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C.A.

de Copiapó
Copiapó, diez de noviembre de dos mil veintidós.
VISTOS:
1°) Reclamación. A folio 1, con fecha 21 de agosto de 2020,
compareció don Pablo Ortiz Chamorro, abogado, en representación
convencional de Sociedad de Ingeniería y Movimientos de Tierra del Pacífico
Limitada RUT Nº 79.807.570-5, ambos domiciliados en Arturo Prat 2196,
Vallenar, quien interpone reclamación judicial de acuerdo con el 19 de la Ley
Nº 18.410 en contra de la Resolución Exenta Nº 33.072, de 7 de agosto de
2020, dictada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, por
los siguientes argumentos de hecho y de derecho.
Al respecto, expone que desde el año 2002 la Sociedad de Ingeniería
y Movimientos de Tierra del Pacífico Limitada, en adelante IMOPAC LTDA.,
opera las instalaciones mineras en la isla Guarello del archipiélago de Madre
de Dios, en la provincia de Última Esperanza, región de Magallanes.
Refiere que con fecha 27 de julio de 2019 se produjo un incidente
operacional en la planta de generación eléctrica que alimenta las
instalaciones de esta faena, ya que uno de los operadores olvidó cerrar una
de las válvulas de transferencia de combustible, lo cual generó que el
estanque receptor se rebalsara y derramara el combustible en cuestión, lo
que significó por parte del trabajador una desviación de procedimiento en el
curso de la ejecución del trasvasije de petróleo Diesel entre los estanques de
almacenamiento de combustible de la planta.
Precisa que producto de lo anterior, la Superintendencia de
Electricidad y Combustibles, en adelante SEC, realizó una visita de
inspección en la faena minera los días 29 y 30 de julio de 2019, producto de
lo cual formuló 5 cargos a la reclamante, por infracción al Decreto Supremo
160/2008, “Reglamento de Seguridad para las Instalaciones y Operaciones
de Producción y Refinación, Transporte, Almacenamiento, Distribución y
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Abastecimiento de Combustibles Líquidos”.


Enseguida, señala que respecto de dichas imputaciones la empresa
formuló sus descargos, los que fueron desestimados mediante Resolución
Exenta N° 31.958, de 26 de febrero de 2020, la que, además de considerar
la existencia de tres circunstancias agravantes, impuso multa de 4.000
U.T.M.(Unidades Tributarias Mensuales).
Continuadamente, señala que respecto de esta última resolución
IMOPAC Ltda., interpuso recurso de reposición, objetando los cargos N°s. 1,
2, 4 y 5. Además, objetó la aplicación de las circunstancias agravantes de la
responsabilidad que indica.
Finalmente, en esta parte, manifiesta que por Resolución Exenta Nº
33.072, de 7 de agosto de 2020, la SEC resolvió el aludido recurso de
reposición, rechazando todas las alegaciones de la empresa, con excepción
de la referente a la agravante contenida en la letra a) del artículo 16 de la
Ley Nº 18.410, por lo que resolvió aplicar una multa equivalente a 3.000
UTM.
Luego, refiere que dicho acto administrativo es erróneo e ilegal, por lo
que debe ser dejado sin efecto.
Lo anterior, por cuanto omite la ponderación adecuada de los
antecedentes ofrecidos por la empresa y realiza una aplicación errada de las
disposiciones legales y reglamentarias correspondientes.
Ahora bien, en cuanto al primer cargo formulado, precisa que este
consistió en que el personal encargado de la operación no se encontraba
capacitado respecto de los procedimientos operacionales dispuestos en el
Manual de procedimientos de la empresa, lo que contravino el inciso
segundo del artículo 23 del Decreto Supremo Nº 160, de 2008.
Al respecto, señala que dicha norma dispone que “El operador de las
instalaciones de CL deberá disponer de manuales que contengan
procedimientos para efectuar la operación, mantenimiento e inspección de
dichas instalaciones, los que deberán ser revisados anualmente y
actualizados, si corresponde.
El personal encargado de dichas actividades deberá conocer y estar
capacitado en la ejecución de tales procedimientos”
Enseguida, refiere que la resolución reclamada sostiene que “los
hechos investigados dan cuenta que el trabajador de la recurrente, a quien
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se le había encomendado la labor de trasvasije de CL el día del accidente,


no dio cumplimiento a los resguardos dispuestos en el Manual de
procedimiento a que antes se ha aludido. Por ello, aun cuando la empresa
señale que dio cumplimiento al mero acto formal de informar a sus
trabajadores de los procedimientos operativos dispuestos en el Manual a
que antes se ha aludido, dicha circunstancia no puede homologarse con el
acto de capacitación propiamente tal, toda vez que este último implica una
internalización y comprensión de parte de esos trabajadores de esos
procedimientos, requisito que a todas luces no se ha cumplido en este
caso.”
Al respecto la reclamante -IMOPAC Ltda.- afirma que demostró ante
la S.E.C. que contaba con un procedimiento de trabajo detallado para
realizar el trasvasije de combustible y que el trabajador encargado de su
ejecución contaba con extensa experiencia en su ejecución.
Además, el operador llevaba ejecutando las tareas de carga y
descarga de combustible por cerca de 8 años, sin que se registraran
incidentes previos, por lo que lo ocurrido el 27 de julio de 2019 fue un error
humano, consistente en que –por exceso de confianza– el trabajador olvidó
cerrar una de las válvulas de transferencia, dando lugar al derrame de
combustible Diesel.
De este modo, la ocurrencia de dicho incidente no es prueba de una
falta de entrenamiento, sino meramente de la existencia de un error humano.
Así, la resolución intenta sancionar a la empresa por el hecho de
haber ocurrido el accidente, cuestión que es distinta al cargo formulado y
que constituye un ejercicio ilegal y arbitrario de la potestad sancionatoria de
la SEC.
Continuadamente, respecto del cargo N° 2, indica que este consistió
en que “La empresa operadora de la instalación no ha inspeccionado en
forma periódica, a través de un organismo autorizado por la SEC para estos
efectos, los tanques de la misma, con el objeto de detectar filtraciones,
corrosiones u otros fenómenos que pongan en peligro su resistencia (…),
contraviniendo lo preceptuado en el art. 102 del DS 160/2008”.
Al respecto, señala que no niega dicha infracción, limitándose en sus
descargos a solicitar que se considerara, al imponer la sanción, que aquella
no tuvo relación causal con el hecho objeto de la fiscalización y que motiva
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la sanción, lo que no fue ponderado de ninguna forma en la resolución


reclamada.
Además, solicitó en sus descargos que se considerara que la
infracción era de carácter formal, toda vez que, mediante revisiones
periódicas realizadas por personal de la empresa, se previno de filtraciones y
mal estado de las obras, cuál era el objetivo de las inspecciones omitidas.
Al respecto, señala que la autoridad afirma que la trascendencia e
importancia de las inspecciones por organismos especializados y
autorizados por la SEC se encuentra en directa relación con el objeto de
estas, consistente en la comprobación de la aptitud de los tanques para el
uso que se les ha asignado, de modo tal que su uso no constituya una
fuente de riesgo para las personas y las cosas.
Sin embargo, la resolución es errónea puesto que precisamente
reconoce que la importancia de las inspecciones del artículo 102 radica en
su objeto, pero este fue alcanzado, ya que los estanques se encontraban en
buen estado.
En efecto, es un hecho que no se formularon cargos en contra de la
empresa por el estado de las instalaciones, ni mucho menos por la
existencia de filtraciones, corrosiones o falta de hermeticidad en el
equipamiento.
De este modo, la autoridad administrativa debió ponderar la falta de
relación causal entre el incumplimiento y el hecho que motivó la inspección,
sumado a que la empresa realizó acciones destinadas a dar cumplimiento al
objetivo último de la norma, y así atenuar la responsabilidad asociada l
infracción correspondiente a este cargo.
Enseguida, sobre el cargo N° 4, expresa que este consistió en que
“La empresa operadora (…) no efectuaba la verificación diaria de los
volúmenes que debían existir en cada uno de los tanques de ese
establecimiento (…), contraviniendo lo dispuesto en el art. 144 del DS
160/2008.”
Al respecto, señala que en su recurso de reposición la empresa
sostuvo que realizaba una verificación diaria de los volúmenes indicados, lo
que fue desestimado, sin haber sido considerado, al menos, para atenuar su
responsabilidad.
En efecto, refiere que el acto reclamado sostiene que los registros
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que llevaba la empresa no cumplen los requisitos y exigencias dispuestas el


artículo 144 del D.S. Nº 160; y, solo tienen en cuenta las mediciones de los
datos relativos al consumo diario de los tanques de la instalación, pero no
consideran los inventarios teóricos ni los inventarios físicos de los
combustibles almacenados en dichos tanques, de lo que resulta que con
tales datos no es dable determinar el balance de las existencias de
combustibles, lo que a su vez redunda en la imposibilidad de poder detectar
cualquier filtración o pérdida de tales productos.
Al respecto, la empresa manifiesta que el registro diario que llevaba
de la existencia de combustible en cada uno de los estanques contenía
información equivalente al inventario teórico, es decir, se cotejaba el registro
del día anterior y se consignan los consumos y abastecimiento.
De este modo, entiende, se trata de un cumplimiento imperfecto de la
obligación establecida en el artículo 144 aludido, lo que era relevante para la
graduación de su responsabilidad.
Además, refiere, el hecho imputado tampoco guardó relación causal
alguna con el incidente que motivó la inspección realizada por la SEC, ya
que el incidente se generó producto de un error humano consistente en que
un operador se desvió del procedimiento para la transferencia del
combustible.
Luego, sobre el cargo N° 5, señala que este consistió en que el “El
operador de la instalación no mantenía en ésta, al momento de la
inspección, disponible para los fiscalizadores de SEC, los planos ‘As Built’
del establecimiento, en contravención a lo dispuesto en los art. 6 y 20,
ambos del DS 160/2008.”
Al respecto, señala que en sus descargos adjuntó copia digitalizada
de los planos aludidos y expresó que contaba con ellos, pero que no se
pusieron a disposición de la SEC porque al momento de la fiscalización de
ese organismo, estaban siendo consultados por personal de otras entidades
fiscalizadoras que se asistieron al lugar en la misma oportunidad luego del
derrame.
Precisado lo anterior, refiere que la resolución reclamada introdujo un
nuevo razonamiento, indicando que los planos indicados no satisfacen el
estándar exigido por la norma del artículo 20, puesto que no son
propiamente planos “As Built”.
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Lo anterior, porque el documento acompañado en los descargos no


