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LAS UNIDADES GRAMATICALES

OBJETIVOS

Completar el conocimiento y reconocimiento de las unidades gramaticales superiores al


morfema: palabra, sintagma y oración.
Profundizar en la comprensión de la naturaleza de las mismas, en su organización estructural,
según las unidades que las integran y también en su comportamiento estructural dentro de unidades
superiores en las que ellas se integran a su vez.
Subrayar las posibilidades de definición, en relación con diferentes puntos de vista teóricos:
formales, funcionales, sintácticos, semánticos e incluso psicológicos.
Diferenciar la oración, como unidad sistemática, del enunciado, que es unidad pragmática; o sea,
unidad de comunicación.

ESQUEMA

0. Introducción.

1. La palabra.
1.1. Criterios para definirla.
1.1.1. Fonológico.
1.1.2. Formal.
1.1.3 Funcional.
1.1.4. Semántico.

2. El sintagma.
2.1. Su lugar en la jerarquía de niveles.
2.2. Sintagma vs. sintema.
2.3. Relaciones sintagmáticas.

3. La oración.
3.1. Criterios para su definición.
3.1.1. Semántico.
3.1.2. Formal.
3.1.3. Funcional.
3.2. Oración, cláusula y nexus.
3.3. Oración y enunciado.
3.3.1. Contradicciones en la definición de oración.
3.3.2. Límites del enunciado.
3.3.3. La elipsis.

CONTENIDOS BÁSICOS

En cualquier disciplina, para llevar a cabo la labor de análisis sobre el objeto de estudio
correspondiente, es necesario disponer de un sistema de unidades que permita la manipulación de dicho
objeto. El primer paso consiste en construir un sistema de unidades adecuado al objeto de estudio, que
puede ser distinto de unos planteamientos a otros; así el sistema de unidades decimales no es igual que el
sistema anglosajón, pongamos por caso. En Gramática, como dijimos en el tema 5, también es necesario
disponer de un sistema de unidades para llevar a cabo el trabajo gramatical, que no ha sido exactamente el
mismo a lo largo de la tradición gramatical. Palabra y oración son dos unidades que cuentan con larga
tradición, mientras que el sintagma es una unidad de origen más reciente. A estas unidades nos
referiremos en tres apartados del tema que nos ocupa.
1. LA PALABRA

El concepto común de palabra y el que cuenta con más tradición es el que la considera nombre
de objeto o nombre del concepto del objeto, incluyendo dentro de los objetos, no sólo los materiales, sino
también los inmateriales, las acciones, los procesos, las cualidades, etc. Podríamos resumir esta
concepción considerando la palabra como el correlato lingüístico de los objetos a través de las ideas que
tenemos formadas de los mismos. Así entendida, se justifica la separación en la escritura por medio de
espacios en blanco, tratando de plasmar de manera icónica la separación que en el mundo presentan los
objetos entre sí y, consecuentemente, las ideas. Sin embargo, este término, superada la acepción común,
es un término poco preciso o polisémico sobre el cual debemos hacer algunas aclaraciones.

Entender así la palabra supone aceptar una relación rigurosa entre lengua, pensamiento y
realidad, en correspondencia biunívoca, y esto es peligroso para la necesaria independencia de la
disciplina lingüística, aun aceptando la parte de verdad que justifica esta concepción, incluso teniendo en
cuenta observaciones de índole psicologista aportadas por la autoridad de Sapir, según las cuales, los
indios, sin conocimientos explícitos gramaticales, son capaces de distinguir las palabras de manera
intuitiva.

1.1. Por otra parte, tratar de definir la palabra con criterios inamovibles formales, para evitar
elementos de naturaleza extralingüística en la definición, es tarea dificultosa, por cuanto las diferentes
lenguas disponen de mecanismos morfológicos muy diferentes, que darían como resultado la
caracterización de las palabras referida a cada lengua en particular, por lo que una caracterización en una
lengua no valdría para todas.

