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Dictamen nº 34973 de Contraloría General de la República,


of September 20, 2001

Id. vLex VLEX-239997410

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Summary

no procede reabrir proceso sumarial instruido en servicio de salud del ambiente en contra de
funcionario y que significo la aplicacion de la medida disciplinaria de destitucion, en razon de
haber intervenido en asuntos en que tenian interes su conyuge e hijo, infringiendo el principio de
probidad administrativa del art/78 letra b) de ley 18834, el que impone a los funcionarios el
deber de evitar que sus prerrogativas o esferas de influencias se proyecten en su actividad
particular, en cuya virtud el ex funcionario estaba impedido de fiscalizar los establecimientos
comerciales donde la empresa de su conyuge e hijos habian prestado servicios. lo anterior, no
obstante declaracion jurada presentada por una empresa senalando que no fue el sancionado
quien concurrio a sus oficinas sino su hijo, pues si bien ello desvirtua una parte de los cargos,
esto es, el haber concurrido personalmente a la empresa, no lo hace con la segunda parte, dado
que los hechos que lo fundamentan estan debidamente establecidos, como tambien la
responsabilidad que en ellos le asiste, las que tienen el merito suficiente para aplicarle la
sancion atendida la gravedad de la conducta reprochada. tampoco tiene el efecto anterior un
certificado emitido por la empresa, pues este solo ratifica la existencia de la relacion laboral
entre esta y la de los parientes del inculpado, pero no desvirtua que este fiscalizo locales de
alimentos en los cuales la empresa de su conyuge e hijos efectuo labores sanitarias, lo que esta
suficientemente acreditado en el proceso, de tal manera que no hay hechos nuevos en el
mismo.; enseguida, si bien no procede hablar de cosa juzgada de los actos administrativos,
dado que tal efecto es propio de los organos jurisdiccionales, ello no significa que pueda
constantemente revisarse las decisiones recaidas en materia disciplinaria, realizando una nueva
ponderacion de los mismos hechos, dado que ello alteraria el nivel de certeza que reviste a
estas decisiones y mantendria una incertidumbre permanente tanto en la administracion como
en los funcionarios comprendidos dentro del proceso sumarial. ademas, distraer recursos
atendiendo sucesivas presentaciones sobre hechos cuyo estudio esta suficientemente agotado,
atentaria contra la eficiencia en el cumplimiento de los objetivos del servicio, conforme lo exige
art/10 de ley 18575. finalmente, solo procede reabrir un proceso sumarial cuando en la
tramitacion no se cumplieron rigurosamente las instancias del debido proceso o cuando con
posterioridad hayan aparecido o se aporten antecedentes que hagan variar, sustantivamente,
los hechos que respaldaron la aplicacion de una medida disciplinaria

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N° 34.973 Fecha: 20-IX-2001

El señor Director del Servicio de Salud del Ambiente de la Región Metropolitana se ha dirigido a
esta Contraloría General solicitando la reconsideración del Oficio N° 5.989, de 2001, mediante
el cual se le Informó que esta Entidad de Control se haría cargo de la tramitación de la
reapertura del sumario administrativo instruido en contra del ex-funcionario de ese Servicio, don
VHRB y que concluyó con su destitución, con el fin de agotar la investigación de los hechos de
autos, sosteniendo la aludida autoridad que, a su juicio, resulta absolutamente improcedente la
reapertura del mencionado proceso disciplinario, atendidas las consideraciones que más
adelante se señalarán.

Al respecto, es necesario señalar, previo al análisis de la situación expuesta, que este


Organismo de Control en el Oficio N° 5989 citado se pronunció respecto de una petición del
señor VHRB quien solicitaba, en primer término, invalidar el oficio N° 2.092, de fecha 19 de
enero del presente año, mediante él cual se ratificó la medida disciplinaria de destitución y, por
otra parte, restablecer el pronunciamiento emitido con anterioridad en el dictamen N° 28.750, de
2 de agosto de 2000, que acogía la solicitud de reabrir el sumario.

