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La Sintaxis es la parte de la lingüística que estudia el modo en que se combinan las palabras para
formar unidades mayores, la estructura interna de esas unidades así como las relaciones que se
establecen entre ellas.
Los hablantes nativos suelen diferenciar las secuencias bien formadas, las que su gramática mental
puede producir, de las que las reglas de su lengua no son capaces de elaborar. El conocimiento de
esas reglas es un conocimiento tácito o inconsciente, y no explícito.
El conocimiento que el hablante tiene de su lengua es finito, y aún así puede elaborar infinitas
oraciones. Cualquier hablante puede entender una oración que no había oído antes y crear una
oración que no había sido formada antes. Esto es posible gracias a la propiedad de la recursividad,
que permite crear un número infinito de oraciones a partir de un número finito de reglas.
El objetivo de la sintaxis es explicitar el conocimiento mental que los hablantes tienen sobre el modo
en que se combinan las palabras para formar unidades mayores y definir de un modo preciso:
a) Se denomina gramática interna el sistema lingüístico completo que alberga nuestra mente y nos
permite hablar. Es objeto de estudio de Fonología, Morfología, Sintaxis y Semántica.
d) También se emplea gramática para hacer referencia a las obras de análisis gramatical. Si afirmamos
la Nueva gramática de la lengua española de la RAE es la gramática más completa, estamos usando
este cuarto sentido del término.
e) Se habla de gramática para hacer referencia a las diferentes teorías que se elaboran para dar cuenta
de los hechos lingüísticos. Este es el sentido empleado por la gramática generativa, gramática
funcional o gramática cognitiva.
Noam Chomsky es uno de los lingüistas más destacados en la actualidad. Con él se inició la gramática
generativa y lo que se ha llamado el giro cognitivo en Lingüística, un nuevo modo de explicar el
lenguaje. Este nuevo enfoque supuso dos cambios: en primer lugar, se deja de ver el lenguaje como
un objeto externo al hombre para considerarlo un parte de nuestra mente o cognición; en segundo,
se formula una hipótesis innatista sobre la adquisición del lenguaje. En el modelo generativo la
Sintaxis tiene un papel fundamental, mayor al de la Morfología y Fonología.
1.3.1. La gramaticalidad.
Decimos que es una secuencia bien formada o gramatical, cuando determinada unidad sintáctica se
ha formado de acuerdo con los principios de la gramática de una lengua. Si la estructura no se ajusta
a los principios combinatorios de una lengua, se llama agramatical. Los segmentos agramaticales se
marcan con un asterisco: mis otros amigos / *Amigos mis otros.
Los datos negativos son segmentos agramaticales, secuencias de la gramática que una lengua no
puede originar. Son datos de introspección, ejemplos que el investigador construye y que le ayudan a
entender cuáles son las reglas gramaticales, pues señalan sus límites. Los datos negativos ayudan a
entender cuáles son los límites de los movimientos de las palabras. Por ejemplo puede estudiar
cuánto se puede alejar las palabras interrogativas y exclamativas del verbo: ¿Quién dice Juan que ha
venido? / *¿Quién dice Juan cómo ha venido?
En resumen, las oraciones se construyen de acuerdo a unas reglas son las gramaticales, las que no
siguen estas reglas son agramaticales. Ambos tipos de datos dan cuenta a la teoría del lenguaje.
Los datos de introspección son datos construidos por el propio lingüista o por informes ajenos.
Empleamos nuestra intuición sobre el sistema gramatical porque forma parte de nuestra naturaleza.
Los datos de corpus son obtenidos a propósito por el lingüista. Son complementarios a los anteriores,
ya que ayudan a completar los paradigmas con ejemplos en los que el investigador no había pensado
y dan información sobre variantes diferentes de las que emplea el lingüista.
a) Las palabras se clasifican en un conjunto limitado de tipos, llamados clases de palabras o categorías
gramaticales.
b) Las palabras se combinan para formar unidades superiores, llamadas sintagmas.
c) La combinación de sintagmas da lugar a oraciones. Una oración tiene una estructura interna, no es la
simple suma de elementos.
d) Entre los constituyentes sintácticos se establecen relaciones distintas, llamadas funciones.
