanto lenguaje sobre la carne es mucho más
que una imagen. Tiene una inscripción en nuestro psiquismo, es
portador de misterios, es maquillaje de los síntomas en las referencias
identificatorias al semejante.
El cuerpo del sujeto humano constituye un lenguaje sobre la carne que
es un mapa, pergamino, donde se inscriben marcas, identificaciones,
enigmáticas huellas que lo ocupan y reúnen una valoración trascendente
del orden imaginario conmoviendo lo simbólico y operando sobre lo real
26

del cuerpo. Así la denigración del mismo puede producir una afectación
que deje fuera de juego al sujeto. Esta oportunidad aparente, es decir
visible ya no puede ser cubierta por vestidos irreparables y permanentes
ni por el maquillaje encantador de la angustia, allí un real se precipita.
La armonía física es un bien deseable socialmente para el lazo social o
vida de relación. Pero también es valiosa individualmente y en especial
en la vida amorosa, pues el cuerpo es fuente de satisfacción para el
sujeto que en él vive y que a través de él se expresa y paralelamente,
efecto de mortificación cuando su belleza se altera.
Desde el campo subjetivo hablamos de una integridad somática y
psíquica con sus consecuencias en lo externo (cuerpo) y en la interno
(psiquis). Un sujeto que deberá incorporar una nueva tachadura donde
incorpora lo “extraño”, lo “raro”, lo “bizarro”.
El menoscabo es tan trascendente en su dimensión externa como
interna, ya que aquello que no aparece para la mirada de los otros
puede tener una carga libidinal significativa para el sujeto, cobrando para
el mismo un valor radical.

4) Futuros trastornos psicológicos que puede llegar a sufrir


atribuibles a las secuelas por los hechos narrados en la demanda.
Los futuros trastornos psicológicos que podrán estar ligados a la
conflictiva relación que la joven establezca con su cuerpo y con la
imagen extraña y disarmónica que padece en este momento.
Habría que considerar la necesidad imperiosas de que la actora
comience un tratamiento psicológico para que se estabilice
psíquicamente y permitirle al mismo que pueda comenzar a elaborar las
situaciones padecidas.
Recordemos que la actora es una mujer joven que cuenta en la
actualidad con 33 años y que sus posibilidades laborales se han visto
detenidas desde los hechos que son motivo de esta litis. Ya no trabaja
en el ámbito artístico.
Su esquema corporal está dañado con cicatrices y aspecto bizarro. Esto
le trae secuelas a nivel de su intimidad sexual y le genera enorme
inseguridad y pérdida de la autoestima. También su lazo social está
27

notablemente disminuido. Ya no se encuentra ni con sus amigas, ni con


sus compañeros del ambiente teatral, siendo esto producto de todos los
síntomas que padece (angustias, distimia, inseguridad y pérdida de
valoración de sí).
Conclusiones:
La afectación de la actora ante los
hechos padecido es importante y de una afectación psíquica significativa.
Recordemos que en nuestra sociedad se le exige a las mujeres ser bellas
estéticamente, armoniosas y esbeltas, viéndose este caso agravado por la
actividad que la actora desarrolla en el ámbito del teatro, cine y televisión. Esta
pasión de su vida ha sido detenida y significativamente afectada con
consecuencias devastadoras. X hoy es una mujer insegura, melancolizada, sin
auto estima y con una enorme desazón en cuanto a su futuro. De cómo ha sido
afectada su feminidad da cuenta el test de Rorschach que reúne respuestas de
símbolos femeninos, siempre afectados, aplastados, caídos, raros, que
necesitan repuestos y que han sufrido una metamorfosis (algo que cambia de
forma), algo que dejó de ser como era y que ya no volverá a ser nunca más
como lo ha sido antes.
28

QUINTA PARTE
RESEÑA DE FALLOS – JURISPRUDENCIA

A fin de reseñar el análisis de la jurisprudencia al resolver distintos casos


se tiene en cuenta fallos de la Corte Suprema Nacional, de tribunales
nacionales, provinciales o locales.