Ahora bien, la aludida autoridad administrativa solicita, por su parte, se reconsidere el citado
Oficio N° 5.989, en atención a que, a su juicio, resulta improcedente la reapertura del referido
proceso disciplinario, considerando en primer término, que por medio del oficio N° 2092 de
enero de 2001 esta Contraloría fue concluyente y categórica cuando determinó acoger la
reconsideración deducida por ese Servicio, manteniendo a firme la destitución impuesta a don
VHRB.

En cuanto al fondo de su planteamiento expone, en síntesis, que no tiene sentido reabrir un


sumario administrativo perfectamente afinado, tanto en su forma como en su fondo, cuando
todos los plazos para recurrir se encuentran ya vencidos, cuando la oportunidad para presentar
pruebas ya ha precluido y, más aun teniendo presente que la prueba extemporáneamente
exhibida no fue considerada por este Órgano Contralor por no alterar la gravedad del cargo Nº 1,
suficiente por si solo para fundamentar la destitución.

A mayor abundamiento de lo expresado, manifiesta esa superioridad administrativa que por un


principio básico de certeza y seguridad jurídica, en general, todas las pruebas han de ofrecerse,
rendirse y ponderarse dentro del proceso, salvo excepciones muy justificadas, señalando,
además, que conforme a la jurisprudencia de la Contraloría General, las causales para ordenar
la reapertura son básicamente dos: error de hecho esencial en la aplicación de la medida
disciplinaria, o bien, la existencia de hechos nuevos que pudieren alterar sustancialmente lo
resuelto, y, que a su juicio, ninguna de ambas hipótesis se dan en la especie.

Por último, expone esa Jefatura, que la reapertura implicaría una negación categórica de la cosa
juzgada en materia administrativa, por cuanto; de ser así, no tendría ningún sentido tener un
procedimiento reglado, con plazos y preclusiones.

Por su parte, el recurrente, don VHRB, ha interpuesto diversas presentaciones en las cuales, en

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forma reiterada, ha mencionado la existencia de siete vicios de legalidad en que se incurrió en


el sumario administrativo; además, acompañó dos nuevos antecedentes que inciden, a su juicio,
directa y sustancialmente en los hechos y en la absoluta inocencia de su parte. El primero de
estos documentos, está constituido por la declaración jurada hecha ante notario por don RMG,
quien rectifica su declaración prestada en el sumario, reconociendo haberse equivocado al
individualizar a la persona que en representación de la empresa "Bross Plag Ltda." concurrió a
la Administración del Centro Comercial al haber confundido al inculpado con su hijo señor ARS.

El segundo documento es un certificado extendido el 1° de marzo del 2000 por el señor RSJ,
Jefe del Servicios Generales del Centro Comercial "Parque Arauco S.A.", en que expone que la
empresa antes mencionada presta servicios de higiene ambiental a todo el mall desde el 1 ° de
septiembre del año 1994.

Sobre el particular y luego de analizar nuevamente el expediente del sumario administrativo, así
como las argumentaciones tanto del Director del Servicio de Salud del Ambiente como las del
señor VHRB, cumple esta Contraloría General con reiterar, en primer término, que en la
tramitación del proceso no se advierte la configuración de un vicio de procedimiento que,
conforme al artículo 138 del Estatuto Administrativo aprobado por la ley N° 18.834, haya
incidido substancialmente en sus resultados y, por ende, la legalidad de la resolución
sancionatoria.

Ahora bien, teniendo en consideración los cargos formulados a fojas 117 y 118; los descargos
de fojas 131 y siguientes, la vista fiscal en la parte que rola a fojas 170 y 171, aparece con toda
claridad que los hechos por los que fuera objeto de sanción don VHRB, constituyeron una
infracción a lo dispuesto al artículo 78, letra b), de la ley Nº 18.834 y una transgresión del
principio de probidad administrativa a que se refiere ese mismo texto legal.

En efecto, según los medios de pruebas que constan en los documentos de fojas 15 a 27, del
expediente sumarial, se encuentra acreditada la intervención del encausado en el ejercicio de
sus labores habituales como inspector del Programa de Control de Alimentos del Servicio de
Salud del Ambiente Región Metropolitana, en asuntos en que tenía interés su cónyuge y su hijo,
como dueños de la empresa de control de plagas y fumigaciones "Bross Plag Ltda." fiscalizando
diversos locales comerciales a los cuales esta empresa prestaba servicios en el ámbito del
desempeño funcionario de fiscalización, no absteniéndose de realizar sus funciones en esos
establecimientos, actuación que resultaba incompatible con sus labores y que importó una grave
contravención al principio de probidad administrativa.