Observamos en español las expresiones siguientes:

1) Los amigos de mis amigos son mis amigos


2) El amigo de mi amiga era mi amigo
3) Las amigas de mis amigos han sido mis amigas

Si preguntamos por el número de palabras de que constan, podemos responder que constan de
ocho las dos primeras y de nueve la tercera, con tan sólo reconocer como diferentes las unidades
separados por espacios blancos. Pero si preguntáramos por palabras diferentes de los tres textos,
podríamos responder que cinco, aunque podríamos dudar en considerar son, era y han sido como tres
diferentes o como una sola palabra bajo tres formas diferentes, y esta última podría hacernos dudar sobre
si tratarla como una sola forma, o como dos formas, esto es, como dos palabras diferentes. Lo mismo nos
sucedería con los, el y las y con amigo, amiga, amigos, y amigas.

A partir de un determinado punto de vista, entidades separadas por blancos en la escritura, que
están formadas por sílabas y éstas por letras o fonemas (amigo, amiga, amigo, amigas, son, era, sido) y
otras sin acento(de, los, el, las, de, mi, mis, han) que necesitan palabras con acento para poder estar
presentes en los enunciados, deberíamos reconocerlas como palabras. Pero si tratáramos de buscarlas en
los diccionarios o en los cuadros gramaticales la serie quedaría reducida a amigo, de, ser, el y mío.

Estas palabras tampoco ostentan igual comportamiento, pues mientras amigo puede aparecer en
los enunciados bajo formas como amiga, amigas o amigos, el puede presentarse como la, los y las; son,
era y han sido se corresponden con la palabra del diccionario ser, la palabra de no ofrece otras
alternativas. Además, han sido, forma del verbo ser, gramaticalmente hablando, se compone de han y
sido; la primera parte, de manera aislada, pertenece a una forma del verbo haber y la segunda, a una
forma del verbo ser. Los, las, etc., precisan apoyarse en el acento de la palabra de la que dependen, no así
amigo, etc.

Por último, todas las observaciones que hacemos están mediatizadas por reflexiones lingüísticas,
que no se apoyan en las secuencias oralmente pronunciadas, en las cuales no existe separación, a no ser
que se origine una pausa que, en caso de producirse, no tendrá nada que ver directamente con el concepto
de palabra. Uno podrá decir que la secuencia de sonidos p-l-a-t-a-n-o-e-s, tiene dos palabras: plátano es; o
tres: plata no es.

Esto ha motivado criterios de definición desde posturas muy diferentes:


1.1.1. Criterio fonológico

Algunos teóricos ante los problemas que hemos puesto de relieve han creído que las palabras se
podrían definir siguiendo criterios de esta naturaleza; es decir, aduciendo la existencia de una pausa
potencial tras la palabra. Existen fenómenos de juntura que permiten saber cuando empieza una palabra y
termina otra, pues las lenguas restringen la presencia o ausencia de determinados fonemas o alófonos, así
como otros fenómenos de naturaleza fonológica en estas posiciones.

En francés la presencia de acento al final de palabra es un argumento que apoya este criterio,
pues indica que tras cada acento comienza otra palabra, pero ello no vale en el orden distintivo, sí en el
orden demarcativo. En español nunca se muestran seguidos los fonemas /d/ /t/ en el interior de palabra,
por lo que su presencia contigua marca frontera entre palabras. Los morfemas como -s o -es en español y
las terminaciones verbales marcan el límite final de las palabras, son morfemas de cierre. La presencia de
acento en cada palabra, como criterio distintivo no sirve, pues en las lenguas existen palabras átonas, que
siguiendo este criterio quedarían excluidas como tales. No obstante, sin carácter universal, estos
argumentos nos sirven, en una teoría débil, para aproximarnos a la comprensión y reconocimiento de la
existencia de la palabra como unidad, si no, ¿por qué el japonés tiene dos alófonos g y n, el primero
siempre para el principio de palabra?.

1.1.2. Criterio formal

Las palabras son tales porque presentan posibilidad de libertad de aparición en la oración, en una
u otra posición, incluso capaces por sí solas de formar una oración. Es la concepción que L. Bloomfield
tiene: mínima forma libre . Esta libertad se corresponde con algunas palabras, pero no con otras, pues
formas como de difícilmente podrán ser una oración y su libertad no es del mismo tipo que la de amigo.

