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MAESTRÍA EN

PSICOLOGÍA

Investigación aplicada
a la psicología.
Mtra. Gisela Montiel
Roldán

ENTREGABLE 1. Proyecto de investigación


“La lectura en la escuela”
Lic. Guadalupe Viridiana
González Solís

03 - Junio - 2021
MARCO TEÓRICO
La lectura según la Real Academia de la Lengua Española es definida como la acción de pasar la vista
por un escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados. Sin embargo,
la lectura va más allá, Ma. Eugenia Dubois (2000) la define como “el producto de la interacción
entre el pensamiento y el lenguaje”. Es importante aprender a leer correctamente porque ello nos
va a permitir desarrollar habilidades que impactan en el desarrollo integral del ser humano.

La escritura es definida también por la RAE como el sistema de signos utilizado para escribir, aunado
a eso tenemos que tomar en cuenta que mejora la atención ya que permite que nuestro cerebro
identifique la información que recibe y la organice logrando la conformación de conceptos.

Si bien la lectura y la escritura son dos habilidades distintas, se deben enseñar de manera integrada,
de esa forma se conjuntan en un mismo proceso cognitivo. No son aprendizajes aislados y tampoco
deben ser enseñadas de forma mecánica.

Es importante reconocer la existencia de los niveles lingüisticos en la lectoescritura, el nivel


fonológico contempla la asociación del sonido con las letras, el nivel sintáctico hace alusión a
comprender el orden y la relación de las palabras, la memoria de trabajo nos ayuda a retener la
información mientras que es procesada y el nivel semántico y ortográfico es con el cual
reconocemos las palabras y nos conducen al gráfico correcto y la comprensión de lo leído.

Existen diferentes métodos de enseñanza de la lectoescritura, en primera instancia tenemos los


métodos sintéticos, que son aquellos que parten de la unidad mínima como letra o silaba a la más
compleja como lo son las palabras, su principio básico es combinar los elementos para
posteriormente conformar formas lingüísticas de mayor complejidad.

También podemos encontrar los métodos silábicos que se entienden como un proceso que parte de
la enseñanza de las vocales, posteriormente se aprenden las consonantes y finalmente se combinan
unas con otras para formar silabas y palabras.

En tercer lugar encontramos los métodos fonéticos que tienen su base en la enseñanza del sonido
de la letra, se busca la discriminación fonológica y visual de las silabas hasta conformar palabras.

El método analítico, tambien llamado método global, parte de composiciones mayores como frases
que se van dividiendo en componentes más pequeños que en este caso son las silabas y letras, se
busca darle significado a la totalidad para poder comprender en un sentido semántico.

Finalmente los métodos mixtos o eclécticos se enfocan en el reconocimiento de palabras, auditivo


y visual, a fin de producir una comprensión de las mismas, el deletreo forma parte del método
también.

Como menciona Chartier (2014): “El debate entre el método silábico y el método global
normalmente se relaciona con dos teorías opuestas. El primer método que combina unidades
simples (letras en sílabas) para ir por etapas hacia la complejidad (las sílabas en palabras y las
palabras en frases), casi siempre remite a las reglas metódicas del análisis de dificultades, que
recomienda ir de lo simple a lo complejo; el segundo se apoya en la psicología de la percepción
global de las formas”

La lectoescritura en la educación primaria es fundamental para el correcto desarrollo de los


educandos, podemos definirla como una actividad prioritaria y esencial para que puedan acceder a
un buen desarrollo del resto de sus habilidades escolares, es punto clave para relacionarnos
culturalmente y desarrollar la inteligencia, diversos autores coinciden en que el aprendizaje efectivo
de la lectura y escritura están estrechamente ligados con el fracaso o el éxito escolar, de ahí la
importancia de que la escuela y el docente centren sus esfuerzos en conseguir el desarrollo de dicha
habilidad pues gracias a la lectura y escritura los niños son capaces de desarrollar también su
concentración y atención, puntos determinantes para poder aprender.

El proceso de enseñanza de la lectura y escritura parte desde la educación inicial en donde se hace
énfasis en el ejercicio de habilidades básicas necesarias para conducir al niño hacia la madurez antes
de integrarlo a la enseñanza formal de las mismas. Como menciona Alida (2006) “La adquisición de
la lectura y la escritura dependerá de la eficacia de los procedimientos utilizados por el maestro”
derivado de ellos podemos definir que entre más se motive y estimule al alumno más rápido podrá
acceder a esa habilidad.

