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Introducción:
Jesús al ver la higuera sin fruto, por su autoridad hizo secar la higuera, para dar una
enseñanza.
La higuera sin fruto o marchita, muy bien pudiera simbolizar el juicio de Dios sobre
Israel por su carencia de frutos espirituales.
Jesús muy bien podía hacerlo para dejar un mensaje a sus discípulos.
Se dice que el higo normalmente crecía con la abundancia de hojas.
Un comentarista dice: Esta higuera extrañamente tenía hojas, pero no frutos.
Era de una naturaleza Inusual.
20. Los discípulos se maravillaron de aquel milagro.
23. Añade: Todo lo que pidieres orando lo recibiréis. El 17:20 dice: Nada os será imposible.
Si Jesús nos ha revelado un principio del Reino tan poderoso: ¿Por qué no recibimos lo que
pedimos? ¿Por qué le hablamos a la montaña y no se mueve? O ¿Por qué la higuera no se
seca a nuestra oración?
Tenemos que tener en cuenta que Jesús no está diciendo que cualquier cosa que
pidamos o declaremos con nuestra boca, eso sucederá.
Ejemplo: Orando por una mujer casada, por riquezas con un corazón equivocado o
declarar 50mil euros en mi cuenta YA.
La Biblia siempre nos deja filtros para que TODO lo que pidamos podamos recibirlos, o si nos
tocará orar por una higuera esta pudiera secarse al instante.
Jhon Piper dice: Cuando nos desesperamos y perdemos la paz por cualquier
necesidad, ofendemos el carácter del Padre, porque le decimos al mundo que nuestro
padre no es amoroso y no tiene cuidado de nosotros.
Efesios 2:10: Dios tiene un propósito con nuestras vidas, y debemos andar en él, así nada nos
será imposible.
Dr. Bob Utley dice: Aquellos creyentes que escudriñan la mente de Cristo, piden cosas
que agradan a Dios y entienden su reino.
Alguien que guarde la palabra de Dios y esté dando fruto, tiene una promesa del Padre (JN15:16)
Llevar fruto significa una vida con las siguientes características:
Con el carácter de Cristo, lleno de Amor, Gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe
mansedumbre y templanza, donde cada día estas cosas estén desarrollándose, El fruto
del Espíritu. (Gálatas 5:22)
Una vida avivada en el Espíritu, la cual anhela cada día pasar tiempo a solas con Dios y
su palabra. El fruto de la santificación (Rom 6:22) (1 Ts 4:3)
Apasionada por cumplir el deseo de Dios de rescatar a los que van a la condenación
eterna. Un creyente que hace discípulos.
Esta última nace naturalmente de nuestra devoción con Dios, ya que Él mismo
coloca esa carga en nuestras vidas.
Conclusión:
¿Por qué la higuera no se seca, por qué no ocurre el milagro que necesitamos?
Pedimos mal
Fuera de su voluntad o su tiempo
No estar llevando frutos
Dios nos ama tanto que sabe nuestra necesidad de ante mano, pero hay cosas que tienen su tiempo
o su voluntad, porque si no las consecuencias son peores.
Hay que aprender a vivir confiados en Dios, lo peor que nos puede suceder es la muerte y esta es
ganancia.
Si tu higuera no se seca, y estas haciendo las cosas como Dios quiere, confía en Él y hará
conforme a su voluntad.