Las palabras se presentan cohesionadas, como un todo integrado por morfemas, en un orden fijo
inamovible, pero esta propiedad no es rotundamente privativa de ellas, pues la expresión el niño no puede
presentarse como *niño el. Además, existen situaciones intermedias, como las palabras con apóstrofo y
las unidas por guión, que se muestran cohesionadas entre sí, pero las reconocemos como palabras
diferentes, l aventuroe físico-químico.

La forma del verbo haber, han no presenta libertad de distribución, debe ir seguida de participio
pasado, no permite ningún elemento entre ella y el participio y constituye una única entidad semántica
junto con el participio; no obstante, bajo determinadas consideraciones, costaría trabajo no tenerla por
palabra, pues tiene, por ejemplo, la variación morfológica, propia de cualquier verbo.

1.1.3. Criterio funcional

Las palabras, dentro de la oración, desempeñan funciones, lo que permite diferenciar unas que
por sí solas las pueden desempeñar, y por lo tanto son autónomas, de otras que dependen de las anteriores
o tienen que apoyarse en las primeras. Esto tiene que ver con la naturaleza gramatical de las palabras que
las habilita para que en ellas tenga lugar la categorización, a través de la presencia de determinados
morfemas como los de género, número, caso, persona, tiempo, etc. Sin embargo, esto sólo afecta a unas
palabras y no a otras de las tradicionalmente consideradas como tales; afectaría a amigo o son, pero no a
de. En algunas lenguas la presencia de palabras invariables es muy numerosa.

1.1.4. Criterio semántico

Al comienzo hemos aludido al concepto intuitivo de palabra, el más aceptado tradicionalmente,


como correlato lingüístico de las cosas o de las ideas. Es decir, la palabra se concibe como totalidad de
significado, no como unión de elementos.

A. Meillet la entiende como la asociación de un sentido dado y un conjunto de sonidos dado,


susceptible de utilización gramatical. Esto, que es verdad, también se puede afirmar de otros elementos;
de el arco iris se puede afirmar lo mismo, aunque es una expresión formada por tres palabras, a la que
llamamos sintagma.
Vemos, por tanto, la dificultad de definir palabra a partir de cualquiera de los criterios
antedichos, mas a la luz de todos ellos sí que nos parece necesario mantener este concepto. Debemos
tener claro que palabra puede designar cada uno de los elementos de una secuencia separado por
blancos en la escritura, en nuestros ejemplos, según esto tendríamos ocho o nueve en cada oración. En
otro sentido, palabra es un conjunto de formas reconocidas como la misma palabra, de las cuales sólo
una figura en el diccionario, decidido esto de manera convencional, amigo, amigos, amiga, amigas, son
una misma palabra; o son, era, sido, formas representadas en el diccionario por ser.

Por estas contradicciones resulta más adecuado utilizar otros términos como el de lexema o
listema para la palabra del diccionario y aloxemas o formas de palabra, sencillamente, para las que
aparecen en los textos. Las palabras invariables, obviamente, no tienen otras formas.

A pesar de la diferencia entre ambas acepciones estas unidades se caracterizan por tener
autonomía morfológica y sintáctica; o sea, funcionan por sí mismas, en relación con las demás en el nivel
sintáctico y en el morfológico.

2. EL SINTAGMA

2.1. En una primera aproximación al sintagma hemos de entender por tal una unidad superior a la
palabra, jerárquicamente hablando, que presenta autonomía sintáctica dentro de la oración. Esta unidad
frente a las otras dos unidades aquí estudiadas, la palabra y la oración, no cuenta con larga tradición.
Ferdinand de Saussure designa con este término la combinación de dos o más elementos, de diferente
complejidad, que contraen relaciones gramaticales en relación con el carácter lineal de los signos. Tanto
sería sintagma gatos, formado por un lexema y un morfema, como el gato negro, o que busca el peligro.
Es pues, dentro del estructuralismo y del generativismo donde se utiliza este término, por necesidades
metalingüísticas, para referirse a secuencias que aparecen en el análisis con autonomía sin denominación
específica adecuada. La existencia de secuencias como La Puerta de Alcalá, que funciona como un todo
dentro de oraciones como La Puerta de Alcalá está en Madrid, justifica la necesidad.