Estudiaremos dos: sintácticas y semánticas.
Todos los hablantes de una lengua cuentan con una gramática en su mente, y una parte es el léxico,
una especie de diccionario mental que se puede ir ampliando a lo largo de la vida. Al aprender
palabras, las archivamos en la mente y archivamos también sus características (tipo de palabra, cómo
combinarla, sus cambios morfológicos).
Las palabras no son todas iguales, sino que se dividen en clases por sus propiedades gramaticales.
Una clase de palabras o categoría gramatical es un conjunto de palabras que comparten una serie de
propiedades gramaticales. Las palabras se agrupan por clases, tienen una forma prototípica y se
combinan con las otras dependiendo de la clase a la que pertenezcan.
Cuando se le pide a un estudiante que ponga “etiquetas categoriales”, se le está diciendo que indique
la clase a la que pertenece cada palabra. La derivación que vimos en el tema 4 a veces cambia la
categoría de la base o el sentido de la clase de la palabra.
El término categoría gramatical también se utiliza para hacer referencia a los contenidos de los
morfemas flexivos, conceptos como tiempo, modo, caso, género, número…
Estas son las principales clases de palabras que se reconocen hoy en día:
No hay acuerdo entre los gramáticos sobre cuántas clases de palabras hay. Algunas se reconocen
desde las primeras gramáticas y otras son más nuevas. Cada teoría gramatical debe determinar qué
clases de palabras reconoce y qué criterios emplea para delimitarlas.
Tradicionalmente se emplea una mezcla de tres criterios para clasificar las palabras:
1. Criterio semántico: se clasifican las palabras por su significado. La definición de nombre o adjetivo es
semántica. Se caracterizan los nombres como las palabras que designan personas, animales o cosas, y
los adjetivos como las palabras que denotan cualidades. Los criterios semánticos siempre deben
acompañarse de propiedades morfológicas o sintácticas porque algunas veces no se cumple esta
definición. La palabra traducción, por ejemplo, es un nombre pero no denota un objeto sino una
acción.
2. Criterio morfológico: se clasifican las palabras por su forma, por el tipo de afijos que llevan o por
otros aspectos morfológicos. Se puede dar como característica definitoria de los adverbios que son
invariables, y los verbos se pueden definir como las palabras que tienen flexión. Ejemplo: llega-ba,
pretérito imperfecto de indicativo, 3ª persona del singular.
3. Criterio sintáctico: se clasifican las palabras por el modo en que se combinan con otras palabras. Un
sustantivo admite ante él determinantes que concuerdan con él (estos libros), o puede ser
modificado por un adjetivo que también concuerda con él (estos libros rojos).
2.4. CATEGORÍAS LÉXICAS Y FUNCIONALES.
Las palabras se clasifican por su tipo de significado (léxico o gramatical) en categorías léxicas y
funcionales.
Las categorías léxicas son palabras que tienen contenido descriptico, como coche (objeto de cuatro
ruedas, volante…). Las categorías funcionales son palabras cuyo significado se establece en función
de la gramática (que, mi, ellas), por lo que resulta difícil de explicitar para un hablante que no tenga
conocimientos de ellas. Ellas, por ejemplo, no tiene contenido descriptivo sino que es un conjunto de
rasgos gramaticales (3ª persona, plural, femenino…).
CATEGORÍAS LÉXICAS
CATEGORÍAS FUNCIONALES
El estudio de la Sintaxis es en gran medida el estudio de las categorías funcionales, porque sirve de
unión a las categorías léxicas.
Los determinantes constituyen una clase de palabras que determinan o cuantifican el nombre, tienen
significado gramatical; y los adjetivos calificativos denotan propiedades o relaciones y tienen
significado léxico. Los determinantes denotan qué miembro o cuántos miembros de la clase
denotada por el sustantivo se deben tomar en consideración. Su contribución al sintagma en el que
están es muy diferente de la aportación de los adjetivos calificativos.
Todos los determinantes tienen la capacidad de convertir un nombre común en una expresión
referencial, es decir, una expresión que hace referencia a individuos u objetos del mundo real. La
presencia del determinante permite a un nombre común en singular aparecer como sujeto preverbal:
*Coche funciona bien / El coche funciona bien.
