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¿QUÉ TIPO DE TIERRA ERES TÚ?

Meditación: La Parábola del sembrador según Mateo 13:1-9 y


13:18-23.
Al leer la lectura y la explicación anterior, podríamos resumir en
pocas palabras y diríamos que la Parábola del Sembrador significa lo
siguiente:

 El Sembrador: Quien siembra la palabra.


 La Semilla: La palabra de Dios.
 El Terreno: El corazón de la persona.
 Los de Junto al Camino: De corazón duro (incrédulos)
 En Pedregales: De corazón poco profundo (los que no tienen discernimiento).
 Entre Espinos: Los de corazón a medias (los que se olvidan de Dios después del éxito).
 En Buena Tierra: Los de todo corazón. (Los que fueron escogidos antes del mundo).

Cada mensaje del Señor Jesús nos da una enseñanza para meditar y poner en práctica,
en la Parábola del Sembrador observaremos lo siguiente:

Los de Junto al Camino: Nos enseña que cada ser humano, es responsable de escuchar y recibir
La Palabra.

En Pedregales: Nos da como enseñanza lo importante que tiene congregarse (Hebreos 10: 25),
para echar raíz y aprender más acerca de la palabra de Dios (2 Timoteo 3:14-17). Pero también nos
exhorta a orar y a tener una vida en comunión con Dios. (Jeremías 33: 3)

Entre Espinos: Nos deja como enseñanza a estar atentos a esos afanes y deseos que pueden
convertirse en espinos en nuestras vidas. Por este motivo, debemos detectarlos y cortarlos, pidiendo
ayuda a Dios en oración, para que aparte esos afanes y deseos que quieran estancar nuestra vida
espiritual (Mateo 6: 25- 34).

En buena tierra: Nos enseña a perseverar en la oración y seguir en el camino que Cristo trazó para
nuestras vidas.
Este tipo de personas la Biblia las describe en Lucas 8:15. Por lo tanto, los requisitos para que la
palabra diera fruto en este tipo de creyentes fueron, un corazón sencillo y una mente abierta para
comprender la palabra de Dios, aferrándose fuertemente a ella.

Así que es importante que haya mucha oración, para entender, tener discernimiento, tener paciencia
y atesorar la palabra en nuestros corazones con el deseo de guardarla y compartirla con otros.

De igual manera la palabra de Dios está fundamentada en nuestras vidas y hecha carne por cuanto
somos nuevas criaturas en Cristo, porque decidimos tener una nueva relación con Dios y hacer un cambio
de vida en él por lo tanto, debemos esforzarnos cada día de nuestras vida en mostrarles a Cristo a otros
que aún no lo han recibido en sus corazones, porque del testimonio que demos como cristianos
determinará que otros puedan llegar también al evangelio y puedan recibir de las bendiciones que
Dios también nos ha dado a través de su palabra y de sus milagros. (Mateo 10: 40-42)

¡¡¡Dios te bendiga!!!!

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