representa la instalación de combustibles líquidos operada por la recurrente,
la que se encuentra compuesta por 8 tanques de almacenamiento, entre los
cuales se encuentra el tanque principal de 250 m3, ni tampoco es posible
apreciar los sistemas de seguridad y red de tuberías, propios de todo plano
As Built de una instalación de combustibles líquidos.
Sobre esto último señala que planos acompañados constituyen el
registro más fidedigno de la planta y describen cada una de sus
instalaciones y no consisten en planos As Built porque estos corresponden al
estándar de ingeniería constructiva contemporáneo, en circunstancias que la
planta fue construida en el año 1950 y que sus únicas modificaciones
estructurales fueron realizadas cerca del año 1982.
De este modo, es irreal suponer que estas faenas podrían contar con
planos que respondan al estándar actual de la ingeniería constructiva.
Luego, y en armonía con lo anterior refiere que el requerimiento de contar
con planos “As Built” es un requisito solo a aquellas faenas construidas
después de la dictación del DS 160/2008, por lo que no es aplicable de la
misma forma a faenas construidas hace más de 70 años, como ocurre en
este caso.
En efecto, sostiene que el artículo 308 del DS 160/2008 dispone que “A las
instalaciones de CL existentes a la fecha de entrada en vigencia del
presente reglamento, no les serán exigibles sus disposiciones, en materia de
diseño y construcción, sin perjuicio de lo establecido en el inciso segundo
del artículo precedente”.
En todo caso, y sin perjuicio de todo lo anterior, señala que, con el
afán de satisfacer en la mejor forma posible el estándar normativo, la
empresa sancionada elaboró un nuevo diagrama referencial de la planta de
generación eléctrica, para complementar los planos disponibles.
Por su parte, reclama sobre la aplicación de la agravante de la
responsabilidad administrativa contemplada en el artículo 16, inciso
segundo, letra d), de la Ley 18.410, y que consiste en “la intencionalidad en
la comisión de la infracción y el grado de participación en el hecho, acción u
omisión constitutiva de la misma”.
Al respecto, señala que en el recurso de reposición se expresó que no
consta en el expediente la aludida intencionalidad por parte de IMOPAC ni
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de sus trabajadores.
Enseguida, sostiene que, sin perjuicio de lo anterior, la resolución
reclamada tiene por acreditada la existencia de una acción intencional dado
que se habría constatado una infracción a un deber de cuidado, en
circunstancias que esta última, que proviene del derecho penal, opera como
una condición esencial para la atribución de responsabilidad por acciones
negligentes, es decir, en aquellas en las cuales no ha existido
intencionalidad por parte de su autor.
Además, refiere que la empresa ha realizado una multiplicidad de
acciones tendientes a enmendar las deficiencias imputadas, circunstancia
que es contraria a la noción de intencionalidad.
De este modo, en forma conclusiva, en sus peticiones, solicita que se
deje sin efecto la resolución reclamada y se disponga la dictación de un
nuevo acto administrativo que absuelva a IMOPAC Ltda., de los cargos 1 y
5; y, que se atenúe la responsabilidad de la misma en relación con los
cargos 2 y 4, así como también en virtud de la ausencia de intencionalidad
detrás de las infracciones imputadas, determinándose una rebaja sustancial
de la multa impuesta.
Finalmente, en un otrosí, acompaña los siguientes documentos:
1) Copia de la Resolución Exenta Nº 33072, de 2020, de la SEC; 2)
Copia de los descargos presentados por la reclamante; 3) Copia de la
Resolución Exenta Nº 31958, de 2020, de la SEC; 4) Copia del recurso de
reposición interpuesto por la reclamante respecto de la Resolución Exenta
Nº 31958; 5) Copia del correo electrónico de la Oficina de Partes de la SEC,
por medio del cual se realizó la notificación de la Resolución Exenta Nº
33072; 6) Copia del set de “Informes diarios Planta de Energía”
correspondiente a los meses de enero a julio de 2019. 7) Copia del “Plano
Disposición general planta de Diesel eléctrica – 1”; 8) Copia del set registros
correspondiente al “Programa y Registros inspecciones CL”; y, 9) Copia del
Plano titulado “Diagrama Referencial Planta de Generación Eléctrica”.
2°) Informe de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (en
adelante S.E.C).
A folio 9, el 19 de septiembre de 2020, don Luis Ávila Bravo,
Superintendente de Electricidad y Combustibles, evacuó el informe
solicitado, señalando que la reclamación interpuesta debiera ser
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desestimada por cuanto lo obrado por la SEC en la expedición del acto


administrativo impugnado se ha ajustado al mérito de las investigaciones
realizadas y al ordenamiento jurídico vigente, correspondiente a la Ley N°
18.410, al Decreto N° 119, de 1989, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción, y al D.S. N° 160, de 2008, del mismo origen.
Al respecto señala que con fecha 27 de julio de 2019 ocurrió un
derrame de aproximadamente 40 mil litros de petróleo Diésel en la
instalación de combustibles líquidos destinada al consumo industrial propio,
en el establecimiento de propiedad de la empresa “Compañía Siderúrgica
Huachipato S.A.”, y operado por la empresa Sociedad de Ingeniería y
Movimientos de Tierra del Pacífico Ltda., en la Mina Isla Guarello, comuna
de Natales.
Añade que debido a lo anterior fiscalizadores de la SEC
inspeccionaron las instalaciones antes citadas los días 29 y 30 de julio de
2019, pudiendo determinarse los siguientes hechos.
De acuerdo con lo señalado por el Supervisor de Mantención de la
empresa operadora de ese establecimiento de combustibles, don Rómulo
Melo Cuevas, el derrame de CL se produjo cuando se efectuaba la
operación de trasvasije de productos, por gravedad, desde el “Tanque
Principal” al “Tanque de Distribución”.
Esta labor era ejecutada por el operario mecánico, don Óscar Vergara
Grandón y se inició en un horario posterior al término de la jornada de
trabajo.
Continúa señalando que en un momento de descuido y debido al
retiro del lugar por parte del operario individualizado, se produjo el rebalse
del tanque receptor y activándose la alarma (bocina) respectiva la que no fue
escuchada por el referido trabajador, producto de lo cual se produjo el
rebalse del tanque.
Añade que el combustible derramado escurrió hasta el contenedor
metálico de ese tanque, rebalsándolo y escurriendo finalmente al piso de la
sala de generación, alcanzando el exterior de esas dependencias,
alojándose finalmente en una canalización de concreto ubicada en el suelo,
desde donde, por gravedad, se condujo a una tubería de acero que
descarga en el mar.
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En mérito de lo anterior, se verificaron las siguientes infracciones:


1) El personal encargado de la operación de trasvasije de combustible
no se encuentra capacitado respecto de los procedimientos operacionales
dispuestos en el Manual de procedimientos que la empresa ha elaborado al
efecto, contraviniéndose el inciso segundo del artículo 23 del Decreto
Supremo N° 160, de 2008, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción,
En efecto, señala, el punto 7 de dicho Manual de procedimientos
dispone, entre otras cosas, que el motorista, (esto es, la persona encargada
del área de la planta de energía y el trasvasije de combustible a los tanques
de la instalación), deberá tomar los siguientes resguardos: No se podrá
trasvasijar combustible sin Iuz de día; y, en ningún momento podrá salir de la
planta de energía mientras se encuentra abastecimiento combustible a los
estanques. De lo contrario deberá detener el abastecimiento de combustible;
2) La empresa operadora de la instalación no ha inspeccionado en
forma periódica, a través de un organismo autorizado por la
Superintendencia, los tanques de la misma, con el objeto de detectar
filtraciones, corrosiones u otros fenómenos que pongan en peligro su
resistencia y hermeticidad, de acuerdo a la norma bajo la cual éstos fueron
diseñados, contraviniéndose en definitiva lo preceptuado en el artículo 102
del DS 160/2008;
3) AI momento de la fiscalización, el operador del establecimiento no
contaba con el Manual de Seguridad de Combustibles Líquidos, en
contravención a lo dispuesto en el art. 18º del DS 160/2008;
4) La empresa operadora de la instalación de combustibles líquidos,
no efectuaba la verificación diaria de los volúmenes que debían existir en
cada uno de los tanques de ese establecimiento, sobre la base que arrojen
las cifras de consumo diario, recepciones e inventario físico, con el objeto de
detectar posibles filtraciones, contraviniendo en definitiva lo dispuesto en el
art. 144º del DS 160/2008.
En efecto, mediante carta N° IMO-VALL-CA-057-2019, de fecha 05 de
agosto de 2019, la empresa “Sociedad de Ingeniería y Movimientos de Tierra
del Pacífico Ltda." remitió a la Dirección Regional SEC de Magallanes un
conjunto de planillas en archivo Excel donde consta el registro del
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abastecimiento diario de esos tanques, sin que se haya dado cumplimiento a


la verificación del inventario diario de cada uno de esos tanques, como lo
exige la norma reglamentaria antes invocada; y,
5) El operador de la instalación no mantenía en ésta, al momento de
la inspección, disponible para los fiscalizadores de SEC, los planos “As Built”
del establecimiento, en contravención a lo dispuesto en el art. 6º y 20º,
ambos del DS 160/2008.
Luego, señala que en consideración a las infracciones reglamentarias
observadas, mediante Oficio ORD. N° 158, de fecha 19 de agosto de 2019,
se formuló cargos a la reclamante en su condición de operadora de la
instalación de combustibles líquidos por “No cumplir su obligación de velar
para que la operación, mantenimiento e inspección de la instalación de CL
antes individualizada, se ajuste a las disposiciones legales, reglamentarias y
técnicas sobre la materia, a objeto de desarrollar la actividad en forma
segura, eliminando o controlando los eventuales riesgos que la operación
presente para las personas o cosas, en contravención a lo preceptuado en
los art. 13º y 15º del D.S. N° 160/2008, por cuanto ha incurrido en las
conductas infracciónales observadas en el punto 3 precedente, todo ello en
relación a lo dispuesto en el N° 23 del art. 3º y en el inciso primero del art.
15º, ambos de la Ley N° 18.410, de 1985, Orgánica de SEC”.
Enseguida, señala que considerando los antecedentes reunidos, y
estimando las explicaciones hechas valer por la reclamante en sus
descargos eran insuficientes e insatisfactorias para eximirla de
responsabilidad, respecto de las infracciones que se le imputara, se resolvió
confirmar los cargos, dictando al efecto la Resolución Exenta N° 31.958, de
fecha 26 de febrero de 2020, mediante la cual se impuso al reclamante una
multa ascendente a la suma de 4.000 Unidades Tributarias Mensuales.
Luego, dicha resolución fue objeto de un recurso de reposición, el
cual fue acogido parcialmente mediante la resolución exenta N° 33072, de
fecha 7 de agosto de 2020, rebajándose el monto de la multa impuesta a
3.000 Unidades Tributarias Mensuales.
Ahora bien y precisado lo anterior, sobre las alegaciones de la
empresa realizadas en el reclamo de autos, señala, en primer término,
respecto del cargo N° 1, que los hechos investigados no dan cuenta de un
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error humano, sino que dejan en evidencia que el trabajador de IMOPAC