Así es como, dicho principio impone a los funcionarios el deber de evitar que sus prerrogativas o
esferas de influencias se proyecten en su actividad particular, siendo dable concluir que, en el
presente caso, el señor VHRB estaba impedido de fiscalizar a los establecimientos comerciales
donde la empresa de su cónyuge e hijos habían prestado servicios.

Pues bien, en relación con el primer antecedente allegado por el inculpado, es decir la
declaración jurada prestada ante Notario por el Jefe del Departamento de Seguridad y Servicio
del Mall de Maipú, corresponde reiterar lo señalado por este Organismo de Control, a través del
Oficio Nº 2092, de 2001, en el sentido que si bien ese documento podría eventualmente tener el
mérito de desvirtuar la segunda parte del cargo Nº 2 formulado al inculpado -consistente en
haber concurrido personalmente al Mall Arauco Maipú a realizar actuaciones a nombre de la
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empresa de su cónyuge e hijo- no ocurre lo mismo, sin embargo, con el cargo que le fue
imputado en el Nº 1 del acta respectiva, el que no se ve alterado de manera alguna por este
documento, por cuanto los hechos que le sirven de fundamento se encuentran debidamente
establecidos, como así también, la responsabilidad que en ellos le asiste y que, por si mismo,
tiene el mérito suficiente para aplicar en su contra la sanción que le ha sido impuesta, atendida
la gravedad de la conducta reprochada.

En cuanto al certificado emitido por el Jefe de Servicios Generales del Centro Comercial Parque
Arauco S.A., cabe señalar que este documento tampoco desvirtúa la irregularidad imputada, ya
que este nuevo antecedente es irrelevante, por cuanto solo acredita la relación contractual que
la empresa "Bross Plag Ltda." tiene con ese centro comercial, pero en ningún caso desvirtúa el
hecho de que el señor VHRB fiscalizó locales de alimentos en los cuales esa empresa efectuó
labores sanitarias, actuación que ha quedado suficientemente acreditada en el respectivo
proceso.

Por consiguiente, el estudio efectuado no ha revelado la presencia de ningún hecho nuevo de


magnitud que permita modificar lo resuelto primitivamente por la autoridad sancionadora.

Por otra parte, es menester precisar que si bien la jurisprudencia administrativa ha señalado que
no resulta procedente hablar de cosa juzgada respecto de los actos administrativos, pues tal
efecto es propio de los actos de los órganos jurisdiccionales, ello no significa de manera alguna
admitir la posibilidad de estar revisando constantemente las decisiones que recaen en materia
disciplinaria para realizar una nueva ponderación de los mismos hechos con un criterio distinto
al originalmente tenido en vista, por cuanto tal proceder implicaría una alteración en el nivel de
certeza de la cual están investidas esas decisiones, lo cual conllevaría a mantener en una
incertidumbre permanente tanto a la Administración como a los funcionarios comprometidos
dentro del respectivo proceso sumarial. Sin perjuicio de ello, cabe señalar, también, que distraer
recursos en atender sucesivas presentaciones sobre hechos cuyo estudio se encuentra
suficientemente agotado, podría llegar a atentar contra la eficiencia en el cumplimiento de los
objetivos por parte del respectivo servicio público, conforme lo exige el artículo 10° de la
ley N° 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado.

Por lo tanto, es necesario insistir en el sentido de que la reapertura de un proceso sumarial solo
resulta procedente en la medida de que en su tramitación no se hayan cumplido rigurosamente
las instancias del debido proceso, o bien, que con posterioridad hayan aparecido o se aporten
antecedentes que hagan variar, de manera sustantiva, los hechos que respaldaron la aplicación
de una medida disciplinaria, circunstancias que no se advierten en el caso estudiado.

En consecuencia, acorde con las razones expuestas, este Organismo Contralor estima que no
existe mérito suficiente para continuar el proceso de reapertura del sumario administrativo
anteriormente analizado, la cual se dispusiera atendiendo lo sostenido en el oficio N° 5.989 de
2001 de esta Contraloría General.

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