Los determinantes, a diferencia de los adjetivos, forman paradigmas cerrados (menos el numeral
cardinal). Se pueden distinguir las siguientes subclases:
La posición de los determinantes dentro del sintagma nominal es diferente a la de los adjetivos. Los
adjetivos pueden ir pre o postnominal. Los determinantes aparecen normalmente prenominales y
más alejados del núcleo nominal que los adjetivos: mis bonitos zapatos / *bonitos mis zapatos.
Las categorías transversales constituyen agrupaciones transversales de las clases que hemos
estudiado y se definen por sus propiedades gramaticales y semánticas.
- Demostrativos: Tienen naturaleza deíctica; se emplean para mostrar o señalar algo del contexto
extralingüístico (aquí) o lingüístico (Juan estaba triste y eso me apenó).
Este cuadro muestra ejemplos de cruce de las categorías tradicionales con las categorías
transversales.
En las tres primeras clases los criterios para definirlas son semánticos (denotan deixis, cantidad,
posesión), mientras que las dos últimas hacen referencia al funcionamiento gramatical. Por ello, son
compatibles entre sí. Por ejemplo, cuyo/esto/cuanto, aparte de ser interrogativo y relativo, son
cuantificadores.
Las palabras se agrupan y forman unidades mayores: sintagmas. Un sintagma es un grupo de palabras
que se comporta como una unidad y puede ser objeto de procesos sintácticos.
El concepto de sintagma es muy importante en la Sintaxis actual porque es una unidad de análisis
intermedia entre la palabra y la oración, las dos que tradicionalmente se reconocen.
Las palabras no son componentes directos de la oración, sino que se combinan para formar
sintagmas. Los sintagmas pueden desempeñar distintas funciones en la oración y son la categoría
relevante para explicar numerosos procesos gramaticales.
Los gramáticos modernos coinciden en que todas las categorías léxicas dan lugar a sintagmas
encabezados por ellas.
Hay sintagmas compuestos por una única palabra, y otros compuestos por varias. Un sustantivo
como Juan puede ser a la vez sintagma nominal y nombre, no supone una contradicción.
Dentro de un sintagma puede haber otro del mismo tipo, o de un tipo distinto.
Ejemplos:
Algunos gramáticos no aceptan este tipo de sintagmas, porque según ellos una preposición no puede
ser núcleo; analizan el SP como un sintagma exocéntrico, sin núcleo. A los sintagmas que llevan
núcleo los llaman endocéntricos.
El argumento que usan para llamar a los sintagmas con preposición exocéntricos, es el de supresión,
porque normalmente en un sintagma se pueden eliminar todos los componentes menos el núcleo.
Ejemplo: Juan come lasaña de espinacas al vinagre, lo único de lo que no se pude prescindir es el
núcleo lasaña.
En el SP, son igual de importantes término y núcleo, porque no se puede prescindir de ninguno: Vino
la función / Vino durante.
Argumentos que demuestran que algunas preposiciones son núcleos del SP (Bosque 1989; Bosque y
Gutiérrez-Rexach 2008; Larson 2010:218):
a) Suprimir o no un elemento tiene que ver con la relación semántica entre núcleo y complemento, y no
tanto con la estructura del sintagma. Por ejemplo, algunos verbos transitivos pueden aparecer sin su
complemento directo (beber, comer, escribir) y otros no (considerar, dar, poseer); esto no quiere
decir que lo primeros sean núcleos y los segundos no. El verbo dar es núcleo aunque *Lucía da, sea
agramatical. De la misma manera, desde es núcleo, aunque *Vino desde, sea agramatical.
b) Los verbos restringen semánticamente los complementos que seleccionan. Por ejemplo, el verbo
comer exige que su complemento sea algo que pueda ser comido (excepto en usos figurados: se
comió sus palabras). Así, algunas preposiciones tienen significado léxico –dirección, instrumento,
duración…- por lo que también restringen semánticamente a sus complementos. Ejemplo: durante,
requiere de un sustantivo que pueda denotar periodo de tiempo, durante el invierno, no *durante la
casa.
c) Los núcleos transmiten sus propiedades al sintagma que encabezan. Determinados verbos como
dirigirse exigen un complemento locativo que denote dirección, y otros como el verbo poner,
requieren de un complemento locativo que indique ‘lugar de donde’. Con el verbo dirigirse diríamos
‘hacia su casa’, y con el verbo poner, diríamos ‘en el cajón’. Por lo tanto, la preposición es la que
determina el significado de todo el sintagma, y hace que este se combine con unos predicados u
otros. Ejemplo: SP (loc): P(loc) en + SN la playa; SP (dir): P(dir) hacia + SN la playa.