Como menciona Viñao (2002): "En la Escuela primaria universal ha sido y seguirá siendo la lectura
la base fundamental de la enseñanza". En la educación de primer y segundo grado de nivel básico
las escuelas enfocan sus objetivos a fin de garantizar la adquisición de la lectura y escritura en sus
estudiantes, ambos conceptos están indisolublemente ligados pues se llevan de la mano en su
enseñanza a fin de lograr un mejor desarrollo de las mismas.

A lo largo de la historia los cambios en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectura y


escritura han sido objetivo de investigación y análisis de distintas entidades, como lo menciona
Barboza (2002) “Nuestro país no ha permanecido ajeno a los mismos y así se puede apreciar en la
reformulación de los programas dirigidos a la formación docente, para los niveles de Preescolar y
Educación Básica en los que se han realizado reformulaciones en sus planteamientos y en sus
enfoques. Igualmente, se han implementado políticas para la actualización de los docentes en
servicio”.

Dichos cambios nos han llevado a replantear el proceso educativo en relación a la formación de los
docentes y la profundización de la naturaleza del proceso de aprendizaje, mismo que debe verse
positivamente reflejado en el aula de clase.

La educación básica reconoce que cada alumno posee un contexto cultural y social previo a su
ingreso a la escuela, la habilidad lectora actualmente está identificada como la base del aprendizaje
permanente donde se privilegia la lectura de comprensión y es indispensable para la búsqueda,
reflexión, manejo y uso de la información.

Toda vez que la lectoescritura se ha consolidado, la práctica constante de la misma nos permitirá
avanzar en la formación de lectores y escritores, desde el punto de vista social y cultural, dentro de
la escuela podremos generar diversos tipos de texto, propiciar situaciones didácticas en las que se
manejen formas de comunicación y que ello apoye en la apropiación de los mecanismos necesarios
para el desarrollo de las competencias para la vida.
Caballeros (2014): menciona “A diferencia de otras capacidades humanas (escuchar, hablar,
caminar), para saber leer es necesario pasar por un proceso de aprendizaje orientado a ese fin” por
lo tanto es importante buscar los métodos para lograr el mejor resultado considerando las
diferencias personales y de entorno de los estudiantes. Según Linan-Thompson (2012) el proceso
formal de aprendizaje de la lectura tiene tres etapas: a) lectura básica que corresponde con el
aprendizaje de las habilidades básicas que permiten leer y comprender palabras y textos básicos; b)
nivel intermedio que se refiere a la lectura comprensiva; y c) lectura disciplinar que se refiere a la
capacidad de leer distintas materias y comprender los conceptos y significados de las diferentes
disciplinas.

Necesitamos reconocer a las cuatro habilidades clave para saber leer y escribir, la primera es la
conciencia fonológica, misma que se refiere a que los alumnos sepan manejar los fonemas en las
sílabas y palabras, enseñar los sonidos contribuye a la identificación de las letras y mejora el
deletreo, la segunda es el deletreo que se entiende como la adquisición de la correspondencia letra-
sonido y su implicación y uso en la lectura, su objetivo es identificar que todas las letras están
asociadas a un sonido, la tercera es la fluidez, factor crítico para la comprensión de lo que se lee y
escribe y finalmente la cuarta habilidad es la esencia de la lectura, no solo como un aprendizaje
académico sino como una herramienta de vida.

No podemos entender a la lectura y escritura de otra forma sino como un proceso complejo en el
cual debemos darle importancia al rol que tiene en el desarrollo del vocabulario y por lo tanto la
comprensión de lo que se lee.

La adquisición del lenguaje inicia en las relaciones e interacciones que realiza el niño en su entorno
familiar y social. Fuentes (2017): refiere que “La mayoría de los niños ya han empezado su contacto
con la lectura antes de comenzar su educación inicial”. La práctica docente entonces será el proceso
de interacción que establece conexión con sus estudiantes, todo ello dentro pero también fuera de
la escuela, la variedad de acciones tales como planeación, desarrollo de actividades de enseñanza o
evaluación obtaculizarán o beneficiarán el desarrollo de las competencias de lectura y escritura en
los estudiantes, los niños precisan durante el proceso inicial de alfabetización de un constante apoyo
por parte de maestros y padres, de ahí la importancia de que el estudiante sienta interés genuino
por llevar a cabo una u otra práctica, de hecho, Zubiría (2005) “Leer requiere dominar múltiples
operaciones intelectuales, como el reconocimiento, análisis, síntesis, comparación e inferencia”. A
partir de ellos podemos confirmar que la lectura es ese proceso que requiere el desarrollo de
habilidades cognitivas para que el estudiante pueda comprender el texto en el contexto.