I.
Caso Castaño Jesus c. Taga y otros s/ daños y perjuicios.
Fallo de proceso tramitado ante el Juzgado de Primera Instancia en lo
Civil y Comercial de la 4ta Nominación de Rosario a cargo de la Dra Silvia
Cicuto.
A partir de una maniobra realizada por un colectivo de línea, el mismo
embiste la garita existente en el lugar provocando su derrumbe. En esa
circunstancia queda atrapada una joven adolescente resultando con una herida
cortante en la pierna. El reclamo que se hace es por el daño moral sufrido por
la misma y daño estético. A continuación se hace mención de parte del fallo
donde específicamente se hace referencia a daño estético.
“También debe integrarse este rubro con la indemnización de la lesión
estética sufrida por la actora. Si bien el daño estético no constituye a mi juicio
un rubro autónomo ello no significa que queden sin reparar los distintos
aspectos lesionados de la personalidad o la relevancia que tuvieron las
afecciones en los diferentes planos del sujeto. En la medida que comporten un
daño resarcible cada una de esas repercusiones, con incidencia en lo
patrimonial o bien en lo extrapatrimonial, tendrán cabida en una u otra de estas
categorías.-

Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, “estética” es “la


ciencia que trata de la belleza y de la teoría fundamental y filosófica del arte”.
ZAVALA DE GONZÁLEZ nos dice que la deformidad convierte a quien
la padece en un ser al que la sociedad vuelve la cara, como si fuera un paria y
un fugitivo de la sombra de la imagen que ofrecía antaño (Integridad sicofísica,
p. 167) La referencia a la dimensión moral del perjuicio estético debe
29

completarse con la referencia a su dimensión patrimonial, pues el deforme


puede verse privado del otro pan, el de los hombres; y, en este sentido, la
buena presencia es, hoy, una excelente carta de presentación, como elemento
que proporciona las mejores oportunidades de trabajo .
El daño estético se vincula con las frustraciones, renunciamientos y
fracasos en la vida de relación que derivan de la alteración estética y hoy existe
consenso jurisprudencial respecto de que el perjuicio estético integra una de
las partidas resarcitorias ligadas al daño corporal, pues, aceptada la exactitud
de ese aserto clásico, se rechazan sus consecuencias, en el sentido de que,
reconocida la imposibilidad de una reparación por equivalencia, se afirma la
necesidad estricta de una compensación económica de signo satisfactorio.
Cesare Gerin definía el daño estético como “toda modificación
peyorativa del conjunto estético individual, de naturaleza morbosa” (Il danno
estetico..., p. 90).
El perjuicio estético arguye un quebranto de la propia imagen física.
Cuando se debe a la actuación injusta de otro, es el resultado de la violación
del derecho que toda persona tiene a su propia imagen fisionómica. Como
dice ZAVALA de GONZÁLEZ, su disvalor no se halla sin más en lo feo,
deformante, ridículo o repulsivo de una lesión sino en lo distinto, en la mutación
del aspecto físico antecedente (Integridad sicofísica, p. 170); y la titularidad de
la acción resarcitoria que origina no se limita a los privilegiados, es decir, a los
apolíneos dotados por la naturaleza de una especial armonía física, cuando
resulta quebrantada, sino que la ostenta, sin exclusión alguna, cualquier ser
humano que, como tal, tiene derecho a conservar su propia figura o apariencia
externa (p. 179).
Su consistencia radica, no en una belleza tornada en fealdad, sino en
una alteración significativa del aspecto que ofrecía el lesionado antes de sufrir
el hecho dañoso.
Mosset Iturraspe, por su parte nos refiere que el daño estético es el que
sufre en el rostro o en cualquier otra parte del cuerpo que es costumbre
mostrar o exhibir o que se traduce al exterior menoscabando o afeando el
cuerpo al disminuir su armonía, perfección o belleza.
Vivimos en una sociedad que rinde tributo a la belleza; las mejores
oportunidades de trabajo son para aquellas personas que presentan un
30

