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Capítulo 26: Imbunche

Se cuenta que existía un ser deforme encargado de proteger la cueva de Quicaví,


aquel lugar donde se reunían los brujos en Chiloé, estamos hablando del imbunche y hoy en
dosis cultural queremos conocer un poco más de este mítico personaje. (CÁMARA)
Para crear un imbunche los brujos robaban un niño antes de que este cumpliese los
nueve días desde su nacimiento. Lo llevaban a la cueva y ahí permanecía escondido, si este
había sido bautizado le raspanban el bautismo y de inmediato le torcían la pierna derecha
hasta llegar a quebrársela y sacársela por la espalda y al mismo tiempo le torcían la cabeza.
(OFF)
Al cumplir los tres meses, le partían la lengua en dos y durante este tiempo lo
alimentaban con leche de gata negra y agua de Picohihuin, ya pasado un tiempo lo
alimentaban con carne humana obtenida del cementerio. Además, le enseñaban a dar
algunos saltos o brincos, sin embargo, para moverse debía arrastrarse. (CÁMARA)
Es así como logran que un niño se transforse en un ser de aspecto aterrador cuya
función era ser el guardián de la gran casona donde se reunían los brujos. Con gruñidos y
ladridos estridentes que producían terror y espanto a cualquier persona, avisaba la presencia
de cualquier brujo o visita extraña que intente acercarse al recinto (OFF)
El imbunche daba entrada únicamente a aquellos que cumplían con las palabras y
señas solicitadas y era indispensable que quien desease entrar hiciese una reverencia ante el
imbuche. Terminada su misión, cerraba la entrada de la cueva con una gran piedra y se
dedicaba a su única complacencia, comer carne humana. (CÁMARA)
A veces, los brujos se equivocaban y robaban a un hijo de un brujo, en estos casos,
lo devolvían a su hogar, sin embargo, ya no podían reparar las deformaciones realizadas.
En contadas ocasiones, se lograba cierta mejoría, friccionándolo con sebo de perro negro.
(OFF)
El imbunche que también ha sido conocido como machuco de la cueva o chivato
tenía una corta vida, ya que envejecía prematuramente y era en ese momento que lo
sacrificaban transformando su carne de charqui y repartiéndola entre los machis favoritos.
Se dice que con este charqui se preparaba un medicamento que era capaz de curar todos los
males. (CÁMARA)
Referencias:
Ampuero, G. (1952). Repertorio folclórico de Chiloé. Anales de la Universidad de Chile, 85.
Pp. 5-95. Recuperado de: http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/124479/1528-
5614-2-PB.pdf?sequence=1
Cárdenas, R. (1998). El libro de la mitología. Ed. ATELI. Recuperado de:
http://www.memoriachilena.gob.cl/archivos2/pdfs/MC0008652.pdf
Chiloé Mitológico. (s.f). Invunche. Recuperado de: https://chiloemitologico.cl/la-brujeria-
y-sus-personajes/en-invunche
Torres, A. (s.f). Mitología Chilota: Creencia Mestiza. En Patrimonio cultural de Chile.
Recuperado de: https://patrimonio.cl/archivo/creencia-mestiza/

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