Ltda., no dio cumplimiento a las instrucciones dispuestas en el Manual de
Procedimientos de Operación de la Instalación de CL, para dicha operación
de trasvasije de combustibles.
Añade que aun cuando la empresa señale que dio cumplimiento al
acto formal de informar a sus trabajadores de los procedimientos dispuestos
en el Manual y que el trabajador de que se trata tenía amplia experiencia en
la ejecución del procedimiento de trasvasije de combustibles, tales
circunstancias no pueden homologarse con el acto de capacitación
propiamente tal, el que implica una internalización y comprensión de esos
procedimientos.
Además, en los descargos presentados por la reclamante, se da cuenta que
sólo con posterioridad a los hechos implementó un procedimiento de
capacitación que incorporó como parte sustantiva del mismo, la aplicación
de sistemas de evaluación cuyo objeto es verificar la internalización efectiva
por parte de los trabajadores de esos procedimientos de seguridad.
Por otro lado, la reclamante pretende justificar la falta de capacitación
de su personal, catalogando el incidente como un “error humano”,
responsabilizando al trabajador lo que, de aceptarse, implicaría la elusión de
cualquier tipo de responsabilidad de la empresa, atribuyéndola a sus
dependientes.
Enseguida, respecto del cargo N° 2, respecto del cual la reclamante
solicita que se ponderen las circunstancias que indica, la SEC señala que la
instalación de combustibles líquidos operada por la recurrente no se
encontraba declarada ante la Superintendencia en conformidad al mandato
legal y reglamentario que así lo prescribe.
Por este motivo señala que se formularon los respectivos cargos al
propietario de la instalación empresa Compañía Siderúrgica Huachipato
S.A., de manera que no es posible determinar si antes de su puesta en
servicio sus instalaciones fueron probadas en relación con su resistencia
mecánica y estanqueidad, en conjunto con sus conexiones.
A continuación, expresa que el artículo 102 del Reglamento exige la
realización de inspecciones de tercera parte, es decir de organismos
autorizados por la Superintendencia para estos efectos y no de inspecciones
de primera parte (como las practicadas por la empresa), las que carecen de
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valor reglamento, ya que las dispuestas en la regulación no pueden ser


reemplazadas como pretende erróneamente la recurrente.
A mayor abundamiento, las inspecciones que señala haber realizado
la reclamante no guardan relación con las pruebas y ensayos que ejecutan
las entidades autorizadas por la Superintendencia, que se ciñen a un
protocolo de inspección predefinido por la autoridad.
Por lo demás, añade, con lo anterior se pretende evitar que las
inspecciones queden al arbitrio del propietario u operador de una instalación
respecto cuáles ensayos practicar; a qué instalaciones realizarlas; qué
periodicidad aplicar; instrumental usado, etc.
Finalmente, en esta parte, destaca que la trascendencia e importancia
de esas inspecciones se encuentra en directa relación con el objeto de las
mismas, toda vez que a través de tales procedimientos de verificación, los
organismos comprueban la aptitud de esos tanques para el uso que se les
ha asignado, de modo tal que el uso que se haga de éstos no constituya una
fuente de riesgo para las personas y las cosas, requisito y condición que en
el caso en análisis no se ha cumplido por parte de la recurrente.
Continuadamente, sobre el cargo N° 4, expresa que los registros que
llevaba la empresa de modo alguno cumplen los requisitos y exigencias
dispuestas por la normativa reglamentaria infringida, artículo 144 del DS N°
160.
En efecto, esgrime, esos registros sólo tienen en cuenta las
mediciones de los datos relativos al consumo diario de los tanques de la
instalación, pero no consideran los inventarios teóricos ni los inventarios
físicos de los combustibles almacenados en dichos tanques, de lo que
resulta que con tales datos no es dable determinar el balance de las
existencias de combustibles, lo que a su vez redunda en la imposibilidad de
poder detectar cualquier filtración o pérdida de tales productos.
Luego, sobre el cargo N° 5 señala que el artículo 20 del D.S. N° 160,
exige al operador de una instalación de combustibles líquidos mantener un
archivo de planos "As Built”.
Lo anterior, precisa, por razones de seguridad, por cuanto para
realizar los mantenimientos, inspecciones, e incluso en caso de
emergencias, se requiere saber la ubicación, trazado y posición de sus
instalaciones, de forma de actuar oportuna y adecuadamente en caso de
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algunas de dichas circunstancias.


Añade que la SEC concluyó que la empresa no contaba con el plano
indicado, pues en terreno solo se exhibió a los fiscalizadores de la
Superintendencia un diagrama de flujos, respecto de lo cual agrega que
según el artículo 3º D de la Ley N° 18.410, los fiscalizadores de esa entidad
tienen la calidad de ministros de fe en lo referente a la en la verificación de
los hechos constitutivos de infracciones a la normativa vigente.
Por otra parte, respecto del documento acompañado en los
descargos, manifiesta que no puede ser considerado como un plano “As
Built”, toda vez que no representa la instalación de combustibles líquidos
operada por la recurrente, la que se encuentra compuesta por 8 tanques de
almacenamiento, entre los cuales se encuentra el tanque principal de 250
m3, ni tampoco es posible apreciar los sistemas de seguridad y red de
tuberías, propios de todo plano “As Built” de una instalación de combustibles
líquidos.
Ahora bien, y en lo referente a la intencionalidad de la conducta,
relacionada con la agravante aplicada por la SEC, sostiene que la gravedad
y multiplicidad de las infracciones en que ha incurrido la empresa
inequívocamente permite concluir que incumplió con el deber de cuidado
que pesa sobre sí en orden a garantizar seguridad en términos de evitar
todo riesgo en la operación, mantenimiento e inspección de esas
instalaciones.
Dicho nivel de negligencia según sostiene, resulta particularmente
relevante, al tratarse de instalaciones respecto de las cuales normativamente
se han establecido deberes de cuidado orientado a la seguridad de las
personas e instalaciones.
Añade que la recurrente ha operado durante 18 años dicha
instalación, sin que exista constancia, respecto de las faltas sancionadas,
que en algún momento haya dado cumplimiento a las disposiciones
reglamentarias sobre la materia.
Por el contrario, los antecedentes dan testimonio que se está en
presencia de una empresa contumaz y negligente respecto del cumplimiento
de la normativa reglamentaria, que opera según sus propias reglas,
desestimando las prescripciones contenidas en el D.S. N° 160.
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Así, refiere, un operador diligente al haber asumido la operación de


dichas instalaciones debió haber hecho un levantamiento de potenciales o
eventuales incumplimientos normativos y haber propendido llevar a
cumplimiento.
Asimismo, con la dictación del DS 160 en 2008, debió haberse
interiorizado sobre los “requisitos mínimos” exigidos normativamente en
materias de seguridad, lo que se observa en la especie no ocurrió.
Con lo anterior, agrega, incumple su deber de cuidado respecto de la
instalación de CL a su cargo, impuesto en el artículo 15 del Reglamento, que
mandata a los operadores de instalaciones de CL, a velar por su correcta
operación, mantenimiento e inspección, a objeto de desarrollar las
actividades en forma segura, eliminando o controlando los eventuales
riesgos que la operación presente para las personas y cosas, lo que no
ocurrió en la especie.
Finalmente, expresa que las infracciones indicadas han sido
calificadas como graves conforme el artículo 15º N° 1 de la Ley N° 18.410,
porque conllevan un peligro potencial e inminente para la seguridad o salud
de las personas en los términos previstos en el citado precepto, agregando
que aquellas deficiencias originaron un derrame de aproximadamente 40 mil
litros de petróleo diésel, el que escurrió parte del derrame de CL hacia el
interior de sala de generación donde existen grupos electrógenos y otra
parte del derrame escurrió hacia un camino público.
Vinculado a lo anterior, indica que el artículo 16 A de la Ley N°
18.410, faculta a la Superintendencia para sancionar las infracciones graves
con una multa de hasta 5.000 Unidades Tributarias Anuales-U.T.A.-
( equivalentes a 60.000 Unidades Tributarias Mensuales-U-T-M.) por lo cual,
resulta evidente que la multa definitiva de 3.000 Unidades Tributarias
Mensuales-U.T.M.- impuesta a la reclamante, es consistente con la magnitud
de las infracciones, la participación de la reclamante en los hechos y su
capacidad económica, como también con las consideraciones expresadas y
hechas valer por la recurrente en sus descargos.
3°) A folio 25, con fecha once de noviembre de dos mil veinte, se
recibió la causa a prueba por el término legal correspondiente, fijándose
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como hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos los siguientes:


1. Efectividad que el derrame acaecido el 27 de julio de 2019 se
produjo por un error humano;
2. Efectividad que el trabajador involucrado en los hechos contaba
con conocimiento y experiencia suficiente para realizar la tarea trasvasije de
combustibles;
3. Efectividad que la reclamante realizaba controles diarios de
existencias de CL;
4. Efectividad que la reclamante contaba con planos As Built de las
instalaciones de CL al momento de la fiscalización. Hechos y circunstancias.
4°) A folios 56 y 69 la reclamante acompañó los siguientes
documentos:
1. Procedimiento Operacional de Abastecimiento de combustible a
estanques, elaborado por el Supervisor de Mantenimiento don Rómulo Melo
Cuevas, GMMPO- 21, de Julio 2015.
2. Acta de audiencia de Suspensión Condicional del Procedimiento de
fecha 15 de junio de 2021, celebrada en causa RIT 881-2019 del Juzgado
de Letras y Garantía de Puerto Natales.
3. Informe de Investigación Accidente Ambiental Guarello de agosto
de 2019, elaborado por el Encargado de Prevención de Riesgos de
IMOPAC, don Fernando Martínez Tapia.
4. Certificado de título de Oscar Rolando Vergara Grandón como
Técnico de Nivel Medio en Mecánica Automotriz, emitido por el Liceo
Industrial Juan Antonio Ríos M, de Talcahuano, de fecha 9 de septiembre del
año 2006.
5. Currículum Vitae de don Oscar Rolando Vergara Grandón.
6. Contrato de trabajo de fecha 15 de abril de 2011, suscrito entre el
empleador Sociedad de Ingeniería y Movimiento de Tierra del Pacífico Ltda.
“IMOPAC LTDA”, y el trabajador don Oscar Rolando Vergara Grandón.
7. Informe de evaluación de desempeño elaborado por la IMOPAC
respecto del trabajador Oscar Rolando Vergara Grandón.
8. Registros de Informe diario de la Planta de Energía, entre el
periodo de enero a julio de 2019.
9. Nuevo formato de medición de Control diario de combustible Isla
Guarello, que entró en vigor el mes de septiembre de 2019.
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10. Plano As- Built o de Disposición general de la Planta de Diesel


