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Un corazón adecuado
El proceso de germinar una semilla es
bastante complejo. Para que ocurra, se
necesita un sembrador, suelo,
temperatura, agua y nutrientes
apropiado. Juntos, estos factores
estimulan la ruptura y germinación de la
semilla. En el capítulo 13 del libro de
Mateo encontramos una analogia entre
la Palabra de Dios y ese hecho. Allí, la
palabra del reino se compara con la
semilla, y el sembrador es el Señor
mismo. La semilla ya tiene todo el
potencial y el poder necesarios para
convertirnos en personas que hacen la
voluntad de Dios, y el sembrador se
compromete al cumplimiento de Su
objetivo, pero hay una serie de de
limitaciones, entre ellas la tierra donde
se esparce la semilla. El problema no esta
en la semilla o en el sembrador, pero si,
en la tierra, es decir, en el corazón. ¿Qué
tipo de corazón ha tenido usted para la
Palabra de Dios? ¿Qué posición ha
tomado frente a la situaciones que le
suceden a usted o a las personas que le
rodean? ¿Y cómo ha reaccionado al
hablar del Señor a través de los
hermanos? ¿Usted es una oyente
solamente o entendio esa palbra y la esta
aplicándo en su vida?

No podemos tener un corazón inestable


y reseco por el alto flujo y trafico de
pensamientos y sentimientos. Tenemos
tiempo para tantas cosas amada mujer,
porque no lo tenemos para acercarnos al
Señor? Ahora por otro lado, Nuestro
corazón tampoco puede ocultar los
pecados. ¿Hace Cuánto tiempo no
confesamos puntualmente nuestros
pecados? No podemos simplemente
conformarnos con la salvación;
necesitamos desarrollar una vida de
intimidad con Dios. No podemos tener
un corazón lleno de espinas, asfixiado
por las preocupaciones de la vida,
buscando siempre nuestra propia
voluntad dejando de lado la voluntad de
Dios.

Para trabajar toda la palabra que se ha


sembrado en usted de manera definitiva,
el Señor necesita una tierra permeable. A
través de la oración es posible desarrollar
la capacidad de escuchar el hablar de
Dios, ver Su actuar y comprenderlo, es
decir, percibir, las intenciones y
proposito que hay detrás de cada
situación que nos sucede a diario. De esa
forma usted preparará el ambiente
adecuado para la liberación de la vida
que hay en la semilla plantada en usted
(1 Cor 3: 7-9), permitiendo que dé fruto
(Gálatas 5: 22-23; 2 Pedro 1: 5-8) sin ser
robada por el maligno por la falta de
visión y profunda en la relación con el
Señor que tantas veces nos ha afectado,
y tambien sin quedarse dormida, inactiva,
por no encontrar en usted una posición
apropiada (Mt 13: 21b; Dt 8: 2).

Amada mujer Cuando surjan las


innumerables situaciones, talvez
negativas, que usted a diario tiene que
vivir, tenga claro que es el Señor
activando el potencial de vida que existe
plantado en su corazón, para que usted
entienda
el centro de Su voluntad. Incluso si las
situaciones causan tristeza, no endurezca
su corazón; antes bien, alabe al Señor
confiando en que El, la está
transformando y haciendo similar a Él en
vida y naturaleza, de modo que
la Palabra germine y de fruto en usted, y
a través de usted, extendiéndose a todas
aquellas personas que la rodean (Mt 5: 8;
2 Cor 3:18; 1Pe1: 15-16).
Amada mujer permita que la palabra
trabaje en usted, abra su corazon y
permita que la vida que hay en usted
pueda llegar a mas personas DIOS LA
BENDIGA!

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