aspecto exterior agradable, la buena presencia es ahora más que nunca la


mejor carta de presentación de los postulantes a empleos.-
El consumismo actual alienta una desenfrenada carrera para el logro de
la belleza corporal y en esa línea la persona humana se convierte a la vez en
objeto e instrumento que cuanto más "perfecto" más "sirve" para incitar casi
siempre de modo subliminal a la adquisición de bienes y servicios.
La estructura somática de la persona encierra su propia individualidad y
es la plataforma a través de la cual el sujeto se proyecta hacia los demás. En la
dialéctica entre cuerpo y espíritu constituyen atributos deseables no sólo la
salud y la posibilidad de cumplir diversas funciones existenciales sino que
también interesa la armonía de la composición anatómica y la gracia o
normalidad de la dinámica corporal..
Así, y coincidiendo nuevamente con la Dra. Zabala de González admitir
el resarcimiento del daño estético no importa una materialización del derecho
ni rendir tributo a consideraciones hedonistas sino un reconocimiento de la
esencia totalizadora de la persona quien, como ser bioquímico además de
espiritual debe convivir con su cuerpo a lo largo de toda su existencia.-
Es jurisprudencia constante que para la determinación de la
indemnización por disminución de la integridad física a raíz de un accidente con
el del sublite no existen pautas rígidas, pues de trata de ponderar
circunstancias de hecho variables por diversos factores, quedando libradas al
prudente arbitrio judicial en razón de las particularidades de cada caso.
(Cámara Nac. Esp. Civ y Com, Sala IV, 22-6-88). Es menester computar para
justipreciar el daño que efectivamente ha sufirdo la víctima sus circunstancias
personales- edad, sexo, salud, profesión- como asimismo los efectos
desfavorables sobre su ulterior actividad económica (CSJN, 31-10-89-ED 137-
796).-
En el presente caso tanto el perito oficial como el de control establecen
una incapacidad parcial de carácter permanente y esa evidencia es causa
suficiente de una disminución de la capacidad laboral genérica que merece ser
resarcida. Es indudable que para la víctima origina una limitación en el
mercado laboral puesto que avizora un panorama en el cual Castaño en
cualquier tipo de actividad que desarrolle ofrecerá una capacidad disminuída y
esa ineptitud futura debe ser indemnizada.
31

A la hora de fijar el cuantum indemnizatorio he de ponderar que Daniela


Castaño tenía a la fecha del hecho 14 años, que por entonces cursaba estudios
secundarios; que no obstante caminar sin dificultad como consecuencia del
accidente de marras sufre un edema crónico en su pierna izquierda, y presenta
de modo permanente una cicatriz viciosa deformante de más de 8 cm. De
longitud, que más allá de poder desplazarse sin dificultad no soporta el apoyo
de su sobrina sobre la cicatriz porque le provoca intenso dolor y que con
anterioridad al accidente no padecía patología traumática alguna; que a
consecuencia del edema su pierna izquierda presenta una diferencia de
diámetro evidente respecto de la derecha; que se trata de una mujer joven y
que su incapacidad la acompañará el resto de su vida; se advierte asimismo
que más allá de lo dicho respecto de las pericias médicas, el grado o
porcentaje fijado por los peritos es el dato más importante porque los
parámetros de incapacidad son técnicos.-
Por todo lo apuntado estimo justo que este rubro prospere por la suma
peticionada por la actora en la demanda, esto es por la suma de pesos veinte
mil ($20.000) comprensiva de la incapacidad sobreviniente y del daño estético,
éste en la medida señalada ut-supra.”
Destaco este caso particularmente por la valoración que da la
magistrada a la esencia totalizadora de la persona, quien como “ser bioquímico
además de espiritual” deberá convivir con su cuerpo toda la vida y con la
consideración de que se trata de una joven adolescente.
Adquiere importancia en este fallo la mirada que la magistrada realiza
sobre la pauta cultural que nos rige con relación a lo bello, armonioso y
perfecto. Esto impone permanentemente que las mejores posibilidades serán
dadas al más perfecto o al más bello ya que se lo asocia subliminalmente a la
adquisición de logros, bienes y servicios