Caldera de Briceño (2015) hace mención de que “La lectura es uno de los aprendizajes más
importantes que propicia la escolaridad, no sólo porque la comprensión de textos está presente en
todos los niveles educativos sino también porque una gran cantidad de la información que los
estudiantes adquieren y utilizan surge de los textos escritos”. La adquisición de la lectoescritura
implica el desarrollo de capacidades cognitivas superiores, tales como: análisis, reflexión, espíritu
crítico, creatividad y evaluación, es un aprendizaje trascendental para el crecimiento intelectual de
la persona.

Para enseñar la lectura se requiere planear con un propósito comunicativo definido, basado en la
realidad de los educandos y utilizando estrategias que permitan al alumno construir sus propios
significados. Barboza (2014) refiere “Las estrategias didácticas son los métodos y procedimientos
dirigidos a planificar y promover situaciones en las que el alumno organice sus experiencias,
estructure sus ideas, analice sus procesos y exprese sus pensamientos”, de ahí la importancia de
que los estudiantes se sientan actores partícipes de la enseñanza para un mejor logro académico.

Se ha supuesto que el proceso de enseñanza aprendizaje debe funcionar de cierta forma constante,
como menciona Bedoya (2008) “La transmisión de conocimientos o la información sobre contenidos
proceden de forma gradual, en un sentido inductivo, hacia otros conceptos más generales o en un
sentido deductivo, hacia otros más concretos”.

Zabalza (2010): menciona que “Como agente social la escuela actúa de forma autónoma y por tanto
puede sin duda, ser usada para una función u otra: para crear o dificultar el empleo, para beneficiar
a una clase social o para hacer disminuir las diferencias sociales, para controlar a los sujetos y
adaptarlos a las exigencias de los grupos de presión, para fomentar las formas relacionales de
dominio o las de igualdad, etc.” Por ello resaltamos la función social de la lectoescritura y su
importante exhaltación en la educación básica.

La finalidad de la enseñanza-aprendizaje de la lectura y la escritura como conceptos separados pero


estrechamente relacionados es proporcionar a los estudiantes una educación que les permita
desarrollarse a favor de su propio bienestar, adquirir habilidades básicas de cultura, expresión y
comprensión de aquello que leen y escriben.

El Método Integral Minjares se considera de tipo analítico o global ya que recupera todo lo que el
niño experimenta, integra elementos de otros métodos que cumplen con los principios básicos del
mismo por lo que también podríamos considerarlo mixto, los expertos lo consideran como un
método visual ya que da mucha importancia a los ejercicios que estimulan la sensopercepción.

Una gran parte del aprendizaje en esta etapa se desarrolla a partir de las relaciones que los niños
establecen en conjunto con la escuela, los materiales con los que interactúa o las herramientas que
el docente le proporciona, de esa forma todos esos objetos pasan de ser estimuladores a ser objetos
de conocimiento de los cuales los alumnos se apropian de vez en vez, el trabajo en el aula debe
suponer un ambiente favorecedor al aprendizaje participativo y significativo del alumno.

El profesor Julio Minjares Hernández refiere que la lectura es un constructo con diferentes
momentos: la acomodación del ojo y movimientos del mismo para la adecuada percepción de los
signos, la asociación de la percepción visual con el significado de las palabras y el paso de señales
visuales a los centros motores del habla.

Con el método se atienden las diversas áreas de personalidad del niño y prioriza los aspectos
formativos y orientativos del auto aprendizaje. Los materiales que constituyen el método permiten
al docente integrar a la lectoescritura en la totalidad de las actividades del educando, para ese fin
toma en cuenta una serie de frases que el niño visualiza como un todo, dichas frases tienen como
propósito que el alumno sea capaz de comprender de forma integrada antes de proceder a un
análisis sistemático.

Como la mayoría de los métodos globales, se inicia con la presentación de palabras u oraciones que
posibilitan que los estudiantes distingan sus elementos fonéticos, debido a que el pensamiento del
niño es muy particular debe partirse de esos para que él deduzca la forma en que operan las sílabas
y las letras que integran las palabras.
El sustento gráfico del método determina que se parte de las frases completas destacando una letra
dominante, dicha acción facilita al estudiante identificar la estructura del vocablo y por ende
discriminar el sonido que representa cada signo.