Eléctrica de Isla Guarello.
11. Inventario de activos de la Compañía Siderúrgica Huachipato del
año 1999, emitido con fecha 24 de enero de 2000 y Plano N°16-560,
realizado por Compañía de Acero del Pacífico S.A, Huachipato.
12. Diagrama referencial de la planta de generación eléctrica
realizado por IMOPAC.
5°) Con fecha 7 de junio pasado, prestó declaración el testigo del
reclamante, don Jorge Andrés Guerra Cubillos.
Se trajeron los autos en relación y con fecha 03 de octubre de 2022,
se procedió a la vista de la causa, escuchándose los alegatos de los letrados
de las partes, quedando la causa en estudio conforme lo permite el artículo
82 del Código Orgánico de Tribunales, para posteriormente pasar al estado
de acuerdo.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, en primer término, para efectuar un adecuado
análisis de las alegaciones que sustentan la reclamación, es pertinente
señalar los límites que, normativamente, se han impuesto al control judicial
en el artículo 19 de la Ley N° 18.410, que considera como finalidad del
reclamo, las situaciones en que los afectados “estimen que las resoluciones
de la Superintendencia no se ajustan a la ley, reglamentos o demás
disposiciones que les corresponda aplicar”.
SEGUNDO: En lo relativo a la competencia que se ha mencionado en
el considerando precedente, nuestra Excma. Corte Suprema (Rol N° 16.477-
2018) ha sostenido: “la competencia del tribunal viene dada por la
naturaleza del recurso de reclamación, en tanto control de legalidad”, de
manera que para modificar la resolución dictada por la autoridad reguladora
competente, es necesario “dar por establecida la ilegalidad, invalidar el acto
administrativo y disponer la decisión adecuada al caso, si procediere
conforme a los límites de la competencia en un reclamo de ilegalidad”.
TERCERO: Que, bajo esta premisa, lo que se debe resguardar es la
discrecionalidad técnica, confiriéndose por la ley un ámbito de decisión a los
órganos de la administración del Estado, basado en evaluaciones
exclusivamente técnicas, y en “donde el juez o tribunal, debe limitarse a
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determinar que dichos aspectos se encuentren debidamente motivados”


(OSORIO VARGAS, Cristóbal, Manual de Procedimiento Administrativo
Sancionador, Ed. Legal Publishing Chile, año 2016, p.582). Es decir, que la
revisión judicial se limita a verificar que el proceso decisional se ajuste a
derecho.
CUARTO: Que, así las cosas, de acuerdo a lo señalado por la
reclamante y como consta de la Resolución Exenta N° 33072, de fecha 7 de
agosto de 2020, se finiquitó el procedimiento sancionatorio, al acogerse
parcialmente la reposición y en consecuencia, en definitiva se impuso como
sanción a la reclamante Sociedad de Ingeniería y Movimientos de Tierra del
Pacífico Limitada (en adelante e indistintamente la “reclamante”, “ la
recurrente” o “IMOPAC LTDA”) por infracciones al D.S N° 160, del Ministerio
de Economía, Fomento y Reconstrucción, aprobatorio del “Reglamento de
seguridad para las instalaciones y operaciones de producción y refinación,
transporte, almacenamiento, distribución y abastecimiento de combustibles
líquidos” en adelante el “Reglamento”.
QUINTO: Que de acuerdo al mérito del acto administrativo
impugnado, de las alegaciones de la recurrente como del informe de la
recurrida, se pueden establecer los siguientes hechos, que ayudarán a situar
la controversia y resolver la misma:
Con fecha 27 de julio de 2019 ocurrió un derrame de
aproximadamente 40 mil litros de petróleo Diésel en la instalación de
combustibles líquidos destinada al consumo industrial propio, en el
establecimiento de propiedad de la empresa “Compañía Siderúrgica
Huachipato S.A.”, y operado por la empresa Sociedad de Ingeniería y
Movimientos de Tierra del Pacífico Ltda., en la Mina Isla Guarello, comuna
de Natales.
Debido a lo anterior, fiscalizadores de la SEC inspeccionaron las
instalaciones antes citadas los días 29 y 30 de julio de 2019, constando la
ocurrencia de las siguientes situaciones.
De acuerdo con lo señalado por el Supervisor de Mantención de la
empresa operadora de ese establecimiento de combustibles, don Rómulo
Melo Cuevas, el derrame de CL se produjo cuando se efectuaba la
operación de trasvasije de productos, por gravedad, desde el “Tanque
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Principal” al “Tanque de Distribución”.


Esta labor era ejecutada por el operario mecánico, don Óscar Vergara
Grandón y se inició en un horario posterior al término de la jornada, por un
aparente descuido y dado a que el operario antes individualizado se retiró
del lugar, se produjo el rebalse del tanque receptor, activándose la alarma
(bocina) respectiva. la que no fue escuchada por el referido trabajador,
producto de lo cual se produjo el rebalse del tanque.
El combustible derramado escurrió hasta el contenedor metálico de
ese tanque, rebalsándolo y derramándose finalmente al piso de la sala de
generación, alcanzando el exterior de esas dependencias, alojándose
finalmente en una canalización de concreto ubicada en el suelo, desde
donde, por gravedad, se condujo a una tubería de acero que descarga en el
mar.
SEXTO: La S.E.C. conforme a los hechos asentados en el motivo
precedente, determinó que IMOPAC LTDA., incurrió en las siguientes
infracciones:
1) El personal encargado de la operación de trasvasije de combustible
no se encuentra capacitado respecto de los procedimientos operacionales
dispuestos en el Manual de procedimientos que la empresa ha elaborado al
efecto, contraviniéndose el inciso segundo del artículo 23 del Decreto
Supremo N° 160, de 2008, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción;
En efecto, señala, el punto 7 de dicho Manual de procedimientos
dispone, entre otras cosas, que el motorista, (esto es, la persona encargada
del área de la planta de energía y el trasvasije de combustible a los tanques
de la instalación), deberá tomar los siguientes resguardos: No se podrá
trasvasijar combustible sin Iuz de día; y, en ningún momento podrá salir de la
planta de energía mientras se encuentra abastecimiento combustible a los
estanques. De lo contrario deberá detener el abastecimiento de combustible;
2) La empresa operadora de la instalación no ha inspeccionado en
forma periódica, a través de un organismo autorizado por la
Superintendencia, los tanques de la misma, con el objeto de detectar
filtraciones, corrosiones u otros fenómenos que pongan en peligro su
resistencia y hermeticidad, de acuerdo a la norma bajo la cual éstos fueron
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diseñados, contraviniéndose en definitiva lo preceptuado en el artículo 102


del DS 160/2008;
3) AI momento de la fiscalización, el operador del establecimiento no
contaba con el Manual de Seguridad de Combustibles Líquidos, en
contravención a lo dispuesto en el artículo 18º del DS 160/2008;
4) La empresa operadora de la instalación de combustibles líquidos,
no efectuaba la verificación diaria de los volúmenes que debían existir en
cada uno de los tanques de ese establecimiento, sobre la base que arrojen
las cifras de consumo diario, recepciones e inventario físico, con el objeto de
detectar posibles filtraciones, contraviniendo en definitiva lo dispuesto en el
artículo 144º del DS 160/2008.
En efecto, mediante carta N° IMO-VALL-CA-057-2019, de fecha 05 de
agosto de 2019, la empresa “Sociedad de Ingeniería y Movimientos de Tierra
del Pacífico Ltda." remitió a la Dirección Regional SEC de Magallanes un
conjunto de planillas en archivo Excel donde consta el registro del
abastecimiento diario de esos tanques, sin que se haya dado cumplimiento a
la verificación del inventario diario de cada uno de esos tanques, como lo
exige la norma reglamentaria antes invocada; y,
5) El operador de la instalación no mantenía en ésta, al momento de
la inspección, disponible para los fiscalizadores de SEC, los planos “As Built”
del establecimiento, en contravención a lo dispuesto en los artículos 6º y 20º,
ambos del DS 160/2008.
SÉPTIMO: Que en forma resumida, la recurrente ha planteado que la
Resolución Exenta N°33.072, es un acto ilegal toda vez que ha incurrido en
una serie de errores al momento de ponderar los antecedentes aportados en
el procedimiento administrativo y al determinar las consecuencias legales de
los mismos.
En lo que atañe al cargo 1, fundado en que el trabajador no habría
contado con conocimientos y entrenamientos suficientes para la ejecución
de la tarea encomendada según los procedimientos aplicables, se incurre
por parte de la Superintendencia en un error lógico, al concluir que dado que
ocurrió un incidente operacional el trabajador carecía de formación y
entrenamiento suficiente.
Añade que ello, es un razonamiento falaz, y una mera especulación
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administrativa, por cuanto ningún nivel de formación puede excluir por


completo la posibilidad de un error humano. Afirma que demostró ante SEC
que contaba con un procedimiento de trabajo detallado para realizar el
trasvasije y que el trabajador encargado contaba con una extensa
experiencia en su ejecución.
Por ello, señala que lo ocurrido el 27 de julio de 2019, fue un error
humano, consistente en que-por exceso de confianza-el trabajador olvidó
cerrar unas de las válvulas de transferencia, dando lugar al derrame.
Respecto del cargo 2, fundado en la ausencia de inspecciones
periódicas a las instalaciones de combustibles líquidos por parte de una
entidad autorizada por la Superintendencia, señala que efectivamente frente
a este cargo no niega el hecho, sino que solicitó se tuviera en consideración
al ponderar la gravedad de la infracción que este no tuvo relación causal con
el incidente investigado.
Agrega, que había solicitado que se tuviera en consideración que la
infracción era de carácter formal, toda vez que las inspecciones no existían
pero su objetivo sí fue alcanzado por cuanto se previno la existencia de
filtraciones y mal estado de las obras, por cuanto acreditó la realización de
revisiones periódicas internas ejecutadas por su propio personal, que si bien
no satisface plenamente el estándar reglamentario, lo cierto es que en los
hechos estas revisiones cumplieron el objetivo de la norma.
Respecto del cargo N° 3, por falta de Manual de Seguridad de
Combustibles líquidos. No hay presentación de defensa sobre la materia.
En lo atingente al cargo 4, fundado en la falta de verificación diaria de
los volúmenes que deben existir en cada tanque, plantea que la resolución
que resolvió la reposición interpuesta desechó el hecho que sí realizaba una
verificación diaria de volúmenes, incurriendo con ello en un error de
ponderación de los antecedentes expuestos en el expediente administrativo.
Señala que no llevaba un registro que cumpliera con todos los
requisitos establecidos en el artículo 114 del D.S. N° 160, pero sí existía un
registro diario.
Es decir, añade, existió un incumplimiento imperfecto de la obligación
reglamentaria que debió ser considerada.
En lo relacionado al cargo N° 5, fundado en la ausencia de plano As
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Built de la instalación de combustibles líquidos.