II.
Caso Peñaloza, Edith Mariel c. Cencosud S.A.
Este caso se refiere a la producción de daño estético en un niño de
cinco años como consecuencia de la mordedura infringida por un perro en su
rostro.
32

En el caso Peñaloza, Edith Mariel c. Cencosud S.A. la Cámara Nacional


de Apelaciones en lo Civil, sala L dijo:
“En una acción de daños y perjuicios promovida en virtud de las lesiones
sufridas por un menor que fuera atacado por un perro, corresponde hacer lugar
a la indemnización por daño estético toda vez que, las cicatrices se ubican en
el rostro de la víctima, afectando su armonía estética.”

“El anterior sentenciante concedió esta partida sólo por tratamiento


psicológico, valorando la lesión estética dentro de la partida asignada por daño
moral.
En principio estimo que no cabe otorgar mayor importancia al
tratamiento separado o conjunto de los desmedros aquí encuadrados como
"incapacidad sobreviniente" (lesión estética y daño psicológico), ya que lo
fundamental es lograr la justa reparación de los perjuicios sufridos por la
víctima.”

“Lesión estética. En el caso se trató de padecimientos ocasionados en


un menor de apenas cinco años de edad al momento del hecho -hoy de
aproximadamente diez años-. A poco de visualizar las fotografías de fs. 25/28
(reservadas en sobre), entiendo que se encuentra suficientemente comprobado
el daño estético sufrido por el chico, desde que las marcas se encuentran
situadas en su rostro, lugar más que visible a los ojos de los demás.”

“Como expresé anteriormente, las cicatrices se encuentran ubicadas en


el rostro del chico y evidentemente afectan la armonía estética del damnificado.
El perito médico refirió que el menor presenta cicatriz arciforme en región
superior izquierda de 10 mm por 7 mm, que no se presenta sobreelevada ni
tracciona del labio superior; cicatriz en forma de "L" de 4 mm por 9 mm sobre el
labio inferior izquierdo y región mediana, y que hay cambio de coloración sobre
el labio inferior y cicatriz recta en región mentoniana derecha de 8 mm. El perito
si bien refirió que la repercusión estética es leve, estableció secuelas
incapacitantes de tipo parcial y permanente del 3% (conf. fs. 221/226).”
33

“Con referencia a la indemnización de la lesión estética corresponde


recordar que sólo excepcionalmente constituye un daño autónomo susceptible
de reparación, pues generalmente queda subsumido en otros conceptos
indemnizatorios (CNCiv. Sala B, agosto 23-1991, LA LEY, 1992-B, 251, nº
90.290; id. Sala C, noviembre 23-1993, LA LEY, 1994-B, 214, nº 92.092), y ello
siempre que las circunstancias personales del reclamante sean reveladores de
que la lesión tiene entidad suficiente para configurar daño resarcible (CNCiv.
Sala C, febrero 23-1995, L.153.190 "Giunta, Julio A. y otra c/ Mendoza, Ricardo
s/ daños y pjs."; id.id., octubre 31/1995, L.163.413 "Depierro, Santiago c/ Poma
o Pomar J. D. s/ daños y perjs."), situación que, a mi juicio, se presenta en este
caso.
En relación a la cuantía de la indemnización por lesión estética, la
reparación no debe ceñirse a cálculos matemáticos, en base a tablas
indicadoras relativas a la futura vida útil de la víctima sino que debe fijarse
sujeto al prudente arbitrio judicial ponderando la importancia de las lesiones,
edad de la víctima, la repercusión que las mencionadas secuelas pueden tener
en una futura actividad productiva, y demás circunstancias del caso (CNCiv,
Sala D, noviembre 21/1997, "Milrad, Sara L. c/ Microómnibus Saavedra S.A. s/
daños y perjuicios")