El método trabaja con palabras básicas, complementarias y generales, las básicas son las que ayudan
a identificar los vocablos y visualizarlos como conjuntos, las complementarias son las que se
incorporan después, poseen una estructura similar a las básicas pero estas conforman ligeros
cambios que ayudan al niño a comprender la esencia de la fonética, finalmente las palabras
generales son aquellas que ayudan a percibir el logro de dominio de los alumnos.

Respecto a la forma y aplicación se consideran tres periodos: el preparatorio que es el espacio en el


que el alumno se adapta al medio escolar, se estimula su capacidad para registrar impresiones
sensoriales y coordinar el desarrollo sensoriomotríz; posteriormente se presenta la etapa formal de
aprendizaje, la cual conecta la etapa preparatoria con la de estudio formal, en ella se parte de la
presentación de gráficos y aplicación de actividades de carácter lúdico, finalmente el periodo de
ejercitación se conforma de actividades diseñadas y orientadas a resarcir las dificultades que se
identifican como propias de la misma y cuyo dominio mejora considerablemente la calidad y fluidez
de la lectura.

El aprendizaje de la lectura involucra muchos factores, por ello el método hace hincapié en integrar
el mayor número de sentidos, valiéndose así de diferentes estímulos visuales, auditivos y motores;
debemos dejar de ver a la lectoescritura como una disciplina cuyo beneficio se reportará
posteriormente pues es un proceso que coadyuvará al desarrollo integral del niño.

De manera más específica el método emplea la técnica LIDAPLA: que por sus siglas hace referencia
a: lectura de frases y palabras, identificación de frases y palabras, dictado, autocorrección y planas;
también se utilizan cuentos y juegos como el dominó de sílabas, las letras saltarinas o loterías
descriptivas.

El método en sí representa una gran oportunidad para el docente y la escuela, permite de una forma
global desarrollar el proceso de enseñanza y aprendizaje de las habilidades de lectura y escritura,
cuenta con un respaldo experiencial de muchos docentes a lo largo de los años y sus resultados
generalmente tienen altos índices de éxito.

Dicha investigación es de suma relevancia pues se ocupa de las prácticas comunes de enseñanza de
la lectoescritura desde la escuela, se toma en cuenta la metodología empleada por el docente, la
planeación de la clase y los efectos que ello tiene sobre el estudiante.

Se identificó la práctica del método minjares en función del aprendizaje de la lectura y escritura
respecto de las necesidades actuales. Como profesional de la educación con poco más de 15 años
de experiencia puedo decir que existen muchas dificultades que surgen en dicho proceso, tanto del
alumnado como de la escuela misma, conforme se avanza en los niveles de educación básica se
presentan conflictos resultantes de la carencia de la consolidación de la lectoescritura, debemos
dejar de verlo como algo obligatorio y comenzar a darle un enfoque social y funcional, es importante
que como docentes reflexionemos acerca de las prácticas que llevamos a cabo como parte de esta
enseñanza aprendizaje, a fin siempre de mejorar nuestro desempeño y el logro del alumnado.
REFERENCIAS DE CONSULTA
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Consulta 2 de Junio de 2021]. ISSN: 1317-5815. Disponible en:
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o Bedoya M, José Iván (2008). Pedagogía enseñar a pensar. 3ra edición. Bogotá: Ecoé
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o Caballeros Ruiz, Marta Zoila, & Sazo, Eva, & Gálvez Sobral, José Andrés (2014). El aprendizaje
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o Caldera de Briceño, Reina Violeta, & Escalante de Urreacheaga, Dilia Teresa, & Terán de
Serrentino, Mirian (2011). La lectura en el medio escolar: una experiencia pedagógica.
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o Chartier, Anne-Marie (2004). Enseñar a leer y escribir. Una aproximación histórica. México:
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o Dubois, Maria Eugenia (1994). El proceso de la lectura: de la teória a la práctica. 3ra edición.
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o Viñao, Antonio (2002). La enseñanza de la lectura y la escritura: análisis socio-histórico .
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o Zabalza, Miguel Ángel (2010). Didáctica de la educación infantil. 1ra edición en ebook.
Madrid, España: Narcea ediciones.

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