Señala que demostró que contaba con planos de la faena, pero que
ellos no pudieron ser puestos a disposición del fiscalizador de la
Superintendencia ya que estaban siendo consultados por otras entidades de
la administración pública, los que sí fueron acompañados en los descargos a
la SEC.
Por último en su conclusión, sostiene la reclamante que la resolución
que rechazó la reposición interpuesta añadió un nuevo razonamiento, cual
es que los planos acompañados no satisfacen los estándares exigidos por la
norma del artículo 20 del DS N° 160, al no ser propiamente planos As Built.
Sobre dicha materia menciona que se trata de una instalación
construida en 1950, y que las únicas modificaciones estructurales fueron
realizadas en 1982.
Por ello, los planos acompañados constituyen un registro fidedigno de
la planta y describen cada una de las instalaciones existentes.
Agrega, además, que si bien es cierto, estos no consisten
exactamente en planos As Built, es porque dicho mecanismo corresponde a
un estándar de ingeniería constructiva contemporánea.
En lo referente a la intencionalidad de la conducta, la recurrente
señala que resolución recurrida incurre en un error toda vez que equipara la
intencionalidad con la existencia de una infracción a un deber de cuidado.
Plantea que este error conceptual lleva a tener por acreditada la existencia
de una acción intencional dado que se habría constatado una infracción al
deber de cuidado.
Aclara la pretensora, que el deber de cuidado supone la obligación
de un agente de regirse bajo ciertas reglas mínimas en el desarrollo de una
actividad, con miras a mitigar propios de la misma.
Acota la ausencia de antecedentes que demuestren que IMOPAC
LTDA., haya estado orientado a infringir intencionalmente las normas, más
bien existe una multiplicidad de acciones tendientes a enmendar cada una
de las deficiencias reprochadas por la autoridad.
OCTAVO: La recurrida -S.E.C.-, de modo sintético, al informar solicitó
el rechazo del reclamo, señalando que en la expedición del acto
administrativo impugnado se ha ajustado en plenitud al mérito de las
investigaciones realizadas y al ordenamiento jurídico vigente y en nada
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vulnera los principios y normas invocadas por la recurrente.


Explica que las sanciones que impone esa Superintendencia tienen
su fundamento en las funciones que le encomienda su normativa orgánica
contenida en la ley N° 18.410, que previene que su objeto será fiscalizar y
supervigilar el cumplimiento de las disposiciones legales, reglamentarias y
técnicas sobre generación, producción, almacenamiento, transporte y
distribución de combustibles líquidos, gas y electricidad, para verificar que la
calidad de los servicios que se presten a los usuarios sea la señalada en
dichas disposiciones y que las antes citadas operaciones y el uso de los
recursos energéticos no constituyan peligro para las personas o cosas
(artículo 2o), siendo sus principales atribuciones las establecidas en el
artículo 3o de la ley referida, entre las cuales cabe destacar las de carácter
preventivo, contempladas en el N° 22 del precepto indicado, como asimismo
las de carácter punitivo que se regulan en el Título IV del mismo texto legal.
En cuanto al procedimiento que debe seguirse para la aplicación de
sanciones conviene precisar que el mismo está desarrollado en el decreto
N° 119, de 1989, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción,
cuyo Título II fija las reglas y formalidades que han de observarse al efecto y
que en el fondo corresponden a las garantías de un racional y justo
procedimiento, en los términos ordenados por la Constitución Política.
Este decreto además complementa las normas procedimentales que
regla la ley orgánica del S.E.C en sus artículos 17 y siguientes.
Señala que debe considerarse que las regulaciones sobre
instalaciones y operaciones de producción y refinación, transporte,
almacenamiento, distribución y abastecimiento de combustibles líquidos se
contienen en el Reglamento de Seguridad sobre dichas materias, aprobado
por el D.S. N° 160, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción,
del año 2008, cuyo cumplimiento, por aplicación del artículo 2° de la Ley N°
18.410, corresponde fiscalizar a esa Superintendencia.
En el citado reglamento se establece que los propietarios y
operadores de las instalaciones de CL, según corresponda, serán
responsables de dar cumplimiento a las disposiciones generales y
específicas que regulen materias propias de la instalación de su propiedad o
a su cargo establecido en el Reglamento citado, así lo dispone su artículo
13.
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Además, el artículo 15, prescribe que los operadores de instalaciones


de CL, deberán velar por su correcta operación, mantenimiento e inspección,
a objeto de desarrollar las actividades en forma segura, eliminando o
controlando los eventuales riesgos que la operación presente para las
personas y cosas.
Enseguida cuestiona las alegaciones de la reclamante en los referidos
a los cargos de los números 1 al 5, haciendo un pormenorizado análisis del
motivo de porqué deben desecharse las alegaciones de IMOPAC LTDA.,
sosteniendo con hechos y citas legales y reglamentarias que los cargos
están debidamente fundados y por lo cual, sería improcedente acoger la
reclamación y para evitar innecesarias repeticiones ha de estarse a lo ya
transcrito en los vistos de la presente sentencia en su número 2, lo que se
da por expresamente reproducido.
NOVENO: Por resolución de fecha 11 de noviembre de 2020, la
reclamación fue recibida a prueba fijándose como hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos los siguientes:
“1.-Efectividad que el derrame acaecido el 27 de julio de 2019 se
produjo por un error humano;
2.- Efectividad que el trabajador involucrado en los hechos contaba
con conocimiento y experiencia suficiente para realizar la tarea trasvasije de
combustibles;
3.- Efectividad que la reclamante realizaba controles diarios de
existencias de CL;
4.-Efectividad que la reclamante contaba con planos As Built de las
instalaciones de CL al momento de la fiscalización.
Hechos y o circunstancias.”
Prueba de la reclamante.
DÉCIMO: Documental:
A.-. En el primer otrosí del escrito de reclamación, acompañó los
siguientes documentos:
1) Copia de la Resolución Exenta Nº 33072, de 2020, de la SEC; 2)
Copia de los descargos presentados por la reclamante; 3) Copia de la
Resolución Exenta Nº 31958, de 2020, de la SEC; 4) Copia del recurso de
reposición interpuesto por la reclamante respecto de la Resolución Exenta
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Nº 31958; 5) Copia del correo electrónico de la Oficina de Partes de la SEC,


por medio del cual se realizó la notificación de la Resolución Exenta Nº
33072; 6) Copia del set de “Informes diarios Planta de Energía”
correspondiente a los meses de enero a julio de 2019. 7) Copia del “Plano
Disposición general planta de Diésel eléctrica – 1”; 8) Copia del set registros
correspondiente al “Programa y Registros inspecciones CL”; y, 9) Copia del
Plano titulado “Diagrama Referencial Planta de Generación Eléctrica”.
B.- A folios 56 y 69 la pretensora acompañó los siguientes
documentos:
1. Procedimiento Operacional de Abastecimiento de combustible a
estanques, elaborado por el Supervisor de Mantenimiento don Rómulo Melo
Cuevas, GMMPO- 21, de Julio 2015.
2. Acta de audiencia de Suspensión Condicional del Procedimiento de
fecha 15 de junio de 2021, celebrada en causa RIT 881-2019 del Juzgado
de Letras y Garantía de Puerto Natales.
3. Informe de Investigación Accidente Ambiental Guarello de agosto
de 2019, elaborado por el Encargado de Prevención de Riesgos de
IMOPAC, don Fernando Martínez Tapia.
4. Certificado de título de Oscar Rolando Vergara Grandón como
Técnico de Nivel Medio en Mecánica Automotriz, emitido por el Liceo
Industrial Juan Antonio Ríos M, de Talcahuano, de fecha 9 de septiembre del
año 2006.
5. Currículum Vitae de don Oscar Rolando Vergara Grandón.
6. Contrato de trabajo de fecha 15 de abril de 2011, suscrito entre el
empleador Sociedad de Ingeniería y Movimiento de Tierra del Pacífico Ltda.
“IMOPAC LTDA”, y el trabajador don Oscar Rolando Vergara Grandón.
7. Informe de evaluación de desempeño elaborado por la IMOPAC
respecto del trabajador Oscar Rolando Vergara Grandón.
8. Registros de Informe diario de la Planta de Energía, entre el
periodo de enero a julio de 2019.
9. Nuevo formato de medición de Control diario de combustible Isla
Guarello, que entró en vigor el mes de septiembre de 2019.
10. Plano As- Built o de Disposición general de la Planta de Diésel
Eléctrica de Isla Guarello.
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11. Inventario de activos de la Compañía Siderúrgica Huachipato del