A partir de la aceptación de la necesidad de esta unidad, no todas las corrientes lingüísticas lo


han tratado exactamente de la misma manera. Incluso, se han sugerido otros términos como el de frase
o grupo , por citar las más conocidas por nosotros. De manera general ha sido entendido como el
conjunto de elementos gramaticalmente relacionados susceptible en bloque de asumir dentro del nivel
jerárquico superior, es decir, dentro de la oración, una función (sujeto, objeto, atributo, etc.) También
puede funcionar de manera unitaria, dentro de otro sintagma, el cual aumenta en complejidad.
Estructuralmente se organizan de manera general como un elemento nuclear o principal y otro marginal o
dependiente. La naturaleza léxica del término principal es utilizada para dar nombre a los diferentes
sintagmas. Por lo tanto, un sintagma como el gato negro recibe la caracterización de sintagma nominal ,
uno como subió la escalera, sintagma verbal , uno com baostante débil, se caracteriza como sintagma
adjetivo o uno comomuy alegremente, se reconoce como sintagma adverbial . Todavía existen
secuencias introducidas por preposición con capacidad de asunción, de forma unitaria, de funciones
dentro de estructuras jerárquicamente superiores, que reciben el nombre de sintagmas preposicionales y
no presentan internamente la organización núcleo-complemento, de manera que el núcleo dé nombre a
todo el conjunto; su estructura es una preposición y un nombre o sintagma nominal: de la niña.

Pormenorizando, según S. Stati, el sintagma ha sido definido:

a) Como grupo de dos palabras relacionadas dentro de una oración de diferente modo,
estructuralmente, una regente y otra regida, no necesariamente una junto a otra. En una oración como
Alguien pidió entonces pan tierno y chocolate, existen cuatro sintagmas con relación subordinante: pidió
entonces, pidió pan, pan tierno y pidió chocolate; uno en relación predicativa: Alguien pidió; y uno en
coordinación: pan y chocolate.

b) Grupo binario de morfemas o monemas en una unidad superior, que es sustentado por Frei y
por Martinet.

c) Grupo de dos constituyentes de variada complejidad, de los cuales la oración es el superior


jerárquicamente hablando, a su vez constituida por otros sintagmas constituyentes, así sucesivamente
hasta llegar a sintagmas constituidos por monemas. Como constituyentes inmediatos de la oración sirven
para definir la oración como la estructura formada por un SN y un SV y para definir en segunda instancia
la función de sujeto como la desempeñada por el SN constituyente inmediato de la oración.

2.2. Los elementos integrantes del sintagma, los monemas, en Martinet, tienden a amalgamarse
para funcionar como un todo, incluso como unidad acentual; sin embargo, los sintagmas resultan de elegir
cada uno de sus elementos integrantes entre otros con posibilidades de ocupar su hueco, frente a los
llamados sintemas, cuyos elementos integrantes no son intercambiables por otros susceptibles de ocupar
sus huecos. Por ejemplo: de madera verde es un sintagma, pues en lugar de de pueden aparecer con, por,
en, etc; en lugar de madera, pueden aparecer, tela, cristal, plástico, etc.; en lugar de verde, pueden
aparecer, negra, flexible, cara, etc. Por el contrario, de vez en cuando ha de elegirse en bloque, sus
elementos no son intercambiables con otros.

2.3. Los sintagmas establecen entre ellos relaciones y a su vez son resultado de relaciones de
elementos en el discurso, relaciones in praesentia, opuestas a las que los elementos mantienen en el
sistema de naturaleza asociativa, o in absentia. Si las relaciones de los elementos monemáticos se da
dentro del sintagma reciben el nombre de homosintagmáticas, y si se dan entre morfemas de sintagmas
diferentes se denominan heterosintagmáticas. La relación existente entre gat- y -o en gato es
homosintagmática, y la que hay en gato pequeño entre -o y -o es heterosintagmática.

3. LA ORACIÓN

El concepto de oración, como el de palabra, de larga tradición, ha sido muy rentable como
unidad básica en la descripción gramatical. Nosotros podemos decir que oración es una estructura
sintáctico semántica de naturaleza sistemática, y en consecuencia abstracta, que presenta la organización
estructural SN+SV, con un verbo como núcleo del SV en forma personal.