III.
Caso N. R. M. c/ Appiani Sotomayor Erdulfo
En el presente caso la temática se refiere a un hombre que padece
alopecia y que desea lograr por medio de una cirugía estética y correctora
mejorar su aspecto estético en su cabellera. Como consecuencia de dicha
intervención sufre daño estético y mala praxis.
En el caso N. R. M. c/ Appiani Sotomayor Erdulfo la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil Sala/Juzgado: K de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires se rescata y transcribe lo que es específico y de importancia para mi
investigación:

“4.-Así como toda disminución de la integridad física humana debe ser


materia de resarcimiento, debe admitirse que cualquier merma de las aptitudes
34

psíquicas de un individuo constituye también un daño resarcible. En esa


inteligencia, corresponde colegir la total autonomía e independencia entre el
daño psíquico y el moral. Uno importa un menoscabo de la salud psíquica e
integra el concepto de incapacidad sobreviniente, mientras que el otro es de
carácter extrapatrimonial y repercute en los sentimientos e interioridad del
damnificado, por lo que no corresponde admitir la ponderación del daño
psíquico dentro del daño moral, al tratarse de daños de distinta naturaleza,
constituyendo el 'moral' una lesión espiritual y por tanto de carácter
extrapatrimonial que no debe confundirse con la afectación del psiquismo y sus
consecuencias patrimoniales, por cierto de naturaleza absolutamente diferente.

5.-El daño estético integra la categoría de incapacidad sobreviniente o la


del daño moral, según corresponda, así en el caso de autos, las secuelas
incapacitantes que se observan en las áreas afectadas, corresponde que sean
objeto de valoración en el rubro 'incapacidad física', integrando ello el monto
que debe resarcirse por tal concepto (del voto de las Dras. Díaz y Hernández -
mayoría).

6.-Resulta trascendente el reconocimiento del daño estético como daño


a la persona, con independencia de su tratamiento, sea de forma autónoma o
comprensiva del daño moral, o patrimonial en su caso y desde ya, siempre que
no se incurra en doble indemnización (del voto de las Dras. Díaz y Hernández -
mayoría).

7.-Las secuelas estéticas descriptas por el experto en su dictamen, han


provocado en la víctima, daño estético en sí mismo que merece ser resarcido
en forma independiente del daño moral (del voto del Dr. Ameal - minoría).”

“No escapa a todo lo expuesto la cirugía "embellecedora" si bien con las


particularidades que tiene el supuesto ya que además de ser una ciencia,
también es una técnica donde no resulta excesivo exigir del profesional
interviniente refinados conocimientos y destrezas que innegablemente se
traduzcan en resultados concretos que es dable esperar conforme a
expectativas razonables, lo que es así por las características del paciente (no
35

enfermo en realidad), por la finalidad de la intervención (embellecimiento del


paciente), y por las modalidades de las técnicas empleadas. (conf. Alfredo
Mario Condomi en "Responsabilidad civil en cirugía estética"; Revista Doctrina
Judicial, director Carlos J. Colombo del 28 de mayo de 1997, p. 191).

Desde ya, si el resultado no fue obtenido, la cuestión no opera


automáticamente en atribuir responsabilidad al médico pues es necesario
analizar otras cuestiones, pero sí es dable exigirle al profesional que el
paciente no puede quedar peor que antes de la intervención si el "casus" no se
ha dado. Ello sin dejar de advertir que la ley 17.132 en su artículo 20 prohíbe
que el especialista en cirugía plástica pueda asegurar resultados precisamente
porque también tiene riesgos, propios de cualquier intervención, por más
sencilla que aparezca. De lo que estoy conteste respecto al mayor rigor con
que hay que medir la responsabilidad de los profesionales por ser especialistas
en la materia.”