año 1999, emitido con fecha 24 de enero de 2000 y Plano N°16-560,
realizado por Compañía de Acero del Pacífico S.A, Huachipato.
12. Diagrama referencial de la planta de generación eléctrica
realizado por IMOP.
UNDÉCIMO: Testimonial: Con fecha 7 de junio pasado, prestó
declaración el testigo del reclamante, don Jorge Andrés Guerra Cubillos,
quien declaró sobre los tres primeros puntos de prueba.
En forma resumida, sobre el primer punto sostuvo que hubo un error
humano en el cual se cometió la falta en un procedimiento de
abastecimiento de combustible.
La empresa tenía estanques de combustibles y se faltó al
procedimiento, dando un detalle de sus dichos.
En cuanto al segundo punto, afirma que el operador contaba con
todas las capacitaciones, inducciones y entrenamiento pertinente,
considerando que ese trabajador tenía la suficiente experiencia en sus
labores ya que llevaba cerca de 5 años trabajando al servicio de IMOPAC
LTDA.
En el punto tercero, indica que se llevaba un control diario de los
equipos que eran abastecidos y de los estanques que tuvieran movimiento y,
a su vez semanalmente se realizaba un arqueo general del combustible
líquido que existía en la faena.
El control le correspondía al operador de la planta, quien cometió el
error, y éste era visado por el Supervisor de Mantenimiento.
DUODÉCIMO: La reclamante en su libelo ha solicitado que se atenúe
la responsabilidad de la misma en relación con los cargos 2 y 4, con lo cual,
no reclama de los mismos sino que pretende rebajar su responsabilidad.
El cargo número 2 se fundó en la ausencia de inspecciones
periódicas a las instalaciones de combustibles líquidos por parte de una
entidad autorizada por la Superintendencia, no niega el hecho, sino que pide
se tenga en consideración al ponderar la gravedad de la infracción que este
no tuvo relación causal con el incidente investigado.
El cargo N° 4 se basa en la falta de verificación diaria de los
volúmenes que deben existir en cada tanque, plantea que la resolución que
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resolvió la reposición interpuesta desechó el hecho que sí realizaba una


verificación diaria de volúmenes, incurriendo con ello- la resolución
impugnada- en un error de ponderación de los antecedentes expuestos en el
expediente administrativo.
La pretensora agrega que no llevaba un registro que cumpliera con todos los
requisitos establecidos en el artículo 114 del D.S N° 160, pero sí existía un
registro diario.
Es decir, añade, existió un incumplimiento imperfecto de la obligación
reglamentaria que debió ser considerado.
DÉCIMO TERCERO: De acuerdo al libelo pretensor, aclarado que los
cargo 2 y 4 no son reclamados en sí, debe entenderse que la reclamación lo
ha sido contra los cargos 1, 3 y 5.
El número 1 señala que el personal encargado de la operación de
trasvasije de combustible desde el tanque principal a los restantes tanques
de esa instalación no se encuentra capacitado respecto de los
procedimientos operacionales dispuestos en el Manual de procedimientos
que esa empresa ha elaborado al efecto, contraviniéndose en definitiva lo
dispuesto en el inciso segundo del art. 23° del Decreto Supremo N° 160, de
2008, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.
El número 3 indica que al momento de la fiscalización, el operador
del establecimiento no contaba con el Manual de Seguridad de
Combustibles líquidos, en contravención a lo dispuesto en el artículo 18 del
D.S 160/2008. Y, el número 5 señala que el operador de la instalación no
mantenía en ésta, al momento de la inspección, disponible para los
fiscalizadores de SEC, los planos “As Built” del establecimiento en
contravención a lo dispuesto en los artículos 6° y 20°, ambos del D.S.
160/2008.
DÉCIMO CUARTO: Que tal como ya fuese mencionado, en los
fundamentos segundo y tercero del presente fallo, la competencia de esta
Corte es para el examen de control de la legalidad, por lo que, para modificar
la resolución dictada por el ente recurrido ha de darse por establecida la
ilegalidad del acto recurrido, invalidar el mismo y disponer lo que
corresponde, si es procedente conforme a los límites de la competencia de
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este tipo de arbitrio.


DÉCIMO QUINTO: Para el examen del control por parte de este
judicatura, del acto recurrido, corresponde señalar que las regulaciones
sobre instalaciones y operaciones de producción y refinación, transporte,
almacenamiento, distribución y abastecimiento de combustibles líquidos
están contenidas en el Reglamento de Seguridad sobre dichas materias,
aprobado por el D.S N° 160, del Ministerio de Economía, Fomento y
Reconstrucción, del año 2008, cuyo cumplimiento, por aplicación del artículo
2° de la Ley N° 18.410, corresponde fiscalizar a la Superintendencia de
Electricidad y Combustibles.
En el mencionado cuerpo reglamentario se dispone que los
propietarios y operadores de las instalaciones de combustible
líquido(CL),según corresponda, serán responsables de dar cumplimiento a
las disposiciones generales y específicas que regulen materias propias de la
instalación de su propiedad o a su cargo establecido en el Reglamento
citado, como lo dispone el artículo 13.
Por demás, el artículo15, prescribe que los operadores de instalaciones de
CL, deberán velar por su correcta operación, mantenimiento e inspección, a
objeto de desarrollar las actividades en forma segura, eliminando o
controlando los eventuales riesgos que la operación presente para las
personas y cosas.
DÉCIMO SEXTO: Del examen de los cargos 1,3 y 5.
Que conforme a lo que se ha venido adelantando, ha de procederse
a examinar los cargos que han sido objeto del reclamo, esto es, los números
1,3 y 5. Al respecto la reclamante rindió la prueba documental que consta en
los folios 56 y 69, ya mencionados en el motivo décimo de la presente
sentencia y prestó declaración el testigo del reclamante, don Jorge Andrés
Guerra Cubillos, cuyo contenido consta del basamento undécimo.
Con respecto al número 1, se ha cuestionado por IMOPAC LTDA este
cargo, sosteniendo que la resolución tiene un error lógico, al concluir que
dado que ocurrió un incidente operacional el trabajador carecía de formación
y entrenamiento suficiente, y añade que ningún nivel de formación puede
excluir por completo la posibilidad de un error humano.
Al respecto se debe señalar que el artículo 23 del D.S N° 160/2008,
dispone que: “el personal encargado de la operación de las instalaciones de
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C.L, debe conocer y estar capacitado en la ejecución de los procedimientos


de operación, mantenimiento e inspección de esas instalaciones”.
Se ha pretendido por la recurrente insistir en un supuesto “error
humano” como fundamento para que se acoja la reclamación, pero no puede
soslayarse, que en el evento de ser ello cierto, es incontrastable, como se
verificó por los funcionarios del S.E.C que el trabajador de IMOPAC LTDA.,
no acató las instrucciones contenidas en el Manual de Procedimientos de
Operación de la Instalación de Control de líquidos (C.L), para dicha
operación de trasvasije.
La peticionaria en su libelo ha dicho que sólo con posterioridad a los
hechos acaecidos el día del incidente del derrame- implementó un
procedimiento de capacitación que incorporó como parte esencial del mismo,
la aplicación de sistemas de evaluación cuyo objeto es verificar la
internalización efectiva por parte de los trabajadores de esos procedimientos
de seguridad.
No resulta pertinente justificar la falta de capacitación del personal de
IMOPAC LTDA., dando al hecho del derrame del combustible la explicación
que se debió a un “error humano”, puesto que esa argumentación hace
recaer en un tercero, responsabilidades que le son propias, más aun si el
operador es su propio empleado.
Seguir el predicamento de la recurrente, llevaría a que cualquier
empresa pudiese eludir su responsabilidad, descargándola en un
dependiente, cuestión que implica un absurdo, puesto que cualquier
empresa, sería exenta de responsabilidad como organización económica ya
que le bastaría culpar a un dependiente de cualquier responsabilidad que le
pueda ser atribuible a ella, es decir, solo habría sanción a una persona
natural y no a las jurídicas.
Se ha argumentado y se han hecho valer documentos y testigo,
acerca de que el trabajador Oscar Vergara Grandón tenía la suficiente
experiencia en la ejecución de procedimientos de trasvasije de combustibles.
Sin embargo, tener “experiencia” no implica capacitación en los
términos que requiere la normativa reglamentaria violentada por la
reclamante. No hay antecedentes tanto en el expediente administrativo como
en este reclamo judicial que el empleado Vergara Grandón haya sido
capacitado en la ejecución de tales procedimientos, no siendo suficiente la
BSFXCQQXZE

existencia de un presunto error humano, puesto que la normativa es lo


suficientemente precisa al respecto sin que pueda hacer valer la pretendida
justificante.
De lo anterior, resulta inconcuso que la infraccionada, no tenía
personal capacitada para el mentado trasvasije de combustibles que solo
con posterioridad a los hechos del derrame de diésel haya establecido un
procedimiento de formación, con lo cual, es evidente que el personal no
contaba con la preparación y capacitación adecuada.
En lo referido al cargo 3, esto es, que al momento de la fiscalización,
el operador del establecimiento no contaba con el Manual de Seguridad de
Combustibles líquidos, en contravención a lo dispuesto en el artículo 18 del
D.S 160/2008, no hay mayores pruebas al respecto, más que meras
afirmaciones.
Los registros, como consta de la resolución recurrida y de lo
argumentado por la recurrida, que llevaba la reclamante no cumplen con los
requisitos y exigencias dispuestas por la normativa reglamentaria infringida,
(artículo 144 del D,S N° 160/2008), estos registros de la recurrente solo
consideran las mediciones de datos relativos al consumo diario de los
tanques de la instalación, sin embargo no toman en cuenta ni los inventarios
físicos de los combustibles almacenados en dichos tanques, con lo cual, no
se puede hacer un balance de las existencias de combustibles, con lo que
no se puede determinar una eventual filtración o pérdida de combustible.
En lo tocante al cargo 5, referido a la ausencia de plano “As Built” (en
español es plano de construcción), la peticionaria sostiene que la resolución
que rechazó la reposición interpuesta añadió un nuevo razonamiento, cual
es que los planos acompañados no satisfacen los estándares exigidos por la
norma del artículo 20 del D.S. N° 160/2008, al no ser propiamente planos As
Built. Arguye que se trata de una instalación construida en 1950, y que las
únicas modificaciones estructurales fueron realizadas en 1982.
Cabe desestimar esa argumentación de la recurrente puesto que el
artículo 20 del tan referido D.S, exige al operador, calidad que detenta la
solicitante, mantener un archivo de planos “As Built” de las instalaciones que
opera.
Estos planos son requeridos, como se desprende del D.S 160/2008,
por razones de seguridad, por cuanto para hacer mantenimientos,
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inspecciones y en caso de emergencia se debe contar en forma fiable y