Los SP anteriores tienen las propiedades de sus núcleos y estas propiedades explican su distribución:
En la playa se combina con poner: Poner la toalla en la playa; en tiene un significado locativo que
transmite al SP que encabeza y el verbo poner requiere de un SP con el rasgo locativo.
Para evitar polémicas sobre si las preposiciones pueden ser núcleos, podemos considerar que hay dos
tipos de preposiciones. Por un lado estarían las que, sin dejar de ser elementos relacionales, tienen
significado léxico y se les puede asignar un contenido semántico (locativo, temporal, final…); éstas
restringen semánticamente a su complemento: entre, durante, desde, con, para. Por otro lado, un
grupo de preposiciones tienen significado funcional, son marcas gramaticales de relaciones entre
elementos, como por ejemplo a y de: Vi a María / detrás de ti.
Una estructura plana asume que las oraciones son puras sumas lineales de palabras sin jerarquía: El
niño vio la película.
Sin embargo, las palabras se agrupan en unidades mayores, sintagmas, y los sintagmas se van
agrupando en sintagmas mayores formando oraciones. Aunque una palabra se encuentre a la misma
“distancia” de las palabras que van delante y detrás de ella, las agrupaciones las acercan más a unas u
a otras: niño, establece una relación, con el, no con vio.
Los sintagmas se pueden segmentar en unidades menores: el + niño; vio + la película (la + película); y
si siguiésemos segmentando pasaríamos de la Sintaxis a la Morfología.
Det1 ---- El
SN1
N1 ------- niño
O V --- vio
SV Det2 -- la
Esta jerarquía se puede marcar tambiénSN2
con corchetes (representación lineal con corchetes):
N2 ----- película
[O [SN El niño] [SV vio [SN la película]]]
Una oración es ambigua cuando tiene dos significados. Esto puede pasar si alguna de las palabras de
la oración es ambigua, o tenga dos significados. A esto se le llama ambigüedad léxica.
Una oración también puede ser ambigua, sin necesidad de que ninguna de las palabras que la
componen lo sea. La razón de que haya más de un significado puede ser la diferente manera de
agruparse que tienen las palabras, su estructura interna. Esto se denomina ambigüedad estructural.
Por ejemplo, la frase ‘María habló a los estudiantes de Lingüística’ tiene dos significados: a) María
habló a los estudiantes que son de Lingüística, b) María habló de Lingüística a los estudiantes.
Como las palabras que componen una oración forman sintagmas, se espera que los procesos
sintácticos tengan lugar sobre los sintagmas. Si determinado proceso afecta a un conjunto de
palabras, se puede decir que constituyen un sintagma. Estos son algunos procesos sintácticos:
a) PRONOMINALIZACIÓN.
Si un grupo de palabras puede ser sustituido por un pronombre, ese grupo forma constituyente.
Un sintagma puede estar compuesto por una única palabra o por varias:
- Juan está viendo una película, que María le recomendó ayer por la noche – Juan la está viendo. *Juan
la está viendo, que María le recomendó…
b) DESPLAZAMIENTO.
Cuando un grupo de palabras forma un sintagma, se puede desplazar desde su posición canónica en
la oración hasta otra posición. En las oraciones ambiguas sólo con la primera lectura podemos derivar
la oración según el significado que le queramos dar: [A los estudiantes de Lingüística] es a quienes
María habló. / [A los estudiantes] es a quienes María habló de Lingüística.
También se puede cambiar el orden de los dos complementos del verbo hablar: María habló [de
Lingüística] [a los estudiantes].
El cambio de los constituyentes no sería posible, sin embargo, si de Lingüística estuviese dentro del
sintagma de estudiantes:
A veces si se agrupan mal las palabras la oración puede ser agramatical, como en el segundo caso.