IV.
Caso de Lesión estética de Concepción del Uruguay (E.R.)
El mismo se refiere al daño estético sufrido por un sujeto cuya actividad
era la de actor quien como consecuencia de un accidente queda con
importantes lesiones en su rostro.
La selección de partes de este fallo se debe a la importancia del
material sobre la temática investigada, en especial daño psíquico.
Del presente caso de Colección Zeus – Jurisprudencia, publicado en el boletín
Zeus Nº 6453 el 22/06/2000 se transcribe:

“I - Puede advertirse en la jurisprudencia una evolución respecto de


quienes pueden sufrir la lesión estética, hoy se reconoce que el aspecto físico
reviste importancia para todas las personas independientemente de su sexo,
edad, condición social, actividad profesional, etc. y no sólo para las de sexo
femenino, jóvenes, solteras o para las que ejercen actividad artística. (Zeus R.
12, pág. 465).
II - En forma mayoritaria se entiende que la lesión estética no constituye
una categoría autónoma de daño distinta del daño patrimonial y del daño moral
36

-únicas categorías que reconoce nuestro derecho- sino que podrá tener
repercusión en el ámbito patrimonial, moral o en ambos (Zeus R. 12, pág.
465).”

“Con las pericias médica y psicológica; con la testimonial y las


fotografías de f. 133, se ha probado que como consecuencia de las lesiones
recibidas en el choque, quedaron en el rostro del actor daños estéticos y
funcionales -que afectaron su visión- como también una desvalorización de la
autoestima que le dificulta su vida de relación familiar y laboral, todo lo que ha
marcado su vida de manera trascendente. Dice la Licenciada en psicología a
fs. 214/216, que "No quería salir de su casa para que no se vieran las secuelas
del accidente... También lo afecta por lo que implica la imagen de uno mismo,
esto trae una gran desvalorización de la persona... Tampoco puede (por
indicación médica) realizar deportes que el Sr. Peralta realizaba
frecuentemente... No tiene proyectos individuales. Tiene problemas en la
relación con otras personas, en especial con el otro sexo; la mala relación con
su esposa a partir del accidente desencadenó en su separación... Tiene
episodios depresivos recurrentes... humor depresivo, pérdida de confianza en
sí mismo, sentimientos de inferioridad, perspectiva sombría del futuro, pérdida
de reacción emocional en acontecimientos vitales importantes".
En relación al aspecto laboral, cabe admitir la posibilidad de que los
clientes que debieran confiarle un trabajo de bobinado, podrían llegar a dudar
de la realización de una labor eficiente al comprobar la visible alteración de su
visual por la imposibilidad de levantar el párpado y hasta presumir la ausencia
de visión en el ojo izquierdo.
Como la Sala ha sostenido en autos "Uriona c/Medina", 09.04.99, la
lesión estética es la que sufre en cualquier parte del cuerpo que se muestra y
que menoscaba o afea al mismo, al disminuir su armonía y para una
concepción amplia, que se impone, sólo se requiere una alteración del aspecto
habitual que tenía la persona antes del hecho generador de la deformación. Y
en autos "Sinner c/Giqueaux", 06.10.89 publicado en Zeus del 08.10.89,
reiterado entre otros en "Ferreyra c/Fernández", 05.11.98, el daño estético no
es un rubro indemnizable por si mismo sino en cuanto cause un daño
patrimonial o moral.
37