3.1. Criterios para su definición

3.1.1. Desde un punto de vista semántico la oración ha sido concebida como unidad con sentido
completo. Así la entendían tanto Dionisio de Tracia como Prisciano. La Grammaire de Port Royal, en la
misma línea la hace equivalente del juicio lógico , entendido como organización de sujeto y predicado.

3.1.2. Un planteamiento formal, como el adoptado por L. Bloomfield, que su vez se inspira en A.
Meillet, define oración como forma independiente que no se incluye en ninguna forma superior, por
exigencia gramatical. No tiene elementos suyos fuera de ella, ni depende de elementos externos.

3.1.3. Funcionalmente el concepto de oración reposa en el verbo como indicador de funciones; es


decir, el verbo contiene, a modo de valencias, las posibilidades funcionales semánticas. Un verbo como
dar contiene indicación semántica de las funciones agente, paciente y beneficiario.

3.2. Oración, cláusula y nexus

Hay que subrayar que el concepto de oración ha sido denominado con otros términos: en francés
se ha expresado con el de phrase , y en inglés con el de sentence . Además, hay autores que
diferencian oración y cláusula , oración y nexus , oración y proposición . En las tres parejas el
segundo elemento está integrado dentro de la oración, pudiendo contener cada oración uno solamente, o
más de uno. Cláusula y nexus equivalen a la estructura estricta de SN+SV. Proposición es, o bien una
cláusula integrante de una oración, o el contenido semántico oracional.

3.3. Oración y enunciado

La oración debe ser considerada como una determinada estructura sintáctico-semántica


estudiable intralingüísticamente; y el enunciado, el resultado de un acto de enunciación, como unidad
mínima de comunicación lingüística, que no siempre presenta forma de oración gramatical.

3.3.1. Es decir, la oración tiene naturaleza gramatical, límites gramaticales, conclusividad y


unidad gramaticales. Si esto no se tiene presente y se pierde la distinción entre oración y enunciado, a éste
se le aplican caracteres gramaticales y a la oración los propios del enunciado. Se habla con enunciados,
como unidades de comunicación lingüística, los cuales se construyen con unidades de lengua: oraciones,
sintagmas y palabras.
3.3.2. Los límites del enunciado los marca el cambio de fuerza ilocutiva, no el cambio de
interlocutor. En ejemplos como: ¿Vas a ir al fútbol? El Madrid va a perder hoy, podríamos ver una
articulación de enunciados con cambio de fuerza ilocutiva. El interlocutor puede responder: Sí voy. No
pierde; ¡Qué va! No pierde (a su vez articulado). Con respuestas a las dos partes articuladas en la
intervención del primer sujeto y consideradas aisladamente. Pero puede responder también a ambas partes
a un tiempo: Sí, le van a meter una goleada; Sí, pero no pierde; No, va a perder por goleada, etc.

3.3.3. La elipsis

Los enunciados se hacen más o menos extensos en relación inversa con el apoyo, mayor o
menor, prestado por el contexto. Ante esto, el concepto de elipsis referido a las estructuras sintácticas
oracionales, incluidas en los enunciados, hay que manejarlo con cuidado, entendiendo como elíptica
aquella construcción recuperable mediante la aplicación de reglas rigurosas y sólo si se acepta la
existencia de estructuras previas y desde un punto de vista estrictamente lingüístico.

Aunque la oración sea la unidad eminente de la lengua para formular enunciados no se puede
decir que cualquier otra formulación discursiva, rhesis o interjecciones, (en terminología de Buyssens)
sea el resultado de una elipsis. Es decir, una cosa es falta de plenitud lingüística en las oraciones, y otra,
falta de plenitud enunciativa, por razones lingüísticas o contextuales. Por ejemplo: Tú irás a verlo es una
oración completa sintácticamente, pero semánticamente no tanto, por la presencia de formas
pronominales. Sin embargo, como enunciado, probablemente funcionará bien, puesto que el contexto
suplirá la falta de plenitud semántica.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA COMENTADA