Los sintagmas pueden servir para formar preguntas y también son respuestas adecuadas a preguntas.
Si se puede preguntar sobre un el conjunto de palabras muestra que se trata de constituyentes.
- Juan vio a cuatro niños > ¿A cuántos de los niños vio Juan?
- Mary bought the syntax book? > What did Mary buy?
La respuesta no va a ser ‘Juan vio a’, porque se puede omitir, por lo tanto no forma constituyente ni
sintagma, a pesar de ser una secuencia lineal de palabras.
En resumen, las palabras se agrupan en unidades mayores denominadas sintagmas. Entre los
procesos sintácticos destacan los siguientes:
Las unidades que hemos estudiado hasta ahora establecen relaciones entre ellas dentro de una
organización jerárquica superior, y se denominan funciones.
Se distinguen principalmente dos tipos de funciones: semánticas y sintácticas. Estas dos funciones
son características relacionales de las unidades sintácticas. Las funciones suelen establecerse
respecto a otros elementos, como suele ser el verbo (aunque también se pueden definir funciones
dentro del SN o un SA), dentro de una estructura mayor. Los sintagmas pueden realizar distintas
funciones semánticas en la oración, según su posición y significado. Un SN puede ser el agente (quien
hace que la acción se produzca) o el tema (quien sufre la acción), aunque la función sintáctica sea la
misma.
En resumen, la función cambia según la relación que se establezca entre el constituyente cuya
función se define y el elemento del que depende; en cambio, la categoría sintáctica permanece sea
cual sea la función, porque la categoría gramatical es lo que el sintagma es en sí.
Desde el punto de vista semántico, se puede dividir una oración en predicado y argumentos. El
predicado denota un estado, una acción o un proceso, y los argumentos son los participantes en la
acción, estado o proceso, los elementos que requiere el predicado para estar completo (los
argumentos son como los personajes en el guión de una película).
Un verbo necesita ciertos argumentos para que su significado quede completo. Un verbo como
comer requiere de mínimo dos argumentos: la persona que come y aquello que se come. Un verbo
como bostezar requiere sólo un argumento: la persona que bosteza.
Los complementos adjuntos son los sintagmas que no están seleccionados o requeridos por el
predicado al que modifican. Loa adjuntos no son fundamentales y no forman parte del esqueleto
inicial.
Por ejemplo, en la frase ‘Viene los viernes’, encontramos el verbo venir. Este verbo requiere de dos
argumentos: aquel que viene y el lugar de donde se viene. Por lo tanto, los viernes, al ser un sintagma
que denota un periodo de tiempo, no es un argumento, sino que es un adjunto temporal.
Otro ejemplo: Él estudia derecho en Bilbao. El verbo estudiar requiere de dos argumentos, aquel que
estudia y lo que se estudia. Por lo tanto en Bilbao no es un argumento sino un adjunto de lugar.
Prácticamente cualquier acción o proceso se puede localizar en el espacio y tiempo, por lo que casi a
cualquier verbo se le puede añadir un complemento adjunto locativo o temporal que contenga esta
información. Los modificadores adjuntos no dependen de la presencia de un predicado, porque
cualquier acción se puede realizar en Bilbao o los viernes, por ejemplo.
Se pueden diferenciar muchas clases semánticas de adjuntos, como modo, frecuencia, duración,
lugar, tiempo, causa o finalidad.
Se llaman funciones semánticas, papeles semánticos o papeles temáticos los distintos valores
semánticos que toman los argumentos respecto del predicado que los selecciona.
Un predicado como beber exige dos argumentos, y cada uno de ellos realiza una función semántica.
Uno de ellos es el agente, el que realiza la acción, la persona que bebe. El otro será el tema, el
elemento que resulta afectado por el evento denotado en el predicado, aquello que es bebido. El
predicado gustar, también exige dos argumentos. Uno de ellos es el experimentante, quien
experimenta la acción, y un tema, “lo que gusta”.
Aunque hay desacuerdos entre el número de papeles semánticos que existen y su definición, las
definiciones de estos papeles suelen ser intuitivas. Esta tabla incluye una lista no exhaustiva de los
papeles semánticos.