actualizada de la ubicación, trazado y posición de sus instalaciones, para
actuar en forma expedita y segura para las personas y cosa.
De acuerdo a la resolución recurrida, la reclamante no exhibió esos
planos, ya que a los fiscalizadores solo se les mostró un diagrama de flujo.
Los fiscalizadores de la S.E.C. de acuerdo al artículo 3° de la Ley
18.410 tienen la calidad de ministros de fe en lo referente a la verificación de
los hechos constitutivos de infracciones a la normativa vigente.
El documento acompañado bajo el número 10, en el transcurso de
este juicio, no resulta posible para esta Corte poder determinar si el mismo
cumple o no con los requisitos de ser considerado como un plano “As Built”,
ya que no existe ningún antecedente suficiente para determinar ese aspecto,
puesto que ello, es una cuestión estrictamente técnica como lo habría sido
posible dilucidar por una pericia, y no es por tanto, un aspecto legal y por
demás, el cargo formulado fue que al día de la fiscalización no se le exhibió
a los funcionarios de la S.E.C el mentado plano, siendo irrelevante que
eventualmente y con posterioridad a la infracción, confeccionó ese plano “As
Built” conforme a la norma del artículo 20 del D.S. 160/2008, cuestión que no
es objeto de la resolución, puesto que el hecho basal es que al día de la
fiscalización no exhibió el plano “As Built” de la instalación de combustibles
líquidos, sino que mostró como lo dicen los fiscalizadores, ministros de fe,
solo un diagrama de flujos.
DÉCIMO SÉPTIMO: Acerca de la intencionalidad.
Cabe hacerse cargo de las alegaciones de la requirente en orden a
que la resolución recurrida tiene un error, equiparando la intencionalidad con
la existencia de una infracción de cuidado, llevando a tener por acreditada la
existencia de una acción intencional dado que se habría constatado una
infracción al deber de cuidado.
Es el caso, que corresponde desechar esa alegación, puesto que la
resolución impugnada, permite constatar que la pretensora, incumplió con
los siguientes deberes, dado su calidad de operadora de una instalación de
combustibles líquidos a saber:
No capacitó a su personal en el procedimiento de trasvasije, que dio
origen al derrame de 40 mil litros de combustibles.
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No inspeccionó periódicamente a través de organismos autorizados


por la Superintendencia los tanques de almacenamiento.
No contaba con Manual de Seguridad de combustibles líquidos (C.L).
No efectuaba verificación diaria de volúmenes de combustibles.
No mantenía en su instalación el plano /As Built" de la misma.
DÉCIMO OCTAVO: A su vez, la instalación de combustibles líquidos
operada por IMOPAC LTDA. se rige en materia de seguridad por las
disposiciones del D.S. N° 160, de 2008, del Ministerio de Economía,
Fomento y Reconstrucción, aprobatorio del “Reglamento de seguridad para
las Instalaciones y operaciones de producción y refinación, transporte,
almacenamiento, distribución y abastecimiento de combustibles líquidos”.
Su artículo N° 1 dispone: “Este reglamento establece los requisitos
mínimos de seguridad que deben cumplir las instalaciones de combustibles
líquidos derivados del petróleo y biocombustibles, en adelante e
indistintamente CL, y las operaciones asociadas a la producción, refinación,
transporte, almacenamiento, distribución y abastecimiento de CL que se
realicen en tales instalaciones, así como las obligaciones de las personas
naturales y jurídicas que intervienen en dichas operaciones, a objeto de
desarrollar dichas actividades en forma segura, controlando el riesgo de
manera tal que no constituyan peligro para las personas y/o cosas".
DÉCIMO NOVENO: De alegaciones de la recurrente para justificar las
infracciones reglamentarias.
La pretensora sostiene frente a la infracción por no realizar
inspecciones a la instalación en forma periódica a través de un organismo
autorizado por la S.E.C. que ello sería una cuestión meramente formal,
puesto que los tanques estaban en buen estado, ello debe desestimarse por
las normas reglamentarias tantas veces citadas que le imponían la
obligación de un examen periódico.
Frente a la falta de capacitación del trabajador de los procedimientos
de trasvasije de combustibles, señala que tenía amplia experiencia, sin
embargo, no acredita la capacitación que debió recibir el funcionario a cargo.
Respecto a la falta por no efectuar verificación diaria de los
volúmenes de combustibles, señala que si bien llevaba registros, reconoce
que éstos no cumplían con lo establecido en el art 144 del Reglamento, y
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que existió un cumplimiento imperfecto de la obligación reglamentaria.


La reclamante como se puede observar, no ha dado cumplimiento a
su deber de cuidado respecto de la instalación de CL( combustibles líquidos)
a su cargo, impuesto en el artículo 15 del Reglamento, que mandata a los
operadores de instalaciones de CL, a velar por su correcta operación,
mantenimiento e inspección, a objeto de desarrollar las actividades en forma
segura, eliminando o controlando los eventuales riesgos que la operación
presente para las personas y cosas, lo que no ocurrió en la especie.
VIGÉSIMO: En consecuencia, se puede concluir que la peticionaria,
ha incurrido en múltiples infracciones, con lo que no puede haber dudas que
la recurrente incumplió con su deber de cuidado que pesaba sobre ella, en
orden a garantizar seguridad en términos de evitar todo riesgo en la
operación, mantenimiento e inspección de esas instalaciones.
VIGÉSIMO PRIMERO: Doctrina sobre el control de la Legalidad.
Sobre este tema, el profesor Eduardo Cordero, en un trabajo titulado
“Control de las Sanciones Administrativas” material docente de la
Universidad Católica de Valparaíso del año 2020 ha señalado lo siguiente:
“El sometimiento de la Administración a la legalidad constituye uno de
los pilares básicos sobre los cuales se construye el Derecho público en
general y el Derecho administrativo en particular. Así, toda manifestación del
poder público debe estar juridificada, esto es, respaldada por el derecho a
través de la ley. A su vez, la vigencia efectiva de este principio demanda la
existencia de mecanismos idóneos que permitan su vigencia efectiva.
Esto nos traslada al tema del control de la Administración y las formas
que admite con la finalidad de que efectivamente se garantice la legalidad
de sus actuaciones.
Ahora bien, en el caso de las sanciones administrativas el análisis de
la cuestión da lugar a una doble perspectiva.
En primer término, es necesario hacerse cargo del objeto del control,
que en este caso se traduce en los vicios que puede adolecer un acto
administrativo sancionador y que puede tener como consecuencia su
nulidad. En buenas cuentas, es la respuesta a la pregunta de ¿Qué se
controla?
En segundo lugar, se encuentra la forma en que se debe ejercer este
control desde el punto de vista institucional, es decir, los órganos que están
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llamados a ejercer este control y el procedimiento como se llevará a cabo, lo


cual se traduce en la pregunta ¿Quién y cómo se controla?.
Respecto a la primera cuestión, nos haremos cargo de los posibles
vicios que pueden afectar la validez de las sanciones administrativas y cómo
esta cuestión ha sido resuelta por nuestra jurisprudencia administrativa y
judicial. En relación con la segunda, nos corresponde analizar los órganos
que están llamados a ejercer este control y el efecto de sus actuaciones,
haciendo un particular estudio del control que corresponde a los órganos
jurisdiccionales.”
VIGÉSIMO SEGUNDO: El autor ya citado, continúa señalando lo
siguiente:
“Debe asentarse que las sanciones administrativas encuentran su
fundamento de validez en el bloque de legalidad, esto es, en las normas de
las gradas superiores (Constitución, leyes y reglamento).
Por tal razón, deben someterse a ellas para sostener su validez y
vigencia.
A su vez, bien puede ocurrir que un acto administrativo que contiene
una sanción se dicte violentado dichas disposiciones, lo que plantea el
problema de la invalidez del mismo y de sus efectos.
En términos generales es posible sostener que toda ilegalidad de un
acto administrativo (entendida en un sentido amplio como vulneración al
bloque de legalidad), conlleva su invalidez.
Para evitar una aplicación irrestricta de una nulidad pública, se ha de
señalar que la misma tiene consideraciones previas que atenúan su
aplicación en forma inmediata como son:
En primer término, existe un interés público habitualmente
comprometido en la dictación de estos actos formales, lo que ha permitido
sostener la presunción de legalidad de los mismos, de manera que debe
existir una declaración formal por parte de un órgano de la Administración o
de los tribunales de justicia que se pronuncie expresamente sobre su
nulidad.
En segundo lugar, dicha declaración de nulidad debe ser la última
ratio al momento de resolver el problema de la validez de un acto.
En efecto, conforme al principio de conservación resulta necesario
adoptar todas las medidas que permitan subsanar los vicios que pueda
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adolecer el acto sancionador, incluyendo su convalidación, antes de declarar


su nulidad.
En tercer término, y conforme al principio de proporcionalidad que
debe aplicarse a todo tipo de sanción jurídica, como es la nulidad de un
acto, no todo vicio debe tener como sanción la nulidad, ya que se exige
cierta transcendencia, esto es, que estemos ante la infracción de un
requisito esencial y que se cause un perjuicio al interesado en solicitar la
nulidad.”
En dicho contexto no siempre un vicio que afecte un acto sancionador
tendrá como consecuencia necesaria la nulidad del mismo, ya que se
deberá determinar las posibilidades de subsanación, una eventual
convalidación y la trascendencia del vicio.
El problema de la validez de las sanciones administrativas se debe
marcar dentro de un tema más general, como es la validez de los actos
administrativos”.
VIGÉSIMO TERCERO: En el Dictamen Nº 20.568, de 2005, la
Contraloría General de la República, sostuvo, en relación con una
modificación de un Plan Regulador Comunal que adolecía de vicios de
procedimiento, que: “[…] es preciso hacer notar que el artículo 13 de Ley
19.880, sobre Bases de Procedimientos Administrativos, que consagra el
principio de la no formalización, señala que el vicio de procedimiento o de
forma sólo afecta la validez del acto administrativo cuando recae en algún
requisito esencial del mismo, sea por su naturaleza o por mandato del
ordenamiento jurídico y genera perjuicio al interesado, y preceptúa, en su
inciso final que:
La Administración podrá subsanar los vicios de que adolezcan los
actos que emita, siempre que con ello no se afectaren intereses de terceros.
Ahora bien, el Diccionario de la Lengua Española de la Real
Academia ha definido el verbo subsanar, entre otras acepciones, como el
acto por medio del cual se repara o remedia un defecto.
Por lo tanto, es lícito que un Órgano de la Administración pueda
rectificar un acto administrativo que ha sido dictado con vicios de
procedimiento o de forma, enmendando la imperfección, siempre que con
ello no se menoscaben intereses de terceros”.
VIGÉSIMO CUARTO: El tratadista señor Cordero, en el documento
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de estudio ya mencionado, continúa señalando que:


“(…) Si bien la jurisprudencia de la Corte Suprema ha seguido esta
nomenclatura clásica, lo cierto es que su utilización ha sido objeto de crítica
por la propia doctrina francesa, que ha preferido distinguir de la siguiente
forma: 1º ilegalidad relativa al autor del acto (incompetencia); 2º ilegalidad
relativa a la forma y el procedimiento (vicio de forma); 3º ilegalidad relativa a
su fin (desviación de poder); 4º ilegalidad relativa al objeto del acto; 5º
ilegalidad relativa a los motivos del acto”.
Añade que: “En todo caso, la jurisprudencia ha proyectado estas
causales de nulidad a los actos administrativos sancionadores, señalado
que: “Como es sabido, la resolución sancionatoria reclamada es un acto
administrativo y, como tal, la ilegalidad “que puede acarrear su anulación
puede referirse a la ausencia de investidura regular, incompetencia del
órgano, defecto de forma, desviación de poder, ilegalidad en cuanto a los
motivos, y violación de la ley de fondo aplicable”.
VIGÉSIMO QUINTO: Que de todo el examen del acto recurrido se
puede constatar que el mismo no tiene ningunas de las condiciones para ser
estimado ilegal, puesto que esa resolución administrativa está debidamente
fundada, con los suficientes elementos técnicos que la respaldan, se siguió
un debido proceso administrativo donde la reclamante fue oída e incluso
pudo pedir reposición, hizo las alegaciones que estimó pertinentes las que
fueron debidamente ponderadas, analizadas y desestimadas por razones
justificadas, como son las infracciones debidamente constadas por la S.E.C.
Se ha pretendido en este reclamo, en verdad, no cuestionar vicios de
ilegalidad, sino que más bien cuestionar lo resuelto por el ente reclamado en
uso de sus atribuciones, cual si fuese este arbitrio de reclamación un arbitrio
de apelación donde es posible a un Tribunal revisar los hechos y la
aplicación del derecho, lo que no es posible en el presente recurso por la
competencia que le ha sido dada a esta Corte por el artículo 19 de la Ley
18.410, la que es estricta al respecto.
Con la prueba documental y testimonial no se logra de modo alguno
demostrar, carga probatoria que le corresponde a la reclamante, que el acto
recurrido sea ilegal, por el contrario, se ha demostrado en abundancia que la
recurrente transgredió las disposiciones reglamentarias examinadas
precedentemente, con lo cual, no hay vicio alguna que pueda ser atendido.
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VIGÉSIMO SEXTO: Otro aspecto que se ha reclamado, en forma


bastante débil en argumentaciones, estaría dado por la aparente infracción a
las normas de apreciación de la prueba, y lo que según se propone-,
infringiría el deber de motivación.
Esto debe desecharse puesto que la resolución refutada cuenta con
numerosas fundamentaciones que le llevaron a disponer la aplicación de la
multa por las infracciones que en ese documento se indican
pormenorizadamente.
Ha pretendido, la reclamante soslayar las numerosas infracciones
reglamentaria, como son las normas del D.S. 160/2008, por una vía que no
resulta la adecuada, y por la cual, inclusive, ha tratado de justificar esos
incumplimientos, para lo cual se ha valido de la documental y testimonial que
suministró en este juicio.
En toda caso, la Autoridad Fiscalizadora al fundamentar las existencia
de las infracciones, abordó el fondo de la reclamación como así lo determina
la Resolución Exenta Nº 33.072, de 7 de agosto de 2020, desestimado las
supuestas justificaciones que dio la reclamada para intentar eludir su
responsabilidad en las infracciones reglamentarias o bien atenuarlas, lo que
no pudo lograr dado que eran tan evidentes las mismas que no era posible
ignorarlas, ni siquiera, como inútilmente se hizo de un “error humano”.
VIGÉSIMO SÉPTIMO: Sobre el control de la discrecionalidad.
Que en el contexto de Derecho Administrativo, se deja de cargo de la
actividad jurisdiccional, el control de la discrecionalidad de las actividades de
la administración, surgiendo como herramienta para efectuarla tres baremos
a saber
1.-El control de la motivación la justificación de la decisión, en cuanto
a los
motivos de hechos y las medidas adoptadas; 2.- El control de la materialidad
de los motivos, que implica verificar la materialidad de los hechos que lo
configuran; y, 3.- El control de la calificación jurídica de los hechos, que
supone determinar si los hechos se enmarcan en las previsiones normativas.
(VALDIVIA, José Miguel, Manual de Derecho Administrativo, Ed.Tirant Lo
Blanch, año 2018.p.232 y 233).
VIGÉSIMO OCTAVO: Sobre legalidad de la resolución recurrida y su
calificación jurídica.
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Que, de acuerdo a lo que se ha venido razonando, al haberse por la


parte recurrida demostrado fácticamente el incumplimiento a disposiciones
reglamentarias, lo cual no fue desvirtuado al agotarse la instancia
administrativa, y siendo ello debidamente justificado en las decisiones
adoptada por la S.E.C. como entidad fiscalizadora, debe estimarse desde ya
legal su actuación con las exigencias de fundamentación de hecho y
derecho, que al efecto se requiere para que un acto administrativo en los
artículos 11 inciso segundo y 41 de la Ley N° 19.880, que Establece Bases
de los Procedimientos Administrativos que rigen los Actos de los Órganos
del Estado.
Por otra parte, en esta sede judicial, se concuerda con la calificación
jurídica que se le dio a la sanción, en los términos que indica el artículo 15
numeral 1°, de la sección de infracciones graves, la cual señala, como una
de sus hipótesis, que los hechos, actos u omisiones que contravengan las
disposiciones pertinentes, “signifiquen peligro para la seguridad o salud de
las personas”, cuestión esta última que se encuentra debidamente abordada
en la resolución cuestionada.
No existe duda , acerca que el derramamiento de aproximadamente
40.000 litros de petróleo diésel, como aconteció por el incumplimiento de las
normas reglamentarias, fue y es una fuente de riesgo para las personas y/o
cosas, se contaminó un sector de sala de máquinas y un camino público
donde transitan vehículos y personas.
VIGÉSIMO NOVENO: Sobre la aplicación de la multa y su rebaja.
La Resolución Exenta N° 33072, datada el 7 de agosto de 2020,
objeto del reclamo, estableció que las infracciones deben ser calificadas
como graves, conforme lo preceptúa el artículo 15 del D.S N° 160/2008 ya
que los hechos consignados conllevan un potencial peligro para la seguridad
o salud de las personas.
No debe olvidarse que el derrame ascendió aproximadamente a
40.000 litros de petróleo diésel, combustible que escurrió parte del
desbordamiento de combustible líquido hacia el interior de la sala de
generación donde hay 5 grupos electrógenos y otra parte de la dispersión
fue hacia un camino público disponible para la circulación de vehículos y
personas.
El artículo 16 A de la Ley 18.410 faculta a la S.E.C. para sancionar las
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infracciones graves con una multa de hasta 5.000 Unidades Tributarias


Anuales (lo que equivales a 60.000 Unidades Tributarias Mensuales), por lo
cual, la multa impuesta a la reclamante de 3.000 Unidades Tributarias
Mensuales, resulta que es proporcional y adecuada a la magnitud de las
infracciones y a la capacidad económica de la demandante.
Con lo cual, se debe rechazar la petición de rebajar la sanción
pecuniaria, tanto en los cargos números 2 y 4 como en los números 1,3 y 5.
TRIGÉSIMO: Rechazo del reclamo.
Conforme a lo que se viniera adelantando, cabe rechazar el reclamo,
teniendo para ello, además en consideración a que la acción de reclamación
es un control de legalidad y el mismo no ha apuntado en esa dirección en
orden a indicar cuales serían los actos ilegales, sino que más bien, el arbitrio
se ha direccionado a disentir de las conclusiones hechas valer por la
recurrida-S.E.C- en orden a establecer los hechos infraccionados y a
sancionarlos.
Los cargos formulados guardan perfecta armonía con las normas
reglamentarias que desacató la reclamante y no puede eludir la demandante
su responsabilidad en el derrame del combustible.
Por último, la prueba proporcionada por la reclamante en nada altera
lo concluido como ya fuera dicho en las motivaciones precedentes.
Por estas consideraciones, disposiciones legales y reglamentarias
citadas, y lo dispuesto en el artículo 19 de la Ley N° 18.410, se declara:
I.-Que se rechaza, sin costas, el reclamo de ilegalidad interpuesto por
la Sociedad de Ingeniería y Movimientos de Tierra del Pacífico Limitada RUT
Nº 79.807.570-5 en contra de la Resolución Exenta Nº 33.072, de 7 de
agosto de 2020, dictada por la Superintendencia de Electricidad y
Combustibles.
II.-Que no se hace lugar a la petición subsidiaria de rebajar la multa
impuesta en el procedimiento sancionatorio referido en el reclamo de
ilegalidad.
III.- El monto de la consignación para interponer el reclamo de
ilegalidad debe entenderse abonado al pago de la multa total en la
proporción que corresponda.
Regístrese, notifíquese y oportunamente archívese.
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Redacción del ministro señor Pablo Bernardo Krumm de Almozara


N°Contencioso Administrativo-1-2020.
Aída Inés Osses Herrera Rodrigo Miguel Cid Mora
MINISTRO(P) MINISTRO(S)
Fecha: 10/11/2022 14:40:22 Fecha: 10/11/2022 15:06:04

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Pronunciado por la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Copiapó integrada por Ministros: Ministro señor Pablo
Krumm De Almozara, Ministra señora Aida Osses Herrera y Ministro (S) señor Rodrigo Cid Mora. No firma el Ministro
señor Krumm por encontrarse con feriado legal. no obstante haber concurrido a su vista y acuerdo. Copiapo, diez de
noviembre de dos mil veintidós.

En Copiapo, a diez de noviembre de dos mil veintidós, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la resolución
precedente.

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Este documento tiene firma electrónica y su original


puede ser validado en http://verificadoc.pjud.cl o en la
tramitación de la causa.
A contar del 11 de Septiembre de 2022, la hora
visualizada corresponde al horario de verano establecido
en Chile Continental. Para Chile Insular Occidental, Isla
de Pascua e Isla Salas y Gómez restar 2 horas. Para
más información consulte http://www.horaoficial.cl.

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