Para el concepto de palabra puede consultarse J. LYONS, Introducción en la lingüística teórica,


Teide, Barcelona,1970, en donde aborda los criterios para diferenciar oración, haciendo especial
distinción entre lo que es palabra gramatical y palabra fonológica. J.C. MORENO CABRERA, Curso
Universitario de Lingüística, Tom. II, Ed. Síntesis, Madrid, 1994, es muy claro a la hora de explicar la
ambigüedad del término palabra y la diferencia entre este término y listema . Para estas mismas
cuestiones J. ROCA PONS, Introducción a la gramática, Teide, Barcelona, 1960, aunque puede verse, en
principio, un poco farragoso al no dedicar subapartados a los diferentes criterios para la definición de
palabra. Una presentación muy completa y ordenada sobre el sintagma existe en S. STATI, La sintaxis, Ed.
Nueva Imagen, Méjico, 1979. También se puede consultar A. VERA, Fundamentos de análisis sintáctico,
Univ. de Murcia,1994. Todas las cuestiones relativas al concepto de oración puede ser estudiadas en
G. ROJO, Cláusulas y oraciones, Verba, Anejo 14, Santiago de Compostela. Para profundizar en sus
diferencias con enunciado, R. ESCAVY, Nuevas precisiones sobre oración y enunciado H , omenaje al
Profesor Roldán, Murcia 1997, págs 113-139. El libro de J.M. HERNÁNDEZ TERRÉS, La elipsis en la teoría
gramatical, Murcia, Public. del Dpto. de Lingüística General, Univ. de Murcia, 1984, es definitivo a la
hora de estudiar este fenómeno.
TEXTOS DE APOYO

Esas son auténticas formas lingüísticas y transmiten significado, pero aparecen solamente en
construcción, como parte de una forma más amplia. Las formas que se presentan como oraciones son
formas libres. No todas las lenguas utilizan formas ligadas: el chino moderno, por ejemplo, parece no
tenerlas.
Una forma libre que consta en su totalidad de dos o más formas libres menores, como por
ejemplo, pobre Juan o Juan huyó, o, sí, señor, es una frase. Una forma libre que no es una frase, es una
palabra. Una palabra, pues, es una forma libre que no esta constituida por ( dos o más) formas libres
más pequeñas; en resumen, una palabra es una mínima forma libre.
L. BLOOMFIELD: Language, 1933.(1979, p. 178)

Definiciones de oración:

* Unión de palabras que representan un sentido completo.


(Dionisio de Tracia: Téchne grammatiké)

* Oratio est ordinatio dictionum congrua sententiam perfectam demonstrans.


(Prisciano: Institutiones grammaticae)

* Es un conjunto de articulaciones ligadas por relaciones gramaticales que, sin depender gramaticalmente
de otro conjunto, tienen suficiencia por sí mismas.
A. MEILLET: Introduction à l Étude comparée des Langues Indo-EuropéennesP, aris, 1949, p.
335.

Los elementos se alinean uno tras otro en la cadena del habla. Estas combinaciones que se
apoyan en la extensión se pueden llamar sintagmas. El sintagma se compone siempre, pues, de dos o más
unidades consecutivas(por ejemplo: re- leer, contra todos; la vida humana; Dios es bueno, si hace buen
tiempo, saldremos, etc.). Colocado en un sintagma, un término sólo adquiere su valor porque se opone al
que le precede o al que le sigue o a ambos.
F. DE SAUSSURE: Curso de Lingüística General, Losada, Buenos Aires, 1971, pág. 207-8.

El sintagma autónomo

Se da el nombre de sintagma a toda combinación de monemas. Un sintagma autónomo es la


combinación de dos o más monemas, cuya función no depende de su posición en el enunciado. Puede ser
del tipo el año pasado, en el que el conjunto de los monemas indica su relación con el contexto. Con más
frecuencia está provisto de un monema funcional que asegura la autonomía del grupo. Los segmentos de
enunciado, en coche, con mis maletas, son sintagmas autónomos. Un monema como ayer expresa por sí
mismo sus relaciones con el contexto; en el segmento en coche, es el primer monema en el que expresa
las relaciones del segundo, coche, con el contexto. Sucede lo mismo en el sintagma autónomo mínimo
con placer o en los sintagmas más complejos, como con mis maletas o con el mayor placer. En finlandés
kirkkossa «en [la] iglesia» el segundo monema -ssa expresa la función del primero kirkko-.
A. MARTINET: Elementos de Lingüística General, Madrid, 1972 pág. 141.