PAPEL
DEFINICIÓN EJEMPLO
SEMÁNTICO
Los complementos de lugar y tiempo suelen ser adjuntos y, por lo tanto, no forman parte del
significado básico de la mayoría de lo predicados. Sin embargo, un pequeño grupo de predicados
requiere por su significado, un complemento locativo o temporal argumental. En algunas oraciones
se pueden eliminar esos elementos y no cambia el significado, en otras al eliminarlos la oración
quedaría incompleta.
En la práctica a veces puede resultar difícil distinguirlos. Una de las pruebas más fiables para
diferenciarlos es la opcionalidad: un argumento suele ser obligatorio, mientras que un adjunto no
suele serlo y se puede eliminar.
a) Hay verbos, que sin dejar de ser el mismo (significado), tiene dos acepciones diferentes, una
transitiva y una intransitiva, y cada una se asocia a una estructura argumental distinta. Ejemplo:
Cuando el verbo cambia ligeramente de significado, como en el caso anterior, también puede
cambiar su estructura argumental, pues ésta depende del significado del predicado.
b) Sostenemos que este tipo de verbos tienen dos argumentos. Por ejemplo, en la frase Álvaro ya ha
comido Ø, habría un complemento que no tiene realización fonética (representado como Ø en la
oración), y su significado se recupera en parte a partir del verbo y es algo ‘susceptible de ser comido’.
En este análisis el verbo comer sería siempre transitivo.
La existencia de sintagmas sin realización fonética se postula ya en la tradición gramatical (Ø llegaron
ayer). Para saber bien en qué contextos se puede emplear una explicación gramatical de este tipo (sin
realización fonética), y en cuales no, existen las categorías vacías, y también se analiza de donde
proceden sus rasgos gramaticales y semánticos.
Además de las relaciones semánticas, existen las funciones sintácticas, que constituyen unidades de
análisis tradicional. Las funciones sintácticas son relaciones formales que se establecen entre los
constituyentes sintácticos y permiten interpretar la manera en que se vinculan gramaticalmente los
elementos de una oración. No nos basta con saber el significado de cada palabra por individual, sino
que necesitamos conocer la relación de dependencia que se establece entre ellas. Ejemplos:
En estas frases el viernes tiene una relación dependencia distinta con respecto al verbo, pues en una
designa quien realiza la acción (sujeto) y en la otra es el complemento circunstancial.
Las funciones sintácticas de definen a través de criterios estructurales (no semánticos), como la
posición que ocupa un sintagma en la organización de la frase, o bien a partir de otros criterios como
la aparición de ciertas marcas formales. La concordancia sujeto-verbo permite identificar al sujeto, la
posición a la preposición, y marcas como la preposición a, el complemento indirecto.
El análisis sintáctico tradicional suele limitarse a señalar las dependencias funcionales en el seno de la
oración.
Relación
Relación sintáctica Ejemplo
semántica
- Andoni llegó pronto
Argumento Sujeto
- Le sorprendió que viniera
- Andoni llegó pronto.
Predicado Predicado
-Daniel era muy simpático.
-Vi la película.
Argumento Complemento directo
-Vi a Daniel.
-Piensa en ti.
Argumento Complemento de régimen
-Depende de cómo llegues.
Argumento o -Di un regalo a su hija.
Complemento indirecto
adjunto -Hice un pastel a mi tía.
De tiempo - Vino ayer.
De lugar - Comimos en el patio.
De modo - Trabaja lentamente.
De cantidad - Llueve mucho.
Complemento De finalidad - Estudia para aprobar.
Adjunto
circunstancial De causa - Llegó tarde por el atasco.
De instrumento - Abrió con la llave.
De compañía - Vine con él.
De provecho,
- Cantaron para ella.
beneficio o daño
Predicado Atributo - Alba es inteligente.
- Luis llegó cansado.
Predicado Complemento predicativo. -Considero a María una buena
amiga.
En este apartado hemos repasado dos tipos de funciones, semánticas y sintácticas, dos tipos de
relaciones que se puede establecer entre un verbo y el resto de constituyentes de la oración. Se trata
de unidades de análisis básicas para ayudar a explicar cómo se combinan las palabras para formar
oraciones.