En su trabajo de reseña sobre lesión estética, Gabriela Rossello y


Mónica Hise, en J.A. del 08.09.99, pág. 33/41, las autoras sostienen que
"También puede advertirse en la jurisprudencia una evolución respecto de
quienes pueden sufrir la lesión estética. Hoy se reconoce que el aspecto físico
reviste importancia para todas las personas, independientemente de su sexo,
edad, condición social, actividad profesional, etc. y no sólo para las de sexo
femenino, jóvenes, solteras o para las que ejercen actividades artísticas". Citan
lo resuelto por la C. Nac. Com. Sala A, 16.04.97, L.L. 1997-D-822, 39.596-S:
"Para determinar la indemnización por la lesión estética sufrida, debe
considerarse lo que la incapacidad física impide presuntivamente percibir
durante el lapso de vida útil, atendiendo a la naturaleza y localización de las
lesiones sufridas, la edad de la víctima a la época del accidente, su condición
socio económica, su estado civil y la proyección que tales alteraciones
estéticas tendrán en su vida individual y de relación". Continúan afirmando, las
autoras citadas que, "...en forma mayoritaria se entiende que la lesión estética
no constituye una categoría autónoma de daño distinta del daño patrimonial y
del daño moral -únicas categorías que reconoce nuestro derecho- sino que
podrá tener repercusión en el ámbito patrimonial, moral o en ambos". En este
último sentido se ha pronunciado como citan las autoras de la nota referida, la
C. Civ. y Com. San Isidro, Sala 2ª. 21.05.85, L.L. 1985-E-57: "la lesión estética
no constituye un tercer género del daño entre el moral y patrimonial, el
padecimiento de una lesión de este tipo puede incidir en forma indistinta y aún
simultánea tanto en el daño moral como en daño emergente -incapacidad
sobreviniente-.
Resumiendo las diversas repercusiones que puede tener la lesión
estética citan: "La lesión estética tiene repercusión de diversa índole. Puede
importar un lucro cesante, si la persona se dedica a una actividad en la que el
exterior de su cuerpo es el elemento de la ocupación útil y ve perdidas o
disminuidas las ganancias durante un tiempo; puede ser incapacitante del
curso de su vida, si le significa imposibilidades en el futuro para emplear
energías físico-espirituales en las proyecciones de la existencia; puede ser
pérdida de una chance cierta futura y un daño moral por la fealdad provocada,
aparte de la posible consecuencia psíquica que debe indemnizarse" (C. Nac.
38

Civ., Sala C, 30.12.93, L.L. 1994-B-219; 23.11.93, L.L. 1994-B-214, DJ 1994-2-


532, DJ 1995-1-172, SJ 744; 18.05.93, JA 1994-I-694).
"No cabe englobar el daño estético y a la vida en relación
exclusivamente dentro del daño moral. La lesión estética es indemnizable
(como daño patrimonial), cuando puede significar disminución de ganancias, es
decir, cuando implica un perjuicio económico traducido en frustración de
probables ganancias futuras" (C. 7ª Civ. y Com. Córdoba, 02.11.93, L.L.C.
1994-474). Concluyen las autoras referidas, que "Tenga o no incidencias en el
aspecto patrimonial, la lesión estética repercutirá, en general, en el ámbito del
daño moral". "La lesión estética puede importar un daño patrimonial indirecto,
pero ello no impide considerar que las cicatrices, por más que no sean
deformantes, contribuyan a aumentar los padecimientos y a afectar la
autoestima del damnificado, que es lo que con el daño moral se intenta
satisfacer" (C. Nac. Civ., Sala G, 02.08.93, L.L. 1994-C-85, DJ 1994-2-536).”

V.
Sitjá y Balbastro Juan Ramón c/ Provincia de La Rioja y otro s/ daños y
perjuicios. Tribunal: Corte Suprema de la Nación.
Algunos recortes de este fallo de la Corte Suprema de la Nación ha sido
seleccionado debido a que incluyen la valoración de daño moral, daño estético
y daño estético.
Tema tratado se remite a un sujeto que es alcanzado por una descarga
eléctrica al entrar en contacto con un cable que toca su cabeza produciéndole
importantes consecuencias en la esfera física, fundamentalmente en la
deformidad de su rostro.

6.-El daño estético no es autónomo respecto al material o moral, sino


que integra uno y otro o ambos según el caso.

8.-Corresponde reconocer el daño moral frente a la gravedad del cuadro


-en gran medida irreversible y definitivo- y sus secuelas de importantísimos
padecimientos espirituales originados por la frustración de todo proyecto
39

personal, el deterioro de la vida afectiva y la repercusión estética de las


lesiones sufridas.