Toda combinación de signos de significado propio y coherente es un sintagma. Así, nuestro


amigo ha llegado hoy, nuestro amigo, ha llegado hoy y ha llegado son sintagmas o «unidades
sintagmáticas»; y también lo son nuestr-o y amig-o (en cuanto diferentes de nuestr-a y amig-a). En
cambio, no es un sintagma amigo ha; y tampoco lo es amigo ha llegado (salvo que se trate de alguien o
de algo que se llama Amigo).

E. COSERIU: Lecciones de Lingüística General, Madrid, 1981, pág. 166.


TEST DE AUTOEVALUACIÓN

1.- La palabra es una unidad gramatical cuyo estudio corresponde


a) A la sintaxis, puesto que se compone de monemas.
b) A la morfología, porque así se ha hecho a lo largo de la tradición.
c) A la semántica, pues el correlato lingüístico de los objetos y de las ideas.
d) Puede ser definida y estudiada desde diferentes puntos de vista teóricos.
2.- En una expresión como: año de nieve, año de bienes, podemos decir que hay cuatro palabras
a) Porque al contarlas hay cuatro, si descontamos de y año.
b) Porque al contarlas hay seis.
c) Porque hay cuatro listemas.
d) Cuatro, si consideramos los listemas, o seis, si tenemos en cuenta el criterio fonológico.
3.- El criterio fonológico trata de definir la palabra
a) Apoyándose en la pausa potencial y en fenómenos como la juntura.
b) Reconociendo la naturaleza psicológica de la palabra, cuyos sonidos se escriben como se
pronuncian.
c) Por su aislabilidad, orden y cohesión de los morfemas.
d) Porque su significación depende del sonido.
4.- El sintagma es una unidad
a) Necesaria para la descripción morfológica de las lenguas.
b) Autosuficiente sintáctica y semánticamente, constituida por al menos dos elementos.
c) Una secuencia aislable dentro de la oración.
d) La suma de dos palabras y un morfema.
5.- La secuencia a bote pronto
a) Es un sintagma porque donde está a podría estar de.
b) Es sintema porque la elección se hace en bloque.
c) Es un sintema, porque cada uno de los elementos puede dejar un hueco ocupable por otro.
d) Es un sintagma porque podemos decir a bote tarde.
6.- Las relaciones dentro del mismo sintagma son
a) Homosintagmáticas, como la que existe entre -o y -o en perro viejo.
b) Homosintagmáticas, como la que existe entre perr- y -o en perro.
c) Heterosintagmáticas, como las que existen entre niñ- y -a en niña.
d) Son las que mantiene un SN sujeto con un SV predicado.
7.- Una definición formal de oración es la que nos da
a) Prisciano: Unión de palabras que representa un sentido completo.
b) Dionisio de Tracia: Oratio est ordinatio dictionum congrua perfecta demonstrans.
c) La de L. Bloomfield: forma lingüistica independiente, no incluida por virtud de cualquier
construción gramatical en alguna forma lingüística más amplia.
8.- Las definiciones de Dionisio de Tracia y de Prisciano son
a) Una semántica y otra formal.
b) Las dos de naturaleza semántica.
c) Las dos funcionales.
d) La de Dionisio semántica y la de Prisciano funcional.
9.- Oración y enunciado son
a) Dos unidades, una sistemática y otra pragmático-comunicativa.
b) Dos unidades iguales con nombre diferente.
c) El enunciado siempre presenta la estructura SN+ SV.
d) La oración es una estructura SN+SV+ Fuerza Ilocutiva.
10.- Entendemos como elipsis
a) El fenómeno que elimina elementos sin más.
b) La utilización de palabras sueltas.
c) El fenómeno que reduce una estructura, que puede recuperarse de nuevo aplicando reglas.
d) Asunto estudiado por S. Stati, el cual figura en la bibliografía

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