11.-Frente al informe que estableció que las funciones psíquicas están


globalmente conservadas pero teñidas por un trastorno de estrés post-
traumático, corresponde reconocer el pago de un tratamiento psicoterapéutico
y psicofarmacológico, que de no llevarse a cabo podría conducir a un deterioro
mayor de la calidad de vida del actor.

Las consecuencias del accidente fueron tanto anatómicas como


psíquicas. Entre las primeras recuerda las treinta y una operaciones
soportadas, la gastrotomía, la internación en la Clínica de Ojos del Dr. Nano,
las múltiples transfusiones de sangre a que se vio sometido, las alteraciones
hepáticas neurológicas y en el aparato digestivo, la pérdida del sentido del
olfato y el gusto. Asimismo, la pérdida de la sensibilidad en el rostro y parte de
la cabeza, que le impide detectar toda sensación incluso al calor o el frío. En
cuanto a las consecuencias psíquicas, se producen debido a la presencia de
síndromes delirantes y a la creciente neurosis depresiva, fóbica, ansiosa,
exógena y reactiva que presenta, con peligro cierto de derivar en una
alienación mental. Otras consecuencias son los insomnios y las cefaleas, la
pérdida de memoria y la falta de concentración y de coordinación mental.
También la pérdida de capacidad sexual.

Asimismo reclama el daño estético que -sostiene- cobra una magnitud


independiente del moral y del laboral. También deben considerarse los efectos
que el accidente tuvo sobre su relación matrimonial, ya que su cónyuge no
pudo asimilar o sobrellevar el hecho de convivir con un deforme. La pérdida de
capacidad sexual y de los sentidos del gusto y el olfato se integran entre los
rubros reclamados, a los que cabe agregar el daño moral cuya dimensión la
dan los horrorosos padecimientos físicos y psíquicos vividos.
40

CONCLUSIONES

El recorrido de la presente investigación me permite considerar que


dentro del campo del derecho el daño estético no logra una entidad propia y
está solamente sustentando y engrosando el daño corporal y moral.
Esta conclusión se deduce del material investigado (pericias), de la
jurisprudencia analizada y del material teórico trabajado.
El tema de que los puntos periciales no interroguen sobre daño estético
está relacionado con el tipo de valoración que el espacio jurídico hace sobre el
hombre, como productividad (valor del tener) y no como ser, como sujeto
humano, el que además de tener un órgano, un cuerpo tiene una instancia
psíquica que registra acontecimientos, produce huellas y síntomas, donde las
marcas que ese daño estético infringe tiene un registro paralelo en el aparato
psíquico que impondrá una marca sobre otra marca.
En algunos casos la herida o cicatriz en el cuerpo será acompañada por
otra herida (trauma – agujero). Estas marcas inconscientes operaran sobre la
vida del sujeto generando posibles resignificaciones que movilicen su vida
amorosa, de relación, laboral y su lazo social.
Se sabe que el sujeto es mucho más que una unidad física, espiritual y
productiva, ya que este incluye un psiquismo, un registro en su realidad
psíquica que sumado va a constituir un todo.
La invisibilidad de la afectación estética para el campo del derecho
afecta la posibilidad de una visión integradora del sujeto humano y determina
una parcialización de la temática donde los efectos de ese recorte operan
sobre los resultados que en el campo jurídico se producen.
En la medida que se tome conciencia de la afectación estética o daño
estético, más allá de su visibilidad se tendrá una mirada más integradora que
pondrá el resultado final en el sujeto, siendo este considerado como un todo y
no solo como una unidad productiva y dueña de cosas.
Que los puntos periciales hagan referencia al daño estético permitirán
una profundización e incorporación de valoraciones desde el campo de la
subjetividad que a mi entender enriquecerán los resultados que en el campo
del derecho se logren.
Ps. Adriana Herrero Fecha: 10-8-11
41

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